GB.268/TC/S 268.a reunión Ginebra, marzo de 1997 |
Comisión de la Cooperación Técnica | TC |
Declaración de la Sra. Mary Chinery-Hesse,
Directora General Adjunta,
en la apertura de la Comisión de Cooperación Técnica
18 de marzo de 1997
Señora Presidenta,
Distinguidos señores delegados,
Señoras y señores:
En la reunión de la Comisión de Cooperación Técnica de noviembre de 1996, la Comisión solicitó y obtuvo una reunión adicional para discutir diversos puntos que se habían suscitado, comprendido el funcionamiento de la propia Comisión. Este es el origen de la discusión que la Comisión va a celebrar esta mañana, en el tiempo -- ciertamente demasiado breve -- que se le ha asignado. Como ustedes habrán observado, la Comisión no tiene ante sí ningún documento de trabajo: sólo disponemos de las breves observaciones iniciales que voy a hacerles, que espero den cierta estructura al debate.
Tras las oportunas consultas, llegamos a la conclusión de que la corta duración de la reunión no daría lugar a un debate significativo sobre las cuestiones que habría que plantear si se hubiese preparado una documentación técnica muy extensa para que la Comisión la examinase. Además, pensamos que, por la misma razón, sería un problema determinar unos temas que tuviesen la misma importancia para todos los mandantes tripartitos. Esta reunión tiene, sin embargo, gran importancia a la luz del punto del orden del día que la Comisión tiene ante sí. Otras cuestiones que deseo comentar en la presente reunión se refieren a la evaluación de la política de asociación activa y a determinados puntos que podrían insertarse en el orden del día de la reunión de la Comisión en noviembre.
Como recordarán, la Comisión decidió el pasado mes de noviembre examinar su propia función y las modalidades de trabajo más convenientes para cumplir su mandato, así como las repercusiones que ello pudiese tener en las deliberaciones del Consejo de Administración, en las directrices estratégicas y en la orientación política que se dé a la Oficina. Se pensaba que, con los muchos cambios que han tenido lugar en la economía mundial y en el panorama de la cooperación técnica, que está en continua evolución, una sola reunión al año no daba ocasión suficiente para que los miembros pudiesen hacer los comentarios oportunos sobre el objeto del programa de cooperación técnica de la Oficina. En muchos casos, la información y los datos suministrados por la Oficina no parecían tener actualidad suficiente para representar la dinámica de la situación ni para ofrecer un fundamento bastante sólido para que sirviese de orientación a la acción futura, orientación que resulta especialmente necesaria para que podamos responder con más eficacia a los retos de un entorno mundial en plena evolución y para hacer frente con más precisión a las preocupaciones expresadas por nuestros mandantes.
La Oficina acoge con satisfacción el creciente interés del Consejo de Administración por este aspecto de su trabajo, interés que se ha manifestado ya en muchas ocasiones. Continuamos valorando como se merece la aportación que hacen nuestros mandantes a nuestra labor en este ámbito, para asegurar que nuestra acción siga siendo pertinente, orientada a los intereses de nuestros mandantes y, en la medida de lo posible, orientada también a la demanda. Ustedes, los miembros de esta Comisión, son el campo de resonancia de este objetivo. Nuestro éxito en el ámbito de la cooperación técnica sólo puede ser juzgado en relación con sus repercusiones a nivel de país, y ustedes son los que están viviendo esa realidad y los que, por lo tanto, están mejor situados para decir si nuestras intervenciones han dado en el blanco.
Al examinar esta cuestión, habría que observar que el Consejo de Administración tiene ante sí, en su presente reunión, un documento(1) que propone aumentar la frecuencia de las reuniones de esta Comisión y que, si se aprueba, le permitiría reunirse tanto en la reunión de marzo como en la de noviembre. Por lo tanto, no parece que haya necesidad de hablar más de la cuestión de la frecuencia en esta reunión.
En la reunión de la Comisión el pasado noviembre, tuve ocasión de recordar a los miembros el mandato que se confió a la Comisión en la 256.a reunión del Consejo de Administración, en mayo de 1993. Me parece que convendría repetirlo aquí, para facilitar la referencia. Se identificaron las seis siguientes funciones principales:
También considero importante recordar en este momento los aspectos más destacados de la estrategia de la OIT en relación con la cooperación técnica aprobada por el Consejo de Administración en su 261.a reunión, con lo que queda determinado el principal objeto de nuestras actividades para establecer un mejor ambiente para los debates de la Comisión. Básicamente, esta estrategia insistía en la necesidad de que los gobiernos, los trabajadores, los empleadores y la propia OIT creasen una alianza en el plano nacional para identificar y resolver los problemas que se planteasen en el mundo del trabajo. Sus principales elementos constitutivos eran el fortalecimiento de la capacidad nacional y la mejora del sistema de prestación de servicios de la OIT. Para ello se dio la mayor importancia al desarrollo de la capacidad de todos nuestros interlocutores sociales para el examen, diagnóstico y solución de los problemas que se presenten.
Esta estrategia propugnaba también unos vínculos más estrechos entre las normas internacionales del trabajo y las actividades prácticas. Establecía la importancia de la política de asociación activa, que constituye el verdadero buque insignia de nuestros planteamientos en el terreno de la cooperación técnica. Subrayaba también la necesidad que tiene la OIT de proceder a una interacción (teniendo en cuenta nuestra ventaja comparativa, nuestra función especial en el mundo del trabajo y, sobre todo, los temas relativos a nuestro mandato fundamental) con otros importantes actores de la escena del desarrollo, comprendidas las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y las instituciones de Bretton Woods. La estrategia de la OIT en relación con la cooperación técnica nos encargaba de asegurar que el régimen de crecimiento basado en el aumento de la productividad y de la eficiencia respetase también los valores consagrados en las normas internacionales del trabajo, y que estas iniciativas de carácter rigurosamente económico se atemperasen con unas políticas sociales activas. Pedía que mejorásemos la calidad de nuestros servicios conseguidos a través de la aplicación de las lecciones prácticas obtenidas de nuestras pasadas actividades, por medio del establecimiento de un mecanismo eficaz de control y evaluación. Finalmente, proponía que instaurásemos una estrategia dinámica de movilización de recursos de modo que, una vez que las necesidades de nuestros mandantes se hayan traducido en conjuntos de actividades prácticas, sean debidamente financiados mediante la ampliación del número de nuestros donantes, teniendo siempre en cuenta la dura competencia existente para obtener los escasos recursos disponibles. Hemos estado informando a la Comisión sobre los progresos conseguidos en la aplicación de esta estrategia por medio del informe principal elaborado para las reuniones de la Comisión, que apoyó la estrategia y la sometió al Consejo de Administración para su adopción.
Tal vez sea conveniente señalar a su atención los ámbitos principales en los que la estrategia de la OIT en relación con la cooperación técnica nos lleva a participar. Estos ámbitos son los siguientes:
La Comisión ha actuado siempre como una guía política muy importante para la Oficina en todas las materias que se refieren a la cooperación técnica. No es fácil singularizar las discusiones más importantes que han tenido lugar en esta Comisión pero, como ejemplo, desearía mencionar los debates que fijaron los criterios para el uso de la cooperación técnica con cargo al presupuesto ordinario.
La importancia y calidad de la orientación que en el pasado brindó esta Comisión puede verse también en la discusión que ha surgido a veces con motivo de diversos cambios en las políticas relativas a las actividades de cooperación técnica dentro del sistema de las Naciones Unidas. Estos cambios se han generado con frecuencia en los distintos foros de las Naciones Unidas, por ejemplo, a través de las resoluciones de la Asamblea General. La OIT ha podido hacer frente con eficacia, y a veces incluso se ha anticipado, al impacto de estos cambios. A su vez, la Oficina y su personal han podido hacer uso de las deliberaciones de la Comisión mediante la transmisión de los puntos de vista del Consejo de Administración a varios foros internacionales en los que se discuten cuestiones operativas.
Esta Comisión ha desempeñado también tradicionalmente su papel asegurando que las recomendaciones operativas que se incluyen en las resoluciones adoptadas por la Conferencia Internacional del Trabajo se siguen debidamente. Tal vez la Comisión estime oportuno volver a desempeñar este papel en relación con las reuniones regionales. En los años más recientes, las cuestiones operativas que se derivan de las conferencias regionales se han remitido directamente a la plenaria del Consejo de Administración.
Como he dicho antes, los miembros del Comité que expresaron su opinión sobre nuestros informes en la sesión de noviembre pensaban que estaban demasiado centrados en la situación posterior a los hechos. Ahora, las orientaciones que deseamos que ustedes nos recomienden se relacionan con las modalidades que convienen para garantizar que su visión se refleje en nuestra labor futura. Por nuestra parte, les brindamos las sugerencias que se consignan a continuación.
Pensamos que sigue siendo útil que les presentemos un informe anual sobre la cooperación técnica. La Comisión que va a reunirse durante las reuniones de noviembre del Consejo de Administración sería el lugar apropiado para elaborar un documento de evaluación de las actividades prácticas del año anterior y, por lo tanto, les propongo que el informe anual se reserve a esa reunión. Este informe resulta necesario, porque facilita una visión general de dónde se sitúa la OIT en el mercado del desarrollo, y porque suele contener hechos y cifras que facilitan la interpretación de las ideas de fondo. Si ustedes están de acuerdo, podemos modificar la presentación de la información cuantitativa, de modo que los datos se presenten de manera más moderna y más interesante desde el punto de vista gráfico, poniendo de relieve los datos que ilustran las tendencias más significativas en el plano regional, subregional y de país. Vamos a hacer un intento innovador para cuantificar el valor de la cooperación técnica suministrada por la OIT, comprendida la cooperación técnica con cargo al presupuesto ordinario y los recursos de personal dedicados a la cooperación técnica en las estructuras exteriores y en la sede, así como los recursos extrapresupuestarios. Esta presentación permitiría que la Comisión extrajese las conclusiones pertinentes en relación con la evolución y los ajustes que han de hacerse para conformarse mejor a las prioridades que se perciben y a los ámbitos de interés prioritario.
Para que este documento sea más expresivo, podríamos tratar separadamente la información sobre la política de asociación activa y la de movilización de los recursos.
Tal como los miembros de la Comisión solicitaron en la reunión de noviembre de 1996, podríamos intentar integrar mejor en el texto del informe las lecciones aprendidas de la experiencia pasada, los problemas actuales y las posibles estrategias para el futuro. De hecho, yo misma les aseguré que el informe incluiría más datos en relación con los países y más análisis del impacto de los programas de la OIT en sus mandantes, sobre la acción que se ha llevado a cabo en los ámbitos temáticos más importantes y sobre las tendencias que se prevén para el futuro. En noviembre de 1997 se presentará la nueva forma modificada de los informes.
En cambio, la reunión de marzo podría constituir la oportunidad para una evaluación de fondo y en profundidad de una selección de programas de cooperación técnica. La actual estructura de las reuniones de la Comisión nos ha obligado a discutir el tema de la evaluación de una manera demasiado rápida, puesto que normalmente se trata al final de una jornada larga y fatigosa, cuando el rendimiento suele ser menor. Nunca se insistirá bastante en la importancia que tiene la retroinformación procedente de ustedes, nuestros mandantes, y ésta sería nuestra oportunidad para intercomunicar la contribución de los representantes de los beneficiarios y de los donantes, de modo que pudiésemos poner de acuerdo nuestros programas. Por lo tanto, mi propuesta es que preparemos un documento de fondo sobre la evaluación para la reunión de marzo, y que el debate sobre la evaluación disponga de todo el tiempo que se merece.
Si ustedes están de acuerdo, la selección del tema de la evaluación puede dejarse a la decisión de la Mesa de la Comisión, pero de todos modos yo tengo una sugerencia que hacerles a ese respecto. Para evaluar el impacto que los programas de la OIT puedan tener sobre una situación específica y para comprender si el planteamiento de la OIT responde de hecho a las complejas cuestiones y a los problemas de desarrollo multisectorial a los que nuestras intervenciones tienen que hacer frente, el documento de evaluación podría centrarse cada vez en una subregión distinta, sobre la base de la selección de temas complementarios que abarquen un grupo de países dentro de la misma subregión. Esto podría referirse a un tema que afectase, por ejemplo, a un grupo genérico de países, como Camboya, Laos y Viet Nam, o los países de Africa que suelen agruparse bajo el nombre de países de la Entente. La evaluación podría examinar las intenciones originales tal como se expresan en los objetivos por país así como los tipos de servicios actualmente suministrados, tal como se explican en los planes de trabajo de los equipos multidisciplinarios, comprendida la evaluación de las repercusiones de los éxitos y fracasos. Desearíamos conocer sus opiniones sobre esta cuestión.
Los problemas relativos a la movilización de los recursos pueden también inscribirse en el orden del día de la reunión de noviembre y ello ofrecería una oportunidad para supervisar la estrategia de la movilización de los recursos, que se presentaría a la reunión de noviembre de 1997 de esta Comisión.
Tradicionalmente, se suele presentar un documento sobre los acontecimientos que han tenido lugar en las actividades operacionales del sistema de las Naciones Unidas, y la Oficina podría seguir preparándolo para su examen en la reunión de noviembre de la Comisión.
La Comisión no ha podido dedicar bastante tiempo a los informes de la Dependencia Común de Inspección que tienen relación con ella. A la vista del interés que estos informes reflejan por parte de los miembros durante la reunión de 1996, tal vez debería asignarse más tiempo a este tema. Proponemos que siga inscribiéndose en el orden del día de la reunión de noviembre.
Hay otras actividades pertinentes que la Oficina emprende, que tal vez fuesen de interés para los miembros, y para las cuales podemos elaborar documentos para información de esta Comisión. Por ejemplo, estamos ahora preparando una serie de cursos prácticos de formación, dinámicos y orientados a un fin determinado, dirigidos tanto a la sede como a las estructuras exteriores sobre el análisis de una selección de programas y proyectos dirigidos a establecer una diferencia cualitativa en nuestra eficacia en el plano de los países, que han recibido una considerable atención por parte de los donantes.
La primera de estas actividades de formación tendrá lugar el 11 de abril de 1997. Revestirá la forma de un seminario sobre planteamientos y métodos de prestación de servicios en la cooperación técnica, para el personal que esté directamente comprometido en el diseño de los programas de cooperación técnica o en la prestación de asesoramiento técnico a nuestros programas y proyectos. Este seminario examinará los enfoques propios que se usan en varios de los grandes programas multisectoriales y con donantes múltiples, que la OIT ha estado aplicando durante varios años y que han tenido que hacer frente a unos entornos sociales y políticos en rápida evolución. Trataremos de analizar sus puntos fuertes y sus puntos débiles en los aspectos técnicos, institucionales, financieros y administrativos para poder mejorar en adelante la calidad de otros programas similares.
Para los estudios de caso, hemos seleccionado el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), el Apoyo asociativo y cooperativo a las iniciativas de desarrollo local (ACOPAM) que ha estado operando en Africa subsahariana durante unos 18 años, y los programas de generación de empleo para los países afectados por la crisis, como el programa que ha estado en marcha en Camboya desde 1982. Esperamos que de este seminario se deriven resultados tangibles, como indicaciones para módulos de formación para su uso sobre el terreno y el establecimiento de grupos de trabajo interdepartamentales especiales para la solución de determinados problemas. Estoy segura de que un breve informe sobre este seminario para el personal, y sobre cualesquiera otros desarrollos de tal naturaleza, puede inscribirse en el orden del día de la reunión de noviembre. Ello brindaría una buena indicación de los esfuerzos que estamos haciendo desde dentro para mejorar nuestra eficacia.
Para su reunión de marzo, la Comisión podría optar por centrarse en un informe independiente sobre la aplicación de la política de asociación activa. Este sería el momento para debatir otros aspectos de nuestra labor que tienen también relación con la política de asociación activa. Podríamos evaluar en ese momento si se hacen grandes esfuerzos no sólo para consultar, sino también para implicar a nuestros mandantes en todos los estadios de las actividades a nivel de país. Hemos recibido informaciones en el sentido de que los coloquios, seminarios y reuniones análogas en las regiones no siempre son plenamente tripartitos. La Comisión podría tener la oportunidad de reflexionar sobre tales materias. La participación de nuestros mandantes en la definición de los objetivos por país ha sido uno de los aspectos más alentadores de la política de participación activa. En muchos países, se han establecido comités nacionales tripartitos para supervisar la aplicación de los objetivos por país, y algunos de ellos han penetrado en el terreno de la movilización de los recursos, entrando en contacto con los representantes locales de los donantes, comprendidas las principales instituciones financieras internacionales en relación con nosotros. Deberíamos dirigirnos a una participación cada vez mayor de los mandantes de la OIT en la planificación y aplicación de los programas de cooperación técnica, por medio del establecimiento de unos mecanismos apropiados para garantizar la plena participación de los ministerios de trabajo, así como de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, en cada etapa de desarrollo del programa.
La reunión de marzo podría constituir una buena oportunidad para discutir algunos de los retos más importantes a los que se enfrenta la cooperación técnica de la OIT y que pueden tratarse mejor por medio del lanzamiento de programas generales que, sin embargo, estén firmemente enraizados en el desarrollo de unos productos de buena calidad prestados a través de los programas de acción en el plano nacional. Las propuestas de Programa y Presupuesto para 1998-1999 incluyen varios de estos programas generales. Les invitamos a darnos su opinión sobre la función que desearían desempeñar en el control de los aspectos relativos a la cooperación técnica de estos importantes programas.
Así pues, la distribución de los puntos del orden del día sería más o menos así, según las sugerencias que acabo de hacerles:
Noviembre
Marzo
Como les he indicado antes, desearía referirme a otros dos temas. Ambos están en relación con las solicitudes efectuadas por el Consejo de Administración al Director General respecto al programa de cooperación técnica. El primero pide una evaluación de la política de asociación activa en el curso de 1997, e invita a la Mesa de la Comisión a designar un grupo de trabajo tripartito para examinar los resultados de esta evaluación y para comunicar el resultado de este ejercicio conjunto a la reunión de la Comisión. Nuestro objetivo es que la Comisión tenga ante sí los resultados antes de la reunión de noviembre. Estamos en contacto con la Mesa de la Comisión para fijar los parámetros necesarios a esta evaluación tripartita.
Como primer estadio de esta evaluación, la Oficina está organizando un curso práctico para los funcionarios de la OIT, en el que participen importantes actores de la política de asociación activa para una evaluación inicial de los primeros cinco años de aplicación de esa política. La labor preparatoria a ese respecto está ya muy avanzada y se ha desarrollado a través de consultas con las estructuras exteriores. El curso práctico se celebrará a finales de abril. Vamos a probar en primer lugar la medida en la que esta asociación ha ayudado a forjar unos vínculos más estrechos de trabajo con nuestros mandantes, y si el tripartismo se ha visto reforzado, si ha habido una mejora en la capacidad analítica de la Oficina en términos de diagnóstico de los problemas y de facilitar ayuda y soluciones políticas, y si la Oficina ha conseguido, al tratar de las necesidades particulares de nuestros mandantes, mantener la unidad general de la Organización. Nos proponemos examinar más estrechamente las funciones y responsabilidades, y si las estructuras exteriores de la Oficina han conseguido cumplir sus responsabilidades más importantes en relación con esta política de actividades prácticas, especialmente por medio de la formulación, en consulta con los mandantes de la OIT, de las estrategias por país. A la vista de ello, determinaremos la acción adicional que haya que llevar a cabo para mejorar la eficacia y la orientación de los insumos de la estructura técnica de la sede en apoyo de la política de asociación activa. Finalmente, evaluaremos si esta política ha hecho que nuestros esfuerzos de movilización de recursos tengan más éxito. Los resultados de este curso práctico de Turín se pondrán a disposición de una evaluación tripartita.
Nuestras discusiones con la Mesa de la Comisión se centran en la metodología que debería adoptarse para la evaluación tripartita y, por mi parte, estoy segura de que mantendrá a los grupos informados de los detalles finales. La Oficina está preparada para dar el máximo apoyo a este ejercicio.
La otra solicitud que había hecho el Consejo de Administración, en noviembre de 1996, al Director General era que se sometiera a la Comisión un informe con propuestas para una estrategia innovadora, concebida para aumentar los recursos disponibles para el programa de cooperación técnica. Tengo la satisfacción de anunciarles que este documento está en un estadio avanzado de preparación. Presenta un panorama bastante amplio de la movilización de los recursos, situándolo en el contexto del mundo competitivo actual de la cooperación técnica e incluyendo cuestiones como las relaciones con donantes específicos, aspectos de mercadotecnia, mejora de comunicaciones e imagen de la OIT, así como la calidad de los productos producidos conjuntamente por la Oficina para la movilización de los recursos.
Me guardaré mucho de adelantar las conclusiones de la discusión sobre el funcionamiento de esta Comisión, y por lo tanto no voy a hacer ningún tipo de sugerencia sobre el probable orden del día definitivo para esta reunión de noviembre de 1997, limitándome a las indicaciones que ya les he facilitado en esta breve declaración. Como de costumbre, mantendremos consultas con la Mesa de la Comisión después de la reunión.
Les deseo que tengan un buen debate.
1. Documento GB.268/4: Examen del funcionamiento del Consejo de Administración.