La OIT es una agencia especializada de lasNaciones Unidas
ILO-es-strap

GB.270/ESP/3
270.a reunión
Ginebra, noviembre de 1997


Comisión de Empleo y Política Social

ESP


TERCER PUNTO DEL ORDEN DEL DIA

Relaciones con las instituciones de Bretton Woods

I. Introducción

1. La Comisión recordará que en el informe presentado en noviembre de 1996 sobre este tema(1)  se proporcionaron informaciones detalladas sobre la colaboración entre la OIT y las instituciones de Bretton Woods durante los dos años anteriores. En ese informe se señalaba que el diálogo que mantiene la OIT con esas instituciones se ha ido ampliando más allá de las cuestiones clave del ajuste estructural para abarcar cuestiones económicas más vastas relativas a la mundialización y el crecimiento económico, así como una variedad de problemas relacionados con el mercado de trabajo y otros de índole social. Esto se debió en parte a la presión creada por los cambios mundiales sobre las organizaciones internacionales para que desarrollen respuestas más coherentes e integradas a los problemas que enfrentan sus miembros, y en parte a los cambios de orden institucional que han llevado a las instituciones de Bretton Woods a elaborar programas más amplios en los ámbitos laboral y social, pero se debe también en parte al propio interés de la OIT por examinar de manera más activa y extensa las repercusiones sociales de las políticas financieras y económicas de acuerdo con su mandato constitucional.

2. En dicho informe se esbozaban también los grandes objetivos de la OIT en relación con el diálogo que mantiene con las instituciones de Bretton Woods, los cuales trascienden el cometido tradicional de la OIT de promover el tripartismo y las normas internacionales del trabajo. Entre estos objetivos se incluía la función rectora que debe asumir la OIT para conjugar la importancia del crecimiento económico generador de empleo y de la creación de empleo productivo y remunerador y condiciones de trabajo adecuadas desde el punto de vista de la salud y la seguridad. Se incluía, asimismo, el afianzamiento de la OIT como principal fuente de conocimientos especializados y de asistencia técnica en este campo, en relación tanto con las necesidades a corto plazo como con las estrategias de empleo a largo plazo.

3. El propósito del presente documento es informar a la Comisión acerca de determinados acontecimientos que han tenido lugar durante los últimos 12 meses.

II. Visitas del Presidente del Banco Mundial
y actividades de seguimiento

4. Como se informó a la Comisión el año pasado, en mayo de 1996 la Oficina recibió por primera vez la visita de un Presidente del Banco Mundial, el Sr. James Wolfensohn. Fue sumamente importante el hecho de que durante esa visita el Sr. Wolfensohn se comprometiera firmemente a aceptar una invitación para dirigirse a la sesión plenaria de la Conferencia Internacional del Trabajo en 1997. Posteriormente, se le cursó una invitación que él aceptó.

5. La visita efectuada en mayo de 1996 incluyó una reunión privada con el Director General seguida de conversaciones oficiosas con un grupo selecto de funcionarios de la OIT. Esta reunión constituyó una excelente experiencia de mutuo aprendizaje mediante un intercambio de puntos de vista y de informaciones relativas, por un lado, a las prioridades de la OIT con respecto al fomento de la democracia, los derechos humanos y la calidad del empleo, y por otro lado, el compromiso asumido por el Presidente del Banco Mundial de promover el desarrollo social y la cooperación institucional, así como su compromiso personal de alentar una mayor colaboración por parte del personal del Banco. Se acordó que estas cuestiones deberían ser abordadas por las dos instituciones mediante una mayor cooperación bilateral.

6. Tras la visita del Sr. Wolfensohn a la OIT en mayo de 1996, la OIT envió una misión de alto nivel al Banco Mundial en marzo de 1997. Las reuniones con funcionarios del Banco de distintos niveles, y la serie de Mesas redondas de carácter técnico que se celebraron en Ginebra en 1994 (véase documento GB.267/ESP/2), fortalecieron los vínculos entre el personal de ambas instituciones y permitieron determinar las esferas clave para el diálogo y la futura cooperación en materia de políticas y establecer un orden de prioridades. Se trataba de centrarse en nuevos ámbitos para impulsar el diálogo y la cooperación en materia de políticas, aunque todos los participantes coincidieron en que estas nuevas prioridades debían incorporarse en el marco existente del diálogo y la cooperación con respecto a las cuestiones y preocupaciones planteadas. Dos de las prioridades más importantes eran la promoción de las normas fundamentales del trabajo y la erradicación del trabajo infantil.

7. Con respecto a la primera de esas prioridades, es decir, la promoción de las normas fundamentales, se llegó a un acuerdo para entablar un diálogo sistemático entre el personal de ambas instituciones con el fin de explorar las posibilidades de que el Banco incorpore en sus operaciones la búsqueda de compatibilidad con las normas fundamentales. Para emprender dicho diálogo, en mayo de 1997, la OIT celebró en el Banco una reunión informativa de carácter técnico sobre las normas internacionales del trabajo, la OIT ha propuesto al Banco Mundial la realización de un seminario general de alto nivel sobre las normas fundamentales. La OIT ha proseguido los esfuerzos a los que se hace referencia en el informe presentado a la Comisión el año pasado, y ha proporcionado asesoramiento técnico para apoyar los intentos de las instituciones de Bretton Woods por responder a las exigencias de la legislación adoptada recientemente por el Gobierno de los Estados Unidos en virtud de la cual los estadounidenses que se desempeñan como directores ejecutivos de las instituciones financieras internacionales tienen que instar a su respectiva institución a que, entre otras cosas, «adopte políticas para alentar a los países prestatarios a que garanticen los derechos de los trabajadores reconocidos internacionalmente» y que «incluya la situación de tales derechos como parte integral del diálogo que mantiene la institución en materia de políticas con cada país prestatario». En el contexto de otra de las actividades relativas a las normas, la OIT, en consulta con el Banco Mundial y la Federación Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera, ha tratado de facilitar el diálogo entre ellos en respuesta a la iniciativa de dicha Federación encaminada a garantizar que las normas fundamentales de la OIT se tengan en cuenta en los contratos de compra del Banco Mundial.

8. Por lo que respecta a la segunda prioridad, esto es, las normas fundamentales que se refieren específicamente al trabajo infantil, el Banco ha tomado algunas medidas importantes durante el año pasado. Para ampliar sus conocimientos básicos sobre el tema del trabajo infantil, el Banco ha recurrido en gran medida a las fuentes de información de la OIT. Las preocupaciones del Banco en este sentido han comenzado ya a reflejarse en algunos de sus informes por país, y se insta ahora a las oficinas exteriores y los equipos técnicos de la OIT en esas oficinas a que establezcan una estrecha relación de trabajo con el personal del Banco Mundial en el ámbito nacional. En la sede del Banco se ha preparado un documento conceptual para ampliar la participación del Banco en los esfuerzos encaminados a erradicar la explotación del trabajo infantil; ese documento debe aún someterse a la aprobación final de la Junta de Directores del Banco, después de haber sido examinado por el Departamento Jurídico.

9. Otras cuestiones clave en relación con el diálogo y la cooperación en materia de políticas que se pusieron de relieve durante la misión de alto nivel llevada a cabo en marzo fueron la promoción de la igualdad entre el hombre y la mujer, el ajuste estructural y la reforma del mercado de trabajo, el desarrollo empresarial, la formación, la cooperación en las situaciones posteriores a un conflicto, una «red de bancos de conocimientos» e intercambio de datos, y la colaboración a nivel de los países. Quedó entendido que debían emprenderse nuevos esfuerzos en esos ámbitos. Se acordó también que debían seguir apoyándose los esfuerzos cooperativos que ya están en marcha, especialmente en los ámbitos de la formación profesional, la reforma de la legislación laboral, la reestructuración de la seguridad social, y el funcionamiento de los fondos sociales. En los informes anteriores a la Comisión (incluido el documento GB.267/ESP/2) se hace referencia a esos esfuerzos, y en otros párrafos del presente informe se actualiza esa información.

10. La misión de alto nivel de la OIT ha facilitado también los preparativos necesarios para la visita del Sr. Wolfensohn a la 85.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 1997, la cual incluyó una alocución de 35 minutos ante la plenaria de la Conferencia(2) ; una reunión oficiosa de preguntas y respuestas de dos horas de duración, presidida por el Presidente del Consejo de Administración, a la que asistieron unos 80 ministros de trabajo, 20 representantes de los trabajadores y 20 representantes de los empleadores (que los demás delegados y el personal de la OIT pudieron ver en vídeo en el edificio de la OIT); un almuerzo con los ministros y otros delegados; una reunión por separado con el Director General, y por último una conferencia de prensa.

11. En su alocución a la Conferencia, el Sr. Wolfensohn confirmó su compromiso de fomentar una cooperación más estrecha con la OIT para promover el desarrollo social y la justicia social. Con referencia en particular al papel que cumple el Banco en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, puso de relieve los vínculos inextricables entre los países desarrollados y los países en desarrollo, el carácter cambiante de los flujos de inversiones dominados ahora por el sector privado, la dependencia de las políticas económicas sanas con respecto a las políticas sociales sanas, los estrechos vínculos y la complementariedad que hay entre la labor de la OIT y la del Banco Mundial, y la necesidad de una relación de cooperación aún mayor entre ambas instituciones.

12. La reunión oficiosa de preguntas y respuestas celebrada con los ministros de trabajo y representantes de los empleadores y de los trabajadores contribuyó también a una comprensión más clara de la función y el cometido económico del Banco Mundial, los dos aspectos que más preocupan a los mandantes de la OIT, así como la importancia del proceso tripartito. En la animada discusión «oficiosa», se plantearon cuestiones importantes en relación con temas tales como las normas de la OIT y los derechos humanos, la participación tripartita y el alivio de la carga de la deuda. Este diálogo debería servir para fortalecer la relación existente entre la OIT y el Banco Mundial.

III. La cooperación en el plano institucional y otros vínculos

13. Desde la primera vez en que fue invitada a participar en una reunión anual del Banco Mundial-FMI en Madrid, en 1994, la OIT ha enviado sistemáticamente una delegación a las reuniones anuales de las instituciones de Bretton Woods para seguir la evolución de los acontecimientos, estrechar los lazos y dar mayor difusión a su labor. La OIT participó de ese modo en las reuniones anuales celebradas en Washington en 1995 y 1996, y en Hong Kong en 1997. Cada año se ha invitado al Banco Mundial y al FMI a participar en términos similares en las reuniones de la Conferencia Internacional del Trabajo, lo cual han hecho con frecuencia.

14. Además de participar en esas reuniones anuales, este año la OIT ha actuado como organismo patrocinador asociado en dos grandes conferencias internacionales organizadas por el Banco Mundial, que han reforzado la influencia de la OIT con respecto al Banco, otros donantes y las autoridades nacionales en importantes ámbitos de acción. En una de esas conferencias, organizada por el Banco Mundial y Canadá sobre el saber al servicio del desarrollo en la era de la información (Conference on Knowledge for Development in the Information Age), que tuvo lugar en Toronto en junio de 1997, la OIT pudo centrar sus actividades en los conocimientos necesarios para el buen gobierno y las repercusiones de la tecnología de la información en el empleo y el trabajo. En la otra conferencia, relativa a los fondos sociales (International Workshop on Social Funds: A Global Learning Event), que tuvo lugar en Washington en mayo de 1997, la OIT hizo hincapié en el apoyo internacional a los fondos sociales, con particular atención a los aspectos relativos a los problemas de género y los vínculos con el programa de acción de la OIT sobre reforma económica y cambio estructural: promoción del empleo de la mujer y de su participación en los fondos sociales. Ambos acontecimientos han abierto el camino para la futura colaboración en las respectivas esferas de acción. Cabe señalar en ese sentido que el Banco Mundial ya ha participado activamente en un seminario organizado por iniciativa de la OIT como medida de seguimiento, que se llevó a cabo en octubre de 1997: Technical Brainstorming Workshop on Social Funds: Employment and Gender Dimensions.

15. La OIT ha participado además en calidad de miembro en el Grupo Consultivo de Ayuda a la Población Más Pobre (CGAP). En relación con esto, la OIT ha prestado también apoyo para la preparación de la Cumbre de Microcrédito, que tuvo lugar en Washington en febrero de 1997, cofinanciada por muchas instituciones, entre ellas el Banco Mundial. Esta Cumbre reunió a un gran número de defensores, proveedores y beneficiarios de programas de microcrédito, y la presencia de la OIT durante la misma contribuyó a dar publicidad a su labor en ese campo y a aumentar su influencia al respecto. Asimismo, la OIT es miembro fundador del Grupo de Trabajo de los donantes sobre Desarrollo del Sector Financiero y de la Comisión de Organismos Donantes para el Fomento de la Pequeña Empresa, coordinados por el Banco Mundial. La OIT actuó como organismo anfitrión de las reuniones que ambas entidades celebraron en Ginebra el mes de abril de 1997. La participación de la OIT en dichos acontecimientos y entidades se basó en su labor en el ámbito del fomento de la pequeña empresa y en el proyecto sobre los servicios financieros para los pobres.

16. Como en años anteriores, el Banco Mundial consultó a la OIT para la preparación de su Informe sobre el desarrollo mundial 1997. El Estado en un mundo en transformación. La OIT proporcionó sus puntos de vista mediante su participación en reuniones con el equipo del Banco Mundial y la formulación de comentarios escritos sobre las sucesivas versiones del informe. Aunque la OIT pudo ejercer cierta influencia en el resultado final, no pudo convencer a los autores de incluir referencias al papel del Estado en la promoción de la democracia y los derechos humanos, en particular con respecto a las normas fundamentales de la OIT. El Banco sigue teniendo dificultades para tomar en cuenta las normas fundamentales de la OIT por considerar que se trata de una cuestión que trasciende los límites de su mandato económico, aunque en varios foros ambas organizaciones han estado de acuerdo con respecto a la importancia que reviste la cuestión de las normas fundamentales. Parte de los esfuerzos que se despliegan actualmente en ese sentido tienen por objeto determinar los aspectos de las normas fundamentales acerca de los cuales la OIT y el Banco Mundial pueden proseguir el diálogo.

17. Se completó el estudio conjunto OIT-Banco Mundial sobre las cuestiones de actualidad en relación con la formación y la capacitación profesionales (VET). Este estudio se basa en el documento de política del Banco Mundial sobre el tema, de 1991, al cual contribuyó también la OIT, y tiene por finalidad proporcionar informaciones sobre los cambios de política en materia de formación y capacitación profesionales y los obstáculos con que se tropieza para poner en práctica los cambios, así como documentar los enfoques innovadores sobre el tema y sacar enseñanzas de los mismos. Este estudio está constituido, en realidad, por una combinación de 15 estudios por país, complementados por un informe de síntesis. La publicación de este documento servirá de base para los servicios de asesoramiento y la difusión de las mejoras prácticas tanto para el Banco Mundial como para la OIT. Asimismo, tras haber participado en la «Semana de la Educación» (Education Week) organizada para el personal del Banco Mundial en 1995 y 1996, la OIT fue invitada a participar en la «Semana sobre el Desarrollo Humano» (Human Development Week) en 1997, en particular en el grupo constituido para discutir el estudio conjunto sobre la formación y la capacitación profesionales. Se están examinando, además, otras actividades conjuntas de seguimiento.

18. El estudio conjunto OIT-Banco Mundial sobre mundialización, reformas económicas, legislación relativa al mercado de trabajo y empleo de la mujer en el contexto de las zonas francas industriales se ha retrasado debido a la falta de fondos para financiar tres de los cuatro estudios nacionales de casos previstos, dos de los cuales debían ser financiados por el Banco y otros dos por la OIT. Hasta el momento, sólo ha sido posible comenzar uno de los estudios de casos financiado por el Banco, aunque continúa la búsqueda de la financiación necesaria. La OIT procura por su parte conseguir la financiación requerida solicitando fondos a sus propios donantes asociados. Ambas instituciones desearían ampliar el diálogo y la cooperación en el plano de las operaciones para fomentar la igualdad entre el hombre y la mujer en nuevas esferas, ya que consideran que esto es un objetivo prioritario para lograr una mejor coparticipación.

19. Uno de los resultados específicos de la creciente colaboración entre la OIT y el Banco con miras a fomentar la comprensión y la colaboración entre los funcionarios de ambas instituciones fue la financiación por el Banco de la participación en 1996 y 1997 de un alto funcionario de la OIT en el nuevo programa del Banco para el perfeccionamiento del personal directivo interno. Se prevé, además, que la formación del personal en ese ámbito abarque también programas cooperativos por medio de la Escuela Superior de Personal de las Naciones Unidas en Turín, así como la participación conjunta en otros programas patrocinados por el Banco.

20. En el plano operacional, cabe señalar que el Banco aprobó una versión revisada del contrato tipo para uso de los gobiernos que utilizan los servicios de los organismos de las Naciones Unidas para obtener asistencia técnica financiada por el Banco, lo cual permitirá continuar la participación de la OIT en ese tipo de asistencia técnica. El nuevo modelo de contrato aprobado cumple las exigencias estipuladas por la OIT con el acuerdo de otros organismos de Naciones Unidas en negociaciones anteriores.

21. Durante el año pasado, los contactos institucionales con el Banco Mundial han sido alterados por la gran reorganización que se llevó a cabo en el Banco. Los contactos que se habían establecido en todos los niveles, y que abarcaban tanto los aspectos temáticos como los operacionales, se vieron afectados por una importante redistribución del personal del Banco en toda la institución a raíz de la aplicación del nuevo «Pacto Estratégico» del Banco. El Presidente ha encomendado al Vicepresidente encargado de los asuntos externos que supervise la labor que realiza el Banco con la OIT. Asimismo, se han establecido nuevos vínculos con el Departamento de Desarrollo Humano y la nueva Red sobre Desarrollo Humano, en particular con una de las entidades que integran esa red, denominada Social Protection Family, que es actualmente el principal nexo técnico para la OIT. Asimismo, a medida que se constituyen y comienzan a funcionar plenamente las otras grandes redes del Banco -- a) Red sobre reducción de la pobreza y gestión económica, b) Red sobre finanzas, sector privado e infraestructura, y c) Red sobre desarrollo ecológica y socialmente sostenible -- la OIT va estableciendo vínculos con las mismas. Se ha procedido también a una reorganización general del personal sobre el terreno y a una gran delegación de responsabilidades de los departamentos regionales del Banco a los directores nacionales. Las repercusiones que esto tendrá en las relaciones con la OIT sobre el terreno serán sin duda muy importantes, una vez que las nuevas disposiciones del Banco en materia de organización interna se pongan efectivamente en práctica.

22. Otro hecho que afecta también las relaciones de la OIT con el Banco Mundial es el nuevo objetivo planteado por el Banco con miras a establecer relaciones de coparticipación con la sociedad civil, particularmente a nivel nacional. Esto incluye todo tipo de ONG, grupos de ciudadanos y otros grupos, así como representantes de empresas, empleadores y trabajadores. Tal como señaló el Sr. Wolfensohn en junio, el Banco asignó recientemente a más de 50 funcionarios una serie de responsabilidades específicas en materia de relaciones con la sociedad civil. Esto plantea para la OIT la cuestión de saber de qué manera el asesoramiento sobre políticas que la OIT presta a los gobiernos y el diálogo que mantiene con el Banco -- basados tanto el uno como el otro en consultas con los gobiernos y los interlocutores sociales en el contexto tripartito habitual -- podrían relacionarse con el contenido del asesoramiento sobre políticas que el Banco proporciona a los gobiernos basándose en el diálogo que el Banco mantiene con los representantes de los empleadores y de los trabajadores que ha seleccionado como parte de la sociedad civil. Así por ejemplo, el nuevo proyecto del Banco denominado Iniciativa de Examen en Participación de las Medidas de Ajuste Estructural (SAPRI), que tiene por objeto analizar las repercusiones del ajuste en los préstamos y el asesoramiento sobre políticas y se lleva a cabo en Bangladesh, Ecuador, El Salvador, Ghana, Malí, Uganda y Zimbabwe, ha sido concebido para trabajar con los representantes del gobierno y la sociedad civil, con inclusión de empleadores (empresarios) y trabajadores, en cada país.

23. El diálogo que la OIT mantiene con el FMI sobre cuestiones de política sigue reforzándose con mejores contactos e iniciativas conjuntas, y la contribución sistemática de comentarios por parte de la OIT sobre la publicación titulada Perspectivas de la economía mundial (WEO). En ese sentido cabe destacar, en particular, el programa especial de discusiones entre funcionarios de ambas instituciones que se llevó a cabo en Ginebra en mayo de 1997. Los debates sobre el contenido de la publicación antes citada (WEO) y las experiencias específicas realizadas en el plano nacional han puesto de manifiesto una mejor comprensión no sólo de los objetivos comunes, sino también de las diferencias entre ambas instituciones respecto del enfoque y el asesoramiento en materia de políticas, por ejemplo en el ámbito de las políticas salariales. Ambas instituciones están de acuerdo en que debería hacerse todo lo posible con miras a armonizar en mayor medida las reflexiones de la OIT y del FMI sobre las repercusiones de las políticas macroeconómicas en la mano de obra y el empleo.

IV. La función del diálogo sobre políticas
en los planos nacional y regional

24. En el marco del diálogo sobre políticas que la OIT mantiene con las instituciones de Bretton Woods, tanto a nivel mundial como nacional, sigue haciéndose hincapié sobre todo en los aspectos relacionados con el mercado de trabajo, el empleo y las repercusiones sociales de las medidas de ajuste estructural. Los programas de ajuste estructural secundados por las instituciones de Bretton Woods han seguido abarcando de forma creciente el asesoramiento en materia de políticas, préstamos e investigaciones en los ámbitos del mercado de trabajo y la reforma de la legislación laboral, la reforma de la seguridad social y los sistemas de pensiones, así como las redes de seguridad social. Esta tendencia persistente está dando lugar a una responsabilización cada vez mayor de los servicios descentralizados de la OIT a cargo de sus oficinas exteriores con miras a impulsar el diálogo sobre políticas y la interacción institucional en el plano de los países.

25. El diálogo que la OIT mantiene con el Banco Mundial y el FMI en materia de políticas relativas a la mano de obra y el empleo se ha visto reforzado mediante la colaboración interorganismos en el Grupo de Trabajo del CAC sobre el pleno empleo y los modos de vida sostenibles, que dirige la OIT, y en el Grupo de Trabajo interorganismos sobre el entorno que permite el logro del desarrollo social y económico, que dirige el Banco Mundial, así como en el seminario conjunto OIT-Banco Mundial-FMI para dirigentes sindicales sobre el crecimiento económico y el desarrollo en Africa austral, que se llevó a cabo en Harare. Los resultados de la labor del Grupo de Trabajo del CAC sobre el pleno empleo y los modos de vida sostenibles se examinan en un informe que se presenta por separado a la Comisión(3) . El Banco Mundial y el FMI participaron activamente en este Grupo de Trabajo. El Banco Mundial actuó también como organismo rector del Grupo de Trabajo encargado del estudio por país en Indonesia. No obstante, debido a las inquietudes expresadas por la OIT a raíz de las medidas tomadas por el Consejo de Administración en relación con Indonesia, no llegó a completarse el estudio relativo a Indonesia que se había emprendido en el contexto del proceso de análisis llevado a cabo por el CAC. El Grupo de Trabajo interorganismos sobre el entorno que permite el logro del desarrollo social y económico dirigido por el Banco Mundial también llevó a cabo una serie de exámenes por país centrados en el marco macroeconómico y social. La OIT actuó como organismo rector del estudio de caso relativo a Hungría, y el análisis que hizo sobre la cooperación de los organismos de las Naciones Unidas en el marco macroeconómico y social en ese país fue destacado por el Banco Mundial y otras organizaciones como una buena ilustración de cómo deben abordarse las cuestiones críticas en materia de política social y económica en el contexto del Grupo de Trabajo. Todas estas actividades han requerido un alto grado de participación de las oficinas exteriores de la OIT junto con la coordinación y el apoyo de la sede.

26. El personal local del Banco y del FMI participó activamente en una serie de cinco seminarios nacionales organizados por la OIT en Africa oriental y meridional sobre el ajuste estructural, el empleo y las instituciones del mercado de trabajo. Tanto el Banco como el FMI enviaron personal superior de sus respectivas sedes para participar en el seminario subregional complementario que se llevó a cabo en Kampala, en septiembre de 1996, en el cual se procuró buscar la forma de llegar a un consenso entre los interlocutores sociales, los gobiernos y los organismos internacionales acerca de las repercusiones en el empleo y el mercado de trabajo de la reforma económica y las políticas de ajuste estructural. Uno de los resultados de ese seminario fue el contacto más estrecho que se estableció entre los interlocutores sociales, la comunidad académica, la OIT y los organismos internacionales de financiación. En el programa de acción sobre ajuste estructural, empleo y la función de los interlocutores sociales incluido en el presupuesto ordinario de la OIT para 1998-1999 se abordarán estas cuestiones con más detalle.

27. Se han hecho progresos sustanciales en la cooperación con el Banco Mundial en el plano de los países por lo que respecta a la legislación laboral y las relaciones de trabajo, sobre todo en relación con el ajuste estructural. En este sentido se destaca, en particular, un seminario muy constructivo sobre la reforma de la legislación laboral que se llevó a cabo en Abidján, Côte d'Ivoire, a finales de junio de 1997. Para organizar este seminario, la OIT colaboró estrechamente con el Instituto de Desarrollo Económico del Banco (IDE) y se basó en la experiencia en materia de colaboración en el ámbito nacional realizada en Côte d'Ivoire y en otras partes, así como en el seminario que se llevó a cabo en Washington en 1995 para el personal de la OIT y del Banco Mundial sobre la reforma de la legislación laboral en Africa occidental, y también en el diálogo institucional relativo al Informe sobre el desarrollo mundial 1995: El mundo del trabajo en una economía integrada. La OIT y el Banco habían colaborado también previamente, en 1996, para realizar un seminario tripartito en Washington sobre la promoción del diálogo en materia de políticas relativas a las cuestiones laborales (Promoting a Policy Dialogue on Labour Issues), que reforzó la capacidad institucional para trabajar de consuno, situó al Banco en el contexto de los procesos tripartitos, y mejoró la comprensión institucional de las cuestiones de política abordadas. En el seminario tripartito que se realizó en Abidján en 1997, los participantes procedentes de Benin, Burkina Faso, Camerún, Chad, Congo, Côte d'Ivoire, Gabón, Malí, Níger, Rwanda, Senegal y Togo tomaron parte en animados intercambios de opiniones sobre cuestiones relativas a la legislación laboral y el desarrollo, las relaciones de trabajo, la contratación y el despido, el trabajo infantil, la licencia de maternidad, la licencia remunerada, la privatización y la reestructuración. Las conclusiones y recomendaciones adoptadas en este seminario pueden utilizarse como directrices para los interlocutores sociales, y pueden proporcionar también cierta orientación en materia de políticas para la futura labor en el campo de la reforma de la legislación laboral. En este fructífero seminario se pusieron de relieve ámbitos respecto de los cuales el Banco Mundial y la OIT comparten una misma visión, incluida la adhesión a los principios fundamentales, y se confirmaron al mismo tiempo el mandato y el papel propios de cada institución.

28. Con respecto a los seis países seleccionados para incrementar la cooperación entre la OIT y el FMI, el personal de ambas instituciones señaló importantes progresos en Côte d'Ivoire, India y Ucrania. En Indonesia ya se ha iniciado el diálogo institucional en ámbitos de mutuo interés. Perú se incorporó en esa lista con posterioridad a los otros cinco países, y ya se han entablado los primeros contactos para examinar las posibles prioridades de la futura cooperación. Se ha emprendido un diálogo fructífero en Uganda, pero la falta de una presencia permanente de la OIT en ese país está demorando aparentemente una rápida evolución del mismo. En otra región, la OIT participó en un seminario financiado por el FMI para los países árabes acerca de los efectos sociales del ajuste económico en esos países. En esa ocasión, la OIT presentó una ponencia sobre la privatización y las cuestiones laborales en el contexto de la reforma económica, que fue publicada por el FMI en 1997 como parte de un libro sobre el tema.

29. Ucrania es un buen ejemplo de la experiencia de cooperación entre la OIT y las instituciones de Bretton Woods tanto con respecto al diálogo sobre políticas como en el plano de las operaciones. El año pasado se informó a la Comisión sobre los avances de esa cooperación en los ámbitos del empleo y la política salarial. Desde entonces, la OIT y el FMI han organizado conjuntamente un seminario tripartito para abordar los graves problemas planteados en ese país con respecto a la política salarial y los salarios atrasados. Esta experiencia muestra que, aunque es posible reducir las diferencias entre la OIT y el FMI en relación con las políticas, no es posible en cambio eliminarlas por completo. La OIT, el Banco Mundial y el FMI apoyaron también conjuntamente al Gobierno de Ucrania en la elaboración de un modelo de presupuesto social para ese país, basándose en el proyecto llevado a cabo con éxito por la OIT en Eslovaquia, en el cual se introdujo un modelo de presupuesto social concebido especialmente para las economías en transición a fin de aumentar la transparencia y de ayudar a los gobiernos a definir y evaluar las opciones políticas.

30. Con relación a las pensiones, la OIT emprendió una serie de consultas regionales tripartitas para elaborar un enfoque que permita abordar de forma adecuada la reforma y el desarrollo de los sistemas de pensiones en todo el mundo, con el fin de que sirva de base para la labor de los servicios de asesoramiento de la OIT y de que contribuya también a la formulación de una estrategia general de la OIT en materia de reforma de las pensiones. Esta actividad se llevó a cabo en parte como respuesta a la creciente actividad de otros donantes, en particular del Banco Mundial, en el ámbito de la reforma de las pensiones. Por esa razón, se informa y se consulta también al Banco Mundial a ese respecto. Esa serie de reuniones incluirá una reunión conjunta de la OIT y la OCDE en París, a la que asistirán también representantes del Banco Mundial; esta reunión brindará una oportunidad para buscar una convergencia de puntos de vista sobre cuestiones analíticas.

31. Entre otras esferas de cooperación, en particular con el Banco Mundial, puede citarse un seminario tripartito realizado en Pretoria en julio de 1997, en el que participaron la OIT y el Banco Mundial invitados por el Gobierno de Sudáfrica para que expusieran sus respectivos puntos de vista acerca de los aspectos sociales y laborales de la privatización, con miras a la preparación por el Gobierno de un documento de política sobre el tema. En el ámbito de la formación, en 1997 se aprobó la realización en Yemen de un nuevo proyecto de formación financiado por el Banco Mundial, que puso en práctica la OIT por medio del Centro de Turín, y prosiguió el diálogo a nivel nacional en ese país. Otro ejemplo de actividades en este campo es la experiencia realizada en Viet Nam, donde la OIT colaboró en la elaboración de un estudio sobre el desarrollo de las calificaciones y el mercado de trabajo. La concepción y puesta en marcha de fondos de desarrollo social es otra cuestión clave respecto de la cual prosigue la cooperación entre la OIT y el Banco Mundial. Entre las nuevas actividades llevadas a cabo en este campo se incluyen la cooperación en Uzbekistán, donde los trabajos preparatorios abordados conjuntamente por la OIT y el PNUD abrieron el camino para una acción conjunta de la OIT y el Banco Mundial en colaboración con el PNUD en 1997. La finalidad de dicha acción era planificar la asistencia técnica necesaria para ayudar a constituir un fondo de transformación social y elaborar un plan para poner en práctica las reformas indispensables a efectos de crear un entorno propicio para dicho fondo. El Banco concederá a ese fondo una asignación inicial de 10 millones de dólares para las pequeñas y medianas empresas y los planes para garantizar el empleo. La OIT espera poder participar también en la ejecución de este proyecto.

32. La cooperación entre la OIT y el Banco Mundial en la esfera de las obras que requieren un alto coeficiente de mano de obra a la que se hizo referencia en el informe presentado a la Comisión el año pasado ha proseguido. Tras las consultas efectuadas este año en Washington con la División de Operaciones de Infraestructura (Departamento del Sahel), el apoyo que la OIT presta a los organismos de ejecución de las obras públicas y los programas de empleo (Agences d'Exécution de Travaux d'Intérêt Public pour l'Emploi -- AGETIP) secundados por el Banco en Benin, Burkina Faso, Malí, Mauritania, Níger, Senegal y Togo está aparentemente en vías de expansión. Ha proseguido también la labor de la OIT en el marco del Programa de transporte para Africa al sur del Sahara (SSATP), financiado por el Banco, y ha dado lugar a la formulación por la OIT de líneas directrices sobre la aplicación de programas de inversión en obras con alto coeficiente de mano de obra, publicado por el Banco Mundial en 1997 como documento técnico.

V. Conclusión

33. La OIT seguirá tratando de lograr los amplios objetivos que se ha fijado para el diálogo con las instituciones de Bretton Woods haciendo hincapié en la promoción del tripartismo y las normas internacionales del trabajo, y reforzando la función rectora de la OIT en el fomento del crecimiento económico generador de empleo y la creación de empleo que sea a la vez productivo y remunerador en condiciones de trabajo adecuadas desde el punto de vista de la salud y la seguridad. El impulso de la reforma dentro del sistema de las Naciones Unidas desempeñará un papel cada vez más importante en la definición del alcance del diálogo con las instituciones de Bretton Woods. De acuerdo con los compromisos asumidos por los Estados Miembros en las grandes conferencias internacionales, incluida la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social celebrada en Copenhague en 1995, las Naciones Unidas se centran cada vez más en su propia ventaja comparativa en relación con las instituciones de Bretton Woods, esto es, el consenso normativo y el carácter universal de su composición. La Asamblea General ha convocado un diálogo de alto nivel entre el Consejo Económico y Social y las instituciones de Bretton Woods con motivo de las reuniones del Banco y del Fondo que han de celebrarse en el segundo trimestre de 1998, para plasmar el compromiso asumido a ese respecto en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Otro de los compromisos asumidos en dicha Cumbre se refería a la necesidad de establecer un diálogo entre los responsables de las Naciones Unidas, el Banco, el Fondo, la OMC y la OIT. De esa forma, el diálogo del ECOSOC con las instituciones de Bretton Woods constituirá un paso crucial para reorientar la coordinación de todo el sistema de las Naciones Unidas y la Oficina seguirá de cerca la evolución de esos acontecimientos.

34. En el ámbito de la acción interorganismos, la coordinación con las instituciones de Bretton Woods se ha visto influenciada por los resultados de las labores de los Grupos de Trabajo del CAC antes mencionados. Aunque la evaluación de la labor del Grupo de Trabajo que impulsa la OIT se examina en un informe por separado, cabe señalar aquí que la experiencia de ese Grupo de Trabajo sirve de base para una amplia discusión en el CAC -- y en el sistema de las Naciones Unidas en general -- sobre la mejor forma de coordinar las actividades que despliegan las Naciones Unidas, sus fondos y programas, los organismos especializados y las instituciones de Bretton Woods. Por lo que atañe a la OIT, esta experiencia ha puesto de relieve la importancia de la coordinación mediante los mecanismos existentes y el reconocimiento de su propia capacidad para asumir una función rectora en la coordinación de las actividades del sistema de las Naciones Unidas en sus esferas de competencia. En relación con las instituciones de Bretton Woods, en particular, se ha reconocido que esta función de coordinación implica aceptar y comprender mejor los diferentes enfoques acerca de las políticas y el asesoramiento técnico basados en las diferencias que hay entre los respectivos mandatos institucionales.

35. El respeto de esos diferentes enfoques debe complementarse, sin embargo, con una genuina voluntad de coordinar los esfuerzos en torno a objetivos comunes. Tal es el caso con respecto a los compromisos formulados en las grandes conferencias internacionales. El debate acerca de cómo establecer preceptos políticos comunes a partir de esos compromisos es particularmente animado con respecto a las normas internacionales del trabajo y al papel que cumplen otras instituciones, incluidas las instituciones de Bretton Woods, en relación con el respeto de dichas normas. La misma inquietud se aplica a los compromisos relativos al tripartismo, el pleno empleo y el empleo productivo, remuneración adecuada y condiciones de trabajo apropiadas desde el punto de vista de la salud y la seguridad; pero el debate decisivo es el que se refiere a las normas internacionales del trabajo. El impulso para llevar adelante la reforma y mejorar la coordinación, sin dejar de respetar los diferentes mandatos y de reconocer las ventajas que supone un cierto grado de descentralización, conducirá el diálogo en materia de políticas entre la OIT y las instituciones de Bretton Woods a nuevos niveles de entendimiento en los meses y los años venideros.

Ginebra, 15 de octubre de 1997.


Anexo

Alocución del Sr. James D. Wolfensohn,
Presidente del Banco Mundial
a la
Conferencia Internacional del Trabajo,
85.
a reunión, 13 de junio de 1997

Para un pobre banquero de Washington, la asistencia a esta reunión es una increíble experiencia. Quiero expresarles mi plena admiración y elogio porque han organizado sus actividades de manera que cada mes de junio deben pasar en Ginebra dos o tres semanas, cosa que no he podido hacer en el Banco. Por lo tanto, quiero tomar ejemplo de ustedes, para mejorar las condiciones de trabajo en el Banco Mundial.

Nosotros trabajamos en Washington la mayor parte del tiempo y nos ocupamos de asuntos de gestión, pero también tenemos la oportunidad, como se ha señalado, de acudir al terreno y examinar los problemas a que nos enfrentamos en el mundo de hoy. Sabemos que el año pasado, durante la reunión de la Conferencia, se decidió que la OIT debería reforzar su diálogo permanente con las instituciones de Bretton Woods, y ello, tal como se dijo, con miras a fomentar una mejor comprensión mutua de la interrelación existente entre las políticas económicas, sociales y de empleo. Se habló de los interlocutores sociales, del incremento de la calidad y la cantidad del empleo, de buenos programas de indemnización y de redes de seguridad social. Luego se analizó el tema de la aplicación de las normas fundamentales del trabajo que estudiamos aquí y la mejora de la cooperación técnica.

Es un placer para mí decirles, y agradecer al Sr. Hansenne y a todos sus colegas de la OIT, que desde el año pasado hemos respetado nuestros compromisos con respecto a su Organización. La relación que ha existido desde hace muchos años entre la OIT y el Banco Mundial se ha visto reforzada, y hemos tenido la oportunidad de trabajar juntos y de visitarnos mutuamente aquí y en Washington. En ambos lugares, hemos elaborado varios programas de trabajo, en especial estudios comunes sobre la reforma de los sistemas de educación y formación profesionales, sobre el impacto de las zonas francas industriales en el mercado de trabajo y sobre los seminarios prácticos mixtos para sindicalistas sobre cuestiones relacionadas con el trabajo y el desarrollo, y también esperamos establecer una cooperación más estrecha en el futuro.

Diré, entonces, que estamos comprometidos a trabajar conjuntamente por este cometido común, no solamente porque ustedes nos lo hayan pedido, sino también porque reconocemos que los problemas con que nos enfrentamos y las oportunidades que se nos ofrecen, no deben ni pueden estudiarse o explotarse de manera independiente.

Como ustedes saben, el Banco es una institución diferente de esta Organización. Tiene otra composición, cuenta con 180 accionistas y fue creado hace unos 50 años, en un principio para atender a las necesidades de reconstrucción que se crearon tras la Segunda Guerra Mundial. Después se produjo un cambio y el Banco asumió nuevos retos, ocupándose de problemas relacionados con el desarrollo que se han incrementado en cuanto a tamaño y diversidad. Lo mismo ha sucedido con nuestra institución que también se ha desarrollado. El Banco ahora tiene un estado de cuentas de 150.000 millones de dólares y presta unos 15.000 millones cada año. Cuenta con otro instrumento, a saber, la Asociación Internacional de Fomento (AIF), que se ocupa de los países pobres; estos países tienen unos ingresos por habitante inferiores a 2,50 dólares por día. Hay una institución que se ocupa del sector privado, la Corporación Financiera Internacional, dada la importancia que reconocemos que tiene este sector. Hay otra institución más que asegura los riesgos, es decir, el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI).

Así, nos hemos desarrollado en cuanto a diversidad y tamaño, en función de las necesidades de 4.700 millones de personas, de un total de 5.600 millones de habitantes con que cuenta nuestro planeta. Hay 3.000 millones de personas que viven con menos de dos dólares por día y 1.300 millones que viven con menos de un dólar. Es un mundo en el cual hay desigualdades, en el que el 56 por ciento de la población mundial tiene el 5 por ciento de los ingresos. Es un mundo donde hay grandes diferencias entre países ricos y pobres, y grandes desigualdades dentro de los propios países entre los ricos y los pobres, desigualdades que están aumentando.

El Banco no está solo en el desempeño de sus funciones como institución multilateral de desarrollo financiero. Desde nuestra creación, hemos colaborado con otras instituciones, bancos regionales de desarrollo, instituciones bilaterales, el sistema ampliado de las Naciones Unidas, la Unión Europea, la OMC y esta Organización. Y así, vemos que a nivel oficial el Banco ya no está solo con su interlocutor, el Fondo Monetario Internacional, sino que es parte de una serie de organizaciones internacionales que tienen que trabajar conjuntamente porque las necesidades son inmensas.

Nosotros en el Banco estamos concentrándonos directa y específicamente en la atenuación de la pobreza dentro de un entorno duradero. Nuestra contribución ahora no es dominante; es importante, pero no preponderante. En términos financieros, todos nosotros juntos transferimos en la esfera internacional de 40.000 a 45.000 millones de dólares por año. Esta cifra es considerable en términos absolutos, pero si se compara con las necesidades es ínfima. El mundo en desarrollo requiere 200.000 millones de dólares anuales únicamente en infraestructura antes de pasar a hablar de las necesidades sociales y de otros gastos gubernamentales.

Conviene señalar el enorme cambio que, como ustedes saben, se ha experimentado en cuanto al papel que desempeñan los empleadores, o inversores, o el sector privado como lo llamamos nosotros, cuya situación es ahora totalmente distinta de la de hace siete años. Por aquel entonces, el sector privado representaba la mitad del volumen del sector público. Hoy día, el sector privado representa un valor de 240.000 millones de dólares, es decir, un quíntuple del sector público. No sólo es un salto cuantitativo sino también cualitativo. Existen muchos actores nuevos en el campo del desarrollo. Sin embargo, sigue habiendo una desigualdad basada en las decisiones de los inversores de dirigirse a aquellos lugares donde los acogen favorablemente y donde las inversiones resultan rentables. El resultado es que el 75 por ciento de los 240.000 millones de dólares se destina a 12 países; 140 países reciben menos del 5 por ciento y Africa subsahariana sólo recibe el 1 por ciento.

Tenemos que tratar el tema de la relación entre el sector privado y el desarrollo. ¿Cómo podemos atraer las inversiones del sector privado? y ¿en qué condiciones? Por ello, el Banco ha tratado y está tratando de crear una especie de asociación, que ustedes ya tienen desde hace tiempo en su estructura, es decir, unir juntos a los gobiernos, al sector privado y también a la mano de obra.

Esto me lleva al tercer interlocutor, a saber, la sociedad civil. El mundo en el que vivimos ha cambiado. La mayoría del mundo no vivía en un sistema de mercado. Hace 15 años, 1.000 millones de personas vivían en una economía de mercado, hoy día son 5.000 millones de personas. Hace 15 años, una persona de cada cuatro vivía en un país más o menos democrático; hoy día, dos terceras partes de la población mundial viven en un sistema más o menos democrático. Gracias al sistema de mercado y a los acontecimientos que se han producido, nos encontramos, actualmente, ante una sociedad civil floreciente. En esta sociedad civil orgullosa y de gran y arraigada importancia, el movimiento sindical, la mano de obra organizada y las organizaciones no gubernamentales se han multiplicado mucho.

Esta es la relación que el Banco debe establecer y que ya existe en la OIT, es decir, un nexo que debe establecer el Banco, no solamente con los empleadores o el sector privado como lo llamamos nosotros sino también con la sociedad civil, incluida la mano de obra. Estamos pues en una situación en la que tenemos que hacer frente a los mismos problemas mundiales. Tenemos además los mismos interlocutores que ustedes.

Existe un cuarto interlocutor, a saber, la asociación, por supuesto, con los gobiernos ya que tenemos conciencia del hecho de que nuestros proyectos e ideas sólo son pertinentes dentro del contexto de las políticas gubernamentales. Nuestros clientes son los gobiernos y actuamos por conducto de ellos. No somos una entidad independiente. Los proyectos del Banco Mundial no es el Banco Mundial quien los proyecta, son proyectos de Guinea Ecuatorial, de Gambia, de Ghana, de Georgia, de Brasil, etc. Son sus proyectos, no los nuestros, y, por lo tanto, tenemos la tarea adicional de trabajar con los gobiernos para tratar de elaborar planes de desarrollo y ayudarles a adquirir la capacidad y la experiencia necesarias para que puedan abordar los problemas con que se enfrentan. Así pues, somos parte de una nueva asociación.

El motivo por el cual he venido aquí Sra. Presidenta es para demostrarles la importancia que concedemos a la relación con la OIT y, a través de ella, con sus mandantes, es decir, los gobiernos, los empleadores y el movimiento sindical. Y esto no lo digo simplemente porque estoy aquí, sino porque es la realidad. Es la realidad a la que nos enfrentarnos en un mundo de 4.700 millones de pobres, que dentro de otros 30 años serán 8.000 millones de personas. También es una realidad económica. Este es un mundo que representa el 17 por ciento de la producción mundial bruta. Dentro de 30 años será el 30 por ciento.

El mundo en desarrollo, al que ayudamos, es el que está creciendo más rápidamente: 6 por ciento por año, multiplicando por dos la tasa de la OCDE. Se trata de un mundo que en términos meramente económicos, debemos considerar como un mundo. De hecho, es ridículo decir que existen dos mundos, sólo hay uno. Sin embargo, se habla del mundo desarrollado y del mundo en desarrollo, pero están íntimamente vinculados entre sí en términos de economía, medio ambiente, salud, migraciones, criminalidad, estupefacientes, alimentación y guerra. No se puede abandonar a este mundo. Lo que tratamos de hacer en el Banco, al igual que ustedes, es que se reconozca que los derechos de los hombres y de las mujeres son los mismos en todo el mundo y que la equidad y la justicia social son temas con los que nos enfrentamos en todas partes.

En el Banco trabajamos en varios campos, en los que ustedes aquí en la OIT también trabajan, pero vemos las cosas desde otro punto de vista. Nuestro punto de partida es la economía y el desarrollo, ése es nuestro mandato. Cuando se trata de normas laborales, no podemos tomar decisiones como institución sin la aprobación y el apoyo de los gobiernos. Aquellos que representan a sus gobiernos en esta reunión, tendrían aspecto diferente en mi Consejo de Administración. Mi Consejo de Administración no congrega a tanta gente pero se reúne dos veces por semana y en él están representados 180 países. Tengo asimismo 24 directores residentes.

Los empleadores saben que no es fácil administrar todo esto. Los representantes de gobiernos sabrán que así son las cosas. No soy más que un simple empleado de un Consejo de Administración y mi política es su política. Lo que sí puedo hacer es tratar de influir un poco aquí un poco allá, lógicamente todos reaccionamos como personas que somos.

Hemos comprobado fehacientemente en estos últimos años que si no se tiene una política social sana no se puede tener una política económica sana. Esto es claro como el agua. Si no se tiene una base popular sólida, si no existe una preocupación por los derechos de las personas y si no existe una preocupación por la responsabilidad social y la justicia social no se puede lograr la paz como tampoco inversiones seguras. Esta conclusión muy simple es la que nos orienta y orienta la labor del Banco. Por ello nos unimos y compartimos en gran medida muchos de los temas que ustedes tratan a diario en esta Organización.

Anoche, pensando en esta reunión, tomé algunas notas acerca de las actividades en las que estamos participando. No es una lista exhaustiva, pero he anotado: el papel del Estado, cómo tratamos temas como por ejemplo la creación de capacidades. Me complace decir que en el último año, bajo el liderazgo de los gobernadores de Africa, hemos propuesto un plan de fortalecimiento de capacidades, que tenemos el agrado de apoyar. No es nuestro plan, es un plan africano, como debería de ser. Y es ciertamente un documento sobresaliente.

Pensaba también en nuestro trabajo en el campo de la salud el cual no trata simplemente de las necesidades en materia de salud por importantes que sean, como la seguridad social en el lugar de trabajo, sino de cuestiones fundamentales como, por ejemplo, el hecho de que todos los años 800.000 personas mueran de paludismo, 2 millones de personas de tuberculosis, o que cada minuto muera una mujer por causas relacionadas con el embarazo, en el intento por deshacernos de la oncocercosis o ceguera de los ríos, que estamos eliminado de manera conjunta en Africa, en la enfermedad del gusano de Guinea, en una serie de cuestiones sanitarias esenciales, antes de ni siquiera pensar en la cuestión de la igualdad y la distribución de los servicios de atención sanitaria en los países donde participamos más intensamente. Cuestiones relacionadas con la salud de la familia, con la forma de llevar la asistencia de salud sobre el terreno para que la gente, en los países pobres, tenga derecho a una vida sana y para intentar salvar a 500 millones de personas de un retraso mental por problemas alimentarios.

Luego está la cuestión de la educación, que es absolutamente fundamental para el desarrollo -- algo que ha comprendido bien su Organización. Tenemos 130 millones de niños que no van a la escuela, el 70 por ciento de los cuales son niñas; y que cuando pueden ir no permanecen mucho tiempo. Tenemos cuestiones diferentes por todo el mundo y estamos intentando crear programas y currícula que puedan, ciertamente, redundar en beneficio de los niños que asisten a la escuela y convenzan a sus padres de que es en la escuela donde tienen que estar, esto es, si tienen padres, porque tenemos que hacer frente a decenas de millones de niños en las calles que no tienen familiar.

Voy a referirme ahora al sistema de instrucción secundaria y al sistema de formación y readaptación profesional para los desempleados. Estos son los ámbitos objeto de nuestra atención; estamos invirtiendo anualmente 2.500 millones de dólares en todo el mundo únicamente en educación.

También hay que tener en cuenta los sistemas de justicia, y tratar de asegurar que el desarrollo se produzca dentro del marco de la cultura de los países en los que trabajamos. No somos un banco que quiere tratar de imponer sistemas centralizados de cultura o de desarrollo. Tenemos que respetar las culturas de los países. Debemos apoyar y alimentar las culturas, y tenemos que aprender de las culturas. De ninguna manera podemos enseñar valores familiares a los habitantes de una aldea africana, ni tratar de imponer una cultura a unos países del Lejano Oriente que existen desde hace miles de años, ni debemos intentarlo siquiera. Debemos actuar dentro del contexto de la cultura y la historia de los países donde trabajamos. Debemos ser lo suficientemente sensibles como para construir dentro del marco de algo que ya existe.

Tenemos que tratar con sistemas financieros vulnerables en todo el mundo en desarrollo, sistemas sin los cuales no es posible funcionar, ni plasmar el desarrollo, ni tampoco contar con inversiones ni con seguridad en el empleo, porque si los sistemas financieros se desmoronan no habrá serie alguna de condiciones que permita garantizar la continuidad del empleo y preservar determinados derechos básicos.

El Banco Mundial se interesa por cuestiones tales como la privatización, la lucha contra la corrupción y la protección del medio ambiente puesto que compartimos el mundo por el que estamos trabajando. Se interesa también por el desarrollo de la infraestructura, la deuda externa y los problemas relativos a la misma que afectan a muchos de los países aquí representados. También se preocupa por la situación de los países y regiones que experimentan, o han experimentado, situaciones de conflicto armado como Gaza, Bosnia, la zona de los Grandes Lagos en Africa, etc. Se interesa asimismo por los problemas relacionados con el agua, los derechos de la mujer y la situación de los niños.

He enumerado todas estas cuestiones para que comprendan que el Banco Mundial interviene también en muchos de los ámbitos en los que actúa la OIT, pero en el caso del Banco esto no constituye su cometido central sino un aspecto colateral de su acción. Sin embargo, si nosotros fracasamos en nuestros esfuerzos, ustedes también. Si no creamos en cada país las condiciones necesarias para que pueda haber trabajo, y para que los empleadores puedan generar empleo, todo debate será inútil. Es indispensable, pues, que aunemos nuestros esfuerzos para abordar conjuntamente los enormes problemas del desarrollo.

Este es el tipo de institución que somos. Una institución preocupada por el ser humano, que procura conseguir una mejor vida para las personas del mundo entero, que se interesa en proteger los derechos humanos fundamentales, y lo que es más importante, una institución que espera conseguir paz y seguridad para nuestros niños.

No somos, como muchos piensan aquí, una institución financiera a la que simplemente le preocupan los reajustes estructurales y el reembolso de los préstamos. No me despierto por las mañanas para ordenar a mis colegas que busquen la manera de hacer que el mundo esté menos bien. No procuramos desarrollar programas que tengan efectos adversos para ningún segmento de la sociedad. Nuestros objetivos son los mismos que los suyos: conseguir que la gente viva mejor.

También quiero que sepan que no somos dogmáticos. Si algo he aprendido en estos dos años es que todos nos enfrentamos a un problema muy difícil y complejo. No creo, con todo respeto, que ninguno de ustedes tenga la respuesta al desarrollo. Como tampoco la tengo yo. Se trata de un proceso que debemos secundar, un proceso de cambios en el que debemos colaborar todos.

Nosotros en Washington no hemos llegado a un consenso de base, y no tratamos de influir en la política interna de los países en que trabajamos. Digo que no lo hacemos porque no se nos permite hacerlo, aunque quisiéramos. Nuestro Consejo no lo permitiría aunque tampoco sería justo. Lo que se espera de nosotros es que ofrezcamos nuestros conocimientos a los países y que trabajemos con ellos apoyando los programas de desarrollo que éstos procuran poner en marcha.

Juntos tenemos que hacer frente al futuro de un mundo que es cada vez más grande, donde aumenta la pobreza y se deteriora el medio ambiente, y debemos hacerlo juntos.

Creo que muchos elementos de su acción se complementan y se confunden con los nuestros. Respetamos la experiencia de la OIT y nos basamos en ella en nuestro quehacer y hemos colaborado con ustedes. Con toda franqueza, debo decirles que en el pasado no creo que nuestras relaciones fuesen lo suficientemente sólidas ni estables como para hacer frente a los desafíos que se nos plantean.

Me enorgullece el hecho de que durante el año pasado hayamos dado un paso adelante, y espero ciertamente que nuestras relaciones se fortalezcan y profundicen. Tenemos que establecer prioridades, fijar metas realistas, y elaborar un marco que nos permita evaluar nuestra eficacia. No debemos quedarnos en el plano teórico, ni limitarnos a expresiones de buena voluntad, debemos plantearnos objetivos y evaluar nuestro quehacer para centrarnos en proyectos donde podamos trabajar juntos e informar luego acerca de nuestras experiencias. No cabe duda que en algunos casos aprenderemos mucho y en otros menos. Tenemos que estar abiertos a ambas posibilidades porque habremos de tener la valentía de continuar experimentando y abordando temas que ninguno de nosotros ha abordado antes.

Estos dos años de labor me han llevado a sentir profundamente lo que es la humanidad. Lo que he aprendido en mis visitas a 55 países es que los pueblos no son muy distintos. Pueden diferir en cuanto a sus circunstancias económicas y su historia pero, fundamentalmente, valoran un conjunto de principios humanos que giran en torno a la familia; no quieren caridad, lo que quieren son oportunidades, equidad y justicia. Ya se trate de una aldea o de algún barrio pobre, lo que quieren los padres es que sus hijos tengan una vida mejor. Cuando se habla con ellos no piden dádivas, lo que piden es una oportunidad, y cuando ven que los que gobiernan o que los empresarios del sector privado se benefician a sus expensas, se enfurecen.

Las personas pueden soportar la pobreza si tienen alguna esperanza. Lo que no pueden soportar es la pobreza con iniquidad cuando ven que otros se enriquecen y ellos no progresan. Cosas como ésas son las que he observado y constituyen valores compartidos, no en calidad de distinguido economista ni de antropólogo, que no lo soy, sino simplemente como una persona que ha viajado y que ha visto. Todos ustedes comprenden esto y todos pueden hacerse eco de esta situación.

Nuestra tarea en el Banco, y la suya en la OIT, consiste en asegurarnos de que estas personas tienen una oportunidad, la oportunidad de ser libres, de desarrollarse económicamente, de que se les haga justicia y se les ofrezca la oportunidad de sentir que el medio ambiente en el que están inmersos es justo.

En este sentido, las metas de la OIT son las mismas que las del Banco. Nuestra manera de trabajar es distinta, pero nuestra complementariedad es evidente. Sra. Presidenta, espero poder trabajar con usted, con los miembros del personal y con todos los delegados en los meses y años venideros.

1.  Documento GB.267/ESP/2.

2.  El texto de la misma se adjunta a este documento.

3.  Documento GB.270/ESP/1/1.


Puesto al día por VC. Aprobada por NdW. Ultima actualización: 26 de febrero de 2000.