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GB.270/8/1
270.a reunión
Ginebra, noviembre de 1997


OCTAVO PUNTO DEL ORDEN DEL DIA

Informes de la Comisión de Programa,
Presupuesto y Administración

Primer informe: Cuestiones financieras y generales(1) 

Indice


1. La Comisión de Programa, Presupuesto y Administración se reunió el 12 de noviembre de 1997 bajo la presidencia del Sr. A.A. El Amawy, Presidente del Consejo de Administración. El Sr. U. Kalbitzer (Gobierno, Alemania) actuó como Ponente.

Programa y Presupuesto para 1996-1997
(Primer punto del orden del día)

Cuenta del presupuesto ordinario y Fondo de Operaciones

2. La Comisión tuvo ante sí un documento(2)  en el que se recoge información sobre la cuenta del presupuesto ordinario para 1996-1997 y sobre la situación del Fondo de Operaciones al 31 de octubre de 1997.

3. El representante del Director General (el Tesorero y Contralor de Finanzas) comunicó que, después de que se preparó el documento de la Oficina, México pagó la totalidad de su contribución para 1997, que se elevaba a 2.619.253 francos suizos, mientras que Malta y Mauricio ya habían pagado por adelantado la totalidad de sus contribuciones para 1998.

4. El Sr. Oechslin, en nombre de los miembros empleadores, dio las gracias por el documento de la Oficina y por la información complementaria del Tesorero.

5. El Sr. Gray, en nombre de los miembros trabajadores, manifestó su preocupación al ver que al 31 de octubre de 1997 el excedente de los ingresos sobre los gastos era apenas superior a 100 millones de dólares, y preguntó hasta qué punto esto se debía a los programas no aplicados. También era motivo de preocupación el hecho de que, para esa misma fecha, las contribuciones pendientes eran de casi 257 millones de francos suizos, y declaró que los Estados Miembros deberían hacer mayores esfuerzos para pagar sus contribuciones pendientes lo antes posible. Le parecía aún más lamentable el hecho de que 32 Estados Miembros hubieran perdido su derecho de voto y declaró que el Grupo de los Trabajadores apoyaría plenamente toda medida que se adoptara para mejorar esta situación. Dio su respaldo al punto que requiere decisión, pero pidió garantías de que no se previeran transferencias importantes.

6. El Sr. Marshall, miembro empleador, apoyó la petición de que se proporcionara más información sobre el excedente de los ingresos sobre los gastos de 100 millones de dólares al 31 de octubre. Era evidente que la fecha en que se registraron los gastos constituía un elemento importante y dijo que sería útil comparar los gastos reales con la cantidad asignada en el presupuesto hasta la fecha de presentación del informe, y disponer de previsiones hasta fines del bienio.

7. El Tesorero recordó que la Oficina había trabajado bajo serias presiones financieras en los últimos bienios, sin tener ninguna certeza, ni siquiera en las últimas semanas del bienio, acerca de la cantidad y las fechas en que iba a recibir las contribuciones, razón por la cual la Oficina no había podido prever los niveles reales de gastos ni aun al final de un ejercicio financiero. Era posible hacer proyecciones en circunstancias en que había garantías de financiación completa del presupuesto, pero incluso en ese caso sería difícil hacerlo al empezar un bienio.

8. Dos razones explicaban los excedentes de los ingresos sobre los gastos de 100 millones de dólares al 31 de octubre. La primera era que el nivel de las contribuciones atrasadas recibidas, que en lo que iba del bienio se elevaban a algo más de 116 millones de dólares, había sido mucho más alto que anteriormente. Esta cifra representaba aproximadamente un 20 por ciento del presupuesto para 1996-1997, frente a algo más del 13 por ciento en una fecha comparable del bienio precedente. La segunda razón era una reducción de los gastos presupuestarios para 1996-1997. En la actualidad, los gastos proyectados para el conjunto del bienio se elevaban a alrededor de 517 millones de dólares, aproximadamente 63 millones de dólares menos que el presupuesto original aprobado. De esa cantidad, el Consejo de Administración había decidido (noviembre de 1995) recortar recursos para programas por un valor de 21,7 millones de dólares, y en 1997 la Conferencia decidió transferir el equivalente de esta cantidad al presupuesto de ingresos para el bienio de 1998-1999. De los 41 millones de dólares de excedentes sobre los gastos, alrededor de 24 millones de dólares provenían de la congelación de los sueldos y de los ajustes por lugar de destino aplicables al personal de Ginebra y no tenían repercusiones sobre la ejecución de los programas. El saldo de 17 millones de dólares era la estimación óptima del excedente de los ingresos sobre los gastos correspondientes a los programas hasta el final del bienio, y se basaba en la opinión de los servicios financieros, que no celebraron consultas con administradores de programas.

9. La Comisión recomienda que el Consejo de Administración autorice al Director General a presentar al Presidente del Consejo para su aprobación, de conformidad con la práctica habitual, las propuestas de transferencias que sea necesario hacer en el presupuesto de gastos para 1996-1997 antes de que se cierren las cuentas de 1996-1997 en enero de 1998, a reserva de que dicha aprobación sea confirmada por el Consejo de Administración en su 271.ª reunión (marzo de 1998).

Contribuciones voluntarias y donativos
(Segundo punto del orden del día)

10. La Comisión tuvo ante sí un documento(3)  en el que se dan detalles sobre las contribuciones voluntarias y donativos que el Director General aceptó desde noviembre de 1995.

11. El Sr. Gray expresó el agradecimiento del Grupo de los Trabajadores a aquellos que hicieron donativos, en particular el ingente donativo de la Confederación de Sindicatos del Japón para costear el Seminario sobre los beneficios que reporta a los trabajadores el aumento de la productividad que se celebró recientemente en Harare. Esperaba que otros siguieran el ejemplo de los mandantes japoneses de la OIT.

12. La Comisión tomó nota del documento de la Oficina.

Cuestiones financieras relativas al Instituto
Internacional de Estudios Laborales

(Tercer punto del orden del día)

13. La Comisión tuvo ante sí un documento(4)  en el que se exponen las propuestas de programa y presupuesto para el Instituto Internacional de Estudios Laborales para 1998-1999, y un documento(5)  en el que se describen las contribuciones y donativos que ha recibido el Instituto.

14. El Presidente declaró que esos documentos se elaboraron para informar a la Comisión de la situación actual, y que se examinarían una vez que se contara con un documento de la Junta Directiva del Instituto con las recomendaciones que formule a este respecto.

Centro Internacional de Formación de la OIT, Turín
(Cuarto punto del orden del día)

15. La Comisión tuvo ante sí los documentos presentados a la 59.ª reunión del Consejo del Centro(6)  junto con el informe de la reunión(7) .

16. La Sra. Sasso-Mazzufferi, en nombre de los miembros empleadores, dijo que el Consejo del Centro había celebrado discusiones positivas y constructivas sobre los documentos que se le presentaron, y señaló los párrafos 8, 12, 14, 19 y 22 del informe del Centro, en los que los miembros empleadores habían expresado sus opiniones sobre actividades relacionadas con sus esferas particulares. Desde el punto de vista financiero, la situación del Centro era sana y las cuentas arrojaron un pequeño excedente para 1996. Había un crecimiento constante, las actividades se estaban ampliando y el número de participantes aumentaba. El Centro tenía en la actualidad presencia en la escena internacional, y esto se reflejaba en el aumento porcentual de los ingresos que generaban los honorarios. El Grupo de los Empleadores apoyaba en particular las actividades relacionadas con la creación de empleos en pequeñas y medianas empresas, así como los planes de desarrollo relacionados con la readaptación profesional y la utilización más amplia de las tecnologías modernas de formación. Respaldaba también plenamente el punto que requiere decisión.

17. El Sr. Agyei, en nombre de los miembros trabajadores, también dio las gracias por la calidad de los documentos presentados al Consejo del Centro. Los resultados correspondientes al año pasado fueron sumamente satisfactorios, pero era importante garantizar que el Centro siguiera ofreciendo oportunidades a los representantes de los gobiernos, de los empleadores y de los trabajadores para reunirse e intercambiar opiniones sobre cuestiones de interés común. En los documentos se veía claramente que Europa se había convertido en el principal beneficiario de las actividades del Centro, razón por la cual deberían hacerse esfuerzos para atraer participantes de las otras regiones y restablecer un equilibrio más justo entre las actividades en el terreno y los programas que desarrolla el Centro. Había capacidad para llevar a cabo más programas bipartitos y tripartitos con participación de altos funcionarios sindicales, y en general los trabajadores deberían estar más representados en los programas que lleva a cabo el proyecto de la Escuela Superior de Personal de las Naciones Unidas. Satisfacía comprobar el respaldo general que daban los Estados Miembros a las actividades del Centro de Turín, pero sería conveniente también examinar distintas maneras para movilizar los recursos a fin de llevar a cabo programas en los países más pobres de América Latina y de Asia. Los trabajadores, una vez expresadas estas opiniones, reiteraron su respaldo total a las actividades del Centro de Turín y al punto que requiere decisión.

18. El representante del Gobierno de Francia dijo que la reunión del Consejo del Centro de Turín celebrada la semana anterior había sido una de las más productivas en su historia. La documentación que presentaron los miembros del Consejo era clara, global y fácil de comprender. Los miembros habían expresado su firme respaldo a los problemas de desarrollo y le satisfacía ver que sus ingresos por concepto de honorarios constituían un porcentaje cada vez mayor de los ingresos totales del Centro. Le satisfacía en particular el respaldo continuo que daban a la labor del Centro el Gobierno de Italia y el pueblo de Turín. El plan de desarrollo descrito en los documentos reflejaba los cambios que se estaban registrando en la tecnología de la formación y el Centro debería hacer todo lo posible para mantenerse al día en este sentido.

19. El representante del Gobierno de Italia dijo que su país seguiría dando todo su respaldo al Centro. Le satisfacía que se reconociera ampliamente el valor que tenía la labor que éste lleva a cabo, así como el hecho de que el municipio de Turín y la región de Piamonte hubieran incrementado su apoyo al Centro.

20. El Sr. Anand, un miembro empleador, expresó su firme respaldo a la labor del Centro de Turín, que desempeñaba un papel fundamental en el fomento de los objetivos de la OIT. Sin embargo, era cada vez más obvio que un Centro de Turín no era suficiente. Sus programas eran de la más alta calidad y atraían participantes de todo el mundo. En el futuro la OIT y el Centro de Turín deberían estudiar distintas maneras de establecer redes en todas las regiones a fin de que los programas del Centro estuvieran al alcance de una población más amplia.

21. El representante del Gobierno de Chile estuvo de acuerdo en que la reunión del Consejo del Centro de Turín había sido una de las más fructíferas. El Director y el personal del Centro merecían felicitaciones por la labor que habían llevado a cabo y la OIT debía estar orgullosa de las actividades que realizaban actualmente. Estaba de acuerdo con otras observaciones anteriores en el sentido de que tal vez podrían efectuarse más actividades dirigidas hacia las regiones, en particular América Latina y Asia.

22. La Comisión recomienda al Consejo de Administración que tome nota de la decisión del Consejo del Centro de aprobar las propuestas y el plan de inversión, así como de sus modalidades de financiación, como se indica en el documento CC59/5(8) .

Propuestas de presupuesto 1998-1999
para cuentas extrapresupuestarias

(Quinto punto del orden del día)

Centro Internacional de Información sobre Seguridad
y Salud en el Trabajo (CIS)

23. La Comisión tuvo ante sí un documento(9)  en el que se recoge una propuesta de presupuesto para esta cuenta extrapresupuestaria para el ejercicio de 1998-1999.

24. El Sr. Gray expresó el respaldo de los trabajadores a este punto que requiere decisión.

25. La Comisión recomienda que el Consejo de Administración apruebe las propuestas de presupuesto de ingresos y gastos para 1998-1999 de la cuenta extrapresupuestaria del Centro Internacional de Información sobre Seguridad y Salud en el Trabajo (CIS).

Centro Interamericano de Investigación y Documentación
sobre Formación Profesional (CINTERFOR)

26. La Comisión tuvo ante sí un documento(10)  en el que se recoge una propuesta de presupuesto para esta cuenta extrapresupuestaria, para el ejercicio de 1998-1999.

27. El Sr. Gray, hablando en nombre de los miembros trabajadores, expresó su apoyo a este punto que requiere decisión, pero preguntó que por qué el presupuesto para 1998-1999 correspondiente a la venta de publicaciones era tan reducido comparado con las ventas reales previstas durante el bienio actual.

28. Un representante del Director General (el Jefe del Servicio de Políticas y Sistemas de Formación) explicó que esos ingresos procedían principalmente de la venta de publicaciones de la OIT y que en la actualidad las oficinas de zona se estaban ocupando de estos asuntos en lugar de CINTERFOR.

29. El Sr. Varela, un miembro empleador, expresó su agradecimiento por la labor que llevó a cabo la Sra. Ducci para apoyar las actividades de CINTERFOR. El Centro ya había efectuado una gran parte de una valiosa labor en la región latinoamericana y su papel se había reforzado aún más de resultas de una reunión celebrada recientemente en Santiago, Chile. Por esta razón, era de lamentar que la capacidad de los representantes de los empleadores y de los trabajadores para asistir a las reuniones de CINTERFOR se viera afectada por las fluctuaciones negativas de los tipos de cambio entre las monedas locales y el dólar de los Estados Unidos. Las reuniones de CINTERFOR debían ser verdaderamente tripartitas, de modo que la Oficina debía garantizar que los representantes de los empleadores y de los trabajadores dispusieran de todos los recursos necesarios para asistir a las mismas.

30. El representante del Gobierno de Chile respaldó plenamente las observaciones del orador anterior.

31. La Comisión recomienda que el Consejo de Administración apruebe las estimaciones de ingresos y gastos para 1998-1999 de la cuenta extrapresupuestaria del Centro Interamericano de Investigación y Documentación sobre Formación Profesional (CINTERFOR).

Enmiendas a la Reglamentación financiera detallada
(Sexto punto del orden del día)

32. La Comisión tuvo ante sí un documento(11)  en el que se proponía una serie de enmiendas a la Reglamentación financiera detallada de la OIT.

33. El Sr. Marshall dijo que los empleadores consideraban las enmiendas propuestas como un paso en la dirección correcta y que apoyarían la recomendación del punto que requería decisión. No obstante, además del procedimiento propuesto, cuando se decidiera pasar una pérdida a la cuenta de pérdidas y ganancias sería conveniente que se sometiera un informe al Consejo de Administración, por conducto de esa Comisión, en el cual habría que indicar la cuantía de la pérdida que se preveía cargar a la cuenta de pérdidas y ganancias y los motivos para proceder de esa forma, a fin de garantizar que se mantuviese informado al Consejo de Administración respecto de esas cuestiones. Los empleadores tenían también interés en saber si la OIT tenía una política definida en materia de comunicación a las autoridades externas de las cuestiones relativas a los casos de fraude con miras a la investigación y la posible inculpación penal de los infractores.

34. El representante del Gobierno de los Estados Unidos deseaba proponer una enmienda al documento de la Oficina, que tendría que traducirse y distribuirse en los tres idiomas de trabajo. El orador solicitó que se le indicara de qué manera debía presentarse esa propuesta.

35. A solicitud del Presidente, el Tesorero respondió que eso debía resolverlo la Comisión. Dado que las enmiendas propuestas debían ser cuidadosamente examinadas por la Comisión, había dos maneras de proceder. La primera de ellas era aplazar la discusión por unas cuantas horas hasta que el documento estuviese traducido e impreso en los tres idiomas, y proceder después a examinarlo en reuniones de grupo. La segunda posibilidad era proseguir la discusión del documento presentado por el Director General y considerar las enmiendas propuestas en la próxima reunión del Consejo de Administración.

36. El representante del Gobierno de Alemania señaló que las enmiendas propuestas por el representante del Gobierno de los Estados Unidos no implicaban una mera corrección de estilo, por lo cual el hecho de aprobar el documento de la Oficina en esa reunión y la enmienda propuesta en la siguiente reunión del Consejo de Administración suponía la adopción de dos decisiones muy distintas. Si la Comisión decidía que había que establecer una Comisión sobre Rendición de Cuentas, y dentro de cuatro meses decidía algo diferente estaría actuando de manera incoherente, por no decir más. Por otra parte, si se aplazaba la discusión los Grupos tendrían la oportunidad de efectuar consultas cabales sobre la enmienda propuesta antes de que la Comisión procediera a examinar esa cuestión.

37. En el documento de la Oficina se proponía que una nueva Comisión sobre Rendición de Cuentas sustituyera al comité de fiscalización de material y equipo. Sería conveniente contar con más información acerca de la composición de esa nueva comisión propuesta. Era importante saber, en particular, si se integraría únicamente con funcionarios de la OIT o si se incluirían también personas ajenas a la Organización. Aunque seguían planteadas aún algunas preguntas, expresó su apoyo al principio general de responsabilizar a los funcionarios en mayor medida con respecto a sus actos.

38. El Sr. Gray dijo que los trabajadores habían expresado su inquietud en una reunión anterior del Consejo de Administración acerca de las repercusiones que tenían para el personal de las oficinas exteriores la incertidumbre y las demoras generadas a raíz de la descentralización de las finanzas de la Oficina. Por motivos similares, los trabajadores preferirían decidir esta cuestión tan pronto fuera posible contar con la traducción impresa del texto de la enmienda propuesta.

39. El representante del Gobierno del Japón consideraba que la enmienda propuesta por el representante del Gobierno de los Estados Unidos contenía algunos elementos muy importantes, y que debía traducirse e imprimirse inmediatamente a fin de que la Comisión pudiese examinarla lo antes posible.

40. En respuesta a la solicitud formulada por los miembros empleadores de que se informase al Consejo de Administración cuando se procediera a pasar una pérdida a la cuenta de pérdidas y ganancias, el Tesorero señaló que las pérdidas que se cargaban a la cuenta de pérdidas y ganancias se comunicaban sistemáticamente al Auditor Externo, quien incluía después esos datos en los estados financieros comprobados que presentaba al Consejo de Administración y a la Conferencia. Con respecto a la declaración del representante del Gobierno de Alemania, dijo que el mandato del actual comité de fiscalización de material y equipo era demasiado limitado ya que sólo tenía competencia para abordar cuestiones relativas a la pérdida de bienes, pero no estaba facultado para investigar los intentos de fraude, es decir los intentos de fraude que no llegan a concretarse, ya que en esos casos no se registraban pérdidas. La nueva Comisión tendría un mandato más amplio y estaría constituida por el Director del Departamento de Servicios Financieros, quien actuaría como presidente, y representantes de la Oficina del Consejero Jurídico y del Departamento de Personal. Sería una Comisión de carácter totalmente interno en la cual no participarían personas que no fueran funcionarios de la OIT.

41. Por lo que respecta a la cuestión planteada por los miembros empleadores en relación con la comunicación de las infracciones a las autoridades externas, el Tesorero recordó que en el pasado se habían seguido procedimientos penales en los casos en que las circunstancias justificaban tal acción; pero la decisión de entablar o no una acción judicial no dependía únicamente de la envergadura del fraude sino también de otra serie de consideraciones. Afortunadamente, los fraudes no eran frecuentes y en los casos registrados se había tratado de pequeñas cantidades. El último fraude importante que se había cometido en la OIT se produjo en 1982-1983, sobre el terreno, cuando se registraron malversaciones por valor de 350.000 dólares. En vista de la extrema gravedad del caso, el autor del delito fue enjuiciado y posteriormente encarcelado. El enfoque de la OIT acerca de los casos de fraude era pragmático, y cuando se trataba de fraudes de poca importancia no se procedía generalmente a entablar una acción judicial. No obstante, cuando se trataba de fraudes en gran escala la situación era mucho más compleja, no sólo porque la OIT desplegaba actividades en todo el mundo sino también porque los sistemas de derecho penal difieren de un país a otro y para poder iniciar una acción judicial la Organización tenía que renunciar a su propio fuero. Por tales razones, era imposible establecer una regla general y en cada caso el Director General debía decidir si procedía o no iniciar una acción judicial.

42. El Sr. Marshall, expresándose en nombre de los miembros empleadores, dijo que sería más apropiado examinar la enmienda propuesta por el Gobierno de los Estados Unidos, la cual implicaba cambios de fondo y no simplemente correcciones de estilo, inmediatamente después de que se hubiese traducido y hubiera sido examinada en los diversos grupos.

43. El representante del Gobierno de los Estados Unidos se refirió a las razones que justificaban la enmienda y dijo que compartía el deseo de la Oficina de abordar de manera convincente y eficaz cualquier caso posible o real de fraude. Se trataba de una cuestión de principio y no implicaba que el fraude fuese un problema grave dentro de la Organización. La enmienda reflejaba una preocupación acerca de la mejor forma de tratar los casos de fraude, presuntos o reales, y no se tenía la intención de delegar las responsabilidades en materia de gestión, en este caso las correspondientes al Tesorero, en otro funcionario. La enmienda propuesta reflejaba el principio general según el cual sería mejor que un funcionario independiente investigase si se trataba efectivamente o no de un caso de fraude o de malversación. No se proponía que el Auditor Interno tomase medidas, sino simplemente que informara a la unidad responsable de las medidas disciplinarias de la Oficina, tras lo cual el Director General decidiría qué medidas debían tomarse.

44. La Comisión convino en aplazar la discusión de este punto hasta que el texto de la enmienda propuesta hubiese sido traducido y examinado por los diversos Grupos. A continuación se incluye un resumen de la discusión para completar la información sobre el tema.

45. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los miembros empleadores, sugirió que las enmiendas propuestas en relación con el sexto punto del orden del día (documento GB.270/PFA/D.1) sólo darían lugar a una mayor confusión porque se mezclaban cuestiones relativas a la Reglamentación Financiera con procedimientos normales de gestión. La responsabilidad de garantizar la rendición de cuentas internas de la Oficina debía corresponder al Director General, y mediante una delegación de facultades, al Tesorero y al Jefe de los Servicios Financieros. Sin duda sería apropiado que hubiese una relación de consulta entre la Comisión sobre Rendición de Cuentas de la Oficina y el Auditor Interno, pero esta cuestión no requería más discusión. Recomendó pues la adopción del texto original propuesto por la Oficina.

46. El Sr. Gray intervino en nombre de los miembros trabajadores y apoyó las opiniones expresadas por el Sr. Marshall. Dijo que sería conveniente que el Auditor Interno se incorporase en la Comisión y propuso la adopción del texto original presentado por la Oficina.

47. La Comisión recomienda que el Consejo de Administración apruebe las enmiendas a la Reglamentación financiera detallada que figuran en el anexo a su informe.

Informe de la Subcomisión de Construcciones
(Séptimo punto del orden del día)

48. La Comisión tuvo ante sí un informe de la Subcomisión de Construcciones(12)  en el cual se informaba sobre la marcha de los trabajos de ampliación de la Oficina Regional de la OIT en Abidján y los trabajos de construcción de los locales de la Oficina de la OIT en Islamabad.

49. El Sr. Chotard, Presidente de la Subcomisión de Construcciones, informó que se había enviado una misión a Abidján en mayo de 1997 y que se habían introducido pequeñas modificaciones en los contratos relativos a la ampliación de la Oficina Regional de la OIT. Desde entonces, se habían supervisado atentamente los trabajos y se esperaba que se completasen para fines de 1997.

50. Los problemas relativos a la construcción del edificio de la OIT en Islamabad no eran sencillos. Las relaciones entre el arquitecto y la empresa constructora habían sido difíciles pero últimamente habían mejorado. Los locales, construidos en un terreno proporcionado por el Gobierno de Pakistán, comprendían un ala destinada a las oficinas y una sala de conferencias. Ya se habían recibido numerosas solicitudes para alquilar la sala de conferencias y esto constituiría evidentemente una importante fuente de ingresos. Aunque los nuevos locales no se terminarían para fines del año en curso, la Oficina de la OIT se trasladaría allí en esa fecha a raíz de la expiración del contrato de alquiler de los locales actuales. Se esperaba que la sala de conferencias estuviese pronta en abril de 1998.

51. El Sr. Kikongi Di Mwinsa, miembro trabajador, confirmó que los problemas relativos a los locales en Islamabad habían causado demoras, pero dijo que se había insistido ante la empresa constructora para que completara parte de los trabajos a fin de que el personal pudiera trasladarse allí. Señaló, además, que los trabajos de construcción no estarían terminados probablemente antes de abril de 1998, y la instalación de la climatización unos dos meses después, de modo que resultaba imposible dar una fecha precisa para la conclusión definitiva del proyecto.

52. El Sr. Marshall dijo en nombre de los miembros empleadores que le complacía observar el constante progreso de los trabajos relativos a ambos proyectos y agradeció al Presidente y a los miembros de la Subcomisión por los esfuerzos realizados a tales efectos.

53. El representante del Gobierno de Panamá felicitó a la Subcomisión de Construcciones y en especial al Sr. Chotard por los esfuerzos desplegados a fin de asegurar la oportuna conclusión de los trabajos en ambos edificios.

54. El representante del Gobierno de Pakistán expresó su aprecio por la labor realizada por la Subcomisión. Tal como lo señalara el Sr. Chotard, problemas de carácter técnico tales como los depósitos de agua subterráneos que se habían encontrado habían producido demoras en el proyecto de Islamabad, pero esos problemas ya habían sido superados. El Gobierno de Pakistán se sentía complacido por el hecho de haber donado el terreno para la nueva Oficina de la OIT, y consideraba que su instalación en Islamabad constituía un acontecimiento importante. El hecho de que ya se hubiesen recibido numerosas solicitudes para utilizar la sala de conferencias ponía de manifiesto la falta de instalaciones para celebrar reuniones en Islamabad; la sala de conferencias del edificio de la OIT cobraría cada vez más valor en el futuro.

55. El representante del Gobierno de los Estados Unidos quiso que quedara constancia del agradecimiento de su Gobierno por la donación del terreno por parte del Gobierno de Pakistán y felicitó a la Subcomisión de Construcciones y a la Oficina por los esfuerzos desplegados para resolver los problemas que habían surgido en el transcurso de la ejecución de las obras convenidas en el contrato.

56. El Sr. Anand, miembro empleador, expresó su reconocimiento por la labor cumplida por el Presidente de la Subcomisión de Construcciones y por el Tesorero para que se lograran adelantos satisfactorios con respecto a los dos proyectos.

57. La Comisión tomó nota del documento presentado por la Oficina.

Estrategia de la tecnología de la información
(Octavo punto del orden del día)

58. La Comisión tuvo ante sí un documento(13)  en el que se describían las principales características de la tecnología de la información prevista en la OIT para el período comprendido entre 1997 y 2000.

59. El Sr. Marshall, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros empleadores, reconoció que el citado documento tenía un carácter meramente informativo pero que no estaría de más dar a conocer el punto de vista del usuario. La incorporación y aplicación de la estrategia de la tecnología de la información había sido una actividad valiosa y el Grupo de los Empleadores apreciaba el mejor acceso a la información que con ello se había logrado. Pensaban, no obstante, que aún quedaba mucho por hacer con respecto a la cuestión de la interconexión entre la Oficina y los Miembros constituyentes. Se había logrado ya un buen enlace con el Consejo de Administración y un buen acceso a la información, pero aún podía mejorarse el acceso por parte de un mayor número de mandantes.

60. La instalación de un equipo de almacenamiento de seguridad constituía una importante salvaguardia a la que debía atribuirse la prioridad que merecía. También podrían lograrse mejoras en lo tocante al acceso a información detallada mediante la página de entrada, pues éste era un recurso valioso, a pesar de que parte del material que allí se encontraba tendía a ser demasiado general. Se habían planteado asimismo algunos problemas relacionados con la recuperación de la información que era preciso resolver. Uno de los problemas recurrentes era el de la actualización de las páginas de entrada que, al parecer, algunos departamentos no lograban hacer con regularidad.

61. Al Sr. Gray, que se expresaba en nombre de los miembros trabajadores, le complacía comprobar que se estaban haciendo esfuerzos para que el personal pudiera utilizar la tecnología que se ponía a su disposición y confiaba en que así seguiría haciéndose en lo sucesivo. Refiriéndose al cambio de milenio, el orador preguntó qué precauciones había tomado la Oficina para evitar una catástrofe el 1.º de enero de 2000.

62. El Tesorero y Contralor de Finanzas confirmó que la Oficina controlaba las observaciones que aparecían en la página de entrada de la OIT y que se tenían muy en cuenta los comentarios constructivos que se formulaban sobre el particular. El cambio de milenio era un problema con que tropezaban todos los programas informáticos más antiguos y su importancia era tal que se lo estaba estudiando al margen de la estrategia de la informática. El mundo entero se veía afectado por este fenómeno y recién ahora se estaba tomando conciencia de la gravedad de los efectos potenciales que podría tener. La OIT era consciente de este problema, al que se había hecho referencia en las propuestas de programa y presupuesto para el bienio siguiente. Se habían entablado contactos con especialistas a fin de que examinaran los programas informáticos de uso en la Organización y determinaran la forma como serían afectados por el problema que entraña el cambio de milenio. Se estaban manteniendo negociaciones con tres consultoras y estaba previsto que a finales del mes de noviembre se encargaría la realización de un estudio que permitiera evaluar las consecuencias del problema y cuyos resultados estarían disponibles en marzo de 1998.

63. El problema engendrado por el cambio de milenio ponía de relieve la cuestión relativa a la presupuestación de la tecnología de la información en su conjunto y la dificultad de asignar suficientes recursos presupuestarios para una actividad que requería fuertes inversiones de tanto en tanto, en vez de una financiación regular de un bienio para el otro. El cambio de milenio era quizá lo que mejor ilustraba este problema y era probable que, en cuanto se conocieran los resultados del estudio, fuera preciso elevar al Consejo de Administración una solicitud para la obtención de fondos especiales.

64. El representante del Director General (Jefe de la Oficina de Informática y Comunicaciones) confirmó que la OIT poseía un sistema de intercambio de información que permitía dar respuesta a todos los mensajes recibidos y gracias al cual había sido posible lograr algunas configuraciones excelentes en la página de entrada de la OIT. La OIT trataba constantemente de mejorar la página de entrada, para lo cual era muy importante la información que recibía del exterior. Había un control permanente de los problemas y últimamente se habían adoptado medidas con la finalidad de mejorar la operación de recuperación de la información. Se estaban instalando a tales efectos nuevas computadoras y nuevos programas informáticos.

65. El representante del Gobierno de los Estados Unidos pensaba que la Oficina había cumplido una excelente labor al abrir un sitio en Internet y había aprovechado al máximo las posibilidades que ofrecía este sistema. En el párrafo 11 del documento presentado por la Oficina se mencionaba un estudio de red de área extendida (WAN) que no se había llevado a cabo aún pero que, según se indicaba, era bastante costoso. ¿Podía acaso pensarse en una solución menos onerosa, como, por ejemplo, la que consistiría en utilizar Internet con programas disponibles en el mercado?

66. El Jefe de la Oficina de Informática y Comunicaciones respondió que, antes de que apareciera Internet, para poder operar en una red WAN privada era indispensable disponer de líneas de comunicación propias. Ahora bien, recurrir a esta tecnología era demasiado costoso. Gracias a Internet había sido posible crear una red virtual privada, en la cual podía codificarse la información antes de ser transmitida, creándose así una red económica y segura que permitía conectar a las oficinas exteriores con la sede. Pero era cierto que la tecnología aplicada a estos sistemas evolucionaba muy rápidamente y que ésta era tan sólo una de las opciones que podían considerarse en el estudio.

67. La representante del Gobierno del Pakistán agradeció a la Oficina el documento que había presentado sobre la estrategia de la tecnología de la información. Refiriéndose al párrafo 13, en el que se abordaban las cuestiones relativas a las publicaciones, la oradora tomó nota de que en él se mencionaban cuatro técnicas aplicables a las publicaciones: la Red, los CD-ROM, la impresión por demanda y la base de datos en línea. Todas estas técnicas cumplían una función propia, pero la Red era quizá la de utilización más sencilla porque a ella se podía acceder desde el hogar. Utilizar la Red costaba menos que comprar CD-ROM. Incluso después de haber tomado en consideración todos los problemas que planteaba el cambio de milenio, la Red seguía siendo quizá el sistema más útil. La página de entrada de la OIT podría tener incluso mayor utilidad si se consignaba en ella suficiente información detallada que permitiera realizar investigaciones en la Red. En el párrafo 14 del documento se aludía a los 2.000 usuarios potenciales existentes a través de toda la Organización. ¿Se abarcaba en esta cifra únicamente a los usuarios de la sede o estaban comprendidos también algunos usuarios de las estructuras exteriores? Para poder aprovechar al máximo las ventajas que ofrecía esta técnica era importante garantizar el tiempo real de conexión y el tiempo real de respuesta entre las estructuras exteriores y la sede.

68. El representante del Gobierno del Canadá estaba satisfecho con el informe sobre la labor realizada con respecto a la estrategia de la tecnología de la información. Se habían hecho muchos progresos, considerando el cambio radical que se había producido en los últimos años en cuanto al acceso a la información por medio de Internet y otros sistemas. Nadie podía negar que la tecnología de la información era costosa, no sólo cuando se instalaban nuevos sistemas, sino también por los errores que podían cometerse a la hora de elegir los sistemas. Según se indicaba en el informe, se habían constituido grupos de trabajo que estaban encargados de estudiar la cuestión relativa a las comunicaciones y las publicaciones y, por cierto, se aplaudía el esmero con que la Oficina estaba abordando esta cuestión. Pero la estrategia se refería a lo que podría llamarse la programación del sistema. Era preciso adoptar muchas decisiones sobre el contenido de las bases de datos y la información que se comunicaba. ¿Estaban los grupos de trabajo encargados también de estudiar el contenido del programa de lo que se comunicaba, la estrategia en materia de publicaciones y, en especial, las investigaciones que se estaban realizando en la Oficina?

69. El representante del Gobierno de Finlandia se sumó a los oradores que le habían precedido en el uso de la palabra y que habían manifestado aprecio por el informe. La estrategia se refería principalmente al mejoramiento de la infraestructura de la tecnología de la información y las propuestas en ese sentido parecían ser bastante adecuadas. No obstante, en esta operación parecía faltar un punto de partida preciso. Por definición, se tendría que haber marcado la meta que se pretendía alcanzar mediante esta operación y que lógicamente era el valor añadido que hubiera producido la OIT para sus mandantes y usuarios. Si se hubiera enfocado la operación desde este ángulo, ello habría tenido un claro impacto en el contenido general de la estrategia y su aplicación. En las circunstancias actuales, el motor de la estrategia parecía ser la tecnología.

70. El Jefe de la Oficina de Informática y Comunicaciones convino en que Internet era la técnica más útil para divulgar la información y dijo que en esta tarea la Oficina tenía claramente la intención de centrarse en las técnicas basadas en la Red. Aún no se había adoptado decisión alguna con respecto a las publicaciones que se divulgarían ni a sus costos, asunto que se estaba estudiando en las comisiones constituidas a tales efectos. Lo que sí estaba decidido era que se adoptarían técnicas basadas en la Red y de fácil utilización. En el grupo de los 2.000 usuarios potenciales a que se hacía referencia estaban comprendidos los usuarios de Ginebra y las oficinas exteriores. Se esperaba que todos los usuarios estarían conectados a finales de 1997. No podía negarse que la tecnología era costosa y que era fácil cometer errores. La OIT tenía que resistir la tentación de mejorar sus programas o de comprar los recién salidos simplemente porque estaban disponibles en el mercado y debía centrar su atención en los programas que permitían obtener valor añadido y ofrecían una buena rentabilidad. Se estaba examinando la cuestión relativa al contenido de las publicaciones y a su difusión en la Red, los CD-ROM o la impresión por demanda. La estrategia de la tecnología de la información apuntaba en su conjunto a la consecución de las metas que se habían definido en el comienzo mismo de la operación. El aporte de los usuarios había sido considerable y entre las partes se había entablado un diálogo continuo que permitía aspirar a que se obtuvieran los máximos beneficios. Una vez establecidos los requisitos, se procedía a efectuar diversos análisis de rentabilidad para cerciorarse de que las inversiones fuesen sólidas y de que la técnica tuviese una vida útil razonable. Tan sólo después se instalaba y utilizaba la técnica más apropiada.

71. La Comisión tomó nota del documento presentado por la Oficina.

Publicación durante la reunión de la Conferencia
Internacional del Trabajo de las
Actas Provisionales
(Noveno punto del orden del día)

72. La Comisión tuvo ante sí un documento(14)  sobre la publicación de las Actas Provisionales de la Conferencia.

73. El Sr. Oechslin, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros empleadores, pensaba que había sido un error tomar la decisión de interrumpir la publicación de las Actas Provisionales de las sesiones plenarias de la Conferencia Internacional del Trabajo en las que se discutían el Informe del Presidente del Consejo de Administración y la Memoria del Director General. Estas discusiones no sólo eran necesarias y valiosas, sino que daban a los delegados que asistían a la Conferencia la inmejorable oportunidad de expresar sus opiniones y puntos de vista. Las Actas Provisionales eran también de utilidad para los delegados que no podían participar en todas las sesiones plenarias de la Conferencia.

74. El mantenimiento de las medidas actuales no era, por consiguiente, una solución aceptable, como tampoco sería una opción viable publicar las Actas Provisionales cada dos años. La única solución que podría satisfacer todas las necesidades de los delegados sería restablecer las Actas Provisionales en todas las reuniones de la Conferencia. Tal vez podrían reducirse los costos enviando, cuando fuera posible, esos documentos por correo electrónico. La Opción 4, a), merecía sin duda alguna un examen más detenido, pero no era tampoco una solución plenamente satisfactoria. Era cierto que la reinstauración del procedimiento anteriormente aplicado representaría un aumento de los costos, pero para garantizar el buen funcionamiento de la Conferencia era imprescindible poder disponer de las Actas Provisionales sin restricciones.

75. El Sr. Gray, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros trabajadores, puso de relieve que el Grupo de los Trabajadores nunca había estado a favor de la introducción de cambios en el procedimiento y que siempre había pedido que se publicasen diariamente todas las actas en forma impresa. Por esa razón, los miembros trabajadores estaban a favor de que se restableciese el procedimiento aplicado anteriormente que figuraba como Opción 2 en el párrafo que contenía los puntos que requerían decisión.

76. El representante del Gobierno de los Estados Unidos, si bien simpatizaba con las delegaciones que utilizaban las Actas Provisionales, observó que había varias maneras de permitir el acceso a la información sin volver al sistema antiguo. Se requería, no obstante, más equipo informático y debería alentarse a los oradores a presentar sus textos en forma electrónica en uno de los tres idiomas oficiales con el fin de que pudieran distribuirse a las delegaciones interesadas. También debería investigarse la utilización de Internet, de servicios de escucha y de discos compactos que permitiría utilizar con más eficacia los recursos que resultarían necesarios para restablecer el sistema antiguo. El orador se mostró favorable a la Opción 1.

77. El representante del Gobierno de Austria afirmó que la supresión de las Actas Provisionales para hacer economías había sido lamentada por la mayoría de los delegados de la Conferencia, y manifestó su apoyo a la Opción 2.

78. El Sr. Anand, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros empleadores, observó que en la Memoria del Director General se examinaban cuestiones importantes y, a veces, controvertidas que tenían que ser discutidas con los mandantes fuera de la sede. La publicación íntegra de las discusiones era especialmente necesaria para poder formular opiniones y respuestas y, por consiguiente, debería restablecerse plenamente el servicio de las Actas Provisionales tal como figuraba en la Opción 2.

79. El representante del Gobierno de Francia afirmó que, si bien había actuado como Presidente del Grupo de Trabajo que había recomendado la restricción de las Actas Provisionales, no cabía la menor duda de que esta solución no había sido totalmente acertada por lo que se mostraba favorable al pleno restablecimiento de las actas de la Conferencia conforme a lo previsto en la Opción 2. La utilización de medios informáticos no era viable si se consideraba que participaban en la Conferencia unos 2.000 delegados. También se plantearon problemas con respecto a los discursos de los ministros porque no se pudo disponer inmediatamente de los mismos. El pleno restablecimiento de las Actas Provisionales supondría un gasto adicional, pero ya había quedado claro que las restricciones en cuanto a la impresión de las actas permitían un ahorro poco remunerador.

80. El representante del Gobierno de Suecia señaló que, si bien la cantidad que estaba en juego no era demasiado elevada, esta cuestión era importante, y convenía en que la supresión de las Actas Provisionales durante las reuniones había sido un error. La Opción 4, a), debería probarse en primer lugar, pero si no diese buenos resultados la Oficina debería volver a la Opción 2.

81. El representante del Gobierno de la Federación de Rusia no estaba de acuerdo con la propuesta de volver al procedimiento original debido a sus repercusiones financieras. Esa medida iría en contra de la tendencia general de la reforma que estaba llevándose a cabo en la OIT, y por esta razón la Opción 1 era la mejor solución, y debería considerarse más detenidamente la posibilidad de distribuir las declaraciones de los delegados por Internet.

82. El representante del Gobierno de Alemania suscribió los comentarios formulados por los representantes de la Federación de Rusia y de los Estados Unidos y afirmó que, por consiguiente, era favorable a la Opción 1, pero con la condición adicional de que no se incurriese en ningún otro costo. En otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, los delegados debían entregar copias impresas de sus declaraciones, que se distribuían a los otros delegados.

83. El representante del Gobierno del Japón señaló que las restricciones introducidas como medida de ahorro en cuanto a las Actas Provisionales no habían resultado eficaces en la práctica, dado que eran muy pocos los delegados que habían entregado sus declaraciones en forma impresa o en disquete. Además, el acceso a terminales de computadora había sido muy limitado. No obstante, estaba en contra de la Opción 1 y recomendaba que se introdujeran mejoras para asegurar un fácil acceso a la información. Se mostró favorable a la Opción 4, a), pero independientemente de la opción que fuera seleccionada los ahorros que se efectuasen deberían considerarse como parte de la estrategia continua de ahorro de costos de la Oficina y no limitarse al bienio 1998-1999.

84. El representante del Gobierno de Italia apoyó la Opción 2, pero añadió que primero debería probarse la Opción 4, a), tal como había propuesto el representante de Suecia.

85. El representante del Gobierno de Finlandia también suscribió la Opción 4, a), a título de prueba y convino en que la suspensión de las Actas Provisionales durante las reuniones había sido un error que había obstaculizado las posibilidades de diálogo sobre las declaraciones hechas en sesión plenaria.

86. El representante del Gobierno del Panamá apoyó la Opción 1 y señaló que deberían desplegarse esfuerzos para que todos los delegados tuvieran acceso a Internet.

87. El representante del Gobierno del Reino Unido afirmó que apoyaba la Opción 1 en la que se pedía que se introdujeran mejoras con un costo de 20.000 dólares. Ponía en duda el hecho de que la distribución de las Actas Provisionales durante las reuniones fuera realmente una cuestión prioritaria; los fondos propuestos para restablecer la publicación de esos documentos podrían utilizarse mejor con otros fines.

88. La representante del Gobierno de Cuba señaló que la supresión de las Actas Provisionales durate las reuniones había planteado muchos problemas durante la Conferencia y que las declaraciones de los delegados deberían distribuirse de nuevo diariamente en forma impresa. La utilización de datos electrónicos había resultado insuficiente, y sólo permitía un acceso limitado a informaciones importantes solicitadas por los delegados. La oradora estaba a favor de la Opción 2.

89. El representante del Gobierno de Argelia, haciendo uso de la palabra en nombre de los gobiernos africanos, suscribió los comentarios hechos por el Grupo de los Empleadores y el Grupo de los Trabajadores y apoyó sin reservas la Opción 2. Las Actas Provisionales, documento importante de la Conferencia, representaban la mejor manera de difundir las declaraciones de los delegados.

90. El representante del Gobierno de China suscribió la Opción 2 dado que las Actas Provisionales no sólo proporcionaban a los delegados la posibilidad de mantenerse al día sobre los acontecimientos que se producían en la Conferencia, sino que también servían de base para poder efectuar un análisis sobre el particular una vez concluida la Conferencia.

91. La representante del Gobierno del Canadá dijo que el documento que se estaba discutiendo no contenía suficiente información sobre los costos que resultarían de las diversas opciones y especialmente respecto del impacto de esos costos en otros servicios de la Conferencia. La oradora se mostró a favor de la Opción 1.

92. El representante del Gobierno de los Estados Unidos preguntó si se podía pedir a los gobiernos que habían apoyado la Opción 1 que considerasen la Opción 4, a), ya que suponía un costo menos elevado que la Opción 2 y parecía que representaba en ese momento un consenso de opinión.

93. El Sr. Gray, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros trabajadores y refiriéndose a la pregunta formulada por el representante de los Estados Unidos, dijo que había claramente una mayoría favorable a la Opción 2 y que no era necesario prolongar las discusiones.

94. El Sr. Oechslin, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros empleadores, se mostró de acuerdo con el Sr. Gray y señaló que la Opción 2 proporcionaba los medios necesarios para asegurar la buena marcha de la Conferencia.

95. El representante del Gobierno del Japón señaló que además de la decisión sobre las opciones contenidas en el párrafo 13 del documento que se estaba discutiendo, también se requería adoptar una decisión sobre el párrafo 14.

96. El Sr. Gray, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros trabajadores, se mostró de acuerdo con el punto que requería decisión contenido en el párrafo 14.

97. El Sr. Oechslin, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros empleadores, suscribió también el punto que requería decisión contenido en el párrafo 14.

98. El representante del Gobierno de los Estados Unidos se mostró de acuerdo con las declaraciones formuladas por los empleadores y por los trabajadores, así como por el Canadá, y expresó su apoyo al punto que requería decisión que figuraba en el párrafo 14.

99. La Comisión recomienda al Consejo de Administración que restablezca la impresión de las Actas Provisionales trilingües en cada reunión de la Conferencia, con un costo de 750.000 dólares por bienio.

100. La Comisión recomienda al Consejo de Administración que los costos adicionales que habrá que sufragar en el bienio 1998-1999 de resultas de la modificación de la práctica actual en cuanto a la publicación de las Actas Provisionales se financien en primer lugar con cargo a los ahorros realizados en la Parte I del presupuesto, siempre que, si posteriormente esta medida resultase imposible de aplicar, el Director General proponga otros métodos de financiación en un momento ulterior del bienio.

Informe provisional sobre la ejecución de programas
durante el bienio 1996-1997

(Décimo punto del orden del día)

101. La Comisión tuvo ante sí un documento(15)  en el que se recogía información relativa a la ejecución del Programa y Presupuesto para 1996-1997.

102. El Sr. Oechslin, en nombre de los miembros empleadores, señaló que el informe provisional sobre la ejecución de programas durante el bienio 1996-1997 no aportaba a la Comisión ninguna información adicional de importancia. El informe se limitaba a subrayar los aspectos positivos de la ejecución del Programa y Presupuesto de la OIT, mientras que el Consejo de Administración estaba más interesado en conocer los problemas o dificultades que se plantearon en la ejecución del programa. Resultaba simplemente imposible que no se hubieran planteado problemas y dificultades en un programa tan amplio y complejo como el de la OIT, y el Consejo de Administración debería conocerlos de modo que pudieran discutirse, analizarse y abordarse en la preparación del próximo programa y presupuesto.

103. El párrafo 23 del informe constituía un ejemplo de comentarios generales y retóricos que deberían omitirse en futuros documentos que, en cualquier caso, deberían ser más breves. La promoción de la democracia y de los derechos humanos y la campaña para incrementar el número de ratificaciones de los convenios fundamentales de la OIT representaban otro ejemplo de casos en los que podría haberse facilitado una información con mayor contenido.

104. Los programas de acción aparecían mejor documentados y presentados, esforzándose por identificar los objetivos y dar una evaluación de la situación en lo que atañe a su ejecución. Por desgracia, se había hecho poco en el sentido de evaluar la eficacia de las actividades de la OIT. La Oficina debería abordar con más detalle esta cuestión. Así por ejemplo, el valor de una reunión podía apreciarse a partir de los resultados de la misma; ¿dio lugar a la promulgación de nueva legislación o a la modificación de la existente, a una mejor apreciación de las cuestiones tratadas, extrajeron enseñanzas de este ejercicio quienes participaron en ella? Este era el tipo de evaluación que se requería. La Comisión de Cooperación Técnica había adoptado una importante iniciativa a este respecto visitando a los Estados Miembros y evaluando críticamente en un entorno tripartito las diversas operaciones de la OIT. Debería crearse un mecanismo similar para una evaluación objetiva de las repercusiones de las actividades de la OIT que sirviera de base para futuros estudios de este tipo.

105. El Sr. Gray, en nombre de los miembros trabajadores, recordó que el informe era uno de los resultados directos de los debates del mes de marzo relativos al programa y presupuesto, en el que se hicieron llamamientos insistentes, concretamente por parte de los gobiernos del grupo PIEM, para que se facilitara más información y la exposición fuera más transparente. Sin embargo, los trabajadores se preguntaban cuál era el objeto del documento y qué era lo que se suponía habían de hacer con él.

106. El documento presentaba una recopilación de información, gran parte de la cual ya era conocida por el Consejo de Administración, relativa a las actividades de la OIT durante los primeros 18 meses del presente bienio. Gran parte de este material podría encontrarse en la Memoria del Director General a la reunión de la Conferencia del próximo mes de junio, de modo que el documento no carecía de interés y suponía una aportación al conjunto de informaciones de que se disponía, concretamente con respecto a las actividades de los distintos programas de acción, que representaba la sección más interesante del documento. Pero este último no colmaba las esperanzas de los trabajadores. En el primer párrafo se declaraba que el documento era un elemento clave para la aplicación de la reforma del proceso de planificación estratégica de la OIT. Sobre la base de la información facilitada, se invitaba a la Comisión a evaluar los progresos realizados en 1996-1997, a valorar las repercusiones para la ejecución del Programa y Presupuesto para 1998-1999, y a extraer las conclusiones adecuadas para las consultas preliminares de marzo de 1998 sobre los programas de la Organización durante el bienio 2000-2001. Se solicitaban comentarios respecto de la política general, los objetivos estratégicos y las orientaciones para el desarrollo de los programas, así como acerca de la manera de lograr que la OIT mantuviera su pertinencia de cara a sus mandantes e incrementara su eficacia en el plano nacional y su influencia en la esfera internacional. Los miembros trabajadores no consideraban que un documento que hacía una descripción en términos generales facilitara una plataforma para los ambiciosos objetivos fijados, ni que se dispusiera del tiempo suficiente habida cuenta de la publicación tardía del documento. Tampoco serviría de mucho limitar la discusión a la evaluación de la ejecución de los programas. Por ejemplo, los trabajadores sabían que el programa principal 230, programa que conocían muy bien y consideraban de gran valor, se estaba aplicando de manera eficaz, pero no podía extraerse esa conclusión del informe. Podían existir motivos que justificaran el enfoque adoptado en el informe, pero ello significaba que la Comisión no estaba en condiciones de emprender una evaluación sistemática de la ejecución de los programas.

107. Resultaba aún más difícil dar el siguiente paso y tratar de extraer conclusiones de naturaleza sustantiva o de fijar orientaciones concretas para el próximo programa y presupuesto. La Comisión no debería probablemente ni tan siquiera tratar de hacerlo en esta fase ya que, aparte de los motivos de orden práctico, suscitaría cuestiones acerca del objeto del debate de la Memoria del Director General en junio de 1998. Resultaba difícil encontrar la manera de que este documento, en su forma actual, fuera más pertinente, y no sería de utilidad presentar documentos de este tipo en el momento correspondiente de futuros bienios.

108. También resultaba evidente que el intento de agrupar las distintas actividades bajo epígrafes correspondientes a los tres objetivos principales resultaba en gran medida arbitrario. Se había informado anteriormente a la Comisión de que existían cerca de 17 millones de dólares de fondos sin asignar disponibles, y sin embargo no se hacía referencia a este hecho en el documento. La Oficina debería adoptar un enfoque más abierto al informar a la Comisión de lo que había funcionado bien y de lo que había funcionado mal a la hora de ejecutar los programas, ya que este tipo de información podía ayudar a la Comisión a extraer conclusiones del pasado y a proporcionar orientaciones para el futuro. Existían otras dificultades de naturaleza fundamental que no podían pasarse por alto sin un comentario. En el párrafo 5, la idea de que la Organización se encontraba empeñada en la preparación de una declaración sobre la dimensión social de la liberalización del comercio internacional resultó ser una sorpresa para los trabajadores. En el párrafo 7, se reconocía de manera explícita que se había concedido al objetivo principal de la lucha contra la pobreza y el desempleo mayor prioridad que a los que se referían a la democracia y los derechos humanos y a la protección de los trabajadores. Habida cuenta de que habían de mantenerse los mismos objetivos principales para el próximo bienio ¿podían esperar los trabajadores que se mantendría la misma jerarquía de prioridades? Por otra parte, resultaba sorprendente e inaceptable leer en el párrafo 8 que el nuevo convenio iba a ocuparse de las formas intolerables de trabajo infantil. Todas las modalidades de trabajo infantil eran odiosas e intolerables, y el orador solicitó a la Oficina que utilizara una terminología más apropiada en este convenio.

109. En la nota a pie de página del párrafo 91, la Oficina debería haber mostrado más cuidado con la terminología empleada, especialmente en el caso de los Convenios núms. 156 y 169, que no figuraban en la definición de convenios fundamentales que aceptaron los trabajadores y que tampoco debían figurar en la definición de la Oficina. Por último, en el párrafo 227, aunque la intención de la Oficina era facilitar en Internet los documentos del Consejo de Administración y otros documentos oficiales cuando fueran aprobados, la experiencia durante la presente reunión demostraba que esto distaba mucho de haberse convertido en una realidad. Se trataba tan sólo de un ejemplo en que se planteaban problemas de ejecución de los programas que podría haberse destacado en el presente documento.

110. En conclusión, los miembros trabajadores ponían de relieve que las críticas que se habían hecho a propósito del documento no debieran convertirse en críticas a la Oficina, porque a ésta se le había pedido elaborar un documento y esto es lo que había hecho, trabajando intensa y concienzudamente. Si la PFA quería algo distinto, correspondía a la Comisión dar explicaciones claras y realistas de lo que quería. Los miembros trabajadores colaborarían en esos esfuerzos, sin usurpar en modo alguno las atribuciones y responsabilidades de la Oficina.

111. La representante del Gobierno del Canadá, hablando en nombre de los miembros gubernamentales del grupo de los países PIEM, dio las gracias a la Oficina por el documento y por haber respondido a la solicitud del Consejo de Administración de incluir un escalón complementario en la planificación del ciclo presupuestario en la reunión de noviembre del Consejo de Administración. Esto constituía una medida importante, habida cuenta que el grupo PIEM disponía así de otra oportunidad para el diálogo y la discusión dentro del Consejo de Administración y con la propia Oficina, para identificar las cuestiones de política estratégica y de aplicación general.

112. Como ésta era la primera ocasión para tal discusión, y como respuesta a los comentarios hechos por los trabajadores, la oradora recordaba que las razones para pedir esta medida adicional eran de dos tipos. En primer lugar, la idea era llevar a cabo los ajustes que fuesen necesarios a las actividades para el bienio 1998-1999, antes de que diese comienzo el 1.º de enero, sobre la base de las lecciones extraídas de la evaluación y de cualesquiera nuevas circunstancias que hubiesen de incorporarse al programa. En segundo lugar, tal como se había acordado en el Consejo de Administración del pasado mes de marzo, los miembros del grupo PIEM deseaban «una discusión de un informe conciso presentado por la Oficina, en el que se evalúan los aspectos relativos a la aplicación del programa y que permite determinar las cuestiones de orden político que puedan abordarse en el siguiente documento de consulta preliminar sobre orientaciones estratégicas del programa para el próximo bienio». Los miembros del grupo PIEM reconocían los esfuerzos realizados y el tiempo que se había invertido en la elaboración de este documento de la Oficina, que brindaba una interesante visión de conjunto de las actividades de ejecución de los programas y del estado de esta ejecución, todo lo cual constituía una fuente de información muy útil para una mejor comprensión del programa. No obstante, la oradora respaldaba las observaciones realizadas por los empleadores y por los trabajadores, en el sentido de que este documento resultaba flojo en sus análisis y en su evaluación, y proponía seis enmiendas que podrían tenerse en cuenta para el próximo documento de esta serie. La primera era un análisis más enérgico de la ejecución de los programas, comprendida la evaluación de los puntos fuertes en que hubiese que insistir y de los puntos débiles que conviniese evitar. En segundo lugar, el documento debería brindar una identificación más clara de las cuestiones más importantes de política y de programación estratégica que se pudiesen extraer del texto y de las evaluaciones. En tercer lugar, convendría incluir en él los correspondientes datos sobre los gastos reales. En cuarto lugar, habría que brindar los datos sobre la asignación de recursos a los tres objetivos primarios, es decir, la creación de empleo y alivio de la pobreza, la protección de los trabajadores y la promoción de la democracia y de los derechos humanos. En quinto lugar, el informe debería ofrecer los resultados de las evaluaciones, de las lecciones aprendidas y de cómo éstas se habían utilizado para mejorar la programación y la ejecución. En sexto lugar, convendría que hubiese una visión de conjunto de los planes de evaluación, a nivel de programa y a nivel de actividades. También serían bien recibidas las propuestas de la Oficina sobre una metodología eficaz para informar de los resultados y de las evaluaciones, de modo que los miembros del Consejo de Administración fuesen conscientes de sus repercusiones en los objetivos y en la aplicación de los programas.

113. En previsión del futuro documento del mes de marzo sobre las consultas preliminares en relación con el Programa y Presupuesto para el bienio 2000-2001, la oradora indicó que la discusión quedaría facilitada por una evaluación y un análisis críticos del programa actual, respaldados por una evaluación de los resultados que se apoyase en datos concretos sobre los gastos en que se había incurrido, según los criterios siguientes: en primer lugar, sería importante disponer de una evaluación de la eficacia de los principales programas y actividades, en relación con el programa estratégico y los objetivos por país; en segundo lugar, convendría disponer de un esbozo del pensamiento estratégico subyacente sobre el que hubiese que construir un programa de trabajo en relación con los objetivos y subobjetivos prioritarios, con cifras de planificación indicativa; finalmente, habría que dejar claro cómo las publicaciones de investigación y los programas de acción apoyaban estos objetivos y subobjetivos prioritarios.

114. Como el próximo Programa y Presupuesto va a ser el primero del nuevo milenio, resultaría adecuado evaluar completamente todos los aspectos del programa actual. Una de las cuestiones clave, en opinión del grupo PIEM, era establecer cómo el papel único de la OIT en su mandato de justicia social puede reflejarse en un programa coherentemente centrado. La oradora albergaba la esperanza de que la discusión del próximo marzo arrojaría más luz sobre esta cuestión.

115. El representante del Gobierno de Suecia apoyaba plenamente la declaración del grupo PIEM. Desde el principio, la idea de este ejercicio era contribuir a la mejora de los resultados y de las repercusiones de las numerosas y variadas actividades de la OIT. Los instrumentos de que se disponía para evaluar las repercusiones y resultados estaban muy lejos de ser los adecuados, pero de todos modos este documento era ya un primer paso positivo en esa dirección. Se necesitaban cambios en el proceso y en el sistema presupuestario así como en el sistema de control y evaluación, y la Oficina tenía que liberarse asimismo de su planteamiento actual, que era obsoleto. Había que insistir menos en las partes puramente históricas y narrativas de la ejecución de los programas e insistir mucho más en una evaluación ajustada de los resultados de las diversas actividades. El presente documento no satisfacía estos objetivos, y aunque no carecía de interés no resultaba muy útil desde el punto de vista de la labor preliminar que se necesitaba para la preparación del próximo Programa y Presupuesto. Un documento de mayor utilidad sería el que se basara en el informe sometido a la Comisión de Cooperación Técnica para el período comprendido entre enero de 1996 y junio de 1997, que presentaba una evaluación muy completa de las actividades de cooperación técnica.

116. La representante del Gobierno de Egipto dio las gracias a la Oficina por los esfuerzos realizados para erradicar la pobreza en todo mundo. La oradora elogió el programa IPEC, y dijo que se habían conseguido muchas cosas a nivel regional, nacional e internacional para la erradicación del trabajo infantil. El nuevo convenio de la OIT sobre las formas intolerables de trabajo infantil significaría un progreso importante en ese terreno. La ejecución por parte de la Oficina del Programa y Presupuesto de la OIT estaba promoviendo unos programas sumamente valiosos de asociación activa en muchos países, y la continuación de la búsqueda de fondos extrapresupuestarios había fomentado el desarrollo de las actividades de cooperación técnica. Había que brindar más apoyo a los países que estaban en una fase de transición, o que estaban emprendiendo por su cuenta amplios programas de ajuste estructural. La oradora se preguntaba si era muy necesario proceder al acopio de datos estadísticos adicionales sobre el trabajo infantil en 40 países distintos, cuando ya se disponía de una información general a partir del informe del IPEC sobre el trabajo infantil. Habida cuenta de la escasez de recursos disponibles para combatir el trabajo infantil en los Estados Miembros, hubiese sido preferible trabajar con la información de que ya se disponía y reasignar los recursos que se hubiesen podido utilizar en estudios adicionales para apoyar los programas ya existentes sobre el trabajo infantil en los países afectados. La oradora felicitaba a la Oficina por sus éxitos en el primer Foro Empresarial, y advertía que el desarrollo de las empresas constituye un elemento fundamental para el alivio de la pobreza.

117. Como seguimiento de la cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, elogió el programa interregional de la OIT para incrementar la cantidad y la calidad de los empleos de las mujeres, que se encaminaba a aumentar la capacidad nacional, fortalecer el marco jurídico e institucional sobre las cuestiones relacionadas con la igualdad de los sexos y acrecentar la concienciación internacional en relación con el empleo de las mujeres y las cuestiones de igualdad entre los sexos en el ámbito laboral. El Gobierno de Egipto estaba especialmente interesado en este proyecto y, por su parte, ella esperaba que su ámbito de aplicación se ampliase. Refiriéndose al párrafo 170, observaba que la política de asociación activa había intensificado los servicios ofrecidos a los mandantes, y animaba a la Oficina a incluir un experto en normas internacionales del trabajo en el equipo multidisciplinario radicado en El Cairo, para contribuir al fomento de la democracia y los derechos humanos. La Oficina había conseguido muchas cosas en este bienio, pero no había de olvidar que todavía quedaba mucho por hacer.

118. El representante del Gobierno de Malasia advirtió que el informe se dirigía a brindar un resumen de las actividades que la Oficina había llevado a cabo a lo largo del bienio actual. Había una cierta falta de coherencia en el informe, por ejemplo en el párrafo 5, en el que el número de nuevas ratificaciones como resultado de las actividades para promover la democracia y los derechos humanos se cifraba en 60 (en versión inglesa), mientras que en el párrafo 17 la cifra que se facilitaba era de 70. Esperaba que estas incoherencias se evitasen en los informes futuros. La Oficina debería seguir brindando en Internet una enumeración y breve descripción de los libros y publicaciones más recientes publicadas por la OIT, puesto que esto daba a los Estados Miembros la oportunidad de examinar el contenido de estos materiales antes de decidirse a su adquisición. La OIT ya no brindaba servicios actuariales para evaluar los planes de seguridad social de los Estados Miembros, y el orador proponía que la Comisión revisase esta política, puesto que algunos Estados Miembros seguían dependiendo de la OIT para tales servicios especializados.

119. El representante del Gobierno de la Federación de Rusia dio las gracias a la OIT por la preparación y presentación del informe provisional. Aunque estaba de acuerdo con algunas de las críticas que se habían hecho al informe y esperaba que la Oficina las tuviese en cuenta en la elaboración de los informes futuros, reconocía que se había llevado a cabo un gran esfuerzo para su elaboración. Aunque las actividades previstas para el bienio 2000-2001 hayan de formularse dentro de los límites de los recursos financieros actualmente disponibles, es importante irlas planificando por actividades, en ámbitos fundamentales como las encuestas por país sobre cuestiones sociales y laborales, así como los problemas de los trabajadores inmigrantes, con énfasis en la solución de los conflictos laborales, el fortalecimiento de los sistemas jurídicos y la garantía de un apoyo permanente al tripartismo y al desarrollo de la asociación social a nivel nacional.

120. El representante del Gobierno de Francia recordó que el propio Consejo de Administración había solicitado el informe y que, aunque tal vez no fuese tan rico en información como hubiera podido ser, no por ello dejaba de ser útil y, por su parte, manifestaba su aprecio a la Oficina. El informe no documentaba todas las cuestiones problemáticas que se habían encontrado en la ejecución de programas, pero éstas son precisamente las cuestiones que hay que evaluar. No era demasiado útil en un informe brindar una lista cronológica de la ejecución de las actividades de la OIT, y los informes futuros deberían contener más análisis de evaluación, preferentemente apoyados por cifras concretas. Los programas y las actividades deberían ser suficientemente flexibles para poderse modificar en el curso de su ejecución, si lo requiriesen las evaluaciones provisionales. Había algunas incoherencias y contradicciones en otros párrafos del informe, especialmente los párrafos 66, 138 y 145, pero no era necesario entrar en detalles, habida cuenta de los comentarios de los oradores anteriores.

121. El representante del Gobierno de los Estados Unidos reconocía que se había hecho una gran labor de preparación del informe, pero hubiese sido más útil si esta labor se hubiese dirigido por los caminos mencionados por los demás oradores. Resultaba fundamental establecer un vínculo más estrecho entre las prioridades identificadas y los fondos que se necesitaban para llevarlas a cabo, puesto que ésta era la única manera en que el Consejo de Administración podría examinar si las actividades necesarias requerían una mejor adaptación. En adelante, el informe debería constituir un vehículo para un análisis más detallado de los resultados provisionales, de manera que permitiese a la Comisión centrarse en los objetivos de la Organización y determinar si se estaba respondiendo a ellos.

122. El Director General empezó con la observación de que los oradores habían reconocido que fue necesario dedicar un trabajo considerable a la redacción del documento que se sometía a la Comisión. Confirmó que, efectivamente, esto llevó mucho tiempo a la Oficina, hasta el punto que se tuvieron que asignar recursos complementarios a esta labor. A pesar de ello, comparte el sentimiento unánime de que en su mayor parte el documento no tiene interés.

123. Como dijo el Sr. Gray, se trata de un documento que la propia Comisión pidió a la Oficina. Unos y otros se plantean muchas preguntas sobre la naturaleza del documento solicitado. Convendría, pues, interrogarse sobre la naturaleza del ejercicio que se ha pedido a la Oficina y la cuestión de si podía llevarlo a cabo con éxito, a menos de admitir la hipótesis de una mala voluntad de la Oficina, una especie de mal humor, que es una hipótesis que el Director General descarta por entero.

124. A través de las intervenciones que tuvieron lugar el pasado mes de marzo y de las que se han producido hoy, podemos percibir la ambigüedad de la petición que se hizo a la Oficina y, por consiguiente, de la extraordinaria dificultad que ésta ha tenido para responder a ella.

125. Ahora va quedando claro que no se pidió a la Oficina un informe para saber lo que se había llevado a cabo. Sin embargo, el documento se refiere a lo que se ha hecho, según las correspondientes solicitudes. Por otra parte, se pide un documento que rinda cuentas, en un momento en que el ejercicio bienal no ha sido todavía cerrado. Algunas intervenciones consideran que no tiene interés indicar si se ha celebrado o no tal o cual reunión, y si se ha hecho esto o aquello con motivo de la Conferencia. Pero hay que caer en la cuenta que si no hubiese sido esto precisamente lo que se solicitó de este ejercicio complementario, no hubiese tenido sentido indicarlo en el documento.

126. Más ambigua es todavía la petición que consiste en decir: la Oficina debiera formular un análisis sobre la oportunidad de las opciones efectuadas. La Comisión no se percata de la extraordinaria dificultad que supone para la Oficina este tipo de ejercicio. El Consejo de Administración no es homogéneo. El Programa y Presupuesto constituye el resultado de unos compromisos dolorosos, complicados y difíciles, en los que cada una de las partes que intervienen en él considera su deber explicar lo que piensa que son sus prioridades, y hay que tener en cuenta que las prioridades de uno no tienen nada que ver con las prioridades de otro. A través de algunas intervenciones que se han formulado hace poco, hemos podido comprobar una vez más cómo lo que parece importante al parecer de uno, no tiene la menor importancia a los ojos de otro.

127. ¿Cómo se puede imaginar un solo instante que la Oficina, por grande que sea la audacia que se le atribuya, pueda por medio de un ejercicio llamado de evaluación poner en entredicho las opciones del Consejo? No se puede pedir esto a la Oficina. Si, en un momento determinado, la Comisión tiene dudas o se plantea interrogantes sobre las opciones efectuadas, al Director General le parece que a quien corresponde formular este punto es al Consejo de Administración. La Oficina no puede hacerlo de manera hipócrita, disimulada o insidiosa, sin poner en entredicho los objetivos pero indicando que determinados tipos de programas, deseados por los unos o los otros, no han alcanzado el tipo de resultado deseado y que, por consiguiente, se pueden modificar en los próximos años. El Director General piensa que eso corresponde también a la Comisión.

128. Por lo tanto, sin poner en duda ni la ejecución del programa ni los objetivos fundamentales, se desea disponer de una evaluación de cierto número de programas. Eso está muy bien, pero ¿cuáles son esos programas? El Programa y Presupuesto para un determinado bienio contiene una multitud de proyectos y programas de muy diversa índole. Para que el ejercicio sea eficaz, el Consejo de Administración debería, como en muchas empresas y en muchas organizaciones del sector público, escoger o proceder por muestreo, indicar a propósito de qué tipo de programa de ese conjunto multiforme convendría llevar a cabo una evaluación precisa. Se podrían escoger tres o cuatro programas de acción, a fin de evaluarlos. Por ejemplo, el Consejo decidió llevar a cabo una evaluación del programa relativo a la política de asociación activa, decidió también seleccionar cierto número de países y enviar a ellos una misión. Del mismo modo, se puede imaginar perfectamente que mañana el Consejo confiera a la Oficina la tarea de organizar una serie de ejercicios de evaluación de esta naturaleza. Pero ¿quién va a hacer esto? Y ¿quién debe hacerlo?

129. Ciertos miembros de la Comisión se han mofado de ciertas frases retóricas de este documento, en las que algunos departamentos parecen poner de manifiesto su buena conciencia y la satisfacción que sienten por el trabajo que han efectuado. Es muy raro que alguien pueda reconocer en público que se ha equivocado gravemente en el ejercicio de sus actividades. Esto no suele entrar en los hábitos de un funcionario normalmente constituido, consciente de las consecuencias negativas que ello puede acarrear a su carrera. Por consiguiente, en todo sector público o privado se procura trazar una distinción entre supervisores y supervisados. ¿Acaso se ha pedido a la Oficina de Programación y Gestión o a otra sección equivalente de la Oficina, o bien a un sistema de auditoría independiente, que procedan a este tipo de análisis para determinar en un momento dado y en relación con ciertos tipos de proyectos o en relación con un programa concreto, si se ha obtenido el objetivo, si conviene modificar los métodos o las prácticas empleadas o abandonar cierto número de proyectos? Tales operaciones pueden, en efecto, llevarse a cabo, pero convendría que la PFA precisase la naturaleza exacta de su solicitud.

130. Para evitar el riesgo de volver a caer en una situación en la que -- por falta de las correspondientes precisiones -- se prepare un documento extrañamente parecido al que aquí se presenta hoy y que ha dado lugar a las acerbas críticas que se han podido escuchar, el Director General propone que se trate de ver en los próximos meses lo que puede esperarse de un ejercicio de evaluación. Sugiere que se haga un esfuerzo sistemático por indicar qué tipo de proyecto o qué tipo de programa -- en número necesariamente limitado -- convendría evaluar, por qué vías debería producirse esa evaluación, y qué criterios desea el Consejo de Administración que se apliquen para dicha evaluación. Huelga decir que para cada uno de esos puntos la Oficina está a disposición de la PFA y del Consejo de Administración. Lo peor que puede ocurrir, tanto a la Oficina como al Consejo de Administración, sería entablar un diálogo de sordos sobre este punto, que tendría como consecuencia que la Oficina abrigase el sentimiento de no entender qué es lo que se le pide, y el Consejo de Administración abrigara el sentimiento de que la Oficina pone oídos sordos a solicitudes reiteradas, por un presunto deseo de ocultar algo en su funcionamiento o en su ejecución. El Director General espera, pues, que en las próximas semanas se aclare lo que se pide a la Oficina, de modo que puedan -- en éste y en los demás terrenos -- facilitar las informaciones y documentos que deseen el Consejo de Administración y su Comisión de Programa, Presupuesto y Administración.

131. El Director General confirmó que esta operación se caracteriza por ser pesada, y resulta costosa si es ejecutada no por la Oficina sino por el Consejo de Administración. Piensa además que el problema estriba en saber si es posible definir unos métodos más ligeros y eficaces, que permitan un control real. No está convencido de que la Oficina sea necesariamente el mejor guía en este terreno.

132. El Sr. Oechslin, hablando en nombre de los empleadores, señaló que una evaluación que estaban llevando a cabo en el terreno los miembros de la Comisión de Cooperación Técnica era un buen ejemplo del tipo de evaluación que pudiera realizar el Consejo de Administración.

133. La representante gubernamental del Canadá hizo suyos los comentarios formulados por los trabajadores acerca del documento. En dicho documento, que se había preparado para su discusión en la Comisión de Cooperación Técnica, se habían puesto de relieve las enseñanzas sacadas de la experiencia, por lo que constituía una buena base para el análisis de cuestiones estratégicas; recomendó que se tomasen en consideración dichas cuestiones.

134. La Comisión tomó nota del documento preparado por la Oficina.

Otras cuestiones financieras y generales
(Undécimo punto del orden del día)

Informes de la Dependencia Común de Inspección

135. La Comisión tuvo ante sí un documento(16)  en el que figuraban las observaciones hechas por la OIT acerca de diversos informes preparados por la Dependencia Común de Inspección.

136. Un representante de la citada Dependencia se refirió al informe que lleva por título «Coordinación de los marcos de política y de programación con miras a una cooperación más eficaz para el desarrollo» (JIU/REP/96/3). La cuestión fundamental abordada en el informe era la de cómo racionalizar las estrategias de la cooperación para el desarrollo y los mecanismos utilizados por la comunidad de donantes en cada ciudad y en cada país, a fin de hacerlos más eficaces y de facilitar a los gobiernos anfitriones la labor de coordinación y gestión de la asistencia. De las conclusiones del informe se desprendía sin lugar a dudas que uno de los cauces para lograr una eficacia óptima, reducir los costos generales e incrementar la afluencia neta de recursos a los países beneficiarios consistía en integrar en el mayor grado posible los numerosos marcos políticos y programáticos que los distintos órganos internacionales de desarrollo utilizan en la formulación, puesta en práctica y evaluación de sus actividades en este campo. La convergencia a nivel nacional de los marcos definidos por los distintos miembros de la comunidad de donantes ejercía una enorme tensión en las capacidades operativas de los países receptores, y en especial de los países menos desarrollados, en que el número de tales marcos tendía a proliferar. Era sumamente urgente que los países receptores y el sistema de las Naciones Unidas se esforzasen por definir un mecanismo único de programas que pudiese ser utilizado por el mayor número posible de donantes en cada país.

137. La Dependencia Común de Inspección (DCI) había comprobado con mucho agrado que el contenido fundamental del informe había sido integrado en las propuestas de reforma de las Naciones Unidas, las que eran objeto de un examen a fondo por la Asamblea General de la Organización. Por ejemplo, en la Medida 10 de las propuestas de reforma que figuraban en el documento A51/950 de las Naciones Unidas, el Secretario General había propuesto: «Con objeto de lograr una colaboración orientada al logro de objetivos, la coherencia de los programas y el refuerzo mutuo, los programas de las Naciones Unidas se formularán y presentarán como parte de un único Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con objetivos y calendario comunes. [...] La preparación de los programas entrañaría una programación en colaboración con los gobiernos y estrechas consultas con éstos, lo que exigiría que hubiera compatibilidad con las notas disponibles sobre la estrategia de los países». A este respecto, el Comité del Programa y de la Coordinación, de las Naciones Unidas, en su último período de sesiones hizo suyas todas las recomendaciones que figuran en el documento JIU/REP/96/3, y decidió remitir el informe a la Asamblea General de las Naciones Unidas para que tome las medidas correspondientes en su actual período de sesiones. Por su parte, el Consejo Ejecutivo de la UNESCO, al cabo de un extenso análisis del informe de la DCI, adoptó una resolución en la que pide al Director General de la UNESCO que presente «un plan de acción sobre la puesta en práctica de las recomendaciones de la DCI». La Dependencia Común de Inspección consideró que los comentarios formulados por la OIT en los párrafos 22 a 34 del documento GB.270/PFA/11 reproducían algunas de las observaciones defensivas hechas por el CAC respecto del informe de la DCI, lo que difería de la recepción muy positiva que el informe había tenido en algunos de los órganos legislativos de las Naciones Unidas a que se ha hecho referencia anteriormente.

138. En junio de 1996, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una importante resolución (50/233) relativa a la Dependencia Común de Inspección, en la que se invitaba a las organizaciones del sistema a tomar «medidas concretas sobre las recomendaciones de la Dependencia»; además, en la resolución se destacaba «la incidencia de la Dependencia en la eficacia en función de los costos de las actividades del sistema de las Naciones Unidas», lo que constituía «una responsabilidad compartida de los Estados Miembros, la Dependencia y las secretarías de las organizaciones participantes». Esta cuestión fue planteada en 1996 en la reunión de la Comisión de Cooperación Técnica. La DCI quería que el Consejo de Administración revisara la manera en que la OIT daba curso a los informes de la Dependencia, a fin de que los procedimientos de examen se conformaran a lo dispuesto en la resolución de las Naciones Unidas antes citada.

139. El representante gubernamental del Japón estuvo de acuerdo con el representante de la DCI en que había que pasar revista a las prácticas actuales de la OIT por lo que se refería al examen de los informes de la Dependencia, y propuso que la Oficina y el Consejo de Administración colaborasen en esta tarea.

140. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los empleadores, se refirió al párrafo 2 del documento de la Oficina, y manifestó su respaldo a la decisión tomada por el Director General en el sentido de que éste se reserva el derecho de examinar cada una de las propuestas y de no mantener locales comunes cuando las circunstancias lo justifiquen. La OIT debe permitir el acceso a sus locales a diversas categorías de personas, y en algunos casos el hecho de compartir locales impone medidas de seguridad que tendrían por resultado limitar el acceso del público a dichos locales. Sin oponerse por ello al principio de compartir locales, es importante que la OIT se reserve el derecho de no hacerlo cuando lo considere necesario.

141. El Sr. Gray, hablando en nombre de los trabajadores, manifestó su acuerdo con los empleadores en el sentido de que la cuestión del libre acceso a los locales de la OIT en las dependencias exteriores era muy importante, y también apoyó las reservas formuladas por el Director General a este respecto. Era necesario evitar problemas en el acceso a los locales de la OIT, como los que se planteaban a algunos colegas asiáticos en Bangkok.

142. Los trabajadores manifestaron su satisfacción ante el progreso relativo de la promoción de las mujeres en la Oficina; sin embargo, aún quedaba camino por recorrer y había que examinar seriamente la posibilidad de poner servicios de guardería a disposición del personal y de los delegados a la Conferencia.

143. La representante gubernamental de Suecia acogió con satisfacción la declaración de la Oficina en el sentido de que se reforzarán las medidas tomadas para dar una mayor difusión a la problemática de los sexos en las esferas de la planificación, la programación, la asignación de recursos presupuestarios y la supervisión, y tomó nota con beneplácito de que había aumentado el porcentaje de mujeres que ocupan puestos en la categoría de servicios orgánicos y superiores. También tomó nota de los comentarios formulados por la Oficina acerca de la sección del informe de la DCI titulado «Coordinación de los marcos de política y programación con miras a una cooperación más eficaz para el desarrollo» (JIU/REP/96/3) en la que se trataba la cuestión de la nota de estrategia nacional (NEN). Al respecto, hizo hincapié en que la NEN ofrecía un amplio marco basado en el establecimiento articulado de prioridades nacionales de desarrollo, marco en el que tanto el sistema de las Naciones Unidas como los demás donantes podían integrar sus programas respectivos. Sería conveniente proseguir el análisis y la discusión de este instrumento.

144. La oradora pidió que se clarificase por qué la Oficina consideraba necesario que cada organismo efectuase evaluaciones periódicas independientes de los marcos políticos y de programa. Quizás resultaría útil que las Naciones Unidas aplicasen a nivel nacional un método más unificado, fruto de una cooperación más estrecha entre los organismos del sistema. Era también importante elaborar continuamente procedimientos de formulación, supervisión y evaluación de los programas y proyectos de cooperación técnica, a fin de garantizar una mayor eficacia de la asistencia a los países y de simplificar la labor de gestión por los receptores.

145. La representante gubernamental del Canadá hizo suya la declaración formulada por la representante gubernamental de Suecia en lo relativo a la importancia de las cuestiones relativas a la condición de la mujer, y recordó que su Gobierno siempre había apoyado la propuesta de ofrecer servicios de guardería a los delegados.

146. Un representante del Director General (el Director de la Oficina de Programación y Gestión) recordó que los procedimientos que regían la presentación de los informes de la DCI se habían establecido ya hacía algunos años, y que los miembros del Consejo de Administración y la Oficina tenían que aplicarlos. Tales procedimientos habían sido objeto de modificaciones en fecha reciente, al solicitar el Consejo de Administración que se presentase un documento con comentarios sobre cada informe, en lugar de una lista de los mismos.

147. Respondiendo a la cuestión planteada por la representante gubernamental de Suecia sobre la evaluación periódica, explicó que la Oficina, de conformidad con el mandato de la OIT, consideraba sumamente importante que en dichas evaluaciones tomasen parte los empleadores y los trabajadores. Esta consulta tripartita era un procedimiento único de la OIT y el motivo por el cual la Oficina llevaba a cabo evaluaciones por su cuenta.

148. La Comisión tomó nota del documento preparado por la Oficina.

Nombramientos para el Comité de Inversiones
de la Organización Internacional del Trabajo

149. En la 268.ª reunión del Consejo de Administración (marzo de 1997), la Comisión examinó un documento(17)  relativo a la prolongación del mandato de los actuales miembros del Comité de Inversiones de la Organización Internacional del Trabajo.

150. El Comité recomienda al Consejo de Administración que renueve el nombramiento del Sr. Yves Oltramare, del Barón Sirtema van Grovestins y del Sr. Jean-Pierre Cuoni como miembros del Comité de Inversiones de la Organización Internacional del Trabajo por un nuevo período, que expirará el 31 de diciembre de 1999.

 

Ginebra, 18 de noviembre de 1997.

(Firmado) U. Kalbitzer,

 

Ponente.

Puntos que requieren decisión:


Anexo

Enmiendas a la Reglamentación financiera detallada

(el texto nuevo aparece en negritas;
el texto que se ha de suprimir aparece entre corchetes)

VIII. GESTION DE FONDOS

...

8.40 Pérdida de numerario o de efectos negociables, casos de fraude

XI. BIENES

...

11.40 Tratamiento de los casos de pérdida de bienes, fraudes o deudas no cobradas

13.10 Todo caso de fraude, efectivo o presunto, o de tentativa de fraude debe ser comunicado al Director General por conducto del Tesorero. Se comunicarán todos los pormenores del caso al Auditor Externo, así como las cuentas correspondientes.

13.20 Todo funcionario que mediante fraude u otra falta o negligencia grave cause cualquier forma de pérdida financiera o de otra índole a la OIT podrá verse exigir, sin perjuicio de la aplicación del Estatuto del Personal, el reembolso de la cuantía de dicha pérdida, sea en parte o en su totalidad, independientemente de que la pérdida esté o no cubierta por un seguro.

13.30 El Director General nombrará una Comisión sobre Rendición de Cuentas, que le elevará informe por conducto del Tesorero y Contralor de Finanzas. Cuando proceda, el Tesorero remitirá a la Comisión sobre Rendición de Cuentas casos de fraude, efectivo o presunto, o de tentativa de fraude, así como de improbidad, negligencia o incumplimiento de los procedimientos o directivas confirmados de la Oficina, que hayan entrañado o que pudieran haber entrañado pérdidas financieras o de otra índole a la Oficina o daños a sus bienes. En el marco de sus funciones, incumbirá a la Comisión determinar las circunstancias de cada caso, establecer la responsabilidad de la pérdida, si la hubiera, formular cuando proceda recomendaciones relativas al reembolso de la pérdida, remitir el caso a la unidad responsable de la adopción de medidas disciplinarias y autorizar que la cuantía de la pérdida se cargue a la cuenta de pérdidas y ganancias.

13.40 La Comisión sobre Rendición de Cuentas se encargará también de examinar todo caso de incumplimiento repetido por un funcionario de la obligación de respetar las normas y procedimientos financieros de la Oficina o las recomendaciones formuladas sea por el Auditor Externo sea por el Auditor Interno que hayan sido aceptadas por la Oficina, de verificar los hechos cuando sea necesario, del mismo modo que el previsto en la regla 13.30, y de remitir tales casos a la unidad responsable de la adopción de medidas disciplinarias.

13.50 Cuando la cuantía estimada de la pérdida no exceda de 400 dólares, el Director del Departamento de Servicios Financieros podrá autorizar que tal monto sea contabilizado en la cuenta de pérdidas y ganancias. Podrán autorizar que pase a la cuenta de pérdidas y ganancias la cuantía de pérdidas que excedan del equivalente de 400 dólares el Tesorero o en lo que atañe a los casos que se le sometan, la Comisión sobre Rendición de Cuentas. Se presentará al Auditor Externo una lista de todas las pérdidas de más de 400 dólares que se carguen a la cuenta de pérdidas y ganancias, junto con las cuentas correspondientes.

13.60 La cuantía de una pérdida puede cargarse en la cuenta de pérdidas y ganancias si a juicio del funcionario habilitado para autorizar esta anotación o de la Comisión sobre Rendición de Cuentas, los gastos de recuperación de los valores perdidos pudieran exceder del monto que se prevé cargar a pérdidas y ganancias, o si se considera improbable lograr dicha recuperación.

13.70 Las sumas que se hayan cancelado y que ulteriormente se recuperen después del cierre del ejercicio económico en el que tuvo lugar el pase a pérdidas y ganancias se contabilizarán como ingresos varios.

[XIII] XIV. COMPROBACION INTERNA DE LAS CUENTAS

Se mantiene el texto de las reglas 13.10 a) y 13.10 b), que se convierten en las reglas 14.10 a) y 14.10 b), respectivamente.


1.  El presente informe debería leerse conjuntamente con el documento GB.270/8 (Corr.).

2.  Documento GB.270/PFA/1.

3.  Documento GB.270/PFA/2.

4.  Documento GB.270/PFA/3/1.

5.  Documento GB.270/PFA/3/2.

6.  Documento GB.270/PFA/4/1.

7.  Documento GB.270/PFA/4/2.

8.  En anexo al documento GB.270/PFA/4/1.

9.  Documento GB.270/PFA/5/1.

10.  Documento GB.270/PFA/5/2.

11.  Documento GB.270/PFA/6.

12.  Documento GB.270/PFA/7.

13.  Documento GB.270/PFA/8.

14.  Documento GB.270/PFA/9.

15.  Documento GB.270/PFA/10.

16.  Documento GB.270/PFA/11.

17.  Documento GB.268/PFA/7/5.


Puesto al día por VC. Aprobada por NdW. Ultima actualización: 26 de febrero de 2000.