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GB.271/12
271.a reunión
Ginebra, marzo de 1998


DUODECIMO PUNTO DEL ORDEN DEL DIA

Informe de la Subcomisión de Empresas Multinacionales

1. La Subcomisión de Empresas Multinacionales se reunió el 20 de marzo de 1998, bajo la presidencia de la Sra. J. Perlin (Gobierno, Canadá). Los Vicepresidentes empleador y trabajador fueron, respectivamente, el Sr. B. Noakes (empleador, Australia) y el Sr. Z. Rampak (trabajador, Malasia).

2. La Presidenta dio una cálida bienvenida a todos los miembros de la Subcomisión, especialmente al Sr. Rampak, que había sucedido al Sr. Baldassini como Vicepresidente trabajador de la Subcomisión. La Presidenta pidió al Sr. Rampak y al secretariado del Grupo de los Trabajadores que transmitiesen al Sr. Baldassini el aprecio de la Subcomisión por el espíritu de colaboración que había contribuido a crear y por su propia contribución a la labor de la Subcomisión.

3. La Subcomisión tuvo ante sí el siguiente orden del día:

1. Actividades de promoción, servicios consultivos técnicos, estudios terminados e investigaciones en curso de la Oficina.

2. Solicitud de interpretación de la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social.

No se presentó ningún documento en relación con el segundo punto porque el documento incompleto que se había empezado a distribuir por inadvertencia, ha sido retirado.

Actividades de promoción, servicios consultivos técnicos,
estudios terminados e investigaciones en curso de la Oficina

4. El representante del Director General (el Sr. Abate, Jefe de la Oficina de Actividades sobre las Empresas Multinacionales) presentó el documento de la Oficina, que resumía las actividades de promoción, servicios consultivos técnicos, e investigaciones que la Oficina llevó a cabo el año pasado(1) . El orador informó a la Subcomisión de que se había firmado un Memorándum tripartito de entendimiento social (MSU) entre el Gobierno y los interlocutores sociales de Filipinas, y que los representantes sindicales de otros países asiáticos habían solicitado que se elaboraran y aplicaran en la región otros textos similares. En América Latina, los mandantes de la OIT habían manifestado su interés en trabajar más en contacto con la OIT. Uno de los acontecimientos positivos que habían tenido lugar a finales de 1997, había sido la adopción por la Comisión Parlamentaria Conjunta, pidiendo que los Estados miembros del MERCOSUR acepten la Declaración tripartita como la norma para tratar las cuestiones sociales y laborales que están en relación con las inversiones extranjeras directas (IED), las actividades de las empresas multinacionales (EMN) y, en la medida de lo posible, también las de las empresas nacionales. La Oficina estaba en conversaciones con el MERCOSUR sobre la posibilidad de emprender actividades conjuntas para fomentar la Declaración tripartita. En la región de Asia, se celebrará en la primera semana de abril una Mesa redonda tripartita que reunirá en Viet Nam a unos 50 delegados. La decisión de celebrar esta Mesa redonda se adoptó después de unas conversaciones con el Gobierno y con las organizaciones de empleadores y de trabajadores más representativas. La Mesa redonda reunirá por primea vez a los inversores locales y extranjeros, así como a los representantes del Gobierno y a los de las organizaciones de empleadores y de trabajadores. Brindará una oportunidad de discutir las mejores maneras en que pueden colaborar, en un esfuerzo por reducir al mínimo las dificultades sociales y laborales que pudieran poner obstáculos a las futuras inversiones. En relación con las actividades de investigación, la Oficina ha tratado de centrarse en una gama bastante amplia de industrias en las que actuaban las EMN, así como sobre los Estados Miembros de la OIT en las distintas regiones. Hace poco se le encargaron unas investigaciones sobre las prácticas laborales de las empresas multinacionales japonesas en Australia. Ello brindará sin duda un mejor entendimiento de la conducta de los inversores de un país industrializado en otra economía de mercado también industrializada.

5. El Vicepresidente empleador advirtió con el mayor aprecio las buenas relaciones a las que tanto había contribuido el Sr. Baldassini durante el período en que fue Vicepresidente trabajador, y la buena voluntad con la que siempre había colaborado en las labores de la Subcomisión. Dio la bienvenida al Sr. Rampak, sucesor del Sr. Baldassini, y manifestó su esperanza de que continuase la misma tónica de cooperación y de buen entendimiento. Refiriéndose a los párrafos 1 y 2 del documento de la Oficina, hizo notar que se podría haber aludido en ellos a los períodos concretos en que se habían llevado a cabo actividades de promoción en los Estados Unidos. Manifestó su disgusto porque en el párrafo 1 se incluyen, en el mismo contexto, algunas organizaciones distintas de las organizaciones que representan a los empleadores de los Estados Unidos en la OIT. Algunos de los objetivos y de las actividades de los primeros no estaban en armonía con los de los segundos. En su opinión, no debían haberse unido la Declaración tripartita y los códigos de conducta, como se hace en el párrafo 2 del documento, puesto que son instrumentos con características distintas. La Declaración tripartita era un instrumento general de aplicación voluntaria, que representaba un compromiso general con determinados principios, mientras que los códigos de conducta eran muy distintos y tenían un carácter mucho más específico. Pidió más información sobre la Mesa redonda tripartita que, según el párrafo 4 del documento, estaba previsto celebrar en Yakarta antes de finales de 1997. El Grupo de los Empleadores acogía con satisfacción las discusiones que habían tenido lugar en Filipinas, así como la firma de un Memorándum tripartito de entendimiento social (párrafos 5 y 6 del documento). Este Memorándum era voluntario, y reiteraba básicamente el compromiso de Filipinas con la Declaración tripartita. El Coloquio regional sobre compañías multinacionales que se mencionaba en el párrafo 7, había manifestado también su aprobación al Memorándum tripartito de entendimiento social. En relación con la información de los párrafos 9 a 19, que trata de los acontecimientos del MERCOSUR, el número de empleos perdidos parece haber sido exagerado. Se han producido grandes reducciones en la fuerza de trabajo de las zonas mencionadas, pero no era exacto echar la culpa de ello a la privatización, la inversión extranjera directa, las innovaciones técnicas y los cambios en la tecnología. También había otros factores, entre ellos el exceso de personal, que eran responsables de las reestructuraciones de muchas empresas. Las discusiones del MERCOSUR sobre la Carta Social estaban todavía en un estadio preliminar. Aún no quedaba claro si podría conseguirse un entendimiento sobre esta cuestión y -- si lo había--, qué forma definitiva podría adoptar. Los miembros del Grupo de los Empleadores en esa región tendrían seguramente unas opiniones muy definidas sobre el contenido de los documentos que pueden aceptar. El orador tomaba nota de las actividades de promoción que se mencionan en el párrafo 20. En relación con la Mesa redonda tripartita que estaba previsto celebrar en Viet Nam el mes de abril, recababa información sobre las actividades propuestas. Tomaba nota de las informaciones relativas a los estudios concluidos e investigaciones en curso (párrafos 23 al 25). Acogía con la mayor satisfacción las informaciones que contenía el documento, pero el orador ponía de relieve que había que tener en cuenta sus comentarios, y las reservas que había manifestado en relación con determinadas cuestiones.

6. El Vicepresidente trabajador declaró que transmitía al Sr. Baldassini sus mejores deseos y se unía al agradecimiento manifestado por la Subcomisión por su buena labor durante su etapa como Vicepresidente trabajador. Advertía de que la limitación de las actividades que mencionaba el informe demostraba las graves restricciones presupuestarias bajo las cuales estaba funcionando el programa de la Oficina sobre las empresas multinacionales, en un momento en que estas entidades estaban desempeñando un papel cada vez más importante en el proceso de mundialización económica. Como en ocasiones anteriores, su Grupo deploraba esta situación tan poco satisfactoria. El orador esperaba que en las próximas discusiones preliminares sobre las propuestas de Programa y Presupuesto para el próximo bienio, se prestase la debida atención a tan importante cuestión. A pesar de la limitación de los recursos, se habían adoptado medidas de promoción de la Declaración tripartita. Refiriéndose a las actividades que se mencionan en el párrafo 3, advirtió que, puesto que los Estados Unidos seguían siendo el principal país huésped de las EMN, el exacto cumplimiento por parte de las empresas norteamericanas de la Declaración tripartita podría tener repercusiones muy grandes en otros países. Además, si estas empresas y otras EMN que operan en los Estados Unidos no cumplen estos principios, ello seguirá planteando un problema muy grave. Pidió que se emprendiesen unas actividades de promoción intensivas en los países en desarrollo. Respecto a la firma del Memorándum tripartito de entendimiento social en Filipinas, el Grupo de los Trabajadores lo consideraba un paso muy alentador y un buen modelo, que debería ser imitado por otros países. Había muchas oportunidades para fomentar el compromiso de la OIT en el ámbito de los códigos de conducta de las empresas. Hasta ahora, los mejores códigos de conducta que se habían adoptado se basaban en las normas de la OIT. Los mecanismos de control de la aplicación de estos códigos eran necesarios para que se llevasen a la práctica y no se quedasen en un mero ejercicio de relaciones públicas. La Oficina podría prestar una asistencia técnica muy valiosa a los países en desarrollo, para ayudarles a diseñar unos programas de control y para formar a los controladores. Asimismo, convenía que los distintos departamentos de la OIT que participaban en las labores relacionadas con los códigos de conducta se consultasen entre sí, coordinasen sus actividades y brindasen más asistencia técnica a los interlocutores sociales. Respecto de la investigación, el hecho de que sólo se hayan concluido dos estudios ya pone de manifiesto la escasez de los recursos. No obstante, se han emprendido algunas labores de investigación útiles e importantes. El orador preguntó si existía un informe sobre el resultado de la Mesa redonda que estaba previsto celebrar en Indonesia a fines de 1997. Como respuesta a los comentarios del Vicepresidente empleador sobre las pérdidas de empleo que se mencionan en el párrafo 12, advirtió que, en efecto, la privatización había tenido como resultado la supresión de empleos. Ese había sido el caso en su país, y en muchas ocasiones el Grupo de los Trabajadores había proclamado su preocupación a ese respecto. El Grupo de los Trabajadores no tenía problemas con el contenido del documento, y por su parte esperaba que la situación derivada de la actual recesión económica en Asia se reflejase en otros documentos similares, elaborados en el futuro por la Oficina. Ello haría posible que la Subcomisión controlase los acontecimientos en relación con el empleo en las EMN de la región, especialmente en las EMN de los países de Asia donde se estaban introduciendo unas políticas rígidas de ajuste estructural. En conjunto, el Grupo de los Trabajadores acogía con satisfacción las informaciones contenidas en el documento.

7. El representante del Gobierno de los Estados Unidos dijo que tomaba nota de las informaciones que figuraban en el documento. Daba las gracias a la Oficina por sus intensos esfuerzos de promoción de la Declaración tripartita, y tomaba nota en particular de las diversas reuniones que se habían celebrado en Washington y Nueva York. Reiteraba el apoyo de su Gobierno a los principios de aplicación voluntaria contenidos en la Declaración tripartita, y acogía con satisfacción los esfuerzos de la Oficina por fomentar la aceptación de estos principios, así como su incorporación a la cultura y la práctica empresariales a nivel internacional. Recordaba que de las respuestas a la sexta encuesta sobre el curso dado a la Declaración tripartita se deducía evidentemente que los principios de este instrumento de aplicación voluntaria se estaban llevando a la práctica en muchos países. Su Gobierno estaba a la espera de la próxima encuesta, que formaría parte de una iniciativa en curso que se apreciaba debidamente. Daba las gracias a la Oficina por seguir brindando en la OIT un centro de convergencia a todos los esfuerzos por tratar de los temas que abarca la Declaración tripartita, así como por llevar adelante una labor de investigación muy importante.

8. El representante del Gobierno de Italia expresó su satisfacción por la calidad del documento de la Oficina, que había leído con el mayor interés. La mundialización económica constituía una de las características fundamentales de la era presente, y se situaba en un proceso en que las EMN asumían de manera natural unas funciones cada vez más importantes. A la luz de esta evolución convenía que la Declaración tripartita tuviese una amplia difusión y que las empresas fuesen plenamente conscientes de su existencia y de su contenido. Los esfuerzos que se han llevado a cabo para el fomento de la Declaración tripartita eran debidamente apreciados, como también las actividades que se mencionan en el párrafo 20 y la labor de investigación que se está llevando a cabo. El orador esperaba que los estudios concluidos tuviesen una amplia difusión. Advertía la importancia de situar la Declaración tripartita en su contexto propio. Era un instrumento de aplicación voluntaria. No obstante, su aprobación en un foro multilateral le confería una autoridad que era universalmente reconocida.

9. La representante del Gobierno de Canadá daba las gracias a la Oficina por este documento tan denso en informaciones, y elogiaba a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores que habían ayudado a realzar la credibilidad y la eficacia de la Declaración tripartita. Había que poner en su contexto las labores de la Subcomisión y las de la Oficina. El número de EMN había crecido exponencialmente en los últimos veinte años. En opinión de su Gobierno, se había producido una disminución paralela de la influencia que los gobiernos nacionales podían ejercer sobre las actividades de las EMN. La gran mayoría de las EMN eran verdaderos motores de crecimiento económico, creaban empleos y actuaban con civismo empresarial. Sin embargo, había casos en que no cumplían estos requisitos. Refiriéndose a las actuales negociaciones que se están llevando a cabo en otro foro en relación con el acuerdo multilateral sobre la inversión (MAI), la oradora advirtió que se esperaba que el MAI facilitase aún más el crecimiento de las empresas multinacionales y que, en esas circunstancias, su Gobierno pensaba que habría que intensificar los esfuerzos multilaterales para tratar de las dimensiones sociales de las operaciones de las EMN en todo el mundo. Los instrumentos de la OIT, comprendida la Declaración tripartita, podrían llevar a cabo una contribución cada vez más importante a esos esfuerzos. El carácter voluntario de la Declaración tripartita no debía hacernos olvidar de que las partes interesadas habían adoptado un compromiso que debía ser respetado. En relación con la investigación, en el Canadá no se tenían noticias del estudio sobre las trabajadoras en la venta al por menor. Pedía que en adelante se informase a los asociados gubernamentales y sociales en los países interesados de las actividades de investigación, y que fuesen invitados a contribuir a ellas.

10. Recordando los comentarios del Vicepresidente empleador al párrafo 1 del documento, el Sr. Katz (miembro empleador) declaró que cuando la Oficina celebraba consultas en los Estados Unidos, era evidente que debía reunirse no sólo con el Consejo de Estados Unidos para el Comercio Internacional, sino también con la AFL-CIO y con diversos organismos gubernamentales. No obstante, observaba con disgusto que habían sido consultadas ciertas organizaciones conocidas por sus prejuicios antiempresariales y que habían tenido entre sus objetivos criticar a los empresarios. Respecto a los códigos de conducta, constituían (tanto en los Estados Unidos como en la OIT) un intento de propagar la idea de que dichos códigos debían tener mecanismos independientes de control. La comunidad empresarial se oponía a tales iniciativas, que no eran nuevas en modo alguno, así como a la idea de imponer estos códigos de conducta de manera jurídica o por medio de otras formas de presión. Señaló a la atención la declaración hecha pública en julio de 1997 por el Consejo de Estados Unidos para el Comercio Internacional como respuesta a ciertas iniciativas legislativas en este terreno, e hizo notar que las opiniones que se contenían en este documento, que está a disposición del público, eran compartidas por la mayor parte de las organizaciones empresariales(2) . Respecto al compromiso de las partes por observar la Declaración tripartita, recordó que tanto la Declaración tripartita como las Directrices de la OCDE sobre empresas multinacionales eran de observancia recomendada por todas las partes interesadas, incluidos los empleadores. La empresa media no era consciente de estos documentos. En determinados casos en que habían surgido problemas, los empleadores ni siquiera sabían que tenían que cumplir ciertos principios distintos de los que se contienen en la legislación y la práctica nacionales de los países huéspedes. Pretender que las partes tienen un «compromiso» o que han hecho una «promesa» de aplicar tales instrumentos era un argumento muy alambicado. Había ejemplos, en los Estados Unidos de mediados del decenio de 1970, de intentos políticos fallidos para incitar a las empresas a apoyar las Directrices de la OCDE, haciendo referencia a ellas en los informes empresariales. En resumen, mientras las organizaciones de empleadores elogiaban la Declaración tripartita y las directrices de la OCDE a sus miembros, las empresas concretas, por lo menos las de los Estados Unidos, no habían adquirido ningún compromiso ni hecho promesa alguna de observar dichos instrumentos. En relación con el crecimiento exponencial de las multinacionales, advirtió que en el UN World Investment Report 1997, las actividades de las EMN consistían en diversas disposiciones de comercio transfronterizo y de inversión, no sólo por parte de las empresas grandes y conocidas sino también por parte de un creciente número de empresas procedentes de los países en desarrollo y de los países recientemente industrializados. En relación con el tema de los despidos a consecuencia de la privatización, era un hecho que muchas empresas que se privatizaban tenían demasiado personal y que incluso las empresas de titularidad estatal estaban siendo ajustadas como parte de unas medidas más generales de ajuste estructural y de una orientación general universal hacia las políticas orientadas al mercado y hacia la competitividad. El problema de los despidos era muy importante, y había sido tratado por la OIT durante varios años. Merecía la actuación de la Oficina, comprendido el diseño de unos programas temporales de empleo que utilicen una mano de obra abundante, que estaban actualmente siendo discutidos en el seno de la Comisión de Empleo y Política Social. Los trabajadores sufrían mucho cuando se suprimían empleos. La OIT tenía que centrarse en los efectos negativos de estos despidos. Hasta ahora, los resultados de los esfuerzos que se habían llevado a cabo a ese respecto habían sido poco alentadores. Convenía ir más allá de la mera redacción de directrices sobre el suministro de informaciones y la celebración de consultas en relación con los despidos, tal como recomendaba la Declaración tripartita. Aunque tales acciones estuviesen pensadas para mitigar las consecuencias negativas de la reducción de la masa laboral, no por ello resolvían el problema.

11. El Vicepresidente trabajador declaró que su Grupo apoyaba plenamente las observaciones sobre el compromiso de los interlocutores sociales en el fomento de la observancia de la Declaración tripartita, que había sido adoptada más de veinte años antes. Esta Declaración se había convertido en una fuente fundamental de orientaciones sobre cómo tratar los problemas que en ella se contenían. La naturaleza voluntaria de esta Declaración tripartita no significaba que no debiese ser escrupulosamente observada por todas las partes interesadas, incluidas las propias empresas. No compartía el punto de vista de que las empresas se mostraban reticentes en aceptar los sistemas de control de la aplicación de los códigos de conducta. Existían pruebas de que eran sensibles a las repercusiones comerciales de la demanda por parte de los consumidores de los productos elaborados por las empresas que respetaban las normas fundamentales del trabajo de la OIT. Se habían dado casos de empresas que habían solicitado asistencia de la OIT y de las organizaciones sindicales internacionales, en especial de la CIOSL, para la redacción de códigos de conducta y de sistemas de control.

12. En opinión del representante gubernamental de Namibia, se estaban llevando a cabo importantes actividades de promoción, principalmente en los países de origen de las multinacionales. Propuso emprender nuevas tareas de promoción en los países de acogida de las multinacionales, tanto en Africa como en otras regiones. Con respecto a las investigaciones iniciadas en Namibia (párrafo 25), insistió en la necesidad de que el Gobierno esté plenamente informado y participe en dicha labor, lo que podría contribuir considerablemente al éxito de las citadas investigaciones.

13. El Vicepresidente empleador declaró que no era útil considerar que la Declaración tripartita constituía un código de conducta. La Declaración tenía sus propias características, y no había que distorsionarla. En cuanto a la privatización, estimaba que esta materia no quedaba comprendida en el mandato de la Subcomisión. La privatización no era una consecuencia de las actividades de las empresas multinacionales, sino que obedecía a decisiones políticas tomadas por los gobiernos.

14. El representante del Director General agradeció a la Subcomisión por su estímulo, así como por los comentarios elogiosos acerca de la labor de promoción que lleva a cabo la Oficina. Tales comentarios eran motivo de optimismo en la prosecución de estas actividades. La Oficina aceptaba con agrado la cooperación de los gobiernos y los interlocutores sociales a este respecto. En lo que atañe a la Mesa redonda prevista para 1997 en Indonesia, las condiciones predominantes en ese país por lo que se refería al pluralismo sindical habían impedido que la Oficina siguiese adelante con dicha actividad, en la medida en que no quedaba garantizada la participación de todas las personas y las organizaciones sindicales interesadas. Ello no obstante, se había celebrado una Mesa redonda por iniciativa de los interlocutores sociales de Indonesia, al cabo de la cual éstos habían llegado a un acuerdo. Por otra parte, la reunión programada para inicios de abril en Viet Nam tenía por objeto buscar soluciones, en el marco de un foro tripartito, a los problemas laborales que habían surgido en algunas empresas con participación extranjera, y sobre los cuales se había informado extensamente. Se había pedido a la Oficina que ayudara a sentar las bases para el establecimiento de un diálogo y una cooperación más productivos entre las partes interesadas. La OIT iba aportar los fondos necesarios para congregar a unos 50 participantes, procedentes de distintas regiones de Viet Nam, a quienes se preveía entregar informaciones sobre la Declaración tripartita y ofrecer la posibilidad de debatir acerca de las medidas que podían tomarse, ya sea a nivel individual o colectivo, para atenuar al mínimo las dificultades que se habían planteado en el plano de las relaciones de trabajo. Esta actividad tenía por objetivo sensibilizar a los participantes sobre la importancia que revestía, desde un comienzo, la participación de las instituciones laborales y de otros organismos estatales, en el examen de los aspectos sociales de la problemática relativa a las inversiones. Por lo que se refería a las investigaciones en el Canadá, en el documento de trabajo correspondiente figuraba una lista de representantes gubernamentales, de organizaciones de empleadores y de sindicatos de este país que habían suministrado información para la preparación del referido estudio. Aseguró al representante gubernamental del Canadá que en el futuro se iba a hacer todo lo posible para ampliar el número de las entidades y personas consultadas, a fin de incluir a aquellas con las que la Oficina trabajaba estrechamente. En cuanto a la participación de organizaciones no gubernamentales (ONG) en las conversaciones celebradas en el marco de las consultas con los Estados Unidos, hizo hincapié en que no existía intención alguna de consultar a las ONG con respecto a actividades cuya realización incumbía a la OIT. La reunión tenía por objeto únicamente poner en conocimiento de las ONG la Declaración tripartita y alentarlas a que, al llevar a cabo sus propias actividades, promuevan los principios en ésta contenidos. Organizaciones como, por ejemplo, Business for Social Responsibility podrían ampliar considerablemente su audiencia mediante la promoción de estos principios. Otras entidades, como el Inter-Faith Council on Corporate Responsibility, ejercían una considerable influencia en los Estados Unidos. Las organizaciones de este tipo acostumbran servirse de la influencia que tienen en su calidad de accionistas para impulsar a las empresas a adoptar políticas más compatibles con preocupaciones de orden social y laboral. La Oficina no estaba armonizando sus líneas de acción con ninguna otra iniciativa. Su intención era dar a conocer a las ONG la Declaración tripartita y el potencial que ésta tenía para las actividades de estas últimas. Habida cuenta de que esta Declaración era desconocida en muchos ámbitos, instó a los miembros de la Subcomisión, y por intermedio de éstos a los mandantes de la OIT en general, a que den una amplia difusión del texto de la Declaración tripartita. Agradeció al Sr. Katz por haber aceptado distribuir ejemplares de la Declaración entre los miembros de su organización. Respondiendo a observaciones hechas anteriormente por el representante gubernamental de Namibia, indicó que a los investigadores se daban sistemáticamente instrucciones en el sentido de tomar contacto con los gobiernos, así como con las organizaciones representativas de los empleadores y de los trabajadores de los países en que se realizaban los estudios, y de incluir en éstos los puntos de vista y las preocupaciones manifestadas por todas las partes. La Oficina iba a reforzar las medidas destinadas a garantizar la aplicación de estas instrucciones. Para terminar, se refirió a una declaración hecha por el Sr. Oechslin, Vicepresidente empleador del Consejo de Administración, en relación con el carácter voluntario de la Declaración tripartita: como había dicho el Sr. Oechslin, lo importante no era, por lo menos para la OIT, la naturaleza jurídica de los instrumentos, sino los compromisos tripartitos que se estableciesen sobre la base de un consenso, los que surtían efectos muchos más eficaces. A pesar de su carácter voluntario, en la Declaración tripartita se plasmaba el compromiso de todos los mandantes de la OIT que habían participado en su elaboración y adopción, y que habían presentado memorias para la preparación de los estudios periódicos sobre el curso dado a la Declaración tripartita.

15. El Vicepresidente empleador acogió favorablemente las observaciones del representante del Director General, y en particular las que se referían al carácter voluntario de la Declaración tripartita y a la importancia del compromiso de aplicarla. Tomó nota del empeño que la Oficina ponía en hacer participar en forma más activa a los mandantes de la OIT en las actividades de promoción y de investigación. Se había señalado a la atención del Grupo de los Empleadores que la Oficina había tomado contacto epistolar directo con algunas multinacionales implantadas en el Japón. Su Grupo impugnaba el tono de la carta enviada, en la que se hacía hincapié en los supuestos efectos negativos de las actividades de las multinacionales. La carta tenía por objeto informar a las empresas que la Oficina deseaba organizar un diálogo con las empresas multinacionales, actividad que en principio se celebraría en los últimos meses de 1998. En la comunicación se mencionaba la necesidad de limitar el número de participantes a «... aquellas escasas empresas que, a nuestro juicio, han emprendido iniciativas atinadas en el campo laboral y social o se preparan a hacerlo...». Evidentemente, la comunicación implicaba que la gran mayoría de las empresas multinacionales no habían emprendido «iniciativas atinadas en el campo laboral y social», y que tampoco se preparaban a hacerlo. Su Grupo consideraba que tal formulación era particularmente censurable. Pidió que se entregaran más datos acerca del diálogo propuesto con las empresas multinacionales, actividad que no figuraba en el actual Programa y Presupuesto. Indicó, además, que su Grupo no había recibido información al respecto, y tampoco le constaba que se hubiera informado a los demás mandantes. Por otra parte, en el documento que daba cuenta de las actividades de promoción de la Oficina, no figuraba mención alguna de tal reunión. Quedaba la impresión de que la Oficina había tratado de pasar por encima de los mandantes, tomando contacto directamente con algunas empresas multinacionales para organizar una reunión oficial con ellas. Si la Oficina no hacía participar a los mandantes en sus iniciativas ni cooperaba con éstos a fin de establecer el contacto con las multinacionales a cualesquiera efectos, el actual clima de cooperación iba a resultar gravemente afectado. Pidió que se hiciera constar en Acta el enérgico rechazo de su Grupo a semejantes iniciativas unilaterales.

16. El Vicepresidente trabajador declaró que, en la medida en que su Grupo no tenía conocimiento de la carta a que se refería el Vicepresidente empleador, no podía pronunciarse al respecto. No obstante, le parecía que, en principio, la Oficina debería tener plena libertad para llevar adelante sus actividades. Agregó que no se aceptaría ningún intento por limitar la libertad de acción de la Oficina.

17. El representante del Director General informó que, en efecto, se había enviado una carta a un número reducido de empresas multinacionales, al objeto de examinar la posibilidad de organizar un diálogo con estas empresas. Con dicha carta se buscaba determinar qué grado de interés existía por tal reunión y la viabilidad de su celebración. Esta reunión, en el supuesto que llegue a celebrarse, debía servir para tratar de rescatar para la OIT aquellas cuestiones laborales derivadas del proceso de mundialización que, no obstante corresponder a la OIT en razón de su mandato, competencias y función legítima, estaban siendo cada vez más objeto de análisis en otros foros multilaterales. La organización de esa reunión era una entre muchas otras ideas en examen que todavía no se habían cristalizado y que, por lo tanto, no podían someterse a la Subcomisión por ahora. En consecuencia, la Oficina no estaba en condiciones de informar al respecto a la Subcomisión; en todo caso, no había existido intención alguna de ignorar a los mandantes tradicionales de la OIT.

18. La Presidenta declaró que al no haber circulado ejemplares de la carta no resultaba posible debatir la cuestión. Propuso que la Subcomisión tomara nota de las observaciones y objeciones hechas por el Vicepresidente empleador. También había que tomar nota de la declaración del representante del Director General en el sentido de que la Subcomisión iba a recibir informaciones al respecto en una etapa ulterior.

19. El Sr. Katz (miembro empleador) preguntó si la carta en cuestión había sido remitida a empresas multinacionales de otros países, inclusive los Estados Unidos. Dijo que suscribía las opiniones vertidas por el Vicepresidente empleador y señaló la inconveniencia de sugerir que las actividades de las empresas multinacionales tenían efectos negativos, y que por tal motivo éstas necesitasen «actuar con discreción», como daban a entender tanto la carta como las observaciones del Vicepresidente trabajador. Era poco probable que, por su tono, dicha comunicación fuese a suscitar reacciones positivas de las empresas con respecto a la Declaración tripartita. Habida cuenta de la gran fragilidad de los instrumentos y las iniciativas de carácter voluntario, la aplicación de métodos inadecuados para abordar estas cuestiones podía dar lugar fácilmente a respuestas adversas. Por ejemplo, cabía esperar una respuesta negativa de los dirigentes de empresa en caso de que alguna ONG poco favorable a los círculos empresariales utilizara la Declaración, con cualquier fin, durante una asamblea de accionistas.

20. El Vicepresidente empleador recalcó que sus objeciones se referían principalmente al procedimiento seguido para tomar contacto con las empresas, e indicó que, a su juicio, las explicaciones ofrecidas no eran satisfactorias. El Grupo de los Empleadores deseaba que la Oficina se comprometiera a celebrar consultas sobre esta cuestión y a suspender las gestiones en espera de la realización de dichas consultas.

21. El Vicepresidente trabajador reiteró que no podía aceptarse por ningún motivo restringir la libertad de la Oficina para establecer contactos o comunicaciones directas con cualquier interlocutor en el marco del cumplimiento de su mandato.

* * *

Solicitud de interpretación de la Declaración tripartita
de principios sobre las empresas multinacionales
y la política social

22. La Presidenta indicó que el segundo punto del orden del día se refería a una solicitud de interpretación de la Declaración. En realidad, no existía documento al respecto, y se había retirado de la circulación una versión publicada por error. Aunque la Mesa de la Subcomisión se había reunido en varias oportunidades con el fin de redactar un documento aceptable para todas las partes, no había dispuesto del tiempo necesario para llevar a término tales discusiones. Por consiguiente, la Mesa proponía unánimemente aplazar el debate sobre la solicitud de interpretación. La Mesa iba a proseguir las consultas con miras a preparar un documento aceptable para todos los Grupos. Este podría remitirse con suficiente antelación a una reunión de la Subcomisión, la que podría celebrarse inmediatamente antes o inmediatamente después de la Conferencia Internacional del Trabajo, es decir, a fines de mayo o a fines de junio.

23. El representante del Gobierno de la Federación de Rusia dijo que su delegación atribuía una gran importancia a las cuestiones planteadas durante el debate del primer punto del orden del día. En la medida en que las economías en transición de la Comunidad de Estados Independientes tenían una participación cada vez más intensa en el proceso de mundialización, las labores de la Subcomisión revestían un gran interés para estos países. Pidió que se publique una versión en ruso del documento destinado a la reunión propuesta.

24. El representante del Gobierno de Italia dijo que estaba de acuerdo con la propuesta de aplazar el debate de la solicitud de interpretación.

25. El representante del Gobierno de los Estados Unidos dijo que apoyaba sin reservas la propuesta. Insistió en la necesidad de solicitar a todas las partes interesadas la presentación de nuevos datos pertinentes y de incluir esta información en los documentos correspondientes. La presentación completa de datos objetivos era sumamente provechosa para este tipo de deliberaciones.

26. El representante del Gobierno del Japón destacó la importancia que tenía la celebración de discusiones acabadas sobre esta materia y manifestó su apoyo a la propuesta de la Mesa en el sentido de celebrar una reunión en el curso de este año.

27. La Presidenta tomó nota de las solicitudes de traducir los documentos al ruso y de incluir en los documentos toda nueva información relativa a la solicitud de interpretación.

28. El Vicepresidente trabajador señaló que su Grupo apoyaba plenamente los esfuerzos desplegados por todas las partes con miras a lograr un acuerdo sobre la solicitud de interpretación. En caso de que la Mesa no pudiera alcanzar un acuerdo al respecto, habría que presentar textos alternativos a la Subcomisión. Propuso que, de ser posible, la Subcomisión se reúna antes de la Conferencia Internacional del Trabajo de junio de 1998.

29. El Vicepresidente empleador dijo que apoyaba la propuesta de aplazar la discusión de la solicitud de interpretación a una fecha ulterior.

30. El Consejo de Administración tal vez estime oportuno suscribir el acuerdo alcanzado por la Subcomisión en el sentido de que ésta debería reunirse nuevamente sea a finales del mes de mayo de 1998, durante la 86.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo o inmediatamente después de celebrada ésta, para examinar la solicitud de interpretación, quedando claramente entendido que los documentos pertinentes a esta cuestión deberán remitirse a los miembros de la Subcomisión a más tardar a mediados del próximo mes de mayo.

Ginebra, 24 de marzo de 1998. (Firmado) Jean Perlin,

Presidente y Ponente.

Punto que requiere decisión:  párrafo 30.


1.  Documento GB.271/MNE/1.

2.  Declaración del Consejo de Estados Unidos para el Comercio Internacional: «Codes of conduct: Old solutions to old problems», 9 de julio de 1997.


Puesto al día por VC. Aprobada por NdW. Ultima actualización: 26 de febrero de 2000.