GB.274/9/3 |
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NOVENO PUNTO DEL ORDEN DEL DIA
Informes de la Comisión de Programa,
Presupuesto y Administración
Tercer informe
Indice
Propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001
Discusión general de las propuestas de Programa y Presupuesto
Objetivo estratégico núm. 1
Objetivo estratégico núm. 2
Objetivo estratégico núm. 3
Objetivo estratégico núm. 4
El Centro de Turín y el Instituto Internacional de Estudios Laborales
Reuniones técnicas y sectoriales
Fortalecimiento de la capacidad institucional y respuesta rápida de la OIT
1. La Comisión de Programa, Presupuesto y Administración del Consejo de Administración se reunió los días 8, 10, 11 y 18 de marzo de 1999 bajo la presidencia del Sr. N. Akao, Presidente del Consejo de Administración. El Sr. Marshall (portavoz empleador) actuó como Ponente.
Propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001
(Noveno punto del orden del día)
2. La Comisión tuvo ante sí las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, del Director General(1) . El volumen 1 de las propuestas comprendía una introducción del Director General; el Programa y Presupuesto estratégico, con cierto número de cuadros y gráficos informativos; y un proyecto de presupuesto de ingresos y gastos para 2000-2001. El volumen 2 comprendía unos cuadros sinópticos que mostraban el presupuesto de gastos propuestos, desglosados por asignaciones, la estimación y análisis de los aumentos y disminuciones del presupuesto de gastos corrientes; las descripciones de los programas y las estimaciones por programas principales, y cierto número de anexos informativos.
3. Los debates de la Comisión fueron abiertos por el Director General, que presentó sus propuestas. Su declaración se reproduce en el anexo I.
4. Tras un breve receso, la Comisión empezó su discusión de las propuestas de Programa y Presupuesto.
Discusión general de las propuestas
de Programa y Presupuesto
5. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los miembros empleadores, felicitó al Director General y a su personal por haber presentado el primer presupuesto estratégico. La elaboración de dicho documento ha exigido, sin duda, una manera de pensar muy distinta de antes. De hecho, no se trataba simplemente de un presupuesto, sino de un marco que serviría de base para elaborar nuevas estructuras orgánicas y procedimientos operativos. Un presupuesto de este tipo formaba parte de un proceso continuo, y no era un documento estático aplicable de manera rígida durante la totalidad del bienio. Al contrario, se trataba de una serie de prioridades, llamadas objetivos, apoyadas por programas de actividades y dirigidas a obtener unos resultados precisos. Pero si las prioridades cambiaban debido a circunstancias externas o internas imprevistas, había que tener la posibilidad de revisar el Programa y Presupuesto y de ajustarlo, para poder responder así a estas necesidades prioritarias. Este tipo de flexibilidad respecto de las partidas presupuestarias era una exigencia del mundo moderno. Evidentemente, iba a ser necesario discutir algunos de los elementos de las propuestas, y tal vez hubiese en el documento algunas omisiones que sería necesario examinar pero, a juicio de los empleadores, la estructura fundamental del documento era acertada. Los detalles se examinarían ahora en la Comisión, se reexaminarían a la luz de los debates de la Conferencia y serían objeto de un examen final nuevamente en la Comisión antes de ser adoptados definitivamente por el Consejo de Administración en su reunión de noviembre de 1999.
6. De manera poco habitual (debido a circunstancias ineludibles) la totalidad de los ingresos se someterían a la aprobación de la Conferencia Internacional del Trabajo antes de haber adoptado los detalles definitivos de los programas. Para los miembros empleadores este proceder se podía aceptar en esta ocasión, pero no debería ser necesariamente admitido como un mecanismo adecuado en las discusiones de los futuros bienios. En circunstancias normales habría que tratar de presentar un programa completo de actividades, en el que se enunciaran debidamente los costos y los objetivos a corto plazo y que se encaminase a responder a los objetivos estratégicos a más largo plazo; este documento se adoptaría en su totalidad en la reunión de marzo de la Comisión, antes de proponerlo a la Conferencia. Las propuestas confirmaron plenamente la autoridad que el Consejo de Administración delegó en el Director General, pero tras conceder esta facultad de gestión el Consejo de Administración seguía teniendo la responsabilidad de gobierno. Esto significaba que la comunicación entre el Director General y el Consejo de Administración debía ser abierta y franca. Hasta el momento lo había sido, y los empleadores acogían con satisfacción los evidentes indicios de que se seguiría procediendo así. Además, el Director General había mostrado su intención de facilitar instrumentos de medición, a través de unos indicadores de rendimiento previamente convenidos. Ello debería hacerse lo antes posible, para dar al Consejo de Administración la seguridad de que los recursos existentes se estaban utilizando con eficacia, y a la vez para ayudar al Director General a medir los progresos que se estaban haciendo.
7. Los miembros empleadores estimaban que se trataba de un presupuesto para el cambio: un cambio positivo y necesario para conseguir unos resultados específicos, no un cambio por el cambio. Se había iniciado un proceso que no sólo reforzaría la credibilidad de la OIT, sino también su liderazgo indiscutible en el ámbito que le corresponde, lo que le permitiría ofrecer unos servicios oportunos y pertinentes, relacionados con una amplia gama de intereses y guiados por su mandato constitucional.
8. Los empleadores aceptaron plenamente los cuatro objetivos estratégicos (los «cuatro pilares»), pues constituían las prioridades adecuadas para la OIT en el momento actual. No eran completamente independientes entre sí, y de hecho en sus actividades se establecería una colaboración y apoyo mutuos. La clave del éxito de una planificación estratégica era la evaluación y la medición de los progresos, los éxitos o los fracasos. Debido a los limitados recursos con que contaba, la OIT debía asegurarse de que se utilizaban de la manera más eficaz para responder a las necesidades de los Estados Miembros. Debía esforzarse por alcanzar los mejores resultados. No debía eludir los retos, pero no podía ni debía tratar de serlo todo para todos. En la medida de lo posible, debería atenerse a los ámbitos de actividad y de conocimientos fundamentales que le eran propios, pero reconociendo las competencias de otras organizaciones y desarrollando relaciones y redes de cooperación que pudieran aumentar el valor de sus propias actividades.
9. Era importante mantener el adecuado equilibrio entre las actividades normativas, la supervisión, la investigación y la cooperación técnica, pues cada una de ellas tenía una función propia que desempeñar en pro de la credibilidad de la Organización. Los mandantes son los que habían establecido los criterios que determinaban el enfoque que había que adoptar en respuesta a las demandas de los usuarios. Ahora, precisamente, estaban tratando de establecer una red básica de normas fiables y pertinentes, así como un mecanismo de control de las normas para promover la educación y el desarrollo. Deseaban unas investigaciones sólidas, profesionales y con proyección de futuro, en las que se aprovecharan plenamente la amplia experiencia de la OIT así como los conocimientos técnicos y la experiencia de los mandantes, investigaciones que partieran de bases nuevas o que no estuvieran fundadas en ideas preconcebidas. Por último, deseaban que se estableciera una cooperación técnica orientada de manera que se notaran cambios donde hacía falta. Por estas razones, los empleadores estaban complacidos de que se hubiera dado a la generación de empleos la prioridad que se merecía, pues se trataba de una actividad que era muy demandada por los mandantes.
10. Los miembros empleadores apoyaban las iniciativas de descentralización, que insistían mucho en la prestación de servicios en las oficinas exteriores, pero era importante que la dirección no perdiera capacidad de control ni se diluyeran las responsabilidades de los funcionarios. Era importante conservar la estructura tripartita en las actividades exteriores, en vista del papel que las organizaciones de empleadores y de trabajadores podían desempeñar en la práctica. Aunque la OIT debía aprovechar de la mejor manera posible los escasos recursos con que contaba, había de tener cuidado y no dispersarse demasiado, porque eso perjudicaría su credibilidad. Había que valorar y utilizar a la OIT, pero ésta debía procurar no diluir su estructura tripartita intentando crear nuevas relaciones directas con otros interlocutores. Esto no era elitista; los mandantes de la OIT tenían relaciones con muchos organismos en el marco de sus sociedades civiles, y esas redes debían utilizarse en lugar de malgastar recursos creando vínculos directos con otras partes.
11. Como señalaba el documento de la Oficina, la generación de empleos era el motor del progreso social. Pero esto era a su vez resultado directo de las políticas económicas que se habían aplicado. Los empleadores no se dedicaban a los negocios con el único objetivo de crear empleos o de emplear trabajadores. Ese no era su papel fundamental, aunque, aceptaban las responsabilidades que tenían para con sus asalariados y para con el conjunto de la sociedad. Los gobiernos tenían la responsabilidad primordial de crear un clima propicio a la creación de empleos, y también tenían la responsabilidad de establecer normas que los empleadores debían respetar. Del mismo modo, tocaba a los gobiernos establecer marcos normativos para el mercado del trabajo que tuvieran mayores repercusiones sobre los costos de la mano de obra y sobre la creación de empleos y el mantenimiento de empleos en el mercado.
12. La OIT, como organización, no debía verse necesariamente compitiendo con otras organizaciones. Al contrario, progresaría si colaboraba con otras organizaciones, compartiendo su acervo de recursos y conocimientos, así como su capacidad para prestar servicios y su capacidad de promoción para alcanzar objetivos comunes. Era un acierto que la OIT insistiese en el desarrollo de los recursos humanos, la política de personal y la formación, pues estos factores eran fundamentales en el actual enfoque estratégico de las actividades de la OIT.
13. Los miembros empleadores apoyaban la propuesta de que se mantuviera el crecimiento nominal cero. En la actualidad no se conocían en detalle los gastos corrientes de cada departamento, pero aun así se planteaban algunas dificultades en relación con los vínculos entre los volúmenes 1 y 2 de las propuestas. Todo quedaría más claro si se reestructurase el volumen 2, de modo que los departamentos hicieran propuestas basadas en prioridades estratégicas, que mostraran de manera apropiada unos objetivos a corto plazo mensurables y con sus costos, así como de qué manera las actividades de los departamentos apoyaban los objetivos estratégicos de la Organización. Debería disponerse de esta información adicional en la próxima reunión del Consejo de Administración. En resumidas cuentas, el nuevo enfoque presupuestario que se proponía, constituía un nuevo punto de partida para la OIT, y aumentaría la eficacia de sus programas. Los empleadores estaban de acuerdo con las prioridades establecidas mediante los cuatro pilares estratégicos y con el hecho de que se mantuviera el régimen de crecimiento nominal cero, pero sería útil aclarar los puntos siguientes:
14. En primer lugar, se deberían dar seguridades en relación con la introducción o el fortalecimiento de los sistemas actuales de gestión del rendimiento y de evaluación de los programas.
15. En segundo lugar, deberían hacerse aclaraciones respecto de los mecanismos de presentación de informes para mantener una administración eficiente. Se había propuesto celebrar sólo dos reuniones plenarias del Consejo de Administración cada año, aunque este punto se examinaría más adelante con mayor detalle. Tal vez sería tiempo de examinar la función, estructura y enfoque de la dirección a la luz de las nuevas estructuras previstas de gestión, y ello podría dar lugar a un planteamiento nuevo y tal vez más novedoso de la labor del Consejo de Administración.
16. En tercer lugar, se debería disponer de más informaciones sobre las intenciones de la Oficina en materia de recursos humanos, con indicación de las asignaciones presupuestarias específicas en que se piensan introducir los cambios orgánicos que se requieren, así como los programas de formación y de reorientación para la nueva metodología de planificación estratégica.
17. En cuarto lugar, deberían hacerse aclaraciones sobre los sistemas operativos necesarios para los cuatro pilares y los programas InFocus relacionados con las actividades interdepartamentales, y de qué manera los programas enumerados en el volumen 2 estarían vinculados con los procesos del presupuesto estratégico.
18. Por último, se deberían dar seguridades sobre la pertinencia actual de las estructuras tripartitas de la OIT, con ACT/EMP y ACTRAV como partes en pie de igualdad y con los recursos adecuados para apoyar las políticas y programas de actividades a todos los niveles de la Organización.
19. El Sr. Blondel empezó diciendo que los miembros trabajadores aceptaban la fórmula propuesta, pero tenían reservas sobre ciertos puntos. La nueva presentación en dos volúmenes facilitaba la lectura y la buena inteligencia del documento. El nuevo Director General acababa de tomar posesión de su cargo, y la tarea de preparar el presupuesto en colaboración con la Oficina había recaído principalmente en él y en el Equipo de Transición. Había que dar las gracias a todos los que habían colaborado en este trabajo, que sería la base de la Memoria del Director General a la Conferencia, que definirá su perspectiva y las prioridades de la Organización en adelante.
20. El Consejo de Administración había decidido el pasado noviembre conceder a título excepcional al Director General más flexibilidad en relación con las asignaciones de los recursos presupuestarios a los distintos programas que habían de discutirse en la reunión de noviembre de 1999 del Consejo de Administración. Los trabajadores apoyaban la intención del Director General de introducir reformas en las estructuras de gestión y en las actividades del programa, haciéndolas así lo más operativas que fuese posible. A ese respecto, el Sr. Blondel había insistido en que se llevase a cabo un proceso de consulta (que se iniciase ya en este mismo período) entre los tres Grupos, y que los miembros trabajadores desearían tener más precisiones sobre la forma que iba a adoptar este proceso.
21. En el texto de las propuestas de Programa y Presupuesto, la introducción redactada por el Director General resumía los principales temas del presupuesto y daba detalles sobre el proceso de establecimiento estratégico del presupuesto, así como de las etapas que se irían recorriendo desde marzo hasta noviembre de 1999. Esta introducción indicaba que seguiría el crecimiento cero y que las propuestas de gastos ascendían al mismo monto que en 1998-1999. Los cuadros 2 al 6 mostraban unos ahorros netos sobre los gastos del presupuesto anterior por un total de 785.000 dólares de Estados Unidos, que se añadieron a las previsiones para 2000-2001. Manifestaba su pleno apoyo a los cuatro objetivos estratégicos del Programa y Presupuesto, que reflejaban bien las actividades correspondientes al mandato fundamental de la OIT. Las grandes asignaciones de gastos correspondientes a estos objetivos y que se detallaban en el cuadro 1 de la página 5, y no tenían de momento más que un carácter indicativo, comprendido el porcentaje de cada una de las mismas. Sin embargo, que el reparto de los programas técnicos, de los programas regionales y de las actividades de apoyo por objetivos estratégicos, suponía un cierto elemento de arbitrariedad, y que las duplicaciones entre los distintos programas eran muy difíciles de evitar.
22. Los trabajadores acogían favorablemente la idea de los programas InFocus para abordar las cuestiones prioritarias para los mandantes de la OIT. Estos programas intersectoriales reemplazaban las propuestas de programas de acción que se habían hecho el pasado noviembre, y a ellos se transfieren recursos por un monto de 8 millones de dólares de Estados Unidos. Los interlocutores sociales participarían a todos los niveles de la realización de dichos programas. Los detalles de su aplicación se discutirían el próximo mes de noviembre, pero el Consejo de Administración debería ser regularmente informado de los procesos que se hayan llevado a cabo mientras tanto. Los trabajadores advertían con satisfacción que la cuestión de la paridad entre hombres y mujeres se había tenido en cuenta en las realizaciones de los cuatro objetivos estratégicos, y que las actividades de desarrollo fuesen un importante componente de las propuestas de presupuesto para 2000-2001. Muchos países en desarrollo estaban realmente aplastados por el peso de los programas de ajuste estructural que les habían impuesto el FMI y el Banco Mundial, y la OIT había de continuar con determinación y rigor su acción encaminada a conseguir la inflexión de las políticas de las instituciones de Bretton Woods, con el fin de que reconozcan la importancia de las normas internacionales fundamentales para el desarrollo económico y social, y al hacerlo así debía tratar de desempeñar un papel preponderante en la elaboración de las políticas socioeconómicas a nivel internacional, junto con las demás organizaciones internacionales como el FMI, el Banco Mundial y la OMC. Estos esfuerzos serían coherentes con los valores que presidieron la fundación de la OIT y que 80 años más tarde siguen siendo plenamente pertinentes.
23. Los trabajadores hubiesen deseado que se prestase especial atención a las cuestiones relativas al medio ambiente y a las actividades de las empresas multinacionales. La OIT debería emprender estudios sobre las repercusiones que tiene la degradación del medio ambiente en el empleo y sobre las medidas de protección que se proponen, tal vez ampliando un poco el programa InFocus sobre la seguridad y la salud en el trabajo, que figura en el objetivo estratégico núm. 3. La OIT debería prestar más atención a las actividades de las empresas multinacionales. No se trataba de contestar su existencia que, con la globalización y mundialización de la economía, habían conseguido un verdadero derecho de ciudadanía, sino de fijarse más de cerca en sus comportamientos.
24. El seguimiento de la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social, revestía capital importancia, pero las propuestas se referían a ella menos de lo debido. La cuestión fundamental estribaba en saber cómo las multinacionales iban a aplicar las normas internacionales. Este era un problema que merecería una discusión de fondo en el seno del Consejo de Administración o de la comisión correspondiente. Los miembros trabajadores pensaban que los recursos de la Oficina en este ámbito deberían ser adecuados cuando se formulen las propuestas presupuestarias de los próximos meses.
25. En relación con el fomento del empleo en la pequeña y mediana empresa, era importante aplicar de manera equilibrada la Recomendación sobre la creación de empleos en las pequeñas y medianas empresas, 1998 (núm. 189), que -- entre otras cosas -- ponía de relieve la necesidad de promover el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores en esas empresas, y sobre todo la mejora de las condiciones de salud y seguridad en el trabajo, así como la abolición del trabajo infantil. Asimismo, convenía velar por que los empleos del sector no estructurado garantizasen unos ingresos, unas condiciones de empleo y una protección social convenientes.
26. Los trabajadores estaban de acuerdo con las reuniones técnicas y sectoriales que se proponen en los párrafos 116 al 118 del documento. Su Grupo estaba a favor de la propuesta de concordar mejor, en la medida de lo posible, el orden del día de las reuniones sectoriales con los cuatro objetivos estratégicos del presupuesto. Apoyaban también las propuestas del Director General sobre el fortalecimiento de la capacidad institucional y sobre la reacción rápida de la OIT (párrafos 119 al 141 del documento). La necesidad de una reacción rápida y eficaz de la OIT ante acontecimientos imprevistos que repercutan en las cuestiones que pertenezcan a sus ámbitos de competencia, queda justificada por los recientes ejemplos de la crisis asiática y de los sobresaltos económicos en Rusia y en América Latina.
27. Los trabajadores desearían saber si los 166 puestos de la categoría de los servicios orgánicos y grados superiores y los 62 puestos de la categoría de los servicios generales que se congelaron en el ejercicio anterior habían sido inscritos de nuevo en el presupuesto para el próximo bienio y, en caso afirmativo, si la Oficina pensaba cubrir esas vacantes. Examinando con más atención los detalles financieros advertían que, aparte de los ahorros netos de 785.000 dólares de Estados Unidos debidos a las fluctuaciones de los costos, otros ahorros por valor de unos 12 millones de dólares de Estados Unidos para el bienio 1998-1999, podrían compensar los gastos anticipados para 2000-2001. Esperaban además que la recaudación masiva de cotizaciones correspondientes al año 1999 pudiese conducir a un superávit bastante importante. No obstante, el Grupo manifestaba ciertas vacilaciones, habida cuenta de la evolución de los tipos de cambio actuales. A pesar de la incertidumbre que prevalecía en ese terreno, toda baja del tipo de cambio contable del franco suizo en relación con el dólar de Estados Unidos provocaría un aumento del presupuesto propuesto en dólares, como se indicaba en el párrafo 145.
28. En resumen, los miembros trabajadores acogían con satisfacción las propuestas que había hecho la Oficina. Estaban de acuerdo en esta ocasión y como medida excepcional en que se concediese al Director General una cierta medida de flexibilidad en relación con el detalle de las propuestas para 2000-2001, pero no deseaban que las propuestas se conviertan en un mero ejercicio contable. Finalmente, los miembros trabajadores desearían saber cómo se propone el Director General llevar a cabo las consultas oficiales y oficiosas para la asignación de los recursos presupuestarios, desde ahora hasta el mes de noviembre.
29. La representante gubernamental del Canadá, hablando en nombre de los países del grupo de los PIEM, manifestó su satisfacción por el hecho de que los documentos respondían, tanto en su forma como en cuanto al fondo, a las propuestas hechas por este grupo en noviembre de 1998, y en particular a las preocupaciones entonces señaladas respecto al contenido futuro del proceso de conclusión del Programa y Presupuesto, a que se refirió el Director General en su introducción.
30. Los miembros del grupo de los PIEM apreciaban el grado en que el Director General había dado curso al documento de noviembre, desarrollando en detalle los conceptos, temas principales y prioridades en el marco de cuatro objetivos estratégicos que presentaban en forma clara y precisa el panorama de los elementos fundamentales del programa de trabajo de la OIT. Cabía felicitarlo en forma especial, habida cuenta del muy corto período de que había dispuesto para revisar los documentos en cuestión. La representante gubernamental del Canadá agradeció al Director General, a la Oficina y al Equipo de Transición por el buen trabajo realizado. Los documentos se habían redactado en circunstancias excepcionales, en medio de las dificultades lógicas de todo período de transición y teniendo debidamente en cuenta el hecho de que los debates previstos sobre varias cuestiones políticas esenciales en la reunión de la Conferencia de junio de 1999, tendrán efectos en la definición detallada del programa de actividades. El volumen 1 era un punto de partida acertado para una formulación estratégica completa del presupuesto. Los miembros del grupo de los PIEM esperaban con optimismo que se avanzara en la definición de metas específicas, resultados claros e indicadores de logros mensurables en función de los objetivos, así como en la asignación de recursos según el desglose tradicional entre partidas relativas al personal y no relativas al personal. Se entendía que las cifras correspondientes a los cuatro objetivos estratégicos tenían carácter indicativo y que también iban a ser revisadas más adelante. Habida cuenta de que el documento que se presentará en noviembre de 1999 deberá servir de base para tomar las decisiones en cuanto al cierre del Programa y Presupuesto para 2000-2001, debería fijarse un plazo suficiente para ultimar esta discusión. Había que considerar que los debates de la reunión de noviembre de 1999 iban a tener un carácter excepcional debido a los cambios considerables en curso, por lo que el documento podría servir como punto de referencia para el seguimiento y la evaluación de los resultados en función de los objetivos estratégicos y operativos, entendiéndose que durante el bienio quedaría la posibilidad de afinar y seguir perfeccionando los objetivos, metas e indicadores de logro, conforme fuera necesario. Estos aspectos podrían quedar plenamente integrados en el análisis de la asignación de recursos para el próximo Programa y Presupuesto, cuya discusión se llevará a cabo en la reunión de marzo del Consejo de Administración, antes de la Conferencia, según la práctica habitual.
31. El proceso continuo de seguimiento, evaluación y presentación de informes forma parte integrante del concepto de preparación estratégica del presupuesto, y es también un instrumento fundamental de gestión y gobierno para el Director General y la Organización. Este proceso permite formular, ampliar, reducir o eliminar programas o actividades, basándose para ello en las enseñanzas que arrojen las evaluaciones tanto internas como externas, así como en la evolución de las condiciones en que se desarrolla nuestro trabajo y en las nuevas prioridades que surjan al respecto. Por lo tanto, los miembros del grupo de los PIEM acogían favorablemente el compromiso del Director General de aplicar mecanismos eficaces de seguimiento y evaluación en el ejercicio de su gestión y de presentar al Consejo de Administración informes periódicos, completos y objetivos sobre el empleo de los fondos y los resultados de los programas. Los países del grupo de los PIEM alentaban también al Director General a proseguir el proceso de amplias consultas con los mandantes de la OIT, que tenían en gran estima.
32. Volviendo a los aspectos específicos de las propuestas de Programa y Presupuesto, el grupo de los PIEM deseaba manifestar en primer lugar su pleno respaldo a la incorporación global de consideraciones de género y de criterios sobre el desarrollo en los programas y actividades de la OIT. En segundo lugar, consideraban muy atinado vincular con los cuatro objetivos estratégicos una serie de medios de acción de gran alcance, como la investigación, las publicaciones, las relaciones públicas y la información. Esto iba a reforzar la coherencia de la programación y la congruencia entre el mensaje difundido por la OIT y la imagen que la Oficina ha de tener ante los mandantes y también ante la comunidad internacional, de organización eficaz y sustentada en una rica base de conocimientos.
33. En tercer lugar, alinear los programas regionales con los objetivos estratégicos iba a permitir dar una definición más clara de los objetivos por país, en los que debían sustentarse los programas en el terreno y los servicios a los mandantes, así como la asignación de recursos y la dotación de personal para las oficinas en el exterior y los equipos multidisciplinarios. El grupo de los PIEM estaba de acuerdo en que había que revisar la estructura orgánica y la política de asociación activa, conforme se indicaba en el párrafo 125; a este respecto, era importante considerar la relación entre la estructura exterior y la sede.
34. En cuarto lugar, según lo indicado en el párrafo 118 y conforme con lo manifestado por el portavoz del Grupo de los Trabajadores, los miembros del grupo de los PIEM convenían en que había que proceder al análisis de las reuniones técnicas y sectoriales a fin de conseguir que las que se decida celebrar contribuyan en forma óptima al logro de los objetivos estratégicos.
35. En quinto lugar, los miembros del grupo de los PIEM manifestaron su apoyo a la importancia que el Director General atribuye a la coherencia de los programas de cooperación técnica, sean éstos financiados con cargo al presupuesto ordinario o a fondos extrapresupuestarios. Dichos programas deberían estar claramente vinculados con los objetivos estratégicos y operativos, a fin de evitar la dispersión de sus orientaciones ya sea por efectos de la oferta o de la demanda. También consideraban acertado el concepto de los programas InFocus y la voluntad manifestada de costear éstos tanto con recursos procedentes del presupuesto ordinario como de fuentes extrapresupuestarias. Por último, estaban de acuerdo con los volúmenes de gastos e ingresos presupuestados en las páginas 59 a 61 del volumen 1. Esperaban que la Oficina desplegase unos esfuerzos auténticos para lograr ahorros y dar la oportuna ejecución a los programas en el próximo bienio, a fin de asegurar que se asigne un nivel máximo de recursos a las actividades prioritarias de programa. La representante gubernamental del Canadá concluyó reiterando a la Oficina el reconocimiento de los miembros del grupo de los PIEM por los documentos presentados y manifestando el entusiasmo con que esperan seguir trabajando conjuntamente con el Director General en el perfeccionamiento del Programa y Presupuesto, los procesos conexos y todo otro cambio al respecto.
36. El representante del Gobierno del Japón, en nombre de los miembros de la región de Asia y el Pacífico, se mostró complacido por el nuevo planteamiento de un presupuesto estratégico, y expresó interés por su desarrollo futuro. El documento resultaba de lectura más fácil y propiciaba la discusión sobre los objetivos y prioridades de la OIT, permitiendo al mismo tiempo que se aplicara un criterio más preciso al asignar recursos a estas áreas. Respecto a los objetivos estratégicos, los miembros se mostraron complacidos por la inclusión de muchas de las ideas que consideraban importantes. Apoyaban en general los cuatro objetivos estratégicos, y acogían con agrado los programas InFocus que identificaban las áreas prioritarias de la OIT, así como la mejora continua de los programas y de la utilización de los recursos. Estos reflejaban los objetivos generales de los miembros de Asia y el Pacífico, que se incluían en su declaración de noviembre de 1998 ante el Consejo de Administración. Estaban especialmente complacidos de ver que se insistía en las cuestiones relativas al desarrollo, el sector no estructurado, las microfinanzas, las cuestiones de género y la capacidad de respuesta rápida -- especialmente respecto de las crisis financieras -- así como por el relieve que se estaba dando al desarrollo de la capacidad analítica de la OIT y a examinar los programas teniendo en cuenta el contexto. Al mismo tiempo debería insistirse aún más en la generación de empleo y en la reducción de la pobreza.
37. En relación con la flexibilidad y calendario del procedimiento presupuestario, los miembros de Asia y el Pacífico apreciaban la necesidad que había de flexibilidad en el calendario de finalización del presupuesto, teniendo en cuenta el cambio del Director General y la reestructuración del presupuesto. Podían seguir con los cambios propuestos para el bienio presente. Sin embargo, tras la discusión del Programa y Presupuesto en la reunión de junio de 1999 de la Conferencia, había que encontrar una manera mejor de que el Consejo de Administración participase en las consultas y en la asignación de créditos de vez en cuando para garantizar que las finanzas se administrasen de la manera más eficiente posible. Además, se necesitaría más información sobre el contenido de los documentos que debían publicarse para la reunión de junio de 1999 de la Conferencia y las decisiones que se esperaba de la reunión de noviembre de 1999 del Consejo de Administración.
38. Los Gobiernos de Asia y el Pacífico apreciaban las propuestas que había hecho la Oficina sobre la información al Consejo de Administración, las mejoras en los sistemas de supervisión y evaluación, y la introducción de indicadores de eficacia para los programas. Los procedimientos de supervisión y evaluación eran especialmente importantes en un presupuesto estratégico, puesto que aumentaban la transparencia y contribuían a una gestión eficiente, y a una constante mejora en los programas y en la utilización de los recursos; los resultados de esta labor deberían compartirse con el Consejo de Administración y reflejarse en la elaboración del Programa y Presupuesto para el próximo bienio.
39. Los miembros de Asia y el Pacífico apoyaban un nivel presupuestario basado en el crecimiento cero, pero consideraban de la mayor importancia que los recursos se utilizaran de la manera que resultara más efectiva. Podían realizarse ahorros en las actividades administrativas, destinándolos a los programas prioritarios de la OIT. Insistían en que la adopción del presupuesto estratégico debía ir acompañada de un riguroso sistema de supervisión. Acogían con agrado el concepto de los programas InFocus, aplicado tanto a los programas extrapresupuestarios como a los programas con cargo al presupuesto ordinario. La OIT debería mantener el control sobre los programas, en estrecha consulta con los gobiernos y los interlocutores sociales, y lograr un equilibrio entre los deseos de los países donantes y las metas y objetivos de la Organización. Al ocuparse de los recursos extrapresupuestarios, la OIT debería examinar con cuidado la pertinencia de los programas propuestos respecto del presupuesto estratégico y de los objetivos fijados en el documento presupuestario, y debería esforzarse por incluir -- en todos los programas financiados con recursos extrapresupuestarios -- una participación con cargo al presupuesto ordinario, al objeto de demostrar su propio compromiso.
40. Pasando a los comentarios específicos sobre distintas partes de las propuestas, los miembros de Asia y el Pacífico consideraban que el medio de acción para el objetivo estratégico núm. 1 debía ser la cooperación técnica. El objeto del seguimiento de la Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo no debía limitarse a identificar áreas necesitadas de asistencia técnica, sino que debía evaluar también cómo debía prestarse la asistencia, y el seguimiento debía ser independiente del Departamento de Normas Internacionales del Trabajo. También parecía existir cierta duplicación entre los objetivos operativos 1, a), 1, b) y 1, c) del objetivo estratégico núm. 1, así como entre algunos programas InFocus.
41. En cuanto al objetivo estratégico núm. 2 (el empleo), los miembros consideraban que debía concedérsele la máxima prioridad. Habida cuenta de la situación actual a nivel mundial, especialmente de la mundialización de la economía y de las repercusiones de la crisis financiera asiática, aún tendría que ponerse más énfasis en el empleo. La OIT debería buscar la manera de establecer una relación más estrecha entre el empleo y los demás objetivos estratégicos si deseaba destacar la importancia de los programas de empleo. Recordaron que la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, celebrada en Copenhague en 1995, había otorgado a la OIT un mandato específico para que se centrara en las actividades relacionadas con el empleo, de manera que pudiera dedicar especial atención al desarrollo y a la eliminación de la pobreza como elementos integrantes de sus esfuerzos destinados a realizar este objetivo estratégico concreto.
42. Los miembros de Asia y el Pacífico desearían también disponer de mayor información en relación con la cooperación técnica, y en particular en cuanto a la manera de atribuirla en relación con los objetivos estratégicos y en las distintas regiones. Cada objetivo debería ir respaldado por actividades de cooperación técnica específicas como medio de acción más importante para su consecución. También concedían gran importancia a la cuestión del trabajo infantil, y apoyaban la insistencia en este programa. El problema del trabajo infantil, especialmente en el contexto de la pobreza, las privaciones económicas y el desempleo de los padres, era muy complejo y debía abordarse con prudencia. Se acogió con agrado la inclusión del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT bajo el objetivo operativo 1, c) y como uno de los programas InFocus, y deberían realizarse esfuerzos para eliminar de manera progresiva el trabajo infantil, comenzando con sus formas más graves, en lugar de centrarse en sectores específicos. El documento de presupuesto debería abordar la cuestión de la diferencia creciente entre unos objetivos estratégicos y unos objetivos realistas sobre el terreno, a fin de lograr que el IPEC tuviera las máximas repercusiones. En consecuencia, el IPEC debería desarrollarse en cooperación con los programas nacionales de erradicación del trabajo infantil instaurados por los países miembros participantes.
43. En relación con los programas regionales, los miembros expresaron su agradecimiento por el incremento de la financiación para los programas de actividades prácticas en la región de Asia y el Pacífico, que era la que contaba con el mayor número de pobres en todo el mundo. Esta desafortunada situación se había visto agravada por la crisis financiera asiática y, hoy más que nunca, la asistencia de la OIT era fundamental.
44. El representante del Gobierno de Panamá, en nombre del grupo de las Américas, expresó su agradecimiento por la claridad en la presentación de la información que se facilitaba en ambos documentos. Ya habría tiempo de examinarlos con más detalle antes del mes de junio, de modo que se alcanzaría una idea más clara de lo que la OIT deseaba lograr con motivo de la reunión de la Conferencia de 1999. Los miembros de la región de las Américas estaban de acuerdo con el concepto de un presupuesto con crecimiento cero en las actuales circunstancias económicas. Este problema se había examinado con detalle durante los últimos bienios, pero el crecimiento cero seguía siendo la estrategia adecuada incluso en relación con el nuevo proceso de elaboración de un presupuesto estratégico. Les complacía expresar su apoyo a la presentación y al contenido de las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001.
45. El representante del Gobierno de Argelia, en nombre de los miembros regionales africanos, felicitó a la Oficina por la calidad de los documentos presentados. Las propuestas se habían elaborado en estrecha consulta con el Director General saliente, y los beneficios de esta colaboración serían de gran valor para la Organización y para cada uno de sus mandantes.
46. En su introducción, el Director General indicaba que las propuestas de Programa y Presupuesto serían muy útiles como instrumento clave de gestión. Manifestaron su satisfacción por la nueva presentación presupuestaria, basada en cuatro objetivos estratégicos y sus correspondientes objetivos operativos, lo que aumentaba la transparencia y claridad del documento. La OIT debía seguir siendo un centro de excelencia basado en su acervo de conocimientos, al servicio de todos sus mandantes. El grupo africano estaba también a favor de la propuesta del Director General de establecer estructuras y órganos capaces de actuar ante las crisis económicas, especialmente en Africa y Asia.
47. El aumento, pequeño pero real, del volumen de recursos presupuestarios y extrapresupuestarios asignados a Africa era novedad que acogían con satisfacción. A pesar de que las prioridades se habían basado en los objetivos por país, lo cierto era que los 13 países africanos se habían beneficiado escasamente de la aplicación de este criterio. Los miembros de la región de Africa querían dejar constancia de su preocupación e instaron a la Oficina a tomar medidas para rectificar esta situación.
48. Correspondía hacer algunos comentarios en cuanto a los objetivos estratégicos descritos en el documento. El primero se refería a la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento. Los miembros africanos apoyaban todas las iniciativas orientadas a promover las normas en los países que no habían ratificado todavía los convenios fundamentales, y en especial el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138), pero consideraban que había que tomar medidas para intensificar la campaña de ratificación. Al respecto, era necesario aclarar más cuáles eran los métodos y mecanismos que la Oficina necesitaba para lograr el aumento del número de ratificaciones, y cómo se iban a impulsar las medidas necesarias para proteger a los niños y eliminar progresivamente el trabajo infantil durante el bienio 2000-2001.
49. En cuanto a los otros tres objetivos -- relativos a la promoción del empleo, la mitigación de la pobreza y el diálogo social -- los países africanos estaban enteramente de acuerdo con la evaluación que hacía la Oficina de la situación actual en Africa respecto a la pobreza, el desempleo y el subempleo. En la actualidad, más de 40 países africanos están aplicando valientemente unos programas de ajuste estructural que suponen elevados costos sociales. Consideraban que también en este ámbito la OIT debía concebir unas políticas innovadoras y adaptadas especialmente a las realidades de Africa, al objeto de atenuar los efectos del desempleo y del subempleo. Si bien era cierto que una reestructuración económica radical podía estimular el crecimiento económico en algunos casos concretos, también era cierto que estas reformas económicas adolecían de ciertas limitaciones. Estaba claro que las soluciones y medidas tradicionalmente propuestas y aplicadas muchas veces habían provocado resultados que con frecuencia eran inadecuados, y que eran siempre muy dolorosos cuando no tomaban debidamente en cuenta las realidades sociales de cada país. Finalmente, acogían con especial satisfacción la asignación de recursos a las organizaciones de empleadores y de trabajadores, destinados al establecimiento y consolidación del diálogo social, que consideraban como el vehículo más adecuado para fomentar la democracia. Concluyeron invitando a la Oficina a potenciar la capacidad de los equipos multidisciplinarios en Africa, tanto en recursos financieros como en recursos humanos.
50. El Sr. Anand (miembro empleador) dijo que compartía los comentarios formulados anteriormente por el Sr. Marshall. Los dos volúmenes de las propuestas de Programa y Presupuesto que se estaban examinando eran una muestra visible de los nuevos planteamientos que imperaban en la preparación del presupuesto de la OIT, pero aunque ofrecían una información estadística en cuadros bien presentados sobre los recursos y las asignaciones presupuestarias, consideraba que también debían presentar (sobre la base de cocientes insumos/resultados) los logros que se preveía conseguir en términos físicos una vez efectuadas las inversiones correspondientes. En su tenor actual, los documentos correspondían más bien a un manifiesto electoral, tanto por su tono como por el lenguaje empleado, y no indicaban metas precisas para ninguno de los elementos vitales de los cuatro objetivos. Había que rectificar tales deficiencias entre esta reunión y la de noviembre de 1999, de manera que a finales de año el Consejo de Administración supiese ya si se habían alcanzado o no las metas previstas. Estos indicadores de resultado iban a permitir la evaluación de la eficacia de las nuevas estrategias.
51. En su declaración ante el Consejo de Administración y en la introducción del volumen 1 de las propuestas de Programa y Presupuesto, el Director General insistió en los objetivos estratégicos y en los programas InFocus, que merecían el apoyo del Consejo. Pero cabía preguntarse cuál era, en conjunto, el objeto de su puesta en práctica. Se indicaba que tales objetivos y programas tenían como meta esencial lograr un progreso social sostenible y eliminar la pobreza, promoviendo el empleo productivo, pero había que reconocer que ello suponía contar con una dirección clarividente, y con una estructura orgánica orientada a la acción. Había, pues, que dar una mayor importancia a los programas de terreno, porque sólo éstos iban a servir para crear nuevos cauces de empleo, sobre todo en el sector informal y entre las pequeñas y medianas empresas.
52. Los principios y derechos fundamentales en el trabajo tenían sentido únicamente si podía ofrecerse precisamente trabajo a los millones de jóvenes desempleados en las zonas urbanas y rurales. En la actualidad, por diversas razones, el empleo en muchos sectores manufactureros estaba amenazado, especialmente en los países de Asia y Africa. Aún no se había reconocido que la movilización de recursos económicos productivos era una máxima prioridad, y tampoco se observaba en los documentos de la Oficina una aceptación clara e inequívoca de este enfoque fundamental.
53. Otra cuestión que había que examinar era la política de personal de la OIT. Por ser una organización basada en el conocimiento, el servicio y el apoyo activo a sus mandantes, el éxito de la OIT iba a depender de la reorientación de sus políticas de personal en todos sus niveles, tanto en la sede como en el terreno. La Oficina de Actividades para los Empleadores (ACT/EMP) desempeñaba un papel fundamental, potenciando la capacidad de los interlocutores sociales, función que había que seguir desarrollando. Sin un programa de perfeccionamiento continuo del personal, el Director General iba a tener dificultades para aprovechar al máximo los recursos humanos de la OIT. Por otra parte, era necesario simplificar los procedimientos aplicados en los niveles superiores de dirección del programa IPEC. La función de los comités de dirección -- tanto nacionales como internacionales -- debía ser menos normativa y contribuir en mayor medida al control periódico de los proyectos con miras a utilizar sus resultados. Había que dar la máxima prioridad a estas medidas.
54. La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social había atribuido una gran prioridad a los programas de erradicación de la pobreza. La OIT tenía la obligación de desempeñar un papel principal en esta labor, y todavía había mejoras por realizar a fin de mejorar su actuación en este campo. La erradicación de la pobreza, la promoción del empleo y la protección del medio ambiente, problemas cuya solución tiene una importancia primordial para el futuro de la humanidad, debían figurar en primerísimo lugar entre los cuatro objetivos estratégicos. Los gobiernos debían desplegar esfuerzos redoblados para aliviar la pobreza, y el Director General debía tomar medidas urgentes para dar mayor presencia a los programas correspondientes. En particular, iba a tener que convencer a los Estados Miembros de la necesidad de tomar medidas inmediatas para dar por lo menos una oportunidad mínima de salir de la miseria a millones de personas en el mundo, en particular en Asia meridional y en el Africa subsahariana. Sólo emprendiendo acciones inmediatas iba la OIT a poder justificar su existencia ante las generaciones futuras.
55. El representante gubernamental de Croacia dijo que apreciaba los grandes esfuerzos que habían llevado a cabo la Oficina y el Equipo de Transición en la preparación de los nuevos documentos, que recogían todos los aspectos del debate que se celebró en la reunión del Consejo de Administración de noviembre de 1998. Todas las actividades comprendidas en el marco del mandato de la OIT quedaban descritas bajo cuatro objetivos estratégicos que abarcaban los temas más importantes en la problemática actual del desarrollo. Basándose en la defensa de los valores tradicionales de la OIT, el programa dejaba la posibilidad de que la Organización diera respuesta a nuevas demandas; era especialmente satisfactorio ver que las propuestas correspondían en gran medida a las actividades de seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social.
56. La palabra «desarrollo» era clave en la aplicación de este programa, y resultaba evidente que todos los objetivos estratégicos y programas InFocus iban dirigidos al logro de esa meta. Además, la creación de empleo se consideraba con acierto como una característica fundamental del desarrollo, y se había asignado el mayor volumen de recursos al objetivo estratégico núm. 2. Croacia compartía con otros muchos países en transición los problemas del desempleo creciente, y esperaba con ansia la iniciativa de la OIT encaminada a poner en práctica los programas InFocus sobre reconstrucción e inversiones que creen un gran número de puestos de trabajo. Por medio de la cooperación técnica, estos programas ayudarían a muchos países en sus esfuerzos por superar la crisis en el ámbito del empleo. Los programas de desarrollo se veían afectados también por las cuestiones de género, y las propuestas mostraban un oportuno compromiso con la igualdad entre hombres y mujeres, como uno de los indicadores de la eficacia de la Oficina en su búsqueda del desarrollo humano justo y sostenible. Los recursos destinados al Programa internacional de más y mejores empleos para la mujer, deberían asignarse en el marco del presupuesto, de modo que su ejecución no dependiera exclusivamente de las contribuciones de los donantes. Croacia apoyaba plenamente la estructura del presupuesto estratégico que se reflejaba en el volumen 1 de las propuestas de Programa y Presupuesto, pero lamentaba no poder expresar idéntica satisfacción respecto del volumen 2, que era en gran medida una repetición del contenido del documento presentado dos años antes. Era cierto que la Oficina no había dispuesto de tiempo suficiente para hacer nuevas propuestas, pero la discusión durante la presente reunión de la Comisión de Programa, Presupuesto y Administración debería dar renovados ímpetus para elaborar un nuevo documento en el que se reflejara una distribución más detallada de los recursos. Si no fuera posible completar un documento de este tipo antes de la reunión de la Conferencia, debería elaborarse para la reunión del Consejo de Administración de noviembre de 1999 a través de consultas permanentes con los mandantes. Ello exigiría que la Conferencia, al adoptar el presupuesto en estas circunstancias extraordinarias, autorizara al Consejo de Administración a discutir e introducir los cambios necesarios en el mes de noviembre.
57. Croacia, al igual que otros países de Europa central y oriental, consideraba que no se había prestado suficiente atención a los problemas ni a las necesidades específicas de los países de la región, y que no quedaban adecuadamente reflejados en el programa 280 (actividades prácticas para Europa y Asia Central). Debería reforzarse urgentemente este programa con arreglo a las necesidades específicas de cada país, y debería proporcionarse a los Estados Miembros todo el apoyo y la asistencia para luchar contra los problemas a los que se enfrentan.
58. El representante del Gobierno de Austria se mostró fundamentalmente de acuerdo con el contenido de las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. Estas propuestas se habían adaptado a muchos de los deseos y preocupaciones expresados por la mayoría de los Estados Miembros, ofrecían una mejor visión general y eran más transparentes. Dijo estar convencido de que el nuevo Director General desplegaría unos esfuerzos aún mayores durante el transcurso del año, y que se volvería a presentar ante el Consejo de Administración con cifras precisas y detalladas. La situación de este año era excepcional. Cabía lamentarse de que no se hubiera introducido en el presupuesto un ajuste para la inflación, especialmente si se considera la inmensa carga de trabajo que recae sobre la Organización.
59. El representante del Gobierno de Italia afirmó que los puntos de vista de su delegación ya habían quedado reflejados en la declaración pronunciada por el delegado del Canadá en nombre del grupo de los PIEM. Al tiempo que se sumaba plenamente a las expresiones de agradecimiento recogidas en dicha declaración, añadía que Italia era uno de los países que concedían más importancia a la aplicación generalizada de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. El empleo era un problema clave para la gran mayoría de los países, y destacó con interés que entre los cuatro objetivos estratégicos el mayor volumen de recursos se había asignado al empleo. Los esfuerzos de la OIT para hacer frente al grave problema del trabajo infantil también contaban con el apoyo incondicional de su delegación. Al referirse a la evaluación global del Programa, convenía asegurarse de que todos los recursos para el IPEC se destinaban a sus objetivos de la manera más eficaz. El documento de Programa y Presupuesto destacaba también una serie de cuestiones que no siempre se habían presentado debidamente, quizá porque se daban por supuestas. Probablemente la más importante era la de los recursos humanos: no siempre resultaba fácil disponer del hombre o la mujer adecuada en el lugar adecuado; se acogía con agrado la indicación relativa al pleno aprovechamiento de las competencias. Para terminar, hizo referencia al Centro de Turín, indicando que Italia siempre le había prestado un apoyo firme, por estar convencida de la importancia fundamental que reviste la formación profesional; además el Centro había desempeñado un papel importante en las actividades de la OIT dentro del sistema de las Naciones Unidas. Como miembro del Consejo del Centro y como representante del país anfitrión, formulaba una invitación abierta al Director General para que visitara el Centro.
60. El representante del Gobierno de Polonia felicitaba al Director General por la preparación de las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. Suponían un punto de partida adecuado para hacer frente a los futuros retos de la Organización y de sus Estados Miembros en el cambio de milenio. Expresó la esperanza de que la ejecución del programa se llevaría a cabo de manera eficaz y con éxito.
61. La formulación y determinación de cuatro objetivos estratégicos resultaba apropiada, teniendo presente que muchos de los programas actuales y previstos tenían carácter interdisciplinario, lo cual significaba que trascendían la actual división estructural de la Oficina. También era importante el hecho de que el documento expusiera una descripción de las actividades previstas por regiones. Se agradecían las indicaciones claras acerca de las necesidades de los Estados que se convertirían en miembros de la Unión Europea en el futuro, especialmente en lo que atañe a la adaptación de la legislación nacional a las exigencias de la UE. El documento indicaba también, con acierto, que era necesario reforzar la colaboración entre la OIT y la Unión Europea. Este reforzamiento debería influir de manera positiva sobre la mejora de la financiación y la ejecución de los programas de cooperación técnica.
62. Expresó su agradecimiento por el énfasis dedicado a la protección social en su más amplio sentido. Hasta la fecha, la OIT se había centrado principalmente en las cuestiones relativas a la seguridad social y a sus implicaciones sociales y financieras, pero en este documento podía hallarse un enfoque global sobre las cuestiones de protección social. Esto reflejaba los conceptos presentados durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, teniendo presente el hecho de que, en el año 2000 tendría lugar en Ginebra un período especial de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas para revisar las actividades emprendidas a fin de llevar a la práctica las conclusiones de la Cumbre.
63. Respecto a los problemas internos de determinados Estados de la región de Europa central y oriental, el interés creciente de la OIT respecto de cuestiones tales como las relativas a las personas discapacitadas, a la asistencia social y al fortalecimiento de sus estructuras, a los grupos vulnerables (como los niños y las personas de edad), así como las relativas a las condiciones de trabajo, merecían toda su aprobación. Expresó la esperanza de que las actividades de la OIT en este ámbito tan delicado fueran no sólo más eficaces sino también más globales.
64. Una serie de cuestiones relacionadas con el empleo y el mercado de trabajo (y sobre todo con el papel de las pequeñas y medianas empresas en la creación de nuevos empleos), había sido objeto de mucha insistencia. Todos estos proyectos merecían un apoyo incondicional, en especial el programa relativo a la financiación y microfinanciación de las empresas y cooperativas. Su país se mostraba muy interesado en las actividades propuestas en relación con la creación de un sistema nacional de recopilación y análisis de los datos relativos al trabajo infantil, actividades que llevaría a cabo el IPEC, y había afirmado en repetidas ocasiones que estaba dispuesto a colaborar activamente en el marco de este programa.
65. El representante del Gobierno de la India felicitó al Director General y a su equipo por los documentos de Programa y Presupuesto, y se mostró complacido por el proceso de consulta establecido por el Director General y su Equipo de Transición ya antes de tomar posesión de su cargo. Los documentos sometidos a la Comisión reflejaban de manera evidente las preocupaciones del Director General, y merecía todo su apoyo la introducción de un presupuesto estratégico y de una nueva presentación de las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. La elaboración de un presupuesto estratégico revestiría mayor importancia en la medida en que la OIT se preparaba a definir de nuevo sus prioridades con arreglo a los cuatro objetivos estratégicos y los ochos programas InFocus. Se justificaba plenamente el énfasis sobre las cuestiones de empleo ante las condiciones económicas por las que atraviesan muchos países de todo el mundo.
66. Sin embargo, para que la OIT se enfrente de manera eficaz al círculo vicioso creado por el desempleo creciente, el aumento de la pobreza y el incremento de las tensiones sociales, sería necesario asignar recursos adicionales para los programas sustantivos y de actividades prácticas. Además, teniendo presentes los compromisos contraídos durante la Cumbre Social de Copenhague en relación con el pleno empleo y la eliminación de la pobreza, era necesario dar mayor realce a estos objetivos estrechamente vinculados entre sí, y era necesario reforzar los correspondientes programas InFocus. La OIT no podía enfrentarse sola a todos los problemas relacionados con la creación de empleo; en consecuencia, resultaba fundamental la colaboración entre los países y entre los organismos multilaterales, ambos bajo los auspicios del sistema de las Naciones Unidas y de las instituciones de Bretton Woods.
67. En relación con la creación de empleos, acogió con especial agrado la importancia concedida a las obras públicas que emplean un coeficiente elevado de mano de obra, a las empresas del sector no estructurado y a las microempresas, y a los programas de creación de ingresos para la población global. El proceso de seguimiento y evaluación de los resultados en el marco de un presupuesto estratégico permitiría lograr una gestión eficaz de los programas y recursos. Los resultados de tales evaluaciones (indicadores de resultados, logros y deficiencias) deberían compartirse periódicamente con los mandantes. La propuesta de una asignación amplia en relación con los objetivos estratégicos era una idea excelente, que daría la flexibilidad necesaria a la asignación de gastos para los distintos programas dentro de los objetivos generales.
68. Los programas InFocus, tal y como se contemplan en el primer objetivo de eliminación del trabajo infantil, requerían el desarrollo de un enfoque sistemático. Si bien se acogía con agrado el recurso al IPEC como instrumento operativo en la lucha contra el trabajo infantil, el documento presupuestario hacía referencia a un enfoque sectorial que, por desgracia, había sido propiciado por muchos donantes. Ello podría socavar la pertinencia de los esfuerzos desarrollados por la OIT en los países en desarrollo que no estuvieran dispuestos a aceptar las diferencias establecidas por los donantes que no se refirieran a las modalidades de trabajo infantil que entrañen mayor explotación. A este respecto, el Director General se había referido acertadamente en su introducción a los peligros de las especificidades establecidas por los donantes. El documento de presupuesto debería abordar la cuestión de la diferencia creciente entre las estrategias y las realidades sobre el terreno, que tenía como resultado una repercusión dispersa y marginal de los programas del IPEC, y se sumó a la declaración del coordinador del grupo de Asia y el Pacífico a este respecto. Se había unificado la asignación de recursos de cooperación técnica para los cuatro objetivos estratégicos; en consecuencia, la Comisión no se encontraba en situación de evaluar la cantidad de recursos asignados a las actividades de cooperación técnica. No obstante, el documento facilitaba tales detalles respecto de la asignación de recursos extrapresupuestarios a la cooperación técnica, y sería útil que se incluyera esta información relativa a la cooperación técnica con cargo al presupuesto ordinario en los documentos que se presentaran en junio y en noviembre.
69. El representante del Gobierno de la Federación de Rusia expresó su satisfacción por las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, dotados de nueva presentación y que representaban un paso importante hacia la elaboración de un presupuesto estratégico. La nueva modalidad presupuestaria permitiría aumentar la transparencia y claridad al presentar las actividades programáticas de la Organización y para propiciar los resultados esperados. La versión final del presupuesto se lograría con los resultados de la labor desarrollada durante la presente reunión del Consejo de Administración y durante la reunión de la Conferencia en junio, así como con las cifras concretas para los programas y el presupuesto. En cuanto al nivel del presupuesto, debería basarse en un crecimiento nominal cero. En relación con los llamados aumentos de los costos, no habría que sobreestimarlos y en el futuro deberían ser abserbidos por el presupuesto de base.
70. También acogía con satisfacción los esfuerzos desarrollados por la Oficina para lograr una economía de los recursos y también una planificación más transparente de los llamados incrementos de costos, que podían absorberse en el marco del presupuesto.
71. El representante del Gobierno de Suecia se sumó a la declaración del grupo de los PIEM. Felicitó al nuevo Director General y le dio las gracias (a él y a la Oficina) por el excelente documento que habían presentado, al que no se podía hacer justicia en pocos minutos. Al referirse a la elaboración de un presupuesto estratégico, a los centros de excelencia y a una prioridad atendiendo a la dimensión, reforzó la declaración del grupo de los PIEM según la cual la base misma para un presupuesto estratégico era un sistema de evaluación, seguimiento y presentación de informes que funcionara adecuadamente. El presupuesto sometido implicaba un cambio del énfasis en la OIT y en las Naciones Unidas, y el desarrollo de un sistema de evaluación apropiado llevaría tiempo a la Oficina y al Consejo de Administración. Lo cierto era que sin este sistema no podía existir un presupuesto estratégico, pero la Comisión debería estar dispuesta a cumplir con sus responsabilidades en el proceso destinado a transformar la OIT en una organización basada en los resultados y no en el volumen o el procedimiento.
72. Se desprendía claramente de las propuestas que la OIT estaba actuando en régimen de mercado. La historia de los servicios multilaterales estaba repleta de ejemplos de organismos que habían creado sus propias ventajas comparativas. El caso más claro era el del Banco Mundial, como organismo líder en la cooperación técnica. En muchos ámbitos en los que los organismos de las Naciones Unidas se consideraban protegidos por mandatos de esta Organización, las ventajas comparativas o los centros de excelencia en el mercado altamente competitivo de los servicios internacionales se habían configurado a largo plazo -- tal y como señalaba el Director General -- por los resultados y servicios que prestaban, y no por mandatos jurídicos, tradiciones o componendas vacías.
73. Por último, las dos cuestiones interrelacionadas de alcance general que se recogían en el presupuesto eran del agrado de su delegación, que estaba especialmente complacida por lo afirmado en relación con el desarrollo en el párrafo 18, y que deseaba conocer las intenciones concretas de la Oficina a ese respecto. El concepto de desarrollo era complejo y amplio, y esperaba que la Oficina se orientase hacia un enfoque más global e integrado de esta cuestión. Pero era evidente que, partiendo de la base de que no podrían abordarse todos los objetivos de manera simultánea, habría que establecer algunas prioridades sobre la secuencia de acción necesaria para alcanzar los objetivos. La OIT tenía que decidir lo que debería hacerse en primer lugar y qué objetivos o tipos de acción eran en realidad requisitos previos para los demás. Se podrían citar muchos ejemplos pasados en los que la OIT se había centrado en objetivos fáciles o en actividades que gozaban de popularidad, diciendo que abordaría más adelante las cuestiones más difíciles, que solían ser de carácter institucional. Con esta manera de proceder había mostrado que no sabía reconocer los aspectos complementarios fundamentales.
74. Pero la dilapidación de los recursos sólo podía evitarse con un análisis previo a la acción. La OIT tenía que aprender algo importante del sector empresarial. Una buena estrategia empresarial trataba de identificar los cuellos de botella y de resolver los problemas que obstaculizaban el éxito. Ello exigía un enfoque inmediato y sin prejuicios. El Director General había elaborado un documento que supondría un reto para la Comisión en la discusión de las actividades de la OIT para el bienio 2000-2001.
75. El representante del Gobierno de Bangladesh felicitó a la Oficina por el excelente documento presentado y apoyó los puntos de vista expresados por el coordinador del grupo de Asia y el Pacífico. Las propuestas de Programa y Presupuesto suponía un paso adelante en la realización de los objetivos de la OIT de garantizar la justicia social en el lugar de trabajo. También suponían un paso adelante en relación con el deseo del nuevo Director General de hacer de la OIT una organización moderna y dinámica que combinara la flexibilidad con una visión estratégica de su misión. El logro de los cuatro objetivos estratégicos descritos en el documento constituiría un hito en la historia de la lucha de la OIT para llevar a la práctica las normas fundamentales del trabajo en los Estados Miembros.
76. En este documento también ocupaban un lugar destacado ocho programas internacionales InFocus. La aplicación estricta de estos programas era absolutamente necesaria para la protección económica de los trabajadores, y en especial la de los trabajadores vulnerables de los países en desarrollo. El empleo productivo propiciaba la reducción de las desigualdades de todo tipo basadas en el sexo, la raza, los ingresos y otros factores, por lo que el empleo y la creación de empresas revestía una importancia primordial. Bangladesh estaba dispuesto a trabajar con la OIT para lograr el objetivo de la igualdad de género, que es un factor fundamental del desarrollo humano sostenible. La aplicación del Programa y Presupuesto que ahora se proponía contribuiría sustancialmente a promover y concretar los principios y derechos fundamentales en el trabajo, y esto a su vez consolidaría la democracia, la igualdad, la eficiencia económica y el crecimiento sostenible, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados. Ello constituiría un logro notable, y haría falta un entendimiento internacional del más alto orden para institucionalizar estos valores. Le complacía que el documento no sólo enunciara un programa de erradicación progresiva del trabajo infantil, sino que también pusiera de relieve el diseño y la aplicación de programas a gran escala con plazos definidos para erradicar el trabajo infantil. También tomaba nota con satisfacción de que el IPEC seguiría proporcionando el asesoramiento y la asistencia técnicos que hicieran falta a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores, y prepararía planes de acción nacionales y sectoriales. Como parte de otros programas para promover un empleo decoroso y apoyar a las familias, este programa InFocus buscaba también establecer programas de protección social para proporcionar alternativas para los niños afectados y sus familias. Tenía la convicción de que sólo proporcionando una rehabilitación apropiada a los niños que trabajan y a sus familias se podrían alcanzar progresos en la erradicación del trabajo infantil.
77. En el documento se daba importancia, con acierto, a la promoción de las empresas y al desarrollo de los recursos humanos como elementos fundamentales para alcanzar los objetivos de un empleo productivo, niveles de vida decorosos, integración social y económica, desarrollo personal y desarrollo social. El alivio de la pobreza era un programa prioritario en países en desarrollo tales como Bangladesh, y se estaban promoviendo programas que incluían el desarrollo de las calificaciones y de la formación, programas de microcrédito y otros apoyos a las pequeñas empresas, incentivos para la inversión y subvenciones. Obviamente, la capacidad de la OIT para prestar cooperación técnica para la recuperación y la reconstrucción era un elemento necesario, pero no bastaba por sí mismo. Otro elemento igualmente importante era la transferencia real de asistencia oficial al desarrollo de los países desarrollados a los países en desarrollo.
78. El representante del Gobierno de Indonesia apoyaba la declaración que había efectuado el coordinador del grupo de Asia y el Pacífico. Asimismo, acogía con agrado el enfoque del presupuesto estratégico, que hacía hincapié en los cuatro objetivos principales de las propuestas. La cuestión de crear empleos, en la cual la OIT debía desempeñar un papel importante, siempre había tenido una gran prioridad en su país. Las políticas activas de mercado del trabajo, particularmente en los países en desarrollo, habían cobrado aún más importancia debido a la naturaleza de la economía mundial de hoy, que había cambiado sustancialmente, en particular por la manera en que había influido en la mundialización y en sus efectos sobre la sociedad y el mercado de trabajo.
79. Indonesia también atribuía gran importancia a la manera en que se aplicarían los programas de cooperación técnica de la OIT previstos en las propuestas. Debía impartirse una dirección clara a estas actividades de promoción, no sólo para mantener la coherencia de los programas, sino también para ocuparse de las causas fundamentales prestando asistencia a los países Miembros para atender sus necesidades específicas. El posible aumento de los fondos extrapesupuestarios de la Organización para financiar los proyectos de cooperación técnica era motivo de preocupación debido a que los peligros de la especificidad que entrañaba el recurso a donantes, tal como lo mencionó el Director General, también eran motivo de preocupación, pero confiaba en que con las propuestas formuladas se abordaría de manera adecuada la cuestión de los programas de cooperación técnica y de su aplicación.
80. El representante del Gobierno de Alemania apoyaba sin reservas la declaración del portavoz del grupo de los PIEM. Expresaba su más sincero reconocimiento y gratitud al Director General y a todos aquellos que habían trabajado en el Programa y Presupuesto. Daba las gracias al Director General por las aclaraciones que había efectuado en su declaración introductoria, dos días antes.
81. En sus inicios históricos la democracia parlamentaria significó que los monarcas absolutistas tuvieron que renunciar al derecho exclusivo de adoptar decisiones acerca de los gastos y, para el proceso de consulta existía un sistema de comisiones en los parlamentos elegidos democráticamente. Su tarea consistía en llevar a cabo una labor detallada para asegurarse de que los gastos previstos por los gobiernos estaban justificados. Esta Comisión era una comisión presupuestaria del Consejo de Administración y le correspondía llevar a cabo esas mismas tareas con las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. De hecho, sólo podía tener una visión y un control limitados de todas estas tareas debido a que la información disponible no era suficiente. Ninguna comisión presupuestaria de ningún parlamento electo quedaría satisfecha con las cifras presentadas a esta Comisión. La Comisión tenía que llevar a cabo esta tarea en noviembre. No tenía sentido presentar estas cifras ante la Comisión de Cuestiones Financieras de la Conferencia en junio porque no era una comisión tripartita. Y para repetir esta discusión en noviembre, la presente Comisión tenía que contar con la autorización expresa de la Conferencia.
82. En la página 4 del volumen 2 había un cuadro con los gastos propuestos y un análisis de los aumentos y disminuciones de los programas. Las aclaraciones habían sido muy confusas, y no estaba nada claro por qué los ahorros netos de los costos mencionados en el párrafo 143 del volumen 1 no podían incluirse en las estimaciones para el bienio 2000-2001 del cuadro. Valdría la pena contar con una presentación más transparente.
83. El representante del Gobierno de Hungría se mostró muy satisfecho y estaba de acuerdo con el nuevo enfoque de la preparación del documento, que contenía los temas principales divididos en cuatro bloques de programas estratégicos, cada uno de los cuales tenía varios programas InFocus que reflejaban claramente las principales prioridades de las actividades de la OIT. Apoyaba plenamente las asignaciones propuestas según las cuales casi el 40 por ciento de los recursos se destinarían al tema más importante, el desarrollo del empleo. Estos objetivos estratégicos eran de particular importancia para los países de Europa central y oriental debido a que en toda esa zona había muchos problemas que resolver en relación con el empleo. Además, sería sumamente útil que la OIT pudiera examinar de qué manera se podía aumentar su contribución al proceso de adhesión de esos países a la Unión Europea, por ejemplo, sobre la base de análisis de experimentos anteriores. En el marco del segundo objetivo estratégico, apoyaba plenamente el objetivo operativo de formular políticas y programas de desarrollo de las empresas favorables al empleo, y acogió con sumo agrado el programa InFocus para fomentar el empleo destinado al desarrollo de las pequeñas empresas. Esta sería una de las máximas prioridades del Gobierno húngaro en los próximos años.
84. En el volumen 1 había una clara estructura de la estrategia de la OIT para el próximo bienio, pero en el volumen 2 era muy difícil encontrar programas específicos, por ejemplo, programas de desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, y también había muy poca información sobre el presupuesto. Las propuestas debían presentar los objetivos en términos de programas específicos, resultados claros y créditos asignados, definidos a partir de discusiones con los mandantes. Sólo una nueva descripción de los programas de este tipo permitiría ultimar las propuestas de Programa para 2000-2001.
85. El representante del Gobierno de Francia manifestaba su aprecio a las propuestas de Programa y Presupuesto, que señalaban un nuevo punto de partida de la OIT al concentrarse en objetivos estratégicos, y señalaba la excelente colaboración entre el Equipo de Transición y los funcionarios de la OIT, que había tenido como resultado la elaboración de un documento de excelente calidad. La preparación del presupuesto forma parte de un amplio proceso de cambios y reformas, incluso reformas estructurales, y exige flexibilidad en relación con reglas y procedimientos.
86. El orador suscribía los cuatro objetivos propuestos por la Oficina y deseaba que se tradujesen de manera concreta y mensurable (es decir, con un reparto preciso de las masas presupuestarias y con un desglose por objetivos operativos) en el documento que se discutiría en noviembre. Francia era un firme apoyo de la OIT y de su labor, y en relación con el presupuesto total lo importante no era la cifra total ni las asignaciones de recursos a tal o cual actividad de la Organización, sino la pertinencia de los distintos programas, su calidad y su permanencia.
87. Por lo que atañe a los recursos extrapresupuestarios, suscribía sin reservas la propuesta del Director General según la cual los proyectos de cooperación técnica financiados con cargo a fuentes extrapresupuestarias no se pondrían en marcha hasta que las actividades que en ellos se contemplen no estén claramente en relación con los objetivos estratégicos y operativos, y hasta que la Oficina no disponga de una sólida base de conocimientos y de una financiación con cargo al presupuesto ordinario. Finalmente, el orador se asociaba a las intervenciones precedentes que habían insistido en el seguimiento y evaluación de este presupuesto estratégico, especialmente a través del sistema MERS.
88. El representante del Gobierno de la República Islámica del Irán dio todo su apoyo al concepto de un presupuesto estratégico, y felicitó al Director General y a su personal por haber introducido un cambio tan importante en la presentación. El presupuesto estratégico permitía que el Consejo de Administración y la Conferencia vieran el objetivo y la lógica de las distintas actividades, pero este paso importante no era más que eso, un primer paso. Ahora se contaba con las herramientas necesarias para discutir los distintos programas y actividades de manera más centrada y productiva, y deseaba que se introdujeran otras mejoras en el momento oportuno. Dio su apoyo a los cuatro objetivos estratégicos, pero parecía haber cierta duplicación por lo que se refería a los programas InFocus. La discusión de los objetivos operativos y de los programas InFocus constituía una innovación, debido a que el objetivo del presupuesto estratégico era permitir una mejora continua del enfoque y de la eficacia de distintas actividades. Las dos cuestiones interdepartamentales del desarrollo y el género tenían la más alta prioridad. Respaldaba el hecho de que se mantuviera un crecimiento cero, aunque la manera en que se gastaba el dinero era más importante que cuánto dinero se gastaba.
89. Por último, en relación con la adopción de este Programa y Presupuesto, la OIT estaba en una situación excepcional debido al reciente cambio de Director General, pero la obtención de resultados era más importante que seguir estrictamente los procedimientos presupuestarios habituales. Concluía su declaración reiterando su aprecio por los importantes pasos y cambios introducidos tanto en la presentación como en el contenido de este Programa y Presupuesto.
90. El representante del Gobierno de la Argentina dio las gracias al nuevo Director General y a su equipo por el excelente trabajo realizado al elaborar los documentos presentados a la Comisión. En el volumen 1 se exponían de manera elocuente y clara los objetivos estratégicos y operativos que guiarían la labor de la Organización durante el próximo bienio. El Director General había efectuado una aportación valiosa al definir cuatro objetivos estratégicos, que no sólo expresaban un consenso básico y universal entre los miembros de la Organización sino que también resumían las actividades en un mundo que exigía de la OIT una actuación clara, eficaz y coherente.
91. El volumen 2 correspondía al período de transición que la OIT estaba experimentando y seguramente sería útil examinarlo en noviembre si podían introducirse ajustes que lo pusieran más a tono con el volumen 1. Por ejemplo, sería posible establecer programas InFocus que concentraran recursos en las prioridades de cada objetivo principal. La intención de integrar los valores de género y de desarrollo en todos los distintos objetivos y estrategias merecían todo su respaldo.
92. Un tema muy importante descrito en el proyecto de Programa y Presupuesto era la evaluación de las actividades y del personal. El Director General debía seguir trabajando para definir y refinar los indicadores que permitirían que la OIT evaluara con criterios objetivos de referencia los resultados y los efectos de sus programas.
93. Respecto a las sumas globales asignadas para cada objetivo estratégico, sería más lógico que se partiera de la contribución hecha por las distintas unidades en bienios anteriores al logro de los objetivos. Sin embargo, el Director General podría considerar la necesidad de efectuar ajustes como una función de las reformas y de la nueva estructura de la Oficina, porque sería conveniente conservar un margen de flexibilidad en este campo, a fin de permitir posibles ajustes en la distribución de los recursos entre los cuatro objetivos estratégicos en el documento final que se ha de presentar a la Comisión en la reunión de noviembre de 1999 del Consejo de Administración.
94. Un nuevo Director General de la OIT, la alta calidad de las propuestas de Programa y Presupuesto para el bienio 2000-2001 y la futura aplicación del seguimiento de la Declaración garantizarían que la OIT entrara en el siglo XXI con los recursos y las energías necesarios para hacer frente a los retos y las oportunidades extraordinarias que tienen ante sí.
95. El representante gubernamental de los Estados Unidos acogía favorablemente el nuevo enfoque estratégico aplicado a la presentación del Programa y Presupuesto de la OIT y felicitaba al Director General, a la Oficina y al Equipo de Transición por su trabajo. Se habían desplegado notables esfuerzos en un período corto para recoger en el documento las recomendaciones formuladas por el Consejo de Administración el pasado mes de noviembre. Dijo que apoyaba vigorosamente la nueva presentación, con la que se trataba de exponer claramente las actividades programáticas de la OIT, ubicándolas en el contexto de los objetivos estratégicos y operativos que las guiaban. Indicó que su Gobierno suscribía plenamente la declaración hecha por los países del grupo de los PIEM. La falta relativa de detalles en el Programa y Presupuesto, así como de las asignaciones correspondientes a las partidas detalladas para el mes de noviembre, era excepcional y obedecía a las dificultades propias del período de transición en curso. Quedaba entendido que la información que se presentase en noviembre sería sometida a decisión, y que en esa futura reunión habría que pasar revista a las cifras correspondientes a las asignaciones presupuestarias globales.
96. Le parecía que promover y cumplir los principios y derechos fundamentales en el trabajo, crear mayores oportunidades para las mujeres y los hombres a fin de que dispongan de unos ingresos y de un empleo decorosos, ampliar la cobertura y la eficacia de la protección social para todos y fortalecer el tripartismo y el diálogo social eran, por cierto, objetivos estratégicos adecuados para orientar la labor de la OIT. Los programas InFocus propuestos, de carácter intersectorial, eran un concepto interesante, cuya puesta en práctica se esperaba con entusiasmo. También merecían un decidido apoyo los planes del Director General de aplicar un sistema de control y evaluación que permita garantizar que los programas se formulen, que la financiación se asigne y que los gastos se aprueben con arreglo a metas precisas, a resultados claramente definidos y a indicadores de logro mensurables. Deseaba conocer los detalles en noviembre.También consideraba muy acertada la importancia que desde un comienzo se atribuía en este presupuesto a la cooperación con los demás organismos de las Naciones Unidas y con las instituciones financieras internacionales. Era evidente que la OIT iba a tener oportunidades para trabajar estrechamente con organizaciones homólogas en otros campos y con respecto a problemas y proyectos de gran variedad que exigían óptimas capacidades técnicas para el logro de resultados provechosos. En este contexto, cabía recordar que era necesario actuar con prudencia, y que la OIT no debería tratar de ocuparse de todos los problemas del mundo, sino de concentrar sus actividades en las esferas comprendidas en su mandato y de acuerdo con sus prioridades y competencias técnicas. Por ejemplo, las cuestiones tales como la educación para el cuidado de la salud repreductora deberían dejarse a otras instancias. Con gran visión de futuro, en el Programa y Presupuesto se reconocía que la OIT es una Organización cuya labor se basa en los conocimientos, los servicios y el apoyo activo, y que como tal debe potenciar sus capacidades en las esferas de su competencia institucional y profesional, incrementando en forma sustancial su presencia en todo el mundo.
97. El nivel general del presupuesto era exactamente el mismo que se había fijado para el bienio 1998-1999, lo que merecía la más completa aprobación. Los Estados Unidos mantenían su compromiso de cumplir sus obligaciones para con las organizaciones internacionales en general, y con la OIT en particular. Se estaban haciendo gestiones ante el Congreso para lograr una fórmula aceptable de pago de las cotizaciones atrasadas, medidas que confiaba iban a permitir que los Estados Unidos se pusiesen al día en sus contribuciones a OIT y a otras organizaciones internacionales. Tenía la mejor disposición para trabajar conjuntamente con el Director General en el examen de los pormenores del Programa y Presupuesto, y quería, una vez más, felicitar al Director General, la Oficina y el Equipo de Transición por los esfuerzos desplegados para elaborar y proponer un presupuesto viable.
98. El representante gubernamental de Swazilandia felicitó al Director General y a su equipo por los documentos presentados. El contenido de las propuestas traducía fielmente el sincero compromiso del Director General, respaldado por el personal de la Oficina en la sede y en el terreno, de elevar a la OIT a un nivel que iba a demostrar a los Estados Miembros y al mundo que la OIT es, sin lugar a dudas, un centro de excelencia en su esfera de competencia. Suscribió los comentarios de los oradores que le precedieron y en particular del coordinador del grupo africano, quien había subrayado las principales preocupaciones de toda la región de Africa.
99. En el párrafo 9 de la introducción del Director General figuraba una oferta que tanto Africa como Asia y el Pacífico difícilmente podían rechazar. Era una pena que tal oferta no se hubiese hecho antes. Africa y la región de Asia y el Pacífico iban, sin duda, a dar su respaldo a las propuestas en cuestión. Africa, y especialmente su región subsahariana, adolecían de numerosos problemas sociales, entre los que se destacaban las elevadas tasas de crecimiento demográfico y de desempleo. La amenaza de la pandemia del VIH-SIDA pesaba sobre toda la región subsahariana meridional. Por otra parte, la crisis financiera de Asia tenía efectos tan devastadores y extensos que ponía en peligro a todas las regiones, por lo que la OIT debería adoptar medidas correctoras con carácter inmediato en sus ámbitos de competencia técnica, a fin de hacer frente a los problemas que se abatían sobre los países en crisis.
100. Las propuestas de presupuesto hechas por el Director General, en la medida en que correspondían a objetivos estratégicos y a objetivos operativos, abrían la posibilidad de dedicar recursos a la solución de los problemas que afectaban a estas regiones, que esperaba estuviesen pronto bajo control. En las propuestas también se daba prioridad a la asignación de créditos para el logro de objetivos estratégicos con respecto al empleo, la protección social y la aplicación de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, y se mencionaba en forma específica un nuevo programa de cooperación técnica dedicado a actividades de capacitación en Africa. No obstante, era lamentable que más de diez países africanos hubiesen quedado excluidos de dicho nuevo programa. De esta manera, se privaba a millones de hombres y mujeres, y también a sus hijos, de la oportunidad de recoger los beneficios de esta actividad de cooperación técnica, simplemente porque sus países no habían contado con la asistencia de la OIT para completar a tiempo la formulación de sus objetivos nacionales. Definir los objetivos nacionales había sido siempre un requisito que los Estados Miembros debían cumplir para tener derecho a recibir la asistencia de la cooperación técnica. No obstante, dado que los países interesados no tenían una capacidad propia para elaborar los objetivos por país, consideraba que el Director General debía intervenir a fin de que recibiesen la ayuda correspondiente durante los diez meses que quedan de 1999, pues de otra forma millones de hombres y mujeres iban a perder oportunidades de mejorar su situación en el próximo bienio. Las perspectivas de contar con mayores recursos financieros eran escasas, habida cuenta de que la OIT estaba funcionando con arreglo a un crecimiento presupuestario igual a cero; ello confirmaba que sería muy útil que el Director General pudiese destinar a estos países la ayuda necesaria para terminar la preparación de sus objetivos nacionales.
101. El representante gubernamental de Malasia felicitó al Director General por la aplicación de este nuevo enfoque estratégico a la preparación de las propuestas de Programa y Presupuesto. La nueva metodología le parecía más centrada y global, y al respecto compartía los conceptos vertidos por el coordinador de los miembros de la región de Asia y el Pacífico. Quedaba de manifiesto la importancia que la OIT atribuía a la cuestión de la creación de empleo, como lo indicaba la asignación del 37 por ciento de sus recursos a esta actividad en el próximo bienio. La cuestión del empleo había cobrado una importancia cada vez mayor en la región de Asia y el Pacífico, puesto que varios países en los que durante años había existido una situación de pleno empleo se veían enfrentados hoy a tasas de desempleo superiores al diez por ciento, como consecuencia de la crisis financiera. Los despidos y las reducciones de plantilla masivas habían contribuido a agravar este fenómeno, que concretamente había empujado a millones de personas a vivir en condiciones por debajo del umbral de la pobreza. El aumento de los recursos dedicados al empleo, que se elevaban a más de un 37 por ciento del total del presupuesto, estaba plenamente justificado; tal contribución podía ser incluso más significativa si una parte importante de estos recursos pudiera destinarse a la región de Asia y el Pacífico por intermedio de los mecanismos de asistencia técnica. Sin lugar a dudas, dicho aumento de recursos iba a allanar el camino para lograr una mayor armonía en las relaciones laborales, y un mejor funcionamiento del tripartismo.
102. La representante gubernamental del Japón manifestó su satisfacción por el trabajo hecho por la Oficina en la introducción de un nuevo concepto de objetivos estratégicos que servirá para orientar la definición de las necesidades prioritarias. La formulación de estos objetivos estratégicos en cuatro campos le parecía congruente con los resultados de los debates de la última reunión del Consejo de Administración, y coincidía con las preocupaciones que animaban a su propio Gobierno. Dijo que apreciaba en particular que en todas las esferas de actividad de la Oficina se incorporasen consideraciones relativas a la igualdad entre hombres y mujeres y a las necesidades del desarrollo; también valoraba altamente la introducción de los programas InFocus -- claramente vinculados con los objetivos estratégicos --, y el mantenimiento del principio de crecimiento presupuestario nulo. La Oficina debía seguir esforzándose por reducir los gastos, gracias a una gestión más eficaz y a una acción centrada en los programas prioritarios. Tal como lo habían señalado ya otros oradores, el control y la evaluación eran mecanismos importantes, por lo que sería interesante disponer pronto de las propuestas detalladas acerca del nuevo sistema de control y evaluación.
103. El procedimiento de preparación del presupuesto propuesto por el Director General para el bienio 2000-2001 era muy poco habitual, puesto que estaba previsto que fuese la Conferencia y no el Consejo de Administración quien lo aprobase en definitiva. Sin embargo, podía aceptarse excepcionalmente que el presupuesto sea aprobado de esta manera, habida cuenta de que se estaba revisando la estructura presupuestaria en su conjunto, y a condición de que el Director General mantuviese la comunicación y las consultas al respecto con los miembros del Consejo de Administración. Por último, consideraba que sería útil recibir algunas aclaraciones en cuanto a qué tipo de información adicional podía entregarse en la Conferencia en el mes de junio, qué podría decidirse en esa oportunidad y qué elementos se iban a dejar para que el Consejo de Administración adoptase decisiones al respecto en su reunión de noviembre. La Oficina también debería presentar, a la mayor brevedad, las asignaciones presupuestarias previstas a nivel de programa así como las cifras que permitiesen comparar las propuestas presupuestarias con el presupuesto correspondiente al bienio en curso. Para terminar, manifestaba su reconocimiento y apoyo al trabajo que había realizado la Oficina en el plazo sumamente corto de que había dispuesto para la elaboración de las propuestas.
104. El representante gubernamental de China valoraba el carácter conciso y preciso de las propuestas de presupuesto, que en vísperas del nuevo milenio revestían una gran importancia para el desarrollo y la orientación de la OIT. El proceso de mundialización de la economía, la revolución tecnológica y otros factores estaban induciendo cambios radicales en el mundo del trabajo. La OIT tenía que hacer frente a una dura competencia de parte de otras organizaciones, y para asegurar su supervivencia tenía que prestar servicios satisfactorios y de gran calidad a sus mandantes, adecuar en forma más dinámica sus objetivos estratégicos y sus programas a las necesidades ordinarias del mundo, y fomentar así el desarrollo económico y el progreso social. También manifestó su apoyo al mantenimiento del crecimiento cero.
105. Había que reforzar los objetivos estratégicos y los programas técnicos, en particular el empleo y la capacitación, el desarrollo de la pequeña empresa, las políticas de ampliación de la seguridad social y las cuestiones relativas a la igualdad entre hombres y mujeres. También debían ser objeto de tratamiento prioritario la promoción del empleo y la reducción de la pobreza, por cuanto se trataba de aspectos fundamentales vinculados con la propia filosofía de la OIT. Estos eran en la actualidad los problemas más graves que se planteaban al mundo del trabajo, cuya solución era indispensable para garantizar en forma efectiva el respeto de los derechos básicos de los trabajadores y el progreso social.
106. También apoyaba la propuesta que figura en el párrafo 125 sobre la evaluación de los resultados que se han obtenido en las regiones y la revisión de la estructura orgánica regional de la OIT, que mencionaba en particular el examen del ámbito geográfico de los equipos multidisciplinarios. Mediante estas acciones, se podrían mejorar las actividades regionales de la OIT y ofrecer unos servicios más satisfactorios a sus mandantes. Como se había indicado ya en diversas ocasiones, la región de Asia y el Pacífico abarca un vasto territorio, con mucha población. La capacidad de los tres equipos multidisciplinarios que actualmente se ocupan de esta región es insuficiente para atender todas sus necesidades, por lo que la propuesta hecha en noviembre pasado de crear nuevos equipos multidisciplinarios en algunas regiones debía quedar claramente incorporada en el presente Programa y Presupuesto.
107. Otra propuesta que merecía pleno apoyo era la contenida en el párrafo 135, sobre el desarrollo de una capacidad de reacción rápida de la OIT. En su calidad de organización internacional con competencias técnicas únicas, la OIT debía ser capaz de reaccionar rápidamente en períodos de cambios sociales y económicos bruscos, disponiendo a tal efecto de una reserva de fondos suficiente. Terminó diciendo que apoyaba la propuesta del Director General de potenciar el rendimiento de las actividades programáticas mejorando los actuales métodos de control y evaluación.
108. El representante gubernamental del Reino Unido felicitó al Director General y a su equipo por la presentación de un documento de presupuesto estratégico considerablemente más legible que los documentos correspondientes a otros bienios. La estructura de las propuestas de presupuesto era más lógica, con unos objetivos operativos claramente vinculados a los objetivos estratégicos y con decisiones de financiación oportunas que se desprendían de tales objetivos operativos. Había que seguir aplicando el régimen de crecimiento nominal presupuestario cero, y reasignar cada vez que fuese posible los eventuales ahorros a las actividades programáticas sustantivas. No se trataba de que el esfuerzo por lograr una mayor eficiencia y ahorros tuviese por objeto recortar el volumen general del presupuesto de la Organización, sino simplemente de poder reasignar recursos a esferas de actividad prioritarias. En síntesis, el Gobierno del Reino Unido acogía con satisfacción la posibilidad de aprobar un presupuesto de crecimiento nominal cero de 481.050.000 dólares, en el que se destinaba un volumen mayor de recursos a las actividades programáticas prioritarias.
109. El Director General había pedido que la formulación del presupuesto se hiciese con la debida flexibilidad, habida cuenta de las circunstancias excepcionales en que tenía lugar este ejercicio. A juicio del representante gubernamental del Reino Unido, había que apoyar esta solicitud. No obstante, en el caso de que hubiese que aprobar en el mes de junio un presupuesto no totalmente detallado, ello debía quedar sujeto a ciertas condiciones. En primer lugar, había que insistir en que era una situación que no debía repetirse. En esta ocasión, el Consejo de Administración podía esperar hasta noviembre para conocer el presupuesto detallado; en cambio, para los ciclos presupuestarios futuros, la documentación presupuestaria estratégica debía ser presentada a la reunión de marzo del Consejo de Administración, en forma suficientemente pormenorizada y con indicadores de logro cuantificables, a fin de que dichas propuestas sean aprobadas el mes de junio siguiente. En segundo lugar, en el supuesto de que haya que esperar hasta noviembre para conocer los detalles del presupuesto, en la correspondiente reunión del Consejo de Administración tendría que presentarse alguna forma de «punto que requiere decisión».
110. De un análisis algo más detallado de las propuestas contenidas en los documentos presentados por la Oficina se desprendía que las cuatro asignaciones presupuestarias globales correspondientes a los principales objetivos de la Organización se basaban en gran medida en los actuales niveles de gasto. Sin entrar en detalles demasiado específicos por ahora, se entendía que en noviembre, cuando se propongan las cuantías indicativas definitivas, tendrá que haber una redistribución significativa de los recursos, destinándose más créditos al primer objetivo estratégico, a saber, «promover y cumplir los principios y derechos fundamentales en el trabajo». Habían quedado fuera de las cuatro asignaciones presupuestarias globales principales los servicios de gestión general, los órganos normativos y otras partidas presupuestarias, lo que significaba que, en principio, de un presupuesto total de 481 millones de dólares se iban a gastar 124 millones en actividades que no estaban directamente relacionadas con los objetivos estratégicos en el sentido de que se debería disponer de alguna forma de indicador a largo plazo que permitiese formarse una idea global de la cuantía de la financiación con cargo al presupuesto ordinario y a fuentes extrapresupuestarias. Asimismo, era importante asegurar que los fondos procedentes de fuentes extrapresupuestarias se gastasen en forma coherente con los objetivos generales de la Organización. Esto era en particular importante en relación con la delicada cuestión de las actividades de seguimiento de la Declaración. Había que seguir trabajando hasta la reunión de noviembre, para disponer de indicadores de logro cuantificables en relación con la actividad programática.
111. Por último, dijo que debía ponerse en práctica un mecanismo eficaz de control y de evaluación, que permitiese calibrar la medida en que durante el bienio se diese cumplimiento a los indicadores de logro. Coincidía con otros oradores anteriores en que ésta era una piedra angular de la preparación de un presupuesto estratégico. Sin embargo, estas observaciones no debían ocultar el hecho de que, valoradas en conjunto, las propuestas de presupuesto constituían una mejora sustancial con respecto a los ejercicios anteriores. El Gobierno del Reino Unido se preparaba con entusiasmo a trabajar conjuntamente con el Director General y la Oficina en los meses venideros, a fin de ultimar los detalles de este ambicioso proyecto.
112. La representante gubernamental de Cuba felicitó al Director General y a su equipo por la excelente calidad y la innovadora factura del documento que contenía con las propuestas de Programa y Presupuesto para el próximo bienio. Si se tomaban en consideración las circunstancias excepcionales del período de transición en que se habían redactado las propuestas, había que poner de relieve la apropiada flexibilidad que caracterizaba este documento. Disponer de una clara definición conceptual iba a resultar muy provechoso para las discusiones futuras de las propuestas de presupuesto que tienen lugar en el mes de marzo, y en particular iba a facilitar la adopción por la Conferencia de decisiones más precisas y detalladas en el mes de junio. Estaba satisfecha de la formulación de los cuatro objetivos estratégicos, y también de los programas InFocus, que ponían de relieve las prioridades en el marco de cada objetivo estratégico. Unos y otros estaban en armonía con el mandato de la Organización. La promoción del empleo y la protección social eran objetivos estratégicos que ya habían sido subrayados en la Cumbre Social de Copenhague, por lo que la OIT tenía que seguir insistiendo en la adopción de las medidas necesarias para su logro. El actual proceso de mundialización de la economía tenía repercusiones negativas en el empleo y en los niveles de vida de los trabajadores, y por ende, la lucha contra el desempleo y por la mitigación de la pobreza podía contribuir a establecer un marco propicio a la realización de los objetivos fundamentales de esta Organización.
113. Promover la ratificación de los convenios fundamentales por aquellos países que aún no los han ratificado es una iniciativa de la OIT a la que habría que dar prioridad para lograr la plena aplicación de la Declaración. Manifestó que apoyaba las actividades encaminadas a erradicar el trabajo infantil y a fomentar la igualdad entre trabajadores y trabajadoras. También le parecía atinado que en todos los programas se incorporasen consideraciones de género, a fin de reforzar la aplicación cabal del principio de igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, pensaba que sería útil indicar en forma más clara cómo y en qué medida había que vincular las actividades de cooperación técnica con el cumplimiento de los objetivos estratégicos de los programas InFocus, y los objetivos por países, habida cuenta de que éstos debían desempeñar una función esencial en en la eficacia de la cooperación técnica. La posibilidad de revisar los objetivos por país iba a aumentar la eficacia de las actividades de los equipos multidisciplinarios. El crecimiento nominal cero del presupuesto no implicaba necesariamente que se hiciesen recortes en los recursos asignados a las actividades prioritarias, sino que apuntaba a lograr una mayor eficiencia en la evaluación de los programas y en la forma en que se realizaban los objetivos de éstos. Así, se podrían conseguir ahorros y destinarlos a promover el logro de los objetivos estratégicos. Cuba tenía completa confianza en el Director General y su equipo y confiaba en que podrían hacer las aclaraciones que se habían pedido a fin de que se pudiesen adoptar las propuestas de Programa y Presupuesto, con los ajustes eventuales que sean necesarios para atender las preocupaciones manifestadas por los miembros de la Comisión.
114. El representante gubernamental de la República de Corea felicitó al nuevo Director General y a la Oficina por la formulación, por primera vez en la historia de la OIT, de un presupuesto estratégico que daba una orientación clara a las propuestas de Programa y Presupuesto para el bienio 2000-2001. Los objetivos estratégicos relativos a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, el empleo, la protección social y el diálogo social eran los temas fundamentales que debían guiar el trabajo de la Oficina durante el próximo bienio. Desde la celebración de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, en 1995, habían tenido lugar intensos debates sobre las medidas de seguimiento, especialmente en la Comisión de Desarrollo Social de las Naciones Unidas, y se había puesto en claro que, habida cuenta de los problemas que se plantean en muchos países del mundo entero, estos debates debían centrarse en la promoción del empleo, la protección de los grupos vulnerables y el fomento del bienestar social. Ante las vastas proporciones que están adquiriendo el desempleo y la pobreza, no cabía duda de que la máxima prioridad correspondía a la creación de empleo. En la coyuntura actual, había que dedicar mayores esfuerzos y recursos a la búsqueda de soluciones al problema del desempleo, con miras a preservar la dignidad humana y consolidar una base firme para dar una mejor protección a los trabajadores. Indicó que en Asia vive hoy una tercera parte de los pobres del mundo, y que muchos países de la región están agobiados por graves crisis financieras y económicas. Estaba claro, pues, que la OIT tenía que prestar una mayor atención y dedicar un mayor apoyo a la mitigación de la pobreza y a mejorar la situación del empleo en la región. Por otra parte, la OIT tenía también que ampliar sus programas de cooperación regional en el campo de la creación de empleo y del desarrollo de los recursos humanos, aumentando las asignaciones presupuestarias destinadas a los programas de mitigación de la pobreza. Además, la OIT debía actuar con mayor dinamismo en el ámbito de la asistencia técnica y los servicios de asesoramiento, aprovechando plenamente la política de asociación activa y la capacidad de los equipos multidisciplinarios. Cuando llegara el momento de cerrar las propuestas de presupuesto, la Oficina debería: asignar más recursos a fin de que sus actividades tengan una mayor pertinencia y utilidad en relación con las situaciones concretas y las necesidades de los Estados Miembros; organizar el intercambio de información sobre los avances logrados en la consecución de las metas previstas; acelerar la descentralización de las actividades de la OIT y dar una importancia prioritaria a la formación de redes regionales de intercambio de información; y consolidar el sistema de control propuesto, a fin de garantizar la transparencia de los manejos presupuestarios y permitir la adopción de medidas flexibles y oportunas de ajuste del presupuesto y de modificación en los niveles de gasto.
115. La representante gubernamental de Egipto dio las gracias al nuevo Director General y a su equipo por los documentos presentados a la Comisión. Suscribió las opiniones manifestadas en nombre del grupo africano, y se felicitó por las nuevas orientaciones dadas a las propuestas de presupuesto. Dijo que era sumamente importante fijar objetivos estratégicos desglosables en objetivos prácticos, cuyos resultados pudiesen evaluarse. La Organización debía concentrarse de preferencia en la promoción de programas de desarrollo y la búsqueda de soluciones para lograr la igualdad entre hombres y mujeres. Por supuesto, el desarrollo económico y social seguía estando en el centro de las actividades de la OIT; había que prestar una atención prioritaria a las necesidades específicas de los países en desarrollo que se esforzaban por crear nuevas oportunidades de empleo y por erradicar la pobreza. Consideraba acertada la propuesta del Director General de dedicar más atención a Africa y Asia, habida cuenta de que estos dos continentes tenían una urgente necesidad de dotarse de programas de desarrollo. Se debía intensificar el diálogo y la cooperación entre la OIT y los demás organismos internacionales competentes; la comunidad internacional en su conjunto tenía la responsabilidad de poner en práctica sus compromisos.
116. En la reunión de la Conferencia de la OIT, en junio próximo, iba a ser necesario examinar en forma más pormenorizada la cuestión de la cooperación técnica; en la preparación del documento definitivo del presupuesto debían tomarse en consideración los últimos datos disponibles. Los programas de cooperación técnica seguían siendo el pilar fundamental de la Declaración de la OIT, la que a su vez debía servir para promover la ratificación de los convenios fundamentales, inclusive el convenio relativo a la lucha contra el trabajo infantil. La política de asociación activa revestía un gran valor, y su promoción iba a necesitar un aporte suplementario de recursos financieros; para que tal política dé resultados concretos, había que traducir los objetivos por país en programas operativos que se integren en la cooperación técnica, con arreglo a los objetivos estratégicos. De conformidad con las decisiones del Consejo de Administración, era preciso reforzar la función de las oficinas regionales y de los equipos multidisciplinarios, destinando más expertos a estos últimos, y en especial al equipo multidisciplinario que se ocupa del Norte de Africa. Habida cuenta de que se mantenía la política de crecimiento presupuestario igual a cero, era especialmente reconfortante comprobar que los recursos destinados a Africa habían aumentado en una pequeña medida; con todo, se necesitaba más apoyo técnico para ayudar a los países de la región a hacer frente a las consecuencias del ajuste estructural y de la mundialización.
117. También merecían firme apoyo las actividades de defensa de los derechos de los trabajadores por lo que se refería a la seguridad y la salud en el trabajo, a la mejora de las condiciones de trabajo y a la ampliación de la protección social. El tripartismo es un rasgo único de la OIT, y como tal ha sido la fuerza motriz del diálogo social que caracteriza su trabajo. Esto se ha reflejado en la estrategia adoptada por el Centro de Turín para el período 1996-2000, la que se basa en la aplicación de una metodología pedagógica fiable e innovadora orientada a desarrollar las competencias y los recursos humanos y a potenciar las capacidades para incrementar las actividades de cooperación técnica.
118. La Oficina debería empeñarse seriamente en el análisis de los problemas sociales y económicos de la actualidad así como en el estudio de las repercusiones que la mundialización tiene en el mundo del trabajo. La OIT debe esforzarse por mantenerse al corriente de los avances tecnológicos que se registran en todo el mundo si quiere tener la capacidad para actuar en las situaciones de crisis que hoy se producen con tanta frecuencia. Tal vez sería útil que la OIT desarrolle una estrategia de relaciones públicas orientada a conseguir que se comprenda mejor su labor y la magnitud de las actividades que lleva a cabo buscando soluciones a los problemas relativos al empleo y luchando por erradicar problemas sociales como el trabajo infantil.
119. La representante del Gobierno de Finlandia elogió al Director General, a su equipo y a la Oficina por la claridad de los objetivos y la orientación de las propuestas. La impresión general que causan es un buen presagio para la credibilidad y la notoriedad de la Organización. Expresó su apoyo a la declaración formulada por el grupo de los PIEM, y aseguró al Director General que su enfoque contaba también con el pleno apoyo de su Gobierno, pues respondía a sus expectativas al aumentar la transparencia y reforzar la dirección. En particular en el párrafo 21 del volumen 1 se exponen las angustias y ansiedades muy graves de la mayoría de la gente, de los trabajadores y de los desempleados en el mundo entero. Para tratar estas cuestiones con eficacia la OIT necesita desarrollar una capacidad independiente para analizar la evolución mundial, abordar los problemas de un modo integrado y comprender las características del contexto en el que ha de aplicarse su asesoramiento en materia de política.
120. El representante del Gobierno del Brasil acogía con satisfacción el documento, que exponía las expectativas y opiniones que se habían expuesto en las discusiones que se habían celebrado en la reunión anterior del Consejo de Administración. Valoraba también la claridad y la objetividad del documento y celebraba el énfasis puesto en los cuatro objetivos estratégicos así como la presentación de sus prioridades en el marco del concepto de los programas InFocus. Apoyaba la propuesta de crecimiento cero para el Programa y Presupuesto, pues tiene en cuenta las graves limitaciones financieras y presupuestarias a las que se enfrentan muchos Estados Miembros.
121. En todas las actividades de la Organización debería integrarse la prioridad que se daba a las cuestiones de desarrollo y de género. Asimismo, es necesario atender la cuestión de la promoción del empleo y las cuestiones conexas, que son muy importantes, como la creación de puestos de trabajo, la mejora del sector no estructurado, la formación profesional, el empleo de los jóvenes y el aumento de la calidad y del número de empleos para las mujeres. De los cuatro objetivos estratégicos, el empleo es el que recibe la mayor cantidad de recursos. El orador estuvo de acuerdo con el énfasis puesto en esta actividad así como también con la flexibilidad del plazo para ultimar el Programa y Presupuesto, y esperaba que el documento se presentara en noviembre con cifras más precisas y objetivos claros para los programas de cooperación técnica.
122. El representante del Gobierno de México recordó que la presentación de un presupuesto estratégico se basa, por un lado, en la práctica habitual de la Oficina de elegir elementos mencionados en las discusiones de la Comisión durante las reuniones anteriores del Consejo de Administración y, por otro lado, en la concepción, la experiencia y el deseo del nuevo Director General de aplicar una nueva fórmula a fin de mostrar los criterios sobre los cuales se basa el presupuesto de manera más accesible. Este objetivo ha sido plenamente alcanzado con la presentación del documento, en particular con el volumen 1. El orador felicita al Director General y a su equipo así como a toda la Oficina, pues esta óptica permitirá que la discusión de las diferentes etapas del presupuesto sea más clara. La introducción de los programas InFocus permitirá una mejor interacción con los mandantes de la Organización, lo que a su vez permitirá lograr los mejores resultados posibles. La propuesta relativa al seguimiento de los resultados del programa es muy positiva y garantizará buenos resultados en términos de calidad y transparencia.
123. A pesar de que tres de los ochos programas InFocus abarcan la creación de empleos, estuvo de acuerdo con otros muchos delegados que estimaban que era necesario aumentar aún más los recursos que habían de gastarse en los programas relacionados con el empleo. Para muchos países esta cuestión revestía una alta prioridad, y el objetivo principal debiera ser gastar más recursos para luchar contra el desempleo y la pobreza, tratar en particular las cuestiones del empleo de los jóvenes y la formación en los ámbitos en los cuales el desempleo y el subempleo son muy importantes. Las cuestiones relativas al género y al desarrollo han sido debidamente tenidas en cuenta, y forman parte de los objetivos estratégicos y las prioridades del programa.
124. El orador apoyó el planteamiento del Director General, según el cual la Organización sólo debería participar en proyectos de cooperación técnica cuando disponga de una sólida información y cuando el financiamiento pueda hacerse con cargo al presupuesto ordinario. La financiación con recursos extrapresupuestarios debería corresponder plenamente a los objetivos estratégicos fijados por la Organización, y el Director General tenía razón en señalar el peligro de verse implicada en condiciones que podrían ser fijadas por los donantes sobre la base de sus intereses particulares lo que podría conducir al debilitamiento de las actividades de cooperación técnica.
125. El representante del Gobierno de Sudáfrica apoyó la declaración formulada en nombre del grupo africano y felicitó al Director General por la forma muy imaginativa y profesional en que él y su eficiente equipo habían presentado las propuestas de Programa y Presupuesto para el bienio 2000-2001. Mediante ese presupuesto, el Director General había señalado los retos de capital importancia a los que la OIT deberá enfrentarse en el próximo milenio. Este presupuesto es visionario y constituye una base sólida para las actividades futuras de la Organización. Pasar de 39 programas principales a cuatro objetivos estratégicos tiene por objeto desarrollar una estrategia central para la Organización y no reducir los programas considerados. Debería seguirse un enfoque multidisciplinario en lugar de un enfoque paso a paso para poner en práctica esos objetivos, y es muy importante recordar durante ese proceso que hay que modificar la estructura de la dirección. Estuvo de acuerdo con la necesidad de desarrollar una rápida capacidad de respuesta para tratar las crisis ya que los sistemas de alerta rápida ayudarían a los países en desarrollo a reducir los costos provocados por acontecimientos imprevistos. La reciente crisis financiera ha demostrado la necesidad de tales sistemas en el plano mundial. La OIT debería colaborar con otras organizaciones multilaterales de modo de ayudar a los países que sufren dificultades y fomentar un amplio enfoque en el que participen otras organizaciones a fin de desplegar la mayor cantidad de recursos posibles en situaciones de crisis. Asimismo, el orador celebró el aumento de recursos para los programas regionales, en especial para Africa. Ese gesto (aunque simbólico) se recibe con beneplácito, pues ayudará a los países de Africa y a otros países en desarrollo en sus esfuerzos para mitigar la pobreza y el desempleo.
126. Su Gobierno compartía la intención del Director General de transformar a la OIT en una Organización moderna, dinámica y con capacidad de adaptación. Las realidades del mundo de hoy determinaban que la OIT tuviese que mostrar permanentemente su función, el impacto de sus programas y -- más importante aún -- su pertinencia. Buena parte de esta renovación debería incluir el examen sistemático de algunos procedimientos burocráticos en materia de organización, que posiblemente hubiesen impedido responder a tiempo y con eficacia a los súbitos cambios ocurridos en el mundo. Este proceso de cambio debería observarse en los órganos rectores de la Organización, en particular en la composición del Consejo de Administración.
127. La insistencia en el desarrollo más bien que en la funcionalidad que el Director General ha mostrado en estas propuestas tiene una importancia fundamental, puesto que su propósito es incorporar las cuestiones relativas al desarrollo y al género en las actividades de la OIT. Los programas InFocus permitirán hacer grandes progresos respecto de los objetivos estratégicos y operacionales de la Organización, dado su potencial para acrecentar la conciencia y la notoriedad de la labor realizada por la OIT. El volumen 2 es una presentación útil de las propuestas de Programa y Presupuesto que abarcan el buen gobierno, los programas de la sede, los programas regionales, los servicios de apoyo y los servicios de gestión, aunque resultaría útil que presentara además una explicación del papel que desempeña la estructura exterior de la OIT (es decir las oficinas de zona y los equipos multidisciplinarios) en el sistema general. La Oficina está descentralizando su acción, y por consiguiente deberían desarrollarse los párrafos que describen sus estructuras exteriores.
128. Durante la 273.ª reunión del Consejo de Administración, varias delegaciones, incluida la del orador, habían declarado preferir los 23 programas de acción que la Oficina había propuesto. Al parecer estos programas de acción han desaparecido o han sido incorporados en otros programas y, de ser éste el caso, deberían haberse destacado en las propuestas presentadas. Por último, el orador declaró que su delegación apreciaba la transparencia con la que se había realizado el presupuesto y expresaba el deseo de que en el futuro ocurriera lo mismo.
129. El representante del Gobierno de España apoyó la declaración formulada anteriormente en nombre de los países del grupo de los PIEM. Dijo también que en el párrafo 90.20 del volumen 2 se menciona una publicación muy apreciada, la Enciclopedia de Seguridad y Salud en el Trabajo, cuya cuarta edición en inglés se actualizará en breve y cuya versión francesa se publicará acompañada de un CD-ROM. Esta información debería completarse agregando que también existe una versión en español. Se ha firmado un acuerdo específico sobre cooperación en materia de publicaciones entre la Organización Internacional del Trabajo y el Gobierno de España. En virtud de este acuerdo, el Ministerio de Trabajo de España compartirá la responsabilidad y la financiación de la producción de la versión en lengua española de la Enciclopedia. Unos meses antes se habían publicado los dos primeros volúmenes de la versión española. Se habían enviado ejemplares al anterior Director General y a varios altos funcionarios de la Organización. La versión española de los dos volúmenes siguientes se publicaría en breve. Esta información era interesante y útil, no sólo para los gobiernos sino también para las organizaciones de trabajadores y de empleadores. En la América Latina de lengua española, ciertas organizaciones de empleadores y de trabajadores utilizan con frecuencia esta versión de la Enciclopedia.
130. El representante del Gobierno de Nigeria apoyó la declaración formulada en nombre de los países de la región africana y se unió a los oradores que felicitaron al Director General por presentar las propuestas de Programa y Presupuesto para el bienio 2000-2001 con excelentes innovaciones. La claridad y la transparencia de las propuestas demuestran la visión que el Director General tiene del futuro de la OIT.
131. La OIT debería adoptar medidas más visibles, fidedignas y eficaces mediante la mejora del rendimiento interno, de modo que la Organización lograra una mayor visibilidad entre sus mandantes de las Naciones Unidas. Los países en desarrollo harían lo posible para colaborar en este proceso. Nigeria elogiaba al Director General por los esfuerzos que había llevado a cabo, no sólo velando por que Africa tuviese una parte justa, sino también incrementando la asignación total destinada a Africa, a pesar de que el presupuesto estaba basado en un crecimiento cero. La prioridad propuesta para Africa debería aplicarse meticulosamente, y el orador apoyaba la idea de que los programas prioritarios que debían seguirse para Africa se elaborasen en función de los objetivos por país en el marco de los cuatro objetivos estratégicos, concediendo especial atención a la aplicación del programa Empleos para Africa y al fomento del tripartismo y del diálogo social. Pidió que se proporcionaran recursos adicionales para el Centro de Turín y el Centro Regional Africano de Administración del Trabajo (ARLAC), para poder hacer frente a los desafíos que supone la gran necesidad que Africa tiene de aumentar sus capacidades nacionales. Terminó asegurando a la Comisión que Nigeria continuaría apoyando la gran labor de la OIT.
132. El representante del Gobierno de Chile felicitó al Director General y a su equipo por la presentación del documento. En poco tiempo, habían realizado un excelente trabajo, con nueva presentación y nueva estructura. La definición de los objetivos estratégicos constituía la principal ventaja del documento, que resultaba más claro y era más fácil de leer y analizar.
133. La segunda ventaja consistía en que el documento consideraba el presupuesto un poderoso instrumento de gestión. La elaboración de los objetivos estratégicos daba lugar a que se pudiera estudiar el alcance de su aplicación y repercusiones. En el futuro ayudaría a establecer los indicadores de gestión o de rendimiento para los diversos programas, mejorando así su transparencia. Ayudaría además a planificar el presupuesto más eficazmente, y a medir no sólo la cantidad de gastos sino también el modo en que se incurre en ellos y su eficacia. Con estos objetivos estratégicos, los mandantes podrían evaluar hasta qué punto es eficaz el gasto de la Organización, que se trata de un importante control en la fase de ejecución presupuestaria y que sólo se puede realizar por la estructura basada en objetivos estratégicos con que se presentó el presupuesto. Su delegación compartió plenamente los objetivos. Esto no sólo se debió a que fueran más claros o reflejaran la opinión mayoritaria, sino también a que los objetivos estratégicos deberían reflejar en un momento concreto la misión de la OIT. Los objetivos estratégicos no constituían un fin en sí mismos para la OIT, sino que habían sido establecidos en un momento concreto y en circunstancias concretas, para reflejar la misión de la Organización. El Director General había descrito claramente dicha misión en el párrafo 22, que mostraba que todos los objetivos estratégicos estaban vinculados indisolublemente a la misión histórica actual de la OIT, a las puertas del siglo XXI. Los programas InFocus también reflejaban los objetivos estratégicos y la misión de la Organización, e incluían informaciones adicionales de gran utilidad. Apoyaba la asignación de recursos tal y como estaba descrita en las propuestas de Programa y Presupuesto, así como la continuación del régimen de crecimiento nominal cero. Estas propuestas eran mucho más transparentes y ya sólo esto contribuiría a que se lograran los objetivos estratégicos.
134. El representante del Gobierno de Colombia felicitaba al Director General por las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. Se trataba de un documento claro y conciso, basado en un enfoque estratégico para el próximo milenio. Las cuestiones principales que se contenían en dicho documento eran las siguientes: el fomento de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, la creación de nuevas oportunidades para generar un empleo decoroso y para aumentar los ingresos de los trabajadores, la mejora de la protección social y el aumento del tripartismo y del diálogo social. Estas cuestiones revestían gran interés, no sólo para los países en desarrollo sino también para todos los Miembros de la OIT. En una economía mundializada, la OIT había demostrado ser capaz de afrontar los problemas de un modo integrado y de luchar por la justicia social, la dignidad en el trabajo y la redistribución de la riqueza.
135. Colombia reconocía y apoyaba la necesidad de flexibilidad presupuestaria, dado que algunas medidas necesitaban aún ser revisadas por el Consejo de Administración, como el sistema de seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, la política de asociación activa, las estructuras de cooperación técnica y el nuevo convenio contra el trabajo infantil. La flexibilidad también era importante para que la Organización pudiera responder rápidamente a situaciones inesperadas e importantes. Por tanto, era esencial que tuviera lugar un proceso constante de consultas para mantener el enfoque estratégico del Programa y Presupuesto actual, así como para aumentar la cooperación con los países en desarrollo y los países en crisis.
136. La OIT estaba realizando un importante esfuerzo por mejorar el uso de sus recursos en un régimen de crecimiento cero. El modo en que se había estructurado el presupuesto hacía hincapié en dos cuestiones de particular importancia, a saber, la creación de mejores oportunidades para hombres y mujeres de modo que puedan lograr un empleo aceptable y aumentar sus ingresos, y la mejora de la protección social para todos. Estas eran las cuestiones que debían considerarse para tratar de solucionar los principales problemas relacionados con el trabajo a los que se enfrenta el mundo al final de este siglo. Aunque sería preferible que aumentaran los recursos destinados a los programas regionales, había producido gran satisfacción constatar que se mantenía la asignación para gastos especiales, al objeto de hacer frente a circunstancias inesperadas que puedan tener lugar en el transcurso del bienio.
137. El representante del Gobierno del Perú consideraba que el Director General y su equipo habían ofrecido un excelente documento de propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. Este documento subrayaba cuatro objetivos estratégicos, claramente definidos, y los programas InFocus: el modo en que se había redactado el documento aumentaba su inteligibilidad, transparencia y eficacia. Reflejaba los objetivos de la OIT y de sus mandantes, y consideraba asimismo el clima económico general. El representante del Gobierno del Perú apoyaba el énfasis que se había dado a la evaluación e introducción de temas tan importantes como la mujer y el desarrollo, y se mostró de acuerdo con la necesidad de establecer un horario flexible en esta ocasión, para aprobar el Programa y Presupuesto.
138. El representante del Gobierno de Eslovaquia felicitaba al Director General por el documento redactado con la ayuda del Equipo de Transición y de la Oficina. El nuevo enfoque, que contaba con cuatro objetivos estratégicos, reflejaba los deseos de los Estados Miembros de la OIT y sería un instrumento de gestión de gran utilidad en el próximo bienio. No obstante, se habían presentado ciertos inconvenientes en las propuestas, que deberían corregirse en momento oportuno. Como ya habían mencionado los representantes de Croacia, Polonia y Hungría, la situación económica y social en los países en transición de Europa oriental era especialmente complicada. Necesitaban colaborar de un modo más activo en los programas técnicos y regionales, y esto debería reflejarse en una asignación presupuestaria más elevada para esta región.
139. La representante del Gobierno de Uganda se unió a la declaración hecha en representación del grupo africano, y felicitó al Director General y a su Equipo de Transición, así como a la Oficina, por las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. El documento era de fácil manejo y estaba bien centrado, reflejando la visión que el Director General tenía de la OIT para el principio del próximo milenio. Debería continuar el espíritu de transparencia con la aplicación del programa y debería caracterizarse por un continuo diálogo con las diferentes partes. Al expresar su apoyo por los cuatro ámbitos prioritarios y por la importancia de los objetivos estratégicos, la representante del Gobierno de Uganda elogió la introducción de las cuestiones sobre la mujer en los futuros programas de la OIT y consideró que esta actitud constituía un paso en la dirección correcta.
140. Africa sigue siendo actualmente una región que cuenta con una carga de la deuda muy elevada, bajos índices de inversión, poca productividad, rápido crecimiento de la población, elevado índice de desempleo y creciente pobreza. Los gobiernos estaban realizando serios esfuerzos para adaptar sus economías a un entorno general de cambio, pero la OIT desempeñó un papel importante al ayudarles a hacer frente a los desafíos de una nueva economía mundial. Agradeció el aumento de recursos, por pequeño que fuera, destinado a los programas regionales, y coincidió en que las causas subyacentes (tanto estructurales como sociales) de los problemas sociales generales no podrían solucionarse únicamente con instrumentos de política o con el apoyo de cooperación técnica de la OIT. Se necesitaría el esfuerzo concertado de todas las partes afectadas para poder solucionar los problemas de las diferentes regiones, y la OIT debería reforzar la cooperación con las instituciones de Bretton Woods y con organismos de las Naciones Unidas para poder crear un entorno adecuado para la asistencia técnica con objeto de obtener los mejores resultados. Felicitó la iniciativa adoptada por el Director General para la OIT con objeto de desarrollar una capacidad independiente para analizar las tendencias generales, y la capacidad para atender a las necesidades de los mandantes. Un análisis adecuado de la cooperación técnica y del uso adecuado de la naturaleza tripartita única de la OIT contribuiría en gran manera a conseguir los cuatro objetivos estratégicos establecidos por el Director General.
141. El representante del Gobierno de Namibia se mostró de acuerdo con la postura de Africa y se unió a otros ponentes que habían apoyado totalmente la iniciativa del Director General de presentar un presupuesto en función de los objetivos estratégicos. Apoyó los cuatro objetivos estratégicos, pero indicó que se debería conceder más importancia al empleo, en particular a la creación de empleo y a la reducción de la pobreza. Con respecto a este objetivo estratégico se mencionaron los efectos de la mundialización, pero no recibieron la suficiente atención los efectos negativos de dicha mundialización, es decir, las medidas para poder hacer frente a los mismos. Era importante observar que la mundialización en algunos aspectos despreciaba los objetivos principales de la OIT, como la generación de empleo, la reducción de la pobreza, etc., y que la OIT, junto con otras instituciones, debería establecer un presupuesto para estrategias específicas con objeto de hacer frente a las restricciones en masa, así como a las necesidades posteriores de personal calificado y de formación y otras consecuencias de la mundialización.
142. Su propio país está experimentando algunas de las consecuencias negativas de la mundialización, como el crecimiento del desempleo, la pobreza persistente y el aumento de las diferencias entre pobres y ricos. Otros países se encuentran en una situación similar, y la OIT debería dedicar más recursos a brindarles asistencia.
143. El objetivo operativo respecto a la creación de capacidad era lo suficientemente importante, pero el problema de muchos países en desarrollo consistía en mantener a los que ya habían sido formados. Para ello debería concederse más importancia a un enfoque orientado a mejorar y a mantener la base de conocimientos en los países en desarrollo. El Centro de Turín podría desempeñar un importante papel en dicho programa.
144. Mantener durante demasiado tiempo un crecimiento cero del presupuesto daría lugar a una tendencia en la que cada vez más objetivos y proyectos estratégicos debieran subvencionarse mediante recursos extrapresupuestarios. Convendría que la Oficina se mantuviese firme y no accediese a los deseos de los donantes que tuviesen prioridades distintas de las de la OIT.
145. El representante del Gobierno del Pakistán felicitó al Director General y a su personal por la presentación de un nuevo enfoque del Programa y Presupuesto de la OIT para el bienio 2000-2001, en particular por asignar casi un 30 por ciento del presupuesto total a programas orientados a la promoción del empleo. Las asignaciones a las regiones se han distribuido de un modo casi equitativo a las tres regiones principales, y aunque esto se basó probablemente en criterios tales como la población, la geografía, los ingresos per cápita, los niveles de desempleo, el analfabetismo, número de proyectos disponibles, etc., la base de dichas asignaciones necesitaba describirse de un modo más detallado en las propuestas presupuestarias que se considerarán más adelante.
146. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, formuló las siguientes observaciones en relación con el primer objetivo estratégico y los derechos fundamentales en el trabajo. Señaló que los miembros trabajadores hubieran apreciado que el documento hubiese recordado que el reconocimiento efectivo por parte de los Estados Miembros de los principios y derechos fundamentales en el trabajo constituía un compromiso que se había asumido por medio de una votación que obliga a todos los gobiernos.
147. Añadió que la ratificación y aplicación estricta de los siete convenios fundamentales y la abolición progresiva del trabajo infantil, comenzando por la eliminación de las peores formas de este trabajo son objetivos muy encomiables, cuya consecución era necesario evaluar periódicamente junto con los progresos logrados.
148. Señaló también que las propuestas de Programa y Presupuesto ya no hacían referencia a la posible creación de una oficina para garantizar el seguimiento de la Declaración.
149. Dijo que los miembros trabajadores acogían favorablemente la propuesta de dos programas estratégicos tendentes a promover y aplicar los principios y derechos fundamentales en el trabajo, así como a conseguir la erradicación progresiva del trabajo infantil. Expresó la esperanza de que el diálogo de la OIT con las instituciones financieras regionales e internacionales abarque igualmente a las demás organizaciones internacionales tales como la OMC, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, la UNCTAD, el PNUD, etc. A este respecto, pidió al Director General que vele por que se respete el compromiso que figura en el párrafo 4 de la Declaración de Singapur sobre la colaboración con la OMC.
150. Por otra parte, pidió que la OIT emprenda un programa intensivo de investigación sobre los efectos y las consecuencias de la mundialización y proponga medidas para que esta mundialización de la economía pueda aportar beneficios y ventajas a los trabajadores y a sus familias.
151. Manifestó la satisfacción con que su Grupo de Trabajo había acogido el que el Director General promoviera la ratificación y la aplicación de los siete convenios fundamentales y pusiera de relieve la necesidad de que los países que todavía no habían ratificado estos convenios dieran efecto a los principios y derechos fundamentales reafirmados en la Declaración. Apoyó la propuesta de un estudio sobre el impacto del mecanismo de control de la OIT en el ámbito de la libertad sindical, que debería publicarse con motivo del 50.º aniversario del Comité de Libertad Sindical. Habría deseado que en el documento se dejara constancia de graves violaciones comprobadas de los derechos fundamentales. Añadió que los miembros trabajadores no dudaban de que el Director General manifestaría claramente su determinación de luchar contra la violación sistemática de los derechos sindicales.
152. En lo que respecta a la erradicación progresiva del trabajo infantil, el Sr. Blondel insistió en la necesidad de que los gobiernos hagan respetar la legislación sobre la edad mínima de admisión al empleo, y precisó que la pobreza no puede explicar por sí sola el empleo de 150 millones de niños. Pidió que los gobiernos reaccionen enérgicamente contra los empleadores que utilizan el trabajo de los niños.
153. El Sr. Blondel finalizó su intervención destacando la necesidad de emprender un estudio sobre la mundialización y las empresas multinacionales, que permita determinar sus implicaciones y consecuencias en la aplicación de las normas fundamentales. En relación con el trabajo forzoso, lamentó que el documento no hiciera referencia al Convenio núm. 29. Por otro lado, insistió mucho en el párrafo 37, y a este respecto recordó la importancia que atribuyen los trabajadores al Convenio sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo), 1976 (núm. 144) y la necesidad de una legislación y práctica nacionales para cumplir con las normas del trabajo.
154. El Sr. Marshall, en nombre de los miembros empleadores, dijo que era menester hacer algunos comentarios sobre las observaciones que había formulado el Grupo de los Trabajadores acerca de las multinacionales, y que las comentaría al abordar el objetivo estratégico núm. 2, junto con la mayoría de las cuestiones relacionadas con el empleo. Las investigaciones de la OIT habían demostrado muy claramente que en la mayoría de los países desarrollados y en desarrollo las multinacionales proporcionaban las mejores condiciones en los ámbitos que nos ocupan y, en particular, en materia de trabajo infantil. Por esta razón, habría que tratar de las actividades nacionales. A su juicio, para ello era fundamental no confundir el tema de base con las políticas de mundialización. Había que abordar dos puntos al examinar el objetivo estratégico núm. 1. En primer lugar, era necesario separar los objetivos operativos 1, a) y 1, b). La promoción de la Declaración y el fomento de la ratificación de los convenios fundamentales eran campos de actividad importantes. Sin embargo, debía considerarse que se trataba de actividades distintas. La promoción de la Declaración estaba orientada en realidad hacia actividades de defensa y se basaba en actividades y normativas en materia de política, mientras que la ratificación de los convenios fundamentales requería en mayor medida un examen de los marcos legislativos. Se trataba de dos operaciones distintas e importantes que había que mantener separadas, y de hecho (como habían señalado los trabajadores) el seguimiento de la Declaración era un campo importante que requería que se le dedicase una sección aparte de la Organización. Debía considerarse como un programa principal separado, independiente del programa y del Departamento de Normas. Era muy importante impedir que la insistencia que se ponía en la aplicación del objetivo 1, b) disminuyera la capacidad de los países para adoptar realmente los principios contenidos en la Declaración según lo previsto en el objetivo estratégico 1, b). También había que impedir que el aspecto preceptivo de los convenios interfiriera con el deseo de un país por adoptar los principios de la Declaración, razón por la cual era absolutamente indispensable establecer una separación. Todos se habían adherido a la Declaración, y en particular los empleadores, que habían propugnado su desarrollo. También era muy importante que se destinaran suficientes recursos humanos a la promoción de la Declaración, incluidos los recursos relacionados con ACT/EMP y ACTRAV para realizar estas actividades. El segundo ámbito importante que los empleadores deseaban abordar estaba relacionado con el objetivo operativo 1, c), es decir, el IPEC. Era muy importante fortalecer la dirección tripartita de las actividades del IPEC ya que el Programa había desbordado su dirección actual y posiblemente sus estructuras de gestión y se había convertido en la actualidad en una actividad principal por derecho propio. La evaluación de las actividades prácticas a ese respecto debían llevarse a cabo sobre una base tripartita. Haciendo referencia específicamente al párrafo 39, los empleadores estimaban que se planteaba una dificultad, pues a su juicio había una confusión entre tres campos distintos: el nuevo convenio sobre el trabajo infantil, el Convenio núm. 138 y la Declaración. Si bien se trataba de tres campos importantes, era fundamental que no se confundieran, y que se percibieran como uno solo. En el documento se había omitido mencionar un elemento relacionado con esta cuestión, a saber, la necesidad de hacer más hincapié en las oportunidades de educación y de formación para los niños trabajadores.
155. El representante del Gobierno de la India reiteró su agradecimiento y su apoyo a los cuatro objetivos estratégicos mencionados en el documento. En relación con el objetivo estratégico núm. 1, acogió con agrado la declaración del párrafo 25 según la cual la labor de seguimiento de la Declaración no era un sustituto del mecanismo de control establecido para las normas de la OIT. La cooperación técnica debía ser el medio de acción utilizado para alcanzar el objetivo estratégico núm. 1. El objetivo de seguimiento de la Declaración era no sólo determinar qué campos requerían asistencia técnica, sino evaluar los beneficios obtenidos con la asistencia prestada. La OIT debía seguir haciendo hincapié en que la Declaración y su seguimiento no debían usarse con propósitos proteccionistas, y que debía haber una cooperación con los gobiernos a fin de determinar qué obstáculos impedían aplicar la Declaración. Expresó su aprensión por el hecho de que se buscara la asistencia de donantes entre los Estados Miembros para financiar los proyectos relacionados con la Declaración. La cuestión importante y delicada de la promoción de los principios y derechos fundamentales en el trabajo no debía dejarse a los caprichos de programas impuestos por los donantes, y la financiación de este programa fundamental debía, en la medida de lo posible, obtenerse del presupuesto ordinario. Apoyaba la propuesta de que el diálogo con las instituciones financieras internacionales se intensificaría con vistas a que sus políticas apoyaran un enfoque promocional de los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Era necesario promover la aplicación de los principios y derechos fundamentales en el trabajo en el plano nacional a través del diálogo social y de procedimientos y mecanismos establecidos. La asistencia técnica para promover el diálogo social a través de instituciones tripartitas en el plano nacional era fundamental y en ese sentido, acogía con agrado la propuesta del párrafo 36 acerca de la formación impartida a mandantes de la OIT. Los progresos obtenidos en la erradicación del trabajo infantil constituían un componente importante del objetivo estratégico núm. 1, y apreciaba el que la OIT hiciera hincapié en resolver este problema social que afectaba a millones de niños. Atribuía gran importancia a los programas propuestos para promover un empleo decoroso, apoyar a las familias y establecer una protección social a través del IPEC a fin de proporcionar alternativas a los niños afectados y a sus padres. Sin embargo, si bien el IPEC había logrado atraer fondos de distintas fuentes externas, la utilización de un mecanismo basado en donantes para abordar un problema social como el trabajo infantil podía ser mal utilizado para obtener beneficios políticos y económicos.
156. El representante del Gobierno de la Argentina dijo que el Director General debía contar con cierta flexibilidad respecto de las asignaciones para cada uno de los objetivos estratégicos y en particular el objetivo estratégico núm. 1. Era evidente que el seguimiento de la Declaración implicaba no sólo nuevas actividades, sino una nueva ponderación dentro de la Organización respecto a la promoción de los principios y derechos fundamentales en el trabajo. El Consejo de Administración debía discutir y adoptar decisiones sobre cuestiones relacionadas con el seguimiento de la Declaración, y el Director General debía contar con cierto margen para modificar las sumas asignadas sobre la base de las decisiones adoptadas y para hacer cambios y evaluaciones, incluida la celebración de consultas informales con miembros del Consejo de Administración. Si bien el orden de presentación de los distintos objetivos estratégicos no significaba necesariamente que había una jerarquía particular, el objetivo principal de la OIT era el objetivo estratégico núm. 1, que proporcionaba los medios para aplicar los valores básicos inherentes a la Organización.
157. El representante del Gobierno de Alemania dijo que el objetivo estratégico núm. 1 era particularmente importante, porque estaba relacionado con la esencia misma de lo que la OIT representaba en el mundo. Hizo suyas las observaciones de los Grupos de los Trabajadores y de los Empleadores en el sentido de que sería conveniente que tales actividades se llevaran a cabo en el marco de una estructura especial dentro de la OIT. Sin embargo, aunque la aplicación de la Declaración no era lo mismo que la aplicación de los convenios, había ciertos vínculos entre estos instrumentos, en primer lugar, por el hecho de que se presentaban memorias en ambos casos y en segundo lugar, porque a las medidas de apoyo previstas en la Declaración en un Estado que no había ratificado un importante convenio podían tal vez algún día conducir a su ratificación por ese Estado. Refiriéndose a los párrafos 38 a 42, estaba completamente de acuerdo con el apoyo que expresó la Comisión al IPEC y a la declaración de introducción del Director General según la cual las actividades básicas del Programa deberían recibir suficiente financiación del presupuesto ordinario de la OIT. En otras palabras, los costos del personal del IPEC en la sede deberían costearse en su totalidad con cargo al presupuesto ordinario, y no con cargo al Programa.
158. La representante del Gobierno del Japón dijo que las actividades de seguimiento de la Declaración, por un lado, y la formulación de normas y las actividades de control, por otro lado, eran los dos pilares principales de la labor de la OIT para promover las normas del trabajo en todo el mundo. En relación con el primer punto, dijo que el carácter promocional de estas actividades debía mantenerse firmemente para conservar un amplio y decidido apoyo de países con distintos niveles de desarrollo. En relación con el segundo punto, había más necesidad de revisar las normas existentes que de elaborar nuevas normas, ya que el hecho de contar con normas más fundamentales y flexibles permitiría que también fueran ratificadas por otros países. También hizo hincapié en la necesidad de contar con una mayor transparencia en el proceso de control.
159. El representante del Gobierno de Francia dijo que el objetivo estratégico núm. 1 era esencial para la Organización en sus actividades fundamentales de promoción de las normas internacionales del trabajo. Estas habían cobrado nueva vida con la adopción de la Declaración, que era a la vez un instrumento de acción y una síntesis de la razón de ser de la Organización. Si bien cada uno de los objetivos estratégicos tenía su importancia, se preguntaba cuál sería el costo de promover la Declaración, en la medida en que se trataba de una nueva actividad. Otra cuestión estaba relacionada con el papel futuro de la labor diaria de la OIT relacionada con normas que no eran «fundamentales». El IPEC era otro importante aspecto de la promoción de los principios y derechos fundamentales en el trabajo. El Programa era ejemplar no sólo en sus objetivos, sino porque constituía una especie de laboratorio para la OIT. Había adquirido una visibilidad muy alta en un período de tiempo muy breve, y había recibido fondos muy importantes. Las personas encargadas del mismo a menudo tenían que improvisar y el propio Programa era diferente debido a que funcionaba casi exclusivamente con cargo a fondos extrapresupuestarios y gracias a la cooperación con instituciones multilaterales. En breve se efectuaría una evaluación global del Programa y, al igual que otros oradores, estimaba que en el Programa deberían utilizarse fondos del presupuesto ordinario. Por último, pidió aclaraciones respecto de las sumas de 27 millones y de 43 millones de dólares relacionadas con los recursos extrapresupuestarios destinados al objetivo estratégico núm. 1 que figuran, respectivamente, en el cuadro 5 del volumen 1 y en el anexo informativo núm. 5 del volumen 2.
160. La representante del Gobierno del Reino Unido recordó las declaraciones que hizo anteriormente acerca de la importancia vital del objetivo estratégico núm. 1 y de la necesidad de contar con más recursos para estos efectos. En relación con el objetivo operativo 1, a), estaba de acuerdo con el enfoque basado en las actividades de cooperación técnica para apoyar la Declaración, aunque también haría falta apoyo de otros programas. Como se mencionaba en los párrafos 29 y 30, la OIT debía trabajar conjuntamente con otras organizaciones internacionales y regionales para promover los principios y los derechos de la Declaración, ya que los gobiernos, por sí solos, no podían aplicarlos. En particular, se proporcionaría asistencia para promover negocios socialmente responsables, no sólo en el caso de las empresas multinacionales, sino en el de todas las empresas, no sólo en el plano nacional, ya que los adelantos de la tecnología significaban que las empresas pequeñas y medianas se estaban abasteciendo con empresas del mundo en desarrollo y podían tener influencia allí. También deberían asignarse fondos sustanciales del presupuesto ordinario a los programas InFocus, cuyos objetivos era necesario redefinir antes de buscar financiación extrapresupuestaria, pero los fondos deberían gastarse de manera coherente con los objetivos estratégicos de la OIT. En este contexto por lo que se refería al objetivo operativo 1, b), el Reino Unido seguiría apoyando la financiación de actividades pertinentes, en particular el proyecto Programa internacional de más y mejores empleos para la mujer
161. El Reino Unido anunció recientemente su intención de ratificar el Convenio núm. 111. Por lo que se refería al objetivo operativo 1, c), apoyaba las observaciones que hicieron varios oradores que la precedieron acerca de la importancia de proporcionar fondos suficientes del presupuesto ordinario para el IPEC.
162. La representante del Gobierno del Canadá puso también de relieve la importancia del objetivo estratégico núm. 1 y de sus tres objetivos operativos, que requerían más recursos. Los objetivos operativos 1, a) y 1, b) representaban básicamente aspectos diferentes de la misma cuestión, y había que mantener los distintos enfoques, uno basado en la promoción y otro de carácter jurídico y de supervisión. Acogió con agrado la visibilidad dada a la Declaración, tanto como expresión de un objetivo estratégico como programa InFocus, y atribuía especial importancia a los párrafos 29 y 30, en los cuales se enunciaba claramente que la aplicación de la Declaración debería abarcar a todos los medios de acción de la OIT así como la promoción de sus principios ante otras organizaciones multilaterales. La aplicación de la Declaración y de los programas InFocus requeriría recursos suficientes tanto del presupuesto ordinario como de los recursos extrapresupuestarios, y la utilización de ambos fondos debía ser coherente. La administración y el seguimiento de la Declaración debían llevarse a cabo de manera responsable, y rindiendo cuentas ante la alta dirección, pero era necesario examinar esos aspectos a la luz de la reestructuración de la dirección general de la Oficina. El trabajo infantil era otra prioridad para el Canadá y por lo tanto apoyaba la preeminencia dada a este tema en el objetivo operativo 1, c). El orador estaba de acuerdo con la evaluación propuesta de las actividades del IPEC y creía que era necesario revisar y examinar la dirección del IPEC, pero insistía en que esto también debería hacerse en el marco de la revisión y la reestructuración de la dirección general que el Director General había propuesto llevar a cabo. Sin embargo, compartía las opiniones de otros oradores según las cuales tanto el IPEC como los programas InFocus debían financiarse con cargo al presupuesto ordinario y a recursos extrapresupuestarios.
163. El representante del Gobierno de México dijo que era muy importante que el objetivo estratégico núm. 1 recibiera el mayor apoyo posible en la Organización. Para ello, se requiere que la Declaración y su seguimiento respondan a la confianza que de ellos esperan los mandantes. Se requiere que se preserve su objetivo estrictamente promocional. Los fondos asignados deberán utilizarse de manera completamente transparente. Ninguna de las etapas del proceso ni sus resultados deberán vincularse directa o indirectamente con posibles medidas comerciales.
164. La representante del Gobierno de los Estados Unidos expresó su firme apoyo al objetivo estratégico núm. 1, que reflejaba uno de los campos más antiguos e importantes del mandato y de los conocimientos técnicos de la OIT. Le satisfacía también ver que el primer objetivo operativo y su correspondiente programa InFocus estaban relacionados con la aplicación y el seguimiento de la Declaración de principios y derechos fundamentales en el trabajo, que debía financiarse por completo con cargo al presupuesto ordinario. Sin embargo, en este momento no era apropiado examinar los detalles específicos del seguimiento y este tema se abordaría ulteriormente en el Consejo de Administración. Al igual que otros oradores expresó todo su respaldo a las actividades de la OIT relacionadas con el trabajo infantil, en particular el IPEC, al cual deberían asignársele recursos de personal con cargo al presupuesto ordinario.
165. El representante del Gobierno de Egipto dijo que había consenso acerca de la necesidad de respetar las normas del trabajo, promover la ratificación de los convenios y alcanzar los objetivos establecidos en la Declaración de principios y derechos fundamentales en el trabajo. El seguimiento de la Declaración sería puramente promocional, y el Consejo de Administración examinaría ulteriormente los detalles. Sin embargo, hizo hincapié en que no era necesario añadir más burocracia al proceso de seguimiento, que podría abordarse con las estructuras existentes de la Organización, y en particular en el marco de las actividades de cooperación técnica y de políticas de asociación activa. Por lo que se refería a la OMC, no había consenso acerca de una iniciativa común con esa o con ninguna otra organización destinada a convencerlas de su responsabilidad para aplicar la Declaración. Se trataba pura y simplemente de la responsabilidad de la OIT y, habida cuenta del amplio entendimiento común acerca de las normas del trabajo y de la Declaración de principios y derechos fundamentales en el trabajo, habría que mancomunar esfuerzos para encontrar un terreno común. La Declaración no debería utilizarse con propósitos proteccionistas.
166. El representante del Gobierno de Italia manifestó su apoyo a los programas establecidos en el objetivo operativo 1, a), aunque no era fácil ver de qué manera podían aportarse los correspondientes medios financieros, y cuánto costarían. En relación con el objetivo operativo 1, b), Italia había ratificado los siete convenios fundamentales y se estaba esforzando por aplicarlos de la mejor manera posible, no sólo en el plano nacional, sino en sus relaciones con otras organizaciones internacionales.
167. Un representante del Director General (el Director General Adjunto responsable de normas, actividades sectoriales y relaciones laborales), en respuesta a una pregunta del Grupo de los Trabajadores, estaba de acuerdo en que las discusiones sobre los convenios fundamentales incluyeran también el Convenio núm. 29, así como otros, tales como los Convenios núms. 105, 87, 98, 111, 100 y 138. El Convenio núm. 144 era un convenio prioritario, pero no se había clasificado como convenio fundamental. En respuesta a una pregunta del grupo de Asia y el Pacífico acerca de qué servicio se encargaría del seguimiento de la Declaración, la hipótesis sobre la que se elaboró el texto era que el seguimiento sería un ejercicio multidisciplinario y no estaría a cargo del Departamento de Normas. Esto quedaba claro con la descripción del programa técnico 50 sobre normas internacionales del trabajo y derechos humanos del volumen 2 de las propuestas de Programa y Presupuesto. En cuanto a otra pregunta del mismo grupo acerca de la necesidad de evitar la duplicación entre los objetivos operativos 1, a), 1, b) y 1, c), recordó las observaciones de otros oradores (y de reuniones anteriores del Consejo de Administración), en el sentido de que la campaña de ratificación de los convenios fundamentales era un ejercicio aparte y seguiría como tal con el seguimiento de la Declaración. El seguimiento tendría que aprovechar los conocimientos y la experiencia adquiridos a través del IPEC y de otras actividades sobre trabajo infantil, pero no duplicaría ni reemplazaría esa labor. No se podía pedir al IPEC que asumiera una nueva labor para las actividades de seguimiento de la Declaración, a pesar de que ese proceso podría ayudar a determinar actividades que ya llevaba a cabo el IPEC, y que podían desarrollarse aún más o que podían o debían llevarse a cabo con la asistencia del IPEC y en el marco del IPEC. Sin embargo, la relación entre 1, a), 1, b) y 1, c) debía estar basada en la sinergia y la complementariedad, aunque cada objetivo debía mantener su identidad específica. En respuesta a una observación del miembro gubernamental de la India acerca de la referencia -- en el programa InFocus sobre la erradicación progresiva del trabajo infantil -- a los planes de acción nacionales y sectoriales, dijo que los planes sectoriales constituían un reconocimiento de que las peores formas de trabajo infantil eran evidentes en ciertos sectores, y que las experiencias adquiridas podían utilizarse en todo el sector. Sin embargo, con ello no se estaba haciendo referencia a iniciativas específicas de las industrias, que se llevaban a cabo cuando las propias industrias manifestaban expresamente el deseo de llevarlas a cabo y de participar plenamente en ellas (generalmente participando en la financiación de las mismas), pero la manera en que se formulaban y ponían en ejecución no era ajena al mandato y a los principios de la OIT.
168. Un representante del Director General (el Director de la Oficina de Programación y Gestión), respondiendo a una solicitud de aclaración acerca de las sumas de 27 millones de dólares y 43 millones de dólares, relacionadas con los recursos extrapresupuestarios para el objetivo estratégico núm. 1 del cuadro 5 del volumen 1 y del anexo informativo núm. 3 del volumen 2, explicó que en el anexo informativo se agrupaban todos los recursos extrapresupuestarios asignados al trabajo infantil, mientras que en el cuadro 5, una gran parte de las actividades de cooperación técnica financiadas con recursos extrapresupuestarios y centradas en el trabajo infantil figuraban en el objetivo estratégico núm. 3 relativo a la protección social.
169. El Sr. Marshall dijo que para los miembros empleadores el objetivo estratégico núm. 2 era el más importante de todos, habida cuenta del estado actual de la economía mundial. Manifestó su extrañeza por el hecho de que en la página de introducción de la sección dedicada a este objetivo se hubiese incluido una cita del compromiso núm. 3 de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Le parecía que la OIT debía guiar su acción con arreglo a su propio mandato. Por supuesto, ello no excluía que fuese útil tomar en consideración la voluntad de la Cumbre Social si ello contribuía a que la Oficina llevase a cabo su labor, pero le hubiera parecido más apropiado introducir el capítulo con una cita de la propia Constitución de la OIT a saber, «fomentar, entre todas las naciones del mundo, programas que permitan: a) lograr el pleno empleo y la elevación del nivel de vida», seguida, de ser necesario, por el texto de la Cumbre Mundial.
170. Desgraciadamente, no se trataba únicamente de un problema de terminología. La utilización reiterada del adjetivo «decoroso» en relación con el trabajo permitía suponer que algunos trabajos no lo fuesen. ¿Qué se entiende por «decoroso» e «indecoroso»? Consideramos que el trabajo ha de ser una actividad legítima, por lo que es innecesario formular juicios en el sentido de que algunos empleos admitidos por la sociedad son «decorosos» mientras que otros no lo son, sobre todo si tanto los primeros como los segundos quedan comprendidos en el marco de la legalidad. También era motivo de preocupación la utilización del calificativo «decorosos» cuando se refería a la palabra «ingresos». Parecía lógico que allí donde se aplican legalmente distintos niveles salariales a distintos niveles de productividad y de calificación profesional fuese precisamente legítimo que existan tales niveles diferenciados de remuneración. Los empleadores se preguntaban si cabía aplicar criterios morales para referirse a los niveles de ingresos y si era necesario determinar qué se entendía por «decoroso» o «indecoroso». Desde hacía tiempo se venían empleando diversas fórmulas descriptivas para calificar los procesos de reincorporación de los desempleados a la vida activa y de rescate de los mismos desde situaciones de pobreza potencial, ofreciéndoles una actividad profesional libremente escogida. Seguir utilizando un lenguaje subjetivo podría dar lugar a interpretaciones erróneas, por lo que los empleadores proponían que se utilice la frase «empleo productivo y libremente escogido», aun cuando reconocían que resultaba algo más aburrida y menos excitante.
171. Los empleadores suscribían las observaciones contenidas en el párrafo 54, en particular las relativas a suscitar una respuesta de los clientes y determinar cuáles son los temas que revisten una importancia decisiva para éstos. Los empleadores tomaban nota de la información proporcionada por los mandantes e iban a proporcionar a la Oficina propuestas de metas adecuadas para trabajar a este respecto. Estaban de acuerdo también con el programa InFocus descrito en la página 25 del documento. Las inversiones en actividades que creen un gran número de puestos de trabajo son una herramienta importante y valiosa, sobre todo en tiempos de crisis, lo que no excluía que también debían ser eficaces y rentables. Tampoco había que pensar que las inversiones debían orientarse exclusivamente a las actividades que tienen por objeto fundamentalmente la creación de empleo. Todas las inversiones eran beneficiosas en términos de creación de riqueza y de creación de empleo. De lo que se trataba era de encontrar un buen equilibrio.
172. Los miembros empleadores abrigaban algunas dudas en cuanto al objetivo operativo 2 b), descrito en el párrafo 61 relativo al desarrollo de empresas que fomenten el empleo. Aunque era posible que fuese un objetivo útil, los empleadores consideraban que la creación de empleo era el resultado de la existencia de entornos favorables a la actividad empresarial. Este concepto era en cierta medida diferente, pero había que insistir en que de no existir tal entorno favorable la generación de empleo resultaba imposible. La OIT no debía limitarse a favorecer únicamente el desarrollo de las empresas que fomenten el empleo, por lo que había que buscar la manera de formular otra propuesta que incluya el objetivo de promover entornos favorables a la actividad empresarial. Se trataba una vez más de una cuestión de terminología. ¿Acaso se entendía por «empresas que fomenten el empleo» aquellas que conservan a sus trabajadores incluso en puestos de trabajo no productivos, o en cambio, las que aplican medidas de reducción de plantilla con el fin de preservar la actividad empresarial y los puestos de trabajo del personal que sigue empleado? Una empresa no debería ser calificada de «contraria al fomento del empleo» por el simple hecho de que, por ejemplo -- obligada por factores determinados por el mercado --, reduzca su personal como una manera de reaccionar ante problemas que escapan a su control. Había que actuar con mucha cautela por lo que se refería al empleo del término «empresas que fomenten el empleo» y a lo que tal concepto implicaba.
173. Con respecto al párrafo 62, los empleadores estaban de acuerdo en que era importante ofrecer alguna forma de reparto equitativo de los frutos derivados del aumento de la productividad, pero consideraban que, con el fin de crear puestos de trabajo, debía aplicarse un enfoque más responsable y conservar para la reinversión en la propia empresa las utilidades que generase el aumento de la productividad, en vez de retirar tales recursos del circuito de producción a fin de distribuirlos en forma de ingresos.
174. Con relación al párrafo 63, consideraban que era imprescindible comprender claramente que las cooperativas son agrupaciones voluntarias, cuyos miembros aúnan sus esfuerzos para conseguir un aumento del valor añadido gracias a su trabajo colectivo, y que por lo tanto, había que insistir en el carácter voluntario de tales organizaciones. No era acertado dar a las cooperativas un trato diferenciado, puesto que cada vez que algún sector de la economía comenzaba a depender de apoyos exteriores, le resultaba extremadamente difícil seguir creciendo en caso de faltar éstos. Era muy importante promover un tratamiento idéntico para todos los sectores.
175. Los empleadores no podían aceptar la idea contenida en el último párrafo de la página 30, a saber, que «... como la OIT no puede llegar a todas esas empresas, habrá que crear y mantener unas instituciones que multipliquen tales servicios». En realidad, los mandantes de la OIT disponen de extensas redes y de contactos con una multitud de otras organizaciones. Por ende, en lugar de crear nuevos organismos, la OIT debería primeramente velar por que las extensas redes que ya vinculan a todos sus mandantes sean utilizadas al máximo de su capacidad.
176. Aun cuando el párrafo 66 se refería a la mejora de las actividades del sector no estructurado, en la práctica no se encontraba allí referencia alguna a una resolución que fue adoptada por la Comisión sobre el Empleo, según la cual, dos de los requisitos primordiales en relación con el sector no estructurado eran el aumento de la capacidad y la eliminación de las barreras legislativas y reglamentarias que dificultaban el acceso al sector estructurado de la economía. No se trataba simplemente de tratar de incorporar a los trabajadores del sector no estructurado o informal en la corriente fundamental de la economía, sino más bien de examinar las condiciones actuales a fin de determinar si era posible facilitar el paso de estos trabajadores hacia el sector estructurado de la economía. La Comisión de Empleo había avanzado ya en el análisis de este tema, y sus trabajos deberían quedar reflejados en forma más completa en este objetivo operativo.
177. En relación con el párrafo 72, los miembros empleadores sólo tenían observaciones con respecto a la última frase, a saber, «se estudiará el impacto variable de las empresas multinacionales en el empleo, para potenciar la capacidad de los mandantes de la OIT de influir en la política sobre las inversiones extranjeras directas», que consideraban inquietante. A su juicio, no había que ignorar el efecto positivo que las multinacionales ejercen en la economía mundial en su conjunto y en particular en las economías de los países en que están implantadas; de hecho, era muy posible que estas empresas ofrezcan garantías de empleo y condiciones de trabajo mejores que las habitualmente practicadas. Eran muy pocas las opiniones que ponían en duda los beneficios económicos que dejan las actividades de las multinacionales, por lo que no se comprendía fácilmente por qué motivos la OIT quería ejercer una influencia en las políticas relativas a las inversiones extranjeras directas. La OIT debía ser cuidadosa al respecto. En principio, había que estimular las inversiones, pero empeñarse en condicionarlas al cumplimiento de criterios de creación de empleo podía ser contraproducente.
178. Los miembros empleadores querían insistir en que se examinara la posibilidad de agregar un nuevo objetivo operativo encaminado a establecer condiciones propicias a la creación de empleo. Podrían emprenderse investigaciones y establecerse un programa con el fin de estudiar de qué manera el entorno podría resultar afectado por el actual proceso de revisión de normas, la promoción de políticas económicas apropiadas tanto en el nivel macroeconómico como en el microeconómico, los marcos reglamentarios, la flexibilidad del mercado laboral, los costos laborales y también por el importantísimo factor constituido por la educación y la capacitación. Lo ideal sería que se formule un objetivo bien delimitado, cuyo fin sea la eliminación de las barreras económicas y políticas que existen en las economías nacionales, en la perspectiva de promover la generación de empleo en el sector privado. Para alcanzar esta meta será necesario desplegar algunas actividades de investigación y transferir los recursos de algunos programas existentes al nuevo programa propuesto en relación con este objetivo.
179. El Sr. Blondel, en nombre del Grupo de los Trabajadores, formuló en primer lugar algunas observaciones relativas a la intervención del Sr. Marshall proponiendo que el Consejo entablara, en su momento, un debate en profundidad sobre las responsabilidades de las empresas en materia de empleo. Definió asimismo lo que los trabajadores entendían por un empleo «decoroso», a saber, un empleo con un salario justo, que no fuera peligroso y al que se aplicaran las normas, incluidas las del país cuando existieran negociaciones colectivas, llegando a este respecto a la conclusión de que los trabajadores consideraban difícil limitarse a la redacción habitual, esto es, el empleo escogido o aceptado, puesto que la amplitud del desempleo hacía que el trabajador no se encontrara en pie de igualdad con su empleador para aceptar o rechazar un puesto de trabajo. El Sr. Blondel propuso por fin que se reflexionara sobre la redacción que debería utilizarse a este respecto, preconizando no obstante la prudencia y, sobre todo, la necesidad de discutir sobre estas cuestiones con el conjunto de los Grupos.
180. El Sr. Blondel siguió diciendo que no creía en la teoría que preconizaba el despido para contratar mejor. En lo que se refería al objetivo estratégico del empleo, que incluía seis objetivos operativos y tres programas fundamentales, subrayó la satisfacción de los miembros trabajadores por el hecho de que el objetivo estratégico no se refiriera a la promoción de cualquier tipo de empleo. Recordó la posición de los trabajadores, que consideraban oportuno vincular el concepto de empleo a unos ingresos adecuados, es decir, destacar la importancia de la calidad del empleo respecto de la cantidad de empleo puesto que (en opinión del conjunto de los trabajadores) la OIT renunciaría a sus valores intrínsecos si permitiera la promoción de unos empleos mediocres, poco productivos, y aun peligrosos y carentes de protección social.
181. Subrayó asimismo que el Convenio sobre la política del empleo, 1964 (núm. 122) debería ser el punto de referencia para este objetivo estratégico. Se refirió también a la necesidad de promover la Recomendación sobre la creación de empleos en las pequeñas y medianas empresas, 1998 (núm. 189) para tener en cuenta las condiciones que garantizaban a la totalidad de las empresas la ausencia de discriminación al aplicar la legislación del trabajo, así como el respeto de los derechos fundamentales. El Sr. Blondel añadió que el objetivo estratégico del empleo debía vincularse estrechamente al primer objetivo estratégico que abarcaba los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
182. El Sr. Blondel expresó el pesar de los trabajadores por la falta de acuerdo o de consenso para tratar del convenio y de la recomendación sobre la subcontratación, pues ello suponía un problema para las pequeñas y medianas empresas. El proceso de la subcontratación daba lugar en ocasiones a la aparición de empresas en las que ya no se aplicaba ninguna norma, y eso era precisamente lo que los trabajadores querían denunciar.
183. Puso de manifiesto la satisfacción de los trabajadores en relación con las reuniones propuestas en el año 2000 para llevar a cabo el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y de la Conferencia Mundial sobre la Mujer. La OIT debía desempeñar un papel preponderante en la preparación de estas dos reuniones y elaborar unos informes de calidad para movilizar a la opinión pública internacional y lograr resultados positivos. Mencionó además que el Grupo de los Trabajadores tomaba nota con satisfacción de la garantía dada por el Director General de que el Informe sobre el empleo en el mundo seguiría siendo la publicación «estrella» de la Oficina. Pidió que se asignaran más recursos a su elaboración. Explicaba el interés de los trabajadores por esta publicación porque permitía disponer de estudios analíticos e ideas controvertidas que ponían de manifiesto, por ejemplo, que -- desde el punto de vista estructural -- el aumento del desempleo se debía en ocasiones a la desaparición de puestos de trabajo a causa de la evolución tecnológica.
184. Refiriéndose al párrafo 66 del documento relativo al sector estructurado, el Sr. Blondel pidió que se prestara asistencia a los sindicatos para que pudieran formar y reclutar trabajadores en este sector. Asimismo pidió que se dedicaran esfuerzos a la creación de vínculos más estrechos entre las empresas del sector no estructurado y las empresas del sector moderno, con el objeto de alentarlas a respetar las normas internacionales del trabajo y no a eludirlas. Indicó que cada vez que las empresas del sector no estructurado entraran en el ámbito de aplicación de los convenios colectivos sectoriales, se lograría un avance considerable. También puso de manifiesto la satisfacción del Grupo de los Trabajadores al tomar nota de la intención anunciada por el Director General de conceder una atención especial a las actividades de la OIT en relación con los trabajadores migrantes. En efecto, los miembros trabajadores habían observado desde hacía cierto tiempo una marginación aparente del servicio que se ocupaba en la Oficina de la cuestión de los trabajadores migrantes, en un momento en que era necesario desarrollar esfuerzos para promover la ratificación y aplicación de los Convenios núms. 97 y 143 relativos a la protección de los trabajadores migrantes.
185. Con referencia al párrafo 72 de las propuestas de Programa y Presupuesto, el Sr. Blondel indicó que había observado a lo largo de los últimos años una disminución de los recursos asignados a las actividades relativas a las empresas multinacionales. Subrayó que el Grupo de los Trabajadores se interesaba mucho por estas cuestiones. En efecto, estas empresas eran los motores de la mundialización, y el Grupo de los Trabajadores deseaba que se analizaran sus actividades en todo el mundo, para revelar sus efectos positivos, pero también los negativos en lo que atañe a los derechos de los trabajadores.
186. El Sr. Blondel se refirió también a las relaciones que pueden observarse en ocasiones entre las empresas multinacionales y los gobiernos, en virtud de las cuales la instalación en un país determinado quedaba condicionada a que pudieran eludirse las normas laborales. Insistió en que los trabajadores querían analizar los puntos positivos y negativos, y que deseaban poder expresarse al respecto y tomar parte en los estudios analíticos. Concluyó afirmando que los miembros trabajadores consideraban que debía realizarse un esfuerzo especial para promover la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social.
187. El representante gubernamental de la India había subrayado ya la alta prioridad que hay que dar al objetivo estratégico núm. 2. Ahora bien, sin perder de vista esta meta, también era importante que la Oficina examinara con detenimiento en qué forma el empleo se relacionaba con los demás objetivos estratégicos, si se quería que la OIT conservara su lugar como organismo rector en cuestiones del empleo. Los empleadores tenían razón al insistir en que el progreso social y el crecimiento dependían de la generación de empleo; por lo general, era muy poco probable que la pérdida de puestos de trabajo se tradujese en mejores condiciones para las personas que conservaban su empleo. En términos prácticos, las posibilidades de avanzar hacia el logro de los demás objetivos estratégicos dependían en gran medida de los avances que se lograran en relación con el objetivo estratégico núm. 2. Tanto la Constitución de la OIT como la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social habían conferido a la OIT un mandato para promover la creación de empleo como cuestión de máxima prioridad. Era en cierta medida irónico que la situación del empleo en casi todo el mundo hubiese empeorado desde la adopción por la Cumbre de Copenhague del objetivo consistente en lograr empleo pleno, productivo y libremente escogido para todos.
188. Como señalaba el párrafo 43 del documento, alcanzar los objetivos de un nivel de vida decoroso y de desarrollo social era utópico si la gente no tenía un empleo productivo y, por lo tanto, la OIT tenía que dar prioridad a la realización de investigaciones de alta calidad sobre políticas y programas que permitan promover el empleo en todo el mundo. La publicación del Informe sobre el empleo en el mundo era un instrumento que contribuía a afirmar el renombre y el reconocimiento de la OIT, por lo que sería útil llevar a cabo y publicar investigaciones sobre la evolución de las repercusiones que las actividades de las empresas multinacionales y las inversiones extranjeras directas tienen en los niveles de empleo de los Estados Miembros, con el fin de aumentar la capacidad de los mandantes de la OIT para influir en la formulación de políticas tanto a nivel nacional como internacional.
189. Dijo que apoyaba las medidas encaminadas a equipar a los mandantes de la OIT con las herramientas necesarias para analizar la evolución del mercado laboral y para tomar parte en las negociaciones sobre la adopción de políticas y programas eficaces de promoción del empleo; esperaba con interés conocer más detalles sobre estos programas en la reunión de noviembre de 1999 del Consejo de Administración. A su juicio, el sector no estructurado formaba parte integrante de la economía urbana de muchos países, y ya se conocía bien su enorme capacidad de creación de empleo. Había que desplegar nuevos esfuerzos para comprender cómo se articula el sector informal con la economía urbana en su conjunto, así como para encontrar medios que permitan mejorar las condiciones de trabajo de la población activa en el sector no estructurado, hasta ahora no reconocida e ignorada. En la actualidad existían nuevas formas de creación de empleo mediante mecanismos de subcontratación, y también mediante la realización por el sector informal de algunas categorías de trabajos antes comprendidas en el sector estructurado de la economía. Esta tendencia también abría nuevas oportunidades para promover el establecimiento de vínculos entre los sectores estructurado y no estructurado de la economía. El objetivo operativo núm. 2 b) podía ser útil en el marco de este proceso, al promover el fortalecimiento de las empresas del ámbito rural y de las obras públicas de infraestructura con una gran participación local.
190. En la actualidad, las medidas de reducción de plantilla y la destrucción de empleo afectan a las grandes empresas, mientras que las pequeñas y medianas empresas de todo el mundo generan oportunidades de empleo remunerado. El programa InFocus previsto en el marco del objetivo operativo núm. 2, b), sobre creación de empleo en el sector no estructurado y en las pequeñas y medianas empresas, debería contribuir en forma decisiva a avanzar hacia el logro del objetivo estratégico núm. 2.
191. El representante del Gobierno de Bangladesh expresó la opinión de que las inversiones con alto coeficiente de empleos constituían una prioridad que la OIT debía seguir respaldando. Debido a los casos recientes de redimensionamiento y a la falta de recursos, muchos gobiernos tenían un margen limitado para crear empleos en el sector público. Las empresas deberían aprovechar su mayor movilidad y capacidad para responder rápidamente y desempeñar un papel más importante en la generación de empleos y el crecimiento económico.
192. El representante del Gobierno de Italia acogió con agrado que se hubieran añadido más de 50 millones de dólares de Estados Unidos, en concepto de recursos extrapresupuestarios a los programas técnicos para el empleo y la formación, y el desarrollo de las empresas y las cooperativas (programas propuestos 60 y 65 del volumen 2). Los resultados de estas actividades constituirían una buena prueba de la eficacia de la labor de cooperación técnica de la OIT. Otros programas que merecían pleno apoyo eran las actividades de investigación, la compilación y análisis de estadísticas, la divulgación de información, la publicación de manuales, los programas de publicidad y los intercambios con los medios de comunicación. La disponibilidad de la OIT para proporcionar asistencia de distintas maneras, según las necesidades de las distintas regiones y países era una de las características más valiosas de su labor.
193. Primero sería necesario organizar conjuntamente con los gobiernos las actividades de la OIT para fomentar el empleo, debido al control directo que éstos ejercen sobre los programas de obras públicas. Las actividades de cooperación también podrían ayudar al desarrollo de las empresas tanto en el plano nacional como internacional y ello cobraría aún más importancia si se tenían en cuenta los cambios que, con toda probabilidad, afectarían al empleo el año 2000 y más adelante, como la mundialización de las economías y los progresos tecnológicos en general. Este apoyo y las actividades emprendidas conjuntamente con otros interlocutores no darían resultados de la noche a la mañana. También manifestó su apoyo a las actividades para aumentar las oportunidades de empleo de la mujer, así como a las destinadas a dar financiación en favor de la mujer, de los discapacitados y de los grupos más desfavorecidos de la población. Abordar esos problemas en coordinación con otras organizaciones internacionales era una tarea necesaria, pero a largo plazo y para ello se podía confiar en que la OIT alcanzaría resultados concretos a través de sus actividades de cooperación técnica y de otro tipo.
194. La representante del Gobierno de Egipto hizo hincapié en que las propuestas de empleo constituían una prioridad para todas las regiones en desarrollo, sobre la base de tres puntos importantes: 1) era necesario que la OIT desempeñara su función para hacer frente a los rápidos cambios que se producían en los mercados del trabajo y a sus repercusiones sobre el empleo y la política social; 2) era indispensable efectuar estudios de los mercados del trabajo respaldados por estadísticas pertinentes para planificar la mano de obra; y 3) era importante concentrarse en la formación de recursos humanos para abordar los problemas del empleo. Dio todo su apoyo a la nueva iniciativa de la Oficina de hacer hincapié en el papel que desempeñan el desarrollo de los recursos humanos y la formación y subrayó que la reintegración social de los trabajadores que han sido objeto de recortes de personal debidos a la reestructuración, la concentración en el desarrollo de las cooperativas y de las pequeñas empresas y la inclusión del sector no estructurado y el tema del empleo de jóvenes eran elementos fundamentales de este proceso para mejorar el empleo. Quizás era aún más importante elaborar nuevos programas con un alto coeficiente de empleo para los países que salían de conflictos o que vivían en la extrema pobreza.
195. Al representante del Gobierno de Alemania le complacía apoyar el aumento de la partida presupuestaria asignada para promover el empleo y evitar el desempleo en todo el mundo, pues ello no se haría por medio de numerosas y costosas reuniones de alto nivel que produjeran fórmulas mágicas, sino a través de actividades prácticas para eliminar los factores negativos y fomentar los factores positivos que influían en la creación de empleos. La formación tenía una importancia decisiva para evitar el desempleo en los primeros pasos de las carreras profesionales de los trabajadores, y se preguntaba por qué no se mencionaba una coordinación específica con la UNESCO en las propuestas del volumen 2 sobre esta cuestión. Haciendo referencia al importante congreso sobre formación de la UNESCO que se iba a celebrar próximamente en Seúl, pidió aclaraciones a la Oficina sobre la participación de la OIT en esta labor y acerca de sus repercusiones en las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, y añadió que le gustaría contar con esta información en la próxima reunión del Consejo de Administración, en noviembre de 1999. También en esa ocasión, la Oficina debería aclarar su afirmación de que «se prestará apoyo a programas de empleo para los posibles emigrantes o para los que regresen a su país de origen» (volumen 1, párrafo 68). Su Gobierno también apoyaba expresamente el objetivo bajo el título «Las mujeres tienen acceso a más y mejores empleos» (volumen 1, párrafo 65). Deberían aumentarse los recursos para asistir a los países que salen de conflictos: los continentes mencionados (Africa y Asia), no eran los únicos que merecían atención.
196. La representante del Gobierno del Japón hizo un llamamiento por una mayor cooperación entre la OIT y todas las instituciones financieras internacionales para alcanzar todos los objetivos estratégicos, pero en particular el núm. 2, la creación de empleos. El punto fuerte de la OIT no era su carácter de organización de financiación, sino su capacidad de promoción basada en sus conocimientos, ante la sociedad internacional. Sin embargo, esta cooperación no debería estar condicionada; la inobservancia de las normas fundamentales del trabajo o la no ratificación de ciertos convenios y recomendaciones no debería obstruir la disponibilidad de fondos para estos programas.
197. El representante del Gobierno de la República de Corea estimaba que, tras la celebración de la Cumbre de Copenhague, la OIT podía desempeñar mucho mejor su papel de líder para promover el pleno empleo (volumen 1, párrafo 46), si: 1) se garantizaba la transparencia de todas sus actividades, evitando que se malgastaran los recursos; 2) se trabajaba en la creación de una sinergia con las instituciones de Bretton Woods y la Comisión de Desarrollo Social de las Naciones Unidas; y 3) se concentraba en proporcionar respuestas puntuales y flexibles a las necesidades que iban surgiendo, lo cual era un elemento clave del éxito.
198. El representante del Gobierno de China pensaba que el objetivo estratégico núm. 2 proporcionaba un buen marco de referencia para la labor de promoción del empleo de la OIT. Invitaba al Director General a que en su próxima presentación a la Comisión lo pusiera en práctica con actividades concretas de trabajo, y diera especial atención a la coordinación a fin de evitar la duplicación de tareas, de modo que los mandantes obtuvieran resultados valiosos por su dinero. En cuanto al lenguaje utilizado por la Oficina en el lema relativo al empleo, cuestionaba la utilización de la palabra inglesa «decent» (que se ha traducido en español por decoroso) y pidió que se cambiara por otra palabra.
[199.] Este párrafo ha sido suprimido
200. La representante del Gobierno de Reino Unido estaba satisfecha con el contenido de este objetivo estratégico. El mes pasado, los ministros del empleo del G8 habían hecho un llamamiento para que se formularan estrategias que apoyaran la empleabilidad, promovieran la iniciativa empresarial, aumentaran la adaptabilidad de los trabajadores y de las empresas y garantizaran la igualdad de oportunidades entre los hombres y las mujeres para participar en el mundo del trabajo. Los programas InFocus abordaban estas cuestiones. Estos programas abarcarían la creación de empleos mediante servicios de apoyo y asesoramiento técnicos para el desarrollo de pequeñas empresas, con inclusión de ayudas al sector no estructurado, inversiones en conocimientos teóricos y prácticos y empleabilidad y programas centrados en ayudar a los desfavorecidos en el mercado del trabajo. Ello estaría conforme con las decisiones establecidas en otros foros, tales como la OCDE y la Unión Europea, y no significaba que la propia OIT debía participar en esta labor. De hecho, la OIT estaba en una fase más adelantada que cualquier otra organización por la gran cantidad de informaciones de que disponía sobre los sistemas de formación y de calificaciones de los distintos países, así como por la capacidad de reunir a los gobiernos y a los representantes de los empleadores y de los trabajadores de un gran número de países con diferentes niveles de desarrollo. La OIT debería explotar estas ventajas. Debería ser capaz de establecer marcos metodológicos de evaluación en estos campos para ayudar a la divulgación de las mejores prácticas. Había una referencia a un marco de evaluación de este tipo en el programa InFocus de inversión en conocimientos teóricos y prácticos, y empleabilidad, y debería aplicarse a todos los programas. El programa InFocus para ayudar a la recuperación y a la reconstrucción constituía asimismo una innovación acertada y actualmente se examinaría también en otras reuniones. Sin embargo, en relación con el objetivo operativo núm. 2 f), la mundialización y las multinacionales, señaló las interpretaciones aparentemente diferentes de los empleadores y de los trabajadores, pero no encontró ninguna referencia a la acción gubernamental en este sentido y pidió aclaraciones de la Oficina.
201. El representante del Gobierno de Francia pensaba que las propuestas de Programa y Presupuesto, y en especial el objetivo estratégico núm. 2, eran muy diferentes a las del año pasado, y que merecían su apoyo por sus planteamientos concretos y pragmáticos sobre una gran variedad de cuestiones y actividades. Por esta razón, se preguntaba qué es lo que faltaba. A esa pregunta, proponía varias respuestas: que quizás en el futuro los problemas del empleo de los jóvenes podrían pasar a ser un programa específico, separado, que la imagen y la reputación de la OIT y su labor, su «savoir-faire» podían incrementarse mediante un amplio apoyo, el desarrollo y la amplia difusión del informe El empleo en el mundo. Añadía que la contribución de la OIT al Foro Mundial del Empleo exigía una cuidadosa formulación, habida cuenta de sus efectos en materia de relaciones públicas. Para cumplir con la función de «liderazgo» que le había encomendado la Cumbre de Copenhague, era necesario que la OIT determinara el valor añadido que podía agregar a sus programas sobre la promoción del empleo.
202. El representante del Gobierno de Malasia acogió con agrado y apoyó el programa InFocus sobre inversión en conocimientos teóricos y prácticos, y empleabilidad: con frecuencia los conocimientos teóricos se quedaban obsoletos debido a la rapidez de los cambios tecnológicos, y el aprendizaje continuo era, pues, fundamental y se había convertido en la norma, y requería perseverancia y persistencia por parte de los empleadores y de los trabajadores. Sin embargo, con frecuencia se recortaban los recursos para formación. En Malasia, los empleadores estaban obligados a contribuir a un fondo común administrado por un consejo tripartito que reembolsaba el costo de la formación proporcionada por los empleadores. De esta manera, se alentaba a los empleadores a proporcionar formación y el sistema había funcionado bien. El fondo también proporcionaba formación para los trabajadores que habían sido objeto de recortes de empleos en algunos campos.
203. El representante del Gobierno de Namibia dijo que el objetivo operativo núm. 2 e) relativo a programas a favor de los grupos desfavorecidos, tenía una alta prioridad para su país. Sin embargo, consideraba que los párrafos pertinentes (68-70) debían excluir de manera explícita que se introdujeran elementos de discriminación positiva basados en criterios tribales.
204. El representante del Gobierno de los Estados Unidos manifestó su apoyo a este objetivo estratégico, un programa que interesaba a todos los Miembros de la OIT. El programa InFocus para invertir en conocimientos teóricos y prácticos y empleabilidad, sin lugar a dudas, era apropiado de cara al creciente fenómeno de la mundialización de la economía, debido a que el desarrollo continuo de la formación y las calificaciones sería fundamental para garantizar que los trabajadores tuvieran la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambiantes mercados del trabajo. La labor de la OIT para garantizar más y mejores empleos a las mujeres merecía todo su apoyo, así como la inclusión de las cuestiones de género en todos los aspectos de la labor de la OIT.
205. Sería conveniente abordar la cuestión del entorno propicio al empleo, y ello podría incluir debidamente un examen de las políticas macroeconómicas relacionadas con el empleo y la mano de obra. Sin embargo, se corría el peligro de que la OIT se excediera en cierto grado en la aplicación de su mandato en relación con la formulación de políticas macroeconómicas, sobre todo en relación con el desarrollo de infraestructuras y el establecimiento de unidades de planificación de las políticas de inversiones en el empleo de varios países. Habría que alentar a la OIT para que trabajara estrechamente con otras organizaciones para garantizar que sus conocimientos técnicos particulares pudieran utilizarse de la manera más eficaz posible.
206. El representante del Gobierno de Swazilandia mostró gran aprecio por los programas del objetivo estratégico núm. 2. En el contexto de Africa, estas propuestas destinadas a crear empleos para hombres y mujeres, sobre todo para discapacitados, mujeres de las zonas rurales y jóvenes trabajadores serían sumamente beneficiosas. El hecho de establecer un vínculo entre la creación de empleos y la eliminación de la pobreza también estaba relacionado indirectamente con el problema del trabajo infantil ya que la propia pobreza era un terreno fértil para este problema. Los logros concretos alcanzados con los programas para crear empleos harían más fácil la tarea del IPEC. Para concluir, declaró estar de acuerdo con las observaciones de los empleadores acerca de la palabra inglesa «decent» (que se ha traducido al español por decoroso) y pidió que se encontrara otra solución.
207. El representante del Gobierno de Hungría dijo que las cuestiones del desarrollo y el apoyo a las pequeñas empresas eran fundamentales para crear empleos en su país. Apoyó los programas centrados en los jóvenes y en los grupos de personas discapacitadas y esperaba obtener más información sobre dichos programas.
208. El representante del Gobierno del Perú consideraba que las propuestas sobre el empleo, en particular la cooperación técnica para apoyar la creación de empleos y las actividades de las mujeres para encontrar trabajo, debían tener la más alta prioridad. Las pequeñas y medianas empresas representaban más del 90 por ciento del mercado del trabajo en su país y producían aproximadamente el 75 por ciento del PIB. La gran heterogeneidad de este sector demostraba su alto potencial, así como las dificultades con que tropezaba. Debido a su importancia, estos programas junto con las actividades de formación deberían contar con todo el apoyo del Programa y Presupuesto.
209. El Sr. Blondel deseaba reiterar las reservas de los trabajadores acerca de este programa. Como declaró el representante del Gobierno de Suecia, la OIT podía ciertamente estudiar problemas tales como la crisis asiática y examinar previsiones y análisis económicos con otras organizaciones financieras tales como el FMI y otros expertos en este campo. Los trabajadores se complacerían en apoyar al Director General a enfrentar este reto, pero la OIT debería recordar que sus conocimientos técnicos especiales eran el campo del empleo y que la manera más eficaz de aprovechar sus recursos era dedicándolos a este campo.
210. Un representante del Director General (el Subdirector General responsable de la promoción y la coordinación de las actividades para las empresas) señaló que en los dos últimos años y en la Conferencia Internacional del Trabajo, los mandantes de la OIT habían mostrado su sensibilidad acerca de la necesidad de un entorno favorable al desarrollo empresarial y la creación de empleos en sus discusiones sobre la Recomendación núm. 189. Estas discusiones brindaban un marco político destinado a mejorar la promoción del empleo de acuerdo con los principios inscritos en las normas internacionales del trabajo.
211. La generación de empleos era claramente un elemento importante de las actividades de la OIT. A los empleadores les preocupaban cuestiones de competitividad y productividad para garantizar que sus empresas tuvieran una presencia viable y a largo plazo en el mercado. Los trabajadores, por su parte, se preocupaban por contar con buenas condiciones de trabajo y por la protección de los derechos de los trabajadores. El reto de tener en cuenta estas preocupaciones brindaba la oportunidad de hallar unas soluciones innovadoras al desarrollo de las empresas y a la generación de empleos.
212. Varios oradores habían expresado su preocupación acerca de la calidad de los empleos y de la importancia de prestar atención a las cuestiones de género. En el marco de los programas InFocus para fomentar el empleo mediante el desarrollo de pequeñas empresas, la calidad del empleo, así como las cuestiones de género eran temas que subyacían en todas las actividades de los programas InFocus.
213. Un representante del Director General (el Director del Departamento de Políticas de Desarrollo) señaló que en efecto se habían planteado muchos puntos de política general, y que a varios de ellos se había dedicado mucho tiempo de análisis durante el período de transición. De éstos, dos eran sumamente importantes. El primero se refería a si la OIT era capaz de participar en el actual debate sobre la conducción macroeconómica, proponiendo soluciones originales. La OIT debía «ganarse un lugar» en este debate proponiendo enfoques concretos para resolver los problemas macroeconómicos, que tuviesen en cuenta la creación de empleo y la defensa de los niveles de ingreso como objetivos de política económica. El segundo punto de orden general era que los cuatro objetivos estratégicos de la OIT no debían considerarse aisladamente, porque estos objetivos sólo podían alcanzarse en una situación de sinergia con los demás objetivos estratégicos. Dijo que durante la crisis asiática se había observado, por ejemplo, la desarticulación fundamental entre la cuestión de la protección social y las políticas económicas, lo que había agravado en gran medida las repercusiones sociales de tal crisis. Ello sugería que las políticas social y económica debían ir de la mano.
214. Los miembros empleadores también habían planteado una cuestión específica relativa al sector no estructurado y la igualdad en el empleo. La Oficina tenía conocimiento pleno de esta preocupación y había asegurado a la Comisión de que se estaba buscando la manera de formular nuevos planteamientos para abordar las cuestiones relativas al sector no estructurado, que tuviesen plenamente en cuenta la necesidad de mejorar la productividad de este sector y que garantizasen la protección de los trabajadores. En el marco de tal o que también se preveía buscar la manera de mejorar las condiciones de trabajo, preocupación planteada por los miembros trabajadores. Con relación al punto relativo a los programas que fomentan las actividades con alto índice de utilización de mano de obra, planteado por el representante de los Estados Unidos, dijo que el principal objetivo a este respecto era conseguir que en las políticas gubernamentales se tomen en consideración las prioridades de la OIT y que las decisiones en materia de inversiones promuevan en la mayor medida posible la creación de empleo. La OIT ofrecía asesoramiento sobre las políticas a seguir y no participaba en las operaciones de reducción de volumen. La colaboración con las instituciones financieras internacionales era muy estrecha. Por ejemplo, en Africa, región en que se concentraba lo fundamental del programa, la OIT estaba colaborando estrechamente con el Banco Africano de Desarrollo y con el Banco Mundial en la creación de instituciones del tipo de fondos sociales.
215. Otro representante del Director General (el Director del Departamento de Empleo y Formación) agradeció a los delegados por los muy útiles comentarios formulados, la mayoría de los cuales venían a confirmar la orientación general de este Programa. Dando respuesta a la pregunta sobre la cooperación de la OIT con la UNESCO en el campo de la formación profesional, dijo que la Oficina ya había celebrado consultas con dicha organización buscando las maneras de mejorar y reforzar tal colaboración. El Segundo Congreso Internacional sobre Enseñanza Técnica y Profesional, que se celebrará en Seúl en abril próximo, iba a ser una buena oportunidad para seguir avanzando en este proceso. La OIT iba a tener una participación muy activa en tal Congreso, habiéndosele encargado preparar una intervención de fondo basada en la última edición del Informe sobre el empleo en el mundo. Asimismo, le correspondía a la OIT organizar una de las principales sesiones de este Congreso, en torno al tema de la participación de los interlocutores sociales en la concepción y la puesta en práctica de las políticas en materia de formación profesional.
216. Respondiendo a una pregunta formulada por el representante gubernamental de Francia relativa a la preparación del Foro Mundial del Empleo, dijo que en los próximos 18 meses estaban previstas tres conferencias importantes de la OIT sobre políticas de empleo. En noviembre de este año se iba a llevar a cabo una consulta internacional en el marco de las actividades de la OIT de seguimiento de la Cumbre Social de Copenhague, actividad cuyos resultados iban a constituir un aporte de la mayor importancia para el período de sesiones extraordinario de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en junio de 2000, reunión que abordará nuevamente como cuestión central las políticas de empleo, en seguimiento del debate iniciado por la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social.
217. Además de estas dos reuniones principales, había que tomar decisiones en cuanto a las actividades que se iban a promover en el marco del Foro Mundial del Empleo. El representante del Reino Unido había formulado ya una excelente propuesta, concretamente, que el Foro concentre sus trabajos sobre las prácticas óptimas en el ámbito de las políticas de empleo.
218. Un representante de la Oficina del Director General dio respuesta a los comentarios relativos al objetivo operativo 2, f), y a las reservas manifestadas con relación al párrafo 72 del volumen 1. La primera parte de este objetivo, explicaba en el párrafo 71, se refería a las actividades en el plano macroeconómico propuestas con respecto a la mundialización y la integración regional, labor que tenían por objeto prestar servicio a todos los mandantes en general. El párrafo 72 tenía por objeto traducir la intención de la OIT de prestar asistencia a las organizaciones de trabajadores y de empleadores sobre aspectos más específicos de las repercusiones de la integración regional y de la mundialización; ahora bien, habida cuenta de las observaciones de los miembros, cabía la posibilidad de ubicar en otro lugar del Programa y Presupuesto aquellos alcances que se referían en forma más precisas a actividades de refuerzo del cometido que incumbe a los interlocutores sociales.
219. El Director General indicó que la formulación del mandato correspondiente al objetivo estratégico núm. 2, en el que se citaba el compromiso núm. 3 de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, tenía importancia pues ponía de relieve el hecho de que la OIT tiene hoy un mandato mundial para dar cumplimiento a su cometido. En lugar de hacer resaltar este mandato como definido únicamente por el propio cometido de la OIT, parecía más adecuado desde un punto de vista político realzar el hecho de que se había convertido en un mandato mundial, por el que la comunidad internacional reconocía el papel que desempeña la OIT. Era muy importante para la Organización que, incluso por lo que se refería a la Declaración, que la Cumbre Mundial se hubiese pronunciado sobre la conveniencia de promover el objetivo del tema empleo, dado que en el marco del debate de la Cumbre tal objetivo se había vinculado con la búsqueda de mecanismos para mejorar las condiciones de trabajo y el respecto de los derechos de los trabajadores. El propio texto del mandato estaba formulado con arreglo al lenguaje habitual de la OIT, por lo que no debía considerarse que la OIT estuviese recibiendo en este caso un mandato diferente del que figuraba en su Constitución.
220. En cuanto a la utilización del calificativo «decoroso» para calificar al empleo, explicó que para tener un trabajo decoroso era necesario por cierto encontrar primeramente un empleo. Esto ponía de manifiesto una de las principales prioridades de la OIT, a saber, la promoción y la creación de empleo. Al hablar de la necesidad de tener un empleo decoroso se hablaba también indirectamente de otros compromisos, como los relativos al objetivo estratégico núm. 1 sobre los derechos fundamentales en el trabajo y en el objetivo estratégico núm. 3, sobre protección social. Asimismo, la OIT podía referirse a su adhesión al diálogo social, plasmada en la práctica del tripartismo, el que también reforzaba las medidas encaminadas a obtener un trabajo decoroso; además, la terminología tradicional relativa al «empleo productivo y libremente elegido» quedaba reflejada en el texto. No siempre resultaba fácil encontrar la terminología más adecuada, sobre todo si se tenía en cuenta la necesidad de sintetizar una explicación de lo que eran la OIT y su cometido en rebasar los 30 segundos a que se reduce el tiempo de que hoy se dispone en la televisión para hacer pasar un mensaje cuando se presenta la oportunidad.
221. Dando respuesta a los comentarios sobre la participación de la Oficina en los análisis económicos, el Director General dijo que la OIT tenía a la vez la capacidad y la responsabilidad de velar por que en la formulación de políticas macroeconómicas se incluyan aspectos relativos a los problemas sociales, en particular en relación con los procesos de ajuste estructural. Si el análisis económico desde un punto de vista histórico había evolucionado, ello no obedecía a la lógica aplicada por los teóricos macroeconómicos, sino gracias a la influencia de la gente que, ajenas al proceso de análisis económicos propiamente tal, no habían dejado de señalar las repercusiones que las políticas económicas tienen en la vida real de las personas. Se estaban descubriendo nuevas formas para alcanzar los objetivos macroeconómicos, guiadas por criterios que prestaban una mayor atención a las consecuencias que la economía tiene para cada ser humano. Inversamente, al fomentar tal o cual política social había que tener conciencia de sus efectos en el plano económico, a fin de evaluar con precisión el impacto de tales políticas sociales. La acumulación de esta información era un activo que enriquece enormemente el acervo de conocimientos de la OIT y su capacidad para mantener un diálogo adecuado con otras entidades. Sin embargo, no había que pensar que el mandato y la base de conocimientos propios de la OIT le conferían necesariamente el monopolio de estas materias. El éxito de las políticas de la OIT no obedecía únicamente a que éstas estuviesen bien sustentadas y orientadas y que fuesen correctas y prácticas; había que considerar también que para lograr resultados fructíferos la OIT concentraba su labor en proyectos, en la ejecución de éstos en el terreno, en una clara comprensión de quién hacía qué y de dónde provenían los recursos necesarios para llevar a cabo sus actividades. En el campo de las ideas no existen ventajas comparativas. La tarea principal de la OIT consistía en asegurar la pertinencia de su labor en cuestiones sociales, pero su éxito quedaba condicionado a que sus acciones se ajusten a criterios de máxima calidad.
222. El Sr. Blondel, hablando en nombre de los trabajadores, dijo que en el texto del objetivo estratégico núm. 3 no había referencia alguna a la inspección del trabajo, a la aplicación de los códigos del trabajo o a los servicios de administración del trabajo, carencias que había que rectificar. Los trabajadores estaban muy satisfechos de que entre los cinco objetivos operativos figurasen la seguridad y la salud en el trabajo y la protección social, y de que se hubiesen incluido dos programas InFocus dedicados, respectivamente, a la seguridad y la productividad mediante la seguridad y la salud en el trabajo, y a la seguridad social y económica en el siglo XXI. Los datos estadísticos en estas materias eran aterradores, por lo que era normal asombrarse de que la cifra de 250 millones de accidentes anuales relacionados con el trabajo, entre los cuales 335.000 tenían consecuencias fatales, no hubiese provocado conmoción en la comunidad internacional. Los miembros trabajadores tenían la esperanza de que se pudiesen alcanzar los objetivos descritos en el texto, y consideraban que la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores implicaba también la necesidad de proteger el medio ambiente, y en especial el medio ambiente del trabajo; al respecto, sólo podían reiterar su preocupación por el escaso interés mostrado por la Oficina con respecto a los problemas del medio ambiente y el desarrollo sostenible. La OIT debería ampliar sus actividades a este respecto y asumir en forma más seria sus responsabilidades. También se deberían emprender estudios sobre las consecuencias que en el plano del empleo tendrá la aplicación de las conclusiones de la Conferencia de Kyoto sobre los cambios climáticos.
223. La OIT debería esforzarse más por proteger los salarios, pues el problema de la falta de pago de los salarios de los trabajadores en ciertos países, como los de Europa oriental, alcanzaba grandes proporciones, ya que millones de trabajadores no percibían con regularidad sus salarios, en violación flagrante del Convenio sobre la protección del salario, 1949 (núm. 95). Sin embargo, los resultados esperados de la aplicación del programa InFocus sobre la seguridad económica y social en el siglo XXI parecían alentadores en la fase actual. Era muy importante hacer un análisis comparativo para determinar las principales formas de inseguridad y los factores que creaban o agravaban esta inseguridad porque contribuiría a crear un compendio para determinar, describir y evaluar una gran variedad de posibles iniciativas y opciones. Del mismo modo, la publicación de un informe internacional sobre la seguridad socioeconómica realzaría el prestigio y la autoridad de la OIT en este campo. Estaba claro que la OIT tendría que celebrar discusiones con el Banco Mundial sobre este tema, pues era bien sabido que el Banco Mundial tenía serias objeciones sobre la eficacia de una seguridad social universal, en particular respecto de los fondos de pensiones. La Oficina debería desarrollar sus posiciones sobre este tema y tener una participación más activa, a fin de no ceder terreno a las instituciones financieras en este ámbito.
224. El objetivo operativo núm. 3, a), relativo a las normas internacionales del trabajo sobre las condiciones de trabajo y de empleo infundía seguridad a los miembros trabajadores respecto de esta cuestión fundamental. Era importante asignar recursos suficientes para alcanzar este objetivo operativo, pero la promoción de la Declaración de principios y derechos fundamentales en el trabajo no debía hacerse en detrimento de la promoción de las normas internacionales del trabajo. Debían aumentarse los recursos destinados a esta labor, comprendida la financiación del Instituto Internacional de Estudios Laborales. El Grupo de los Trabajadores también se preocupaba por las dificultades que atravesaban las asociaciones del sector no estructurado, cuya labor no era muy reconocida. Se habían creado varias de ellas para aprovechar los beneficios de los donantes, pero a menudo sus actividades eran ineficaces y no se les daba seguimiento, de modo que no podían sustituir a los verdaderos sindicatos, fuertes e independientes.
225. El Grupo de los Trabajadores acogió con agrado la propuesta de organizar una reunión de expertos encargada del seguimiento de la resolución que adoptó la Conferencia sobre el trabajo en subcontratación. En cuanto a la discriminación que sufrían los trabajadores migrantes, la Oficina debía garantizar el seguimiento de la recomendación de la reunión de expertos relativa a las modalidades y estudios prácticos de las migraciones en ciertos países. En relación con el objetivo operativo núm. 3, e), la OIT debería emprender estudios sobre los efectos de la mundialización en el plano social y en el mundo del trabajo, y debería formular políticas y medidas para proteger a los trabajadores de las consecuencias de este fenómeno.
226. El Sr. Marshall, en nombre de los miembros empleadores, manifestó su agradecimiento por la interpretación sumamente clara de la dirección futura de la OIT que dio el Director General. La OIT tenía un mandato claro procedente de la Declaración de Filadelfia que podía añadirse al impartido por la Cumbre Social a fin de fortalecer su mandato en todo el mundo. Era sumamente importante medir el impacto social de las medidas económicas, pero tan importante como eso era considerar las repercusiones económicas de las medidas sociales y encontrar un equilibrio entre esos intereses. Para ello la OIT debía contar con los conocimientos técnicos internos necesarios a fin de tener una participación creíble en el análisis de las repercusiones económicas y sociales de las políticas o medidas aplicadas.
227. El programa InFocus sobre la seguridad económica y social en el siglo XXI sería un programa sumamente útil, pero en él deberían tenerse más en cuenta algunos de los profundos cambios económicos que se estaban dando en la actualidad y sus efectos sobre cuestiones relacionadas con la seguridad social. Era necesario encontrar un equilibrio entre la responsabilidad individual y la responsabilidad colectiva y debían reconocerse de algún modo los gravísimos problemas a los que se enfrentaban los mandantes por los costos de los programas de seguridad social. Las investigaciones debían buscar otros enfoques innovadores en lugar de basarse en ideas preconcebidas sobre los principios de seguridad social.
228. En lo que atañe al párrafo 76, los miembros empleadores apoyaban las observaciones de un orador precedente, según el cual se debía insistir en la revisión de las normas existentes antes de examinar la elaboración de nuevas normas. En relación con el párrafo 78, no estaban en desacuerdo con la ratificación de ciertos convenios sectoriales, pero parecía perfilarse una tendencia a elaborar condiciones específicas para distintos sectores en lugar de elaborar unas normas apropiadas, aplicables a todos ellos. La OIT debería cuidarse de esta tendencia y seguir un enfoque coherente en la formulación de normas.
229. Respecto al párrafo 88, los miembros empleadores estaban de acuerdo con la opinión expresada por el Grupo de los Trabajadores, según la cual era conveniente incluir en este documento una partida para celebrar una reunión de expertos sobre los debates actuales relativos al trabajo en subcontratación. Sin embargo, no debía darse por sentado que la reunión procedería a una discusión sobre la elaboración de normas.
230. En cuanto a los párrafos 90 y 91, muchos Estados Miembros tal vez necesitaban ampliar la aplicación de su base de seguridad social, mientras que otros tal vez debían reducirla. El objetivo operativo núm. 3, d), estaba relacionado con la ampliación del alcance de los sistemas de seguridad social por parte de los Estados Miembros, pero en todo el texto se hacía referencia a la protección social y no a la seguridad social. Debía utilizarse una terminología correcta.
231. En relación con el objetivo operativo núm. 3, e), uno de los oradores que lo había precedido se había referido a un prejuicio contra la mundialización. Ciertamente, en el primer párrafo se reforzaba la idea de que la mundialización era un fenómeno negativo al utilizar términos tales como «mano de obra barata». Se trataba de un enfoque completamente inadecuado, que incluso podía implicar que las actividades de investigación mencionadas tuviesen unos resultados predeterminados.
232. El representante del Gobierno de la India daba su apoyo a la propuesta del objetivo estratégico núm. 3. Se llevarían a cabo discusiones detalladas en un coloquio sobre la crisis financiera asiática y los retos en materia de política social, y esas discusiones analizarían las observaciones formuladas en el documento sobre este tema que había solicitado la Oficina. En el documento se señalaba que en muchos países de la región no había redes de seguridad social con prestaciones de desempleo y seguro de desempleo, y que la mayoría de los empleos perdidos se concentraban en sectores que hubieran podido quedar cubiertos con un seguro de desempleo. Los sistemas de seguro de desempleo eran una importante medida de seguridad social, y la OIT debía desarrollar programas para promover el concepto de seguro de desempleo y luego incorporarlos en los programas detallados de este objetivo estratégico.
233. El representante del Gobierno de Alemania advertía que este programa estratégico combinaba dos campos que convenía mantener separados. No tenía ningún sentido combinar las condiciones de trabajo y la seguridad y la salud en el trabajo con la seguridad social, ya que la protección del trabajador no se limitaba al lugar de trabajo y a las condiciones de trabajo; era mucho más amplia y cubría muchos temas más, por ejemplo, los riesgos sociales de las enfermedades, la pérdida del empleo o la vejez. La protección técnica y médica del trabajo y de las condiciones de trabajo constituía la parte más grande de este programa y de los cuatros objetivos operativos; los núms. 3, a) y d), se concentraban en este campo. En ambos había pasajes relativos a las normas del trabajo: se habían subrayado varios convenios, pero ninguno de ellos eran realmente instrumentos fundamentales. El Convenio sobre las plantaciones, 1958 [y Protocolo, 1982] (núm. 110), el Convenio sobre las organizaciones de trabajadores rurales, 1975 (núm. 141), el Convenio sobre seguridad y salud en la construcción, 1988 (núm. 167) y el Convenio sobre seguridad y salud en las minas, 1995 (núm. 176) eran sin duda muy importantes, pero no se mencionaban el Convenio sobre la protección de la maquinaria, 1963 (núm. 119) ni el Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155), que eran de carácter más general.
234. En el campo de la seguridad social, el empleo regular era una de las mejores maneras de prevenir la pobreza de las personas y sus familias, y los programas de seguridad social podían prestar cierta ayuda a los desempleados. Se estaban elaborando nuevos programas de protección social para dar cobertura a los grupos desfavorecidos del sector no estructurado y de las zonas rurales, que en muchos países, particularmente en el tercer mundo, prácticamente no tenían ninguna cobertura. La OIT debía tener cuidado de no adentrarse en el campo de la ayuda social, para que otras organizaciones no lo vieran como una injerencia en sus campos particulares de actividad.
235. La representante del Gobierno de Egipto observó que la protección social se había convertido en un tema particularmente importante tras la aparición de la mundialización, el aumento de la flexibilidad de la economía de mercado y la prevalencia de la inseguridad social y económica habían creado lagunas en el sistema de seguridad social. El objetivo estratégico núm. 3 complementaba el objetivo estratégico núm. 2, ya que el primero se centraba en la protección de los trabajadores en ocupaciones peligrosas. Era fundamental que la OIT examinara las normas relacionadas con el empleo para desarrollar no sólo criterios de protección, sino también criterios que reconocieran los peligros que planteaban las nuevas tecnologías, prestando especial atención a la seguridad y la salud en las pequeñas y medianas empresas, incluidos el sector no estructurado y el sector agrícola. Las actividades de inspección en el trabajo debían abarcar a las empresas pequeñas y medianas y tomar en cuenta el impacto negativo de las políticas de reestructuración sobre grupos no vulnerables de la población. La OIT podría prestar valiosos servicios a estos grupos que no tenían suficiente protección y también debería ofrecer un apoyo actuarial y estadístico a los países que lo necesitaran.
236. La representante del Gobierno del Reino Unido dijo que recientemente su país había sido anfitrión de un seminario para el Equipo de Transición sobre este tema, que resultó ser interesante e informativo. La propuesta del programa InFocus para la seguridad económica y social en el siglo XXI tuvo una muy buena acogida con vistas a las investigaciones propuestas para formular índices y a la propuesta para examinar programas innovadores y hacer algún tipo de compilación de las políticas. Durante la reunión quedó de manifiesto que la población veía en la seguridad social principalmente una entidad que los gobiernos debían establecer en cierta medida como un derecho universal. Se hicieron comentarios acerca de la acción comunitaria y la autoayuda en relación con la labor realizada en la India por la Asociación de Mujeres Trabajadoras por Cuenta Propia (SEWA). Los programas de seguridad social debían tener otras aspiraciones adicionales, pero ésta constituía un buen punto de partida para países que carecían de medios financieros para dar una cobertura decorosa en el plano nacional. El programa InFocus para este objetivo merecía el más firme apoyo. No bastaba sólo con tener información y difundirla por Internet. Era mucho más valiosa la formación del personal de la OIT de las oficinas exteriores, de modo que pudieran utilizar tecnología moderna para tener acceso a la información, interpretarla y difundirla en distintas partes del mundo. Sólo la OIT estaba equipada para llevar a cabo debidamente esta labor.
237. La representante del Gobierno de los Estados Unidos manifestó todo su apoyo al programa InFocus sobre seguridad económica y social en el siglo XXI que estaba bien presentado y prometía obtener resultados concretos. Estaba de acuerdo con la oradora precedente en el sentido de que esta información debía promoverse ampliamente, no sólo por el personal de la OIT en las oficinas exteriores, sino en la labor que se realizaba con otras organizaciones de las Naciones Unidas y con las instituciones financieras internacionales. Manifestó su apoyo a las propuestas de los párrafos 76-78, a la discusión complementaria de las normas internacionales del trabajo y a la labor en curso del mecanismo de control existente. En cuanto al objetivo estratégico núm. 1 sobre la Declaración, no se tenía la intención de sustituir el actual mecanismo de control. Era conveniente reforzar esta noción y subrayar la importancia permanente del mecanismo de control y de otras normas.
238. El representante del Gobierno de Francia señaló que la discusión sobre las condiciones de trabajo, la protección de los trabajadores en el lugar de trabajo y su seguridad social era original e interesante en cuanto al fondo y a la forma. No se hacía mucha mención de la inspección en el trabajo y la administración laboral salvo de manera implícita y hubiera sido mejor ser más explícito al respecto. El programa STEP descrito en el volumen 2, en el párrafo 110.9 y sus actividades para Africa descritas en el programa 250.20 estaba destinado a mejorar y ampliar los sistemas de seguridad social para abarcar nuevos riesgos y nuevas categorías de la población: hacer extensiva la cobertura de la seguridad social como una red de seguridad debía convertirse en una prioridad de los programas sociales negociados con los donantes.
239. Un representante del Director General (el Director del Departamento de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo) consideraba que en términos generales se daba un sólido apoyo al objetivo estratégico y en particular a los objetivos operativos relativos a las condiciones y el medio ambiente de trabajo y a la seguridad y la salud en el trabajo. Se consideraba que la administración laboral y la inspección en el trabajo eran fundamentales para promover la seguridad y la salud en el trabajo y las condiciones en el trabajo como características básicas del programa InFocus Trabajo sin riesgo (SafeWork). Para abordar las preocupaciones de la Comisión tal vez sería mejor explicitar la importancia de esos conceptos en la revisión ulterior de este documento y así se haría. Para la OIT había dos aspectos en las cuestiones del medio ambiente. Uno lo constituían las repercusiones que tenían para la economía y el empleo los cambios en el medio ambiente, y el segundo lo constituían las repercusiones que tenían para el medio ambiente los acontecimientos en el lugar de trabajo, tales como la introducción de nuevas sustancias químicas y los accidentes industriales mayores. Se tenía previsto realizar labores adicionales sobre estas dos cuestiones. El vínculo entre el empleo y los cambios del medio ambiente constituía un campo que el Equipo de Transición había definido como uno de los campos de vanguardia de la labor futura de la OIT, y se tenía la intención de desarrollar este concepto en mayor medida con vistas a incluirlo en la revisión ulterior del documento de Programa y Presupuesto.
240. Los cambios en el lugar de trabajo y sus repercusiones para el medio ambiente se examinarían en más detalle, en particular las repercusiones de la introducción de nuevos procesos y de los accidentes industriales mayores para el medio ambiente. Esta labor se centraría en formular criterios para determinar y detectar los riesgos mayores y la armonización de los sistemas de etiquetado, en particular en relación con las sustancias químicas. Las observaciones de los empleadores acerca del párrafo 95 se examinarían detenidamente. El Equipo de Transición había considerado que para el desarrollo del programa InFocus Trabajo sin riesgo (SafeWork) sería muy útil efectuar un examen de las repercusiones económicas de las políticas sociales. Los ámbitos de trabajo futuro que se abordarían incluían los costos de las enfermedades y accidentes profesionales así como las repercusiones económicas y los métodos más eficaces en función del costo para introducir mejoras en las condiciones de trabajo.
241. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los miembros empleadores, observó que el párrafo 97 parecía sugerir que los empleadores no apoyaban totalmente el entorno económico en el que desarrollaban sus actividades. Esto podría inducir a error: sin duda surgían nuevos problemas pero éstos traían consigo nuevas oportunidades, y los empleadores desearían que esto se recogiera en el texto. Por supuesto, les complacía observar que se estaba atribuyendo una mayor importancia a las actividades de las organizaciones de empleadores; pero si la OIT era seria, el Consejo de Administración tendría que garantizar que se asignasen los recursos suficientes a las actividades para los empleadores y las empresas, especialmente a la Oficina para las Actividades de los Empleadores, para que pudiesen llevar a cabo su labor. El párrafo 101 contenía referencias a las organizaciones de trabajadores que lógicamente deberían figurar en el siguiente apartado. Asimismo, en el párrafo 109 parecía haber un problema de focalización porque se hacía especial referencia a las multinacionales, a veces denominadas transnacionales, como si fueran una especie de caso aparte. El Consejo de Administración ya había decidido que las cuestiones relativas a los códigos de conducta y cuestiones similares deberían corresponder al Departamento de Desarrollo de Empresas y Cooperativas y deberían aplicarse generalmente en las discusiones sobre las empresas. Las actividades del Servicio de Empresas Multinacionales, mediante la aplicación de la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social, estaban bien organizadas y estaban dando buenos resultados. El párrafo 110 era un tanto confuso porque parecía considerar la posibilidad de adoptar nuevas normas internacionales del trabajo pero sin decir para qué. Sería conveniente que se proporcionaran aclaraciones antes de discutir esta cuestión con más detalle.
242. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, observó que el objetivo estratégico núm. 4 contenía dos objetivos operativos que se referían a fomentar la capacidad de las organizaciones de empleadores y de trabajadores y a adoptar un dispositivo que promueva el consenso y el diálogo social. Por supuesto, los trabajadores estaban satisfechos con la incorporación de este objetivo estratégico que ellos habían solicitado que se añadiese a los otros tres en noviembre de 1998 porque dicho objetivo reconocía más claramente que el tripartismo era la base sobre la que se sustentaba el mandato de la OIT. El tripartismo proporcionaba a la OIT un carácter original, único y específico, dentro del sistema de las Naciones Unidas. Durante demasiado tiempo, se habían descuidado los principios y valores del tripartismo y había llegado el momento de dar un nuevo impulso a la práctica del tripartismo y al diálogo social. Las propuestas formuladas en los párrafos 97 a 107 y el programa InFocus Fortalecimiento de los interlocutores sociales reforzarían las capacidades y competencias de las organizaciones de trabajadores y de empleadores.
243. Sin embargo, el tripartismo y el diálogo social sólo podrían triunfar y tener algún sentido en el plano internacional si recibían el apoyo de los interlocutores sociales de cada Estado Miembro en el plano nacional. Lamentablemente, apenas se había prestado atención a la necesidad de establecer nuevos mecanismos para promover el diálogo social o fomentar el consenso y la negociación en el plano nacional. El tripartismo se podría convertir en la piedra angular de los equipos multinacionales y la política de asociación activa, y deberían desplegarse mayores esfuerzos para incrementar al máximo las oportunidades brindadas por el tripartismo y el diálogo social para resolver las grandes cuestiones que se plantean en el mundo del trabajo. Los secretariados del comercio internacional podrían desempeñar un importante papel en las reuniones sectoriales e impulsar el diálogo social en sus respectivos sectores. Por su parte, la OIT también podría contribuir en gran medida a este proceso al establecer un marco adecuado para el intercambio de opiniones y de información entre los mandantes tripartitos en los diferentes sectores económicos e industriales. Esta labor podría promoverse enormemente gracias a las contribuciones del Centro de Turín y del Instituto Internacional de Estudios Laborales.
244. La OIT debería hacer más por promover el Convenio sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo), 1976 (núm. 144), tal vez incluyendo de alguna forma actividades de promoción en los objetivos operativos. Asimismo, debería aclararse la primera oración del párrafo 98. No era nada seguro que los gobiernos que estaban realizando privatizaciones se remitieran siempre a los ministerios de trabajo para preguntar por las consecuencias de estos proyectos. Estas decisiones eran de naturaleza económica, y normalmente se adoptaban mucho tiempo antes de las discusiones que se mantenían con los sindicatos.
245. Por último, los empleadores se habían referido a los recursos destinados a las organizaciones de empleadores, que podrían adoptar la forma de asignaciones de recursos financieros a las organizaciones profesionales o a los sindicatos de empleadores. Las organizaciones de empleadores y de trabajadores se financiaban de forma diferente: los sindicatos se financiaban con las contribuciones de sus afiliados, mientras que las asociaciones de empleadores se financiaban conforme al reglamento de las empresas, en función de los niveles salariales y de la nómina total. La eficacia de las dos organizaciones estaba directamente relacionada con sus niveles de financiación, y esta era una cuestión que la OIT debería considerar con más detalle en algún momento.
246. El representante del Gobierno de Argentina reiteró las dudas que su país había expresado en la reunión del Consejo de Administración de noviembre de 1998 acerca del objetivo estratégico núm. 4. El diálogo debería ser un instrumento para alcanzar los objetivos de la Organización y no un objetivo en sí mismo. No obstante, dijimos entonces y reafirmamos ahora que, dada la importancia que tiene en nuestra Organización, puede considerarse legítimamente un objetivo estratégico. Asimismo, el programa InFocus debería comprender actividades destinadas a reforzar la capacidad de los gobiernos en las discusiones relativas a las relaciones laborales. Como último comentario y en relación con los programas relacionados con el objetivo estratégico, probablemente los más importantes serían los que se refieren a las actividades en el ámbito de las relaciones laborales, especialmente la prevención y la solución de conflictos laborales a que se refiere el párrafo 80.16. La investigación y desarrollo llevada a cabo por la OIT en relación con la solución de diferencias y el dispositivo de prevención, especialmente los mecanismos jurídicos, podrían aportar una valiosa contribución a las mejoras de los procedimientos.
247. El representante del Gobierno de Polonia apoyó plenamente este objetivo estratégico, que era especialmente importante para prevenir el malestar social vinculado no sólo con los cambios económicos sino también con la modernización y con la reconstrucción, las cuales daban lugar a un incremento del desempleo y a la necesidad de readaptación profesional. Con la asistencia de la sede de la OIT y el equipo multidisciplinario con base en Budapest, Polonia había iniciado programas destinados a crear un mecanismo para promover el tripartismo activo y el diálogo social. Sin embargo, todavía quedaba mucho por hacer, especialmente en lo que respecta al papel exacto de los interlocutores sociales y del tripartismo. Apoyó plenamente el objetivo estratégico núm. 4 y expresó su confianza en que continuaría la cooperación fructífera con la OIT en este ámbito.
248. Una representante del Director General (la directora del Departamento de Relaciones Laborales y Administración del Trabajo), en respuesta a la pregunta de los empleadores sobre la posibilidad de adoptar nuevas normas internacionales del trabajo, señaló que el párrafo 110 constituía una versión reducida de las propuestas contenidas en el programa principal 80 del volumen 2. Estas propuestas no se referían a nuevas normas sobre el diálogo social y la negociación colectiva en general sino al ámbito específico de la prevención y solución de conflictos laborales. Respecto a la pregunta de los trabajadores sobre la utilización del Convenio sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo), 1976 (núm. 144) para promover el tripartismo, confirmó que la referencia al Convenio núm. 144 estaba muy bien situada. En la labor cotidiana de la Organización, especialmente en la aplicación de la política de asociación activa y en la labor de los equipos multidisciplinarios, el Convenio núm. 144 podía aplicarse en la práctica como un punto de entrada para promover el tripartismo en un sentido más amplio. Los órganos tripartitos establecidos en virtud del Convenio núm. 144 solían tender a convertirse en un foro de discusión tripartita acerca de otras cuestiones de política laboral y social.
249. En respuesta a algunas observaciones formuladas acerca de las administraciones del trabajo, recordó que el tripartismo exigía la existencia de un tercer pilar, además de las organizaciones de trabajadores y de empleadores, en forma de un sistema de administración del trabajo y un ministerio del trabajo o ministerio competente, para promover el diálogo social y contribuir a la formulación de políticas en los programas de empleo y de trabajo tal como se describe en las propuestas de Programa y Presupuesto.
250. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, dijo que el párrafo 110 hacía referencia a la adopción de medidas concretas que fomenten un verdadero diálogo social, pero debería tenerse cuidado en que no sirvieran de pretexto para volver a poner en entredicho el libre ejercicio del derecho de huelga.
El Centro de Turín y el Instituto Internacional
de Estudios Laborales
251. El Sr. Anand (miembro empleador) observó que el Centro de Turín ya había adoptado medidas en respuesta a algunas propuestas del Grupo de los Empleadores de establecer vínculos y relaciones de cooperación con institutos de formación que tienen objetivos similares en las regiones. El objetivo era sacar el máximo partido de los recursos financieros y humanos para proclamar las ventajas de las actividades de formación. Un experimento análogo que se había llevado a cabo en Nueva Delhi había obtenido muy buenos resultados y debería adoptarse también en otras regiones. Como resultado de sus actividades el Centro de Turín había adquirido una reputación de excelencia dentro del sistema de las Naciones Unidas pero sólo podría continuar llevando a cabo sus labores y ampliando su influencia si sus programas se financiaban adecuadamente.
252. El Instituto Internacional de Estudios Laborales era otro órgano de la OIT que proporcionaba una valiosa información a los mandante de la OIT sobre aspectos académicos de la política laboral, y era necesario apoyar plenamente sus actividades.
253. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, recordó que el Centro de Turín había atravesado graves problemas y que sólo gracias a la dedicación de su dirección y de su personal se había podido evitar su clausura. El Centro había concluido su segundo plan de desarrollo, y merecía recibir el máximo apoyo en sus continuos esfuerzos por mejorar los servicios que prestaba a los participantes.
254. El representante del Gobierno de Italia expresó su agradecimiento a los oradores precedentes por los elogios de que había sido objeto el Centro de Turín, una entidad que el Gobierno de Italia apoyaba firmemente. En los últimos seis o siete años, el Centro había mejorado de forma muy notable sus actividades de formación y su visibilidad internacional, y había saneado sus finanzas. Debería promoverse la rápida y creciente colaboración del Centro con otras instituciones internacionales, en particular con aquellas que forman parte del sistema de las Naciones Unidas. En el año 2000 estaba previsto que se llevaría a cabo una evaluación general del Centro y habría una mayor expansión de sus cursos de formación institucional. El Centro hacía honor a la OIT y merecía que sus actividades recibieran pleno apoyo.
255. El representante del Gobierno de Francia recordó que cuando se estableció el Centro de Turín este era sólo un centro de formación profesional de futuro incierto. Los progresos que había realizado desde entonces eran extraordinarios, y la OIT no podía sino estar orgullosa de estos logros. El Centro había ampliado su cooperación con muchas organizaciones e instituciones internacionales, entre ellas la Unión Europea. También había establecido la Escuela Superior de Personal de las Naciones Unidas, que era célebre en todo el sistema de las Naciones Unidas y su reputación revertía ahora positivamente en la imagen de la OIT en su conjunto. El Centro de Turín, cuya situación ahora era excelente, podría desempeñar un papel fundamental en la consecución de los objetivos estratégicos que figuran en las propuestas de Programa y Presupuesto.
Reuniones técnicas y sectoriales
256. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los miembros empleadores, expresó su apoyo al párrafo 118, aunque resultaría difícil reestructurar inmediatamente todas las reuniones en el nuevo marco estratégico de planificación. En la lista de reuniones figuraba el Foro Mundial del Empleo, pero una buena parte de su labor consistiría en considerar cuestiones relativas al desarrollo de la empresa y teóricamente esto debería ser tratado en un foro empresarial. Tal vez sería posible celebrar uno en algún momento en el año 2002.
257. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, estuvo de acuerdo con las observaciones formuladas por el orador precedente. Durante los debates llevados a cabo en esta Comisión sobre el Foro Mundial del Empleo, los trabajadores habían propuesto que se celebrara un foro social y que más tarde se decidiera sobre la participación. Quizás esta Comisión no era el lugar adecuado para llevar a cabo debates sobre un foro empresarial; los empleadores tenían los medios para reunirse con frecuencia y así lo hacían. En resumen, los trabajadores podrían discutir esta propuesta si se celebraba también un Foro Social, como ya se había decidido antes.
258. El Sr. Brett (miembro trabajador) recordó a la Comisión que la decisión había sido celebrar un Foro Empresarial, y no varios, aunque podría haber buenas razones para continuar celebrándolo. Pero además se había contraído el compromiso de celebrar un Foro Social y de financiarlo en el presente bienio, y esto no se había cumplido. El tema que ahora se planteaba era saber si se celebraría con la participación de los empleadores y de los gobiernos. Quizás esta cuestión podría tratarse en las consultas oficiosas que tendrían lugar después de la próxima reunión de la Conferencia, en el período previo a las deliberaciones sobre los detalles del presupuesto en noviembre de 1999.
Fortalecimiento de la capacidad institucional
y respuesta rápida de la OIT
259. El representante gubernamental de Argentina, después de hacer notar que varios oradores que le habían precedido se habían referido ya a la cuestión del fortalecimiento de las capacidades institucionales, estuvo de acuerdo con el Director General en que cualesquiera que fuesen los proyectos de cooperación, éstos debían financiarse ante todo con recursos del presupuesto ordinario, complementados por recursos procedentes de fuentes extrapresupuestarias. Dijo además que debe haber una articulación clara entre los objetivos de cada proyecto y los objetivos estratégicos de la Organización, a fin de asegurar la necesaria coherencia de las actividades de la OIT y evitar la dispersión de sus recursos. Asimismo, suscribía el concepto que ha de guiar las actividades de la OIT, a saber, la base formada por el saber, la prestación de servicios de alta calidad y la movilización o promoción activa. Era imprescindible mantener un firme nexo entre los conocimientos y la prestación de servicios, pues era precisamente el saber acumulado lo que permitía tomar iniciativas y medidas para cambiar la situación en el terreno. En una conferencia organizada en 1998 por el Instituto Internacional de Estudios Laborales, el economista estadounidense Jeffrey Sachs se refirió a los nexos que existían entre el comercio internacional y las normas laborales, haciendo hincapié en que no existían todavía estudios empíricos sobre los efectos que la aplicación de las normas internacionales del trabajo tenían en el empleo. "La OIT lleva 75 años deliberando sobre esta cuestión sin alcanzar resultado efectivo alguno", laguna que la Organización no podía permitirse seguir tolerando si pretendía desempeñar un papel significativo en el concierto internacional.
260. Estaba plenamente de acuerdo con la observación contenida en el documento en el sentido de que la OIT necesitaba establecer una interacción mucho más intensa con otras organizaciones internacionales y con los demás actores del ámbito internacional. Se trataba de un problema complejo, por lo que era importante utilizar los instrumentos adecuados. Era indispensable que se aplicase la metodología multidisciplinaria no sólo al acopio de información sino también a las medidas prácticas. La interconexión y la influencia recíprocas entre los temas que más interesan a la comunidad internacional eran cada día mayores, por lo que las propuestas que figuraban en los párrafos 127 a 132 eran especialmente pertinentes. Para poder intervenir en forma decisiva en el debate sobre las políticas sociales y el mercado laboral, a la OIT no le quedaba otra alternativa que desarrollar su base de conocimientos en materias macroeconómicas y también microeconómicas.
261. El Sr. Marshall, en nombre de los miembros empleadores, se refirió al párrafo 122, cuyo alcance le parecía bastante modesto habida cuenta de la importancia del tema. En efecto, como ya lo había señalado antes, los empleadores atribuían una enorme importancia a la cuestión del desarrollo de los recursos humanos de la Organización. Existía una necesidad real de desplegar nuevos esfuerzos en este ámbito, que el Director General había destacado al insistir en que era preciso dedicar mayores inversiones al personal. Con relación al párrafo 124, reiteró que los empleadores valoraban los esfuerzos que se están desplegando con respecto a la presentación de informes, las prácticas de buena gestión y la evaluación.
262. La representante gubernamental del Canadá apoyaba con entusiasmo los párrafos 120 y 121, pero convenía con el orador anterior en que el párrafo 122, relativo a la cuestión de los recursos humanos, era algo modesto en sus ambiciones. Con respecto al párrafo 123, reiteró que su Gobierno apoyaba la voluntad de la Oficina de emprender sin demora el perfeccionamiento de sus sistemas financieros y contables. Se trataba de aspectos sumamente importantes de la planificación presupuestaria estratégica, y era esencial que la Oficina tuviese la capacidad de producir los informes adicionales que tal tarea iba a necesitar. Esperaba que en el futuro se presentara una propuesta concreta al respecto, si fuese posible en noviembre, para que coincidiera con el inicio de la aplicación del proceso de planificación presupuestaria estratégica y fuera posible identificar las posibles fuentes de recursos financieros.
263. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, estuvo de acuerdo en que el Programa y Presupuesto estratégico a que se refería el párrafo 124, el primero de esta índole que se propone en la OIT, podía servir, después de algunos ajustes, como modelo para la elaboración de los presupuestos en el futuro. Los trabajadores eran decididos partidarios de que se mantuviese informado al Consejo de Administración sobre todas las actividades emprendidas, así como sobre el empleo de los fondos y la evaluación de los resultados correspondientes. En cuanto al párrafo 127, reiteró su observación anterior relativa a la capacidad de la OIT para efectuar análisis económicos. Sobre la cuestión del desarrollo de una capacidad de respuesta rápida de la Oficina, consideraba que sería útil que el Director General indique nuevos medios que podrían servir para movilizar recursos en forma inteligente, eficaz y rápida, a fin de hacer posible el desarrollo de dicha capacidad de intervención o respuesta rápida.
264. La representante gubernamental de los Estados Unidos se unió a lo manifestado por otras delegaciones sobre la suma importancia que reviste el desarrollo de los recursos humanos. Manifestó su satisfacción por los alcances relativos a la política de asociación activa y la cooperación técnica contenidos en el párrafo 125, y en especial por la promesa de efectuar evaluaciones periódicas, así como por el hecho de que el Director General haya reconocido la necesidad de que en este campo se puedan mostrar resultados exitosos. Se trataba de un punto que varios miembros habían planteado ya en reuniones pasadas del Consejo, por lo que esperaba con interés conocer más detalles prácticos sobre la adopción de metodologías de evaluación adecuadas y fiables para su utilización en el marco de la labor de la Oficina.
265. Los Estados Unidos seguían albergando cierta preocupación en relación con la eficacia de la actual estructura de oficinas en el exterior, por lo que veía con satisfacción que estaba previsto llevar a cabo una revisión de este sistema. En todo caso, no comprendía bien por qué en seis ciudades africanas, en dos de la región de las Américas y en tres de Asia y el Pacífico había a la vez equipos multidisciplinarios y oficinas de zona. Era muy posible que esto tuviera una buena razón de ser, pero se necesitaban algunas explicaciones al respecto, que esperaba poder encontrar en los futuros estudios sobre los nexos y la distribución de responsabilidades entre la sede y las oficinas exteriores, así como entre los distintos departamentos técnicos de la Oficina en Ginebra. También parecía existir un problema de duplicación de funciones en los programas técnicos, como ocurría por ejemplo en materia de políticas de desarrollo, que coincidían en gran medida con las actividades en materia de empleo, capacitación e igualdad de oportunidades y de trato para las mujeres. En particular, sería interesante saber cuál era la contribución específica de cada uno de estos programas al logro de los objetivos correspondientes. Los exámenes previstos deberían arrojar luz sobre esta cuestión y ayudar a que la OIT incremente al máximo la eficiencia y eficacia de su sistema de ejecución de actividades.
266. La representante gubernamental del Reino Unido hizo suyos los comentarios formulados por el portavoz de los empleadores con respecto al párrafo 122, e indicó que su Gobierno iba a examinar con gran interés los planes del Director General sobre la gestión de los recursos humanos, sobre todo habida cuenta de los grandes cambios en curso. Manifestó su apoyo a la propuesta de modernizar el soporte informático de los servicios financieros de la Oficina, en la medida que lo permitan los recursos disponibles, y también a la propuesta contenida en el párrafo 124 de convertir al Programa y Presupuesto estratégico en modelo para la planificación presupuestaria futura -- sin olvidar las propuestas contenidas en la declaración de los países del grupo de los PIEM sobre la necesidad de contar con indicadores de logro, y mecanismos de control y evaluación.
267. El Sr. Marshall, hablando en nombre del Grupo de los Empleadores, señaló que la presentación del volumen 2 se ajustaba al «viejo» estilo y por lo tanto no estaba directamente vinculada con el nuevo enfoque estratégico establecido en el volumen 1. Confiaba en que, en la reunión del Consejo de Administración de noviembre, los dos volúmenes se combinarían en un solo documento que mostrara los objetivos a corto plazo y medibles que la Oficina tenía la intención de realizar para alcanzar sus objetivos a mediano y a largo plazo. Antes de pasar a comentar cada programa individual, recalcó que el volumen 2 era demasiado largo para ser examinado párrafo por párrafo y que el silencio de los empleadores acerca de ciertas partes del documento no debía interpretarse como una aceptación de todo el contenido.
268. El programa 20 daba por sentado que seguían existiendo las estructuras actuales, pero los empleadores pensaban que los miembros del Consejo de Administración deberían examinar en su momento la manera en la que ellos, como Grupo, participaban en la dirección de la Organización, y estimaban que era importante considerar nuevos enfoques. Sin duda, el Consejo de Administración debería concentrarse más en la gobernación, es decir, en la política y la supervisión, y menos en la gestión. Por ejemplo, les sorprendía que la Comisión hubiera dedicado tanto tiempo el día anterior a examinar si era conveniente o no que el Director General estableciera una guardería. Una vez que se había adoptado una decisión política sobre el asunto y que el Consejo de Administración había establecido parámetros para aplicarla, los detalles de esta decisión debían dejarse en manos del Director General. Esta era sin duda la manera adecuada de establecer una división entre las actividades de dirección y de gestión.
269. En relación con el programa técnico 50, los empleadores subrayaron la importancia de la revisión de las normas internacionales del trabajo y manifestaron cierta decepción por la lentitud de los progresos del Grupo de Trabajo. En cuanto a la Declaración de la OIT, recordó la separación operativa que existía entre, por un lado, su seguimiento y, por otro, la promoción de la ratificación de las normas, y recalcó que era importante no perder de vista la importancia de ninguna de estas dos actividades. Hablando en términos generales, todos los programas principales empezaban con una descripción de los problemas y las necesidades, y esta manera de proceder solía introducir un sesgo negativo en el análisis. Sería preferible que los programas miraran hacia el futuro indicando cómo aprovecharían las oportunidades que se presentaban en lugar de mirar atrás hacia las dificultades ya planteadas.
270. Los empleadores consideraban el empleo y la formación como una actividad crítica y vital de la Organización y sentían cierta preocupación por la visión negativa y el enfoque subjetivo adoptados. Este planteamiento daba por sentado que la única visión válida acerca de la calidad y la naturaleza del trabajo era la visión tradicional occidental, cuando en la actualidad ésta estaba perdiendo crédito, incluso en el mundo occidental. Además, la indicación de que la mayoría de los nuevos empleos parecían ser de baja calidad era totalmente errónea. No estaba de más recalcar el valor del desarrollo de los conocimientos genéricos así como del desarrollo de los conocimientos profesionales sobre todo debido a la creciente necesidad de lo que se conocía como «calificaciones no técnicas» en los campos de la gestión y la orientación de empresas para jóvenes y personas con títulos universitarios. Estaba muy bien que a lo largo de todo el documento se insistiese en la investigación. A ese respecto, sería muy apropiado la investigación de las oportunidades positivas para el empleo y las prácticas óptimas surgidas con la mundialización. En cuanto a la formación y el desarrollo de los conocimientos técnicos, en el documento parecían haberse pasado por alto cuestiones muy importantes sobre los costos y los mecanismos de financiación disponibles. Acerca de la cuestión de las actividades para las empresas, recalcó que el potencial para crear empleos de las PYMES era extremadamente importante, pero el papel fundamental que desempeñaban las empresas medianas y grandes, tanto para la creación directa de empleos como para la estimulación de la actividad comercial no debían pasarse por alto. Incumbía a los gobiernos establecer un entorno reglamentario apropiado y los fundamentos económicos propicios al empleo. Era un error apartarse del concepto de rentabilidad como algo ligeramente maligno; la creación de riquezas y la consiguiente creación de empleos era una actividad socialmente responsable y de importancia fundamental para el crecimiento de las economías y las sociedades del mundo.
271. El único comentario que harían los empleadores acerca del programa 80 era que el documento parecía indicar que los cambios que se habían producido eran en cierto modo negativos porque no se ajustaban a los conceptos tradicionales, lo cual implicaba que tal vez la gente debía remodelar el mundo para que se ajustara al concepto tradicional del trabajo. Sería útil para la sociedad adoptar una actitud más positiva hacia los cambios. En cuanto a la sección sobre las relaciones laborales, debería volverse a escribir de arriba abajo. El establecimiento de relaciones entre los empleadores y los trabajadores era fundamental y hoy en día había que concentrarse en el desarrollo de las empresas, de modo que no era apropiado insistir en la negociación colectiva, nacional o sectorial. Anteriormente, la Oficina había producido documentos mucho mejores sobre los cambios en el lugar de trabajo y sobre las relaciones laborales y las opiniones expresadas en este documento parecían completamente pasadas de moda. Refiriéndose nuevamente a la Declaración de la OIT, insistió en que, contrariamente a lo que se indicaba en esta sección, no tenía ningún papel que desempeñar como herramienta para promover y desarrollar códigos de conducta; su único objetivo era promover los principios acordados entre los miembros tripartitos, y el utilizarlos para otros propósitos quitaría valor a la Declaración.
272. Refiriéndose al programa técnico 110, dijo que algunas personas tenían la impresión de que la crisis económica asiática, por ejemplo, podía haberse evitado si en todo el mundo se hubieran adoptado todas las normas y se hubieran ratificado todos los convenios sobre seguridad social. Si bien reconocía que la inexistencia de sistemas de seguridad social desarrollados planteaba dificultades reales en muchos países, era erróneo decir que el mundo sería un lugar mejor si existía un sistema universal de seguridad social. Había que examinar las cuestiones prácticas. Además, el documento de la Oficina se contradecía a sí mismo al indicar a continuación que había que replantear en conjunto la situación de la seguridad social.
273. Acerca de las actividades para los empleadores, el Grupo de los Empleadores daba gran importancia a la necesidad de desarrollar la capacidad de las actividades para los empleadores y para los trabajadores a fin de facilitar la evolución actual por lo que se refiere a las empresas y al empleo. En cuanto a la cooperación técnica, los empleadores estaban sumamente complacidos por las conclusiones del examen que se había llevado a cabo y deseaban aplicarlo. Proponían que se asignaran algunas partidas presupuestarias para llevar a cabo exámenes tripartitos más ligeros siguiendo las mismas pautas.
274. En cuanto a las actividades en las oficinas exteriores, era importante que las necesidades detectadas en el exterior, en consulta con los mandantes de las distintas regiones, estuvieran relacionadas con los objetivos estratégicos. Las discusiones que se estaban llevando a cabo acerca de la crisis económica asiática añadirían nuevas actividades a las previstas en el Programa para la región asiática, de modo que aún era demasiado pronto para decidir con precisión en qué consistirían.
275. Deseaba hacer dos observaciones acerca del programa técnico 160. No había duda de que había que hacer más hincapié en el desarrollo de los recursos humanos en la Organización, pero a los empleadores les sorprendió leer en el documento que debería hacerse hincapié en mejorar la calidad del personal. La calidad ya era excelente y era necesario apoyar al personal y desarrollar sus competencias en toda una amplia gama de actividades para aumentar los conocimientos de base de la Organización.
276. Finalmente, era necesario supervisar continuamente las tendencias mundiales a fin de que los programas de planificación estratégica siguieran teniendo vitalidad y estuvieran al día. Esto podía hacerse manteniendo estrechos vínculos con todos los mandantes para que se pudiese ajustar la planificación estratégica a lo largo de todo el bienio.
277. El Sr. Blondel, hablando en nombre del Grupo de los Trabajadores, manifestó cierta sorpresa por las declaraciones del Sr. Marshall al referirse al volumen 2 como un documento del pasado. El Grupo de los Trabajadores como tal no compartía esta opinión y consideraba simplemente que por definición era un documento que podía reforzarse y afinarse para convertirlo en una herramienta completamente moderna para elaborar el presupuesto. Se reservó el derecho de volver sobre ciertos aspectos de los programas descritos en el volumen 2 en las consultas que los trabajadores celebrarían en breve con el Director General. De ser necesario, éstas continuarían después de la reunión de noviembre del Consejo de Administración, cuando se conociera con más claridad la cuantía de los recursos asignados a los distintos programas. Lo primero que los trabajadores harían sería pedir al Director General que se asegurara de que se mantuviera un equilibrio apropiado entre los distintos programas técnicos, lo cual era un signo de una buena gestión. También le pedirían que asignara fondos suficientes a las distintas regiones, pues su Grupo se preocupaba por esta cuestión.
278. En relación con las reuniones, no se podía olvidar a los trabajadores rurales; tampoco a los países que salían de situaciones de conflicto. Recalcó que también había que tener presente el fortalecimiento de la administración del trabajo, la lucha contra la pobreza y el desarrollo de las cooperativas. El documento presentado no era malo, pero descuidaba varias cuestiones.
279. A continuación preguntó al Director General si la división de los recursos para las actividades interdepartamentales mencionadas en el párrafo 145.2 ya se había iniciado. De ser así, en ella no se podría tener en cuenta la presente discusión sobre las propuestas de Programa y Presupuesto. Deseaba saber si el Director General podía presentar las nuevas propuestas a las que hacía alusión este párrafo; si no era así, lo podría hacer más adelante, con ocasión de las consultas oficiosas.
280. Tal como las entendían los trabajadores, las relaciones laborales no eran exactamente como se describían en el párrafo 80.11. En consulta con las organizaciones de trabajadores y de empleadores, los gobiernos adoptaron legislaciones laborales nuevas o revisadas que regían las relaciones laborales individuales y colectivas y que preveían una protección suficiente de los trabajadores así como una flexibilidad necesaria para las empresas. El papel de la OIT no era establecer el orden del día de las negociaciones concretas entre los empleadores y los trabajadores, sino más bien promover y facilitar la negociación colectiva en la que una de las partes pudiese llegar a un acuerdo sobre los salarios y las condiciones de empleo. A menudo esto requería hacer referencia a las normas de la OIT.
281. El representante del Gobierno del Japón, hablando en nombre del grupo de Asia y el Pacífico, dijo que su grupo atribuía gran importancia a la interacción de la OIT con las instituciones pertinentes y los miembros tripartitos en el terreno, de quienes dependía en última instancia el impacto que tendría. Las actividades de cooperación técnica constituían el principal medio para alcanzar los objetivos estratégicos de la OIT y también dependían de la eficacia de las estructuras exteriores. Expresó la gran satisfacción que causó el aumento de la financiación de los programas sobre el terreno en la región de Asia y el Pacífico, pues hacía más falta que nunca contrarrestar los efectos devastadores de la crisis financiera de esa región. Su grupo apoyaba el hecho de que la Oficina hiciera mayor hincapié en una amplia capacidad de respuesta para luchar contra la importante tasa de desempleo y la pobreza extrema que prevalecían en esa región, e hizo un llamamiento para que se desplegaran esfuerzos aún mayores a este respecto. Acogió con agrado la idea de base del párrafo 60.4 sobre el empleo y la formación, en el cual se reafirmaba el compromiso de la OIT con estas cuestiones, y deseaba recibir más detalles sobre todos los programas técnicos. Asia y el Pacífico era la única región para la cual los costos se habían ajustado a la baja en las propuestas de Programa y Presupuesto, una disminución que se basaba en las estimaciones de los tipos de cambio y los índices de inflación para los años 2000-2001. Teniendo en cuenta que el impacto de la crisis actual variaba de un país a otro y que el presupuesto cubría un período de dos años durante los cuales la evolución de los acontecimientos no se podía prever, este tipo de especulación no era fiable. Además, para aumentar los recursos financieros asignados a la región, era indispensable mejorar las estructuras exteriores de la Oficina y centrarse más en la supervisión y la evaluación. El funcionamiento eficaz de esas estructuras era de suma importancia para la formulación de los programas y la prestación de la asistencia técnica de la OIT en esas regiones. Algunos países no quedaban cubiertos por ningún EMD ni por funcionarios de programas, de manera que había que subsanar esta situación para que las estructuras exteriores pudieran ser plenamente eficientes. Habida cuenta del vasto territorio y de la enorme población que constituían la región de Asia y el Pacífico, tres EMD eran insuficientes, y su grupo esperaba que pudieran aumentarse. La coordinación y la comunicación entre las oficinas regionales y locales y sus mandantes también debía mejorarse de acuerdo con la situación específica de cada zona.
282. Por último, el grupo de Asia y el Pacífico atribuía gran importancia a la promoción de las normas fundamentales del trabajo y en conjunto, había respondido positivamente a la campaña de ratificación. Por esta razón, no procedía formular comentarios como el del párrafo 270.4; en lugar de ello, había que hacer hincapié en mejorar la cooperación técnica y las actividades en el terreno a fin de ayudar a los Estados Miembros a promover las normas del trabajo. En resumen, su grupo estimaba que las asignaciones presupuestarias para la región debían destinarse al fortalecimiento de las estructuras exteriores y a la prestación eficaz de la asistencia técnica.
283. La representante del Gobierno del Canadá declaró que dejaría que cada país del grupo de los PIEM formulara sus observaciones en cuanto al fondo del volumen 2. Había observado que en la discusión general, los PIEM habían propuesto que las labores ulteriores acerca de las propuestas se basaran en el volumen 1 y que debían especificarse los indicadores, los resultados previstos y los recursos de los objetivos estratégicos y de los programas, y deberían incluirse cuadros tradicionales sobre los gastos de personal y los otros gastos. Propuso que se retirara amablemente el volumen 2.
284. El representante del Gobierno de Francia, refiriéndose al presupuesto de gastos propuesto para los órganos de formulación de políticas, de la página 3 del volumen 2, señaló que había una ligera disminución de los gastos en comparación con el bienio anterior. Por otra parte, se había reanudado la publicación de las Actas, lo cual implicaba gastos adicionales y el presupuesto para reuniones también parecía haber aumentado. Por esta razón, deseaba saber en qué conceptos se harían los ahorros correspondientes. Le preocupaba que estos ahorros pudieran hacerse a costa de los servicios de interpretación y de traducción, lo cual podría ser perjudicial para el buen funcionamiento de las reuniones.
285. El representante del Gobierno de Alemania dijo que daba por sentado que el programa IPEC seguiría estando subordinado al programa técnico 90, pero ello no prejuzgaría en modo alguno ninguna decisión que el Director General pudiera adoptar acerca de las nuevas estructuras y los nuevos arreglos administrativos. Refiriéndose a un punto más técnico, señaló una aparente contradicción entre los párrafos 8, e) y 14 del anexo informativo núm. 2 y pidió aclaraciones sobre si las previsiones de inflación utilizadas para las tarifas aéreas dentro de Europa y el flete aéreo se basaban en un aumento de los costos del 2 por ciento, de cero o de algunas otras cifras.
286. La representante del Gobierno del Reino Unido apoyó la respuesta de la representante del Gobierno del Canadá de que el volumen 2 debía ser amablemente retirado.
287. El representante del Gobierno de la India apoyó las opiniones manifestadas por el representante del Gobierno del Japón en nombre de la región de Asia y el Pacífico. Habida cuenta de estas consideraciones, su Gobierno apoyaba en términos generales el contenido y el tema de las propuestas y sugerencias del documento. En relación con los programas específicos, tomaba nota de la declaración de que la OIT seguía estando plenamente comprometida con el objetivo del pleno empleo como un reto especial de la era de la mundialización, y acogió con agrado el compromiso contraído en el párrafo 60.4 de que la OIT iría más allá de los análisis y la formulación de políticas y haría mucho más hincapié en la aplicación y la mejora de los instrumentos de política y en prestar más asistencia directa a los mandantes. Deseaba conocer los programas específicos a este respecto en la próxima ronda de discusiones.
288. Siendo consciente del potencial de las pequeñas y medianas empresas para crear empleos, apoyaba la propuesta de que el Centro de Turín organizara cerca de 85 proyectos y cursos de formación sobre la gestión de PYMES durante el bienio para aproximadamente 1.500 funcionarios, personal de capacitación y de asesoramiento. En vista de que en muchos países estaban experimentando las dolorosas consecuencias de la supresión de empleos, el Centro debía seguir prestando atención a la formación de estos trabajadores para garantizarles un empleo provechoso. Así, debían continuarse los esfuerzos del Centro para establecer vínculos con los organismos nacionales. En cuanto al programa 130, consideraba que el mismo debería permitir que el Instituto Internacional de Estudios Laborales mantuviera su carácter de centro de estudios de la Organización.
289. Acerca de los programas en el terreno en Asia y el Pacífico, señaló que en la región se estaba desarrollando una migración a gran escala de los trabajadores y que, por esta razón apoyaba la propuesta de mejorar la base de datos sobre los trabajadores migrantes. También debía examinarse el apoyo técnico para ayudar a los trabajadores migrantes a gozar de todos los derechos del trabajo sin discriminación. En cuanto al programa 245, declaró que la idea de una supervisión continua de la política de asociación activa por parte del Consejo de Administración era una evolución muy positiva que contribuiría a garantizar que los servicios de asesoramiento y los programas de la OIT estuvieran al alcance de los mandantes. El éxito de la política de asociación activa se basaría definitivamente en el personal que participaba en su aplicación y por lo tanto, era fundamental que se examinaran cuidadosamente las reseñas biográficas de los funcionarios en el momento de seleccionarlos y que se adoptaran más medidas para impartirles el nivel apropiado de formación en los momentos más oportunos.
290. El representante gubernamental de Italia intervino brevemente para recordar a la Comisión que, en realidad, el volumen 2 ya no contenía propuestas de presupuesto, sino simplemente una serie de descripciones de programas que, en el futuro, se presentarían de forma diferente.
291. El representante gubernamental de los Estados Unidos observó que el Programa y Presupuesto estratégico que la Comisión estaba solicitando era de hecho el volumen 1 con un desglose de gastos. Entendía que el volumen 2 en su forma actual debía ser retirado, y que la Oficina había previsto incluir un desglose de gastos por categorías de partidas en la presentación presupuestaria detallada que debía suministrar más adelante.
292. El representante gubernamental de Polonia dijo que, a su juicio, las asignaciones propuestas para el programa principal 280 eran insuficientes para garantizar la puesta en práctica de los objetivos de actividades allí previstos, habida cuenta de la situación económica y social por que atraviesan la mayoría de los países de la región. En consecuencia, había que tomar medidas para mejorar la ejecución de este programa, y en particular de las actividades del equipo multidisciplinario para Europa central y oriental, con sede en Budapest. También se iba a necesitar la ayuda de otras organizaciones internacionales y de otros países con economías estables y más desarrolladas y sistemas políticos democráticos, que podrían compartir sus experiencias con los países en desarrollo. Se iban a abrir así nuevas posibilidades para encontrar soluciones óptimas para cada país, e iba a ser posible la aplicación efectiva de medidas en ámbitos como las políticas de mercado laboral, la reforma de la seguridad social, el diálogo social, el desempleo y la creación de empleo.
293. Desgraciadamente, los recursos financieros de la Oficina no bastaban para atender las necesidades actuales de los países en transición, lo que obligaba a buscar nuevas fórmulas de cooperación, más eficaces. Por ejemplo, se podría contratar a expertos de la misma región de Europa central y oriental para tomar parte en la preparación de informes, programas y publicaciones, y en particular de estudios de caso por país, tal como se había hecho hacía algún tiempo con la publicación de The wage crisis in Central and Eastern Europe. Agregó que se seguía prestando una atención excesiva a los análisis, y no se prestaba la suficiente a las propuestas de acción, en particular en el ámbito del empleo.
294. El representante gubernamental de España se refirió al párrafo 80.13 del volumen 2, en el que se preconizaba intensificar los esfuerzos encaminados a lograr que los países modernicen su legislación laboral. En el párrafo 37 del volumen 1 se preconizaba lo mismo, pero refiriéndose además a la elaboración de unas directrices sobre el Derecho Laboral correspondientes al bienio en curso (1998-1999). Pidió aclaraciones con respecto a estas directrices.
295. El Sr. Marshall, en nombre de los miembros empleadores, preguntó qué había ocurrido con el volumen 2. Consideraba que éste no debía presentarse en su forma actual a la Conferencia, pues se iba prestar a confusión; con todo, la Conferencia necesitaba tomar conocimiento de una parte de la información financiera y práctica que allí figuraba. Por lo tanto, propuso que dicha información se incluyese en el informe de la Comisión a la Conferencia.
296. El representante del Director General (el Tesorero y Contralor de Finanzas) explicó que el Reglamento Financiero era muy flexible en relación con lo que se refería a la forma que debía revestir el presupuesto presentado a la Conferencia. Consideraba que la propuesta del Sr. Marshall tenía ventajas prácticas, y que la mejor solución sería tal vez recoger la información fundamental que figuraba en el volumen 2, como los cuadros sinópticos en que se reseñan los aumentos y reducciones de las asignaciones o los aumentos de costos, y también las partes II y III de las propuestas, referidas, respectivamente, a los Gastos Imprevistos y al Fondo de Operaciones, e incluirlas en el Informe II, es decir, el documento que se presenta a la Conferencia, con las cuestiones financieras, para su examen por la Comisión de Representantes Gubernamentales sobre Cuestiones Financieras.
297. El coordinador de los miembros de la región de Asia y el Pacífico se había referido a las disminuciones bastante importantes de los gastos en su región, que figuraban en el cuadro sobre estimación y análisis de los aumentos y disminuciones del presupuesto de gastos corrientes. En realidad, estos ajustes no afectaban el valor real del presupuesto del programa. Por ejemplo, por lo que se refería a los programas de actividades prácticas y Asia y el Pacífico, la columna A presentaba el nivel de asignaciones correspondientes al actual presupuesto y la columna B, el nivel correspondiente al bienio 2000-2001, incrementado en valor real en una cuantía de 400.000 dólares. La cifra indicada en la columna B no tenía en cuenta la sustancial devaluación experimentada por algunas monedas de Asia, que se iba a traducir en una disminución del costo en dólares imputable a la ejecución de estos programas. La Oficina había decidido aplicar en sus cálculos presupuestarios tipos de cambio más bien mesurados, pero incluso así se preveía que el costo real del nivel de programa incrementado para 2000-2001 iba a ser inferior a la cuantía asignada para el bienio 1998-1999.
298. Dando respuesta al representante gubernamental de Francia, el Tesorero procedió a explicar en detalle por qué la cuantía de la asignación para los órganos rectores en el bienio 2000-2001 se había reducido en términos reales con respecto al bienio 1998-1999, pero dijo también que una de las razones era que la Reunión Regional Europea costaría menos que las otras dos reuniones previstas en el presupuesto para 1998-1999.
299. Respondiendo a una consulta hecha por el representante gubernamental de Alemania con respecto al aumento de las tarifas aéreas, el Tesorero confirmó que en una reunión de organizaciones con sede en Ginebra había habido acuerdo en que las tarifas para destinos que estuviesen situados fuera de Europa iban a aumentar probablemente en un 2 por ciento. Ahora bien, el párrafo 7 del anexo informativo 2 indicaba que las tasas de inflación que cada organización utilizara en sus estimaciones presupuestarias debían ajustarse a las fechas en que se preparen y se examinen las propuestas de presupuesto, y que en particular las organizaciones deberían tomar en consideración todo nuevo hecho en relación con la evolución de dichas tasas de inflación. Habida cuenta de los acuerdos vigentes con los proveedores de servicios de viaje en relación con las rebajas por grandes volúmenes de compras y con la compra de billetes del llamado «mercado gris», la Oficina consideraba que no había que prever incrementos.
300. El Tesorero confirmó también que en el documento que se presentaría a la reunión del Consejo de Administración en noviembre de 1999 iba a figurar información, desglosada por partidas presupuestarias de gastos. Esta información sería necesaria para la Oficina, a efectos de control presupuestario y su inclusión en anexo al documento arriba citado no presentaba mayor dificultad.
301. Un representante del Director General (el Director del Departamento de Relaciones Laborales y Administración del Trabajo), dando respuesta a la pregunta formulada por el representante gubernamental de España, confirmó que la Oficina estaba preparando una serie de Directrices sobre el Derecho Laboral, que se iban a poner a disposición de expertos, consultores y otras personas y entidades interesadas. Estas directrices no sólo iban a facilitar enormemente el trabajo en este ámbito durante el próximo bienio, sino que iban a servir de precedente para la promoción de las normas internacionales del trabajo.
302. Con este punto, la Comisión levantó la sesión, suspendiendo temporalmente la discusión de las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, a fin de permitir que el Director General vuelva a examinar sus propuestas de Programa y Presupuesto a la luz de las diversas opiniones expresadas por sus miembros.
303. Cuando la Comisión se volvió a reunir, el 18 de marzo, el Director General pronunció su respuesta a las discusiones de la semana anterior sobre las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. El texto de la respuesta del Director General figura en el anexo II.
304. El Sr. Marshall, en nombre de los miembros empleadores, dio las gracias al Director General por su respuesta. Los empleadores no tenían mayor dificultad en aceptar el enfoque que debía adoptarse para examinar en detalle el Programa y Presupuesto para 2000-2001, y esperaban que se celebrasen consultas de aquí al próximo noviembre. El Director General ya se había referido a la mayor parte de los puntos de interés para los empleadores, y los que quedaban por tratar ya irían saliendo en las discusiones detalladas que iban a celebrarse. En este momento no tendría sentido volver a empezar una discusión detallada.
305. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, manifestaba asimismo su aprecio por la respuesta del Director General y ponía de relieve que los trabajadores participarían también plenamente en las consultas de los próximos meses. El Director General había respondido a muchas de las cuestiones que se habían planteado en el curso de la discusión. Esto era precisamente lo que deseaban los trabajadores, que tenían la satisfacción de constatar que en los próximos meses iba a continuar el diálogo entre la Oficina y los miembros de la Comisión. Los trabajadores sentían cierta preocupación en relación con la intención de abandonar el volumen 2 de las propuestas de Programa y Presupuesto. Este volumen estaba ya en manos de mucha gente que lo utilizaría como referencia, de modo que debería mantenerse aunque tuviese un papel secundario. Para terminar, los trabajadores lamentaban no haberlo hecho antes pero deseaban aprovechar esta oportunidad para manifestar su decidido apoyo a los recursos asignados para informatizar la contabilidad y la gestión financiera de la Oficina y su deseo de que se estudiara un sistema de financiación por etapas que duraran varios años para evitar sobrecargar el presupuesto bienal.
306. El representante del Gobierno de la India manifestó su aprecio por la declaración, tan clara y directa, del Director General. Como él mismo había dicho, el progreso económico tenía que ir de la mano con el progreso social; un presupuesto no era sólo un marco sino un motor o instrumento de crecimiento, y todo su objetivo consistía en garantizar un lugar de trabajo decoroso para los trabajadores. En su presentación, el Director General había puesto de relieve el vínculo que existía en el proceso presupuestario entre las funciones de la Oficina, de esta Comisión, del Consejo de Administración y de la propia Conferencia. Ciertamente, habría que trabajar mucho para plasmar esta perspectiva en realidades prácticas, sobre todo los problemas del sector no estructurado, del trabajo en régimen de subcontratación, de los trabajadores migrantes, y especialmente los problemas de aquellos a los que no sólo se negaba un puesto de trabajo decoroso sino que se les negaba también su dignidad como individuos y los derechos humanos correspondientes. La India daría pleno apoyo a toda esta labor.
307. El representante del Gobierno del Canadá daba las gracias al Director General por su respuesta, que abordaba las muchas cuestiones planteadas durante la discusión de las propuestas de Programa y Presupuesto. Los documentos que proponía presentar a la Conferencia y a la reunión de noviembre del Consejo de Administración constituirían una buena base sobre la que se podrían llevar adelante las discusiones. La buena disposición del Director General para celebrar unas consultas estrechas con los miembros se acogían con especial satisfacción, y las ventajas de este método se veían ya claramente en los documentos del presupuesto para 2000-2001. El Canadá daría pleno apoyo a la prosecución del diálogo con la Oficina.
308. El representante del Gobierno de Bangladesh manifestó su aprecio por la calidad de la respuesta del Director General y de los documentos del Programa y Presupuesto, y esperaba que los logros conseguidos hasta ahora se reflejasen en el Programa y Presupuesto definitivo para 2000-2001.
309. El representante del Gobierno del Reino Unido dijo estar de acuerdo con los oradores anteriores en que la respuesta del Director General había respondido a todas las preocupaciones importantes de esta Comisión. En relación con los documentos para la Conferencia, no había ninguna propuesta en el sentido de que el volumen 2 hubiese de ser completamente suprimido; pero sería mejor que las discusiones en la Conferencia se basasen en el volumen 1, junto con los anexos propuestos por el Director General. Estaba de acuerdo con el Sr. Marshall en que las discusiones sobre el detalle de las propuestas no deberían celebrarse ahora, sino en los próximos meses.
310. El representante del Gobierno de México daba las gracias al Director General por su respuesta a las discusiones del Programa y Presupuesto. México también estaba dispuesto a desempeñar su parte en las discusiones de los próximos meses.
311. El representante del Gobierno de Egipto manifestaba también su aprecio por la respuesta del Director General, que había abordado todas las preocupaciones manifestadas por los miembros de la Comisión, y Egipto también tomaría parte en las discusiones de los próximos meses.
312. El representante del Gobierno de Swazilandia daba también las gracias al Director General y manifestaba un particular aprecio por las seguridades que había dado de que las actividades de cooperación técnica no estarían vinculadas a la observancia de las normas.
313. El representante del Gobierno de la Argentina acogía con satisfacción el nuevo planteamiento presupuestario y esperaba que de ahora en adelante la OIT sería capaz de desempeñar un papel más destacado en la labor de las organizaciones internacionales.
314. El representante del Gobierno del Senegal estaba de acuerdo en que la respuesta del Director General había tenido plenamente en cuenta los puntos de visita manifestados por los miembros de la Comisión. Las consultas de los próximos meses darían a cada Grupo la oportunidad de subrayar la importancia que había que atribuir a las actividades prioritarias, especialmente las de cooperación técnica y las de seguimiento de la Declaración.
315. A la luz de las opiniones manifestadas por todos los miembros de la Comisión, el Presidente entendía que el proyecto de Programa y Presupuesto podría ser ahora recomendado por la Comisión al Consejo de Administración.
316. Conforme a las decisiones adoptadas y a las reservas manifestadas durante los debates, la Comisión recomienda:
a) que el Consejo de Administración proponga a la Conferencia Internacional del Trabajo en su 87.ª reunión (junio de 1999) un nivel provisional de programa de 481.050.000 dólares, calculados al tipo de cambio presupuestario de 1,46 francos suizos por dólar de Estados Unidos: el tipo de cambio definitivo y el nivel correspondiente en dólares de Estados Unidos del presupuesto y de las contribuciones en francos suizos serán determinados por la Conferencia, y
b) que el Consejo de Administración proponga a la Conferencia en la misma reunión, una resolución para la adopción del Programa y Presupuesto correspondiente al 67.º ejercicio económico (2000-2001) y para la asignación de los gastos entre los Estados Miembros en dicho ejercicio, en los siguientes términos:
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
a) En virtud del Reglamento Financiero, aprueba para el 67.º ejercicio económico, que finaliza el 31 de diciembre de 2001, el presupuesto de gastos de la Organización Internacional del Trabajo, que asciende a ................. dólares de Estados Unidos y el presupuesto de ingresos, que asciende a ............... dólares, lo cual, calculado al tipo de cambio presupuestario de ........ francos suizos por dólar de Estados Unidos, asciende a ................. francos suizos, y decide que el presupuesto de ingresos, expresado en francos suizos, sea prorrateado por los Estados Miembros de conformidad con la escala de contribuciones recomendada por la Comisión de Representantes Gubernamentales sobre Cuestiones Financieras.
b) Pide al Director General que presente al Consejo de Administración en su 276.ª reunión (noviembre de 1999) un estado de cuentas, según lo estipulado en el artículo 15 del Reglamento Financiero, dando nuevos pormenores sobre el presupuesto de gastos.
Ginebra, 22 de marzo de 1999.
Punto que requiere decisión:
párrafo 316.
Anexo I
Propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001:
Discurso de presentación pronunciado por el Director General
Este es mi primer discurso dirigido a un órgano oficial de la OIT, la Comisión de Programa, Presupuesto y Administración. El hecho de que mi intervención se refiera a mis propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001 es buena muestra de una transición armónica y productiva en la OIT, que ha sido posible gracias a una estrecha colaboración entre el Director General Hansenne y yo. Deseo agradecerle una vez más su apoyo.
Supervisé la preparación de estas propuestas incluso antes de asumir el cargo. Son el primer resultado de la labor realizada por el Equipo de Transición, en colaboración con el personal de la Oficina. Que yo sepa, esta es la primera vez que el futuro presupuesto de una organización internacional lo elabora el jefe electo de la institución de acuerdo con el Director General en funciones y el Consejo de Administración. Creo que ello demuestra claramente el vigor institucional de la OIT.
Mis observaciones de hoy reflejan hasta cierto punto, pero también desarrollan, mi introducción a las propuestas de Programa y Presupuesto. Mi discurso de hoy debe leerse junto con dicha introducción. Ambos representan mi compromiso con ustedes y con nuestros mandantes respecto de la labor y la gestión de la OIT al comienzo del nuevo milenio.
Este documento traduce el deseo que ustedes expresaron de contar con un presupuesto estratégico apegado a la realidad. También expresa mi honda convicción de que la elaboración de un presupuesto estratégico mejorará la calidad de nuestro trabajo y se configurará como una herramienta clave de gestión en el futuro.
Este documento representa la culminación e integración de dos procesos.
Uno de ellos es la labor preparatoria llevada a cabo por esta Comisión a lo largo de los dos últimos años para analizar la necesidad de pasar de un programa presupuestario tradicional, basado en las unidades organizativas, a un presupuesto basado en unos objetivos estratégicos y operativos. Una parte importante de sus deliberaciones se dedicó a la flexibilidad presupuestaria que permitiría acercar la definición detallada de las actividades y de las asignaciones de recursos al período de ejecución. Otra parte importante se dedicó a la obligación que tiene la Oficina de informar periódica, plena y objetivamente al Consejo de Administración sobre la utilización de los fondos y sobre los resultados de sus programas. Durante el pasado mes de noviembre, ustedes solicitaron que los recursos se distribuyeran en forma de asignaciones presupuestarias para los objetivos estratégicos. Así se ha hecho.
El segundo proceso emana de mi visión según la cual, a pesar del considerable interés y apoyo que suscita la OIT, el anterior presupuesto adoleció de una falta de criterios claros y de una dispersión de las actividades que hacía difícil identificar el mensaje fundamental de la OIT. Esta conclusión es el resultado de mis años de observación desde las Naciones Unidas, de los distintos intercambios que he tenido durante la campaña para el puesto que ahora ocupo, y de mi más reciente familiarización con los detalles de las diversas actividades de la OIT. Existe el peligro de intentar hacer demasiado y de no rendir lo suficiente.
Así pues, el presupuesto estratégico es el resultado de los dos procesos citados.
Los cuatro objetivos estratégicos, a saber, los principios y derechos fundamentales en el trabajo, el empleo, la protección social y el diálogo social, definen nuestros propósitos y dan de nosotros una imagen más precisa. Creo que las deliberaciones en el seno del Consejo de Administración y las consultas oficiosas demuestran que existe un vigoroso consenso tripartito en cuanto a que éstos son los actuales objetivos estratégicos de la Organización. Pero el presupuesto estratégico implica algo más que un consenso en cuanto a la estrategia. Irá acompañado de una reforma interna de la Organización que refleje la nueva estructura presupuestaria, de la creación de un sistema de seguimiento y evaluación de la ejecución en el bienio 2000-2001, con unos objetivos concretos que nos permitirán medir los progresos y resultados obtenidos, del énfasis en la eficacia en función de los costos y en la visibilidad, y de una información transparente al Consejo de Administración y a la Conferencia. El calendario para introducir estos cambios abarca desde el mes de marzo hasta el mes de noviembre de este año. La labor básica habrá finalizado en noviembre. Será necesario afinar estos cambios a medida que comencemos a llevarlos a la práctica. No deseo que se prolongue la reforma institucional básica. La fijación de un plazo razonable para proceder a esta labor permite reducir las incertidumbres que acompañan inevitablemente a la reforma.
Este presupuesto introduce asimismo los programas InFocus. Estos reflejan prioridades que no son nuevas para la Organización, pero que merecen en mi opinión mayor realce, más recursos y un decidido compromiso a fin de obtener financiación extrapresupuestaria. Pretenden lograr una mayor concentración del esfuerzo, orientarse en función de los resultados e implicar una importante labor de equipo entre el personal de la Oficina.
El programa para 2000-2001 supone una oportunidad de que la OIT se presente como una organización valiosa y competitiva. Para ello, la OIT tiene que concentrarse en tres aspectos de su mandato y cometido:
En primer lugar, como organización basada en los conocimientos, tiene que renovar constantemente su capacidad para proporcionar investigaciones e información de la máxima calidad. Una de mis primeras decisiones como Director General fue la de pedir a nuestros directores que procedieran a un cuidadoso inventario de nuestra base de conocimientos para determinar cuáles eran nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades. Podemos concebir programas en los campos en los que disponemos de una sólida base de conocimientos, y no podemos hacerlo en aquellos en los que somos débiles. Somos capaces de influir cuando disponemos de capacidades de máximo nivel, y no se nos toma en serio cuando carecemos de ellas.
En segundo lugar, la OIT sólo tendrá éxito si es capaz de prestar los servicios eficaces, pertinentes y competentes que solicitan sus mandantes y participantes, incluyendo una respuesta más rápida y eficaz a los retos urgentes y vitales a los que éstos se enfrentan. En consecuencia, resulta esencial que nos organicemos de manera eficaz para lograr este propósito.
En tercer lugar, la OIT se ocupa de cuestiones que se plantean en la vida real. Debe abogar decididamente por sus propios ideales, acuerdos y principios, recogidos en su Constitución, en la Declaración de Filadelfia y en la reciente Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
En las propuestas, el énfasis se pone en el conocimiento, el servicio y el apoyo activo.
Dos cuestiones se repiten a lo largo de estas propuestas: el desarrollo y el género de las personas. Todos nuestros programas técnicos y regionales han de contribuir a la labor relativa a estas dos cuestiones. Aquellos que hayan escuchado mis observaciones formuladas hoy mismo, con ocasión de la celebración del Día Internacional de la Mujer, sabrán de mi compromiso para obrar con mayor empeño en pro de la igualdad entre hombres y mujeres. Al ser originario de un país en desarrollo, es lógico que las cuestiones del desarrollo susciten en mí una sensibilidad especial.
Tanto los objetivos estratégicos como sus correspondientes objetivos operativos y las prioridades programáticas que figuran en las propuestas se basan en las necesidades y prioridades expresadas por los mandantes de la OIT. Permítanme citar, entre las más importantes, las siguientes:
las consultas preliminares sobre el presupuesto, que tuvieron lugar en marzo y noviembre del año pasado;
la adopción de la Declaración;
la primera discusión del nuevo convenio relativo al trabajo infantil y la Recomendación sobre la creación de empleos en las pequeñas y medianas empresas adoptada el año pasado;
la revisión por el Consejo de Administración de la política normativa;
la evolución favorable de nuestras relaciones con las instituciones de Bretton Woods, y
la evaluación por el Consejo de Administración de la política de asociación activa.
Además de la innovación que supone el propio presupuesto estratégico, mis propuestas requieren una intensificación de la acción e innovación en relación con varios temas fundamentales. El primero de ellos es la promoción de la Declaración y su seguimiento continuo. Por supuesto, el Consejo de Administración tendrá que tomar más adelante, durante la presente reunión, decisiones a este respecto. Habrá una acción reforzada en relación con el trabajo infantil. La reunión de este año de la Conferencia procederá a la segunda discusión sobre un nuevo convenio relativo al trabajo infantil. He encargado una revisión externa de la gestión de las estructuras y procesos empleados para el IPEC. Deseo estar seguro de que la OIT puede poner en práctica un programa eficaz en función de los costos. También tengo intención de que este programa reciba una financiación básica suficiente con cargo al presupuesto de la OIT.
Estas propuestas ponen mayor énfasis en las cuestiones relacionadas con el empleo. Observarán que tres de los ocho programas InFocus se refieren al empleo. Se propone aumentar la asignación de recursos para cada una de las regiones, y ello pese a un presupuesto con crecimiento cero. Africa y Asia revistieron para mí especial importancia. Preveo un nuevo nivel de colaboración con las instituciones de Bretton Woods. Permítanme citar dos fragmentos de las conclusiones alcanzadas durante la reciente reunión de ministros de trabajo del G8 en Washington:
«Observamos y acogemos con agrado la creciente cooperación entre la OIT y las instituciones financieras internacionales para promover el empleo, las redes de seguridad social, una protección social suficiente, las normas laborales fundamentales y unas instituciones de mercado de trabajo que sean eficaces.»
«Instamos a la OIT a profundizar en su análisis de las repercusiones de la mundialización sobre el mercado de trabajo y a examinar cómo puede contribuir la integración de las estrategias laboral, financiera y económica a responder a los retos vinculados a la mundialización.»
Estamos procediendo a revisar nuestras disposiciones internas para la fijación de prioridades y la gestión de la cooperación técnica. En el mes de junio, la Conferencia discutirá un informe sobre la cooperación técnica, y las conclusiones de este debate nos guiarán en nuestras deliberaciones internas. Esta cuestión es para mí de la mayor importancia. La necesidad de reformas resulta evidente. Como norma general, propongo que sólo nos comprometamos en proyectos de cooperación técnica financiados con cargo a recursos extrapresupuestarios cuando exista una clara conexión con nuestros objetivos estratégicos y operativos, y dispongamos de una sólida base de conocimientos y de una financiación básica con cargo al presupuesto ordinario. Debemos asegurarnos de la coherencia de nuestros programas de cooperación técnica. Siempre existe el peligro de una especificidad orientada en función del donante sobre la base de intereses particulares y de una dispersión basada en una visión de la OIT como prestataria de todo tipo de servicios.
Durante la reunión del pasado mes de noviembre, el Consejo de Administración aprobó 12 reuniones sectoriales. Todas ellas figuran en estas propuestas. Ello no obstante, y siempre dentro de la lógica de un presupuesto estratégico, considero que debería existir una vinculación más estrecha entre las actividades y reuniones sectoriales y los objetivos estratégicos. Propongo que la Oficina inicie consultas con los miembros correspondientes del Consejo de Administración para determinar de qué modo podría lograrse este objetivo en el próximo bienio.
Se propone introducir otras innovaciones o intensificar ciertas actividades para dar a la OIT un nuevo papel en la reconstrucción y en las inversiones con un alto coeficiente de empleos. Adoptaremos medidas para mejorar las oportunidades de formación y de empleo de las mujeres, de los jóvenes, de los migrantes y de los discapacitados. Quisiera que nuestros programas lleguen más eficazmente al sector no estructurado y a las pequeñas empresas. Llevaremos a cabo una campaña mundial sobre la seguridad de los trabajadores. Se intensificará la búsqueda de una protección económica y social frente a la mundialización, la incertidumbre y el número cada vez mayor de trabajadores pobres. Debemos elaborar mecanismos que respondan con mayor rapidez a las crisis. Contribuiremos a aumentar la influencia que ejercen las organizaciones de empleadores y de trabajadores y a mejorar los servicios a sus miembros, así como a reforzar las instituciones tripartitas y paritarias. Es evidente que no estoy proponiendo un replanteamiento total de nuestros programas. El enfoque es el principal criterio orientador: claridad hacia dentro y hacia fuera; una visión definida y un sentido de las prioridades y de la dirección.
En el plano interno, tengo intención de organizar la Oficina para dotarla de una estructura más sólida, integrada y transparente, derivada del presupuesto estratégico. Voy a crear un Equipo de Alta Dirección para que me ayude a dirigir la Oficina. Para mí, la noción de equipo es fundamental. Deseo que la Oficina esté motivada por objetivos y retos comunes. Tras celebrar las consultas oportunas, deseo aplicar medidas que estimulen la colaboración entre los programas y los departamentos y entre la sede y la oficinas exteriores.
Quiero aplicar un estilo de gestión más relajado, más abierto, menos jerarquizado y menos vinculado a los métodos de trabajo tradicionales. Un estilo que propicie la cooperación, la integración y el trabajo en equipo y no el distanciamiento, el individualismo y los centros de poder burocrático.
El desarrollo de los recursos humanos constituirá una prioridad clave. Tengo la convicción de que es posible y necesario mejorar las relaciones entre el personal y la dirección. Nuestras políticas de personal requieren importantes reformas, pero estas reformas deben introducirse en un contexto de confianza, buena voluntad y teniendo conocimientos profesionales en materia de recursos humanos. Antes y después de mi elección, me reuní con los representantes del Sindicato del Personal para abordar estos temas, y seguiré haciéndolo periódicamente.
Las tecnologías de la información constituyen un apoyo esencial para todas nuestras actividades. Tengo la intención de ampliar su utilización, no sólo para aumentar la eficiencia interna, sino también como elemento vital de la prioridad que concedo a nuestros conocimientos, servicios y funciones de promoción. Además, quienes trabajamos en una organización mundial debemos adoptar una tecnología normalizada para la comunicación por medios electrónicos, a fin de garantizar una comunicación eficaz entre nuestro personal disperso por todo el mundo.
Está claro que la Oficina necesita desarrollar una mejor cultura de la comunicación en distintos planos; por ejemplo, entre la Oficina y el Consejo de Administración. Como es sabido, mi estilo consiste en dialogar, preguntar y escuchar para propiciar un consenso que espero resulte útil. Creo que el Consejo de Administración y la Oficina son interlocutores con responsabilidades propias pero complementarias para que la OIT sea una institución fructífera. También es necesaria la comunicación en otros planos: entre la sede y las oficinas exteriores, entre la OIT en su conjunto y el mundo que está en el exterior de nuestras salas de reuniones, entre la Oficina y sus mandantes y participantes, entre nuestra labor y la cobertura informativa que recibe. Ahora bien, a mi juicio, el plano clave es el de la comunicación interna en la Oficina, a la cual tengo previsto dedicar especial atención.
Mis propuestas suponen un nivel presupuestario en dólares igual al del presupuesto para el bienio 1998-1999. Como saben ustedes, no se prevén en él incrementos de costos para el próximo bienio. De hecho, supone un ahorro neto de 785.000 dólares, que ha permitido asignar recursos adicionales a programas de actividades sustantivas. Estos ahorros se deben a que, durante el presente bienio, el aumento real de los costos fue inferior al previsto en el Programa y Presupuesto para 1998-1999. La mayoría de estos ahorros se realizan en los gastos de personal, pero también se lograron importantes ahorros a raíz de la considerable devaluación que sufrieron varias monedas, particularmente en Asia. Estas condiciones excepcionales, que probablemente no se repetirán en el futuro, me han permitido presentar propuestas que no entrañan ningún aumento de costos.
Se les pide ahora que examinen estas propuestas y que formulen una recomendación adecuada a la reunión de junio de la Conferencia. Corresponde a la Conferencia aprobar el presupuesto y fijar el tipo de cambio entre el franco suizo y el dólar de los Estados Unidos. Me he propuesto presentar en la reunión del Consejo de Administración de noviembre de este año un documento presupuestario en el que se indiquen los recursos asignados por programas, con el desglose tradicional de gastos de personal y otros gastos, basado en el presupuesto estratégico que apruebe la Conferencia.
Mientras se preparaba el presupuesto, celebré fructíferas consultas oficiosas con miembros del Consejo de Administración. Soy consciente de que, pese al consenso en el Consejo de Administración sobre la necesidad de contar con un presupuesto y unas asignaciones presupuestarias estratégicos, hay quienes pueden sentirse incómodos por la falta de informaciones financieras más detalladas. La lógica de la transición hacia un presupuesto estratégico exige que procedamos paso a paso, de un nivel general de asignación de los recursos por objetivos a un nivel específico de asignación a los programas. Mi intención es que esta labor se inicie tan pronto concluya la presente reunión del Consejo de Administración, y que se haya completado al final del verano. Se trata de una importante tarea que no se puede llevar a cabo con rapidez si queremos hacerla con seriedad. No sería posible realizarla antes de la reunión de la Conferencia. De hecho, debido a los plazos fijados para la presentación de documentos de la Conferencia, sólo dispondríamos de unos pocos días para preparar este documento una vez que hubiera finalizado la presente reunión del Consejo de Administración.
También tienen ante ustedes el volumen 2 del Programa y Presupuesto en el que se describe la labor prevista para 2000-2001 con arreglo a la estructura actual de los programas. En lo esencial, se explican en él de manera más detallada las actividades descritas en el volumen 1, pero con arreglo a la estructura a la que están acostumbrados. Esto obedece a una petición que hizo el Consejo de Administración en su decisión acerca del presupuesto estratégico.
Nos hemos esforzado por mejorar el diseño y la presentación del Programa y Presupuesto. Espero que estos cambios faciliten su consulta.
Para terminar esta presentación, permítanme citar el párrafo 10 de mi introducción a la propuesta de presupuesto:
«Este examen presupuestario se efectúa precisamente cuando la OIT se enfrenta con una enconada competencia en el mundo real, más allá de sus despachos y salas de reunión. Otras organizaciones, tanto públicas como privadas, ofrecen productos y servicios similares, a veces de mayor visibilidad e influencia. Estoy firmemente convencido de que estamos en buenas condiciones para competir con ellas, basándonos en los valores e ideales tradicionales de la OIT, pero se requieren cambios importantes con tal fin. Deseo que la OIT llegue a ser una organización moderna y dinámica, que combine su facultad de adaptación con una visión estratégica de su misión. Ha de ser capaz de redefinir sus prioridades y de reasignar sus recursos en una operación de gestión normal que responda a las nuevas exigencias y a las necesidades nacientes. Debe mostrarse segura de su identidad en sus campos de competencia propios. Ha de ser una institución atractiva que combine el saber, el servicio y el apoyo activo de un modo perdurable y fecundo para la plena satisfacción de todos sus elementos integrantes, socios y donantes.»
Ginebra, 8 de marzo de 1999.
Anexo II
Respuesta del Director General al debate sobre las propuestas
de Programa y Presupuesto para 2000-2001 en la Comisión
de Programa, Presupuesto y Administración
Para comenzar, permítaseme reiterar la importancia que atribuyo al presupuesto como instrumento financiero, de programa y de administración. He manifestado en muchas ocasiones mi convicción de que el Consejo de Administración y la Oficina son socios con responsabilidades diferentes, pero que tienen en común el objetivo de garantizar el éxito de la OIT. Nuestro trabajo en la Comisión de Programa, Presupuesto y Administración es uno de los marcos estratégicos en los que se configura dicha asociación.
La semana pasada tuvieron lugar dos acontecimientos nuevos. Uno de ellos fue la discusión de mis primeras propuestas de Programa y Presupuesto de la OIT, preparadas, como saben ustedes, en circunstancias especiales, antes incluso de que asumiera el cargo de Director General. El otro fue la primera discusión de un nuevo tipo de presupuesto, a saber, el presupuesto estratégico. Me complace, y creo que también a ustedes, que estos acontecimientos nuevos se vieran coronados por el éxito y que juntos iniciemos la realización del presupuesto estratégico en la OIT.
Aunque reviste gran importancia la aprobación general que han dado ustedes al presupuesto no es lo único que me complace, sino que también me felicito por el hecho de que, según creo, la discusión de la semana pasada haya puesto de relieve dos cosas. Existe un consenso, que me atrevo a calificar de unánime, en lo que atañe a los cuatro objetivos estratégicos que definen las finalidades de nuestros programas de actividad. Esto es crucial. Si podemos convenir en nuestros objetivos, poseemos la base de un acuerdo sobre las modalidades para alcanzarlos. Si no se lograra un acuerdo en cuanto a los propósitos, toda discusión acerca de los medios se vería comprometida desde el inicio.
El otro hecho importante es, a mi modo de ver, la comprensión de la importancia que reviste el presupuesto estratégico para la gestión de nuestros programas y de los próximos pasos para llevar a la práctica las reformas en materia de presupuesto y administración.
Esto demuestra nuestra capacidad recíproca de consulta y diálogo. También da fe de nuestra voluntad de escuchar, pues no cabe duda de que la escucha es un aspecto crucial de la comunicación. Les aseguro que también los próximos pasos para la aprobación ulterior del presupuesto y de su ejecución se darán en consulta con ustedes.
La discusión me pareció alentadora en muchos aspectos. Se respaldó el nivel global del presupuesto. Hubo una aprobación general tanto del contenido del programa y de los nuevos programas focales internacionales (InFocus) como del método que me propongo aplicar para vincular el presupuesto y la cooperación técnica. Mi propósito de potenciar las funciones de conocimiento, servicio y movilización de la OIT recibieron su aprobación, al igual que la imperiosa necesidad de reforzar el desarrollo de los recursos humanos en la Oficina.
Además, sus observaciones fueron de lo más pertinentes y se hicieron con conocimiento de causa. No hay duda de que me permitieron comprender mejor sus intereses y preocupaciones. Me ayudarán a definir mejor la acción presupuestaria de aquí a noviembre. Y, por supuesto, estas observaciones dieron lugar a aclaraciones sumamente útiles. Hay textos en el documento que, a la luz de los comentarios que ustedes formularon, requieren una explicación más clara, un equilibrio o un desarrollo ulterior.
Permítaseme formular algunas observaciones sobre las preguntas y puntos de vista expresados en el debate. Varios oradores pidieron que se destinaran recursos adicionales al objetivo del empleo. Otros los pidieron para el objetivo relativo a los principios y derechos. Es muy posible que las cifras indicativas que se han dado en relación con los cuatro objetivos estratégicos cambien en el documento de noviembre, una vez que se hayan completado los exámenes internos, pero no creo que difieran espectacularmente de las cifras ahora sometidas a su consideración. Algunas observaciones se refirieron a asuntos relativos a la estructura interna, como por ejemplo, a la necesidad de establecer una separación entre la labor que desarrolla la Oficina para la promoción de las normas y la que desarrolla habitualmente para supervisar su aplicación. El Sr. Marshall se refirió a la necesidad de disponer de unas estructuras claramente delimitadas para nuestras actividades en relación con el empleo. En ambos casos en lo que dice en relación con las normas y en lo que dice en relación con el empleo mi respuesta es: sí, estoy de acuerdo, tengo la firme intención de que así se haga. Tal vez uno de los mensajes más poderosos haya sido el de la necesidad de crear vínculos entre los cuatro objetivos estratégicos. Quedan vinculados entre sí a través del concepto de trabajo decente, como lo expliqué en una de mis respuestas, y es preciso que articulemos los programas teniendo presente esta visión unificadora de los cuatro objetivos estratégicos.
Se pusieron también de manifiesto otras preocupaciones en relación con los asuntos tales como el de las multinacionales, el trabajo en subcontratación, los migrantes, la economía no estructurada... Estos temas siguen siendo controvertidos, y la labor que desarrolla la Oficina al respecto habrá de ser objetiva y atenerse a las conclusiones alcanzadas en el seno del Consejo de Administración y en los diversos foros de la OIT. En lo que atañe a las multinacionales, pienso que resulta acertado afirmar que debemos aprovechar las oportunidades que ofrece la mundialización, no sólo abordar los problemas que ésta plantea. De lo contrario, siempre estaremos corriendo detrás de los problemas con una red de seguridad. Aunque es necesario protegerse contra los efectos negativos de las tendencias mundiales, también lo es disponer de una estrategia que haga que, en último término, las redes de seguridad resulten superfluas. Así pues, tenemos que convertir la política social en un factor productivo y comprender que la eficacia económica y la eficacia social corren parejas. Todo ello hace que resulte aún más importante percibir adecuadamente de qué manera interactúan las presiones de la competencia y las consecuencias sociales en el marco de las inversiones internacionales. A este respecto, las empresas multinacionales desempeñan un papel importante.
En lo que respecta al trabajo en régimen de subcontratación, los empleadores y los trabajadores expresaron opiniones diferentes. Permítanme que me limite a recordar que la Reunión de expertos sobre los trabajadores en situaciones que necesitan protección, prevista para el año 2000, pone en aplicación una resolución adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo el año pasado.
En lo que atañe a los trabajadores migrantes, convengo plenamente con el Sr. Blondel, con el delegado de Alemania y con otros oradores en que el trabajo de la OIT sobre la migración reviste gran importancia. A veces, se presta tanta atención a los flujos financieros internacionales que se tiende a olvidar que también los trabajadores atraviesan las fronteras. Desde el punto de vista de la OIT, este es un aspecto importante de muchos mercados de trabajo, que encierra graves problemas de protección social, de organización y representación, y de derechos fundamentales. A este respecto, el Equipo de Transición, junto con funcionarios de la Oficina, preparó algunas ideas para el futuro. Asimismo, para la reunión de este año de la Conferencia se ha preparado un Estudio general sobre las normas de la OIT relativas a los trabajadores migrantes. Yo aprovecharé todo esto para trazar actividades futuras de la Organización en esta materia.
El presupuesto estratégico contiene muchas propuestas relativas a la economía no estructurada, por la sencilla razón de que este sector ha adquirido dimensiones muy grandes y es indispensable que la OIT redoble sus esfuerzos para ocuparse del sector. El reto que se nos plantea consiste en incrementar no sólo la productividad sino que la protección en la economía no estructurada, de la cual muchísima gente depende para ganarse la vida. En el mundo en desarrollo, en particular, esta cuestión decisiva fue puesta de relieve por muchos oradores. Evidentemente, el objetivo de la OIT es, en definitiva, promover el trabajo decente para todos, en las mejores circunstancias y condiciones posibles, independientemente de que se trate de la economía no estructurada o de la economía estructurada.
El grupo de Africa planteó el asunto de la relación entre los objetivos por país y la cooperación técnica. Permítaseme asegurarles que la falta de una estrategia de objetivos por país no impedirá que la OIT emprenda las tareas de cooperación técnica.
La Sra. Perlin planteó la cuestión de la financiación del mejoramiento tecnológico de nuestros sistemas financieros internos. El costo de esta labor, probablemente del orden de unos 15 a 20 millones de dólares de los Estados Unidos, no puede ser sufragado con un presupuesto de crecimiento cero. Si se conserva la actual situación financiera positiva de la Oficina, tal vez se pueda obtener la financiación fuera del marco del Programa y Presupuesto para 2000-2001. Debo decir que considero esto como una prioridad clave para que el presupuesto estratégico disponga del sistema técnico de apoyo apropiado. Volveré a ocuparme de esta cuestión en una reunión ulterior del Consejo de Administración.
Hubo muchos comentarios útiles y prácticos, que no exigen respuestas concretas en este momento y que se tomarán en consideración en las próximas etapas de aplicación del presupuesto.
Me ocuparé ahora precisamente de las próximas etapas de la aprobación presupuestaria en junio y en noviembre.
Para comenzar, señalo a su atención la Memoria que presentaré a la reunión de la Conferencia en junio. Esta Memoria, preparada por el Equipo de Transición, es en cierto modo atípica. Por lo general, la Memoria del Director General se ocupa de un tema que reviste una importancia actual o futura para la Organización. La mía también procederá a ello, pero de una forma mucho más programática al someter a la discusión aquello que, a mi juicio, constituye el futuro orden de prioridad programática para la Organización.
En mi Memoria, organizada en torno de los cuatro objetivos estratégicos, establezco una proyección a partir de los programas presentados en el Programa y Presupuesto para 2000-2001. Menciono esto porque la Conferencia, al examinar nuestro próximo presupuesto, dispondrá al mismo tiempo de informaciones acerca de las propuestas de orientación futura que se propone para los programas en general, lo cual permitirá a los delegados situar un período presupuestario particular dentro de un horizonte cronológico más largo.
Para junio, propongo que sometamos a la consideración de la Conferencia el volumen 1, esto es, el presupuesto estratégico, junto con determinados elementos del volumen 2. Estos elementos serían los dos cuadros sinópticos que aparecen en las primeras páginas del volumen 2, o sea, el presupuesto de gastos propuestos, desglosado por asignaciones, y estimación y análisis de los aumentos y disminuciones del presupuesto de gastos corrientes. También se presentarían a la Conferencia los textos relativos a otros créditos presupuestarios, a gastos imprevistos y al fondo de operaciones, y los seis anexos informativos. La Conferencia también podría disponer de un acta completa de la discusión que han llevado a cabo ustedes acerca del Programa y Presupuesto. A juicio mío, esto constituiría una base apropiada para la discusión del presupuesto por parte de la Conferencia.
Tomo nota de que, como lo expresó la Sra. Perlin, ustedes desearían que el volumen 2 sea y cito «amablemente retirado», y así se hará. Este volumen no será transmitido a la Conferencia.
En noviembre tendremos una nueva discusión acerca del presupuesto. Permítanme tranquilizarlos en lo que atañe a tres puntos de procedimiento que a mi juicio son de gran importancia. En primer lugar, el procedimiento que se convino aplicar para la aprobación de este presupuesto es excepcional. No preveo un procedimiento en tres etapas para el presupuesto correspondiente al año 2002-2003. En marzo de 2001 se dará la información idónea al Consejo de Administración para que éste pueda terminar su discusión en esa reunión respecto del próximo presupuesto bienal. En segundo lugar, en el próximo mes de noviembre se dispondrá de tiempo suficiente para que ustedes puedan examinar los documentos presupuestarios que se someterán a su consideración. En tercer lugar, se les pedirá que aprueben las estimaciones presupuestarias por programa y no simplemente que tomen nota de ellas. El texto de la resolución presupuestaria que se ha sometido a su aprobación dispone en el párrafo 148, b) que la Conferencia pida al Director General que les presente a ustedes esas estimaciones en noviembre. Legalmente, deben ser sometidas a la aprobación del Consejo de Administración en esa oportunidad.
En noviembre presentaré un documento basado en el presupuesto estratégico. Me propongo llevar el presupuesto estratégico a su etapa siguiente tomando en consideración las observaciones formuladas durante la presente reunión del Consejo de Administración. Hubo varios comentarios acerca de los objetivos operativos, particularmente en el ámbito del empleo, y quiero que esos objetivos sean reexaminados para estar seguros de que son claros y verificables. Indicaré cómo encajan los programas InFocus dentro del programa global en la Sede y en las regiones. Me comprometo también a proporcionar metas e indicadores de resultados para nuestro próximo presupuesto de programa. Se centrarán en resultados clave y, como tales, su número será reducido, aunque quedarán vinculados a los objetivos y planes de trabajo de nivel secundario para uso de la Oficina. Como queda dicho, dispondrán ustedes de cuadros financieros en los que se muestre la asignación de recursos por programa y por partida de gasto.
También le daré cuenta de los progresos realizados en los trabajos encaminados a producir los cambios internos de la Organización. También preveo que antes, durante y, en caso necesario, después de noviembre emprenderé con ustedes un diálogo sobre las modalidades de presentación de informes en relación con la aplicación y evaluación del programa. A mi juicio, es indispensable que, antes de que comience a rendir informes sobre la aplicación del presupuesto estratégico, lleguemos a un acuerdo sobre las modalidades y la frecuencia de esos informes. Lo mismo se aplicará a la evaluación. Confío en que podamos resolver esto mediante consultas oficiosas.
Todas estas cuestiones son complejas y habrá que abordarlas con cuidado. Tendré que poder contar con las mejores capacidades de que pueda disponer dentro de la Oficina y entre los mandantes de la OIT. Recurriré a ustedes para que pongan a disposición de la Oficina las personas más capacitadas y que éstas nos ayuden a planificar, preparar y llevar a cabo los cambios que se avecinan.
Tengo la firme intención de reunir un equipo del más alto nivel técnico para cooperar con nosotros desde afuera de la Oficina y para instrumentar estos cambios desde dentro de la Oficina.
Permítanme concluir agradeciéndoles a todos el apoyo positivo y constructivo que han dado a estas propuestas de presupuesto. Como ustedes bien saben constituyen el inicio de una nueva manera de gestionar la OIT. Como ocurre con todo lo que es nuevo, habrá que afinar y proceder a otros ajustes conforme vayamos avanzando. Yo les informaré a ustedes, y ustedes me mantendrán informado acerca de sus preocupaciones. A ustedes incumbe la responsabilidad de la gobernación. A mi me incumbe la responsabilidad de la administración de la Oficina. Ambas funciones son distintas y no han de confundirse, sino que por el contrario obrar en plena armonía. Tengo la certeza de que así seguirá ocurriendo. Vuelvo entonces para terminar a mi concepto original de asociación. Actuaremos bien si actuamos juntos. Tendremos éxito si tenemos la voluntad de alcanzar el éxito y finalmente, seremos fuertes y seremos percibidos como una institución fuerte si nos mantenemos unidos.
Ginebra, 18 de marzo de 1999.
1. Documentos GB.274/PFA/9/1 y GB.274/PFA/9/2.