GB.276/11 |
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UNDECIMO PUNTO DEL ORDEN DEL DIA
Informe de la Comisión de Empleo y Política Social
Indice
II. Indicadores claves del mercado de trabajo (ICMT)
IV. Crisis económicas y financieras: criterios y actividades de la OIT
a) Desempleo y protección
social en un contexto de crisis:
tendencias y cuestiones
b) Informe de la Reunión
tripartita oficiosa de nivel ministerial sobre las crisis económicas
y financieras: acción de la OIT
(Ginebra, 9 de junio de 1999)
V. Relaciones de la OIT con las instituciones de Bretton Woods
1. La Comisión de Empleo y Política Social se reunió el 12 de noviembre de 1999. El Sr. Simanjuntak (Gobierno, Indonesia) fue elegido presidente. El Sr. Niles y el Sr. Ito fueron elegidos, respectivamente, Vicepresidente empleador y Vicepresidente trabajador.
2. La Comisión tuvo el siguiente orden del día:
I. Trabajos preparatorios para la discusión general
en la 88.ª reunión (2000) de la Conferencia
Internacional del Trabajo sobre la formación
y el desarrollo de los recursos humanos:
orientación y formación profesionales
3. La Comisión tuvo ante sí un documento(1) de la Oficina en el que se describe el informe en curso de preparación.
4. Un representante del Director General (Sr. Alfthan, Jefe de unidad, Director interino del Departamento de Desarrollo de las Calificaciones) declaró que el informe titulado Formación para el empleo, la productividad y la inclusión social será distribuido en abril de 2000 y estará centrado en tres cuestiones fundamentales:
5. Las cuatro reuniones regionales tripartitas con carácter consultivo en materia de formación y desarrollo de los recursos humanos celebradas en 1999 habían brindado la oportunidad de evaluar la situación en las regiones. El objetivo de la discusión general será suministrar orientaciones para eventuales futuras actividades normativas en el ámbito de la formación y el desarrollo de los recursos humanos.
6. El Vicepresidente empleador recordó que este punto del orden del día había sido propuesto inicialmente en noviembre de 1998 por el Grupo de los Empleadores. El documento de la Oficina no destacaba suficientemente la importancia de la función de la formación para los jóvenes, que necesitaban ser formados con métodos modernos a modo de mejorar su capacidad de aprendizaje. Los sistemas de educación y formación deberían preparar a los jóvenes para conseguir y conservar un empleo y para ser ciudadanos responsables. La formación continua tenía cada vez más importancia debido a la rápida evolución de la tecnología y a la mundialización. La financiación de la formación continua era una cuestión importante, si bien el orador no aceptaba la propuesta presentada en el documento de la Oficina según la cual el costo de la formación continua debería ser financiado principalmente por las empresas en reestructuración. Muchos programas gubernamentales de empleo y de formación habían fracasado. Esos programas habrían debido tener no sólo una financiación adecuada sino también metas adecuadas y estar centrados en las verdaderas necesidades futuras de la economía. Los trabajadores necesitaban más formación, dado que muy probablemente cambiarían de empleo muchas veces durante su vida profesional. El orador expresó dudas respecto de la conveniencia de la actividad normativa en el ámbito de la formación profesional, puesto que era evidente que ningún sistema resultaría conveniente para todos los casos.
7. El Vicepresidente trabajador convino con el Vicepresidente empleador en que la discusión general que se celebrará en ocasión de la Conferencia Internacional del Trabajo debería centrarse en la formación de los jóvenes, si bien no debería apartarse de la cuestión de la formación continua, que implica la formación de los trabajadores desempleados. La formación de los trabajadores desempleados debería convertirse en una prioridad para los sistemas de formación. En este contexto el Convenio sobre desarrollo de los recursos humanos, 1975 (núm. 142) y el Convenio sobre la licencia pagada de estudios, 1974 (núm. 140) eran importantes. Todos los niños deberían recibir una educación obligatoria que les permitiera integrarse en la sociedad a la que pertenecen. La educación básica y la educación tecnológica no eran suficientes: también era necesario la formación cultural. El orador subrayó la importancia de la participación tanto de los empleadores como de los sindicatos en la formación. Para respaldar esta propuesta, los trabajadores deben estar motivados para formarse de manera que puedan beneficiarse de la nuevas oportunidades que podría brindarles el desarrollo de las calificaciones. Deberían crearse incentivos para estimular a los empleadores a que contraten y formen a los trabajadores menos calificados. El orador destacó la importancia de la función de la educación básica para garantizar la empleabilidad, dado que las calificaciones proporcionadas por las empresas se limitaban, por lo general, específicamente al puesto de trabajo. Era necesario lograr un equilibrio adecuado entre la formación académica y la formación profesional. Existía una diferencia considerable entre el aprendizaje inicial y la formación continua. La última consistía en un concepto mal definido que era necesario definir más concretamente. La referencia que figura en el documento a la desigualdad de acceso a la formación no debería limitarse a los países en desarrollo, dado que los países industrializados también enfrentan ese problema. Las cuestiones relativas a la discriminación en materia de género y a la formación de los grupos minoritarios deberían tratarse más detalladamente. En lo que estaba empezando a denominarse la «sociedad del conocimiento», la competitividad sería determinada por las inversiones en materia de calificaciones. Era necesario definir con mayor claridad la función de las organizaciones de trabajadores en materia de formación. El orador cuestionó la excesiva importancia atribuida a la descentralización de la formación: existían buenos ejemplos de sistemas de formación sólidos y con capacidad de respuesta a las necesidades locales que eran administrados centralmente. Las organizaciones no gubernamentales desempeñaban un papel menos importante en materia de formación de lo que sugería el documento de la OIT.
8. La representante del Gobierno de los Países Bajos señaló las cuestiones fundamentales siguientes: la formación continua y el compromiso de los interlocutores sociales de apoyarla, así como eventuales asociaciones con otros grupos interesados, tales como las organizaciones no gubernamentales; las políticas activas de mercado de trabajo para el empleo de los jóvenes, y la empleabilidad. Sin embargo, el documento apenas mencionaba las necesidades de formación del sector no estructurado, de las pequeñas y medianas empresas, o las necesidades en materia de formación de los trabajadores, en especial de las mujeres trabajadoras, que deseaban volver a trabajar.
9. El Sr. Anand (miembro empleador) destacó que la formación de los jóvenes debería tratarse más concretamente en el informe de la Conferencia. Una de las cuestiones importantes que debía ser considerada era la medida en que la educación estaba profesionalizándose. Los sistemas educativos deberían ofrecer más programas de formación así como también cursos cortos para los jóvenes, y deberían también destacar el desarrollo del espíritu empresarial en colaboración con los interlocutores sociales. Debería invitarse a los representantes de los Ministerios de Educación a la Conferencia.
10. La representante del Gobierno de China subrayó las interrelaciones existentes entre la educación y el empleo; la formación y la mundialización de la economía. La educación y la formación deberían ser continuas y comprender mecanismos de cooperación tripartita. Tanto la educación básica como la formación profesional habían sufrido importantes reformas; la OIT debería expresar una posición al respecto. La cuestión de la orientación profesional, mencionada en el título, no había sido desarrollada en el documento de la Oficina. La oradora sugirió que la OIT reforzara la cooperación con el PNUD y otros organismos en el ámbito del desarrollo de las calificaciones.
11. La representante del Gobierno del Reino Unido preguntó si el informe podría distribuirse antes de abril de 2000. Apoyaba enérgicamente la importancia que se daba a la formación continua. En el Reino Unido, la educación y la formación se habían convertido en una de las principales cuestiones de política para el Gobierno y se las consideraba un importante factor para el desarrollo en el marco de la sociedad del conocimiento. La educación y la formación deberían preparar a las personas para ser ciudadanos democráticos. Los individuos deberían asumir la responsabilidad de su formación continua, con el apoyo de los interlocutores sociales. El Reino Unido había recientemente creado cuentas individuales de formación a las que el Gobierno y los empleadores contribuían y que se habían convertido en un mecanismo de financiación de la formación continua. Debería documentarse la experiencia práctica de los países en materia de formación continua, y la OIT debería difundir esa información.
12. El representante del Gobierno del Sudán, en nombre de los miembros gubernamentales de Africa, subrayó la importancia de la formación profesional para los trabajadores agrícolas, que no se mencionaba en el documento de la Oficina. En Africa, el sector agrícola era importante y empleaba trabajadores estacionales. Las personas que vivían en las zonas rurales necesitaban educación y formación. La formación para las pequeñas empresas y para los artesanos era otro tema de preocupación para Africa. Las mujeres también deberían recibir más formación a fin de contribuir al crecimiento de la productividad y recibir así mejores salarios. Las instituciones sociales, que desafortunadamente no estaban suficientemente desarrolladas, deberían participar en el desarrollo de la formación profesional. El informe debería dar más importancia a las cuestiones macroeconómicas y al ajuste estructural llevado a cabo en Africa. El orador destacó la necesidad de establecer mecanismos nacionales para el diálogo tripartito, lo que mejoraría la distribución de los recursos y reforzaría los programas de desarrollo de los recursos humanos.
13. La representante del Gobierno de Francia declaró que el informe debería reflejar las orientaciones estratégicas de los mercados de trabajo y del desarrollo de los recursos humanos. Debería destacarse más la función de la educación básica. Los jóvenes necesitaban recibir más apoyo durante la transición entre la escuela y el trabajo; deberían aprender a adaptarse a los cambios y a las nuevas tecnologías. Las nuevas tecnologías deberían aplicarse en el ámbito de la educación a distancia a fin de ampliar el alcance de esta forma de educación. Debería dedicarse especial atención al desarrollo de las calificaciones en las pequeñas empresas y al proceso de certificación de las capacidades de los trabajadores a lo largo de su vida profesional. La oradora declaró que Francia estaba reformando su sistema de certificación del aprendizaje previo.
14. El representante del Gobierno de Italia subrayó la necesidad de relacionar la formación profesional con el mercado de trabajo. Se necesitaba una mayor cooperación entre los Ministerios de Educación y de Trabajo. En Italia, se había creado una red de agencias de colocación, y era necesario proseguir los esfuerzos para crear nuevos empleos. Los programas de formación deberían adaptarse mejor a las condiciones locales, para lo cual las comisiones locales tripartitas eran particularmente importantes. Los sistemas de formación deberían ser más activos al considerar las necesidades de los trabajadores por cuenta propia y del sector no estructurado. La OIT debería proporcionar orientaciones a este respecto.
15. El Sr. Patel (miembro trabajador) declaró que el informe de la Oficina debería centrarse principalmente en la formación y el empleo de los jóvenes. Sugirió que el informe diferenciara tres ámbitos de igual importancia: la formación anterior al empleo; la formación en el empleo y la formación para los desempleados. Si bien las organizaciones de empleadores y de trabajadores participan en el proceso de desarrollo de las calificaciones, el orador declaró que el papel de los gobiernos era garantizar la igualdad de acceso a la formación. La formación profesional debería ser obligatoria y subvencionada por los gobiernos. La formación de las personas excluidas de la sociedad debería ser una prioridad. Señaló que las economías modernas requerían una formación moderna, para la cual debería desarrollarse la capacidad institucional con una fuerte participación de las organizaciones de los empleadores y de los trabajadores. Se podría suministrar más formación para los trabajadores durante las horas de trabajo. Las inversiones nacionales en materia de desarrollo de calificaciones deberían financiarse mediante la asignación de un porcentaje de la nómina de sueldos a la formación. Sería posible contribuir a la erradicación del trabajo infantil garantizando el acceso a la educación básica. Declaró que era importante aumentar el nivel de participación en los cursos de formación así como facilitar su acceso a las mujeres y a las personas excluidas de la sociedad. Aquellos que tomen la iniciativa de realizar reestructuraciones industriales, ya sean gobiernos o empleadores deberían aportar una contribución financiera más importante a la readaptación profesional de los trabajadores. La OIT debería documentar y difundir ejemplos de: prácticas óptimas en materia de resultados educativos; distribución más equitativa de los servicios de educación y formación; y participación de los interlocutores sociales en el desarrollo de los recursos humanos. El orador apoyó las propuestas según las cuales el informe debería tratar la formación de los trabajadores del sector no estructurado, examinar las principales políticas macroeconómicas que no redujeran los gastos nacionales en materia de educación y formación, y abarcar las disposiciones institucionales en materia de formación que implicaran la participación de los interlocutores sociales.
16. La representante del Gobierno de Portugal propuso que el informe diera mayor cobertura a la nueva educación y formación, así como a la educación y formación permanentes; reforzando el papel de los interlocutores sociales mediante el fomento de asociaciones de diversos tipos, como una empresa-escuela de formación, y reforzando el papel de los servicios públicos de empleo y de los servicios de formación junto con las agencias privadas. Los servicios públicos de empleo y los servicios de formación continuarían siendo importantes en la lucha contra la exclusión social.
17. La representante del Gobierno de Dinamarca pidió un enfoque más detallado de la formación de los trabajadores en el sector no estructurado o informal, que había generado hasta un 90 por ciento de todos los nuevos puestos de trabajo en los países en desarrollo. La discusión sobre la formación y el empleo de la juventud y la formación orientada a las nuevas tecnologías también deberían destacar un papel importante en el informe.
18. La representante del Gobierno del Brasil propuso que la formación profesional se complementara con la educación general y la formación en la gestión, en particular de pequeñas y medianas empresas y de cooperativas. Propuso sustituir el término «industrias» por «empresas».
19. La representante del Gobierno de Trinidad y Tabago propuso que el informe desarrollara un enfoque integrado a la educación, a la formación profesional y al desarrollo. El problema mundial del desempleo de los jóvenes hace imprescindible que las prácticas más efectivas desarrolladas en distintos países se propaguen por todas partes. La mejora de los conocimientos teóricos y prácticos de los profesores y la capacidad y la calidad de los proveedores de formación constituían problemas específicos en los países en desarrollo. El informe también debería elaborar un concepto más claro del sector no estructurado o informal.
20. El representante del Gobierno de los Estados Unidos apoyó los comentarios de los representantes de los Gobiernos de Dinamarca y de los Países Bajos. Proponía que se abordara la cuestión en términos del concepto de trabajo decente, que constituía un tema importante en los Estados Unidos. Proponía también que la Comisión discutiera los importantes resultados del Foro Empresarial de la OIT y felicitó a la OIT por sus programas InFocus, tres de los cuales trataban asuntos relacionados con el empleo.
21. La representante del Gobierno del Japón consideró que las empresas necesitaban trabajadores que tuvieran conocimientos teóricos y prácticos básicos, conocimientos sobre las relaciones humanas y conocimientos sobre las tecnologías de la información. Con el fin de mejorar la productividad y la competitividad, los trabajadores también deberían ser creativos, flexibles, adaptables al cambio y capaces de resolver problemas. Los conocimientos profesionales teóricos y prácticos deberían cambiar paralelamente a los cambios que se produjeran en el mercado laboral. Los sistemas de formación deberían emplear mejor la información del mercado laboral y deberían mejorar la cooperación con los servicios de colocación. Los gobiernos deberían desempeñar un papel importante en el financiamiento de la formación inicial y de la formación para los discapacitados y otros grupos desfavorecidos, tales como los desempleados, y el sector privado debería encargarse de la formación relativa al empleo. Los individuos necesitaban ayuda financiera y tiempo suficiente para estudiar pero al mismo tiempo deberían asumir un papel personal más importante en la educación y en la formación.
22. El representante del Gobierno de la India propuso que la discusión debería centrarse más en el papel de la formación para el empleo de los jóvenes, que debería reflejarse en el informe. La desreglamentación y la reestructuración del sector manufacturero se complementaban con un progreso espectacular en el ámbito de la tecnología de la información. Estos cambios exigían nuevos conocimientos profesionales teóricos y prácticos en la gestión de empresas del sector organizado y entre las empresas a pequeña escala, que estaban íntimamente relacionadas con empresas más grandes. Si bien el empleo en el sector organizado había disminuido, el potencial del sector a pequeña escala para crear puestos de trabajo y mejorar la productividad y los beneficios era enorme. El informe de la Conferencia debería reflejar la necesidad de la educación y formación permanentes, y al mismo tiempo debería recomendar las medidas para desarrollarlas. El sector privado tenía que asumir actualmente un papel más importante en la financiación y en el fomento de la formación, ya que se beneficiaría plenamente de una mano de obra calificada. Se deberían desarrollar nuevas oportunidades para las asociaciones relacionadas con la formación. Los gobiernos deberían ser instructores y catalizadores más que proveedores de formación. Asimismo, los gobiernos deberían proporcionar un marco general de política y de sistema y fomentar las inversiones de calidad en la formación y también deberían asumir la responsabilidad de la formación en el sector informal o no estructurado. Desde que el sector informal se vinculó al sector organizado, este último también debería proporcionar servicios de formación a los trabajadores del sector informal.
23. La representante del Gobierno de Canadá sugirió que el punto central del informe de la Conferencia debería ser el empleo y la formación de los jóvenes. Es necesario documentar las prácticas efectivas en materia de educación y formación permanentes. En Canadá, las comisiones sectoriales fomentan las asociaciones relacionadas con la formación, determinan los perfiles de los conocimientos profesionales teóricos y prácticos esenciales y se comprometen a evaluar los antecedentes de aprendizaje. Se debería apoyar más la formación de las pequeñas empresas, las mujeres y los pueblos indígenas. El informe de la Oficina también debería describir el empleo de las tecnologías modernas en la educación y formación permanentes.
24. El representante del Gobierno de Malasia afirmó que la necesidad de conocimientos profesionales modernos se dirigía a las instituciones de formación industrial en desarrollo, que proporcionaban conocimientos profesionales específicos del campo de la industria a quienes abandonaban la escuela. Dichas instituciones cooperaban con el sector privado, que proporcionaba aprendices con experiencia práctica. Malasia instauraría diez institutos de formación industrial más en el año 2000. La formación continua en Malasia se trataba en el Fondo de Desarrollo de Recursos Humanos, que financiaba la formación de la gente empleada: se animaba a los empleadores a proporcionar formación y los costes de formación eran reembolsados por el Fondo. La organización de trabajadores también dirigía su propio instituto de enseñanza técnica.
25. La representante del Gobierno de Chipre sugirió que el informe cubriera solamente tres cuestiones importantes: la educación y formación permanentes, el empleo y la formación de los jóvenes y el empleo en el sector informal. El desarrollo de recursos humanos constituía un asunto prioritario.
26. El Vicepresidente empleador puso de relieve la necesidad de crear unas políticas de formación que pudieran responder a la continua revolución tecnológica. La readaptación continua de los empleados se había convertido en una cuestión de la mayor importancia. El informe debería centrarse en el empleo, formación y empleabilidad de los jóvenes. En los países en desarrollo se podrían hacer grandes progresos en la formación si se explotasen las posibilidades que ofrece Internet. Ponía en tela de juicio que se pudiera proporcionar apoyo público a la formación en el sector informal, ya que los agentes que operaban en este sector tendían a eludir la normativa gubernamental. El informe no debería tratar sobre las políticas macroeconómicas, ni sobre sus repercusiones en la formación, ya que ello va más allá de los objetivos del informe. Las empresas se reestructuraban porque sus operaciones requerían un cambio y no necesariamente porque quisieran hacerlo, pero ello no debería dar lugar a decidir quién debe soportar el costo social de la reestructuración. El desarrollo de los conocimientos profesionales no es adecuado para una acción normativa.
27. El Vicepresidente trabajador afirmó que debería tenerse en cuenta la idea de una posible acción normativa en el campo de la formación. Si las normas ayudaban a la gente desempleada, entonces merecía la pena examinarlas. Los empleadores que promovían la reestructuración deberían correr con los costos sociales más importantes. Se deberían hacer esfuerzos para ayudar a los marginados del sector informal a mejorar su situación. El informe debería poner de manifiesto unas opiniones claras sobre el papel de los gobiernos, de los empleadores y de los trabajadores en la formación profesional.
28. Un representante del Director General (Sr. Hultin, Director Ejecutivo del Sector de Empleo) afirmó que la prioridad de la OIT era desarrollar nuevas políticas de empleo en materia de creación de puestos de trabajo y de desarrollo de los conocimientos profesionales. Una tarea importante era comprender la exigencias futuras, lo cual vendría en apoyo de las estrategias de desarrollo de conocimientos profesionales.
29. Otro representante del Director General (Sr. Alfthan) agradeció a la Comisión la interesante discusión y las útiles sugerencias que en ella habrían surgido para centrarse más en ciertos aspectos, que se pondrían de relieve en el informe de la Conferencia. La cuestión más importante que se había planteado, había sido la del empleo y la formación de los jóvenes, a la que el informe dedicaría una sección especial. Analizaría el empleo de los jóvenes en distintos países y examinaría cómo las políticas de empleo y de formación integradas podrían mejorar sus vidas. Era importante vincular la educación básica, la formación inicial, la formación profesional y la formación continua para crear y mantener la empleabilidad individual en los mercados laborales que evolucionan con mucha rapidez. Formar a la gente para puestos de trabajo no existentes era un despilfarro de esfuerzo y de dinero. La educación básica debería ser un primer paso para crear empleabilidad individual, seguida de la formación inicial para asegurar una transición más suave al mercado laboral y finalmente para mantener la empleabilidad proporcionando el acceso a oportunidades de educación y formación permanentes. La OIT había desarrollado más cooperación con la UNESCO para elaborar un marco de política común en materia de educación y formación técnica y profesional. El informe incluiría algunos ejemplos breves de las mejores prácticas de formación. En la Conferencia se presentarían estudios sobre los métodos y enfoques del análisis y de los sistemas y políticas de formación en desarrollo, reforzando el diálogo social en la formación y financiando la formación.
II. Indicadores claves del mercado de trabajo (ICMT)
30. Un representante del Director General (Sr. Sengenberger, Director del Departamento de Estrategias de Empleo) presentó el documento titulado Indicadores claves del mercado de trabajo(2) . El proyecto referente a los indicadores claves del mercado de trabajo (ICMT) se había puesto en marcha en respuesta a una petición formulada por la Conferencia Internacional del Trabajo en 1996 con objeto de facilitar información precisa y oportuna sobre el mercado laboral. Los objetivos del proyecto eran: 1) desarrollar una serie de indicadores del mercado de trabajo, y 2) contar con más indicadores para poder seguir la evolución de las nuevas tendencias del empleo. Los productos resultantes de la ejecución del proyecto -- una publicación de 600 páginas, un CD-ROM y un sitio ICMT en la red Internet -- fueron elaborados en su totalidad en el servicio de políticas de empleo y de mercado de trabajo del Departamento de Empleo y Formación, en colaboración con la Oficina de Estadística. El proyecto recopiló una serie de 18 indicadores que en su conjunto ofrecían un perfil representativo de los mercados de trabajo en el mundo, tanto en el pasado como en la actualidad, que incluía desde la mano de obra, el empleo, el desempleo y el subempleo hasta la productividad, los salarios, el costo de la mano de obra, y los indicadores sobre la pobreza y la distribución de los ingresos. Entre las actividades que se realizarían en 2000 y 2001 en relación con los ICMT cabía citar la introducción de nuevos indicadores, el desglose de los indicadores actuales (que facilitarían más detalles), un informe de síntesis, la introducción de estimaciones y evaluaciones mundiales y regionales de la dinámica de los mercados de trabajo, así como la colaboración con los países miembros a fin de promover una recopilación más amplia de datos y lograr que pueda accederse a esa información de forma más oportuna por conducto de distintos medios del proyecto ICMT .
31. El Vicepresidente trabajador acogió favorablemente el resultado del proyecto ICMT y preguntó de qué forma podían utilizarse mejor esos productos. Había que abordar dos cuestiones. En primer lugar, en el marco del ICMT 3 -- el indicador de la situación en el empleo -- se establecían tres categorías: a) asalariados; b) trabajadores independientes, y c) trabajadores familiares auxiliares. Aparte de esa clasificación, otras muchas personas con empleo quedarían en una zona gris, y la OIT debería estudiar la posibilidad de prever la incorporación de niveles más específicos en las categorías. En segundo lugar, el ICMT 18 -- el indicador de la pobreza -- no permitía analizar con suficiente profundidad la actual situación de desigualdad en los niveles de ingresos dentro de los países.
32. El Vicepresidente empleador dijo que estaba muy impresionado por el producto del proyecto ICMT. No obstante, señaló que las palabras «excesivo» y «normales», que figuraban en las frases «quienes trabajan un número excesivo de horas» y «más que las horas normales de trabajo por semana» utilizadas en el ICMT 6 referente a las horas de trabajo, tenían un carácter peyorativo y subjetivo que resultaba inadecuado para un texto de la OIT. Expresó su agradecimiento por el firme propósito de reducir el tiempo de espera entre la recopilación y la publicación de datos, y señaló que la red Internet podía ser el medio para alcanzar este objetivo. Por último, sugirió que se desglosaran más los datos recopilados, en particular los destinados al sector de los servicios, y propuso que se estableciera una distinción entre el empleo en el sector urbano y en el sector rural. Preguntó si la publicación del ICMT supondría una duplicación de esfuerzos, ya que simultáneamente se publicaba el Anuario de Estadísticas del Trabajo, y si los dos proyectos podrían refundirse en el futuro.
33. El representante del Gobierno de los Estados Unidos elogió a la OIT por la atención que el producto del proyecto ICMT había recibido en los medios de comunicación. Señaló la dificultad que entrañaba la tarea de recopilar los datos necesarios mediante encuesta en los hogares. Pidió a la Oficina que, como seguimiento del proyecto ICMT, estudiara la posibilidad de convertir las páginas que tenía el ICMT en la red de Internet en un sitio conectado a una base de datos mediante el cual los usuarios pudieran acceder a información que les habilitaría para profundizar en los análisis.
34. El representante del Gobierno del Reino Unido manifestó su agradecimiento por los resultados del proyecto ICMT. Para cuantificar el empleo y el desempleo era preciso cierto grado de ajuste regional dentro de los países. Además, era necesario disponer de cálculos estadísticos que pudieran tener en cuenta las actividades económicas de los diferentes grupos étnicos existentes en los países.
35. La representante del Gobierno de Dinamarca consideraba que la publicación constituiría un instrumento de análisis importante, ya que el proyecto había obtenido resultados satisfactorios respecto de una cuestión a la que en el pasado se habían dedicado sin resultado muchos esfuerzos con el fin de recopilar estadísticas en un manual de referencia adecuado y fácil de utilizar. La oradora esperaba con interés otros trabajos que se produjeran en el marco del proyecto.
36. El representante del Gobierno de China expresó su agradecimiento por la iniciativa de la OIT de poner en marcha el proyecto ICMT, que consideraba muy válida. Ese proyecto sería un importante instrumento para promover la comparación de las situaciones del mercado de trabajo en todo el mundo. En cuanto a la presentación de información, era preciso disponer de cifras más absolutas para complementar los porcentajes que se daban actualmente. El orador dijo lo siguiente: 1) que era preciso elaborar una definición internacional uniforme para el trabajo a tiempo parcial; 2) que en los análisis debían tenerse muy en cuenta las limitaciones que imponía a la comparabilidad la aplicación de distintos criterios de cálculo, y había que alentar la normalización de los cálculos.
37. La representante del Gobierno de los Países Bajos consideraba que el ICMT era uno de los proyectos más importantes de la OIT. La oradora alentó a la Oficina para que siguiera trabajando en esta esfera, y esperaba con interés la elaboración del informe de síntesis que se había prometido para el futuro.
38. El representante del Gobierno de Trinidad y Tabago estimó que el proyecto ICMT ofrecía unas perspectivas de análisis estimulantes y, lo que era más importante, unas oportunidades para la ampliación de los programas de asistencia técnica de la OIT. Las discrepancias en cuanto a la cobertura de los datos podrían señalar las esferas donde era preciso prestar asistencia técnica, es decir donde la OIT podría centrar sus esfuerzos y formar a los países miembros en lo que respecta a los métodos para la recopilación de datos.
39. El representante del Gobierno de México expresó su agradecimiento a la OIT por haber elaborado los ICMT. Expresó reservas respecto de la propuesta formulada por el representante gubernamental del Reino Unido referente a la recopilación y publicación de datos sobre el mercado de trabajo desglosados por grupos étnicos. En determinados países resultaba sumamente difícil recopilar información con este grado de detalle, y el hecho de agregar un criterio de este tipo causaría mucha confusión y obstaculizaría el proceso de recopilación de datos.
40. El representante del Gobierno de Alemania respondió que no era legal recopilar datos sobre grupos étnicos, ya que existían reglamentos que preveían la protección de los datos personales, y a menudo éstos sólo se aportaban de forma voluntaria por lo que resultaba difícil recopilarlos para el proyecto ICMT.
41. El representante del Director General (Sr. Sengenberger), respondiendo a la pregunta del Vicepresidente trabajador, que deseaba saber cómo podían utilizarse con eficacia los ICMT, subrayó que esos indicadores servían como instrumento para efectuar análisis en el marco de proyectos de la OIT, por ejemplo la publicación del Informe sobre el empleo en el mundo en la que se exponían las tendencias actuales de los mercados de trabajo utilizando datos obtenidos mediante los ICMT. En la propuesta de definir y cuantificar mejor las zonas grises de la situación en el empleo en relación con el ICMT 3 se pasaba por alto el problema que suscitaba la dificultad de captar plenamente la situación en el empleo de todos los trabajadores: por ejemplo, existía la categoría de trabajadores independientes con cierto grado de dependencia que, si bien eran independientes, trabajaban sólo para una o dos empresas y, por tanto, se asociaban a los trabajadores clasificados como empleados. Las definiciones jurídicas y estadísticas del concepto «trabajadores» no siempre coincidían. En cuanto a la propuesta de desglosar más los datos relativos al empleo y al desempleo en función de las zonas urbanas y rurales formulada por el Vicepresidente empleador, recordó que la OIT dependía de los datos disponibles en los países miembros. La OIT y el personal del proyecto ICMT estaban estudiando medios para incrementar la colaboración con los países miembros a fin de ampliar la cobertura de los datos.
42. Un representante del Director General (Sr. Johnson, del Departamento de Estrategias de Empleo, encargado del equipo del proyecto ICMT) dijo que el personal del proyecto estaba tratando actualmente de determinar cuál era la mejor forma de difundir los datos. Una posibilidad sería la transferencia de datos actualizados del sitio del ICMT en la red para agregarlos al CD-ROM del proyecto. En respuesta al representante del Gobierno de China, que pedía que se aportaran cifras absolutas, señaló que en el CD-ROM del ICMT figuraban datos absolutos, en tanto que la publicación ofrecía sólo porcentajes debido a las limitaciones de espacio. En cuanto a la distinción entre los ICMT y el Anuario de Estadísticas del Trabajo, hizo hincapié en que el Anuario contenía datos brutos en tanto que el proyecto ICMT facilitaba análisis de los datos y formulaba propuestas para efectuar nuevos análisis. Los dos productos de la OIT eran complementarios.
III. Preparación del período extraordinario
de sesiones de
la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la
aplicación de los resultados de la Cumbre Mundial sobre
Desarrollo Social y el estudio de iniciativas ulteriores
43. Al presentar el documento de la Oficina(3) , una representante del Director General (Sra. Ducci, Directora de la Oficina de Relaciones y Asociaciones Exteriores) recordó que el principal objetivo del período extraordinario de sesiones consistía en reafirmar la Declaración de Copenhague sobre Desarrollo Social y Programa de Acción, volver a examinar los progresos realizados y los obstáculos a su aplicación y recomendar la adopción de medidas concretas que permitan su plena y eficaz aplicación. La oradora señaló que la OIT había participado activamente en las labores preparatorias de la reunión de Copenhague, que había desempeñado una función importante en la Cumbre misma y que, como resultado de ello, en la Declaración y el Programa de Acción se reflejó una amplia gama de cuestiones relacionadas con el empleo. Posteriormente, se habían adoptado diversas medidas para dar efecto a los resultados de la Cumbre -- en especial el tercer compromiso (promover el objetivo del pleno empleo) -- que se mencionaban brevemente en el documento de la Oficina. Entre las recientes iniciativas de la OIT cabía destacar la adopción en 1998 de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y la adopción del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182).
44. La Consulta internacional sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social había sido un acontecimiento clave para la preparación del período extraordinario de sesiones, y las conclusiones proporcionarían la principal fuente de orientación para la contribución de la OIT en el segundo período de sesiones del Comité Preparatorio en abril de 2000. En la primera decisión sobre la función que se espera de las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, adoptada por el Comité Preparatorio, la OIT debía desempeñar una función clara en relación con el tercer compromiso, como se explicaba en el párrafo 9 del documento de la Oficina. La OIT debía contribuir al proceso de tres formas principales: prosiguiendo su contribución a los informes con la revisión de la aplicación de los documentos de Copenhague, incluido el destacamento de un funcionario de la OIT al equipo del Secretariado de las Naciones Unidas encargado de la preparación del período extraordinario de sesiones; proponiendo propuestas para nuevas iniciativas, incluidas las conclusiones de la Consulta internacional y demás orientaciones pertinentes del Consejo de Administración, que se incorporarían en un informe único y global, y organizando acontecimientos especiales tanto durante el proceso preparatorio como durante el mismo período extraordinario de sesiones.
45. Un representante del Director General (Sr. Sengenberger) se refirió a las Conclusiones de la Consulta internacional, que reafirmaban la continua validez de los Compromisos de Copenhague en relación con el empleo y la reducción de la pobreza, pero puso de manifiesto la necesidad de renovar esfuerzos y obtener la voluntad política para aplicarlos eficazmente. En las Conclusiones también se afirmaba que la OIT debería continuar desempeñando una función central en la campaña mundial por lograr el pleno empleo y debería desarrollar, en colaboración con los interlocutores tripartitos y los organismos del sistema de las Naciones Unidas, nuevos objetivos operativos para dar mejor efecto a los compromisos adquiridos en Copenhague, seis de los cuales figuraban en el párrafo 15 de las Conclusiones. Junto con otros organismos de las Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods, la OCDE y las organizaciones regionales, se pedía a la OIT que organizase y desarrollase un proceso coordinado de aprendizaje mutuo y de intercambio de experiencias de los resultados positivos de las políticas de empleo y de mercado de trabajo obtenidos a través de diversas medidas (párrafo 16).
46. El Vicepresidente empleador acogió con agrado el compromiso del Director General de mantener informado al Consejo de Administración sobre la preparación del período extraordinario de sesiones, que probablemente también estaba en relación con la entrega al Consejo de Administración para su examen en marzo de 2000 de la contribución general de la OIT. El mensaje de la OIT al período extraordinario de sesiones debería reflejar las realidades del mundo económico, a saber, que el crecimiento del empleo depende del crecimiento económico el cual, a su vez, depende de políticas macroeconómicas coherentes y no inflacionarias y de la liberalización del comercio y las inversiones (párrafo 6 de las Conclusiones de la Consulta internacional). Era evidente que la OIT debía pronunciarse sobre el aspecto social del proceso, pero su mensaje no debía sugerir que el período extraordinario de sesiones adoptase una postura contraria a la mundialización o al ajuste estructural. Confiaba en que los interlocutores sociales pudieran participar en el período extraordinario de sesiones, como había ocurrido en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de Copenhague, y buscó el apoyo y la asistencia de la Oficina en ese sentido.
47. El Vicepresidente trabajador estuvo de acuerdo en que la plena participación tripartita en el período extraordinario de sesiones sería muy importante para la OIT, y confió en que la Oficina se asegurase de que las Naciones Unidas tuvieran en cuenta esta opinión en su proceso de preparación. Asimismo, confiaba en que los gobiernos incluyesen interlocutores sociales en sus delegaciones. La OIT había realizado una buena labor en su seguimiento de la Cumbre Social. Recordó que al comienzo de la reunión de Copenhague el Primer Ministro de Dinamarca había puesto de manifiesto la importancia de la seguridad humana. Al mismo tiempo, algunos gobiernos habían expresado su frustración por la cada vez mayor brecha existente entre los niveles de prosperidad de los pueblos en esta era de mundialización. Impedir que la brecha entre ricos y pobres continúe aumentando formaba parte importante del mandato de la OIT que no había sido posible conseguir. En Copenhague el entonces Secretario General de las Naciones Unidas había definido a la Cumbre como el punto de partida del desarrollo social donde las naciones pudieran aunar sus esfuerzos para establecer los derechos humanos, eliminar la discriminación, erradicar la pobreza y crear empleo -- objetivos necesarios para alcanzar la paz mundial, que deberían constituir el centro de atención del período extraordinario de sesiones. Los cuatro Objetivos Estratégicos y las cuestiones intersectoriales de género y desarrollo, como se indicaba brevemente en el documento Trabajo Decente, deberían ser la base del análisis de la OIT que contribuyese al seguimiento de la Cumbre Social.
48. La Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo debería ser presentada a la OMC, el FMI y los bancos de desarrollo regional para subrayar su importancia. La Consulta internacional hubiera resultando incluso mejor si se hubiera dispuesto de más información sobre las actividades pasadas y futuras de la OIT en relación con la preparación del período extraordinario de sesiones. La OIT debería tener confianza y expresar claramente en la próxima reunión del Comité Preparatorio lo que había conseguido y pretendía conseguir pero, además, debería ofrecer un calendario para estas metas diferentes, de forma que se pudiera animar a los países a tomar las medidas necesarias. El período extraordinario de sesiones debería ser otro punto de partida para erradicar la pobreza y fomentar las formas decentes de trabajo con miras al pleno empleo.
49. El representante del Gobierno de Alemania consideró que el documento de la Oficina proporcionaba excelente información sobre la preparación en curso del período extraordinario de sesiones, y expresó su sincero agradecimiento por la labor realizada por la Oficina. Las nuevas iniciativas mencionadas en el párrafo 15 de las Conclusiones de la Consulta internacional eran interesantes, aunque había quienes consideraban que no iban demasiado lejos. En los párrafos 12 y 15, f) de dicho documento, se hacía referencia a la necesidad de adoptar medidas específicas para diversos grupos desfavorecidos, incluidos los trabajadores con discapacidades. Sería mejor referirse a personas con «necesidades sociales especiales».
50. El representante del Gobierno del Sudán, en nombre de los miembros gubernamentales de Africa, expresó su apoyo al párrafo 19 del documento, donde se hacía mención específica de las actividades que se iban a tener en cuenta e integrar en la contribución general de la OIT. Asimismo, aprobó las Conclusiones de la Consulta internacional, en cuyo párrafo 5 se indicaba que, sobre la base de los informes de la OIT, la situación del empleo y los progresos en la reducción de la pobreza en muchas partes del mundo, particularmente entre los países en desarrollo y los países en transición, seguían siendo insatisfactorios y en algunos países habían incluso empeorado. En Africa los diferentes niveles de desarrollo entre países constituían una situación peligrosa. El panorama general reflejaba bajos niveles de desarrollo, que se traducían en muy altos niveles de pobreza. En consecuencia, era vital subrayar la importancia de las iniciativas destinadas a aliviar la pobreza en Africa. En el párrafo 6 de las Conclusiones se indicaba que las políticas básicas para conseguir las metas de empleo establecidas en los documentos de Copenhague seguían siendo pertinentes, pero requerían esfuerzos renovados y la voluntad política de aplicarlos efectivamente. En este punto era importante referirse al párrafo 15 de las Conclusiones, en el que se pedía a la Organización que elaborase iniciativas operacionales en colaboración con los interlocutores sociales, para aplicar mejor los compromisos de Copenhague. Estas iniciativas deben aplicarse como parte de una estrategia internacional, y la OIT debía disponer de los recursos internos y externos necesarios para aplicar las actividades de conformidad con su mandato. Las Conclusiones de la Comisión de asuntos sociales y laborales de la Organización para la Unidad Africana (Windhoek, 1999), aprobadas por el Coloquio regional tripartito de alto nivel de la OIT sobre el diálogo social, deberían tenerse en cuenta, al igual que la Declaración y el Llamamiento promulgados por la reunión de Jefes de Gobierno del Grupo de los 15, en los que se pedía fomentar y mejorar las conclusiones de trabajo en los países del Tercer Mundo. Asimismo, debería hacerse hincapié en los proyectos que requieren mucha mano de obra para rehabilitar las infraestructuras destruidas por los desastres naturales y los conflictos armados y en tener en cuenta las necesidades de empleo de las personas desplazadas, los migrantes y los pobres de las zonas rurales. El programa Empleos para Africa debía aplicarse en el mayor número posible de países africanos.
51. La representante del Gobierno de Francia consideró que, durante el período extraordinario de sesiones, la OIT debería centrar su atención en sus valores y actividades esenciales, que eran los derechos fundamentales de los trabajadores y el tercer compromiso de la Declaración de Copenhague. En vez de intervenir en recabar experiencia e información sobre prácticas adecuadas, la OIT debería hablar sobre estrategias de empleo (que no erosionen el crecimiento) y sobre políticas de empleo. Algunos países, incluido el suyo, estaban tratando de mejorar su forma de abordar estas cuestiones de manera que garantizasen que las políticas previstas se destinasen especialmente a sectores vulnerables de la sociedad, y al mismo tiempo garantizasen la articulación de estas preocupaciones con las políticas económicas. En 1998 en Francia se había adoptado una ley para combatir la pobreza y la exclusión en la que se pedía la adopción de medidas fuertes, repetidas y conjuntas para combatir los diversos factores que contribuyen a la pobreza. No se trataba únicamente de una cuestión de dificultades financieras: a veces, la educación básica inadecuada, los problemas de vivienda o la falta de acceso a las diversas medidas de bienestar social disponibles conducían a la exclusión de las actividades sociales normales. Era necesario concentrarse en las causas fundamentales de la pobreza y no en sus manifestaciones.
52. El representante del Gobierno de la India alabó a la Oficina por elaborar unos documentos tan informativos y útiles y confió en que el Consejo de Administración fuese informado adecuadamente de la respuesta general de la OIT al período extraordinario de sesiones.
53. El representante del Gobierno del Pakistán estimaba que el período extraordinario de sesiones proporcionaba una excelente oportunidad para medir los progresos, determinar los obstáculos a las metas establecidas en Copenhague y trazar el futuro marco de acción. El empleo que cumpliese las condiciones descritas en el tercer compromiso de la Declaración de Copenhague era el camino más seguro para alcanzar el desarrollo económico y social. El informe sobre el Trabajo Decente del Director General trataba de buscar un equilibrio entre la meta de promover el empleo y garantizar que no sea explotador y el cumplimiento del objetivo de ser elegido libremente, seguro, duradero y disponible para todos los hombres y mujeres sin distinción. La OIT debería incluir en sus informes al período extraordinario de sesiones un análisis objetivo e imparcial de por qué los objetivos establecidos en la Declaración de Copenhague no se habían realizado en el grado esperado en 1995. Existían causas claras que incluían, desde la perspectiva de un país en desarrollo como el suyo, la falta de un entorno propicio, la repercusión de la mundialización, la distribución desigual de los frutos de la mundialización y la consecuente marginalización de una serie de países y de regiones enteras, la imposibilidad de apoyar los compromisos oficiales relativos a la asistencia del desarrollo y a la reducción de la deuda, y las innecesarias presiones ejercidas sobre los países en desarrollo a través de debates controvertidos sobre materias en las que no existía ningún consenso como, por ejemplo, el etiquetado social o el uso de normas laborales con fines comerciales o proteccionistas. Las nuevas acciones e iniciativas debían basarse en metas claras y realistas, establecidas sobre la base de una cooperación internacional financiera y material creíble y significativa, y en la solidaridad.
54. La representante del Gobierno de Dinamarca, quien también habló en nombre del Gobierno de los Países Bajos, se asoció a la declaración realizada por el representante del Gobierno de Alemania.
55. La representante del Director General (Sra. Ducci) volvió a asegurar al Vicepresidente empleador que la contribución de la OIT se establecería en relación con la cuestión de la mundialización. Respecto a la participación de los interlocutores sociales, el Comité Preparatorio había decidido en su primer período ordinario de sesiones que las organizaciones no gubernamentales que eran reconocidas como entidades consultivas en el ECOSOC tuvieran derecho a tomar la palabra, lo que incluía a federaciones internacionales de trabajadores y de empleadores. Recordó que, habida cuenta de que la reunión era un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se regía por normas diferentes que las que se habían aplicado en la Conferencia Mundial de Copenhague. Las organizaciones de empleadores y de trabajadores podían adoptar una serie de medidas relacionadas con su participación en el período extraordinario de sesiones, como por ejemplo asegurarse de que se les incluyesen en sus delegaciones nacionales. El informe general seguiría las mismas pautas que el Trabajo Decente y se pondría cuidado en garantizar que quedasen reflejadas todas las opiniones y preocupaciones pertinentes. Algunas cuestiones planteadas en el presente debate ya se habían contemplado directamente en las solicitudes realizadas por la OIT, y adoptado a través de la primera decisión de la reunión del Comité Preparatorio. Existían limitaciones de tiempo para coordinar la labor sobre el proceso preparatorio y proporcionar información al Consejo de Administración: el Comité Preparatorio no había tomado la decisión que afectaba a la función y las contribuciones específicas de las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas hasta julio de 1999. La OIT debía presentar a más tardar el 1.º de enero del año 2000 un informe preliminar con nuevas iniciativas, que se distribuiría como un documento preliminar de la Oficina a la Comisión de Desarrollo Social (Nueva York, febrero de 2000) y a las consultas oficiosas de composición abierta, y entre períodos de sesiones, que se celebrasen inmediatamente después. La Oficina podría presentar el informe al Consejo de Administración en marzo antes de presentarlo al segundo período de sesiones del Comité Preparatorio en abril de 2000. La Conferencia de junio también podría servir para opinar sobre el documento. El Director General había adoptado medidas para garantizar la coordinación en toda la Oficina, y todos los sectores de la Oficina y de las regiones estaban contribuyendo al informe preliminar. El examen de la aplicación de los documentos de Copenhague se estaba llevando a cabo basándose en los informes nacionales sometidos a la Secretaría de las Naciones Unidas. Las cuestiones que afectaban a la OIT, como por ejemplo los derechos de los trabajadores y el diálogo social, estaban siendo destacadas en los informes nacionales, y la Secretaría tenía la intención de incluir una sección importante sobre estas cuestiones en su informe.
56. El Vicepresidente empleador solicitó que el informe de la OIT estuviera disponible en la reunión del Consejo de Administración en marzo de 2000. Aunque comprendía que el período extraordinario de sesiones era de naturaleza diferente a la Cumbre de Copenhague, señaló que los procedimientos permitirían que más de 100 organizaciones estuvieran acreditadas y, en consecuencia, expresó su apoyo a la continua asistencia que presta la Oficina para lograr que se conceda a los interlocutores sociales un estatuto especial.
IV. Crisis económicas y financieras: criterios
y actividades de la OIT
a) Desempleo y protección
social en un contexto de crisis:
tendencias y cuestiones
b) Informe de la Reunión
tripartita oficiosa de nivel ministerial
sobre las crisis económicas y financieras: acción de la OIT
(Ginebra, 9 de junio de 1999)
57. Un representante del Director General (Sr. van Ginneken, economista principal del Departamento de Seguridad Social de la OIT) presentó el documento de la Oficina sobre desempleo y protección social en un contexto de crisis(4) y afirmó que trataba tanto las crisis financieras y políticas como las crisis provocadas por los desastres naturales y los conflictos armados. Según el tipo de crisis, las instituciones socioeconómicas y las que participan en las políticas del mercado laboral o en el diálogo social, podrían verse debilitadas o destruidas. El problema de introducir las prestaciones de desempleo en países con ingresos medianos era que su cobertura solía ser muy baja: a menudo dichos países no contaban con servicios de empleo desarrollados y era más difícil facilitar servicios integrados a quienes buscan empleo, además, era difícil actuar en un mercado laboral en el que la mayoría de los trabajadores tendían a trabajar en el sector no estructurado.
58. Un sistema de protección social bien integrado era la mejor prevención contra las consecuencias negativas de la crisis. Sin embargo, en muchos países en desarrollo existía un alto índice de falta de cobertura, que oscilaba entre un 90 por ciento en Africa subsahariana y Sudáfrica y un 50 por ciento en muchos países con ingreso mediano. En las épocas de crisis, la prioridad principal era la de mantener el acceso a los servicios de salud y el seguro de salud, de modo que los trabajadores pudieran estar empleados de forma productiva. La asistencia social a los grupos vulnerables constituiría una red de seguridad adicional para los refugiados, las mujeres cabeza de familia, los huérfanos y otros grupos. Asimismo era importante que las pensiones de la seguridad social por jubilación, discapacidad y supervivencia estuvieran en orden. En las situaciones de crisis, los programas para actividades con alto coeficiente de empleos constituían una prioridad para los trabajadores desempleados en los países con bajos ingresos. En algunos tipos de crisis, tales como los conflictos armados y los desastres naturales, dicho tipo de programas deberían centrarse en la reconstrucción de la infraestructura social y económica. Sin embargo, en las crisis de carácter más económico, era importante tener preparada la aplicación de aquellos programas para actividades con un alto coeficiente de empleo que se habían definido mucho antes de la llegada de la crisis.
59. La OIT ya estaba comprometida a aconsejar en materia de prestaciones de desempleo a una serie de países con ingreso mediano tales como Tailandia, Egipto, Sudáfrica y Federación de Rusia. La Oficina pensó en preparar un informe de prácticas óptimas en el sistema de prestaciones de desempleo. Además, la Oficina se estaba embarcando en un gran programa de cooperación técnica e investigación en materia de ampliación de la protección social a los trabajadores del sector no estructurado.
60. Un representante del Director General (Sr. Hultin, Director Ejecutivo del Sector de Empleo) recordó las cuestiones tratadas por la Reunión tripartita oficiosa de nivel ministerial sobre las crisis económicas y financieras, celebrada durante la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de 1999(5) . Algunos puntos ordinarios de la reunión incluían la toma de conciencia de que independientemente de la naturaleza de la crisis, los efectos eran muy parecidos. Asimismo, se observó que si bien los mecanismos de respuesta rápida eran esenciales, era muy importante haberse comprometido ya con una serie de medidas preventivas. A lo largo de la discusión, se insistió mucho en el diálogo social, la transparencia y la posibilidad de contar con una estrategia general para aliviar la pobreza. El Sr. Hultin hizo referencia a las actividades llevadas a cabo por el Sector de Empleo para seguir la Reunión, inclusive la creación de programas InFocus de reconstrucción y respuesta a la crisis, con cuestiones que trataban las situaciones anteriores a la crisis, las intervenciones posteriores a la crisis y el continuo desarrollo de estrategias tanto para hacer frente a las crisis como para fomentar el desarrollo económico y social. Se propuso que la discusión se centrara en tres cuestiones:
61. El Vicepresidente trabajador dijo que acogía con satisfacción la información tan útil que se recogía en el informe sobre la Reunión de alto nivel, que constituía el primer paso hacia la discusión de la Conferencia de 2001 sobre seguridad social. El Grupo de los Trabajadores creía firmemente en el valor de las medidas de la red de seguridad para ayudar a varios grupos vulnerables, tanto en las épocas de crisis como en las épocas de normalidad. Los esquemas de prestaciones de desempleo estaban bien para los trabajadores y debían establecerse en colaboración con los gobiernos y empleadores. El Vicepresidente trabajador hizo también referencia a la observación del profesor Amartya Sen, en su alocución a la 87.ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en 1999, de que las crisis económicas no solían producirse en las democracias maduras, en que el respeto por los derechos básicos de los sindicatos estaba garantizado. Existía bastante diferencia entre las consecuencias sociales de las distintas crisis, por ejemplo entre los conflictos armados y las crisis de naturaleza económica. El informe debería haber prestado mayor atención al control de los conflictos armados y al número de víctimas producidas en términos de sufrimiento humano y de pérdidas de vidas humanas.
62. En octubre de 1999 la oficina de la OIT de actividades para los trabajadores organizó un Coloquio sobre los sindicatos y el sector no estructurado, cuyas conclusiones fueron muy útiles para establecer nuevas discusiones sobre la protección social. Se necesitaba un sistema de seguridad social que cubriera a los trabajadores (tanto del sector estructurado como del sector no estructurado) y que garantizara la misma protección para todos. El apoyo del gobierno para dichos esquemas será indispensable.
63. El Vicepresidente empleador estuvo de acuerdo con el documento de la Oficina en que los regímenes de las prestaciones de desempleo habían diseñado la situación del mercado laboral específica de un país particular, así como su nivel de desarrollo económico. Sin embargo, los regímenes de protección social cada vez eran más inaccesibles, sobre todo en los países desarrollados, donde el gasto de protección social podría representar más del 25 por ciento del PIB. La protección social cada vez era más necesaria habida cuenta del envejecimiento de la población, de ahí que los sistemas de pensión financiados y privados fueran cada vez más necesarios para hacer frente a este progreso. Por consiguiente, debería discutirse más sobre la posibilidad de acceder a los sistemas de protección social. Las cuestiones clave eran qué sistemas funcionaban y cuáles eran accesibles. El párrafo 48 del documento señalaba pertinentemente que los regímenes de seguro de desempleo deberían adaptarse al nivel de desarrollo económico y a las características del mercado de trabajo del país. La inadecuada organización de los servicios de empleo y de las políticas del mercado laboral, sobre todo en América Latina habían contribuido a la rigidez del mercado laboral y a la disminución de la creación de empleo. Asimismo se preguntaba si la protección social podría estar financiada por recursos internacionales y cómo debería financiarse.
64. En cuanto a la Reunión de alto nivel, señaló que los distintos tipos de crisis podrían tener consecuencias sociales bastante distintas. En situaciones como la de Kosovo, efectivamente no existía ningún gobierno que pudiera tratar con la situación que prevalecía tras el conflicto. Sin embargo, en el caso de los desastres naturales o de las crisis económicas, la estructura socioeconómica del país permanecía intacta y, por consiguiente, también podía usarse para reducir las consecuencias sociales negativas de la crisis. Debería examinarse la preparación de documentos separados sobre las consecuencias de los distintos tipos de crisis.
65. El representante del Gobierno de Chile consideraba que la OIT no debería concentrarse solamente en las crisis regionales o nacionales, sino que pronto sería necesario tratar con crisis mundializadas. El primer problema que surgía cuando se producía una situación de crisis era el de cómo crear puestos de trabajo. El Estado era responsable de organizar programas de vivienda y de obras públicas. Chile se había enfrentado a una situación económica negativa a lo largo de los últimos años, situación que repercutió en la financiación de la protección social. La descripción del sistema de cuentas de ahorro individuales para el seguro de desempleo del párrafo 32 del documento no era totalmente correcta, porque el Parlamento estaba aún discutiendo la posibilidad de introducir este sistema.
66. La representante del Gobierno de los Países Bajos apreció el documento de la Oficina, que trataba una cuestión muy importante para la OIT. Lamentó que la Comisión no pudiera prestar más atención a la discusión de la misma.
67. El representante del Gobierno del Sudán, en nombre de los miembros gubernamentales de los países africanos, señaló que el efecto más importante de la mayoría de las crisis radicaba en la esfera de la reducción del empleo y en el aumento de la pobreza. Otra repercusión negativa había sido la destrucción o el debilitamiento del tejido social y económico de las sociedades africanas como resultado de diversas crisis. La respuesta política más importante a las crisis fue la creación de programas para actividades con alto coeficiente de empleos, el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y de varios proyectos de desarrollo locales y nacionales. El Programa Mundial de Alimentos necesitaba programas de ayuda a la alimentación más eficaces y se debería disponer de más recursos extrapresupuestarios y financiación internacional para financiar dicha ayuda en época de crisis.
68. La representante del Gobierno de China estuvo de acuerdo con otros oradores en que la cobertura y nivel de prestaciones al desempleo debería reflejar las condiciones locales y el nivel de desarrollo económico. Mencionó que el sistema de seguro de desempleo en China ha proporcionado beneficios a más de tres millones de personas. Desde 1995 el Gobierno también ha prestado su apoyo al reempleo de las personas desempleadas colaborando con los sindicatos, las mujeres y otras organizaciones de la sociedad civil. En total 4,2 millones de personas se han beneficiado de este sistema. Animó a la OIT a llevar a cabo nuevos estudios sobre la cuestión y a organizar un seminario internacional con el fin de difundir los resultados de dichos estudios.
69. La representante del Gobierno de Chipre apoyó la propuesta del representante del Gobierno de los Países Bajos para que se profundizara en la discusión de esta cuestión. La discusión debería vincularse a las discusiones del Consejo de Administración sobre cooperación técnica y en materia de programa y presupuesto. El presupuesto del Departamento de Seguridad Social debería aumentarse, en particular para proporcionar más consejos técnicos sobre los sistemas de seguridad social. En los últimos años, Chipre ha recibido mucha ayuda de la OIT y ahora cuenta con un sistema estructurado para hacer frente a las situaciones de crisis.
70. El Sr. Patel (miembro trabajador) hizo referencia a un reciente coloquio sobre las necesidades de la protección social de los trabajadores. La Oficina debería examinar nuevamente el acceso a los sistemas de protección social.
71. El representante del Gobierno de México consideró que el debate sobre protección social debería ampliarse y continuarse. Se necesitaba un enfoque general para prevenir la crisis y tratar sus consecuencias. Entre los elementos de dicho enfoque se incluirían un buen sistema jurídico básico, una maquinaria bien estructurada para el diálogo tripartito, una política de mercado laboral que tuviera en cuenta la formación profesional y programas de actividades para el empleo. Semejante estrategia también debería incluir la promoción de las empresas independientes y debería estar financiada por políticas económicas sanas y la movilidad de los recursos externos.
72. La representante del Gobierno de Brasil consideró que el informe de la OIT era muy útil. Sin embargo, la información sobre el esquema de seguro de desempleo en Brasil que se mencionaba en el párrafo 33 no era totalmente correcto, ya que todavía se estaba discutiendo en el Parlamento. En general, los regímenes de seguro de desempleo deberían complementarse con esquemas de formación profesional.
73. La Sra. Rozas (miembro trabajador) también apoyó la continuación del debate para marzo de 2000. En Chile el sistema no podía caracterizarse como sistema de seguridad social ya que consistía básicamente en una serie de regímenes de ahorro individual, enfoque que no deberían seguir los demás países.
74. El representante del Gobierno de Suiza expresó su aprecio por el programa InFocus sobre la reconstrucción y respuesta a las crisis. En particular estaba impresionado por el poco tiempo con el que la OIT había respondido a la crisis de Kosovo. La necesidad de una protección social adecuada aumentó cuando las economías se expusieron más al comercio internacional. Diversos estudios habían mostrado que los países que contaban con sistemas de protección social bien desarrollados habían alcanzado altos niveles de crecimiento económico. La protección social estaba en el centro de las preocupaciones de la OIT.
75. La representante del Gobierno del Canadá apoyó la propuesta de prestar más atención a la discusión sobre la seguridad social en el Consejo de Administración.
76. Un representante del Director General (Sr. van Ginneken) afirmó que los regímenes de protección social estaban principalmente financiados por las contribuciones de los gobiernos, trabajadores y empleadores, ya que las tres partes tenían mucho interés en contribuir a dichos regímenes. Había muchos problemas para gestionarlos y aplicarlos. Sin embargo, los trabajadores estaban interesados en los regímenes de prestación al desempleo porque proporcionaban seguridad de ingresos y tiempo para buscar un nuevo empleo. Los empleadores tenían interés en dichos regímenes porque, como resultado, los trabajadores estaban más preparados para aceptar la reestructuración económica. Los gobiernos estaban interesados porque contribuían a la estabilidad social general, uno de los pilares de la prosperidad económica.
V. Relaciones de la OIT con las instituciones
de Bretton Woods
77. Una representante del Director General (Sra. Ducci) se refirió a las innovaciones introducidas en la presentación del documento de la Oficina(6) , para facilitar la labor de la Comisión. El documento ponía de relieve los acontecimientos recientes en el orden político, económico y social, los acontecimientos políticos importantes, y la nueva oportunidad de colaboración; en el anexo figuraban las actividades de colaboración específicas.
78. Durante las reuniones del Comité Provisional y del Comité para el Desarrollo se habían tomado decisiones clave para vincular más estrechamente la pobreza y la deuda en las labores del Banco y el Fondo a través de la Iniciativa para la reducción de la deuda de los países pobres muy endeudados y del Servicio financiero reforzado de ajuste estructural (SRAE), mediante su colaboración conjunta en la elaboración de un documento de carácter general sobre la estrategia de reducción de la pobreza (Poverty Reduction Strategy Papers - PRSP) en cada país, que debería constituir la piedra angular de todo enfoque global sobre reducción de la pobreza. Se trataba de un proceso participativo que acababa de comenzar, que combinaría los objetivos económicos y financieros con los sociales y estructurales y que haría hincapié en las evaluaciones por anticipado y en la supervisión continua de las repercusiones sociales de las políticas económicas. El nuevo Marco Integral de Desarrollo (CDF) introducido por el Banco se basaba en realidades y conceptos similares, y todos juntos suponían un paso importante para aproximar aún más el enfoque de las instituciones de Bretton Woods al de la OIT.
79. La segunda área tenía que ver con las medidas tomadas en relación con la gestión de las crisis y la política social, donde la necesidad de construir un nuevo edificio social internacional que complete las estructuras financieras y económicas había sido reconocida en los Comités Provisional y para el Desarrollo. La OIT había participado en calidad de observador en ambos Comités por primera vez este año, y las declaraciones realizadas por el Director General habían puesto de manifiesto la función de la OIT como interlocutor estratégico debido al concepto central de trabajo decente, así como a sus conocimientos prácticos y teóricos, al tripartismo y a la experiencia del diálogo social que le concedía una función valiosa en la construcción, en colaboración con otras instituciones, de un enfoque integrado que combinase cuestiones económicas, financieras, comerciales, de desarrollo y sociales.
80. Siempre existirían puntos de divergencia en materia de políticas entre la OIT y las instituciones de Bretton Woods, pero aumentaban los puntos de convergencia y se estaban creando nuevas oportunidades para seguir avanzando en las labores analíticas, el desarrollo de políticas y la cooperación operativa. El análisis de las direcciones, brechas y duplicaciones de políticas convergentes y divergentes entre el CDF, los PRSP y el fomento del trabajo decente ofrecían una nueva oportunidad para el diálogo, la cooperación y la complementariedad en el nuevo marco político, y se seleccionaría a una serie de países para realizar iniciativas experimentales que demostrasen cómo podían abordarse las preocupaciones de la OIT y dónde podía demostrarse la fuerza de la OIT en este proceso.
81. La OIT debería tratar de desempeñar una función destacada en el nuevo edificio social internacional y eliminar cualquier duda que subsistiese en relación con la repercusión de las normas internacionales de trabajo y debería contribuir activamente en el desarrollo de principios de políticas sociales adecuadas en colaboración con las instituciones de Bretton Woods y otros interlocutores de las Naciones Unidas en el contexto del seguimiento de la Cumbre Social.
82. El Sr. Patel (miembro trabajador) elogió el cambio de enfoque de las instituciones de Bretton Woods y tomó nota de su renovado compromiso en la reducción de la pobreza y en la nueva agenda social, como se reflejaba en las decisiones recientemente adoptadas por el Comité Provisional y el Comité para el Desarrollo. Estuvo de acuerdo en que no había que dejar escapar esta nueva oportunidad, y aunque acogió con agrado los nuevos enfoques y promesas descritos en el párrafo 11 del documento, señaló que era demasiado pronto para ver claramente como podrían lograrse. La Oficina debería explorar los cambios precisos que podían esperarse. Se necesitaba saber con precisión si se relajarían las políticas monetarias y fiscales para permitir un mayor gasto social, qué objetivos y plazos se marcarían y cuáles serían los nuevos enfoques adoptados en áreas tales como los sistemas de seguridad social universales, la legislación laboral y la privatización. Cabía preguntarse si servirían de apoyo a los cambios políticos específicos de cada país que aumentaban el gasto social y a la legislación laboral que era conforme con los principios de la OIT. Una mayor participación de los trabajadores en el diálogo con las instituciones de Bretton Woods fortalecería sus políticas económicas. A los trabajadores les preocupaba la referencia en el documento a las dudas que persistían en relación con las normas fundamentales del trabajo. Rechazar el derecho a la libertad sindical era igual que rechazar la celebración de elecciones democráticas basándose en que podría ser elegido un partido inadecuado. La Declaración de la OIT era un conjunto de disposiciones indivisibles adoptado por todos los Estados miembros del Banco Mundial y el FMI, y la respuesta que diesen a la misma sería una prueba clave sobre la que serían juzgados por los trabajadores.
83. El Vicepresidente empleador estuvo de acuerdo en que la intensificación de la cooperación y las consultas entre la OIT y las instituciones financieras internacionales era conveniente y necesaria, a la luz de la evolución y de las nuevas ideas predominantes en dichas instituciones; sin embargo, era importante que se respetaran los respectivos ámbitos de competencia de la OIT y de las instituciones financieras internacionales. En efecto, la OIT no debería interferir en las esferas propias de dichas instituciones y, recíprocamente, éstas no deberían intervenir en el ámbito de competencia de la OIT. No estaba de acuerdo con la idea de introducir las normas internacionales del trabajo en las actividades de las citadas instituciones, pues la promoción de las normas laborales era responsabilidad de la OIT y sus Estados Miembros. A medida que se fuesen desarrollando las relaciones entre la OIT y las instituciones de Bretton Woods, el Consejo de Administración iba a tener mayores oportunidades para aprobar determinadas iniciativas, en función del grado de importancia de las cuestiones tratadas.
84. El representante gubernamental de Alemania hizo hincapié en la necesidad de mejorar y estrechar las relaciones con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Recordó que luego de la visita del Sr. Camdessus a la Conferencia Internacional del Trabajo, en 1991, se había puesto de manifiesto que la cooperación con las instituciones de Bretton Woods no estaba evolucionando de manera satisfactoria. Dijo que ahora había una nueva oportunidad para mejorar tales relaciones. La participación de la OIT en las reuniones anuales del Banco Mundial y del FMI desde 1994 constituía un buen signo de progreso. La lista de las actividades de colaboración incluida en el apéndice del documento presentado por la Oficina era impresionante. En el pasado se había tendido a presentar una mala imagen de las instituciones de Bretton Woods, actitud a la que había que poner fin. Había que estimular a la Oficina a seguir desarrollando el enfoque descrito en el documento.
85. El representante gubernamental de Suiza dijo que respaldaba el empeño con que la Oficina estaba buscando el acercamiento con las instituciones de Bretton Woods, según se indicaba en el documento. Aunque la OIT es el órgano competente en materia de definición de normas laborales, las demás organizaciones internacionales tenían la responsabilidad de brindarle su apoyo, factor al que su Gobierno atribuía la mayor importancia. Apoyó plenamente las propuestas para proseguir con las acciones descritas en el documento de la Oficina. Consideraba sumamente acertada la participación de la OIT en el marco integral de desarrollo (CDF), y esperaba que las actividades conjuntas se concretaran en mayor medida en el plano de la cooperación técnica a nivel de países. También había que apoyar el trabajo del Grupo de Política Internacional, con el objeto de demostrar que el fomento de la normas fundamentales del trabajo y el desarrollo económico son objetivos cuya realización simultánea es perfectamente posible. Consideraba que la Comisión necesitaba informarse y debatir sobre esta cuestión en forma más continua, en lo posible también durante la reunión de marzo de 2000.
86. La representante gubernamental del Japón manifestó su satisfacción por el carácter más estrecho que habían cobrado las relaciones con las instituciones de Bretton Woods, evolución que se ponía más claramente de manifiesto en el presente documento. Señaló a la atención de la Comisión la celebración del Seminario conjunto OIT/Banco Mundial sobre la crisis económica, el empleo y el mercado de trabajo en Asia oriental y sudoriental, mencionado en el párrafo 7 del anexo del documento preparado por la Oficina, actividad que iba a poner de relieve los valiosos resultados de la concertación entre el análisis económico de alto nivel aportado por el Banco y las consideraciones tripartitas y perspectivas sociales desarrolladas por la OIT. Manifestó su pleno respaldo a los progresos logrados en las relaciones con las instituciones de Bretton Woods y dijo que esperaba disponer de más informaciones al respecto en la reunión de marzo.
87. La representante gubernamental de los Países Bajos saludó la intensificación de la cooperación entre la OIT y las instituciones de Bretton Woods y suscribió plenamente las observaciones hechas por los representantes gubernamentales de Alemania, Suiza y Japón.
88. El representante gubernamental de Malasia manifestó su satisfacción por el aumento de la cooperación con las instituciones de Bretton Woods y suscribió la opinión manifestada por el Vicepresidente empleador sobre la función que correspondía a las instituciones de Bretton Woods con respecto a la Declaración de la OIT.
89. El representante gubernamental del Sudán, hablando en nombre de los miembros gubernamentales africanos, se refirió a las repercusiones económicas y sociales de las medidas de ajuste estructural, que habían obligado a los gobiernos africanos a recabar el apoyo de la OIT. También acogió favorablemente las nuevas relaciones con las instituciones de Bretton Woods, que esperaba siguieran mejorando y desarrollándose en torno al concepto de «trabajo decente». En su documento, la Oficina no había entregado detalles sobre los proyectos de desarrollo de estas instituciones, por lo que convendría que en el futuro se suministrasen más datos acerca de los programas y políticas de desarrollo de las citadas instituciones, en particular en materia de empleo y reducción de la pobreza. Refiriéndose al problema de la deuda, dijo que era un terrible peso que debían soportar los países del tercer mundo y menos adelantados. El precio del servicio de la deuda se pagaba a costas del menoscabo de las actividades de desarrollo y de la atención de las necesidades básicas de la población. Consideraba que las instituciones de Bretton Woods deberían tomar medidas más positivas al respecto.
90. El Sr. Patel (miembro trabajador) manifestó su apoyo a las observaciones sobre el alivio de la deuda hechas por el representante gubernamental del Sudán. Con relación a la delimitación de las responsabilidades institucionales, recordó que la Declaración de Filadelfia hacía hincapié en la función de la OIT por lo que se refiere a las repercusiones sociales de las políticas económicas y financieras internacionales. Agregó que el Convenio sobre la política del empleo, 1964 (núm. 122) magnificaba el cometido de la OIT en este campo, y que la Declaración de la OIT preveía la búsqueda del apoyo de las demás organizaciones internacionales para fomentar el empleo.
91. La representante gubernamental de los Países Bajos indicó que el mandato de la Comisión se encontraba en el centro de las preocupaciones de la OIT, pero que sus debates carecían del dinamismo necesario. El Consejo de Administración parecía más interesado en las cuestiones de Programa y Presupuesto y de orden jurídico. La Comisión también parecía carecer a veces de tiempo para ocuparse de los importantes puntos de su orden del día, en parte debido a que, por lo general, sus reuniones eran las últimas en iniciarse. Sus debates deberían ser más intensos, centrados y estructurados. El diálogo entre los miembros debería ser más interactivo. Pidió que la Oficina formulara algunas propuestas al respecto.
92. Un representante del Director General (Sr. Hultin) dijo que la Oficina estaba favorablemente dispuesta a entablar intercambios más interactivos y continuos con los mandantes del Consejo de Administración. El Sector del Empleo se iba a esforzar por hacer más accesibles sus actividades a los miembros de la Comisión. Habida cuenta de que la Mesa de la Comisión tenía previsto reunirse la semana próxima, iba a plantear esta cuestión en dicha reunión e informar a los demás miembros de la Comisión sobre los resultados.
93. El Vicepresidente trabajador suscribió la observación hecha por la representante gubernamental de los Países Bajos. Consideraba que la Comisión necesitaba disponer de por lo menos dos días para llevar a cabo su reunión; por su parte, el Grupo de los Trabajadores iba a seguir esforzándose por que los debates se desarrollaran dentro del calendario previsto.
94. El Vicepresidente empleador estuvo de acuerdo en que se necesitaría por lo menos un día y medio para llevar a buen puerto las reuniones de la Comisión, y dijo que plantearía esta cuestión en la próxima reunión de la Mesa.
Ginebra, 15 de noviembre de 1999.
1. Documento GB.276/ESP/1.
2. Documento GB.276/ESP/2.
3. Documento GB.276/ESP/3.
4. Documento GB.276/ESP/4/1.
5. Documento GB.276/ESP/4/2.
6. Documento GB.276/ESP/5.