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GB.276/TC/4
276.a reunión
Ginebra, noviembre de 1999


Comisión de Cooperación Técnica

TC


CUARTO PUNTO DEL ORDEN DEL DIA

Informe del Coloquio internacional sobre el futuro
de las organizaciones de empleadores
(Ginebra, 19-21 de abril de 1999)

1. El Coloquio internacional sobre el futuro de las organizaciones de empleadores tuvo lugar en Ginebra del 19 al 21 de abril de 1999. Asistieron al mismo veinticuatro participantes, así como observadores de la Organización Internacional de Empleadores.

2. El objetivo del Coloquio era determinar:

3. Los participantes examinaron los resultados de una encuesta sobre organizaciones de empleadores de todo el mundo, que reveló las tendencias actuales y futuras en materia de afiliación y recursos financieros; los problemas y prioridades; las oportunidades y limitaciones, y los temas y cuestiones esenciales para examinar en el Coloquio. Los resultados de la discusión celebrada al respecto comprenden comentarios dirigidos a la Oficina sobre su programa de asistencia a las organizaciones de empleadores y una serie de conclusiones, que se adjuntan al presente documento. No se reproduce aquí el texto íntegro del informe del Coloquio, pero es posible obtenerlo mediante la solicitud correspondiente.

4. Los participantes reconocieron que el futuro de las organizaciones de empleadores reside en el valor añadido que éstas puedan aportar a las empresas. Como consecuencia de los constantes y rápidos cambios que se producen en el entorno empresarial, las empresas tienen nuevas necesidades y expectativas, y las organizaciones de empleadores tienen que evolucionar para responder a las mismas. El objetivo básico de una organización de empleadores sigue consistiendo en hacer posible que las empresas sean competitivas mediante la mejora del marco normativo y la prestación de servicios directos para mejorar el rendimiento individual de las empresas. En este contexto, es importante que las organizaciones de empleadores puedan precisar las necesidades de sus afiliados y evaluar los resultados de su propia actuación. Las organizaciones de empleadores tienen que ampliar el alcance de sus actividades y el número de interlocutores con los que mantienen contactos. Las cuestiones relativas al mercado de trabajo no son ajenas a otras cuestiones económicas y sociales. Las organizaciones de empleadores tienen que centrarse en las competencias esenciales, desarrollar otras nuevas cuando sea necesario, y establecer alianzas con otras organizaciones en los ámbitos en que no tienen suficiente competencia. El papel fundamental de las organizaciones de empleadores como portavoces de las empresas sigue siendo tan vital como siempre. La solidaridad entre los empleadores constituye una fuerza esencial para las empresas, que sólo puede encontrarse en las organizaciones empresariales.

5. La Comisión tal vez estime oportuno recomendar al Consejo de Administración que tome nota de las conclusiones del Coloquio y que solicite al Director General que las tenga en cuenta al poner en práctica las futuras actividades de la Oficina en ámbitos relacionados con esas cuestiones.

Ginebra, 7 de septiembre de 1999.

Punto que requiere decisión:


Anexo

Coloquio internacional sobre el futuro
de las organizaciones de empleadores
(Ginebra, 19-21 de abril de 1999)

Conclusiones

Introducción

1. Los constantes y rápidos cambios que se producen en el entorno empresarial hace necesario que las organizaciones de empleadores reexaminen su cometido y sus actividades. Los factores que determinan esos cambios son la mundialización de los mercados y la competencia, la regionalización, el papel más importante de los mercados en la concepción de la política económica, los rápidos avances en las tecnologías de la información y las comunicaciones y los nuevos grupos de interés que influyen en la esfera política. Esta situación plantea numerosos desafíos para las organizaciones de empleadores, así como también oportunidades de aumentar su pertinencia y su utilidad para las empresas.

2. Como resultado de la mundialización, las empresas se ven obligadas a demostrar una mayor responsabilidad social. Las organizaciones de empleadores tienen una ventaja única en lo que respecta a prestar servicio a las empresas en ese sentido, y esa ventaja crecerá en importancia en los próximos años.

3. La mundialización y la regionalización hacen aún más necesario que las organizaciones de empleadores actúen más activamente en los planos regional e internacional. Esto implica una mayor participación en las actividades que se llevan a cabo en esos planos, y una mayor cooperación con organizaciones similares en otros países.

4. En este nuevo entorno las empresas tienen también nuevas necesidades y expectativas, y las organizaciones de empleadores tendrán que cambiar para responder a las mismas. El objetivo básico de las organizaciones de empleadores sigue consistiendo en facilitar a las empresas los medios necesarios para que puedan ser competitivas mediante la mejora del marco normativo y el suministro de servicios directos que mejoren el rendimiento individual de las empresas. No obstante, las formas de alcanzar este objetivo y los factores que deben tenerse en cuenta han cambiado considerablemente. La justificación de la continuidad de las actividades de las organizaciones de empleadores residirá en el valor añadido que éstas aporten a sus miembros. Esto requiere la búsqueda de una mayor eficacia y pertinencia por parte de las mismas. A medida que las organizaciones de empleadores desarrollan y mejoran la gama de sus servicios, la determinación de las necesidades de sus afiliados y la evaluación del rendimiento cobra cada vez mayor importancia. Tienen que ir siempre un paso adelante de sus afiliados, anticipar sus necesidades, seguir su evolución y asesorarlos con respecto a las tendencias.

5. Es necesario que amplíen el alcance de sus actividades y los interlocutores con quienes tratan. Las cuestiones relativas al mercado de trabajo no pueden abordarse sin tener en cuenta los aspectos económicos y otras cuestiones de carácter social. Los límites entre las distintas áreas de especialización de las diferentes organizaciones empresariales son cada vez más difusos. Las organizaciones de empleadores tienen que centrarse en sus competencias fundamentales, crear otras nuevas cuando sea necesario y establecer alianzas con otras organizaciones en ámbitos en los que no tienen suficiente competencia.

Relaciones, alianzas y redes

6. En la esfera política, las organizaciones de empleadores tienen que relacionarse con una nueva serie de actores -- organizaciones no gubernamentales y organizaciones de la comunidad -- además de sus interlocutores tradicionales. Estos nuevos actores no participan necesariamente en las estructuras y foros existentes para el debate político, pero pueden tener una considerable repercusión en el entorno normativo de la actividad empresarial. Por consiguiente, las organizaciones de empleadores tienen que entablar un diálogo con ellos, y sentar las bases para el futuro debate. Esta actividad está también relacionada con el desarrollo de la democracia, lo cual es esencial para la economía de mercado y para mejorar la percepción que tiene el público de la empresa privada.

7. Es necesario también establecer nuevas relaciones con los interlocutores tradicionales. A medida que las relaciones con los trabajadores se van descentralizando y acercando cada vez más al lugar de trabajo, los empleadores tienen que desarrollar diferentes servicios mediante el asesoramiento y la formación a fin de que las empresas puedan gestionar adecuadamente sus relaciones en el lugar de trabajo. El papel que desempeñan los gobiernos en la economía también está cambiando, a medida en que el Estado se desprende de los negocios comerciales. En este contexto, las organizaciones de empleadores tienen que promover pautas óptimas de administración empresarial y nacional.

8. Las organizaciones de empleadores se encargan de proporcionar servicios a las empresas. Por lo que respecta a su cometido de representar y defender los intereses de las empresas, sus principales competidores son las otras asociaciones empresariales. Esto está relacionado con la pérdida de nitidez en la distinción entre las cuestiones puramente económicas y las relativas al mercado de trabajo, y la creciente dificultad para mantener la delimitación tradicional de las esferas de competencia de diferentes organizaciones. Esto ha dado lugar a fusiones y alianzas entre organizaciones y otras formas de cooperación para eliminar la duplicación, y ese proceso ha de continuar.

9. El principal papel de las organizaciones de empleadores, como portavoces de las empresas, sigue siendo hoy tan vital como siempre. Deben desarrollar una sólida reputación y una imagen pública sobresaliente, lo cual a su vez contribuirá a mejorar la situación de los empleadores que se asocien a ellas mediante la afiliación. La conciencia de pertenecer a esas organizaciones es un fuerte incentivo para que muchos empleadores valoren su afiliación a las mismas. La solidaridad de los empleadores es una fortaleza esencial que necesitan las empresas, y que sólo se encuentra en las organizaciones empresariales. Sin embargo, aunque parezca contradictorio, el éxito que logran en cuanto a influir en las políticas lleva a una reducción correspondiente del valor de sus actividades de presión (lobbying). Es necesario, por lo tanto, prestar servicios más directos a las empresas, y competir en el mercado abierto con otros proveedores de ese tipo de servicios, tales como los consultores, o establecer relaciones de cooperación con los mismos. Las organizaciones de empleadores no son inmunes a las reglas del mercado: tienen que ofrecer servicios de costo y calidad aceptables para sus afiliados, pues de no ser así, habrán otros que lo harán. No favorece los intereses de sus afiliados el que traten de competir con otros proveedores de servicios en ámbitos en los que no tienen una ventaja comparativa. Por el contrario, tienen que celebrar alianzas estratégicas con los proveedores de servicios que satisfagan mejor las necesidades de sus miembros.

Afiliación e ingresos

10. Por un lado, hay empresas cada vez más grandes: las fusiones y alianzas están creando grandes empresas internacionales. Al mismo tiempo, prosperan las pequeñas empresas y las microempresas. Ninguno de estos tipos de empresas constituyen el núcleo tradicional de las organizaciones de empleadores. Las organizaciones tienen que atender las necesidades tanto de la sede como de las filiales de las grandes empresas, las que a menudo tienen estructuras y relaciones complejas, en particular las empresas conjuntas, las alianzas y las cadenas internacionales de suministro.

11. Las organizaciones de empleadores necesitan atraer como miembros a empresas que no son afiliados tradicionales en muchos países, especialmente los productores independientes y los del sector informal. Es necesario también que presten especial atención a los nuevos inversores, los empresarios jóvenes y las mujeres de negocios.

12. Mientras que las organizaciones de empleadores en su mayor parte han registrado aumentos en el número de afiliados durante los últimos años, tienen que trabajar activamente para conservar a sus afiliados siguiendo la evolución de sus necesidades a fin de poder responder a las mismas. Esto requiere una investigación de las necesidades actuales y potenciales de sus afiliados. Cada categoría de miembro podría requerir un conjunto diferente de servicios. Es importante mantener y desarrollar constantemente la relación con cada afiliado para seguir contando con él entre sus miembros. Si un afiliado se retira, se deberían examinar los motivos que le llevaron a hacerlo.

13. Aunque es necesario generar ingresos con la prestación de servicios especializados que los empleadores estén dispuestos a pagar, es necesario también mantener un equilibrio entre los ingresos procedentes de las suscripciones y los procedentes de otras fuentes, con el fin de preservar la identidad de la organización de empleadores como una entidad distinta de una empresa comercial.

Prestación de servicios a las empresas

14. La clave para poder prestar servicios pertinentes y útiles a sus afiliados consiste en determinar primero sus necesidades mediante mecanismos tales como las encuestas de afiliación y las consultas por otros medios. Cuando no sea posible proporcionar un servicio necesario, se deberá recurrir a la subcontratación externa y las alianzas estratégicas. Todos los servicios tienen que ser constantemente evaluados.

15. Hay que adoptar un enfoque previsor, innovador y flexible para responder a las necesidades de los miembros que se hayan determinado. Para ello, puede ser necesario crear nuevas estructuras organizativas con financiación y especializaciones propias para atender las necesidades de algunos sectores de sus miembros.

16. La esencia de la capacidad de una organización para producir servicios de calidad reside en la competencia técnica con que cuente. La inversión en la adquisición de competencias técnicas crea pues un potencial de crecimiento.

17. Los conocimientos que necesitan los empleadores constituyen uno de los productos más valiosos que una organización de empleadores puede proporcionar a sus miembros. En vista del desarrollo de la tecnología de la información y la enorme propagación de las informaciones, la gestión del conocimiento es un nuevo tipo de servicio con un gran potencial para las organizaciones de empleadores. La dificultad consiste a este respecto en estructurar la información de manera que resulte inmediatamente útil para las empresas. Las organizaciones de empleadores deberían tener mayor ventaja que otras por lo que respecta a reunir, analizar y estructurar la información relativa al mercado de trabajo de manera que resulte útil para sus miembros actuales y potenciales, incluidos los inversores extranjeros. La cooperación con organizaciones de empleadores en otros países, y la utilización de sus redes internacionales, puede aumentar considerablemente el valor de los servicios de información que proporcionen.

18. Dado que la competitividad es el aspecto más crucial para las empresas, el establecimiento de pautas en ese sentido podría convertirse en un nuevo servicio que las organizaciones de empleadores pueden proporcionar a sus afiliados. La creación de redes y de acuerdos de colaboración internacionales para determinar las mejores prácticas en la materia puede aumentar aún más el valor de ese servicio.

Ginebra, 21 de abril de 1999.


Puesto al día por VC. Aprobada por RH. Ultima actualización: 26 de febrero de 2000.