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En muchas economías, los jóvenes tienen de tres veces más de probabilidades que los adultos de encontrarse desempleados, y en el mundo hay más de 75 millones de jóvenes en busca de trabajo. Aunque los jóvenes de hoy son la generación más preparada que ha habido nunca, ni los países industrializados ni los países en desarrollo están consiguiendo incrementar las oportunidades de empleo para ellos. Esa falta de oportunidades tiene que ver, obviamente, con la situación general de la economía y el empleo, pero es también consecuencia de los desajustes que existen entre las competencias de los jóvenes y las que se necesitan en el mercado de trabajo, y del reto que supone la adquisición de estas últimas. Todos estos factores pueden producir largos períodos de desempleo, de búsqueda de trabajo o de empleos poco cualificados o precarios, situaciones que no sólo son perjudiciales para los propios jóvenes, sino que además afectan gravemente a las economías y a la sociedad en general.
¿Por qué razones deben promover el empleo juvenil los empleadores y sus organizaciones?
Porque beneficia a las empresas …
La primera razón por la que los empleadores deben promover el empleo juvenil es que es beneficioso no sólo para los jóvenes mismos sino también para las empresas y sus organizaciones. La oferta de mano de obra juvenil representa un valioso recurso que debe ser aprovechado y, para crecer y prosperar, las empresas necesitan capital humano bien preparado. Los jóvenes aportan energía, aptitudes y talento, con lo que los empleadores pueden sacarle a su inversión un buen y prolongado rendimiento. Es para los empleadores una situación de ganancia segura, pues por un lado contratar a jóvenes bien preparados contribuirá a incrementar los ingresos y el crecimiento de la empresa, y por otro el hecho de que los jóvenes tengan más capacidad adquisitiva será un estímulo para la economía.
Desde el punto de vista de una organización de empleadores, es importante ayudar a crear y sostener un clima que propicie el desarrollo y crecimiento de las empresas, clima que necesariamente permitirá a los jóvenes hallar empleo o crear sus propios negocios. El incremento del número de empresas es también, en potencia, un incremento del número de empresas afiliadas y con ello una oportunidad para que la organización tenga más influencia.
Porque es lo que en justicia deben hacer …
El desempleo juvenil produce un incremento de la pobreza y con ello de las desigualdades, pues afecta mucho más a los pobres que a los ricos. Es fácil que el sentimiento de desilusión y frustración de los jóvenes sin trabajo derive en malestar social e inestabilidad. Y, a su vez, la inestabilidad frena el crecimiento económico en el sentido de que, para poder prosperar, las empresas necesitan un clima político y social estable.
Proporcionar a los jóvenes puestos de trabajo puede ser un componente importante de las campañas sobre la responsabilidad social de las empresas. Difundir el compromiso de promover el empleo juvenil e informar a la opinión pública de las medidas adoptadas para ello pueden mejorar considerablemente la imagen de una empresa y por ende incrementar sus ingresos. Para una organización de empleadores, realizar acciones directas de lucha contra el desempleo de los jóvenes puede igualmente mejorar su reputación y visibilidad.
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