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Conferencia Internacional del Trabajo

87.a reunión
Ginebra, junio de 1999


 

Informe de la Comisión de la Cooperación Técnica

Discusión en plenaria
Resolución 
Conclusiones

I. Introducción

1. La Comisión de Cooperación Técnica establecida por la Conferencia Internacional del Trabajo en su primera sesión, el 1.º de junio de 1999, estuvo integrada por 201 miembros (85 miembros gubernamentales, 51 miembros empleadores y 65 miembros trabajadores). La Comisión integraba también 20 miembros gubernamentales adjuntos, 37 miembros empleadores adjuntos y 71 miembros trabajadores adjuntos(1). Además, estuvieron representados el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y 54 organizaciones internacionales no gubernamentales(2).

2. La Comisión constituyó su Mesa como sigue:
 

Presidente:

Sr. Rafael Alburquerque (miembro gubernamental, República Dominicana), en su primera sesión;

Vicepresidentes:

Sr. Azad Jeetun (miembro empleador, Mauricio); y Sr. William Brett (miembro trabajador, Reino Unido), ambos en su primera sesión; y

Ponente:

Sr. Moriaki Nagae, en su quinta sesión.

3. En su quinta sesión la Comisión designó un Grupo de Trabajo al que encomendó la preparación de un proyecto de resolución y conclusiones basado en las opiniones expresadas durante la discusión general, para ser considerado por la Comisión. El Grupo de Trabajo estuvo compuesto de la siguiente manera: cinco miembros gubernamentales: Sra. Sosa Márquez (México), Sr. Frederiks (Países Bajos), Sra. Sarmiento (Filipinas), Sr. Diop (Senegal), Sr. Majek (Eslovaquia); cinco miembros empleadores: Sr. Jeetun (Mauricio), Sr. Oshinowo (Nigeria), Sr. van Vuuren (Sudáfrica), Sr. Berggren (Suecia), Sr. Richotte (Estados Unidos); y cinco miembros trabajadores: Sr. del Río Doñe (República Dominicana), Sr. Douglas (Nueva Zelandia), Sra. Theodorsen (Noruega), Sr. Patel (Sudáfrica), Sr. Brett (Reino Unido).

4. La Comisión celebró 8 sesiones.

5. La Comisión examinó el Informe VI preparado por la Oficina sobre el sexto punto del orden del día de la Conferencia: La función de la OIT en la cooperación técnica, y el complemento del Informe VI: Cooperación técnica: una perspectiva estratégica -- Nota del Director General.

6. En su discurso de apertura, el Presidente dio las gracias a los miembros de la Comisión por la confianza que habían depositado en él y que honraba a su país y a su persona. Subrayó la importancia de las labores de la Comisión por considerar que la cooperación técnica era el motor que impulsaba el fomento de los valores de la Organización. Constituía un medio para el logro de los derechos fundamentales en el trabajo a través del desarrollo y el progreso socioeconómico. Por último, expresó su confianza en que todos los miembros de la Comisión enfocarían la discusión en un espíritu de cooperación.

7. El representante del Secretario General dio la bienvenida a los miembros de la Comisión, a los representantes de otras organizaciones y a los observadores presentes en la Comisión. Recordó que la función de la OIT en la cooperación técnica se había inscrito en el orden del día de la Conferencia dentro del marco de un examen periódico de las actividades de la Organización en este ámbito. La anterior discusión del tema se había celebrado en 1993. Señaló que en la actualidad la discusión revestía especial importancia porque tenía lugar en el umbral del siglo XXI dentro del marco de una nueva visión de la OIT esbozada por el Director General en su Memoria a la Conferencia titulada Trabajo decente. Correspondía a la Comisión examinar dos documentos: el Informe de la Conferencia sobre La función de la OIT en la cooperación técnica, que se había terminado antes de que el nuevo Director General tomara posesión de su cargo, y su complemento: Cooperación técnica: una perspectiva estratégica. De hecho, estos dos documentos habían de leerse junto con el documento Propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, adoptado ya por el Consejo de Administración, y la Memoria del Director General a la Conferencia, Trabajo decente, que contenía un capítulo sobre perspectivas regionales relacionado con el tema examinado por la Comisión.

8. A continuación, el representante del Secretario General presentó una reseña de las actividades realizadas por la OIT con arreglo a la discusión sobre la cooperación técnica celebrada en la reunión de la Conferencia de 1993. De conformidad con las peticiones formuladas entonces, la labor de la Oficina se había centrado en tres temas prioritarios: apoyo a la democratización; mitigación de la pobreza, incluida la creación de empleos, y protección de los trabajadores. Esta labor se había orientado de conformidad con el deseo expresado por la Conferencia de que la cooperación técnica se considerara como un medio para ayudar a los Estados Miembros en la ratificación y aplicación de las normas internacionales del trabajo, la promoción del tripartismo y del diálogo social, y la prestación de asistencia a los países menos desarrollados. Con arreglo a las orientaciones señaladas por la Conferencia en 1993, la Oficina había elaborado una estrategia de cooperación técnica aprobada por la Comisión de Cooperación Técnica del Consejo de Administración en noviembre de 1994. De conformidad con lo que se había decidido, este esfuerzo se emprendió dentro del marco de la nueva política de asociación activa (PPA). Como parte de esta política, la Oficina había constituido equipos multidisciplinarios para atender mejor a las necesidades de sus mandantes. Estos equipos comprendían a especialistas en normas del trabajo para mejorar la sinergia entre normas y cooperación técnica. Análogamente, los equipos comprendían a especialistas en relaciones con los empleadores y los trabajadores para mejorar el tripartismo en el diseño de las actividades de cooperación técnica de la Oficina. Al mismo tiempo se habían adoptado varias medidas para mejorar la gestión, evaluación y control de la cooperación técnica, y las actividades del Centro de Formación de la OIT en Turín se habían articulado mejor con las de la OIT.

9. Se refirió luego a la disminución inesperada de las actividades de cooperación técnica desde 1993. Esta disminución se había registrado en todo el sistema de las Naciones Unidas y se debía en gran parte a los cambios en los mecanismos de financiación de la cooperación técnica de dicho sistema, así como a una disminución general de los recursos consignados para el desarrollo. En la OIT, el diseño de programas globales encaminados a una mayor coherencia y visibilidad de las actividades principales de cooperación técnica había permitido reactivar dicho Programa. El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) había servido de modelo para el diseño de esos programas. El representante del Secretario General se refirió entonces a la evaluación de la política de asociación activa efectuada recientemente por el Consejo de Administración. En esta evaluación se tomaba nota de cierta mejora de la labor de la OIT en los países en desarrollo. La política de asociación activa había permitido establecer un programa de cooperación técnica más pertinente en el que los interlocutores sociales desempeñaban un papel más importante. Se constataba que los equipos multidisciplinarios habían contribuido a un mayor acercamiento de la OIT con sus mandantes. Sin embargo, se señalaban también en la evaluación varios ámbitos de posibles mejoras en especial, la necesidad de completar la formulación de objetivos por países y la de mejorar la capacidad de la Oficina para atender las necesidades de sus mandantes. También se reconocía la necesidad de definir con mayor claridad las funciones de los diversos servicios de la OIT. Análogamente, se precisaban nuevas mejoras en los procedimientos de evaluación y en los esfuerzos realizados por aumentar la visibilidad de la OIT.

10. Otros aspectos de esta evolución eran las nuevas atribuciones conferidas a la OIT por diversas conferencias mundiales, en especial la Conferencia de Beijing sobre la Mujer y la Cumbre Social de Copenhague, ambas celebradas en 1995. A ese respecto, también recalcó la importancia de la adopción por la Conferencia, en su reunión del año pasado, de la Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento. La Oficina continuaría integrando los ajustes necesarios en su Programa de Cooperación Técnica en del marco de esta evolución. La Nota del Director General que complementaba el Informe VI indicaba claramente las nuevas perspectivas que estimaba convenientes para el Programa de Cooperación Técnica de la Oficina. En esta Nota, el Director General reafirmaba enérgicamente su voluntad de desarrollar la cooperación técnica de la OIT en tanto que medio principal con el fin de crear un entorno propicio para el logro de los valores y principios de la Organización. Este esfuerzo había de desarrollarse dentro del marco de los cuatro objetivos estratégicos definidos en las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, a saber, promover los derechos en el trabajo, el empleo, la protección social y el diálogo social. A ese respecto, los ocho programas InFocus incluidos en el Programa y Presupuesto constituirían un marco coherente de programación de las actividades operativas de la OIT que habían de financiarse conjuntamente con cargo al presupuesto ordinario y a recursos extrapresupuestarios. En la medida de lo posible, los programas InFocus integrarían los programas globales actuales. La cuestión de las diferencias de trato entre hombres y mujeres y el desarrollo serían dos temas presentes en todo el programa de actividades de la Oficina. Este enfoque estratégico debería permitir el establecimiento de indicadores claros de los buenos resultados y efectos de las actividades realizadas. Las actividades de cooperación técnica deberían desarrollarse basándose en los requisitos de los mandantes y en la necesidad de fortalecer su capacidad a nivel nacional, subregional y regional. Se subrayaba asimismo la necesidad de una capacidad de respuesta rápida a situaciones de crisis.

11. En su Nota, el Director General también proponía fortalecer las asociaciones en el ámbito de la cooperación técnica para aumentar la visibilidad de la OIT y movilizar los recursos necesarios con vistas a una ejecución eficaz de las actividades. Estas asociaciones deberían en primer lugar integrar a los mandantes, pero también al sistema de las Naciones Unidas y, en especial, la participación del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDAF), las instituciones de Bretton Woods y todas las partes deseosas de colaborar en el Programa de Cooperación Técnica de la Oficina. Este esfuerzo de modernización se había iniciado ya en la sede y abarcaría en un futuro próximo los servicios fuera de la misma. Se había previsto fortalecer el esfuerzo de movilización de recursos para permitir un aumento del Programa de Cooperación Técnica. Por último, había de mejorarse la gestión y evaluación de dicho Programa.

12. El representante del Secretario General terminó su intervención pidiendo la opinión de la Comisión sobre los tres puntos mencionados al final de la Nota del Director General, a saber: mejorar la pertinencia de la cooperación técnica de la OIT; mejorar la calidad, visibilidad y repercusiones de la cooperación técnica de la OIT, y reforzar las asociaciones.

II. Discusión general

13. En nombre de su Grupo, el Vicepresidente empleador expresó el deseo de que se alcanzase consenso en la Comisión por cuanto la cooperación técnica era de especial interés para todos los interlocutores sociales. Se refirió luego a la pertinencia de las discusiones habidas en 1987 y en 1993 que habían conducido a mejoras en el programa de cooperación técnica de la OIT, tales como la política de asociación activa, el establecimiento de los equipos multidisciplinarios, y el establecimiento de objetivos por países. No obstante, aún era posible introducir más mejoras. Reconoció la importancia de la cooperación técnica como medio de alcanzar objetivos estimables, en particular para elevar el nivel de vida en los países en desarrollo. En esta época de cambios sociales, políticos y económicos sin precedentes, la mundialización estaba presionando a los países en desarrollo para que incrementasen su margen de competitividad, elevasen su productividad y para que difundiesen sus conocimientos.

14. La reorientación de la acción de la OIT propuesta por el Director General así como los cuatro objetivos estratégicos proporcionaban un marco también estratégico para que se reexaminase la cooperación técnica que necesitaba centrarse en torno a puntos focales respondiendo a una demanda. Sus productos deberían estar bien definidos, deberían estar al día, y deberían satisfacer las necesidades específicas de los beneficiarios. Al abordar el análisis de sus limitaciones se debería reconocer el papel central que desempeñaban las empresas en la creación de empleo. Mencionó que la cooperación técnica no debería limitarse a un asesoramiento con vistas a la ratificación de las normas internacionales del trabajo, sino que debería incrementar la capacidad de los interlocutores sociales de manera que todo su potencial se pusiera a contribución en los esfuerzos que exige el desarrollo. Ello debería conducir a obtener resultados sostenibles, a incrementar la capacidad de las organizaciones de empleadores, a fortalecer las estructuras tripartitas, y a promover la estabilidad social en los planos nacional, regional e internacional.

15. El Vicepresidente empleador dijo que los empleadores deseaban participar en todo el proceso de cooperación técnica, por cuanto sus organizaciones estaban plenamente conscientes de sus propias necesidades y contaban con una importante red de relaciones que permitiría mejorar la pertinencia de las actividades de cooperación técnica de la OIT. Se podría mejorar el establecimiento de objetivos por países y, en virtud del importante papel que la OIT podía desempeñar en el fortalecimiento de las capacidades de los empleadores, se allanaría el camino para una elaboración de programas centrados en torno a objetivos en ámbitos como el desarrollo de los recursos humanos, la eficiencia económica y las pequeñas y medianas empresas. Tal enfoque permitiría que en el futuro la OIT mejorase su desempeño en el ámbito de la asociación, sobre la base de la ventaja especialísima que ofrecía su estructura tripartita. Manifestó también que los empleadores apoyaban plenamente la óptica del Director General en el sentido de que en el establecimiento de objetivos por países se debería atender a las necesidades de los mandantes, en constante evolución; que las modalidades de aplicación deberían tener en cuenta la capacidad de las instituciones nacionales, y que los programas se deberían concebir de manera que reflejasen las necesidades de los mandantes mediante un proceso de consulta sistemática en los planos regional y subregional. Agregó que lo anterior era también aplicable en el plano nacional.

16. La OIT debería identificar sus ventajas comparativas en un entorno dinámico y, si fuese necesario, debería revisar, poner al día, y renovar los productos que ofrecía. La mercadotecnia era un elemento fundamental en la mejora de la imagen de la OIT para atraer recursos de los donantes. Se había criticado a veces a la OIT porque ofrecía productos normalizados cuando en realidad las situaciones variaban en función de los países. Se debería reconocer que lo que ofrecía la OIT debería estar adaptado a la necesidades de países en distintas etapas de desarrollo. La mercadotecnia debería también contribuir a establecer redes de relaciones con otros organismos internacionales atrayendo nuevos recursos. No se debería dar por supuesta la aportación de recursos por parte de los donantes; éstos merecían que se les identificara y se les diera público reconocimiento. De esta manera se conseguiría atraer a otros posibles donantes. Los esfuerzos de mercadotecnia también deberían abarcar unos flujos más transparentes de comunicación e información, tanto en el seno de la OIT como en los contactos con sus mandantes.

17. El orador hizo notar también que la OIT era una organización singular que había desarrollado la capacidad de asesorar a los empleadores pero que, en materia de cooperación técnica, la parte que les había tocado a éstos seguía siendo reducida. Los empleadores esperaban desempeñar un papel más importante en este ámbito en el futuro. A este respecto era muy necesario reforzar los conocimientos y la capacidad en materia de investigación y análisis estadístico y económico, cuestiones en las que había insistido el Director General. Era necesario considerar la cooperación técnica como una inversión; su auditoría, evaluación y seguimiento eran fundamentales para asegurar que la inversión valiera la pena, en beneficio de la Oficina, de sus mandantes y de los donantes.

18. En nombre de su Grupo, el Vicepresidente trabajador empezó señalando cuánto había cambiado el mundo desde que este tema había sido discutido en 1993 y sugirió que la Comisión se concentrara, durante el limitado tiempo de que disponía, en discutir el camino por recorrer, y que basara su debate en la Memoria del Director General a la Conferencia, Trabajo decente, y en su Nota complementaria del Informe VI Cooperación técnica: una perspectiva estratégica, que proporcionaría orientaciones útiles para los próximos cinco años. Aunque compartía muchas de las declaraciones de los anteriores oradores del Grupo de los Empleadores, recordó que el Vicepresidente empleador había omitido en su discurso cualquier referencia a la Declaración recientemente aprobada, en 1998, así como a las normas internacionales del trabajo, que han servido de orientación a la cooperación técnica durante los últimos diez años. La evolución reciente, en especial la que se vinculaba a la mundialización, y los planes de austeridad que los gobiernos habían aplicado de consuno con las instituciones de Bretton Woods habían resultado perjudiciales para los trabajadores. Por esta razón era muy valiosa la visión del mundo que el nuevo Director General proponía en su Nota complementaria. Los trabajadores atribuían especial importancia al seguimiento de la Declaración y al papel que la cooperación técnica podría desempeñar en la promoción de la misma.

19. Los trabajadores apoyaban resueltamente los tres puntos de discusión propuestos por el Director General. Hacían suyos los cuatro objetivos estratégicos de la OIT por considerar que la cooperación técnica y el papel que ésta desempeñaba en la promoción de la Declaración eran muy importantes. El Grupo de los Trabajadores también reconocía la necesidad de un enfoque más centrado para alcanzar objetivos a más largo plazo que no se limitaban a un bienio. Su grupo apoyaba plenamente la necesidad de fortalecer la función de los interlocutores sociales y las capacidades a nivel internacional, regional y nacional. Este fortalecimiento de las capacidades debería permitir contribuciones más eficaces de los sindicatos, en especial en relación con las cuestiones de ajuste estructural y las discusiones con las instituciones financieras internacionales. Por ejemplo, los sindicatos podrían de esta manera aportar contribuciones oportunas a las discusiones con las instituciones de Bretton Woods. Tal vez pudieran haberse evitado algunos de los efectos desastrosos de los programas de ajuste estructural si los sindicatos hubieran sido capaces de desempeñar el papel que les correspondía en la materia. Estas discusiones también eran esenciales para la aplicación de la Declaración.

20. El Grupo de los Trabajadores suscribía sin reservas la necesidad de incrementar los recursos para la cooperación técnica aunque comprendiera que era improbable conseguir que la financiación de estas actividades alcanzara de nuevo su nivel de 1991. Dicha cooperación tendría que centrarse en el futuro en una financiación multibilateral, la capacidad para elaborar programas de calidad y el desarrollo de nuevos productos como actividades de apoyo a códigos de conducta. A ese respecto, el programa IPEC ofrecía un buen ejemplo de lo que podía hacerse. Recalcó, explícitamente, la importancia de la cuestión de la igualdad de trato entre hombres y mujeres habida cuenta de la necesidad continuada de mejorar la proporción de mujeres en la toma de decisiones y de integrar dicha cuestión en todas las esferas de actividad. El Vicepresidente trabajador señaló la inoportunidad de centrarse exclusivamente en actividades en gran escala e indicó que, por ejemplo en el caso de las organizaciones de trabajadores y de empleadores, un apoyo estratégico, aunque relativamente modesto, podía conducir a resultados importantes. Propuso que la Comisión centrara su debate en los temas siguientes: adoptar el principio con arreglo al cual la cooperación técnica debería prestar apoyo a los cuatro objetivos estratégicos definidos en las propuestas de programa y presupuesto; conseguir una participación tripartita en todos los componentes y fases de la cooperación técnica; reconocer la necesidad de la cooperación técnica para promover las normas internacionales del trabajo en general y, en particular, la Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo; fortalecer las relaciones con las instituciones financieras internacionales con miras a promover los valores de la OIT; hacer más hincapié en la calidad; integrar las cuestiones relativas a la igualdad de trato entre hombres y mujeres en todos los aspectos de la cooperación técnica; y prestar más atención al seguimiento, evaluación y control de la calidad de la cooperación técnica.

21. Prosiguió proponiendo un informe intermedio de la cooperación técnica por la Comisión de Cooperación Técnica del Consejo de Administración en el período que mediaba entre las reuniones de la Comisión de la Cooperación Técnica de la Conferencia. Además, el Consejo de Administración podría realizar evaluaciones tripartitas de proyectos o programas determinados.

22. Para terminar, señaló que su grupo suscribía en general las perspectivas señaladas en la Nota del Director General. Estimaba que si la Comisión conseguía presentar conclusiones sobre los puntos propuestos por el Director General para la discusión, ésta habría cumplido su cometido.

23. Tras estos comentarios de los dos Vicepresidentes, la Comisión continuó la discusión general de los puntos propuestos en el Informe VI y la Nota del Director General. Las discusiones se refirieron a la vez a cuestiones generales y temas específicos relacionados con la cooperación técnica de la OIT. Se registró una amplia participación de muchos miembros de la Comisión que reflejaban las opiniones de los tres grupos y las diferencias en la importancia que cada región atribuía a dichos temas. Muchos miembros de la Comisión tomaron nota de que los documentos presentados contenían información pertinente sobre la función de la cooperación técnica. En particular, estimaron que la Nota del Director General era un excelente documento de orientación. Se manifestó una adhesión general a la propuesta del Director General de desarrollar el programa de cooperación técnica con arreglo a los cuatro objetivos estratégicos de la OIT: la promoción de los derechos en el trabajo; el empleo; la protección social y el diálogo social. Se estimó que esta propuesta era especialmente pertinente dentro del marco del cambio global.

24. Muchos miembros de la Comisión insistieron en la importancia de la definición de objetivos por países en un marco tripartito, así como de la asistencia de la OIT a este respecto. Subrayaron que debía darse la más alta prioridad a la mitigación de la pobreza y la creación de empleos, e hicieron hincapié en la necesidad de una cooperación técnica continuada y en el papel que la OIT podría desempeñar en el fortalecimiento de las capacidades nacionales. Acogieron con beneplácito la intención del Director General de revisar la política de asociación activa, que en algunos casos no había cumplido lo que se esperaba, y recalcaron que los objetivos por países habían de adecuarse a las prioridades y necesidades de los mandantes. Los interlocutores sociales deberían participar más sistemáticamente en la preparación y revisión de los objetivos por países. Las actividades de cooperación técnica de la Oficina a nivel de los países deberían orientarse hacia la promoción de los valores y principios de la OIT y su aplicación. Al mismo tiempo, el programa de cooperación técnica debería tener en cuenta las necesidades de las organizaciones regionales y subregionales. Se reconocía en general la necesidad de revisar las estructuras exteriores, así como de mejorar y definir con mayor claridad los vínculos entre los equipos multidisciplinarios, las oficinas de área y las oficinas regionales. La composición de los equipos debería revisarse con el fin de que reflejen mejor las necesidades de los mandantes y se propuso que la Oficina recurriera en mayor grado a competencias locales. Muchos miembros de regiones en desarrollo también mencionaron la necesidad de aumentar en general los niveles de dotación de personal de los equipos. Muchos miembros de la Comisión instaron a la Oficina a establecer asociaciones más eficaces con sus mandantes directos y ampliar sus alianzas externas, entre otras con el sistema de las Naciones Unidas y las instituciones de Bretton Woods. Suscribieron la intención de fortalecer la capacidad de la Oficina para adecuarse rápidamente a situaciones de emergencia y mencionaron el apoyo eficaz que ya había prestado a varios países a raíz de las crisis financieras recientes.

25. El Grupo de los Trabajadores expresó su preocupación de prácticas anteriores inadecuadas de participación tripartita en las actividades de cooperación técnica y propuso que ésta incluyera una participación en la definición de prioridades y necesidades; la planificación, ejecución y evaluación de los programas, y el establecimiento de un requisito de información para los proyectos en esta esfera. El Grupo de los Trabajadores apoyó al Director General en su reconocimiento de las nuevas condiciones sociales de la integración regional y formuló varias recomendaciones sobre la forma en que ello podría lograrse. Estas medidas comprendían el fortalecimiento del tripartismo dentro de los bloques regionales, el desarrollo de un sólido pilar social, el suministro de información comparada dentro de una región, y la posibilidad de establecer marcos de negociación colectiva a nivel regional. El Grupo de los Trabajadores también hizo hincapié en dos necesidades afines: por un lado, que la Organización centrara su atención en la relación existente entre política macroeconómica y política social, incluida la evaluación de las ventajas e inconvenientes de las opciones de política en materia de reglamentaciones monetarias, fiscales y del mercado de capitales, así como en sus consecuencias sociales y, por otro, que consolidara la capacidad de los mandantes de la OIT en este campo esencial, en especial la de los sindicatos y las asociaciones de empleadores. Las propuestas comprendían la constitución, en el seno de los mandantes, de una capacidad de investigación que posibilite el suministro de información y de herramientas analíticas; la difusión de las mejores prácticas y experiencias; el acopio de conocimientos técnicos a nivel mundial, y el ofrecimiento de oportunidades de organizar foros de debate e interacción a nivel mundial como recursos disponibles para los sindicatos, los empleadores y los gobiernos.

26. Además, varios miembros de la Comisión se declararon de acuerdo con la opinión expresada por el Director General en su Memoria titulada Trabajo decente con arreglo a la cual la cooperación técnica era indispensable para el logro de su visión estratégica. También recalcaron la importancia de desarrollar las actividades de cooperación técnica dentro de un marco común con otras actividades de la OIT, ya sea con cargo al presupuesto ordinario o a recursos extrapresupuestarios, y apoyaron los programas InFocus como un componente importante de un programa y presupuesto integrado. A ese respecto, varios miembros de la Comisión señalaron la importancia de la Declaración y su seguimiento para el programa futuro de cooperación técnica. Suscribieron la opinión de que la cooperación técnica debería orientarse en función de esta demanda y evaluarse dentro del marco de los cuatro objetivos estratégicos y los componentes relativos a la igualdad de trato entre hombres y mujeres y al desarrollo integrados en cada uno de ellos. Estimaron además, que la cooperación técnica debería recibir más créditos del presupuesto ordinario. Los resultados de dicha evaluación deberían utilizarse con fines de programación y ofrecer materiales para la investigación. Estimaron que el plan de acción relativo al mejoramiento de la prestación de servicios revestía una importancia crítica para una movilización eficaz de los recursos. Varios miembros de la Comisión mencionaron asimismo la necesidad de integrar mejor las actividades de cooperación técnica de la OIT con las del Centro Internacional de Formación de Turín.

27. Varios miembros de la Comisión expresaron su reconocimiento por la cooperación de la OIT con los países con economías en transición, y señalaron las diversas áreas en que se habían beneficiado del acervo de conocimientos de la OIT. Con miras a obtener financiación adicional para la ayuda requerida, varios países de Europa central y oriental instaron a la Oficina a la búsqueda de una cooperación más estrecha en esta esfera con otras organizaciones como el PNUD y la Unión Europea. Era necesario reconocer las necesidades específicas de los países en transición; la Unión Europea y el Banco Mundial habían empezado a mostrar un mayor interés en iniciativas en el campo de las cuestiones laborales en dichos países. Por ello, representantes de estos países pidieron a la Oficina que desarrollara un programa que incluyera estrategias y proyectos en materia de creación de empleos y de mitigación de la pobreza en los países en transición.

28. El representante del PNUD coincidió con la descripción que se hacía en los documentos de la Conferencia de los cambios principales ocurridos en el último decenio y de la necesidad para el sistema de las Naciones Unidas de desarrollar nuevas respuestas estratégicas para responder a estos cambios. El PNUD reconocía el apoyo que la OIT había prestado al proceso de reforma de las Naciones Unidas y su participación activa. En particular, el UNDAF había resultado ser un mecanismo importante para la cooperación a nivel de los países. Declaró que, habida cuenta de la importancia que el PNUD atribuía a la erradicación de la pobreza por medio de un desarrollo humano sostenible y del mandato de la OIT relativo al empleo y la mitigación de la pobreza, la OIT continuaría siendo un socio principal del PNUD.

III. Cooperación técnica: una perspectiva estratégica

29. El Presidente propuso que la Nota complementaria del Director General, se utilizara como base para la discusión, punto por punto, del documento. Propuso asimismo que se consideraran varias cuestiones que se habían planteado en el debate además de los «temas de discusión» enumerados en el documento. La Comisión aceptó la propuesta.

30. El Vicepresidente empleador, al referirse al primer punto de debate, «Mejorar la pertinencia de la cooperación técnica de la OIT», subrayó la necesidad de pertinencia en las actividades de cooperación técnica de la OIT. Los objetivos de los países debían centrarse en las prioridades de todos los mandantes tripartitos y debían complementarse con los objetivos regionales. En cuanto a la referencia a nuevos resultados y productos, hizo notar que algunos de los productos anteriores de la cooperación técnica no eran necesariamente anticuados. Los programas de cooperación técnica debían adaptarse, especialmente mediante un mayor uso de las tecnologías de la información. En referencia al punto de las nuevas exigencias sociales de la integración y cooperación regional, señaló que deberían incluirse asimismo las nuevas exigencias económicas. La eficacia económica y social debería integrarse. Hizo hincapié en la necesidad de un mayor esfuerzo por que se tuviera más presente la Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento.

31. El Vicepresidente empleador suscribió plenamente la necesidad de mejorar la calidad, visibilidad e impacto de la cooperación técnica de la OIT, segundo punto propuesto para el debate en la Nota del Director General. La calidad había de ser un concepto omnipresente en todas las esferas de actividad y debería incluir la mejora de la capacidad técnica de la OIT, así como de la de su personal, programas y estructura. La preocupación por la calidad debía ser transversal en todos los programas y actividades. Se refirió al programa del Centro de Turín como un ejemplo de programa de calidad bien administrado, dado que ofrecía muchos productos de calidad, así como sistemas eficaces de seguimiento y métodos de mercadotecnia eficientes. La investigación aplicada, más bien que la puramente académica, y la aplicación de las mejores prácticas eran también elementos importantes para garantizar la calidad. Al referirse a la mejora de la visibilidad de las actividades de la OIT, el Vicepresidente empleador estimó que la biblioteca de la OIT podría desempeñar un papel más significativo en tanto que depósito central de la información de la OIT. La información debería poder obtenerse con rapidez y facilidad, mediante el uso de las modernas tecnologías de la información. También era necesario copiar, proporcionar y difundir la información relativa a la evaluación. La evaluación debería ser realizada por profesionales, preferiblemente independientes de la Organización. Con respecto a la participación tripartita en todas las etapas de la cooperación técnica, respaldó la opinión de que era deseable, pero recordó a la Comisión que podía no ser adecuada en todas las situaciones, específicamente en el caso de los programas para los trabajadores o los empleadores. Por último, refiriéndose al punto relativo al fortalecimiento y ampliación de las asociaciones para la movilización de recursos, señaló que sería útil estudiar más sistemáticamente la posibilidad de recurrir a fuentes privadas de financiación.

32. El Vicepresidente trabajador, al tiempo que confirmaba el acuerdo general de los trabajadores con la nota del Director General dijo que no consideraba útil tratar de establecer prioridades dentro de los cuatro objetivos estratégicos de la OIT a nivel mundial. En lo que concernía a la forma y naturaleza futuras de la cooperación técnica, recordó a la Comisión que la experiencia de IPEC había sido una importante ocasión de aprendizaje para todos los participantes en relación con la gestión de un programa mundial de cooperación técnica, y que las lecciones aprendidas deberían ser tomadas en cuenta de cara a los nuevos programas.

33. El Vicepresidente trabajador apoyó la opinión de los empleadores sobre la importancia de garantizar unos servicios adecuados de información y de bibliotecas. Debería prestarse particular atención a este asunto en las discusiones sobre el Programa y Presupuesto en noviembre de 1999, dado que la política de asociación activa había incrementado considerablemente la demanda de sus servicios. Habida cuenta de que varios miembros gubernamentales habían apoyado una revisión de las estructuras sobre el terreno, estimó que los gobiernos deberían colaborar en este esfuerzo y apoyar las medidas necesarias para que la OIT pudiera tener una presencia y una estructura de servicios más eficaz y más accesible. Recordó que operaciones análogas en el pasado habían fracasado en razón de las dificultades que había planteado la reducción de las plantillas de algunas oficinas o su clausura.

34. Varios oradores reiteraron que los cuatro objetivos estratégicos de la OIT eran igualmente importantes para su programa de cooperación técnica, que debería guiarse por las normas internacionales del trabajo, y tener en cuenta la promoción de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento. Las dos cuestiones transversales relativas a la igualdad de trato entre hombres y mujeres y al desarrollo, a las que se refieren las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, deberían incluirse en el marco general de este programa. En los sistemas de seguimiento de las actividades de cooperación técnica deberían identificarse explícitamente las mejores prácticas así como la experiencia adquirida. Los métodos de evaluación deberían contemplar indicadores de resultados y de responsabilidad, ya que los resultados en ambos ámbitos eran fundamentales para el desarrollo futuro del programa. En relación con el tercer punto de la discusión relativa al fortalecimiento de las asociaciones, se hizo notar que éstas no deberían limitarse a los actuales donantes sino abrirse al sistema de las Naciones Unidas y las instituciones financieras internacionales, como también a otros interlocutores de la sociedad civil, a fin de ampliar la influencia de la OIT y aumentar su eficacia. Varios oradores expresaron su deseo de que se añadiera un cuarto punto a los comprendidos en la Nota complementaria del Director General al Informe VI, que debería referirse a un plan de aplicación de la reforma de la estructura exterior y de la estructura de gestión de la OIT.

35. Diversos oradores insistieron en que los cuatro objetivos estratégicos y los programas InFocus deberían estar en el centro de las actividades futuras de cooperación técnica de la OIT. Era indispensable que la masa crítica de los recursos de la OIT se reorientara para este fin. En esta época de mundialización, la OIT no podía permitirse ignorar la imperiosa necesidad de crear capacidad para el análisis de las realidades globales actuales y su impacto sobre el mercado laboral. La cooperación técnica tenía que adecuarse a esas nuevas realidades; ser pertinente, coherente y orientada hacia la demanda, así como especialmente atenta a los grupos más vulnerables. El crecimiento de agrupaciones económicas regionales reflejaba la interdependencia e interconexión entre las economías. Era necesario que la OIT apoyara las instituciones regionales y ayudara a los países a poner en marcha estrategias de creación de empleo y mitigación de la pobreza que se reforzaran mutuamente. Era preciso que la cooperación técnica y el asesoramiento de la OIT ayudaran a los países a conseguir un equilibrio entre la eficiencia económica y la justicia social. Por lo tanto, la OIT debería promover la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento, brindando cooperación técnica. Varios oradores convinieron en la necesidad de establecer un fondo especial para ayudar a los mandantes a llevar a cabo dicha tarea.

IV. Examen del documento presentado
por el Grupo de Trabajo

36. El Presidente de la Comisión, al tiempo que reconocía que el proyecto de resolución y de conclusiones era el resultado de amplios debates, agradeció a los miembros de la misma sus contribuciones y expresó su esperanza de que el tiempo empleado por el Grupo de Trabajo en su elaboración facilitaría el trabajo de la Comisión. Señaló que la fecha límite para presentar enmiendas, establecida inicialmente a las 5 de la tarde del miércoles 9 de junio, se había ampliado hasta las 3 de la tarde del viernes 11 de junio. Se habían recibido 73 enmiendas. De acuerdo con el Reglamento, el Presidente de la Comisión, después de consultar a los dos Vicepresidentes, estableció el orden en el que debían discutirse las enmiendas. Varias enmiendas encaminadas a mejorar o clarificar el texto se aceptaron para su discusión; otras se retiraron.

37. La Comisión comenzó su trabajo con el debate de los 15 primeros párrafos del proyecto de resolución y de conclusiones. Se examinaron dos enmiendas relativas al apoyo a la promoción del espíritu empresarial y de las pequeñas empresas como motor que impulsa el crecimiento económico. El Grupo de los Empleadores atribuyó especial importancia a este tema, que también recibió el apoyo de varios miembros del Grupo Gubernamental. La Comisión decidió añadir un párrafo que reflejara el consenso. También se alcanzó consenso sobre un párrafo complementario para añadir la palabra «microempresas» junto a las palabras «empresas pequeñas y medianas» en el párrafo 53.7 y referirse a un entorno favorable para la promoción, la realización y la aplicación de las normas internacionales del trabajo mencionado en el párrafo anterior.

38. La Comisión examinó a continuación las cuestiones y enmiendas relativas a la Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento y al papel que le cabía al programa de cooperación técnica de la OIT en lo que concierne a la ratificación de los convenios fundamentales. Los miembros gubernamentales del grupo de Asia y el Pacífico deseaban que se hiciera referencia a la Declaración al tratar de los objetivos estratégicos de la OIT, punto de vista que obtuvo el apoyo del Grupo de los Empleadores y de los miembros gubernamentales de México, Bolivia y Senegal, este último en nombre del grupo de gobiernos africanos. El Grupo de los Trabajadores, apoyado por los miembros gubernamentales de los países industrializados con economías de mercado (en adelante grupo IMEC), opinaban que debía hacerse solamente una referencia clara en dicho párrafo a la Declaración en relación con el marco de la cooperación técnica. Después de una votación oficial para decidir sobre este punto, se adoptó la posición de los miembros gubernamentales del grupo de países de Asia y el Pacífico. Tras la subsiguiente discusión, el texto fue nuevamente revisado para que incluyera la idea de que la cooperación técnica es un componente esencial de la plena aplicación de la Declaración y de los objetivos estratégicos de la OIT. Además, la Comisión decidió que la OIT debería apoyar a los Estados en sus esfuerzos para hacer efectivos los principios y derechos contenidos en la Declaración y contribuir a la continuación y fortalecimiento de la campaña para la ratificación de los convenios fundamentales puesta en marcha en 1995. La Comisión decidió también que el punto de las conclusiones relativo al Programa de Acción de la OIT reflejara que es necesario un plan eficaz de asistencia en materia de cooperación técnica que asegure la aplicación de la Declaración. El papel de la Declaración y de las normas internacionales del trabajo se abordó de nuevo en el contexto de los principios rectores para mejorar el enfoque y el impacto de la cooperación técnica. El Grupo de los Trabajadores y el grupo IMEC apoyaron que se hiciera una referencia en este contexto a la Declaración y a las normas internacionales del trabajo. Los grupos de países de Asia y el Pacífico y de gobiernos africanos no veían la necesidad de dicha referencia específica. Tras un largo debate y la presentación de varias subenmiendas, se alcanzó consenso en que sólo se hiciera referencia a la Declaración.

39. Se llevó a cabo una discusión sobre la naturaleza de la relación de la OIT con el sistema de las Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods y otras instituciones financieras internacionales. Los miembros gubernamentales del grupo de países de Asia y el Pacífico no veían la necesidad de que la OIT intensificara sus esfuerzos para asegurar la activa promoción de todos sus valores fundamentales consagrados en la Declaración en sus relaciones con dichas instituciones. Los miembros gubernamentales del grupo africano apoyaron esa opinión. Se propusieron varias subenmiendas para alcanzar consenso. El Grupo de los Trabajadores y los miembros gubernamentales del grupo IMEC apoyaron la inclusión de una referencia a los valores fundamentales consagrados en la Declaración tal como se reflejaba en el proyecto de texto. Los miembros gubernamentales de México y Bolivia expresaron su opinión de que no era necesaria una mención específica de la Declaración, y de que bastaría con una referencia a los valores fundamentales de la OIT, posición compartida por el Grupo de los Empleadores y el miembro gubernamental de Senegal. El Grupo de los Empleadores estimó que otras organizaciones no estaban obligadas a tener en cuenta las normas de la OIT en sus propios programas. El Grupo de los Trabajadores señaló que había una superposición en la composición de las instituciones financieras internacionales y de la OIT y que, por lo tanto, sus programas y actividades deberían alentar la promoción de las normas pertinentes de la OIT. Este punto fue adoptado por consenso.

40. Tuvo lugar un debate acerca de la cuestión de los requerimientos de orden económico y social que plantean ahora la integración y la cooperación regionales en el contexto de la mejora de la pertinencia y eficacia de la cooperación técnica. Hubo acuerdo en el sentido de que la OIT debería crear o reforzar el tripartismo en las regiones, y fortalecer la capacidad de los mandantes nacionales cuando abordan cuestiones relativas a la integración económica regional, haciendo valer sus conocimientos tan específicos y de naturaleza comparativa en materias económicas, sociales y relativas al mercado laboral. Un debate importante sobre cuestiones de fondo se generó en torno a la necesidad de que la OIT preste asesoramiento a las regiones para que desarrollen un sólido pilar social. Los Grupos de los Trabajadores y de los gobiernos africanos apoyaron esa iniciativa; el grupo de países de Asia y el Pacífico así como el de los Empleadores no lo hicieron. Un propuesta del Grupo de los Trabajadores de sustituir la frase «un sólido pilar social» por la frase «un marco para el desarrollo social», consiguió obtener consenso.

41. Los debates que tuvieron lugar con posterioridad se centraron en torno al requisito de informar que recae sobre los expertos en actividades para los empleadores y para los trabajadores que integran los equipos multidisciplinarios. El Grupo de los Empleadores apoyó la práctica en curso la cual, en su opinión, estaba en armonía con decisiones adoptadas con anterioridad. Los miembros gubernamentales del grupo IMEC manifestaron a este respecto que se trataba de una cuestión que concernía al mandato del Director General y que, teniendo en cuenta que existían planes para revisar las estructuras exteriores, la Conferencia Internacional del Trabajo no debería imponer restricciones a dicho ejercicio. Fue también ésta la opinión del grupo de países de Asia y el Pacífico. Los Vicepresidentes empleador y trabajador mencionaron a este respecto las decisiones adoptadas por la Conferencia Internacional del Trabajo en 1993 que no habían planteado problemas y que la enmienda en cuestión apuntaba a que se continuara una práctica que ya había dado buenos resultados. A petición del grupo IMEC, el Consejero Jurídico Adjunto informó a la Comisión que los expertos de los trabajadores y de los empleadores eran funcionarios internacionales cuyas condiciones de empleo se regían por el Estatuto del Personal de la OIT. El párrafo 4 del artículo 9 de la Constitución establecía el carácter exclusivamente internacional de las funciones de los funcionarios de la OIT; el párrafo 1 del artículo 1 del Estatuto del Personal establecía que en tal calidad estaban sujetos a la autoridad del Director General y eran responsables ante él en el ejercicio de sus funciones. Recordó después que al aceptar su designación, los funcionarios se comprometían a desempeñar sus funciones únicamente en el interés de la Organización Internacional del Trabajo y que no recibían instrucciones de fuentes externas. Las anteriores reglas se aplicaban a todos los funcionarios, incluidos los expertos de los trabajadores y de los empleadores. El Grupo de los Trabajadores señaló que las oficinas de los empleadores y de los trabajadores en la sede eran responsables ante el Director General y que como tales lo que se perseguía estaba contemplado en las disposiciones legales. Se consiguió un consenso en torno a una subenmienda a este respecto que fue aprobada e incorporada al final del párrafo pertinente.

42. La miembro gubernamental de México manifestó que deseaba que constara en actas su opinión relativa a la autonomía en los programas de cooperación técnica (apartado 6 del párrafo 53). A este respecto dijo que la palabra «autonomía» no podría justificar que se pasara por alto la debida información sobre las actividades y los participantes, así como el acuerdo del gobierno del país en el que se llevan a cabo los proyectos de cooperación técnica.

43. Al concluir la séptima sesión de la Comisión, que se había prolongado para permitir que ésta completara el examen del proyecto de resolución y de conclusiones, el Presidente expresó su agradecimiento a sus miembros por sus constructivos aportes en la búsqueda del consenso en temas en los que a veces las posiciones encerraban serias diferencias de opinión. Dio también las gracias a la secretaría, que había trabajado mucho y con gran dedicación.

V. Adopción del Informe, incluidas la resolución
y las conclusiones

44. En su octava y última sesión, la Comisión examinó el proyecto de informe, la resolución y las conclusiones. Recordando las discusiones fructuosas que se habían celebrado en la Comisión, el Presidente pidió a sus miembros que consideraran la adopción del proyecto de informe. Varios miembros propusieron cambios y correcciones en la redacción del texto relativo a puntos específicos que habían planteado.

45. El Vicepresidente trabajador señaló a la atención de la Comisión el párrafo final (párrafo 43) del proyecto de informe, cuya última parte no reflejaba su contribución con exactitud, y pidió, por consiguiente, que se suprimiera dicha parte. Al expresar el aprecio de su Grupo por la buena voluntad de la Secretaría y por el difícil trabajo que había realizado, estimó que esta última debería analizar las lecciones de la presente reunión para otras futuras. Consideró que ello era importante en el caso de una Secretaría de Comisión que se reunía con poca frecuencia (cada 5 ó 6 años).

46. El Presidente declaró que la Secretaría tendría en cuenta todas las correcciones propuestas antes de someter el texto a la consideración de la Conferencia para su adopción.

47. El Vicepresidente empleador expresó su aprecio por la forma en que el Presidente había dirigido las labores de la Comisión y contribuido a su éxito, y dio las gracias a los miembros gubernamentales y a los miembros trabajadores por sus contribuciones. Dio las gracias también a la Secretaría por su contribución y el duro trabajo que había realizado y reconoció que lo había llevado a cabo a menudo en circunstancias difíciles. El Vicepresidente empleador expresó su agradecimiento a los intérpretes.

48. Al declarar que se había enterado de que el Presidente era uno de los juristas más eminentes de su país, el Vicepresidente trabajador se asoció al homenaje de los empleadores. Se unió al Vicepresidente empleador para expresar su aprecio por el espíritu de buena voluntad y de compromiso que había animado a los demás grupos. Por último, advirtió que las labores de la Comisión sólo cobrarían valor si la Oficina velaba por que la resolución se tuviera en cuenta en la discusión del Programa y Presupuesto para 2000-2001 en la reunión de 1999 del Consejo de Administración.

49. Al expresar su satisfacción por las labores de la Comisión, el portavoz del grupo de países industrializados con economías de mercado (IMEC) subrayó la importancia de la dirección estratégica que se había acordado dar a las orientaciones futuras y los programas. Reafirmó el papel fundamental que la cooperación técnica desempeñaba en la aplicación global de la Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento, así como el tripartismo como base de los valores principales de la Organización. Sin embargo, el tripartismo no debería aplicarse de una manera rígida que pudiera menoscabar la prestación de servicios efectivos y eficaces o limitar la participación de otros miembros de la sociedad civil cuando proceda. El grupo IMEC reiteró su preocupación por la necesidad de mejorar la prestación de servicios de cooperación técnica y recalcó que el Director General debería tener plena autoridad para revisar su gestión, incluida la estructura de servicios exteriores y sus relaciones con la sede. Por último, también dio las gracias al Presidente y a la Secretaría por su contribución a las labores de la Comisión.

50. Los miembros gubernamentales de Marruecos y el Perú se asociaron a los demás oradores para agradecer al Presidente la forma en que había dirigido los debates y los había llevado a feliz término, así como a la Secretaría y al Grupo de Trabajo por su excelente labor, sentimiento que compartieron los miembros gubernamentales de México e Indonesia.

51. El miembro gubernamental de Nueva Zelandia, en nombre del Grupo de Asia y del Pacífico, expresó la opinión de que la cooperación técnica debería centrarse en la creación de empleos y, dentro del marco de la revisión de las estructuras de cooperación técnica, subrayó la importancia de lograr un mayor grado de descentralización. Terminó su intervención dando las gracias a los Presidentes de la Comisión y del Grupo de Trabajo, así como a la Secretaría que en su opinión había trabajado en circunstancias difíciles para ayudar a la Comisión en el cumplimiento de su cometido.

52. El miembro gubernamental de Senegal, en nombre del Grupo Africano, expresó su agradecimiento al Presidente por su paciencia y reconoció la importancia del trabajo de la Secretaría. A su juicio, las características fundamentales de la nueva política de cooperación técnica, centrada en los cuatro objetivos estratégicos, mejoraría la calidad de la cooperación técnica de la OIT y redundaría en beneficio de los mandantes, los beneficiarios y los donantes. El Programa y Presupuesto para 2000-2001 debería constituir el marco en el que se dé cumplimiento a la resolución y las conclusiones de la Comisión.

53. El Presidente agradeció a los miembros de la Comisión sus amables palabras por la forma en que había dirigido sus debates. Estimó que la Comisión había cumplido su cometido con éxito gracias a la generosidad y buena voluntad de sus miembros para conseguir un consenso en las discusiones. Dio las gracias a los Vicepresidentes empleador y trabajador y a los miembros gubernamentales, y expresó su aprecio por la actuación del Presidente del Grupo de Trabajo. Felicitó a la Secretaría por todos los esfuerzos que había realizado en aras de apoyar las labores de la Comisión y reconoció la calidad de los servicios de interpretación. Estimó que la Comisión había elaborado un documento que era fundamental y esencial para el futuro de la Organización.

54. En nombre de la Secretaría, el representante del Secretario General agradeció las observaciones del Presidente. Dio las gracias a todos los que habían expresado su aprecio por la labor de la Secretaría. Esta última aprovecharía indudablemente la experiencia adquirida en las presentes sesiones para las reuniones futuras de la Comisión de la Cooperación Técnica. Señaló que la Oficina había seguido con interés las discusiones de la Comisión y que haría lo posible para aplicar sus recomendaciones.

55. El informe de la Comisión, incluidas la Resolución y las Conclusiones sobre la función de la OIT en la cooperación técnica, en la forma en que se adoptaron en la Comisión, se someten a la consideración de la Conferencia.

Ginebra, 16 de junio de 1999.

(Firmado) R. Alburquerque,
Presidente.

M. Nagae,
Ponente.


1. Para los cambios de la composición de la Comisión, consultar los informes de la Comisión de Proposiciones, Actas Provisionales núms. 3 a 34.

2. Para la lista de las organizaciones, consultar los informes de la Comisión de Proposiciones, Actas Provisionales núm. 3.


Resolución sobre la función de la OIT
en la cooperación técnica

Adopta las conclusiones siguientes e invita al Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo a que solicite al Director General que les preste la consideración debida en el programa futuro de cooperación técnica, y más inmediatamente las tenga en cuenta durante la reunión de noviembre del Consejo de Administración para la elaboración definitiva del Programa y Presupuesto para el bienio 2000-2001.


Conclusiones relativas a la función de la OIT
en la cooperación técnica

1. El período transcurrido desde la última discusión sobre la cooperación técnica, en la reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en 1993, ha sido testigo de importantes cambios sociales, políticos y económicos.

2. Este es el panorama en el que la OIT tendrá que desarrollar su programa en el próximo siglo.

I. Orientación futura de la política de cooperación
técnica de la OIT

a) Un compromiso renovado

3. La OIT reafirma su compromiso con la cooperación técnica como uno de los medios de acción fundamentales para cumplir su misión y alcanzar sus objetivos. La cooperación técnica, ya se trate de servicios de asesoramiento o de actividades prácticas, ha de continuar siendo uno de los principales instrumentos de la OIT con el fin de ofrecer a hombres y mujeres la oportunidad de obtener un trabajo decente y productivo, en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad. El papel de la cooperación técnica de la OIT es contribuir a crear, en los planos nacional e internacional, un entorno propicio para la realización de los valores y principios de la Organización en términos de desarrollo, capacidad institucional, legislación y política económica y social.

4. Tratará de lograrlo promoviendo los cuatro objetivos estratégicos: promover y cumplir los principios y derechos fundamentales en el trabajo; crear mayores oportunidades para las mujeres y los hombres, con objeto de que dispongan de unos ingresos y de un empleo decorosos; realzar el alcance y la eficacia de la protección social para todos; y fortalecer el tripartismo y el diálogo social; y los dos temas transversales: el desarrollo y la igualdad de trato entre hombres y mujeres, todos los cuales se ciñen a las normas internacionales del trabajo y encierran el objetivo implícito de promoverlas. Este compromiso implica mejorar el enfoque de las actividades de cooperación técnica y una mayor integración, en términos tanto de programas como de organización de la labor de la OIT en su conjunto.

5. Estas actividades tienen que llevarse a cabo en el nuevo y cambiante marco de una economía mundializada incipiente y de unas necesidades nacionales que evolucionan rápidamente. Corresponde a la OIT prestar asistencia a los Estados Miembros para la adaptación de sus economías y de sus instituciones nacionales al cambio mundial, así como para la adaptación de este último a las necesidades humanas. Se pedirá a la OIT que ayude a sus mandantes durante lo que será un largo período de ajuste y compromiso con esa realidad naciente y, además, que aborde los problemas persistentes de la eliminación de la pobreza, la creación de empleo, la igualdad de trato entre hombres y mujeres, la creación de riqueza, el fomento del espíritu empresarial y la seguridad de los individuos, de las familias y de las comunidades. La OIT debe organizarse con este fin.

6. Para fortalecer la reputación de la OIT como referencia mundial en las cuestiones relacionadas con el mundo del trabajo se precisan estrategias eficaces en materia de mercadotecnia. Los programas InFocus proporcionan una oportunidad para dar a conocer las actividades de cooperación técnica de la OIT y un medio para obtener un reconocimiento público de su mandato.

7. Se deberán continuar y ampliar los programas de cooperación técnica que apoyan el fomento del espíritu empresarial y las actividades afines. Se deberá dar el más amplio apoyo a los programas que propicien la creación de pequeñas y medianas empresas. Estas son un motor importante que impulsa la creación de empleos y por ende contribuyen al logro de la meta transversal de desarrollo señalada por el Director General.

b) Un enfoque coherente

8. La cooperación técnica debería ser coherente en su objetivo central y en su ejecución. Dicha coherencia se refiere tanto a la manera en que se asignan los recursos como a la propia sustancia de la cooperación técnica. Por lo general, los recursos deberían concentrarse en programas mejor centrados en torno a un objetivo. El éxito de la cooperación técnica no se mide tanto por el número de programas en curso, sino por los efectos del conjunto de los programas. Aunque se reconoce este aspecto en la elaboración de los programas, es importante poner de relieve que este enfoque no niega el papel que pueden desempeñar proyectos de menor envergadura, en especial en lo que se refiere a la generación de capacidades. Este enfoque persigue mas bien que se cambie la manera de medir el éxito de la cooperación técnica, de modo que la cantidad dé paso a la apreciación de la calidad de sus resultados.

9. Una contribución fundamental de la cooperación técnica reside en su potencial para generar conocimientos, capacidades y experiencia de los mandantes. Permite que el compromiso de la OIT y fuera de ella se enriquezca, se profundice y sea capaz de conseguir un consenso mucho más amplio. En el mundo en que vivimos, la demanda de más capacidades no sólo ha aumentado en términos cuantitativos sino también en los ámbitos de mayor interés para la Organización y sus mandantes.

10. La integración regional es hoy una realidad. Ello requiere que las demandas sociales y económicas emergentes en materia de integración regional reciban atención y se incorporen en los programas de cooperación técnica de la OIT.

11. Ha de recordarse que, en 1944, los mandantes de la OIT afirmaron en la Declaración de Filadelfia que «incumbe a la Organización Internacional del Trabajo ... examinar y considerar cualquier programa o medida internacional de carácter económico y financiero,» en el marco de los objetivos fundamentales de la Organización.

12. Está claro que en el mundo de hoy esta obligación es más urgente y más necesaria, como lo han demostrado los efectos sociales de la crisis económica y financiera en Asia, Brasil y Rusia, así como los cambios acontecidos en los países en desarrollo y en los de Europa Central.

13. En este contexto la OIT ha de construir y fortalecer su capacidad de intervención a nivel macro-económico. También es necesario, además del valioso trabajo actual de la OIT en la esfera del desarrollo institucional y el fortalecimiento organizativo, fortalecer las capacidades de los sindicatos, las organizaciones de empleadores y los gobiernos a fin de que sean capaces, por ejemplo, de evaluar las ventajas comparativas inherentes a la mundialización y a la política económica tal como los efectos sobre el empleo de las diferentes políticas monetarias, el impacto sobre el mercado laboral de las distintas opciones en política fiscal y el impacto social de los cambios de las reglamentaciones en los mercados de capital. Esto facilitará un intercambio y una interacción mayor entre los tres interlocutores sociales y también con las instituciones de Bretton Woods.

c) Responder a las necesidades de los mandantes

14. La OIT debería adoptar una política participativa, flexible y dinámica en materia de cooperación técnica, aprovechando la experiencia de la descentralización y de los programas regionales de los decenios de 1970 y 1980 y las tendencias socio-económicas actuales, a nivel mundial. No obstante, es necesario revisar la política de asociación activa para aprovechar al máximo su potencial y situarla dentro del contexto estratégico del cambio programático y organizativo iniciado por el Consejo de Administración en marzo de 1999. Debe mostrarse, por encima de todo, receptiva y responder a la diversidad regional y a la especificidad de las necesidades nacionales, evidentemente en el marco de los cuatro objetivos estratégicos y de la promoción de la Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. No puede existir ningún modelo global único de aplicación universal. Los objetivos por país deben reflejar los intereses y prioridades cambiantes de los mandantes nacionales de la OIT. Desde su concepción, las modalidades de ejecución deben aprovechar las capacidades institucionales nacionales, y los programas deben concebirse de forma tal que reflejen las necesidades de los mandantes nacionales, a través de un proceso sistemático de consulta y participación en los planos nacional, subregional y regional.

15. La calidad y los resultados de la cooperación técnica de la OIT son fundamentales en lo que atañe a las preocupaciones de los mandantes. Esta última debe orientarse de modo que sirva a los objetivos estratégicos del conjunto de los mandantes de la OIT y se logre el máximo impacto. Debe ser realista en lo que atañe a las competencias institucionales de la OIT y a los recursos disponibles. La política de cooperación técnica debe abordar tanto las mejoras respecto del contenido de los programas sustantivos como el perfeccionamiento de la gestión del propio proceso. Debe reexaminar los sistemas de organización y tratar de introducir mejoras en el procedimiento. La cooperación técnica debe, en resumen, considerarse como parte integrante del conjunto de las actividades de la OIT, y no sólo servir para proporcionar «productos», sino contribuir también a la concepción de dichos productos y de las políticas de la OIT en general.

d) Tripartismo

16. La singular composición de la OIT en la familia de las Naciones Unidas, como organismo constituido por los sindicatos, las asociaciones de los empleadores y los gobiernos, tiene un potencial real que puede utilizarse en beneficio de la cooperación técnica. Dicha ventaja debe ser utilizada de manera más sistemática y con mayor eficacia.

17. Con exclusión de los programas que requieren autonomía, la OIT necesita comprometer a los mandantes tripartitos en todas las vertientes de la cooperación técnica. Sin que ello impida evaluaciones independientes.

18. Lo anterior debería abarcar una participación auténtica y sustantiva.

e) Igualdad de trato entre hombres y mujeres

19. En la consecución de los cuatro objetivos estratégicos y en la aplicación de los programas InFocus, es fundamental integrar en todos los programas las cuestiones relativas a la igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres de modo que las cuestiones que son de vital importancia para las mujeres en todo el mundo se atiendan y obtengan un financiamiento adecuado. La igualdad de trato y las cuestiones relativas a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres deben ser puestas de relieve e integradas en todas la actividades de los programas de cooperación técnica de la OIT.

20. El proceso mismo de participación tripartita debería atender esta problemática y garantizar una fuerte y efectiva participación de la mujer en todos los ámbitos para mejorar la calidad y credibilidad de los programas como asimismo las condiciones de trabajo de la mujer en todo el mundo.

f) Seguimiento de la Declaración

21. La Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento y los objetivos estratégicos constituyen un marco claro para la cooperación técnica futura y son un componente esencial para su plena aplicación.

22. Constituye un compromiso para todos los Estados Miembros respetar los principios y derechos fundamentales plasmados en la misma, a saber, la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva, la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso, la abolición efectiva del trabajo infantil y la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.

23. La Declaración reconoce la obligación de la Organización: de ayudar a sus Miembros ofreciendo cooperación técnica y servicios de asesoramiento para promover la ratificación y la aplicación de los convenios fundamentales; asistir a los Miembros que no están todavía en condiciones de ratificarlos para promover y hacer realidad los principios relativos a los derechos fundamentales que son objeto de esos convenios; y crear un entorno favorable de desarrollo económico y social.

24. La OIT ha de ayudar a los Miembros en su esfuerzo por dar cumplimiento a los principios y derechos de la Declaración.

25. La cooperación técnica de la OIT también debería contribuir a la continuación y fortalecimiento de la campaña de ratificación de los convenios fundamentales iniciada en 1995 de conformidad con las decisiones del Consejo de Administración.

g) Asociaciones

26. El sistema multilateral en su conjunto debería integrar mejor sus actividades de cooperación técnica. La OIT deberá asumir plenamente su cometido y promover las asociaciones y el establecimiento de redes, tanto en el diseño como en la ejecución de sus programas. Las asociaciones son fundamentales para mejorar los servicios y movilizar recursos; para conseguir efectos multiplicadores; para desarrollar redes de conocimientos, y para garantizar la participación de los interlocutores sociales y el desarrollo de instituciones nacionales. La asociación fundamental es la que se establece entre la Oficina y sus mandantes tradicionales, a saber, los gobiernos, los empleadores y los trabajadores.

27. Esta es la base de una serie de alianzas exteriores: con la comunidad de donantes y los bancos de desarrollo, con el sistema de las Naciones Unidas y las instituciones de Bretton Woods, y con los organismos nacionales, regionales e internacionales de investigación, estudios y cooperación social y económica. Se desarrollarán esfuerzos específicos para reforzar las asociaciones con las organizaciones que se ocupan de la integración y la cooperación regional y subregional.

28. La OIT debe intensificar sus esfuerzos para promover activamente los valores fundamentales plasmados en la Declaración en el sistema de las Naciones Unidas y las instituciones de Bretton Woods. Sus programas y actividades deberían fomentar la promoción de las normas pertinentes de la OIT.

29. Deberían intensificarse las relaciones a fin de conseguir la valoración mutua del papel que desempeña la cooperación técnica y la promoción de la Declaración en los programas de desarrollo de las instituciones financieras internacionales.

30. En el plano nacional, la OIT deberá desempeñar un papel activo dentro del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDAF) con el fin de asegurarse de que se atienden de manera efectiva a las prioridades de sus mandantes al tiempo que se optimizan las capacidades potenciales del sistema de las Naciones Unidas en su conjunto. Todas estas asociaciones deben basarse en una percepción realista de los objetivos comunes y de los intereses específicos de los interlocutores implicados, de modo que la OIT pueda defender con mayor eficacia los valores e intereses de sus propios mandantes en un ámbito más amplio. El seguimiento de las principales conferencias de las Naciones Unidas que tuvieron lugar durante el decenio de 1990, como la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, la Cuarta Conferencia sobre la Mujer y la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Habitat II) constituirá un marco importante para el desarrollo de estas actividades.

31. Como organización generadora de conocimientos, de servicios y de apoyo activo, la OIT debería, sin debilitar el tripartismo, establecer relaciones con los actores de la sociedad civil que comparten sus valores y objetivos.

II. Plan de acción

32. Deben darse varios pasos para concretar la orientación estratégica de la política de cooperación técnica de la OIT.

Principios rectores

a) Mejorar el enfoque y las repercusiones

33. Los cuatro objetivos estratégicos, y de manera más concreta los ocho programas InFocus conexos que aprobó el Consejo de Administración, y la Declaración servirán de puntos de partida y de fundamento racional para toda la cooperación técnica de la OIT. Será necesario ajustar, en función de los propios objetivos estratégicos, las competencias institucionales y las limitaciones de recursos a la evolución de las exigencias de los mandantes de la OIT. Las orientaciones políticas generales para las actividades prácticas se derivarán del mandato constitucional de la Organización.

34. Deben definirse los componentes de cooperación técnica de los programas InFocus. Cada uno de los actuales programas globales deberá ser analizado e integrado en la medida de lo posible en los programas focales, conservando su identidad como proyecto cuando sea necesario. Deberán llevarse a cabo amplias consultas tripartitas a escala nacional para que los objetivos por país reflejen las características específicas de las demandas de los mandantes y sean realistas en términos de objetivos organizativos, capacidades y recursos disponibles de la Organización. Una mejor definición de los objetivos operativos implicará también integrar en los mismos las actividades necesarias para promover los conceptos y nociones subyacentes en los programas, a fin de contribuir a movilizar apoyos exteriores y sensibilizar a la opinión, conseguir su adhesión y lograr que los resultados obtenidos sean más compartidos.

b) Un nuevo marco de programación

35. Los objetivos estratégicos sirven de base para un marco común de programación que enlaza los programas del presupuesto ordinario con los que se financian con cargo a recursos extrapresupuestarios. Las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001 reflejan la intención de encaminarse hacia una estructura de programación integrada. Este enfoque de programación integrada propiciará sinergias prácticas y políticas. Contribuirá a la movilización de recursos, al proporcionar a los copartícipes de la OIT en las actividades de desarrollo una indicación mucho más clara de las contribuciones que podrían aportar al programa de cooperación técnica de la OIT. También permitirá definir las aportaciones del presupuesto ordinario a los programas de cooperación técnica.

c) Consolidar y desarrollar la excelencia técnica

La base de conocimientos de una institución determina su capacidad para prestar servicios pertinentes y fiables. La calidad técnica de los proyectos de cooperación técnica de la OIT ha de ser incuestionable. Ha de continuarse el proceso de identificación de los puntos fuertes y de las insuficiencias en este ámbito revisado y mejorado, tanto en la sede como fuera de la misma. Políticas apropiadas han de estimular y reforzar la excelencia y modernización de las capacidades de la Organización. La Organización busca nuevas fuentes de financiación en un entorno en el que los recursos internacionales son cada vez más escasos y la competencia más reñida. Ello exige que la OIT refuerce su capacidad en la esfera de la investigación, las estadísticas, y el análisis económico. Para bien de los beneficiarios y de los donantes, la calidad en la concepción y la ejecución de las actividades ha de ser la preocupación permanente de la Oficina.

37. Un elemento vital del programa de la Organización será crear y aumentar esa excelencia técnica en el seno de los mandantes de la OIT, en particular en las áreas de investigación y análisis económico. Además, la OIT debería facilitar herramientas analíticas a sus mandantes. Convendría asegurar un flujo regular de información, así como la difusión de enfoques innovadores y nuevos a nivel mundial. Tendrían que ofrecerse oportunidades de debates y de interacción como el reciente seminario sobre la crisis de Asia oriental y aunar el acervo de conocimientos acumulado en el mundo en el campo económico para ponerlo a disposición de los mandantes.

d) Administrar la cooperación técnica

38. El éxito de la cooperación técnica depende de una buena gestión, de un enfoque coordinado y de un mecanismo de apoyo eficaz para el suministro de la misma. Se ha puesto ya en marcha el proceso que ha de conducir a una gestión y coordinación más eficaces y a una mayor transparencia y responsabilidad administrativa, por medio de la creación de un equipo directivo de gestión organizado en torno a los cuatro objetivos estratégicos. Fortalecer la capacidad de administración de la Organización en su conjunto, comprendida la capacidad de cooperación técnica, es la clave para garantizar claridad en los objetivos institucionales y los necesarios servicios de apoyo a las estructuras exteriores.

39. Asimismo, sería necesario clarificar las responsabilidades y competencias respectivas entre la sede, las estructuras exteriores, y los Estados beneficiarios con una mejor coordinación de las actividades en el terreno.

e) Movilizar con mayor eficacia los recursos

40. La movilización de recursos ha de activarse para tratar de invertir la tendencia a la baja en la cooperación técnica. El enfoque estratégico antes descrito ofrecerá a la comunidad de donantes un panorama más transparente de las actividades y objetivos de la OIT.

41. Conviene intensificar más las relaciones con los copartícipes en el desarrollo, incluidos los ministerios y otros organismos de cooperación para el desarrollo y el Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la OCDE. Deberán establecerse no sólo contactos regulares con los especialistas técnicos de la comunidad de donantes, sino también entablarse un diálogo más sistemático con los ministerios de Trabajo y otros ministerios pertinentes, los sindicatos y las organizaciones de empleadores, para asociarlos más directamente a la movilización de los recursos y garantizar su apoyo a nivel político. Es importante intensificar las relaciones con el sistema de las Naciones Unidas y con las instituciones de Bretton Woods. Conviene establecer relaciones nuevas con el sector privado, con fundaciones y con otros copartícipes no tradicionales, dentro del marco de los valores y principios de la Organización. Ha de reconocerse que un suministro eficiente y eficaz de productos en el momento en que éstos se necesitan es un elemento clave para el éxito de toda estrategia de movilización de los recursos.

42. Las contribuciones extrapresupuestarias son, por definición, voluntarias. Normalmente, responden a las prioridades políticas generales y a las preferencias establecidas por los parlamentos en la discusión de los presupuestos. Incumbe a la Oficina tener a la vez en cuenta las demandas de los donantes y de los beneficiarios, y armonizarlas en un todo coherente que satisfaga a todos, promoviendo el diálogo entre las partes interesadas y elaborando programas adaptados con un espíritu innovador.

43. Habrá de elaborarse un informe sobre las fuentes de financiación de los proyectos de cooperación técnica.

f) Desarrollo de un sistema coherente y efica
para la ejecución de programas

44. La distribución de competencias y responsabilidades entre la sede y las estructuras exteriores, y dentro de la primera y de las segundas, plantea algunos problemas porque es poco clara. Esta cuestión debe examinarse con suma urgencia. Se trata de fortalecer la presencia de la OIT sobre el terreno con servicios más eficaces y accesibles de manera que las estructuras exteriores puedan responder con flexibilidad y rapidez a las necesidades de los mandantes, aprovechando el conjunto de los recursos de la Organización. Cuando proceda, debería recurrirse a servicios de asesoramiento técnico de larga duración para grandes proyectos que puedan tener un impacto importante en el desarrollo de las capacidades de los mandantes tripartitos. Además de las orientaciones técnicas sobre las políticas a seguir, la sede debería brindar a las estructuras exteriores las correspondientes informaciones comparadas sobre la experiencia adquirida a nivel internacional respecto de las diversas medidas de política social, junto con una evaluación de las implicaciones económicas y presupuestarias de las iniciativas sociales. La descentralización de las estructuras de la OIT ha de ser suficiente para vincular mejor a los beneficiarios con la adopción de decisiones y mantener al mismo tiempo una coherencia estratégica global de manera que la OIT pueda afirmar inequívocamente su identidad en todo el mundo. En espera de los resultados de la evaluación de la gestión de la cooperación técnica y de las estructuras fuera de la sede, y plenamente de conformidad con el mandato del Director General, no se pretende modificar la práctica establecida hace mucho tiempo de que los expertos en actividades para los empleadores y los trabajadores en los equipos multidisciplinarios informen a sus oficinas respectivas en la sede, al mismo tiempo que colaboran con los demás miembros del equipo. Esta práctica es satisfactoria para los dos mandantes y, en opinión de los empleadores y de los trabajadores, no requiere ningún cambio.

g) Mejorar la supervisión y evaluación

45. Los indicadores de eficacia son esenciales para la OIT, para sus mandantes y para sus interlocutores. Siempre que sea posible, los objetivos deben ser identificables y verificables e ir acompañados de indicadores claros de eficacia. El actual sistema de evaluación se ha dotado de un mecanismo de autoevaluación que requiere ser mejorado. Tendría que enriquecerse el contenido de las evaluaciones temáticas anuales que se consideran en el Consejo de Administración. Los proyectos tradicionales llevan incorporados mecanismos de evaluación, pero el análisis de sus efectos es insuficiente. Es preciso mejorar estos mecanismos para evaluar los programas y su impacto a nivel regional o nacional. Como parte de los sistemas globales de evaluación que hay que establecer en la OIT, conviene introducir unos métodos de evaluación sistemática y científica de la cooperación técnica con los países beneficiarios y con los copartícipes en el desarrollo, así como con una evaluación mejorada por parte de los donantes y de consultores externos, según proceda. Esta actividad debería completarse con la difusión de la experiencia adquirida y de las prácticas más eficaces.

h) Mejorar el suministro de servicios

Se ha expresado cierta preocupación en relación con el grado de ejecución de los proyectos de cooperación técnica de la OIT. Esta es una cuestión importante, porque el grado de ejecución suele ser indicador de la eficacia y eficiencia de la interacción entre la OIT, sus donantes y los beneficiarios. Es preciso adoptar una serie de medidas encaminadas a definir la magnitud del problema y a tratar de solucionarlo. Para empezar, conviene analizar las informaciones y datos pertinentes para identificar las razones de estos fallos. Además, en adelante, los datos deberán presentarse de manera más inteligible en aras de la exactitud y transparencia en la ejecución de la cooperación técnica. Ha de establecerse rápidamente un mecanismo de control de la prestación de servicios. Este mecanismo servirá como medio de control y como sistema de alerta, así como para promover una mejor comunicación entre la sede, las estructuras exteriores y los mandantes. Por otra parte se habrá de recurrir a la cooperación horizontal con todos los tres mandantes a fin de aprovechar su potencial de aumentar la pertinencia y reducir los costos de los programas.

i) Capacidad de respuesta rápida

47. La Oficina tiene que ser capaz de reaccionar rápidamente ante nuevos problemas u oportunidades, ya se trate de crisis económicas, de catástrofes naturales, de conflictos o de trastornos sociales. Ello entraña capacidad para responder a los acontecimientos, planificar las respuestas, movilizar la experiencia práctica de la OIT y coordinar las asociaciones y los recursos exteriores. Deberán adoptarse medidas para desarrollar esta capacidad dentro de la OIT. Abordar estas crisis requerirá con frecuencia una respuesta a nivel de todo el sistema de las Naciones Unidas, dentro del cual la OIT aportará su contribución de conformidad con su mandato, en sus ámbitos de competencia. A este respecto, se pide a la OIT que se mantenga en contacto con las instituciones financieras internacionales para que la dimensión social se refleje adecuadamente en los programas de ajuste estructural. Al mismo tiempo, la Oficina colaborará con los mandantes de los Estados beneficiarios con el fin de fortalecer su capacidad para hacer frente a estos nuevos retos.

III. Programa de acción de la OIT

La cooperación técnica ha de continuar siendo un medio fundamental para aplicar la visión estratégica de la OIT.

49. La cooperación técnica comprende las actividades de investigación aplicada y su difusión, los servicios de asesoramiento, los programas y los proyectos.

50. La OIT en el futuro tendría que:

a) Mejorar la pertinencia y eficacia de
la cooperación técnica de la OIT

1) La cooperación técnica debe apoyar los cuatro objetivos estratégicos: promover y lograr la aplicación de los principios y derechos fundamentales en el trabajo; crear mayores oportunidades para hombres y mujeres de conseguir un empleo e ingresos decorosos; mejorar la cobertura y la eficacia de la protección social para todos; fortalecer el tripartismo y el diálogo social; y los dos temas transversales: desarrollo e igualdad de trato entre hombres y mujeres. Dentro de este marco:

2) Debería establecerse un marco de programación común para todos los programas de la OIT, incluidos los programas InFocus, vinculándose los programas de la OIT con cargo al presupuesto ordinario con aquéllos financiados con recursos extrapresupuestarios.

3) Debe hacerse hincapié en las cuestiones relativas a las diferencias de trato entre hombres y mujeres en todas las vertientes de la cooperación técnica.

4) Las nuevas exigencias sociales y económicas de la integración y de la cooperación regionales han de tenerse en cuenta. Ello comprenderá, entre otras cosas, que la OIT:

5) Es necesario elaborar un plan eficaz de asistencia en materia de cooperación técnica con miras a logar la aplicación de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento.

6) Conviene crear un entorno favorable para la promoción, la realización y la aplicación de las normas internacionales del trabajo para que la cooperación técnica facilite la ratificación de las mismas y ayude a los países a aplicar eficientemente las normas que han ratificado.

7) Han de promoverse las microempresas y las empresas pequeñas y medianas porque son un motor importante para la generación de empleos, de conformidad, entre otras cosas, con el inciso 6 supra.

b) Mejorar la calidad, visibilidad y repercusiones
de la cooperación técnica de la OIT

51. La OIT debería con este fin:

1) Dar mayor relieve a programas de gran calidad y más claramente definidos, así como al establecimiento de estructuras eficientes y eficaces;

2) Fortalecer la capacidad técnica mediante la formación, utilizando plenamente el Centro internacional de formación que la OIT tiene en Turín y otros centros de la OIT o que se beneficien de su apoyo e intercambiar experiencias con los mandantes;

3) Deberán elaborarse métodos de evaluación de la pertinencia, impacto y eficiencia; más específicamente para garantizar la calidad y la prestación de servicios, crear y aplicar sistemas de seguimiento, así como efectuar evaluaciones científicas externas e internas basadas en objetivos verificables e identificables, teniendo en cuenta la necesidad de que el Consejo de Administración desempeñe un papel activo de supervisión en este proceso.

4) Establecer un mecanismo para acopiar y divulgar las prácticas más eficaces y la experiencia adquirida.

5) Elaborar estrategias de comunicación para mejorar la visibilidad de las actividades de la OIT y promover asociaciones más amplias.

6) Con exclusión de programas específicos que requieren autonomía, integrar la participación tripartita en todas las fases de la cooperación técnica, desde su formulación hasta su gestión y ejecución, con miras a fortalecer la capacidad de los mandantes. Dentro de este marco y de los requisitos existentes en materia de presentación de informes, determinar la forma de la participación tripartita prevista y efectiva, a reserva de que ello no impida procedimientos de evaluación independiente cuando proceda.

7) Conceder un papel más importante a las capacidades locales en la formulación y ejecución de la cooperación técnica.

c) Reforzar las asociaciones

52. A este respecto conviene:

1) Mejorar el proceso de interacción con los mandantes para conseguir que los programas de la OIT se basen en sus prioridades, aprovechen sus recursos y movilicen su participación activa;

2) Fortalecer las relaciones con el sistema de las Naciones Unidas, en especial dentro del marco del UNDAF, las instituciones de Bretton Woods y los bancos regionales de desarrollo, de manera que tengan en cuenta los principios y valores fundamentales de la OIT en el diseño y ejecución de sus actividades;

3) Fortalecer y desarrollar los vínculos con otros actores de la sociedad civil que comparten los valores y objetivos de la OIT sin debilitar el tripartismo;

4) Fortalecer y ampliar las asociaciones para la movilización de recursos;

5) Conseguir recursos financieros de apoyo global a los programas de cooperación técnica en cada uno de los cuatro objetivos estratégicos, la Declaración y su seguimiento y la promoción de las normas internacionales del trabajo;

d) Establecer un plan de ejecución

La Oficina debería establecer:

1) Un plan de ejecución con un calendario para la Comisión de Cooperación Técnica del Consejo de Administración en su reunión de noviembre de 1999 con miras a:

2) Un informe a plazo medio, detallado y centrado, en los períodos que median entre la discusión de la cooperación técnica en la Conferencia (por ejemplo dentro de dos años y medio) que se someterá a la Comisión de cooperación técnica del Consejo de Administración, además de los informes periódicos al Consejo de Administración.


Para todo complemento de información, diríjase al Servicio de Relaciones Oficiales (REL OFF), número de teléfono: +41.22.799.7732, número de fax: +41.22.799.8944, e-mail: RELOFF@ilo.org


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