Antecedentes
El cambio demográfico es uno de los problemas más importantes a los que habrá de enfrentarse el mundo del trabajo en los próximos decenios. La población mundial está envejeciendo. El Departamento de Comercio de los Estados Unidos ha estimado que la población de 60 años o más es actualmente de 605 millones, y que en 2050 ascenderá a casi 2.000 millones. Según la Revisión de 2006 de las Previsiones Demográficas Mundiales, en 2045 el total de mayores de 60 años sobrepasará probablemente, por primera vez en la historia, al de menores de 15 años, lo cual tendrá repercusiones muy importantes para las economías y los mercados de todo el mundo, incluso en un futuro cercano. El debate político sobre qué hacer al respecto es hoy especialmente intenso en los países desarrollados, pero la cuestión también preocupa ya a los países emergentes con economías de mercado.
En la mayor parte de los casos, lo que se discute es qué medidas deben tomarse para mantener a flote los sistemas de bienestar social frente a esas tasas de dependencia económica más altas debidas al crecimiento del segmento de edad avanzada (mayores de 65 años). Mientras que por un lado cada vez se jubila más gente, que además vive más años, por otro cada vez son menos los jóvenes que se incorporan al mercado laboral -y además tienden a hacerlo a una edad más avanzada que antes, lo cual reduce de hecho su tiempo total de participación en el mercado de trabajo. Todo ello suscita dudas sobre la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social, especialmente de las prestaciones de asistencia sanitaria y pensión de jubilación, pero también convierte en un reto el conseguir una oferta suficiente de trabajadores capacitados que puedan sostener las actividades económicas.
El mundo empresarial ha empezado a reflexionar sobre qué hacer para hacer frente a esos retos que plantea el envejecimiento de la población. Los empleadores están participando en el debate público, y también están adoptando, en sus propias empresas, medidas para retener a los trabajadores más mayores. Las respuestas, en cualquier caso, tendrán que abarcar tanto las políticas gubernamentales como las prácticas en los centros de trabajo, y deberán tener en cuenta derechos adquiridos, expectativas, actitudes, creencias y comportamientos. La legislación sobre la discriminación por edad ha tenido resultados dispares, y se precisan ideas nuevas para crear un entorno que establezca los incentivos adecuados, fomente las conductas correctas y permita los ajustes necesarios.
Esas respuestas al reto demográfico también habrán de tener en cuenta que el mundo actual es un mundo dinámico, en el que no tienen ya validez algunas percepciones muy extendidas que se derivan de observaciones realizadas en el pasado. La extensión de la educación y la mejora de la salud y de los estilos de vida, por ejemplo, han transformado el prototipo de persona de edad avanzada.
El impacto del envejecimiento de la población en las economías desarrolladas tendrá a su vez consecuencias a gran escala para el mundo en desarrollo, y viceversa. Se han propuesto algunas soluciones para este desafío demográfico, como el aumento de la migración de trabajadores, la deslocalización del trabajo y el incremento de la productividad de la mano de obra. Hay quienes temen que la fuga de cerebros sea perjudicial para las perspectivas de desarrollo de los países más pobres, mientras que otros piensan que estas medidas de aumento de la migración y la productividad son limitadas, insuficientes para hacer frente al desafío demográfico.
El Simposio
La Oficina de la OIT para las Actividades de los Empleadores organizó un Simposio Internacional para abordar estas cuestiones desde un punto de vista empresarial. Tuvo lugar en Ginebra, Suiza, los días 28 y 29 de abril de 2009, y reunió a representantes del mundo empresarial de un amplio abanico de países, tanto desarrollados como en desarrollo. En las sesiones participaron expertos en la materia como investigadores y teóricos de primer nivel, así como miembros de la comunidad empresarial que han sido pioneros en abordar el problema del envejecimiento de la población.
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