GB.274/12 |
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DUODECIMO PUNTO DEL ORDEN DEL DIA
Informe de la Comisión de Empleo y Política Social
Indice
1. La Comisión de Empleo y Política Social se reunió del 15 al 16 de marzo de 1999 bajo la presidencia de la Sra. Sarmiento (Gobierno, Filipinas). Los Vicepresidentes empleador y trabajador fueron respectivamente el Sr. Katz y el Sr. Ito.
2. El orden del día de la Comisión fue el siguiente:
I. Políticas y actividades de la OIT
relativas a la readaptación profesional
3. Al presentar los documentos de la Oficina(1) , una representante del Director General (la Sra. Stoikov, Jefe del Servicio de Rehabilitación Profesional del Departamento de Empleo y Formación) hizo una presentación mediante el uso de un retroproyector. Abarcó tres temas fundamentales: por qué la OIT debería dedicarse a las cuestiones mencionadas; qué actividades proponía la OIT y qué medios para su realización. No obstante este programa para los discapacitados y el uso indebido de sustancias químicas, se mostró convencido firmemente de que la OIT debía centrarse en las capacidades, y no en las discapacidades de las personas. Al centrarse en las primeras, las personas desarrollarán plenamente su potencial, y por tanto lograrán alcanzar independencia económica, dignidad y autoestima.
4. Muchos discapacitados han obtenido grandes logros. No obstante, aún hay muchos que plantean objeciones a la integración de los discapacitados en la vida social y en particular en el mercado de trabajo. Las tres objeciones más comunes y las respuestas a las mismas indicaron la importancia de que la OIT interviniera en este terreno.
5. La primera objeción -- que solamente afectaba a un número limitado de personas -- no estaba basada en hechos. La OMS calculó que aproximadamente el 10 por ciento de la población mundial se veía afectada por incapacidades mentales o físicas. Las cifras de Estados Unidos indican que uno de cada diez habitantes sufre un problema de alcoholismo. Esto no sólo repercute en las personas afectadas, sino también en sus familias y comunidades.
6. La segunda objeción planteada se basaba en que el gasto que suponía la asistencia a los discapacitados no podría ser significante. Sin embargo, el costo real era abrumador, no solamente en lo tocante al sufrimiento humano, sino a raíz del fuerte vínculo que existía entre la pobreza y la discapacidad, y el uso indebido de sustancias químicas, por lo que los afectados se encontraban entre los más pobres de los pobres. El gasto que ello suponía no sólo era desmedido, sino que además iba en aumento: Canadá calcula una pérdida de tiempo, por discapacidades crónicas, de 14 billones de dólares canadienses por año, y el costo total derivado del uso indebido de sustancias químicas había aumentado de 31 billones a 71 billones de dólares canadienses en cuatro años. En Estados Unidos el alcoholismo causó más del 10 por ciento de los accidentes de trabajo, y los dos programas más amplios para prestar asistencia a los discapacitados habían aumentado un 59 por ciento en los últimos diez años hasta llegar a contar con 6,3 millones de personas en edad laboral. En la mayoría de los casos, se invertía una considerable suma para poder mantener a los afectados fuera del mundo laboral, en lugar de invertir dicha suma en su integración social y económica.
7. La última objeción no comprendía por qué había que preocuparse por buscar un empleo a los discapacitados cuando había otras personas desempleadas. En una palabra, todo el mundo tenía derecho a trabajar. El Convenio sobre la readaptación profesional y el empleo (personas inválidas), 1983 (núm. 159) defendía claramente el derecho a la igualdad de oportunidades y de trato. Algunos grupos poderosos de presión estaban instando a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores a que eliminaran las barreras artificiales de empleo para los que podían y querían trabajar. Por estos motivos, el movimiento para discapacitados ha sido apodado «el último movimiento defensor de los derechos civiles de nuestro siglo».
8. El programa para discapacitados y para el uso indebido de sustancias químicas se elaboró como medio para introducir cambios a favor de la igualdad en el acceso al empleo, la calidad del tipo de empleo y el aumento de las oportunidades de trabajo. La fundación del programa comprendía tres elementos: instrumentos de información e investigación, proyectos de cooperación técnica y la legislación laboral, y el fomento del Convenio núm. 159. Los programas que canalizaban todos los esfuerzos recurrían a una sólida estrategia de los media, la formación de alianzas estratégicas, un programa para la recaudación de fondos, la concentración en la prevención, el mantenimiento, la garantía del sostenimiento y la no discriminación. En el futuro, las actividades se centrarán en la elaboración de un código de práctica para la gestión de temas relativos a la discapacidad de, un programa orientado al próximo bienio, y en el año 2002 y a partir de entonces, de un programa general exhaustivo. La OIT fomentaba el trabajo productivo y elegido libremente para todos los hombres y mujeres, por lo que no podría aceptar nada menos para los discapacitados.
9. El Presidente propuso que se dividiera la discusión sobre el tema en dos partes, de modo que los asuntos relativos a la formación y el empleo de los discapacitados se discutieran en la reunión actual, y que los temas relativos a la prevención del alcohol y de la droga en el lugar de trabajo se discutieran separadamente en la reunión de la Conferencia de noviembre de 1999. Esta fue la decisión adoptada.
La formación y empleo de los discapacitados
10. Haciendo referencia a la presentación y a los documentos presentados ante la Comisión, el Vicepresidente trabajador aplaudió los esfuerzos realizados para reinsertar a los afectados por discapacidades sicológicas y físicas, no sólo por el costo que supondrían, sino también por la preocupación humanitaria demostrada por su calidad de vida y por la necesidad de fomentar su independencia y su dignidad. Seleccionó los párrafos 11 y 14 del documento de la Oficina, relativos a los nuevos ámbitos de acción futura, en particular al serio problema que plantean los desarreglos mentales, los desastres naturales y las poblaciones discapacitadas que sufren las consecuencias de un conflicto armado, especialmente en Africa.
11. El Grupo de los Trabajadores había discutido que era precisa la intervención de la OIT para frenar el aumento de los discapacitados en el mundo, y para que el trabajo de la Oficina limitara las lesiones y accidentes. Apoyaron las actividades y los planes de futuro contenidos en ambos subprogramas y consideraron que necesitarían discutirse separadamente los temas relativos a la discapacidad y al uso indebido de sustancias químicas, puesto que existe una gran diferencia en lo que atañe a su aplicación. La prevención del uso indebido de drogas necesitaba reforzarse, lo que se lograría al fomentar que el sector agrícola no cultivara las cosechas utilizadas. Actualmente este tema revestía gran importancia en el contexto de las disputas que tenían lugar en la industria platanera, en la que los pequeños plantadores, debido a la presión competitiva y comercial de las grandes compañías de la zona, habían empezado a plantar mariguana como cultivo lucrativo alternativo.
12. Con relación a la financiación necesaria para el programa para discapacitados, no se especificó de dónde de obtendría la financiación de un programa ampliado, aunque serviría un modelo basado en el enfoque del IPEC, según se indicaba en el documento. Aprobó totalmente el concepto de programa para los discapacitados, como se menciona en el párrafo 31 del documento de la Oficina de noviembre, que se trataría de un programa exhaustivo y ambicioso, pero factible al mismo tiempo, y prestó todo su apoyo a las estrategias que se describían en el documento. El Grupo de los Trabajadores se mostró de acuerdo con el gran empuje que había recibido el programa y confió en que pronto se llevaría a la práctica un programa piloto que apoyara el empleo de los discapacitados por un conflicto armado en Africa.
13. El Vicepresidente empleador expresó su desagrado por la pobre programación y organización de la subcomisión de empresas multinacionales que habían sido la causa de su retraso. Apoyó la decisión de posponer hasta noviembre la discusión sobre la prevención de drogas y de alcohol, puesto que necesitaba abordarse de un modo distinto al tema de la discapacidad.
14. Felicitó a la Sra. Stoikov por su magnifica presentación y ofreció todo su apoyo al Grupo de los Empleadores. El programa para los discapacitados contaba con el potencial de convertirse en una parte productiva y considerable de las actividades emprendidas por la OIT y estaba convencido de que con el tiempo alcanzaría el mismo nivel que el IPEC, y que obtendría grandes logros a nivel mundial en materia de discapacidad. Haciendo referencia a la fuerte repercusión que el movimiento de discapacidad en Estados Unidos tuvo en la calidad de vida de los discapacitados, citó como ejemplo a una persona que hace uso de los transportes públicos preparados para los discapacitados. Las organizaciones de empleadores también se habían lanzado a la búsqueda de formas nuevas e innovadoras para utilizar el potencial y la energía de los discapacitados.
15. Advirtió, sin embargo, que era preciso comprender del todo la necesidad de tratamiento de las personas que sufren desarreglos mentales, en particular depresión, si desean seguir trabajando. La definición, naturaleza y efecto del estrés y los desarreglos relacionados con el estrés necesitan estudiarse con relación al empleo. A un nivel microeconómico, los desarreglos sicológicos no deberían considerarse al mismo nivel que las discapacidades físicas, sino que necesitan abordarse de distinto modo. Concedió todo su apoyo al programa.
16. El representante del Gobierno de Suecia elogió la presentación por su uso de la tecnología de la presentación y por su contenido y claridad. Concedió todo su apoyo al programa para los discapacitados tal y como se había descrito, e insistió en que el objetivo de incluir a las personas discapacitadas en la corriente socioeconómica era fundamental para lograr el éxito. También recomendó que la corriente debería empezar en la OIT y sus principios deberían aplicarse en la Oficina, en la contratación y mantenimiento en plantilla de discapacitados. Refiriéndose a los párrafos 33 y 34 del documento de noviembre, insistió en el apoyo que Suecia había prestado a los sólidos principios de orientación, a un enfoque exhaustivo para la prevención, dirección y sostenimiento, y a la creación de servicios disponibles, cuidados sanitarios y ambientes hospitalarios. La creación de situaciones «ganar-ganar» reconoció la importancia que revestía asegurar el refuerzo de los trabajadores y empleadores, así como el uso de aliados en la sociedad civil a la hora de fomentar la elaboración de programas duraderos para discapacitados.
17. Con respecto a los componentes nacionales del programa, preguntó por el modo en que se supervisarían los programas mediante sistemas de informes. Se han discutido en el documento de la Oficina las normas uniformes sobre la igualdad de oportunidades para los discapacitados de Naciones Unidas.
18. El representante del Gobierno de Japón elogió la presentación del programa e insistió en que los temas relativos a la discapacidad revestían gran importancia para su Gobierno. De ahí que aprobara el programa de la OIT para la readaptación profesional, en vista del alto nivel de experiencia que dicho programa aportaría a este ámbito. En función de la experiencia de Japón, puso de relieve la necesidad de que hubiera una fuerte coherencia entre los programas médicos, sociales y profesionales que adoptaran los gobiernos, y la intensidad de la cooperación que se necesitaba para realizar un enfoque exhaustivo. Sería preciso realizar diferentes enfoques, dependiendo de la gravedad de las discapacidades. Debería fomentarse la independencia económica en los casos en los que ésta fuera posible mediante la integración de los mismos en la mano de obra. Sin embargo, puede que necesiten considerarse diferentes políticas, abarcando el empleo de bienestar y protegido en el caso de discapacidades graves. En particular, es probable que necesiten adoptarse medidas específicas y asignarse recursos adicionales para las personas con desarreglos sicológicos.
19. El orador advirtió que los gobiernos deben proteger los derechos de los trabajadores discapacitados especialmente en tiempos de crisis económicas, cuando muy a menudo estas poblaciones son las primeras en perder sus empleos, y, por lo tanto, sus medios de subsistencia.
20. El representante del Gobierno de Alemania señaló que rara vez había visto y oído una presentación tan sorprendente y animada. Estuvo de acuerdo con todas las observaciones anteriores en que había que aprobar el programa, y apeló a todos los países donantes a ofrecer todo su apoyo al programa, en especial al desarrollo de nuevos e importantes proyectos de cooperación técnica como los presentados en los párrafos 7 a 10 del documento complementario. Las necesidades de empleo de las personas discapacitadas en los países que están saliendo de un conflicto armado era un área importante de preocupación. Además, debían reforzarse los lazos con la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, y en especial, el orador recomendó que las unidades apropiadas de la Oficina colaborasen estrechamente para desarrollar la competencia profesional en materia de discapacidad que sirviese en este contexto. El orador se hizo eco de la observación del representante del Gobierno de Suecia de que debería haberse hecho mención de las Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad (Naciones Unidas).
21. La Presidenta señaló que las Normas Uniformes de las Naciones Unidas se mencionaban en el cuadro que recogía los acontecimientos importantes en materia de formulación de políticas de la página 5 del documento de noviembre.
22. La representante del Gobierno del Reino Unido apoyó decididamente el concepto de integración y la elaboración de un código de recomendaciones prácticas. En su país existía una gran preocupación por las cuestiones relativas a la discapacidad, ya que las prestaciones por este concepto se habían cuadruplicado en los últimos 20 años. Su Gobierno había estado trabajando muy duro en cuestiones de discapacidad, en especial la discriminación ilícita como se recogía en la ley sobre discriminación por discapacidad. Se había establecido un grupo especial encargado de la aplicación de la ley que se ocupaba de cuestiones relativas a la contratación, la conservación en el empleo, la promoción, la vivienda, el entorno laboral y la disponibilidad de bienes y servicios. El principal objetivo consistía en garantizar asistencia a la población discapacitada antes de que cayera en la exclusión social. Las cuestiones relativas a la discapacidad se consideraban importantes en el Reino Unido, y de hecho, cabía destacar que el Ministro de Educación y Empleo era él mismo invidente.
23. El representante del Gobierno de India expresó su pleno apoyo al proyecto de cinco años sobre prevención de drogas y alcohol en el lugar de trabajo y rehabilitación en la comunidad, discutido en el párrafo 10 del documento de base, y solicitó colaboración con el mismo. El orador puso de manifiesto la necesidad de explorar nuevas formas de colaboración en cuestiones de discapacidad entre la OIT y la India a la luz de su ley de 1995 sobre personas discapacitadas. Se prestaría atención especial a aquellas personas que sufrían de deficiencias en la vista, la audición, el habla y la locomoción. Ya se habían adoptado diversas medidas para ofrecer planes institucionales y apoyar la readaptación profesional. Se estaban realizando esfuerzos para prevenir, detectar e intervenir en favor de las personas con discapacidades, y se estaba procediendo al estudio de sistemas adecuados de prestación de bienes y servicios. El orador apeló a la OIT a ayudar activamente a su país en los esfuerzos que estaba realizando por ofrecer formación y empleo de manera que se pudieran obtener mayores progresos.
24. El representante del Gobierno de Estados Unidos dijo que se consideraba imperioso realizar un minucioso análisis y examen de este programa en el contexto de los intereses estratégicos generales y las prioridades presupuestarias. Su Gobierno estaba satisfecho de que la Oficina hubiera establecido relaciones con el Grupo de Trabajo presidencial sobre el empleo de adultos discapacitados, y esperaba con agrado que en el futuro las dos organizaciones intercambiaran opiniones y actividades. Los Estados Unidos expresaron su conformidad con la visión y estrategia de la OIT de que todo programa de rehabilitación profesional global debía ofrecer diversas posibilidades educativas y profesionales en un entorno integrado, proporcionar acceso a los servicios de salud y demás servicios necesarios, promover la igualdad de oportunidades de garantizar un trabajo a las personas con calificaciones similares, y favorecer mayores y mejores oportunidades de trabajo para las personas con discapacidades. Estuvo de acuerdo con el Gobierno de Suecia, que había señalado que la OIT debería ser un empleador modelo y servir de ejemplo reclutando, contratando y promoviendo a personas con discapacidades. Animó a otros gobiernos Miembros y organizaciones internacionales a hacer lo mismo.
25. La representante del Gobierno de Canadá mostró su agradecimiento por la presentación y la documentación. Además de la justificación formal establecida por las normas internacionales del trabajo y por el mandato constitucional de la OIT, existían tres razones principales por las que la Organización debería abordar la cuestión de la formación y el empleo de personas con discapacidades y aumentar su atención en esta área: el gran tamaño del grupo destinatario, las implicaciones económicas de su exclusión del mercado laboral y la creciente presión política mundial para su inclusión social y económica. Su Gobierno reconocía la necesidad de integrar mejor a las personas con discapacidades, en especial en esta era de creciente competencia mundial, redimensionamiento de las empresas y despidos. La visión de la OIT de un programa de rehabilitación profesional global que trajese consigo la creación de más oportunidades laborales, fomentase unas oportunidades de trabajo de mayor calidad y promoviese la igualdad y equidad a la hora de asegurar los puestos de trabajo merecía ser apoyada. La falta de vivienda adecuada se consideraba un obstáculo importante para el empleo de personas con discapacidades, y una serie de organismos gubernamentales estaban procediendo a recabar información sobre los gastos realizados a nivel gubernamental en cuestiones relacionadas con la discapacidad. Se esperaba que muchos departamentos y organismos federales presentaran información detallada sobre gastos de vivienda, equipo especial, programas, políticas y otras cuestiones relacionadas con la discapacidad. Dicha información debería estar disponible a finales de septiembre de 1999. Asimismo, se animaba a la Oficina a garantizar el acceso a las personas con discapacidades en la misma OIT, y a proporcionarles vivienda.
26. Canadá se sentía asimismo orgulloso de ser uno de los ocho países participantes en el proyecto de la OIT de investigación internacional sobre estrategias para la conservación en el empleo y la reintegración profesional de los trabajadores discapacitados. La oradora esperaba con interés los resultados ya que se utilizarían en el siguiente examen quinquenal de la ley de igualdad de empleo de Canadá. El Gobierno de Canadá apoyaba el punto que requiere decisión del párrafo 74 del documento principal, en el que se recomendaba que el Consejo de Administración aprobase el desarrollo y expansión de las actividades del programa para así contribuir al objetivo estratégico núm. 2 del Programa y Presupuesto de crear mayores oportunidades para las mujeres y los hombres, con objeto de que dispongan de unos ingresos y de un empleo decorosos.
27. El representante del Gobierno de España apoyó plenamente el objetivo de la OIT de invertir en la inclusión de los trabajadores con discapacidades para que se incorporen de nuevo al mercado laboral. En su país, existía una conciencia social muy fuerte que estaba eliminando muchas barreras. La legislación española exigía a las empresas que un 2 por ciento de los trabajadores fueran personas discapacitadas: esta norma era obligatoria y se supervisaba a través de las inspecciones de trabajo. Además, en España existía una organización no gubernamental independiente extremadamente activa en cuestiones de empleo para las personas con discapacidades: la ONCE, Organización Nacional de Ciegos, cuyas actividades se financiaban a través de una lotería nacional exenta del pago de impuestos, lo que era un ejemplo de colaboración Estado-ONG en materia de cuestiones de discapacidad.
28. El representante del Gobierno de Senegal subrayó la necesidad de adoptar medidas basadas en consideraciones humanitarias y de derechos humanos, así como en las importantes implicaciones económicas. La integración de personas con discapacidades en los países que están saliendo de un conflicto armado era un motivo de gran preocupación para los países africanos, ya que socavaba la viabilidad económica y la paz duradera. Promover el empleo de personas con discapacidades contribuiría a largo plazo a reducir la pobreza, una necesidad extremadamente importante en el contexto africano. Una organización en Senegal promovía la integración de personas discapacitadas como resultado de las guerras en actividades corrientes y, por otro lado, se proyectaba iniciar proyectos específicos de cooperación técnica entre su Gobierno y la OIT para seguir promoviendo el trabajo que se estaba realizando en su país.
29. El representante del Gobierno de China consideraba que la formación y el empleo de personas con discapacidades era una de las tareas más importantes que aguardaba a la OIT. Además de la promoción del empleo, el orador elogió las nuevas áreas de actividad en el futuro, en especial la asistencia a las personas discapacitadas por conflictos armados y a aquellas afectadas por desastres naturales. Su Gobierno concedía enorme importancia al desarrollo de actividades de formación y empleo de personas con discapacidades, había ratificado el Convenio núm. 159 y trabajaba activamente en su aplicación. Además, en su país existían normas y leyes específicas para proteger los derechos de los trabajadores con discapacidades. China apoyaba plenamente el programa de rehabilitación profesional de la OIT y el plan de acción presentado en el documento.
30. El Vicepresidente trabajador preguntó si se elaboraría un documento diferente para la reunión de noviembre en el que se discutiese la prevención del abuso de sustancias. Aunque muchos gobiernos disponían de leyes sobre la contratación de un número mínimo de personas con discapacidades, éstas a menudo no se acataban. Expresó su esperanza de que los gobiernos realizasen más esfuerzos para garantizar su cumplimiento.
31. La Sra. Stoikov señaló a modo de respuesta que se elaboraría una pequeña actualización para noviembre, pero que el material que ya había sido presentado debería ser suficiente. Agradeció a todos los oradores, en nombre del Servicio de Rehabilitación Profesional, por su apoyo al programa sobre discapacidad.
II. Informe sobre la marcha de los preparativos
para el Segundo Foro Empresarial de la OIT
32. Al presentar el documento de la Oficina(2) , el Sr. Hultin (Subdirector General) proporcionó información adicional sobre los preparativos para el Segundo Foro Empresarial. El tema general del Foro sería «La competitividad empresarial, la ciudadanía de empresa y el desafío del empleo en el siglo XXI». El Foro brindaría la oportunidad entre los participantes de intercambiar puntos de vista y experiencias y facilitaría el intercambio de opiniones entre la OIT y el sector empresarial.
33. En lo que respecta a la estructura del Foro, la reunión de apertura iría seguida de una reunión destinada a «sentar las bases» en la que un destacado asesor en gestión empresarial y analista de desarrollo social, el Sr. Charles Handy, examinaría los principales problemas a que se enfrentarán las empresas en el futuro. Estas reuniones irían seguidas de tres reuniones paralelas: la primera sobre «estrategias competitivas basadas en los recursos humanos», la segunda sobre «la ciudadanía de empresa y las iniciativas sociales», y la tercera sobre «explotación de las posibilidades de empleo de las pequeñas empresas». La tercera reunión paralela se centraría en la capacidad empresarial de las mujeres, la capacidad empresarial de los jóvenes y la calidad de los empleos. En cada reunión se presentarían entre dos y cuatro estudios de casos de empresas junto con aportaciones complementarias de especialistas de alto nivel.
34. Al referirse a la labor llevada a cabo por los Grupos de Trabajadores y de Empleadores y por la Oficina de Actividades para los Trabajadores y la Oficina de Actividades para los Empleadores en el Grupo de Trabajo, expresó su agradecimiento por su excelente colaboración. Las labores pasaban ahora de una fase conceptual y de planificación a preparativos prácticos. Además de las actas resumidas que se elaborarían, también se preveía una publicación del Foro que contendría contribuciones escritas de alta calidad de personas interesadas en las cuestiones sometidas a discusión. En este sentido, invitó a que los mandantes de la OIT y, por conducto de éstos, a otras entidades a que aportaran su contribución. El Grupo de Trabajo había decidido cobrar comisiones de participación a los mandantes que no eran miembros de la OIT debido al limitado presupuesto de que se disponía. Por último, hizo hincapié en la necesidad de continuar la colaboración con los mandantes en la preparación de este importante acontecimiento.
35. El Vicepresidente empleador recordó que la intensa participación activa de los Grupos de los Trabajadores y de los Empleadores en los preparativos para el Foro era el resultado de las críticas formuladas por el Grupo de los Trabajadores respecto del Primer Foro Empresarial. Se habían expresado ciertas dudas durante las discusiones del Grupo de los Empleadores, en las que algunos habían considerado que desde el Primer Foro Empresarial había habido un cambio de prioridades demasiado radical hacia cuestiones más tradicionales de la OIT. Si bien el Primer Foro se había considerado un éxito absoluto en los círculos empresariales, quedaba por saber lo que opinaría el mundo empresarial del Segundo Foro. Se preguntó si no sería preferible tratar los tres temas de las reuniones paralelas en otra reunión plenaria. La discusión en dicha reunión podría centrarse en cómo podrían contribuir las empresas a mejorar la eficacia y competitividad, en cuyo caso el empleo sería una consecuencia lógica. Si se iba a celebrar un foro empresarial, éste tenía que ser de interés para el mundo empresarial. El crecimiento del empleo de las pequeñas empresas no podía tratarse de forma aislada y, de hecho, era a menudo el resultado de ajustes estructurales llevados a cabo por grandes empresas mediante medidas tales como la contratación externa y la división de grandes empresas en unidades más pequeñas.
36. El Vicepresidente trabajador recordó que el Grupo de los Trabajadores había expresado una gran preocupación por el Segundo Foro Empresarial cuando se había propuesto por primera vez. Se había considerado que el Primer Foro se había orientado demasiado a las empresas sin tener suficientemente en cuenta los principios de la OIT. Basándose en esta opinión, las secretarías de los Grupos de los Trabajadores y de los Empleadores, junto con la Oficina de Actividades para los Empleadores y la Oficina de Actividades para los Trabajadores, habían discutido y convenido en que el Segundo Foro fuera más tripartito. A diferencia de la opinión del Vicepresidente empleador, el Grupo de los Trabajadores consideró que no se había modificado lo suficiente el orden de prioridades y que el próximo Foro seguiría estando mucho más orientado hacia los empleadores. Sin embargo, habida cuenta de los considerables esfuerzos desplegados por el Grupo de Trabajo para garantizar un enfoque equilibrado que reflejara los intereses de la OIT, el Grupo de los Trabajadores estaría dispuesto a apoyar el Foro aun cuando todavía quedaba mucho por mejorar.
37. El Grupo de los Trabajadores estuvo de acuerdo en celebrar tres reuniones paralelas y expresó especial interés por la cuestión de la ciudadanía de empresa. Preguntó si ésta sería la única reunión en la que se presentarían las opiniones de los trabajadores. La cuestión de la ciudadanía de empresa se había discutido mucho en el reciente Foro Económico Mundial celebrado en Davos, en donde el Secretario General de las Naciones Unidas había hecho hincapié en la importancia de las normas fundamentales de la OIT, especialmente en la libertad sindical y la negociación colectiva. Expresó la esperanza de que el Segundo Foro Empresarial brindaría una excelente oportunidad de señalar a la atención estas cuestiones. La cooperación y participación tripartita serían esenciales para el éxito del Foro, así como la adopción de otras disposiciones similares.
38. El Vicepresidente empleador dijo que no había tenido la intención de juzgar de antemano ni de criticar los preparativos para el Foro, y expresó la esperanza de que las preocupaciones expresadas anteriormente resultaran ser infundadas. Recordó a la Comisión que se había concebido que el acontecimiento fuera un foro sobre la «empresa» con la participación de los empleadores y de los trabajadores, y que los trabajadores se beneficiaban cuando las empresas prosperaban y viceversa. La principal consideración era que la OIT debería contribuir directamente a las empresas y con ello beneficiar a todas las partes. No le cabía ninguna duda de que la ciudadanía de empresa era una cuestión importante para muchos empresarios pero esto no debería ser el principal centro de atención del Foro.
39. El Sr. Hultin agradeció a los oradores sus comentarios y su continuo apoyo al Foro. El propósito era brindar una oportunidad a «expertos de primera fila» en asuntos económicos y directores de empresas de alto nivel de interactuar con los mandantes de la OIT. Expresó la esperanza de que lo que se había conseguido con las contribuciones del Grupo de Trabajo satisfacería esta expectativa. En una ocasión anterior se había convenido que, por razones de orden práctico, se tendrían que organizar reuniones paralelas. Sin embargo, habría una reunión plenaria en donde se presentarían los resúmenes de las discusiones de todas las reuniones paralelas y se sacarían conclusiones generales. En respuesta a la pregunta formulada por el Grupo de los Trabajadores, explicó que se preveía que, siempre que fuera posible, se presentarían los casos de empresas desde la perspectiva de la dirección y de los trabajadores. Señaló como ejemplo las discusiones que se estaban celebrando con Volkswagen, en las que era de esperar que sería posible que representantes de la dirección y de los trabajadores llevaran a cabo una presentación conjunta de estrategias de recursos humanos. Habría presentadores del Grupo de los Empleadores en la reunión sobre la ciudadanía de empresa y las iniciativas sociales. La reunión sobre explotación de las posibilidades de empleo de las pequeñas empresas se estaba todavía ultimando y podría recoger las diversas observaciones formuladas por la Comisión.
40. El Vicepresidente trabajador acogió con beneplácito las explicaciones del Sr. Hultin. Pidió que, dado que ésta sería la última oportunidad que tendría la Comisión para celebrar discusiones antes del Foro, el Grupo de Trabajo debería hacer todo lo posible para que el Foro fuera un éxito para todos los mandantes.
III. Curso que debe darse a la resolución sobre el empleo
juvenil adoptada en la 86.ª reunión (junio de 1998)
de la Conferencia(3)
41. El representante del Director General (Sr. Sengenberger, Director del Departamento de Empleo y Formación), al responder a una cuestión planteada por el Grupo de los Empleadores sobre las conclusiones de la Conferencia celebrada entre la OCDE y el Gobierno de los Estados Unidos sobre «Preparing group for the 21st century» (Preparar a los jóvenes para el siglo XXI) que tuvo lugar en febrero de 1999 en Washington DC, declaró que un comunicado de prensa había señalado la ineficacia de los programas de empleo juvenil. Esta era una conclusión excesivamente pesimista: las recientes investigaciones de la OCDE sobre el empleo y el desempleo de los jóvenes habían confirmado en gran medida los resultados de los estudios de la OIT. Ambas organizaciones coincidieron en la importancia que revestía la situación general del mercado de trabajo para el empleo y el desempleo de los jóvenes. Señaló que el próximo informe de la OIT titulado «Youth Employment in a Global Perspective» mostraba que disminuir los salarios mínimos para los jóvenes no incrementaría significativamente las perspectivas de empleo de la juventud. La OCDE había llegado a la misma conclusión en un número reciente de su publicación Employment outlook. En la reunión de la OCDE, se dieron a conocer las experiencias de Canadá y de la Unión Europea que mostraban que los programas destinados a los jóvenes eran eficaces en determinadas condiciones.
42. Al presentar la labor de la OIT sobre el empleo juvenil, hizo referencia al Programa de Acción para combatir la marginación de los jóvenes, que estaba destinado a los jóvenes desfavorecidos. Se esperaba un informe para octubre de 1999, que prestaría especial atención a determinadas dificultades y efectos no deseados de los programas de empleo, tales como el desplazamiento de los trabajadores de más edad. Se había creado un sitio en la Web(4) para cuestiones relacionadas con el empleo juvenil a través del cual se podían consultar publicaciones, indicadores del empleo e información sobre mejores prácticas para promover el empleo juvenil. Asimismo facilitaba información sobre organizaciones de empleadores y de trabajadores y ONG que se ocupaban de cuestiones relativas al empleo. El proyecto de indicadores claves del mercado del trabajo (KILM) proporcionaría también amplia información sobre los indicadores del empleo juvenil. La OIT había participado activamente en la segunda y tercera reunión del Foro Mundial de la Juventud del sistema de las Naciones Unidas. La tercera reunión se había celebrado en Braga, Portugal, en agosto de 1998 y a ésta había sucedido la Primera Conferencia Mundial de Ministros encargados de la Juventud en Lisboa. El empleo juvenil era una importante prioridad para las organizaciones de empleadores y de trabajadores, y la OIT había estado trabajando estrechamente con la Organización Internacional de Empleadores (OIE) y con la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) sobre esta cuestión. El empleo juvenil era una cuestión esencial en el Programa y Presupuesto para 2000-2001.
43. El Vicepresidente trabajador destacó la importancia de la protección institucional para luchar contra el desempleo de los jóvenes. Era esencial que los mandantes tripartitos trabajaran juntos. Reconoció la importancia del desempleo de los jóvenes y expresó su preocupación porque no había indicios de mejora. Instó a la OIT a que abordara esta cuestión y señaló que no se trataba con suficiente claridad en las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. Preguntó cuánto dinero se había invertido en los jóvenes y qué apoyo tendría esta actividad en el futuro. Los objetivos estratégicos que figuran en el Programa y Presupuesto no prestaban la suficiente atención a la juventud. Era esencial que se reconociera la importancia del desempleo de los jóvenes. La resolución de la Conferencia de 1998 sobre el empleo juvenil tenía que reflejarse en acciones concretas. El informe de la OIT sobre Youth and Employment in a Global Perspective (Juventud y empleo en la perspectiva global) apoyaba las opiniones del Grupo de los Trabajadores. El desempleo de los jóvenes constituía un gravísimo problema en Africa, y los jóvenes que no podían encontrar un empleo serían enviados a servir en el ejército. Por supuesto, esto tenía consecuencias muy graves. La Consulta internacional sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, que se celebrará en noviembre de 1999, debería inscribir en su orden del día la cuestión de los jóvenes.
44. El Vicepresidente empleador destacó la importancia del desempleo de los jóvenes. Los empleadores habían discutido esta cuestión y habían escuchado las presentaciones de diferentes países sobre programas de empleo para los jóvenes que habían obtenido buenos resultados. El problema del desempleo de los jóvenes no se debía tanto a una «demanda agregada insuficiente» sino más bien a un «empleo agregado insuficiente» y a que el problema del desempleo de los jóvenes estaba vinculado al problema general del desempleo. Dijo que los estudios de la OCDE habían llegado a la conclusión de que el establecimiento de salarios diferenciados para los jóvenes contribuía a promover el empleo juvenil. Había una correlación entre el empleo juvenil y los niveles de calificación, y las competencias genéricas eran también esenciales como elemento importante de la educación básica que preparaba a los jóvenes para el nuevo mundo del trabajo, en donde lo normal sería que se dieran varios cambios de carrera.
45. Asimismo, hizo hincapié en el importante papel que desempeñaban los programas de aprendizaje. La clave de su éxito era la flexibilidad. La creación de empleos suponía promover el espíritu empresarial y reducir los impuestos y obstáculos a los que se enfrentan los jóvenes de forma que puedan poner en marcha sus propios negocios. Los contratos a tiempo parcial y los contratos de duración determinada resultaban útiles para introducir a los jóvenes en el mundo del empleo.
46. El Sr. Boussat (miembro empleador) hizo hincapié en la gravedad del desempleo de los jóvenes en Francia y mencionó algunas medidas que se habían adoptado recientemente para luchar contra él. El mercado de trabajo en Francia proporcionaba empleos a 700.000 jóvenes al año (de edades comprendidas entre 18 y 24 años). El actual Gobierno tenía previsto crear 700.000 empleos destinados a los jóvenes en un plazo de cinco años, 350.000 en el sector público y 350.000 en el sector privado. Aproximadamente 158.000 de estos empleos ya se habían creado en la policía nacional, escuelas, hospitales y comunidades locales. Sin embargo, los empleadores no estaban de acuerdo con la creación artificial de empleos llevada a cabo por el Gobierno, y estaban preocupados por lo que sucedería después del plan quinquenal.
47. El Sr. Anand (miembro empleador) destacó la importancia de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) para la promoción del empleo juvenil, que era muy elevado en los países en desarrollo y se estaba incrementando rápidamente. Era necesario centrar más la atención en países tales como India, en donde ni siquiera había un ministerio de trabajo. La propaganda no resolvería el problema.
48. El representante del Gobierno de Italia hizo hincapié en que el desempleo de los jóvenes era una cuestión fundamental para su Gobierno. Era necesario integrar las políticas encaminadas a promover el empleo juvenil entre ellas y con las políticas educativas. Si se mejoraban los niveles de educación se incrementaba la eliminación del trabajo infantil. El Plan de Acción de Braga, la Declaración de Lisboa, las Directivas Europeas del Empleo y la Resolución de la Conferencia Internacional del Trabajo sobre el empleo juvenil eran todas ellas iniciativas muy positivas para luchar contra el desempleo. Destacó la importancia del párrafo 48 del Programa y Presupuesto de la OIT para 2000-2001, el objetivo operativo 2, e) y la importancia que atribuye al empleo de los jóvenes.
49. La representante del Gobierno del Reino Unido hizo hincapié en el elevado nivel de desempleo de los jóvenes en el Reino Unido (12,2 por ciento), esto es, dos veces superior a la tasa general de desempleo. Los programas «New Deal» proporcionaban calificaciones y experiencia laboral durante la vida activa. Estaban destinados a jóvenes (de edades comprendidas entre 18 y 24 años); a desempleados de larga duración; a padres y madres solteros; a los discapacitados y a las parejas de los desempleados. El programa para jóvenes duraba 16 semanas y durante este tiempo el joven desempleado y un consejero elaboraban un Plan de Acción New Deal que ayudaría al joven a encontrar un empleo. Para poder beneficiarse de este programa era necesario haber estado desempleado por lo menos durante seis meses excepto en el caso de los discapacitados, que podían acceder antes a dicho programa. El Gobierno del Reino Unido había apoyado los empleos subvencionados y el empleo por cuenta propia.
50. La representante del Gobierno de Francia expresó su confianza en que se daría máxima prioridad al empleo juvenil en el Programa y Presupuesto para 2000-2001, incluso como programa InFocus. Era importante garantizar la calidad de los empleos que se ofrecían a los jóvenes, y era necesario crear empleos en nuevos ámbitos tales como el medio ambiente y los servicios comunitarios. El Programa de Acción Nacional Francés había conseguido brindar nuevas oportunidades de empleo para los jóvenes. La marginación de los jóvenes y la necesidad de integrarlos en el mercado de trabajo constituían un motivo de preocupación.
51. El representante del Gobierno de los Estados Unidos señaló la correlación existente entre el desempleo de los jóvenes y el desempleo de la población adulta. Sin embargo, no había necesariamente una relación de causalidad. Muchas de las razones que explicaban el desempleo de la población adulta se aplicaban también al desempleo de los jóvenes. Los que tenían problemas en encontrar su primer trabajo tenían más posibilidades de tropezarse con problemas en el mercado de trabajo en el futuro. En lo que respecta a las conclusiones de la Conferencia celebrada entre la OCDE y los Estados Unidos, advirtió que no había que dar una interpretación pesimista a estas conclusiones: más bien el resultado se debería considerar como un reconocimiento de los que no había funcionado.
52. El representante del Gobierno de la India destacó la importancia de las medidas macroeconómicas para solucionar el problema del desempleo de los jóvenes. Las políticas económicas estaban a menudo más centradas en la promoción del crecimiento económico que en el empleo. La OIT debería discutir los problemas del desempleo de los jóvenes con las instituciones financieras multilaterales.
53. El representante del Gobierno de Swazilandia hizo hincapié en algunas de las consecuencias del desempleo de los jóvenes como por ejemplo el uso indebido de drogas y la delincuencia, y señaló el importante papel que podría desempeñar la cooperación técnica para resolver este problema. Destacó la incidencia negativa de estas consecuencias para la importante industria del turismo.
54. La representante del Gobierno del Japón dijo que el desempleo de los jóvenes había incrementado de forma espectacular en los últimos años. Observó que, en el pasado, las empresas japonesas solían emplear a jóvenes de forma que podían desarrollar sus carreras profesionales dentro de las empresas. Las empresas ofrecían bajos salarios y proporcionaban formación a sus trabajadores jóvenes. Ahora los jóvenes abandonaban sus empleos con más frecuencia que antes para encontrar mejores trabajos. La resolución de la OIT sobre el empleo juvenil era pertinente, especialmente el párrafo relativo a la necesidad de cooperar con otras organizaciones internacionales.
55. El representante del Gobierno de Senegal señaló que Africa estaba muy preocupada por el problema del desempleo de los jóvenes. En Africa, el empleo de los jóvenes era esencial para la estabilidad social. Era importante incrementar las calificaciones de los jóvenes y en Senegal se estaba llevando a cabo un estudio nacional para determinar las calificaciones que se precisaban. No se podía descuidar la vertiente social del desarrollo.
56. El Vicepresidente empleador estaba especialmente preocupado porque en el Reino Unido y en la mayor parte de Europa el nivel de desempleo de los jóvenes era dos veces superior a la tasa general de desempleo. Se deberían dar incentivos para emplear a los jóvenes, contra el juego normal de las fuerzas del mercado de trabajo. Por ejemplo, en el Reino Unido una recomendación conjunta de los interlocutores sociales había propuesto que los trabajadores menores de 18 años quedaran excluidos del salario mínimo. El desempleo de los jóvenes era un problema moral especialmente preocupante, con graves consecuencias económicas y sociales y se debería dar especial importancia al desempleo de los jóvenes en sectores marginados. Los empleadores deberían consentir formas flexibles de empleo como incentivos para contratar a trabajadores jóvenes.
57. La representante del Gobierno del Reino Unido señaló dos razones principales por las que en el Reino Unido los salarios mínimos para los jóvenes eran inferiores a los de los trabajadores adultos: con ello se alentaba a los empleadores a contratar a jóvenes y se disuadía a los jóvenes de abandonar los estudios.
58. El Vicepresidente trabajador hizo hincapié en la necesidad de cuidarse de reducir el salario mínimo. Una vez reducido, sería difícil restablecer su nivel anterior. El Grupo de los Trabajadores no podía aceptar esta política.
59. El Sr. Sengenberger expresó su agradecimiento a los oradores por las discusiones fructíferas e interesantes. La mayor parte de los casos nacionales presentados se habían tratado en el informe de la OIT sobre el empleo juvenil que se publicaría próximamente. El problema era motivo de especial preocupación para la OIT. En general, el desempleo de los jóvenes era dos veces superior y en algunos países incluso tres veces superior a la tasa general de desempleo. Todavía no era posible predecir con exactitud el nivel de recursos que se invertirían en las actividades para el empleo juvenil en el bienio 2000-2001. En respuesta al Vicepresidente empleador, preguntó si los empleadores estaban dispuestos a proporcionar formación a los jóvenes en programas de empleo de corta duración.
60. El Vicepresidente empleador respondió que en un mercado dinámico los trabajadores no estaban atados a las empresas, y que los trabajadores con contratos indefinidos también podrían abandonar sus puestos de trabajo si encontraban una oferta mejor. Los trabajadores con conocimientos tenían una fuerte posición negociadora para exigir formación a fin de mejorar sus calificaciones. Por consiguiente, la duración del contrato no influía necesariamente en la decisión de los empleadores de proporcionar formación, aunque las empresas desearían obtener un rendimiento adecuado por las inversiones que realicen en materia de formación.
61. La Comisión recomienda al Consejo de Administración que solicite al Director General:
a) que someta las conclusiones a la atención de los Estados Miembros y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores;
b) que tenga presente la resolución al preparar la futuras actividades de la OIT.
IV. Preparativos de la Consulta internacional
sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial
sobre Desarrollo Social
62. Un representante del Director General (Sr. Sengenberger, Director del Departamento de Empleo y Formación) presentó el documento de la Oficina(5) . Declaró que esta consulta tripartita tendría por objeto hacer un balance de la experiencia internacional y de las actividades emprendidas por la OIT con el fin de dar efecto al objetivo del pleno empleo productivo y libremente elegido respetando plenamente los derechos fundamentales de los trabajadores, enunciados en el apartado a) del tercer compromiso de la Declaración adoptada por la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Durante la Consulta se evaluarían los progresos realizados a la luz de las condiciones internacionales actuales. La evaluación tendría un papel decisivo para la participación de la OIT en el período especial de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la aplicación de los acuerdos de Copenhague, que se celebrará en Ginebra en junio de 2000.
63. Agregó que el documento de la Oficina describía los progresos realizados en dos ámbitos principales: las evaluaciones de la política de empleo en el plano nacional (CEPR) y las consultas regionales. Once evaluaciones (CEPR) estaban en curso o terminadas, y se estaba preparando un informe de síntesis. Además, se habían celebrado una serie de consultas regionales sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial. Las conclusiones de esas reuniones tripartitas figurarían en el informe que estaba preparando la Oficina para la Consulta internacional. Se habían celebrado reuniones tripartitas en la región de Asia (Bangkok, enero de 1999); en Europa central y oriental (Budapest, enero de 1999); en Africa (Abidján, febrero de 1999); y había una reunión prevista para los cuatro países de Europa occidental para los cuales se habían preparado CEPR en Ginebra en marzo. Estaba prevista una reunión para septiembre de 1999 para los países de la región árabe.
64. En lo que respecta a las conclusiones generales de las consultas regionales (párrafo 21), el Vicepresidente empleador advirtió a la Oficina que no convenía limitarse a repetir simplemente los argumentos en favor de frenar la liberalización del comercio y el ajuste estructural. Dichos argumentos recordaban los argumentos que tendían a proteger la industria naciente, los que se habían desprestigiado en ocasión de una serie de discusiones y reuniones que tuvieron lugar en la década del ochenta. Desde la reunión de alto nivel de 1987 esas reuniones habían permitido examinar el fondo del problema, dejando de lado los aspectos ideológicos, y se había llegado a la conclusión de que el proceso de liberalización y ajuste era inevitable. La estrategia más eficaz para tratar la cuestión de los costos sociales del ajuste consistía en aplicar medidas específicas de protección social en lugar de reducir el ritmo del ajuste.
65. Existían muchas pruebas concretas en el mundo entero de que los países que habían frenado la liberalización para proteger los empleos y favorecer las industrias locales tenían tasas de desempleo muy altas, mientras que los países que habían abierto sus economías y liberalizado el comercio tenían la mejor tasa de empleo. Del mismo modo se reconocía el importante papel que cabía a un adecuado régimen de reglamentación y a otras medidas microeconómicas. Era importante mitigar los costos sociales del ajuste y de la transición mediante el establecimiento de medidas de protección social en lugar de frenar el proceso de ajuste y retrasar el momento de recoger los beneficios de los resultados de la mejora del empleo.
66. El Vicepresidente trabajador declaró que los trabajadores también plantearían algunas preguntas respecto del contenido de las conclusiones. Reconoció que daban cuenta de las preocupaciones reales planteadas por los participantes en esas reuniones tripartitas. En lo que respecta a los preparativos para la Consulta internacional, agradeció a la Oficina por su empeño en fomentar el debate sobre la importante cuestión de cómo cada país podría perseguir el objetivo del pleno empleo junto con el pleno respeto de los derechos de los trabajadores. Opinó que era importante que el contenido de las evaluaciones CEPR se considerara en la Consulta internacional. En particular, sería útil que esos resúmenes refirieran directamente las opiniones de los participantes y las medidas tomadas por los países con respecto a la ratificación de la Declaración adoptada por la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Estimó que los resúmenes presentados en el documento de la Oficina no eran enteramente satisfactorios, ya que prácticamente no mencionaban la Declaración. En la reunión celebrada en Asia, en la cual había participado, la mayoría de los países habían apoyado la Declaración de Copenhague si bien no la habían aplicado. Las conferencias regionales eran reuniones útiles, pero la OIT podría haber definido por sí misma más claramente las cuestiones críticas que implicaba el seguimiento. Si las consultas regionales hubieran tenido órdenes del día más uniformes, habría sido más fácil comparar la actitud de las regiones con respecto a los aspectos críticos de la Declaración, sin dejar de reconocer la importancia de las cuestiones específicas a cada región. La consulta regional de Budapest había sido un éxito, que se reflejó en un informe valioso preparado por la Oficina, lo que resultó una base excelente para la discusión tripartita. Para enfrentar el desempleo además de tomar medidas institucionales y de política era necesario estimular fuertemente la economía para crear nuevos puestos de trabajo. Para garantizar la creación de empleos de buena calidad y en número suficiente, era indispensable hacer inversiones en industrias de alta tecnología y financiar los sistemas nacionales de educación. Se necesitaban políticas nacionales decisivas para regularizar la actividad económica y erradicar la evasión fiscal. La promoción de la inversión extranjera directa debería acompañarse de esfuerzos para mejorar la transparencia y reducir la volatilidad del capital a corto plazo. Era necesario realizar más esfuerzos para aumentar la capacidad de creación de empleos a partir del capital nacional acumulado, inclusive combatiendo la corrupción.
67. En lo que respecta al período especial de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la crisis financiera de Asia había demostrado plenamente hasta qué punto los países habían dejado de lado los aspectos sociales del desarrollo. Había aumentado el número de personas que vivían en la pobreza más extrema y excluidas de la sociedad, especialmente las mujeres. El impacto social de la crisis había conducido a un reconocimiento tardío del valor de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social y debería provocar un renovado compromiso de los gobiernos y las instituciones institucionales con la responsabilidad de tratar los problemas causados por la mundialización. La crisis había recordado al mundo entero la importancia de la equidad en el proceso de desarrollo, de una reglamentación del mercado efectiva, de instituciones sociales fuertes tales como sindicatos libres, del respeto de los derechos humanos fundamentales y de las normas fundamentales del trabajo, y de la importancia de la función específica de la OIT en su relación de trabajo con las demás organizaciones internacionales.
68. La mayoría de los elementos destinados a dar efecto a los compromisos de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social eran necesarios como parte de la estrategia de recuperación de la crisis financiera y económica. Por tanto, deberían comprometerse recursos financieros en mayor cantidad a fin de que la OIT dé más amplitud e importancia a su colaboración con el FMI y el Banco Mundial.
69. Si bien los trabajadores declaraban claramente que no habría renegociación de los compromisos contraídos en la Cumbre Social, consideraban que era necesario establecer plazos concretos para su aplicación tomando en cuenta las lecciones de la crisis financiera. Esto implicaría el compromiso renovado de apoyar la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento, tomando medidas destinadas a enfrentar más eficazmente la crisis económica, y medidas específicas para tratar las necesidades en materia de empleo de grupos específicos, dando atención prioritaria a las mujeres así como a los jóvenes, las poblaciones indígenas y los discapacitados. El compromiso para erradicar la pobreza debería ser el tema de un debate de fondo y de labores con miras a preparar el período especial de sesiones de junio. Mientras tanto el Banco Mundial elaboraría su Informe sobre el Desarrollo Mundial para el año 2000 sobre el tema de la pobreza y el desarrollo. La OIT debería contribuir plenamente a la labor realizada sobre ese tema. Los gobiernos deberían comprometerse a aplicar ciertas medidas incluso antes de ese período de sesiones, como por ejemplo, mantener el poder adquisitivo de los salarios mínimos durante las épocas de crisis económica, crear políticas específicas para luchar contra la pobreza de los grupos más pobres y más vulnerables, establecer políticas fiscales adecuadas y hacer respetar los derechos sindicales a fin de mejorar la distribución de los beneficios del crecimiento económico, y considerar el problema de la pobreza de las personas que trabajan en las zonas rurales, en el sector no estructurado, y en empleos precarios. Debería fijarse en el mundo entero el año 2010 como el plazo para erradicar la pobreza absoluta.
70. La representante del Gobierno de Japón acogió con beneplácito el informe de avance. Reconoció que había grandes expectativas de que la OIT asumiera el liderazgo de la Cumbre Social y tomó nota con agrado de la función cumplida por las consultas regionales en la preparación de los documentos de la Oficina. Asimismo, coincidió con las observaciones formuladas por el Vicepresidente trabajador respecto de las discusiones que tuvieron lugar en la consulta de Bangkok, en la que había participado, así como también coincidió con el resumen de esas discusiones tripartitas que figuran en el párrafo 17 del documento. La región de Asia y el Pacífico se había basado en la Declaración de la OIT para proseguir la labor relativa al seguimiento de la Cumbre Social, en particular dando mayor reconocimiento a la necesidad de continuar las inversiones en los recursos humanos. Las conclusiones de las consultas regionales deberían ser incorporadas en los documentos preparados para la Consulta internacional, y las conclusiones regionales deberían ser ampliadas para abarcar una perspectiva internacional de los progresos realizados respecto de la aplicación de los compromisos de Copenhague. Expresó asimismo la esperanza de que la OIT tomaría la vanguardia en lo que respecta a las contribuciones al período especial de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
71. La representante del Gobierno del Reino Unido preguntó si el documento de la Oficina se refería al papel de la OIT en el seguimiento del compromiso núm. 3 de la Declaración de Copenhague, dado que la labor de la OIT se relacionaba con varios otros compromisos de la Declaración. Esperaba que las labores realizadas para preparar la Consulta internacional abarcarían todas las esferas de actividad de la OIT contribuyendo así al seguimiento de la Declaración de Copenhague. En las propuestas de Programa y Presupuesto figuraba que la OIT tenía previsto celebrar un Foro Mundial del Empleo en el año 2000. Se preguntaba qué relación tendría ese Foro con la Consulta internacional de la OIT y con el período especial de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Por último, preguntó si la OIT estaba participando en la labor realizada por el Banco Mundial para preparar los principios generales de política social y si se habían mantenido discusiones sobre la contribución que aportaría la OIT.
72. El representante del Gobierno de los Estados Unidos reiteró las cuestiones planteadas por el orador anterior. Expresó también la esperanza de que fueran realistas las expectativas relativas a la contribución de la OIT al período especial de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La serie de documentos en preparación colocaría la labor de la OIT en el marco más amplio de las labores de la OIT sobre estos importantes asuntos. Repitió los ruegos hechos anteriormente de que se procurara realizar una labor de nivel excelente, lo que exigía un esmerado y detallado análisis. Habría que poner en circulación los documentos con tiempo suficiente para que la Comisión pudiera presentar sus comentarios.
73. El Sr. Mansfield (miembro trabajador) declaró que las conclusiones de las consultas regionales celebradas en Abidján reflejaban la opinión de los representantes de la región según la cual era necesario tomar precauciones al aplicar los programas de liberalización y ajuste y al evaluar sus efectos en Africa. Era necesario establecer medidas de protección social antes de proceder a reformas rápidas o a liberalizar el comercio. Los convenios fundamentales de la OIT deberían ser ratificados antes de aplicarse las reformas económicas. Estas conclusiones no eran sorprendentes: de los 55 representantes que habían participado en la reunión de Abidján, 21 eran representantes de gobiernos, 18 de organizaciones de empleadores y 16 de organizaciones de trabajadores. Por consiguiente las conclusiones daban cuenta de la discusión tripartita y de los pareceres de los tres grupos. Las conclusiones cuestionaban legítimamente la conveniencia de un ajuste rápido, especialmente en vista de las consecuencias observadas en otras partes del mundo, en particular en las economías en transición de Europa central y oriental. En la Federación de Rusia, según el Informe sobre el empleo en el mundo, más del 35 por ciento de la totalidad de la población vivía en la pobreza, mientras que diez años atrás era el 8 por ciento. Esto ponía en tela de juicio la rapidez de los cambios de la economía rusa y recordaba la importancia de establecer políticas que garantizaran la justicia social así como el crecimiento económico. Los comentarios de la reunión de Abidján demostraban preocupación ante las consecuencias sociales negativas de la rápida liberalización. Las CEPR realizadas en cuatro países de Europa podrían brindar ejemplos de reformas económicas que tenían en cuenta la justicia social. El informe de síntesis debería resultar particularmente interesante pues examinaba cómo la reforma debería realizarse a fin de proteger la comunidad afectada por la reforma.
74. El Vicepresidente empleador declaró que era evidente que los sindicatos no tenían el monopolio de reivindicar la protección del comercio. Importantes sectores de los empleadores habían apoyado las presiones proteccionistas, si bien ésta no podía ser la clase de colaboración entre los interlocutores sociales que podía recomendarse a los países que luchaban por lograr una mayor prosperidad. Ya que el documento de la Oficina reflejaba fielmente las opiniones expresadas por los empleadores en la consulta regional de Africa, se justificaba aún más su propuesta de que las evaluaciones fueran finalizadas en el Consejo de Administración de modo de dar la orientación principal a seguir. Esto tendría que corresponder con las conclusiones que eran el resultado de investigaciones y discusiones que se venían realizando desde hacía mucho tiempo. El orador coincidió con los trabajadores en que las políticas de ajuste económico debían ser acompañadas por medidas de protección social adecuadas y que lo mejor sería que los países aplicaran la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento al de poner en práctica estrategias de ajuste. Sin embargo, para lograr superar sus dificultades, los países no deberían frenar el ajuste y el proceso de reformas. Mantenía validez el consenso logrado la década del ochenta, sobre la importancia de la combinación de la estabilización, la liberalización y el ajuste. En las privatizaciones efectuadas en la Federación de Rusia se habían cometido enormes errores, pero no tanto en lo que se refiere a la velocidad de la transición hacia una economía de mercado sino más bien a causa de la limitada técnica de privatización por cupones. Los errores que se habían cometido en ese caso no justificaban que se adoptara o promoviera una estrategia de ajuste más proteccionista. El proteccionismo conduciría al desempleo y la miseria persistentes, mientras que los problemas acarreados por una estrategia de ajuste adecuada serían de corta duración y podrían mitigarse con medidas de protección social.
75. El representante del Director General (Sr. Sengenberger, Director del Departamento de Empleo y Formación) agradeció a los miembros de la Comisión por sus comentarios. En respuesta al Gobierno del Reino Unido, confirmó que la contribución de la OIT al período especial de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en junio del 2000 incluiría el examen de las actividades de la Organización referentes a varios compromisos de la Declaración de Copenhague, y no sólo respecto del compromiso núm. 3. Declaró que la Consulta internacional se centraría en el compromiso núm. 3, en particular sobre el empleo y sobre la mejor manera de utilizar la política de empleo para enfrentar la pobreza. Asimismo, se prepararían otras contribuciones de la OIT para el período especial de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Aún no se había definido la relación entre el Foro Mundial del Empleo y la Consulta internacional, el período especial de sesiones de la Asamblea General y las demás reuniones siguientes, dado que aún se estaban examinando sus objetivos y su contenido. Se aclararía el objeto exacto y el orden del día del Foro cuando la Oficina terminara las propuestas de Programa y Presupuesto para el bienio 2000-2001. El orador declaró que daría explicaciones más completas en noviembre.
76. El representante del Gobierno de Suecia solicitó más informaciones sobre la cuestión planteada anteriormente acerca de la participación de la OIT en la discusión con el Banco Mundial sobre los principios generales de política social.
77. La Sra. Hagen (Directora General Adjunta) confirmó que la OIT participaba en esa labor realizada por el Banco Mundial, que la Oficina había examinado los proyectos comunicados por el Banco Mundial, y que esperaba que prosiguieran las discusiones con los funcionarios del Banco.
V. Participación de la OIT en importantes conferencias
internacionales sobre cuestiones de empleo
78. El Vicepresidente trabajador se mostró satisfecho con la documentación. En cuanto a la sección relativa a la Conferencia de Ministros de Trabajo del Grupo de los Ocho (Washington, DC, 24-26 de febrero), se refirió a las Conclusiones de la Presidencia de esa conferencia, en particular al párrafo 11, y acogió con agrado la importancia concedida por los Ministros del Grupo de los Ocho a la nueva Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Era necesario mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y reforzar la capacidad de la OIT en la esfera de las redes de la seguridad social y el IPEC. Acogió con agrado las Conclusiones de la Presidencia en relación con el fortalecimiento del tripartismo y la participación de los sindicatos y los empleadores en la mejora de las normas del trabajo. La promoción de la colaboración con otras organizaciones, en especial la Organización Mundial del Comercio, fue recibida con entusiasmo, al igual que la solicitud de que los Ministros de Trabajo informen a los ministros responsables del comercio sobre las conclusiones de dichas discusiones. El párrafo 16 de las Conclusiones de la Presidencia en el que se informa sobre el aumento de la cooperación entre la OIT y las instituciones financieras internacionales era positivo, y el Grupo de los Trabajadores aguardaba con interés las discusiones que se celebrarían sobre este punto en la reunión de la Conferencia de 1999. Los Ministros de Trabajo del Grupo de los Ocho habían concedido importancia con toda la razón al papel y la función de la OIT.
79. En cuanto a la reunión de Dakar, el orador felicitó a la Oficina por su labor en relación con el Programa de Acción sobre ajuste estructural, empleo y la función de los interlocutores sociales. En el informe de la reunión celebrada en Dakar se indicaba que era posible que los empleadores, trabajadores y gobiernos formulasen recomendaciones normativas consolidadas y entrasen en detalle sobre la necesidad de reforzar la capacidad entre los interlocutores sociales para tratar de las cuestiones relativas a la reforma económica. Por medio de tales seminarios, el Programa de Acción aportó una contribución valiosa a los objetivos de la OIT en lo que se refería a la mitigación de las consecuencias sociales de las políticas de ajuste.
80. El Vicepresidente empleador señaló que había estado presente en la Conferencia de Ministros de Trabajo del Grupo de los Ocho y que estaba casi totalmente de acuerdo con los puntos planteados por el Vicepresidente trabajador, en especial en lo que se refería a la importancia que los ministros habían concedido al papel y la función de la OIT. La declaración del Sr. Thüsing presentada en la Conferencia del Grupo de los Ocho en nombre de la Organización Internacional de Empleadores debería distribuirse al Consejo de Administración. Ahora bien, tenía ciertas reservas acerca del párrafo 12 de las Conclusiones de la Presidencia en relación con los códigos de conducta. El orador se mostró satisfecho por el énfasis puesto en el resumen de la Presidencia en la rápida capacidad de respuesta de la OIT.
81. El representante del Gobierno de los Estados Unidos también puso de relieve la importancia concedida a la OIT por los Ministros del Grupo de los Ocho y reiteró su acuerdo con el llamamiento hecho en las Conclusiones de la Presidencia en favor de un aumento de la cooperación entre la OIT y las instituciones financieras internacionales. Aguardaba con interés las discusiones que se celebrarían en la Conferencia para formular propuestas más detalladas.
82. El representante del Gobierno de la India dio muestras de satisfacción por el documento elaborado por la Oficina. El nuevo Director General, Sr. Somavia, había afirmado que era necesario realizar esfuerzos de promoción en cuanto a la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Ahora bien, debería evitarse cualquier elemento de condicionalidad. El orador suscribió los párrafos 9 y 10 de las Conclusiones de la Presidencia. No obstante, tenía ciertas reservas con respecto al párrafo 15, ya que este párrafo podría implicar el establecimiento de vínculos entre las normas del trabajo y la política comercial. Este párrafo reza lo siguiente:
15. Continuamos reconociendo la importante contribución aportada por el comercio internacional en el incremento de los ingresos y oportunidades de empleo para los trabajadores, en un entorno que promueve los derechos laborales y las oportunidades de educación y formación. Nuestros objetivos comunes de promover el respeto por los derechos laborales y la liberalización continua del comercio y de la inversión son importantes y mutuamente beneficiosos. A este respecto, apoyamos que las secretarías de la OIT y de la OMC continúen colaborando sobre estas cuestiones. Convenimos en señalar a la atención de nuestros Ministros de Trabajo las conclusiones de nuestras discusiones.
83. La representante del Gobierno del Reino Unido, que había asistido a la Conferencia del Grupo de los Ocho, señaló que el nuevo Director General había respondido con mucha franqueza a todas las preguntas formuladas por los ministros. Confirmó que la Conferencia del Grupo de los Ocho no subestimaba lo que la OIT había acordado respecto de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, y ninguno de los ministros que asistieron a la reunión del Grupo de los Ocho pretendía menoscabar la importancia de la Declaración.
84. El representante del Gobierno de Egipto se mostró por lo general satisfecho con las presentaciones hechas por el Sr. Hansenne y el Sr. Somavia en la Conferencia del Grupo de los Ocho. En lo tocante a las Conclusiones de la Presidencia, el orador subrayó la necesidad de incrementar la asistencia técnica, como se indicaba en el párrafo 13. Debería quedar claro que el párrafo 15 reflejaba las conclusiones de los Ministros del Grupo de los Ocho y que la OIT no debería regirse por lo que se hubiera dicho en la Conferencia del Grupo de los Ocho. La formulación del párrafo 15 no debería interpretarse como una nueva forma de condicionalidad sobre el comercio. Se preguntaba si el párrafo 15 tenía como objetivo reiterar lo indicado en el párrafo 4 de las conclusiones de la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en diciembre de 1996 en Singapur. Apoyaba el párrafo 4 del documento final de la reunión de Singapur, en el que se había solicitado la colaboración entre las secretarías de la OIT y la OMC. Ahora bien, Egipto se oponía a las propuestas hechas por algunos países desarrollados que trataban de incluir las normas del trabajo en el orden del día de la Tercera Reunión Ministerial de la OMC que se celebrará en Seattle.
85. El representante del Gobierno de Swazilandia tomó nota del aumento de la cooperación entre las instituciones financieras internacionales y la OIT, y acogió con beneplácito la importancia concedida a la formación de los recursos humanos en las Conclusiones de la Presidencia de la Conferencia del Grupo de los Ocho.
86. El representante del Gobierno de Mauricio indicó que algunos países en desarrollo se veían enfrentados a mercados sumamente inestables, y que se necesitaba asistencia especial para abordar los problemas que ha planteado la mundialización a los trabajadores en los países más gravemente afectados.
87. El representante del Gobierno de Suecia era consciente de la posición adoptada en el debate por los Gobiernos de la India y de Egipto. Ahora bien, el principal resultado de la Conferencia del Grupo de los Ocho era la importancia que los ministros habían concedido a la OIT y a la labor desempeñada por su Consejo de Administración. Esto se debía en su opinión a la buena labor realizada por los funcionarios de la OIT, así como al éxito de los delegados de los Ministerios de Trabajo de los países del Grupo de los Ocho al convencer a sus colegas de otros ministerios de la importancia de la labor de la OIT.
88. El representante del Gobierno de China estuvo de acuerdo con los representantes de la India y de Egipto con respecto al párrafo 15, y también se opuso al establecimiento del vínculo propuesto entre las normas y el comercio.
89. El representante del Gobierno de Bangladesh instó a que el párrafo 15 no se interpretase en el sentido de que estableciera una cláusula social, y apoyó las declaraciones hechas por los Gobiernos de la India, Egipto y China. Acogió con satisfacción en las Conclusiones de la Presidencia el reconocimiento de la necesidad de crear mejores redes de seguridad en el contexto de la crisis mundial, y esto constituía una función importante para la OIT.
90. El representante del Gobierno de Alemania se mostró de acuerdo con las observaciones del Gobierno de Suecia y tomó nota de las reservas de ciertos grupos con respecto a la Conclusiones de la Presidencia. El párrafo 15 no difería del texto de Singapur: era claro y conforme al espíritu de la Declaración de Singapur, y no debería atribuírsele ningún otro sentido. La referencia en el discurso del Sr. Somavia a la alocución hecha por el Sr. Kofi Annan en Davos era sumamente apropiada.
91. El representante del Gobierno de México elogió la declaración hecha por el nuevo Director General en la Conferencia del Grupo de los Ocho. El párrafo 15 de las Conclusiones de la Presidencia no se ajustaba a la declaración del nuevo Director General según la cual la ausencia de condicionalidad era la clave para el éxito promocional de la Declaración, y no debería en modo alguno interpretarse de forma diferente a la Declaración de Singapur.
92. La representante del Gobierno de Francia dio muestras de satisfacción por el reconocimiento de los vínculos existentes entre la OIT y las instituciones financieras internacionales, y tomó asimismo nota de la importancia concedida al tripartismo. Observó que en la Declaración de Copenhague se había establecido claramente que no sólo las normas, sino también la creación de empleo, tenían que desempeñar una función importante en la mejora de los niveles de vida.
93. El representante del Gobierno de Italia también expresó su agrado por la importancia concedida a la labor y la función de la OIT en la Conferencia del Grupo de los Ocho. Expresó su satisfacción por el párrafo 11 de las Conclusiones de la Presidencia sobre la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
94. El Sr. Brett (miembro trabajador) se mostró complacido de observar que en los documentos del Grupo de los Ocho la OIT había figurado como una Organización muy pertinente y digna de crédito que gozaba de un apoyo sólido. En cuanto a la reacción de algunos miembros con respecto al párrafo 15, el orador no atribuía a dicho párrafo más sentido que el de la Declaración de Singapur. Las discusiones sobre la Declaración deberían darse por terminadas, ya que la Declaración se había adoptado. La cuestión importante era cómo aplicar la Declaración y cómo debería llevarse a cabo la colaboración entre la OMC y la OIT.
VI. Actividades de la OIT relacionadas con el empleo
en el contexto de las crisis económicas
95. El representante del Director General (Sr. Sengenberger, Director del Departamento de Empleo y Formación) propuso dos objetivos principales para la discusión de este punto del orden del día y del documento de la Oficina(6) . En primer lugar: proporcionar a la Comisión información actualizada sobre la naturaleza de la actual crisis económica mundial e informarle de la acción emprendida por la OIT para ayudar a los Estados Miembros a hacer frente a la misma; en segundo lugar, iniciar una discusión más amplia de cómo la OIT podría y debería responder en el futuro con más eficacia a las crisis económicas. Las opiniones y orientación de la Comisión sobre lo que deberían ser las preocupaciones y prioridades esenciales para la acción de la OIT resultarían útiles a medida que la OIT mirara hacia adelante y planificara su labor futura. Señaló a la atención las cuestiones esenciales que figuraban en el documento: la comprensión de la crisis económica mundial; la respuesta de la Oficina en cuanto a las disposiciones e instrumentos normativos y el examen de las opciones estratégicas y operativas en cuanto al papel de la OIT para hacer frente a las crisis económicas que se produjeran en el futuro.
96. La expresión «crisis económica mundial» debería considerarse que significaba una contracción repentina y considerable de la producción y el empleo en una o varias regiones que tuviera un efecto de contagio negativo en las actividades económicas en otras regiones. Se hicieron previsiones de una disminución del crecimiento económico mundial y de una pérdida de confianza de los inversionistas en los diferentes mercados, lo cual conduciría a una espiral descendente para las economías locales que causaría la quiebra incluso de empresas vigorosas, pérdidas de empleo en gran escala en el sector estructurado de la economía y una expansión del sector no estructurado. Los indicadores del impacto social de la crisis actual eran alarmantes: en la economía de Indonesia se había perdido uno de cada cuatro empleos en el sector estructurado y un 20 por ciento adicional de la población vivía actualmente en condiciones de pobreza. La República de Corea había visto casi cuadruplicarse la tasa de desempleo, que en febrero de 1999 se estimó en una tasa sin precedentes del 8,8 por ciento. El efecto de contagio podía observarse en el estancamiento económico experimentado en el Japón, en la crisis económica que se avecinaba en el Brasil, en la nueva contracción de la producción y el empleo en la Federación de Rusia y en Ucrania, y en la reducción en una tercera parte de la tasa mundial de crecimiento económico prevista por el FMI para 1999. Aparte de estas aleccionadoras estadísticas, los efectos sociales de la crisis también se tradujeron en algunos lugares en una migración forzosa, la desvalorización de las calificaciones profesionales, el empeoramiento de las condiciones de vida, el aumento de la exclusión social y una creciente agitación social.
97. Las crisis económicas podían producirse de varias formas. El documento de la Oficina se ocupaba principalmente de las crisis financieras resultantes del cambio repentino de la dirección y el volumen de los flujos de capital y de los cambios consiguientes en la actividad económica real. Ahora bien, las crisis económicas también podían deberse a los persistentes problemas de ajuste estructural, conflicto político y desastres naturales. Cualquiera que fuera su origen, había ciertos principios que guiaban la política de la OIT para afrontar las crisis económicas:
Para crear este entorno, era preciso adoptar medidas en todos los niveles del proceso de adopción de políticas: concebir políticas de estabilización económica; invertir en sectores de alto coeficiente de empleo, mejorar la infraestructura; mantener el diálogo social para contener la inflación y elaborar nuevos programas que tuvieran como objetivo el desarrollo de pequeñas empresas y de microempresas y la capacidad de adaptación de las empresas y los trabajadores.
98. El examen de las actividades recientes de la OIT a nivel de países proporcionó ejemplos de la asistencia de la OIT con todo tipo de respuestas. A nivel de políticas, la OIT había aconsejado a los países en materia de reestructuración y había brindado asistencia técnica en relación con la formación y el readiestramiento profesionales y con otras políticas activas del mercado de trabajo. En respuesta a la necesidad inmediata de crear empleos, la OIT había llevado a la práctica programas de actividades con alto coeficiente de empleo para el desarrollo de infraestructura. Ante las dificultades provocadas por la pérdida de ingresos y la falta de protección social, la OIT había proporcionado conocimientos especializados sobre la institución de sistemas administrativos y financieros para el suministro de protección social. Para hacer frente a la insuficiencia de oportunidades de empleo, inversiones y capacidad empresarial, la OIT había asesorado a los gobiernos y a los interlocutores sociales respecto del desarrollo de empresas, cooperativas y regímenes de empleo por cuenta propia. Como consecuencia de la inquietud provocada por el hecho de que la carga del ajuste pudiera afectar más fuertemente a las mujeres, la OIT había proporcionado asesoramiento sobre programas especiales destinados específicamente a las mujeres y respuestas globales en materia de políticas para evitar las diferencias de trato por cuestiones de género.
99. Quedaban abiertas varias opciones para que la OIT pusiera en práctica un mecanismo de respuesta rápida, tal como se preveía en el documento esquemático estratégico para el Programa y Presupuesto para 2000-2001. El objetivo de este mecanismo sería mejorar la capacidad de la OIT de proporcionar asistencia valiosa a los países que se encontrasen en peligro de crisis económicas o que tratasen de salir adelante de éstas. Si bien estaba claro que la realización de un esfuerzo importante en esta esfera requeriría una asignación considerable de recursos, también era evidente que tendría que formularse una estrategia para orientar la asignación de recursos con el fin de utilizarlos de manera más eficaz.
100. El examen de las causas que provocaron la reciente crisis y la respuesta ofrecida por la OIT tanto en la sede como en el terreno fue un punto de partida útil para formular una estrategia de futuros esfuerzos de la OIT. Se trataba de elegir las opciones estratégicas y operativas apropiadas. Al hacer esta elección, era necesario volver a considerar la función de la OIT entre los organismos internacionales que colaboran y compiten con ella.
101. El Vicepresidente empleador manifestó su pleno apoyo a la acción de la OIT en cada una de las áreas señaladas. A pesar de la dificultad que suponía abordar esta cuestión en una breve declaración, la discusión debería servir para reforzar la determinación de la Comisión de renovar e intensificar aún más la colaboración entre la Oficina y los mandantes en las acciones futuras. Obviamente, sería necesario examinar las causas y tratar de distinguirlas de los síntomas. El documento de la Oficina elaborado para el cuarto punto del orden del día del Consejo de Administración relativo a la respuesta de la OIT a la crisis financiera en Asia(7) era sorprendente y atípicamente franco al admitir en el párrafo 44 que en lo relativo a las cuestiones de política más fundamentales, resultaba difícil en ese momento alcanzar alguna conclusión definitiva en relación con el debate político. Ese debate, por supuesto, no sólo se estaba produciendo en la OIT, sino también entre las altas jerarquías del Banco Mundial y el FMI.
102. En lo relativo a la previsión de las crisis, la experiencia de la crisis financiera de Asia subrayó lo difícil que puede ser. Como se señala en el mismo documento de la Oficina, la alarma no había sonado antes debido a que la mayoría de los fundamentos macroeconómicos parecían estables. No obstante, el Profesor Paul Krugman había lanzado señales de alarma poco antes de que comenzara la crisis, prediciendo el final del llamado milagro asiático y señalando las deficiencias de la estrategia macroeconómica seguida por algunos de los países afectados: en su tesis, los países que eran principalmente plataformas de producción, donde simplemente se añadían insumos, no habían construido una base sólida para el desarrollo sostenido. Su punto de vista se había visto confirmado por la declaración en el análisis de la Oficina sobre el declive de la productividad tanto en términos de capital como de mano de obra. Sus observaciones sobre la economía real le llevaron a formular su nota de advertencia, aunque no a predecir la gravedad del fin del milagro económico, que es de esperar sea sólo temporal.
103. Como demostraba correctamente ese documento de la Oficina, la crisis había estallado por problemas en la esfera financiera y no por la política macroeconómica en sí. La ausencia de planes de regulación financiera adecuados no había sido tanto un fallo político sino más bien de apreciación. La acogida de grandes influjos de capital en bancos débiles, algunos de los cuales estaban ligados a funcionarios gubernamentales y contaban con mecanismos de reglamentación inadecuados, se prestó al capitalismo de amigos, a una excesiva expansión y a la dependencia de capital a corto plazo que huyó a la menor amenaza. Era importante reconocer que existían enormes diferencias entre los países de la región en lo que respectaba a los efectos de la crisis. En la República de Corea, la función de los chaebols y su estrecha relación con el Gobierno y los bancos era única en la región. En comparación, la crisis financiera había tenido una repercusión mucho más limitada en Singapur, Filipinas y Hong Kong, China, sólo dos de los países conocidos por disponer de mecanismos de reglamentación muy fuertes. En Europa oriental y central, al lado del desastre en Rusia y Ucrania, estaba el ejemplo de Polonia, que había conseguido la tasa de crecimiento más alta de Europa y una tasa de desempleo descendente estable, cuyo nivel ahora era comparable al de diversos países de Europa occidental. Aunque todavía le quedaban por resolver algunos problemas para continuar su proceso de reestructuración, Polonia era un milagro económico en relación con algunos de sus vecinos, por ejemplo, Rusia, Ucrania y Belarús.
104. Además de las dificultades inherentes a anticipar tales crisis, debería reconocerse que la OIT no fue la única en realizar dichos análisis. Aunque los empleadores estaban de acuerdo en que era necesario realizar un análisis serio, la Organización debería colaborar con otros organismos y centros de investigación para perfeccionar su propio análisis e incorporar en sus propios esfuerzos de previsión los mejores trabajos disponibles realizados por otros. Las ideas del Sr. Sengenberger de analizar estas cuestiones en el futuro eran muy interesantes y convincentes, y la Comisión podría aprender de los documentos de la Oficina las principales áreas de trabajo que componían la respuesta a la crisis dada hasta la fecha por la OIT.
105. La primera y principal área de preocupación era la protección social. Las conclusiones de la Presidencia en la reunión del G8 sobre protección social como componente necesario de las estrategias de ajuste eran también pertinentes para la discusión de la respuesta de la OIT a las crisis económicas. Desde hacía mucho tiempo todos los mandantes estaban de acuerdo en la importancia de trabajar en la adopción de medidas de protección social, pero la Organización debía antes abordar la cuestión. La Oficina debía hacer algo más que recomendar un sistema de seguridad social ideal, el tipo de sistema típico de los países de Europa occidental. Cuando esta cuestión se había planteado en discusiones anteriores en la Comisión, algunos colegas europeos habían señalado que sus países no podrían mantener estos sistemas por más tiempo, de manera que ¿cómo podría la OIT prescribir estos sistemas a los países en desarrollo o a los países en transición hacia una economía de mercado? En vez de ello, se instaba a la Oficina a abordar las cuestiones de protección social como parte de la política activa de mercado de trabajo. Existía una relación entre la protección social y la política activa de mercado del trabajo, sobre la que la Oficina había llevado a cabo una interesante investigación, pero existían asimismo posibles escollos a las políticas activas del mercado del trabajo, sobre todo si no se trataban como medidas temporales. La OIT no querría promover políticas que dieran lugar a que se repitiesen los problemas que habían llegado a ser patentes en algunos países, como por ejemplo Suecia, donde la gente oscilaba en participar en programas activos de mercado del trabajo o en programas de seguridad social. Ello podría ocurrir especialmente cuando las prestaciones por desempleo demostraran ser un freno a la búsqueda de empleo. Aunque la Comisión ya había señalado esta cuestión anteriormente, la Oficina todavía no había ofrecido ninguna contribución eficaz para su solución.
106. La labor realizada en materia de inversiones con alto coeficiente de empleos era uno de los programas más interesantes y atractivos de la Oficina, pero parecía estar relegado principalmente a Africa y a los países menos desarrollados y quizás no resultase apropiado en zonas tales como el fuertemente industrializado sur brasileño u otras zonas de países industrializados que habían venido experimentando altas tasas de desempleo debido al cierre de las fábricas. Los empleadores apoyarían un nuevo desarrollo del evidente potencial de los programas de inversiones públicas con alto coeficiente de empleos. La labor de la OIT relacionada con los servicios de empleo era asimismo pertinente para dar respuesta a las crisis.
107. La discusión del diálogo tripartito sobre las crisis económicas recordaba discusiones similares en el pasado: la Oficina señaló que, si las instituciones tripartitas hubieran sido más fuertes en los países donde la crisis financiera asiática había golpeado con más dureza, entonces quizás algunos de los riesgos éticos y el capitalismo de amigos podrían haberse controlado o mitigado. Los empleadores acogerían con agrado nuevos detalles y pruebas sobre este punto. La Oficina ciertamente tenía puntos fuertes en estas áreas, más que los de otras organizaciones, pero el orador se preguntó si la OIT sería capaz de obtener una capacidad de respuesta rápida, como lo había sugerido el Secretario de Trabajo estadounidense Alexis Herman en la reciente reunión ministerial del G8. Los empleadores tenían sus dudas, en especial si había que permanecer dentro de los límites del presupuesto de crecimiento cero. Cabía plantearse diversas cuestiones: ¿qué se entendería por capacidad de respuesta rápida? ¿Cuál sería el destino de dichas fuerzas, cuando las crisis alcanzasen proporciones mundiales? ¿Se enviaría al personal de Ginebra sobre el terreno para tratar las situaciones de emergencia? ¿Cómo podría desarrollarse una capacidad de recursos activa utilizando las ventajas señaladas? Las organizaciones internacionales por separado no disponían de dicha capacidad. Esta podría desarrollarse en colaboración con el Banco Mundial, el FMI y los organismos de las Naciones Unidas, y con cada organización haciendo lo que mejor sabía. Lo que faltaba era la estrecha coordinación necesaria para producir no sólo una respuesta activa sino también una respuesta de política integrada. Las otras instituciones contaban con el dinero, la OIT podía contribuir con asistencia técnica y asesoramiento político, como hacían otras organizaciones. Asimismo, cabía preguntarse si debería establecerse un centro de respuesta a las crisis que coordinase las actividades de manera más activa que el CAC. Ello iría más allá del seminario interorganismos creado para la ocasión que en la actualidad era típico de dicha colaboración.
108. La Sra. Sasso-Mazzufferi (miembro empleador) agradeció al Sr. Sengenberger por su excelente presentación y por el documento de la Oficina. En especial, el párrafo 16 proporcionaba una descripción muy sorprendente de la respuesta de la OIT a la débil situación del empleo. Un aspecto importante de esta respuesta era la promoción del diálogo tripartito. La oradora puso de manifiesto el potencial para trabajar y progresar en el que podrían iniciarse los interlocutores sociales, en particular para atajar situaciones de crisis. En Italia, el diálogo social era muy importante y había permitido avanzar recientemente en materia de promoción de la paz social, lucha contra la inflación y establecimiento de programas tripartitos y bipartitos sobre formación profesional. Un reciente Pacto social tripartito sobre desarrollo y empleo había sido firmado por el Gobierno y los interlocutores sociales; la oradora quiso resumir los capítulos más importantes de este largo y complejo documento. Un aspecto nuevo de este Pacto era que las autoridades locales aunarían sus esfuerzos. Era a nivel local donde se podían identificar mejor las razones del desempleo y las necesidades de nuevas inversiones. A fin de poder aplicar el Pacto, la legislación nacional exigía al Gobierno que consultase con los interlocutores sociales antes de adoptar normas sobre cuestiones sociales y política de empleo que permitan reducir los costos sociales del empleo, hacer nuevas inversiones en capital social y de equipo y trabajar más en armonía con las autoridades locales. Los empleadores y sindicatos italianos consideraban que el Pacto era un acontecimiento positivo, y se esperaba que fuese la piedra angular de un progreso social más rápido.
109. El Vicepresidente trabajador agradeció al Sr. Sengenberger por su presentación y por el documento de la Oficina. En general, los trabajadores consideraban que las actividades de la OIT no tenían la suficiente fuerza como para frenar los efectos negativos de la crisis financiera. En la actual crisis en Asia, los efectos negativos de las inversiones a corto plazo y cortas de miras indicaban la necesidad de organizar una cooperación internacional más concertada que restringiese dichos flujos perjudiciales de capital internacional. Un segundo motivo de preocupación general era la impresión de que las actividades de la OIT con demasiada frecuencia se limitaban a dos partes: la Oficina y los gobiernos, y que no se ejercía plenamente el tripartismo. Esta preocupación era mayor entre los miembros del Grupo de los Trabajadores procedentes de la Federación de Rusia y de otros países de la CEI, quienes también estaban especialmente preocupados porque sin una supervisión tripartita suficiente, los fondos a los que habían contribuido los trabajadores para programas de seguridad social estaban siendo utilizados erróneamente por los gobiernos y los recursos destinados a adoptar medidas de seguridad social estaban disminuyendo.
110. Por lo tanto, los trabajadores acogían con agrado la discusión sobre las actividades de la OIT destinadas a afrontar los costos sociales de las crisis económicas y de empleo. El empleo era uno de los cuatro objetivos estratégicos señalados en el próximo Programa y Presupuesto, y parecía que se le estaba dando la máxima prioridad. El Grupo de los Trabajadores tenía plena conciencia de la importancia del empleo: No obstante, las tres áreas estratégicas de empleo, protección social y diálogo social debían estar apoyadas por los convenios de la OIT, en especial por las normas fundamentales del trabajo. Aunque la expresión «empleo decoroso» o la que figuraba en los convenios de «empleo productivo y elegido libremente» fueron los mejores elementos descriptivos del tipo de empleo que la OIT debía promover, la principal preocupación no debería recaer en cuestiones de semántica sino en cómo la OIT podría contribuir a crear niveles adecuados de empleos de calidad basados en el primer objetivo estratégico, es decir, la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Los trabajadores no tolerarían discusiones sobre empleo que hubieran perdido de vista este objetivo fundamental.
111. Era importante que las deliberaciones sobre este punto tuviesen efecto en el Coloquio sobre las repercusiones sociales de la crisis financiera de Asia que se iba a celebrar próximamente. Se podía esperar que este Coloquio se centrase en cuestiones como por ejemplo por qué se había producido la crisis financiera, la gravedad de la situación del desempleo y la ineficacia de las redes de seguridad social así como la respuesta dada por la OIT y por las instituciones financieras internacionales y los gobiernos nacionales. En lo relativo a la relación existente entre la OIT y las instituciones financieras internacionales, durante los decenios de 1980 y 1990, la OIT había expresado de manera coherente su opinión sobre el Consenso de Washington en materia de ajuste estructural. En la actualidad se estaban planteando nuevas cuestiones acerca del Consenso de Washington, como por ejemplo las planteadas durante la reunión del G7 de 1998 cuando se había pedido a la OIT que desempeñase una función central en el programa de reconstrucción destinado a los países de Asia afectados por la crisis financiera. Las conclusiones de la Presidencia de la reunión del G8 indicaban que la eliminación de la pobreza y la creación de empleo en un mundo globalizado deberían lograrse teniendo a la OIT como organización central, y en colaboración con otras organizaciones internacionales. El orador acogió con agrado esta conclusión y animó a la Oficina a trabajar con ahínco para ejercer influencia sobre el FMI y el Banco Mundial y establecer comunicaciones y contactos más estrechos con la OMC.
112. Por último, los trabajadores señalaron que en la última sección del documento de la Oficina (párrafo 102) se indicaba que las futuras intervenciones de la OIT de esta naturaleza debían articularse «en un marco integrado de política nacional para manejar la crisis y lograr la recuperación económica y social». El documento señalaba que esto podría lograrse mejor allí donde se promoviese el tripartismo. Los trabajadores apoyaban enérgicamente esta conclusión. Asimismo, se desprendía de manera evidente de las secciones finales del documento que la Oficina consideraba que la repercusión positiva de diversos proyectos y diferentes formas de intervención de la OIT podrían reforzarse aún más. Los trabajadores apoyarían también la recomendación de la Oficina de que las actividades futuras de cooperación técnica se diseñen «dentro de un marco coordinado y subdividido como parte de una posible estrategia de alto impacto».
113. Aviniéndose a la declaración prestada por el Vicepresidente trabajador, el Sr. Mansfield (miembro trabajador) alegó que el modo en que la OIT podría contribuir positivamente a superar la crisis sería uno de los factores que determinarían su influencia en los próximos años. El Grupo de los Trabajadores aprobó las observaciones realizadas por el Sr. Somavia en la última reunión del G8 y que revestían gran importancia en vista del convencimiento de que la mundialización, mientras fuera inevitable, se hallaba fuera de control en cuanto a los efectos nocivos que producirían en las personas y en las normas sociales. La OIT necesitaba actuar en dos terrenos. En primer lugar, se imponía la necesidad de crear nuevas instituciones internacionales con objeto de mejorar la gestión de los mercados financieros internacionales, que habían surgido fundamentalmente a raíz de la desestabilización de las divisas y economías nacionales. Esto sería decisivo para evitar que tales crisis volvieran a producirse en el futuro. Según la declaración de un respetable ex gobernador del Banco de Reserva de Australia, la economía mundial sería comparable a la Internet, a la que todo el mundo estaba conectado, pero de la que nadie se hacía cargo. También se avino a esta declaración el financiero George Soros, que se mostró seriamente preocupado por el futuro del sistema financiero mundial ante la ausencia de un moderador mundial. En el prólogo de su último libro había observado que la evolución de la economía mundial no correspondía a la de la sociedad mundial. El sistema financiero actual tenía un alcance mundial, pero los sistemas políticos aún eran nacionales, lo que resultaba ser causa fundamental de la inestabilidad que afectaba al sistema financiero de muchos países.
114. Estos aspectos pusieron de relieve la necesidad de que la OIT se esforzara por llevar a cabo su mandato en materia de empleo y de desarrollo económico, mediante su asociación a otras instituciones internacionales para elaborar nuevos sistemas que conseguirían lograr un mayor equilibrio entre las fuerzas del mercado y la intervención gubernamental, y que crearían economías y sistemas financieros estables, capaces de evitar que en el futuro se produjeran violentas oscilaciones que pudieran afectar a los mercados financieros. Los trabajadores observaron que el párrafo 106 del documento de la Oficina contenía una importante referencia a la necesidad de que la OIT colaborara en la elaboración de políticas de crecimiento que igualmente ayudarían a lograr la igualdad y la justicia social.
115. La OIT debería actuar, en segundo lugar, mediante la elaboración de programas detallados para prestar asistencia a los países afectados por la crisis económica y financiera. Era preciso que adoptara medidas en una gran diversidad de ámbitos, tales como: fomentar programas de infraestructura intensivos orientados al empleo, que, tras recibir la aprobación del Vicepresidente empleador, fueron aprobados asimismo por los trabajadores; ayudar a que se introduzcan programas de seguridad social y de protección social; elaborar programas de formación y de puesta al día; fomentar el diálogo social y la adopción de las normas fundamentales del trabajo; proporcionar información sobre programas activos del mercado de trabajo y recopilar estadísticas sobre el mismo; fomentar los programas orientados a la creación de empleo, y considerar la medida en que las crisis afectan a grupos sociales tales como las mujeres, los trabajadores migrantes y otros grupos que pudieran verse particularmente desfavorecidos. Los programas específicos que la OIT emprende en determinados regiones y países deberían tener en cuenta las circunstancias actuales. No existía una fórmula universal que pudiera aplicarse a nivel mundial. Sin embargo, los trabajadores se mostraron seriamente preocupados por la declaración contenida en el párrafo 90 que insiste en la dificultad e incluso en la imposibilidad de evaluar el impacto que las iniciativas de la OIT tienen en la crisis general que afecta a un determinado país. Los trabajadores confiaban en que esto no significaría que las iniciativas concretas emprendidas no se consideraban en función de su eficacia. Era preciso esforzarse más aún por realizar una evaluación cualitativa de las medidas adoptadas por la OIT ante la crisis financiera, y comunicar los resultados al Consejo de Administración, en particular en lo referente al modo en que se invirtieron los fondos y al impacto de los mismos en los países afectados. Insistió en la necesidad de fomentar las normas fundamentales del trabajo, en parte como medio para refrenar la tendencia de que algunos países cayeran en el dumping social, al que recurrían para fomentar el crecimiento económico a expensas de otros países mediante la explotación general del trabajo y la degradación de los derechos humanos y las normas del trabajo. El párrafo 52, en el que se describen los programas que la OIT ha emprendido en Camboya, indica que este esfuerzo ofrece la oportunidad de poder expresar la preocupación por el incumplimiento de las normas fundamentales de la OIT. La OIT debería esforzarse en particular por asegurar la ratificación de las normas fundamentales del trabajo en los países en que se estaban poniendo en práctica los principales programas de asistencia.
116. Los trabajadores se mostraron plenamente de acuerdo con las medidas intensivas adoptadas para fomentar la creación de empleo. En noviembre de 1998 el Grupo de los Trabajadores había criticado los recortes presupuestarios y de personal efectuados en este terreno y pidió que volvieran a asignarse recursos a los programas de la OIT orientados exclusivamente a la cuestión del empleo. Este ámbito revestía particular importancia, ya que el programa generaría supuestamente un millón de empleos en Tailandia, como señalaba el párrafo 44, y en vista de la evaluación contenida en el Anexo III del documento de la Oficina, que indicaba que dicho programa creó de tres a cinco veces más empleos y utilizó un 60 por ciento menos de divisas que un enfoque basado en la tecnología de alto nivel a la que generalmente se recurría en las economías industrializadas. Los trabajadores instaron a la Oficina a que redoblara sus esfuerzos por prestar asistencia a los gobiernos para que elaboraran y llevaran a la práctica los programas de seguridad social. El párrafo 107 hacía referencia a las economías que experimentaban un crecimiento milagroso, especialmente en Asia, donde algunos países habían experimentado un crecimiento anual del 8 a1 10 por ciento que se mantuvo durante varios años. Pero algunas de estas economías se habían visto afectadas por una importante ineficiencia, dado que en el período de máximo crecimiento económico no habían introducido programas de seguridad social o de protección social para proteger a la población en épocas de crisis económica. La Oficina ofreció su colaboración a los copartícipes sociales para elaborar programas de protección social.
117. El Grupo de los Trabajadores se mostró receloso ante el modo en que se había puesto en práctica el Programa Internacional para la Pequeña Empresa (ISEP) y ante el método de aplicación de otros proyectos de cooperación técnica orientados a fomentar las empresas. El documento alegaba que dichos proyectos se habían llevado a la práctica con ayuda de los copartícipes locales, inclusive los sindicatos. Sin embargo, el Grupo de los Trabajadores, tras realizar una evaluación sobre la base de las comunicaciones establecidas con los sindicatos de los países en los que dichos proyectos se estaban llevando a cabo, llegó a la conclusión de que no sólo no participaban en la elaboración o aplicación de los mismos, sino que tampoco se les consultaba al respecto. Los trabajadores ya habían expresado anteriormente sus reservas con respecto a la microfinanciación de los programas en los países industrializados y a que no se consultara a las sedes de la OIT con respecto a la orientación de dichos programas.
118. El Grupo de los Trabajadores instó a la Oficina a que fomentara, ante todo, el diálogo social. En algunos países afectados por la crisis financiera, las organizaciones que representan a los trabajadores y empleadores se han visto afectadas en el pasado por la represión de los gobiernos y excluidas del diálogo social. La OIT necesitaría invertir una parte considerable de sus recursos en reforzar la capacidad de las organizaciones que representan a los trabajadores, para que éstas puedan participar plenamente en el proceso. Como parte de su campaña para fomentar el diálogo social, la OIT debería hacer saber el costo humano que supone la crisis económica.
119. Aprobó los resultados positivos que alcanzaría la introducción de políticas activas del mercado de trabajo, como estipula el párrafo 25, y apoyó las medidas adoptadas por la OIT para fomentar la aplicación de dichas políticas en otros países afectados por la crisis financiera. El párrafo 103 hace referencia a las iniciativas emprendidas por la OIT en lo que atañe al sector informal. Los trabajadores insistieron en que la medida más importante que debía adoptarse en este ámbito consistía en fomentar que el trabajo del sector informal pasara al sector formal de la economía como trabajo elegido libremente y de calidad.
120. El Grupo de los Trabajadores manifestó su desacuerdo con las referencias negativas que se hacían en el párrafo 36 del documento de la Oficina con respecto a los servicios públicos del empleo. Las experiencias que se mencionan de casos en que los servicios de empleo ya se han privatizado son demasiado recientes para poder evaluarlas adecuadamente, y la Oficina debería abstenerse de elogiarlas puesto que se trata de iniciativas cuya eficacia no se ha comprobado aún: ha habido quejas acerca de la disminución de los servicios que proporcionan a las personas desempleadas los servicios de empleo privatizados de Australia, mientras que no se ha registrado una disminución de las tasas de desempleo de larga duración.
121. La OIT debe obrar al mismo tiempo para prevenir las crisis financieras y económicas y para prestar asistencia en los casos en que ya se han producido, y debe hacer hincapié sobre todo en el aspecto de la prevención en el futuro. La principal tarea de la OIT debería consistir en evitar las crisis, así como sus elevados costos sociales, en lugar de tratar de «barrer» sus efectos después que se han producido. En cuanto a la cuestión del tipo de programas requerido, probablemente no había un único enfoque que pudiera resultar efectivo en todos los casos, y por lo tanto era importante que los programas fueran flexibles para poder responder de manera cabal y adecuada a los desafíos que se planteaban o se preveían. La labor en este ámbito debería ser una de las máximas prioridades de acción para la Oficina.
122. El representante del Gobierno de Egipto apreciaba el análisis que se había presentado y coincidía con quienes opinaban que la OIT, con su estructura tripartita, estaba bien situada para promover la protección social y el empleo y corregir las desigualdades que se habían producido a raíz de la conmoción de los mercados financieros. Estaba de acuerdo también con la opinión expresada por el Sr. Katz de que era necesario un enfoque global para hacer frente al desempleo en Asia sudoriental y para impedir la extensión de la crisis a otras partes del mundo. Recordó a la Comisión la importante labor realizada por la UNCTAD en relación con el análisis de las repercusiones de la crisis financiera, particularmente en el comercio y el desarrollo, en el cual los problemas del desempleo tenían un carácter predominante. La OMC había llevado a cabo también una labor útil con respecto a los efectos de la crisis financiera en las tasas de crecimiento en varios países. Los análisis mostraban que incluso en los países que conservaban sus bases económicas, la economía se veía seriamente afectada por la situación del comercio y la disminución del crecimiento en todo el mundo. Apreciaba la asistencia prestada por la OIT a ese respecto, así como la futura labor que llevaría a cabo, y destacó en particular la importancia que tenía la promoción del empleo en los objetivos estratégicos y los programas InFocus reseñados en las propuestas de presupuesto. Las repercusiones de la crisis de los mercados financieros había sido uno de los puntos más importantes del orden del día de la Novena Cumbre del Grupo de los 15, celebrada en Jamaica en febrero de 1999. El Comuniqué adoptado por los representantes del G15 había puesto especial énfasis en la labor de la OIT y el papel central que ésta debería desempeñar para impulsar el lanzamiento de una estrategia global de empleo, que él, como Presidente, había comunicado al anterior y al actual Director General de la OIT. En sus conclusiones acerca de la función de la OIT, el Grupo de los 15 exhortaba a la OIT a que propusiera una estrategia global de empleo a largo plazo tanto al Consejo de Administración como a la Conferencia Internacional del Trabajo en la reunión del mes de junio. Esa estrategia debería tener por finalidad estimular la creación de empleo en todos los países en desarrollo. El consenso que había en la OIT sobre el énfasis que debía ponerse en los objetivos en materia de empleo se derivaba del hecho de reconocer, que, además de representar pérdidas desde el punto de vista económico, el desempleo daba lugar a una degradación social, problemas de salud, disturbios sociales, pérdida de la autoestima, inseguridad y resistencia a los cambios tecnológicos, entre otras repercusiones negativas. La estrategia en materia de empleo se fundaría en la adopción y aplicación de una serie de medidas: la Declaración y el Programa de Acción adoptados por la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, en los que se señalaban las necesidades de los países en desarrollo con relación a la educación, la formación profesional y técnica, y la movilización de recursos para el desarrollo económico; los niveles de asistencia oficial para el desarrollo acordados internacionalmente; el doble objetivo de obtener fondos para el desarrollo social y el alivio de la carga de la deuda externa; la movilización de recursos presupuestarios y extrapresupuestarios por parte de la OIT, y las estrategias para promover el empleo independiente y el espíritu empresarial, así como el fortalecimiento de las microempresas, y las pequeñas y medianas empresas, ya que éstas generan la mayor parte del empleo tanto en el sector estructurado como en el sector no estructurado de las economías de los países en desarrollo.
123. El representante del Gobierno de Eslovaquia agradeció a la OIT por su efectiva y eficaz ayuda para abordar los problemas de desempleo en Eslovaquia y los países vecinos, tal como se menciona en el párrafo 29 del documento. La tasa de desempleo seguía siendo muy alta en Eslovaquia, alrededor del 16,5 por ciento, y los nuevos programas que habrían de aplicarse en virtud del objetivo estratégico núm. 2 serían sumamente apreciados, particularmente el apoyo para impulsar el desarrollo de las empresas. Su Gobierno alentaría a la OIT a que prosiguiese su labor organizando intercambios entre países que tienen experiencia e información acerca de cómo abordar este problema, así como actividades para mejorar el empleo en el sector no estructurado e incrementar las oportunidades de empleo para los jóvenes trabajadores y los trabajadores con discapacidad.
124. El representante del Gobierno de Malasia elogió a la Oficina por los esfuerzos que había desplegado. Los limitados recursos de la OIT se habían repartido entre muchas esferas de acción y países, pero la supervisión y evaluación de esas actividades, funciones a las que se hacía referencia en la sección V del documento, eran al parecer insuficientes. Este aspecto era importante para garantizar que la forma en que la Oficina utilizaba sus recursos tuviera un efecto multiplicador que vaya más allá del objetivo inicial. Solicitó que se pusiera a disposición de los mandantes informes relativos a la evaluación de los efectos. La amplia difusión de esos informes entre los países que se enfrentan con problemas similares en la región podía ser un aspecto importante de un enfoque previsor para evitar que se repitan esos problemas.
125. El representante del Gobierno de Italia dijo que apreciaba en particular la reseña de los principales elementos de la respuesta de la OIT que se hacía en el párrafo 16 del documento. En períodos de crisis, las funciones de la OIT en los ámbitos de la investigación, la información y la asistencia técnica pasaban al primer plano. Era evidente que las crisis podían ser de distinta índole según el lugar donde se produjeran. Dada la interdependencia económica que había entre los países, era obvio también que las repercusiones de una crisis, dondequiera que ésta se origine, podían afectar a muchos otros países. Aprobó la conclusión del Director General con respecto a la necesidad de una capacidad de intervención rápida; aunque se planteaba muchas preguntas con respecto a cómo se organizaría y de qué forma se aplicaría, estaba de acuerdo con la introducción de ese concepto. Era particularmente importante centrarse en la prevención mediante la formación profesional, el establecimiento de sistemas de protección social y de mecanismos de diálogo tripartito que pudiesen activarse al estallar una crisis. En respuesta a algunas de las preguntas planteadas por el Sr. Sengenberger, hizo notar la limitación de los recursos disponibles y señaló que era imposible abarcar todos los aspectos de la crisis. La OIT debía ceñirse a sus funciones y su cometido reconocidos universalmente. La coordinación con el PNUD y las instituciones financieras internacionales era sumamente importante a fin de que la OIT pudiese concentrarse en los problemas sociales. Sería más apropiado aplicar medidas intensivas: la OIT debería intervenir en particular allí donde la situación fuese más crítica. También podía ser eficaz la adopción de una serie de medidas de política. Era importante asimismo preservar el papel fundamental que desempeñaban los interlocutores sociales, tal como se indicaba en el párrafo 96.
126. El representante del Gobierno de Pakistán dijo que apreciaba en particular la función de la OIT en el ámbito de la creación de empleo, especialmente para los jóvenes. El objetivo estratégico en el cual se debería hacer más hincapié era el relativo al empleo. Esto no significaba que los otros objetivos tuvieran que descuidarse. En los países en desarrollo, la plena utilización de los recursos humanos en actividades de producción remunerativas constituía la clave para el desarrollo. El Gobierno de Pakistán había dado pasos muy importantes en esferas de acción que impulsaba la OIT. La asistencia proporcionada por el Sr. Sengenberger y por el Director General de la Oficina de la OIT en Islamabad habían contribuido en gran medida a emprender esa labor. No obstante, se necesitaba una colaboración aún más estrecha mediante la política de asociación activa y medidas concretas de asistencia en el marco de estos programas de notoria y vital importancia. Se había creado una serie de centros de capacitación y formación profesional con el impulso del Gobierno federal, los gobiernos provinciales e incluso empleadores de todo Pakistán. La OIT debería ayudar a trazar una variedad aún mayor de proyectos que puedan llevarse a cabo con resultados provechosos para quienes los emprendan. También debería guiar a las instituciones de crédito locales con respecto a los límites para la financiación de diversos tipos de proyectos o industrias en ámbitos específicos. Estos problemas deberían tenerse en cuenta en los programas de la OIT destinados a promover el desarrollo empresarial y el empleo independiente, a fin de evitar las inversiones que no sean rentables. Asimismo, la OIT debería contribuir a establecer canales de comercialización para los productos que se producen en este sector. Solicitó también ayuda adicional de la Oficina para evaluar las posibilidades de utilización de las técnicas basadas en el empleo en los vastos programas de construcción de carreteras en Pakistán.
127. El representante del Gobierno de la República de Corea dijo que la actual crisis probaba la necesidad de que las políticas y objetivos de carácter económico sean concomitantes con los de carácter social. Los esfuerzos internacionales eran esenciales para contener la actual crisis financiera, la cual planteaba serios problemas a la comunidad mundial. Se debería poner énfasis especialmente en determinar qué actividades pueden emprenderse o facilitarse en el plano regional a fin de impulsar un debate en profundidad sobre las dificultades que encuentra cada país o región en el proceso de aplicación de las políticas de empleo.
128. El representante del Gobierno de Swazilandia acogió con beneplácito las nuevas iniciativas de la OIT encaminadas a fortalecer la protección social en el Africa subsahariana. Todos los países de la región estaban esperando esto y los aumentos del presupuesto. Si bien se estaban abordando los objetivos de la mitigación de la pobreza y de la generación de empleo, no podía descuidarse la cuestión de la justicia social en espera de que se resolvieran estos problemas. Había llegado el momento de hacer extensivos los sistemas de protección social a todos aquellos que se encontraban en el sector estructurado y no estructurado o que tenían un empleo ocasional o estacional como reconocimiento de los derechos fundamentales de los trabajadores y de conformidad con la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Se apoyaba firmemente el programa especial de la OIT sobre Estrategias y Técnicas contra la Exclusión Social y la Pobreza (STEP). Se esperaba que la Oficina y su personal sobre el terreno movilizarían pronto los recursos necesarios para hacer frente a este problema. La creación de empleo era indispensable para resolver los problemas sociales de Africa y el desarrollo social, y se consideraba fundamental para mitigar la pobreza y reducir al mismo tiempo el trabajo infantil. Su potencial para reducir las enfermedades y contribuir a mejorar la salud era enorme. Era obvia su contribución a la disminución de la delincuencia y del uso indebido de drogas. Instó a los Miembros a que no olvidaran que la era del régimen colonial era cosa del pasado así como el lenguaje utilizado por la administración colonial. Los países africanos eran ahora socios y cooperaban como países en desarrollo y como países desarrollados: el término «subdesarrollado» no reflejaba la realidad ni la naturaleza dinámica de sus esfuerzos en pro del desarrollo, y tendía a distanciar las buenas relaciones entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
129. El Sr. Arbeloa (miembro empleador) dijo que entre los problemas importantes a los que tenían que hacer frente los países en las Américas se encontraba la carga de la deuda externa. Además de los problemas en los ámbitos del empleo y de la pobreza, este problema representaba un importante peligro para las democracias incipientes. Se deberían tratar estos problemas de forma inmediata y realista. No se encontrarían soluciones nuevas mediante la adopción de nuevas normas o de sistemas de seguridad social que no habían obtenido buenos resultados en otros países. Algunos problemas tales como los relativos al género y el trabajo infantil no tenían tanta importancia en los países de la región. Era importante apoyar la aplicación de los derechos fundamentales y garantizar el diálogo social y el tripartismo. Los equipos multidisciplinarios deberían proporcionar asistencia técnica y formación para garantizar la creación de empleo y una mayor flexibilidad del empleo. Instó a que se promovieran las pequeñas y medianas empresas como fuentes de empleo para los trabajadores calificados y no calificados.
130. La representante del Gobierno del Japón elogió el documento de la Oficina. En la OIT había dos importantes funciones que desempeñar: la promoción del empleo y la actividad normativa. Era muy útil analizar esto en el contexto de una crisis económica. El capítulo IV del documento de la Oficina, que describía la asistencia técnica prestada y el asesoramiento que se había proporcionado en la formulación de políticas, era especialmente interesante. El capítulo III (párrafo 16) era muy importante, y el cuarto punto sangrado se refería a la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y a la Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social. El párrafo describía los esfuerzos por fomentar el apoyo a un sistema de comercio mundial abierto mediante la eliminación de la amenaza de «dumping social». Estas Declaraciones tenían por objetivo promover los principios de la OIT que se habían establecido sobre la base de un consenso entre los mandantes de la OIT. Cualquier declaración que los vincule a cuestiones comerciales podría dar lugar a una discusión innecesaria y por consiguiente sería inadecuado. El capítulo VI podía contar con el apoyo de todos, pero era necesario añadir un punto sobre la investigación y el análisis llevados a cabo en la OIT. La OIT y otras organizaciones ya habían realizado estudios sobre las consecuencias y causas de las crisis económicas. Ahora se precisarían análisis y estudios de investigación enfocados al futuro. Era necesario llevar a cabo dos tipos de análisis. En primer lugar, los países afectados por las crisis económicas habían adoptado políticas socioeconómicas que la OIT tenía que evaluar. En segundo lugar, muchos de estos países habían iniciado ahora el proceso de recuperación, durante el cual los gobiernos deberían adoptar una serie de medidas destinadas a la recuperación social y del mercado de trabajo. Los estudios deberían centrarse en lo que la OIT podía hacer en esta fase del proceso.
131. El representante del Gobierno de los Estados Unidos expuso brevemente las prioridades de su Gobierno en este período muy crítico de la economía mundial:
Agregó que los Estados Unidos habían destinado 17.900 millones de dólares suplementarios para financiar al FMI. Coincidió con el párrafo 103 del documento de la Oficina en el que se subrayaba que el progreso hacia la justicia social, la libertad y la seguridad no podía garantizarse de manera apropiada sobre una base sostenible sin un crecimiento y una recuperación económica. Se mostró decepcionado por la tendencia de la Oficina de describir las actividades de la OIT en materia de política sin examinar posteriormente sus efectos o sus resultados. Solicitó más informaciones sobre los efectos concretos de los programas de la OIT.
132. El representante del Gobierno de la India apoyó las opiniones expresadas por el representante del Gobierno de Egipto en nombre del Grupo de los 15 y apoyó la propuesta según la cual la OIT, en el marco de su mandato, debería elaborar una estrategia general de empleo. Con el fin de llevar a cabo esta estrategia, la OIT debería realizar estudios y preparar documentación para facilitar la discusión en el Consejo de Administración y en la Conferencia Internacional del Trabajo, así como promover programas y políticas adecuados. El orador apoyó la participación de la OIT en la promoción de la causa de los trabajadores a domicilio en la India. Agregó que esperaba que prosiguiera esa provechosa cooperación para este importante sector de la mano de obra no sindicada. Era necesario que la OIT continuara dialogando estrechamente con las instituciones de Bretton Woods, no sólo con el objeto de prevenir las crisis, sino también a fin de promover un mayor reconocimiento de sus preocupaciones en materia de diseño de políticas para generar empleos.
133. La representante del Gobierno de Canadá tomó nota con satisfacción de los esfuerzos realizados para dar cuenta del impacto en las cuestiones de género de las consecuencias sociales de la crisis. Durante la discusión sobre las propuestas de Programa y Presupuesto, su delegación había apoyado la propuesta para dotar a la OIT de la capacidad de responder rápidamente a situaciones de crisis similares. Sin embargo, en respuesta a una de las cuestiones planteadas por el Sr. Sengenberger, estimó que los programas de carácter preventivo que la OIT estaba llevando a cabo deberían ser prioritarios para la Organización. Se podían determinar varios elementos esenciales para el éxito de las actividades futuras de la OIT: la OIT debería permanecer centrada en actividades que complementen los objetivos estratégicos; debería dialogar con los interlocutores sociales; debería supervisar y evaluar el efecto de los servicios brindados; debería colaborar con las instituciones financieras internacionales y los demás organismos de las Naciones Unidas; y debería asignar recursos adecuados a esas tareas a fin de desarrollar la capacidad técnica e institucional necesaria para realizarlas.
Ginebra, 22 de marzo de 1999.
(Firmado) R.I.P. Sarmiento,
Presidenta.
Punto que requiere decisión:
párrafo 61.
1. Documentos GB.274/ESP/1, considerado «documento de apoyo», y GB.273/ESP/3, pospuesto desde la 273.ª reunión (noviembre de 1998), considerado «documento principal».
2. Documento GB.274/ESP/2.
3. Documentos GB.273/ESP/7 y GB.274/ESP/3.
4. http://www.ilo.org/public/english/60empfor/polemp/youth/index.htm.
5. Documento GB.274/ESP/5.
6. Documento GB.274/ESP/4.
7. Documento GB.274/4/2.