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GB.276/9/3
276.a reunión
Ginebra, noviembre de 1999


NOVENO PUNTO DEL ORDEN DEL DIA

Tercer informe de la Comisión de Programa,
Presupuesto y Administración

Indice

Propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001

1. Discusión general

2. Los programas técnicos

3. Gobernación, apoyo y gestión

4. Desarrollo ulterior de la formulación estratégica del presupuesto

Anexo I: Propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001: Aprobación del presupuesto detallado y desarrollo ulterior de la formulación estratégica del presupuesto

Anexo II: Presupuesto operativo por partidas de gastos para 2000-01

Anexo III: Disposiciones para la planificación, supervisión y presentación de informes


1. La Comisión de Programa, Presupuesto y Administración del Consejo de Administración se reunió los días 9 y 10 de noviembre de 1999 bajo la Presidencia del Sr. J. J. Elmiger, Presidente del Consejo de Administración. El Sr. Blondel (portavoz trabajador) fue el Ponente.

Propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001
(noveno punto del orden del día)

2. La Comisión tuvo ante sí el volumen 3 de las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001 presentadas por el Director General(1): aprobación del presupuesto detallado y desarrollo ulterior de la formulación estratégica del presupuesto, así como el addéndum 1(2): Recursos y actividades propuestos para las cuestiones referentes a la igualdad entre los sexos, y addéndum 2(3): Estimación de los gastos de cooperación técnica financiados con fondos extrapresupuestarios, 2000-2001.

3. El debate de la Comisión se abrió con una declaración del Director General que se reproduce en el anexo I.

4. El Presidente agradeció al Director General su declaración y advirtió que los miembros podrían disponer más adelante de copias escritas del mismo. A continuación llamó la atención sobre el documento GB.276/PFA/9/D.1, en el que se proponía una estructura para el debate relacionado con este punto, y la Comisión confirmó su acuerdo con las propuestas.

5. Antes de que se iniciara la discusión, el Presidente también deseó que figurara en acta su agradecimiento por los esfuerzos realizados, no sólo por el Director General, sino también por el personal de la Oficina, así como por la gran calidad de los documentos presentados a la Comisión, que resultaban mucho más comprensibles y legibles que en el pasado, y que en breve serían objeto de una discusión detallada.

1. Discusión general

6. El Sr. Marshall, en nombre de los miembros empleadores, dio las gracias al Director General por su declaración y por el enfoque innovador y progresista aplicado a las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. Los empleadores manifestaron su disposición al diálogo constructivo con la Oficina mientras continuaran las labores relativas a las actividades inmediatas, así como sobre las cuestiones estratégicas a más largo plazo. La elevada calidad del documento era el resultado de una combinación de esfuerzos destinada a garantizar que la OIT se convirtiera en una organización dinámica, que respondiera a las necesidades de sus mandantes y que ocupara el lugar que le correspondía legítimamente junto a otras importantes organizaciones que abordaban el desarrollo social y económico en todo el mundo.

7. Los empleadores reconocieron la presión ejercida sobre el Director General y su personal para aplicar un nuevo enfoque en el proceso presupuestario. No sólo se caracterizaba el presupuesto por un nuevo enfoque estratégico, sino que se había desarrollado una nueva cultura dentro de la Oficina, se habían establecido nuevas relaciones entre el Director General y el Consejo de Administración, se había revisado el marco normativo dentro de la Organización, y se habían creado nuevos procesos y procedimientos. Para mantener su pertinencia en el mundo actual, las organizaciones como la OIT debían mejorar continuamente encabezando el cambio y adaptándose al mismo sin poner en peligro los valores y principios fundamentales. La OIT había escogido la vía adecuada, pero no había lugar para la satisfacción. El Consejo de Administración debía abandonar su tradicional implicación en detalles legales ínfimos y permitir al Director General llevar a cabo su gestión con arreglo a la política fijada por los mandantes y a los mecanismos de asignación de la responsabilidad establecidos por el Consejo de Administración. Dichos mecanismos deberían ser lo suficientemente flexibles como para permitir cambiar las asignaciones de recursos con arreglo a la experiencia práctica y para garantizar el logro de las metas fijadas.

8. Otra importante cuestión de principios era la relacionada con la formulación de objetivos estratégicos en el plano de la organización. En esta ocasión, la Oficina había propuesto, y los mandantes habían aprobado, los cuatro objetivos a los que se hacía referencia oficiosamente como los «cuatro pilares», que constituían el marco adecuado en torno al que debían configurarse el Programa y Presupuesto en esta ocasión. Pero para que el enfoque de la OIT fuera realmente estratégico y respondiera a los deseos de los miembros, la Organización debía seguir replanteándose sus estructuras, su misión y sus objetivos a través de una discusión con los mandantes que se mantuviera a lo largo del ciclo quinquenal de planificación. En un sentido práctico, era esencial que los cuatro pilares no pudieran adquirir una identidad independiente, y el Director General se había protegido de tal eventualidad mediante una cuidadosa asignación de las responsabilidades de gestión.

9. Los miembros empleadores acogían con agrado que el Director General hubiera destacado la importancia de la relación entre Ginebra y las regiones. Las regiones individuales tendrían, como era lógico, sus propias prioridades, pero ello no significaba que se les debiera permitir formular sus propios planes estratégicos. Las regiones no eran órganos independientes, sino que formaban parte de un todo y debían prestar servicios que supusieran un valor añadido y esforzarse por lograr los objetivos globales de la OIT en materia de organización. La descentralización de los sistemas y de los recursos para lograr mecanismos de ejecución eficientes y eficaces era un concepto válido; no existía conflicto entre la descentralización de los servicios y el requisito de ser coherente en la dirección política. Los empleadores acogían con agrado la propuesta de revisión de las actividades y estructuras regionales.

10. La Oficina había emprendido una labor considerable desde la última reunión, y la revisión de las propuestas en el plano departamental era una iniciativa que presentaba la mayor utilidad. La prestación de servicios comunes en el plano sectorial había permitido lograr ahorros. Este tipo de enfoque era importante para crear recursos adicionales en un entorno de crecimiento cero. Los miembros empleadores coincidían con el Director General en que la determinación de puntos de referencia para los indicadores y objetivos no era una tarea fácil, requiriendo un enfoque completamente distinto que ponía el énfasis en el control de los logros productos más que el de los insumos. Los miembros empleadores estarían dispuestos a participar en discusiones relativas a la manera en que podría formularse esta metodología. El punto de partida debía ser el diseño de unos procesos de evaluación adecuados, unas estructuras de gobierno pertinentes y unos mecanismos de presentación de informes claros. En efecto, la capacidad del Director General para gestionar de manera flexible dependería en primer lugar de que se hiciera adecuadamente este trabajo. Existía un paralelismo en este caso: flexibilidad mediante la autoridad delegada, y responsabilidad a través de la transparencia.

11. Los miembros empleadores creían que la tarea de la Oficina resultaría más fácil si se creaba un pequeño grupo de trabajo tripartito que colaborara con la Oficina en estas áreas que habían de desarrollarse de aquí a la próxima reunión del Consejo de Administración. Se habían tomado la libertad de distribuir un breve documento en que se explicaba la propuesta. No se pretendía en modo alguno que el grupo de trabajo asumiera responsabilidades de gestión: su papel sería el de contribuir a desarrollar nuevos sistemas, y se disolvería una vez que hubieran entrado en vigor. Era difícil ver de qué otro modo podrían ponerse en funcionamiento nuevos sistemas el próximo año, y la OIT no podía permitirse mucho retraso. El grupo de trabajo y la Oficina no solaparían sus responsabilidades, puesto que el grupo se limitaría a examinar las cuestiones, investigar las opciones e informar a la Comisión para la adopción de decisiones. El grupo de trabajo tal vez pudiera estar integrado por seis representantes gubernamentales, tres de los empleadores y tres de los trabajadores. Otros miembros podrían estar presentes en calidad de observadores pero, para ser eficaz, el grupo de trabajo debería consistir en un número reducido de integrantes. El orador recomendó a los demás miembros que examinaran detenidamente esta sugerencia.

12. El Sr. Blondel, en nombre de los miembros trabajadores, comenzó recordando que en el pasado mes de junio, con ocasión de la adopción por la Conferencia de las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, el Director General había prometido iniciar un proceso de consultas con el fin de poder presentar a la presente reunión del Consejo de Administración informaciones financieras en el plano de los programas. Indicó a continuación que, en lo que hacía a los empleadores y a los trabajadores, dichas consultas tuvieron lugar los días 10 de septiembre y 5 de octubre. El orador se felicitó porque, al elaborar el documento, el Director General había tomado en consideración varias de las propuestas que se le presentaron. Se preguntó si esta práctica no se solapaba con la propuesta del Sr. Marshall. Las consultas oficiosas permitían conservar un vínculo directo con el Director General en relación con las cuestiones presupuestarias, y podían renovarse según las necesidades. Se prefería esta fórmula a la que consistiría en crear un grupo de trabajo que fuera una subestructura de la Comisión. Los trabajadores habían expresado reservas ante la idea de una estructura de este tipo asistida por personas ajenas al Consejo de Administración y a la Comisión. Los trabajadores se habían mostrado satisfechos con el actual proceso de consultas. En lo que se refería a las informaciones acerca del presupuesto operativo, los trabajadores se habían declarado satisfechos por la disminución de 1.988.478 dólares en la partida correspondiente a los órganos rectores, de 1.408.763 dólares en la partida correspondiente a los servicios de apoyo y de 1.760.594 dólares en lo que atañe a los servicios de gestión. Se congratularon de que ello hubiera permitido un aumento de los programas regionales y un incremento de 4.357.835 dólares para los programas técnicos. No obstante, los trabajadores consideraban que estos incrementos aún eran insuficientes. El orador también se felicitó por la nueva presentación del presupuesto y concretamente por el carácter innovador de su concepción y de sus objetivos estratégicos. Por todo ello, expresó su felicitación al Director General y a sus colaboradores. Puesto que el Grupo de los Trabajadores ya había formulado durante el pasado mes de marzo comentarios detallados sobre las presentes propuestas de Programa y Presupuesto, se limitarían en esta ocasión a realizar algunos comentarios de carácter general y específicos. En el mes de junio se había producido una reorganización interna que desembocó en la creación de los sectores correspondientes a los objetivos estratégicos y a los ocho programas InFocus. Posteriormente, el Director General anunció nombramientos y ascensos que entraron en vigor el 1.º de octubre; salvo en algunos casos, todos estos nombramientos se referían a personal de la sede. El Grupo de los Trabajadores deseaba saber si se tenía pensado realizar un ejercicio de este tipo para el personal del terreno, y si se había previsto una reestructuración de las oficinas regionales, de las oficinas de zona y de los equipos multidisciplinarios. Además, al referirse a una sugerencia que había formulado anteriormente respecto de la utilización de los excedentes presupuestarios, el orador subrayó que no estaba prevista en el presupuesto la renovación de los equipos informáticos; indicó que se trataba de una cuestión prioritaria, y que la Oficina debía considerarla seriamente. Quizás fuera el momento de crear el fondo de inversión cuyo estudio había solicitado la Comisión. Los trabajadores constataban asimismo que no figuraba entre las propuestas el proyecto de guardería del que la Comisión había discutido largamente en noviembre y en marzo. También observaban que los recursos destinados al diálogo social habían disminuido en cerca de un millón de dólares. Según la Oficina, esta disminución se debía a los ahorros realizados en concepto de gastos de participación en reuniones sectoriales y de racionalización de las estructuras de gestión. En consecuencia, los trabajadores confiaban en que las actividades sectoriales, y en especial las actividades de seguimiento, no se verían afectadas por la disminución de los recursos. Por último, los trabajadores afirmaron su compromiso con las medidas preconizadas en el capítulo 5 relativas al control, la presentación de informes y la evaluación. A este respecto, daban su aprobación al calendario de los informes al Consejo de Administración tal y como se proponía en el párrafo 158. Volviendo a referirse a una declaración realizada en la sesión de la mañana, el Sr. Blondel subrayó una vez más que era importante que la OIT se ocupara de las cuestiones del medio ambiente de trabajo. Afirmó que el cambio climático y las medidas preconizadas para reducir las emisiones de gas carbónico tendrían repercusiones sobre el empleo y las condiciones de trabajo. En consecuencia, era importante encontrar los recursos que permitieran abordar estas cuestiones y confiar la responsabilidad de las mismas a un departamento técnico. Al referirse a la propuesta del Sr. Marshall relativa a la creación de un grupo de trabajo, el orador declaró que el Grupo de los Trabajadores había constatado lo siguiente: a cada uno de los cuatro objetivos (empleo, normas y derechos fundamentales, diálogo social y protección social) correspondía más o menos una comisión del Consejo de Administración. Así, al objetivo del empleo correspondía la Comisión de Empleo y Política Social. La que correspondía casi naturalmente al objetivo de las normas y de los principios y derechos fundamentales en el trabajo era la Comisión de Cuestiones Jurídicas y Normas Internacionales del Trabajo. Podría pues tratarse de establecer tales correspondencias entre los objetivos estratégicos y las estructuras internas del Consejo de Administración. Sin embargo, en lo que se refería a los objetivos del diálogo social y de la protección social, parecía algo más difícil establecer una correspondencia con alguna de las comisiones existentes. Las correspondencias sólo ofrecían una satisfacción parcial y se correría el riesgo de causar confusión. El Grupo de los Trabajadores había expresado el deseo de discutir de esto con más detalle, y sugería al Director General que incluyera esta cuestión en el orden del día y que preparara un pequeño estudio acerca de la utilidad de un enfoque de este tipo. Por último, el orador indicó que los trabajadores aprobaban los párrafos 166 y 167.

13. El representante del Gobierno del Canadá, hablando en nombre de los miembros PIEM, dio las gracias al Director General por su presentación y expresó su agradecimiento por las amplias consultas que tuvieron lugar con el Grupo para la preparación de este documento.

14. Los miembros PIEM acogieron con agrado el nuevo documento y felicitaron al Director General y a su equipo por la labor realizada en menos de un año para presentar una nueva estructura de Programa y Presupuesto y de dirección, nuevos procesos de planificación y desarrollo para la fijación de objetivos y de indicadores de logros, por el enfoque y la dirección más precisos que se aplicaban a las actividades de la OIT tanto en la sede como en las oficinas exteriores, y por el documento breve y legible sometido al Consejo de Administración para poder entender y evaluar las propuestas.

15. El volumen 3 constituía un excelente primer paso para concretar en términos estratégicos y prácticos la Memoria del Director General titulada Trabajo Decente. En particular, los miembros PIEM destacaban una serie de avances que resultaba especialmente útiles. En primer lugar, la mayor claridad en cuanto a la definición y la estructura jerárquica de los objetivos estratégicos, los objetivos operativos, los indicadores de logros y las metas. En segundo lugar la definición de programas InFocus indicando objetivos, metas, estrategias y logros o actividades. En tercer lugar, la información financiera adicional sobre las asignaciones estratégicas y prácticas de recursos, las partidas presupuestarias y las partidas de gastos, la dotación de personal y los cuadros sobre las asignaciones de recursos por regiones con arreglo a los objetivos estratégicos.

16. El grupo PIEM expresó su apoyo a los cambios de la asignación de recursos, dentro de un presupuesto con crecimiento nominal cero, que se describía en el párrafo 17, y observaron con interés que más de la mitad de estas reasignaciones se derivaban de ahorros de gastos fijos. La reasignación se ajustaba a las prioridades expresadas por los PIEM en declaraciones anteriores, y en particular la asignación de recursos adicionales para el seguimiento de la Declaración, el trabajo infantil, la igualdad de género, el análisis macroeconómico y político, el reforzamiento de las actividades de difusión y de relaciones externas, y los programas InFocus.

17. Tal y como señalaron el Director General y los portavoces de los dos grupos, el volumen 3 seguía siendo una labor en progresión, especialmente en el área de la definición de los objetivos, los indicadores y los resultados. Se trataba de un área difícil, pero que resultaba esencial para una visión común de los objetivos operativos y para un acuerdo común sobre los resultados esperados por los directores de programa, el Consejo de Administración, los mandantes y los destinatarios. Los PIEM agradecieron la libertad con que se discutieron estas cuestiones y problemas con su grupo durante las consultas relativas a la preparación del documento, incluyendo las implicaciones técnicas y financieras de la definición de referencias y de objetivos y la recopilación de información básica para fundamentarlos. Los PIEM se complacerían en trabajar con la Oficina en el posterior desarrollo práctico de estas áreas. A este respecto, los miembros PIEM pedían a la Oficina que aclarara en qué momento pondría a la disposición del Consejo de Administración la formulación ulterior de los indicadores y objetivos.

18. Podían formularse breves observaciones generales acerca de los programas técnicos, ya que los miembros harían uso de la palabra individualmente durante la discusión de los sectores específicos.

19. Los PIEM acogieron con agrado el aumento de los recursos destinados al Sector de normas y de principios y derechos fundamentales en el trabajo, y en particular el incremento de recursos del presupuesto ordinario para los programas InFocus sobre la Declaración y el trabajo infantil. También acogieron con agrado la reestructuración del Departamento de Normas Internacionales del Trabajo, para adaptarlo a los cuatro objetivos estratégicos y apoyar la revisión y modernización de las normas. Debían asignarse recursos suficientes a esta importante labor, a la que el grupo de los PIEM concedía un alto grado de prioridad. En consecuencia, el grupo acogió con agrado los comentarios del Director General en su presentación, cuando afirmó que se trataría de esta cuestión, y manifestó el apoyo sin reservas del grupo PIEM al Director General para seguir progresando en estos temas.

20. En el Sector de empleo, los PIEM acogían con agrado la claridad en la presentación de los objetivos operativos con indicadores de resultados y metas, al igual que la definición de objetivos, estrategias y productos para los tres programas InFocus de apoyo, así como el énfasis puesto en los grupos vulnerables y el sector no estructurado. El programa InFocus sobre respuesta a las crisis y reconstrucción era una iniciativa bienvenida y necesaria.

21. Los PIEM aplaudían el enfoque aplicado en el Sector de protección social para examinar cuestiones nuevas y emergentes en el contexto de la creciente inseguridad de los trabajadores como consecuencia de la flexibilidad del empleo y de los mercados de trabajo. Se trataba de una cuestión de gran importancia para varios países PIEM. Los PIEM también apoyaban la orientación dada a los programas a fin de ampliar la cobertura de la protección social a los grupos vulnerables incluso en el sector no estructurado, y señalaban la necesidad de esfuerzos de colaboración con el programa de empleo.

22. Los PIEM apoyaban los objetivos del Sector de diálogo social y el reconocimiento de las oportunidades para promover el diálogo con otros interlocutores en la sociedad civil, tal y como se describían en los párrafos 115 y 122, y que se ajustaban al enfoque aplicado en la Memoria Trabajo Decente. Los miembros PIEM aguardaban con interés el documento en el que se analizarían las actividades sectoriales, el cual había de presentarse a la próxima reunión del Consejo de Administración, según se indicaba en el párrafo 113, d). Esto era conveniente, habida cuenta del nuevo enfoque y orientación en relación con los cuatro objetivos estratégicos.

23. También podrían formularse breves observaciones sobre los programas transectoriales, cuestión que figura en la sección E del documento.

24. El grupo de los PIEM acogió favorablemente las propuestas de establecer relaciones de trabajo más estrechas con el Centro de Turín y con el Instituto Internacional de Estudios Laborales y de hacer una revisión de sus actividades para armonizarlas con los cuatro objetivos estratégicos. Los miembros consideraron que esas relaciones potenciarían la función que desempeñaban para contribuir al logro de las metas y los objetivos establecidos en el Programa y Presupuesto. El fortalecimiento de las funciones del Instituto en cuanto a la investigación, con la finalidad de promover el paradigma del trabajo decente y crear una estructura para la adopción de las decisiones económicas y sociales en la que se vincularan los cuatro objetivos estratégicos, era una labor fundamental para la elaboración del plan estratégico y las actividades técnicas de la OIT, si se deseaba profundizar en el examen de las cuestiones relacionadas con la mundialización.

25. El grupo de los PIEM acogió con sumo agrado la nueva estrategia coherente e integrada respecto de la igualdad entre los sexos. Esta estrategia demostraba el compromiso asumido por la OIT de promocionar esa cuestión en el mundo laboral, de conformidad con la prioridad máxima que le atribuyó la comunidad internacional en el decenio de 1990, particularmente en Viena, El Cairo, Copenhague y Beijing. Como parte de su mandato fundamental, la OIT debía ser el punto de referencia de la comunidad internacional en el establecimiento de políticas, modelos, prácticas óptimas y programas sobre la igualdad entre los sexos.

26. Los miembros del grupo de los PIEM acogieron favorablemente la creación de una Oficina de Igualdad de Género, que depende directamente del Director General, y de la nueva estrategia de incorporación del imperativo de la igualdad entre los sexos que permitirían asegurar que las cuestiones de género quedaran reflejadas en todos los programas de la OIT. El grupo tomó nota con satisfacción del considerable incremento de los recursos destinados a la Oficina, así como del hecho de que la cuestión del género estuviera incluida en los objetivos operativos y en las actividades de los sectores específicos. No obstante, la integración de las cuestiones de género por sí sola no bastaba y debería complementarse mediante intervenciones y programas especiales que deberían seguir recibiendo apoyo con los recursos adecuados.

27. A raíz de la estrategia de integración sería preciso estructurar un marco de gestión responsable para la cuestión de la igualdad entre los sexos en el que se expusieran claramente los objetivos, las metas y las responsabilidades de las empresas. Tendrían que elaborase bases de cálculo e indicadores a fin de evaluar los resultados, por ejemplo, número y cargo de los expertos en cuestiones de género, indicadores sobre las repercusiones, procesos de cooperación entre expertos, métodos para calcular la repercusión de estrategia de integración, así como actividades de formación y de apoyo para el personal de la OIT. Los miembros del grupo de los PIEM agradecieron de nuevo al Director General la información adicional facilitada en su introducción y esperaban con interés recibir el documento complementario al que había hecho referencia.

28. Por último, el grupo de los PIEM tomó nota con satisfacción de que la igualdad entre los sexos había quedado también patente en las nuevas promociones de la Oficina.

29. En cuanto al programa de estadísticas expuesto en el párrafo 130, el grupo de los PIEM acogió con satisfacción el plan de realizar un profundo análisis estratégico con objeto de configurar los elementos esenciales de una nueva estrategia estadística, a la luz de las nuevas necesidades y cuestiones que plantearán los programas InFocus que daban apoyo a los objetivos estratégicos. También era preciso disponer de datos para respaldar el análisis de las cuestiones candentes que debían abordarse en el marco del plan estratégico y de los programas técnicos.

30. El grupo de los PIEM reiteró su decidido apoyo a las actividades de cooperación técnica como elemento fundamental de la acción. Las nuevas directrices estratégicas basadas en la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y los cuatro objetivos estratégicos sentaban las bases de un programa centrado y coherente que recibió el apoyo tanto de la sede como del exterior. En la Comisión de Cooperación Técnica se había examinado anteriormente un plan de aplicación en el que se perfilaban las actividades previstas y los plazos para realizarlas. No obstante, el plan de aplicación debería quedar reflejado en el Programa y Presupuesto mediante una estructura de gestión responsable que previera objetivos, indicadores y recursos identificables que pudieran cuantificarse para demostrar el nivel total de actividades de cooperación técnica que realizaba la Organización, tanto en la sede como en el exterior. También debería elaborarse un plan de supervisión y evaluación para la cooperación técnica en el contexto del presupuesto del programa.

31. El grupo de los PIEM señaló además que era necesario lograr un enfoque integrado respecto de la formulación y financiación de los programas de asistencia técnica realizados con cargo a fondos ordinarios o extrapresupuestarios, incluida la presentación de recursos combinados para los programas InFocus. El grupo agradeció la información adicional facilitada por la Oficina en el documento GB.276/PFA/9 (Add.2), sin embargo, si se deseaba evaluar el realismo de las propuestas y el grado de movilización de recursos necesario, era preciso disponer de más información sobre los recursos disponibles (tanto ordinarios como extrapresupuestarios) para los programas InFocus, sobre la cantidad requerida para financiar totalmente los programas así como sobre las posibles fuentes de donantes. Los miembros del grupo de los PIEM agradecieron la indicación del Director General de que esta información se suministraría próximamente.

32. Refiriéndose a otro punto de integración, el grupo de los PIEM se mostró complacido con las medidas adoptadas para fomentar una mayor sinergia y coherencia entre la sede y el exterior, y esperaba con interés que se realizara la revisión de las estructuras exteriores a la luz de los cambios introducidos en el Programa y Presupuesto, así como la reestructuración de la sede en armonía con los cuatro objetivos estratégicos.

33. En cuanto a la sección IV titulada «Gobernación, apoyo y gestión», el grupo de los PIEM expresó su satisfacción porque el aumento de la eficacia en ese sector había hecho posible la reasignación de los programas técnicos y la declaración del Director General de que se esperaban nuevas economías y se estaban elaborando normas en materia de servicios. El grupo de los PIEM también valoró la estructuración del sector en función de objetivos, indicadores de logros, resultados y actividades, lo que permitía percibir con mayor claridad la contribución de las funciones de apoyo al logro de los objetivos estratégicos.

34. Los miembros del grupo de los PIEM apoyaron el desarrollo y la ejecución de una estrategia en materia de información y comunicaciones, que abarcara la difusión de material a partir de la amplia base de datos de la OIT, así como de su biblioteca, de sus publicaciones y de los sitios en Internet. Una parte fundamental de la estrategia debería ser la creación de un sitio de fácil utilización en la red de Internet para difundir información con eficacia, en particular información que permitiera el aprendizaje recíproco mediante el intercambio de experiencias y prácticas óptimas. El grupo estuvo de acuerdo en que se instara a producir menos publicaciones y material para los medios de comunicación sobre este tema, y a favorecer en cambio una mayor calidad.

35. Los miembros del grupo de los PIEM afirmaron que acogían con agrado el debate que se celebraría posteriormente en el seno de la Comisión sobre la nueva estrategia relativa al desarrollo de los recursos humanos. Puesto que era probable que la aplicación de la estrategia incluyera actividades de formación, el grupo deseaba saber qué recursos se asignaban actualmente a la formación y, de ser necesario, como se preveía atender las nuevas necesidades.

36. El grupo de los PIEM ya habían señalado antes que era necesario mejorar considerablemente los sistemas de contabilidad e información para respaldar las actividades de elaboración de informes que requería el presupuesto estratégico. El grupo había tomado nota del debate mantenido anteriormente y esperaba con interés que en marzo se presentara una propuesta concreta a fin de tomar una decisión y garantizar que no siguiera demorándose esta labor.

37. Los miembros del grupo de los PIEM convinieron en que el plan estratégico, las actividades eficaces de observación y presentación de información, y la evaluación, según se indicaba en la sección V, eran elementos fundamentales para la consolidación y el futuro desarrollo de la formulación estratégica del presupuesto. El plan estratégico permitiría comprender mejor las cuestiones básicas en las que se basaba la definición de los objetivos estratégicos así como su interrelación, y establecería un marco coherente para todos los medios de acción de la OIT, con inclusión de la formulación de normas, la investigación, la cooperación técnica, las reuniones sectoriales, las publicaciones y las asociaciones externas. El grupo esperaba con interés trabajar en marzo con la Oficina para elaborar este plan y el informe sobre los progresos logrados, y suponía además que entonces sería posible estudiar con mayor claridad el concepto, el contenido y el proceso de análisis y consultas previos a su formulación.

38. El grupo de los PIEM aceptaba la definición de «formulación estratégica del presupuesto» que figuraba en el párrafo 155, y acogió favorablemente y apoyó los importantes avances logrados en las actividades de observación y presentación de información que se exponían en los párrafos 156 a 160. No obstante, el grupo incluiría a la auditoría interna como fuente de información y como uno de los órganos encargados de la revisión. Para que los administradores de programas realizaran actividades sistemáticas de observación en función de cálculos objetivos de los resultados sería preciso disponer de nuevos sistemas de información y esto debería tenerse en cuenta al elaborar nuevos sistemas de contabilidad. Los informes presentados al Consejo de Administración deberían ser de carácter analítico y exponer los avances logrados en la consecución de objetivos, los problemas surgidos y los ajustes efectuados. En los informes debería figurar información tanto de carácter financiero como no financiero. En principio, el ciclo propuesto en el párrafo 158 les resultaba aceptable, incluso la sustitución del documento relativo a las consultas preliminares por un informe sobre los progresos logrados que se incluiría en el plan estratégico para el próximo mes de marzo.

39. El grupo de los PIEM deseaba además confirmar que se ultimaría el documento sobre el Programa y Presupuesto para 2002-2003 y que en él figurarían objetivos, indicadores, metas y cuadros financieros, es decir, que se dispondría de un volumen 3 acabado para mantener debates y formular recomendaciones a la Conferencia. Ese texto debería incluir asimismo una exposición integrada de los fondos ordinarios y extrapresupuestarios.

40. La evaluación formaba parte integrante del proceso de formulación estratégica del presupuesto, según se indicaba en el párrafo 163. El grupo de los PIEM valoraba la voluntad de sistematizar la evaluación de modo que se pudiera aprender constantemente de las actividades de los programas en curso o de los que había que realizar en el futuro. Era posible y conveniente recurrir a distintos métodos de evaluación, por ejemplo, auditorías internas, externas, independientes y autónomas. El elemento fundamental era el establecimiento de una estrategia global para la evaluación, a fin de garantizar que todos los programas y actividades fueran evaluados en plazos específicos, y sobre la base de criterios establecidos para determinar si seguían siendo eficaces y pertinentes. El plan bienal propuesto en el párrafo 164 debería formar parte de un enfoque a más largo plazo en el marco de objetivos y metodologías claramente definidos y con un procedimiento preciso de presentación de informes al Consejo de Administración, con objeto de proporcionar la información necesaria para tomar decisiones adecuadas sobre la continuación o la sustitución de programas o actividades. Este plan de evaluación a más largo plazo debería presentarse junto con el plan estratégico en la reunión que celebrará el Consejo de Administración en noviembre del año 2000.

41. Los miembros del grupo de los PIEM tomaron nota con interés de la propuesta presentada por los empleadores de que se estableciera un grupo de trabajo encargado de seguir estudiando las estructuras de apoyo necesarias para las operaciones estratégicas, no obstante, el grupo todavía no había tenido oportunidad de examinar la propuesta y expresaría su opinión ulteriormente durante los debates.

42. Los miembros del grupo de los PIEM manifestaron su pleno apoyo a los puntos que requerían decisión contenidos en los párrafos 166 y 167.

43. La representante del Gobierno del Japón, hablando en nombre de los miembros de Asia y el Pacífico, agradeció el excelente trabajo realizado por la Oficina para elaborar las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. En general, el grupo ya había apoyado los conceptos en los que se basaban los objetivos estratégicos y los programas InFocus en su declaración ante la última reunión del Consejo de Administración celebrada en marzo, no obstante, deseaba reiterar su firme apoyo a los programas destinados a la creación de empleo y la mitigación de la pobreza, a las cuestiones referentes al desarrollo, al sector no estructurado, a la microfinanciación, a las cuestiones de género, a generar una rápida capacidad de respuesta, en particular en relación con la crisis financiera, y, por último, a la capacidad analítica de la OIT. En principio todos esos elementos se habían concretado y desarrollado en el documento en curso de examen.

44. El grupo agradeció asimismo la alocución formulada por el Director General, pero consideraba que todavía quedaba mucho por hacer antes de lograr la plena aplicación del enfoque estratégico al Programa y Presupuesto. Cabía formular algunas observaciones más sobre varias cuestiones.

45. Examinemos en primer lugar la cuestión del empleo y la mitigación de la pobreza. A raíz de la crisis financiera en Asia, la OIT dedicó mayor atención a esas cuestiones, por lo que la reducción de los recursos destinados a programas en el sector del empleo ha suscitado cierta inquietud. Tras examinar atentamente las explicaciones de la Oficina, en particular las observaciones incluidas en el párrafo 18, los miembros todavía consideraban que la OIT debería atribuir la máxima prioridad a los programas destinados a potenciar el empleo y mitigar la pobreza, ya que era la Organización que estaba en mejores condiciones para hacerlo.

46. En segundo lugar, el grupo también atribuía gran importancia a los programas en el terreno para la región de Asia y el Pacífico y le preocupaba la reducción de los recursos asignados a esas actividades. Aparentemente, esto se debía principalmente a las variaciones de los tipos de cambio de las divisas, pero la Oficina debería asegurarse en el futuro de que a esta región se le asignaran más recursos para los programas en el terreno, sobre todo habida cuenta de la demanda de los servicios de la OIT.

47. En tercer lugar, el grupo siguió recalcando la necesidad de revisar el nivel de los costos administrativos y de gestión para reducirlos cuando fuera posible y de utilizar las sumas ahorradas en los programas sustantivos.

48. En cuarto lugar, los miembros estimaban que las actividades de supervisión, evaluación y medición de los resultados eran una manera positiva de empezar, pero que aún quedaba mucho más por hacer. Se trataba de herramientas fundamentales para el programa estratégico y para la formulación del presupuesto, y debían introducirse sin demora si se tenía la intención de llevar a cabo mediciones globales de los resultados y planes de evaluación en todos los campos de la labor de la OIT. Se agradecería mucho el envío de informaciones adicionales sobre este punto.

49. En quinto lugar, los progresos obtenidos con las decisiones estratégicas serían limitadas si en el futuro hubiera información insuficiente acerca del costo y de la eficacia de la labor de la OIT. La Oficina debería presentar propuestas para instalar nuevos sistemas de información, financiera y no financiera, a fin de sufragarlos con cargo a los excedentes actuales.

50. Por último, los miembros del grupo de Asia y el Pacífico reiteraron su apoyo al concepto de los programas InFocus. Eran indispensable contar con recursos extrapresupuestarios para estos programas, y los miembros de este grupo apreciaban la información adicional suministrada en el addéndum 2 del documento.

51. En general, el grupo de Asia y el Pacífico apreciaba los esfuerzos desplegados para integrar y proporcionar un marco común para distintos programas de erradicación del trabajo infantil a través del IPEC y le satisfacía observar que el IPEC recibiría fondos tanto de fuentes presupuestarias como extrapresupuestarias. Si bien el programa era supervisado muy de cerca por un Comité Directivo internacional, sería útil que se pudiera proporcionar con regularidad a la Comisión de Programa, Presupuesto y Administración información detallada sobre las actividades del IPEC. Los indicadores de los logros propuestos en el documento brindarían una información valiosa, pero el éxito del programa debería evaluarse básicamente de acuerdo con el número de niños apartados del trabajo y que han sido rehabilitados con éxito.

52. Podrían fomentarse los programas para la creación de empleos mediante iniciativas de microfinanciación y había que aplaudir a la OIT por los esfuerzos desplegados para conseguir este objetivo. Probablemente habría todavía más trabajo para estos programas en toda la región de Asia y el Pacífico durante el próximo bienio.

53. Los miembros del grupo de Asia y el Pacífico volvieron a expresar su agradecimiento al Director General y a la Oficina por el documento examinado en la Comisión, y esperaban que sus opiniones se tuvieran en cuenta al seguirse elaborando el concepto de presupuesto estratégico.

54. El representante del Gobierno de Francia felicitó al Director General y a la Oficina por la notable labor que llevaron a cabo para elaborar la nueva presentación del presupuesto y deseaba referirse a tres puntos.

55. En primer lugar, las contribuciones extrapresupuestarias. Si se deseaba presentar un presupuesto más integrado y global haría falta un enfoque estratégico y no un enfoque técnico para mantener todos los programas dentro de una misma perspectiva. Los Estados Miembros esperarían que las actividades de cooperación técnica de la OIT se concentraran en los objetivos prioritarios de la Organización y que no se dejaran sentir las preferencias o intereses de los donantes. Lo que la OIT necesitaba era una estrategia para movilizar recursos extrapresupuestarios, como lo propuso un orador anterior, para luego utilizarlos de acuerdo con las prioridades decididas por la OIT.

56. En segundo lugar, la prioridad de la protección social dentro del presupuesto global y como parte de los cuatro objetivos. Por muchas razones, la protección social era una de las prioridades de la OIT. A largo plazo, estaba relacionada con un segmento cada vez mayor de la población mundial, pero desde una perspectiva mucho más inmediata estaba relacionada con los países en desarrollo, en los cuales una gran proporción de la población no tenía ningún tipo de protección. La crisis del sudeste de Asia había cambiado la política del Banco Mundial en esta esfera y la OIT tenía mucho que ver en ello. En la reunión de 2001 de la Conferencia se incluiría una discusión sobre la protección social, pero ciertos aspectos del objetivo estratégico y del correspondiente programa InFocus parecían ya sea demasiado vagos o demasiado ambiciosos para los recursos disponibles. La Comisión debería resolver estos puntos con mucha antelación para garantizar una discusión productiva en la reunión de la Conferencia.

57. En tercer lugar, la propuesta formulada por el Grupo de los Empleadores para la creación de un grupo de trabajo destinado a preparar las estructuras de apoyo que apuntalen la metodología para la formulación de un presupuesto estratégico. Esta propuesta en principio parecía muy atractiva, pero gran parte de la labor que ha de llevar a cabo el grupo de trabajo también podría llevarse a cabo mediante una mejor cooperación entre el Consejo de Administración y el Director General. Antes de adoptar una decisión final habría que contestar muchas preguntas importantes, una de ellas, bastante importante, era si se estaba dando una tendencia a constituir grupos de trabajo cada vez que se abordaba un nuevo tema. Si todas las cuestiones se resolvían en grupos de trabajo especiales, la Comisión ya no podría seguir beneficiándose de una discusión vigorosa y exhaustiva. La Comisión debería contar con muchas oportunidades de examinar esta propuesta antes de adoptar una decisión.

58. El representante gubernamental de Argelia, hablando en nombre de los miembros de la región de Africa, manifestó su reconocimiento al Director General y al personal de la Oficina por la información contenida en los documentos preparados por ésta. Sin duda, el presente presupuesto constituía una base sólida para dar cumplimiento a los objetivos estratégicos de la OIT. Deseaban agradecer al Director General por la muy clara presentación de las propuestas sobre los programas técnicos y por las consultas emprendidas por el Director General a fin de entregar a los mandantes de la OIT detalles completos sobre la preparación del presupuesto estratégico. La celebración de consultas entre las partes iba a permitir reducir los márgenes de error y garantizaba el éxito de los programas de la OIT. Asimismo, se había introducido una nueva tecnología en el proceso de preparación presupuestaria, que daba una mayor prioridad a la realización de objetivos definidos de antemano, lo que obligaría a la Oficina a actuar con sumo cuidado a la hora de elegir los indicadores de avance.

59. Había otras materias que merecían algunos comentarios. El Programa y Presupuesto para 2000-2001 se había basado en el principio de crecimiento cero, al igual que los programas del bienio anterior. Sin embargo, este régimen era impracticable a mediano y largo plazo habida cuenta de las necesidades cada vez mayores en materia de cooperación técnica de los países en desarrollo.

60. Los Estados Miembros de Africa afirmaron una vez más su apoyo a los cuatro objetivos estratégicos en que se sustentaba el presupuesto estratégico, pero consideraban que había que dar una mayor importancia a los programas de generación de empleo y de mitigación de la pobreza. Consideraban alentador que se hubiera prestado una atención prioritaria a las actividades sobre el empleo, pues la supresión de estos programas de la OIT hubiera perjudicado a los países africanos. El programa Empleos para Africa había contribuido en especial a renovar la esperanza de los países africanos, pues tenía por objeto alentar las inversiones mediante la creación de puestos de trabajo. Este programa era un buen comienzo para ayudar a los países en mayores dificultades.

61. Con todo, a los Estados Miembros de Africa les preocupaba la práctica en vigor de utilizar recursos extrapresupuestarios para financiar programas que tenían carácter prioritario. Estos fondos no eran seguros, por lo que en adelante convendría financiar algunas actividades, y en especial los programas prioritarios, con recursos del presupuesto ordinario.

62. Los Estados Miembros de Africa también habían sido afectados gravemente por la epidemia de VIH-SIDA, no sólo debido al agotamiento de los recursos médicos que había implicado la lucha contra esta enfermedad, sino también a los graves trastornos provocados en los ámbitos del trabajo y la protección social. La OIT era probablemente el organismo más indicado para actuar por intermedio de sus programas de cooperación técnica y cooperar con las organizaciones nacionales en la lucha contra esta catastrófica enfermedad. Los Estados Miembros de Africa desearían que se dé un grado de prioridad mucho más alto a estas actividades en el marco de los programas de protección social.

63. Para terminar, el grupo africano quería manifestar su preocupación por el número importante de puestos vacantes que hay en las oficinas de la OIT de algunos países, lo que menoscaba la ejecución de los programas. Por otra parte, compartían el temor de que la propuesta hecha por los empleadores de constituir un grupo de trabajo tripartito que ayude a poner en práctica el nuevo Programa y Presupuesto redundase en una confusión de las funciones respectivas de la Oficina y el Consejo de Administración, confusión que había que evitar. Los Estados Miembros africanos manifestaron su pleno respaldo a los puntos que requerían decisión, contenidos en el documento de la Oficina.

64. El representante gubernamental de Alemania formuló algunos comentarios sobre la declaración del grupo PIEM. En particular, dijo que era tal vez poco afortunado que la calidad del texto del documento preparado por la Oficina no se hubiera reflejado en una calidad similar de las cifras entregadas. En su nueva presentación le parecían inadecuadas y consideraba que, a menos que se entregara una información mejorada al respecto, quizá sería mejor volver a utilizar la presentación anterior.

65. Definir indicadores y objetivos no era tarea fácil, pero le parecía que el enfoque aplicado por la Oficina carecía del rigor suficiente. El establecimiento de objetivos cuantitativos como los propuestos en materia de ratificación de convenios le recordaba el funcionamiento de las economías de planificación centralizada, en la medida en que no suponían necesariamente la realización de los objetivos subyacentes; metas como las relativas a los medios informativos, que figuraban en el cuadro 9, eran también vagas, porque los esfuerzos destinados a obtener una mayor publicidad podrían encubrir un rendimiento poco satisfactorio. Parecían asimismo imprecisos los objetivos en materia de ejecución de programas que, al parecer, podían darse por cumplidos con arreglo a la medición de insumos más que a la medición de los resultados. Había también, en principio, algunas discrepancias entre los datos de los gastos en concepto de cooperación técnica para 2000-2001 financiados con cargo a recursos extrapresupuestarios. En el addéndum 2 (documento GB.276/PFA/9 (Add.2)) se indicaba una estimación total de 215,6 millones de dólares, mientras que el total que se obtenía de los distintos cuadros del documento principal llegaba a 251,6 millones. Sería conveniente que se diera una explicación sobre esta diferencia.

66. Estuvo de acuerdo con las reservas manifestadas por los trabajadores y por el representante de Francia en lo relativo a la propuesta de los empleadores de constituir un grupo de trabajo que preste su ayuda y asesoramiento sobre la aplicación del Programa y Presupuesto para 2000-2001. En efecto, había que resolver muchas cuestiones antes de que tal grupo de trabajo llegara a iniciar sus actividades (su composición exacta, mandato, autoridad, calendario de trabajo, y por último pero no por ello menos importante, las disposiciones financieras para garantizar sus reuniones), en caso de que dicho grupo funcione al margen de las reuniones del Consejo de Administración.

67. El representante gubernamental de la Federación de Rusia manifestó su satisfacción por la nueva presentación de las propuestas del Programa y Presupuesto para 2000-2001. Desgraciadamente, la versión en algunos idiomas se había distribuido con retraso, por lo que pidió a la Oficina que busque la forma de mejorar los procedimiento pertinentes.

68. Estaba de acuerdo con mantener el régimen de crecimiento cero y consideraba muy atinado que se hubiera dado prioridad a los programas sobre normas internacionales del trabajo, creación de empleo y seguridad y salud en el trabajo. También merecían su pleno apoyo los procedimientos de control y presentación de informes sobre la aplicación del Programa y Presupuesto para 2000-2001, y consideraba que en el enfoque de la planificación estratégica había que dar una mayor prioridad al logro de resultados. Sin embargo, la presentación actual de las propuestas resultaba demasiado general si éstas no se leían conjuntamente con el volumen 2. La falta de datos detallados en el volumen 2 había privado a la Comisión de informaciones valiosas sobre las actividades de la OIT, lo que tendía a complicar el debate sobre el Programa y Presupuesto. En el futuro sería mejor que la Oficina entregara información mucho más pormenorizada en los documentos de Programa y Presupuesto.

69. Junto con la introducción del nuevo proceso de preparación estratégica del presupuesto y de descentralización de las funciones administrativas hacia las regiones, era también importante velar por que las responsabilidades y la rendición de cuentas por parte de los administradores de programa fuesen controladas y supervisadas de cerca. Por supuesto, los sistemas de control financiero actuales constituían el principal mecanismo de protección, pero seguían siendo posibles los abusos de autoridad delegada que, sin excepción, debían ser indicados al Consejo de Administración. De hecho, el conocimiento del texto completo de todos los informes de auditoría interna permitiría que el Consejo de Administración ejerciera una función más importante en cuestiones de gestión.

70. El representante Gubernamental de Suiza manifestó su satisfacción por el documento presentado a la Comisión, la tercera entrega de la serie con las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. A su juicio, el volumen 3 era claro y de fácil lectura, y debía servir de ejemplo para los documentos futuros. También comentó elogiosamente la declaración hecha por el Director General ante la Comisión el día anterior, y manifestó su pleno apoyo a la declaración de la representante canadiense en nombre del grupo PIEM.

71. Como era sabido, el examen de las propuestas de Programa y Presupuesto para el bienio 2000-2001 tenía carácter excepcional, pues en adelante la Comisión iba a aplicar nuevamente el procedimiento normal descrito en el párrafo 158 del documento preparado por la Oficina. Por otra parte, no convenía que la Comisión volviese a analizar una documentación voluminosa y a entablar discusiones extremadamente detalladas, como había sido la práctica de los bienios anteriores. La nueva presentación resultaba mucha más adecuada, lo que no excluía que se hiciesen algunos cambios para tomar en consideración las observaciones de los representantes de Alemania y la Federación de Rusia. En realidad, a pesar de los inconvenientes de plazo, los documentos de la Oficina eran menos voluminosos pero de mejor calidad e iban a servir para que el Consejo de Administración desempeñe el papel que le corresponde, a saber, guiar a la Organización sin perderse en los detalles. En general, manifestó su respaldo al enfoque descrito en los párrafos 148 a 164 del documento preparado por la Oficina, en lo relativo a la preparación futura del presupuesto estratégico, que se describe en particular en los párrafos 153, 158, 163 y 164. El Programa y Presupuesto para 2000-2001 permitía que la OIT tuviese una participación destacada en las reuniones de los organismos de las Naciones Unidas, y en particular en el período especial de sesiones de la Asamblea General en el año 2000, dedicado al seguimiento de la Cumbre Social de Copenhague.

72. Por último, tomó nota de que los empleadores habían presentado una propuesta interesante en el sentido de constituir un grupo de trabajo especial que ayude a poner en práctica el Programa y Presupuesto para 2000-2001, pero dijo que compartía algunas de las reservas manifestadas por los representantes de Francia y Alemania. No obstante, reconoció que estas reservas también podían aplicarse a muchas de las propuestas de Programa y Presupuesto.

73. La representante gubernamental de los Países Bajos manifestó también su satisfacción por el documento presentado por la Oficina y suscribió la declaración hecha por la representante del Canadá en nombre del grupo PIEM. En particular, le parecía muy atinada la presentación de un programa de trabajo simplificado que correspondía a los cuatro objetivos estratégicos definidos por el Director General y su memoria Trabajo Decente. El Director General había indicado que cerca de un cuarto del presupuesto total estaba destinado a los programas InFocus. Consideraba que sería posible destinar una proporción aún mayor de recursos a estos programas si se reorganizaban las prioridades. La sección V del documento preparado por la Oficina, titulada «Desarrollo ulterior de la formulación estratégica del presupuesto» señalaba que un comienzo útil podría ser el análisis de nuestros puntos fuertes y débiles y de las actividades que podríamos llevar a cabo más eficazmente y de aquellas que podrían ser eventualmente eliminadas.

74. Al respecto, dijo que sería muy conveniente disponer de un documento que presente en forma completa los detalles financieros del Programa y Presupuesto para 2000-2001. Para los Países Bajos, las actividades de cooperación técnica revestían una gran prioridad y el Ministerio de Desarrollo se había propuesto iniciar un programa de asociación con la OIT a contar del año próximo. Por tal motivo, sería útil contar con más información sobre las asignaciones presupuestarias previstas para todos los programas InFocus, incluyendo los recursos de presupuesto ordinario y también la financiación extrapresupuestaria. Habida cuenta del volumen de los fondos destinados a la cooperación técnica, sería especialmente provechoso que estos nuevos datos estén disponibles a la brevedad posible, tal vez ya en la próxima reunión del Consejo de Administración, en marzo de 2000, en el marco del informe sobre los avances de la preparación del plan estratégico para 2002-2005.

75. La representante de los Países Bajos indicó que la integración de consideraciones sobre género en todas las actividades de la OIT era a su juicio una actividad importante a la que había que dedicar más recursos. Por lo mismo, consideraba alentadora la importancia que se había dado al programa internacional de Más y mejores empleos para la mujer, habida cuenta de que su Gobierno lo había vinculado con el programa de lucha contra el trabajo infantil en el marco de un proyecto más amplio. Por último, dijo que suscribía las observaciones hechas por otros oradores en relación con la reestructuración del Departamento de Normas, la que debía emprenderse sin demora.

76. El representante del Gobierno de la India expresó su agradecimiento al Director General por la excelente calidad de la documentación y asimismo por la alocución que había pronunciado ante el Comité el día anterior. No cabía duda de que el cambio hacia el método de formulación estratégica del presupuesto mejoraría el contenido y la calidad de los programas, no obstante, lamentablemente no resolvería los problemas planteados por el crecimiento cero, por ejemplo, la reducción en términos reales de los fondos asignados a los órganos responsables de formular las políticas, al logro de los objetivos estratégicos y a los servicios de gestión. Por ese mismo motivo se desatendieron las constantes demandas de que se aumentara la asignación del presupuesto ordinario destinada a la cooperación técnica. La OIT podrá ampliar sus programas de cooperación técnica únicamente porque los recursos extrapresupuestarios han aumentado de 187 a aproximadamente 220 millones de dólares de los Estados Unidos, gracias a las contribuciones aportadas por diversos organismos donantes, que han sido sumamente apreciadas. No obstante, el enfoque del objetivo estratégico dará un nuevo impulso a una de las principales prioridades de la OIT, a saber, lograr un empleo pleno, productivo y de libre elección para todos los hombres y mujeres. El orador dijo que se trataba de una actividad fundamental porque de ella dependían los avances que la OIT haría en sus otros programas. Por tanto, resultaba aún más sorprendente comprobar que para el bienio 2000-2001 se había reducido la asignación ordinaria del presupuesto destinada a actividades relacionadas con el empleo.

77. La propuesta de establecer un Grupo de Política Internacional encargado de elaborar un marco integrado para la política económica y social era un paso en la dirección adecuada, y no sólo fortalecería la capacidad de la OIT para cooperar con eficacia con organismos multilaterales, en particular las instituciones de Bretton Woods, sino que también facilitaría la incorporación en sus políticas de las cuestiones referentes al empleo que preocupaban a la OIT. La propuesta de organizar todas las actividades relacionadas con el trabajo infantil en un marco común mediante el IPEC, así como la mayor asignación de recursos a ese programa, se acogían con sumo beneplácito. La iniciativa de desarrollar una estrategia en materia de recursos humanos para contar con personal motivado y altamente calificado como medio de fortalecer, y en última instancia, mejorar la gestión de los programas resultaba sumamente alentadora al igual que la importancia que se atribuía ahora al fortalecimiento de las actividades de supervisión y evaluación mediante la fijación de objetivos y de indicadores de los resultados.

78. La representante del Gobierno del Japón dijo que apreciaba la calidad de los documentos que el Comité tenía ahora ante sí, y agradeció al Director General la alocución de introducción que había pronunciado el día anterior. Acogió favorablemente la transferencia de recursos en el marco de un presupuesto con crecimiento nominal cero, que entrañaba una disminución de los costes de administración y un incremento de los presupuestos destinados a programas regionales y técnicos. El ciclo establecido para las actividades de observación y presentación de información relativas a cuestiones de Programa y Presupuesto, establecido en el párrafo 158, parecía lógico y merecía ser apoyado, en cambio, era lamentable que no se hubiera podido disponer del volumen 3 durante los debates de la reunión de la Conferencia celebrada en junio. Por último, si bien era comprensible que la aportación de recursos extrapresupuestarios dependiera de la voluntad de las organizaciones y países donantes y no pudiera determinarse por adelantado, resultaba imposible tener una perspectiva cabal del presupuesto sin prever al menos una estimación de los recursos extrapresupuestarios, y la oradora agradeció a la Oficina la publicación del addéndum 2, que permitía una comparación con la situación de 1998-1999. Su delegación apoyaba los puntos que requerían decisión contenidos en los párrafos 166 y 167.

79. El representante del Gobierno de Nueva Zelandia hizo suyas las declaraciones formuladas por los países PIEM y el grupo de Asia y el Pacífico, e indicó que seguiría apoyando la iniciativa de la OIT de dar un enfoque estratégico a la elaboración del Programa y Presupuesto. Las propuestas representaban una mejora respecto de la práctica anterior, aunque era preciso elaborarlas más antes de poder afirmar que se había aplicado plenamente un enfoque estratégico. En el futuro debería realizarse una revisión de las propuestas de Programa y Presupuesto para las actividades regionales a la luz del nuevo régimen presupuestario, ya que ésta ofrecería una base más clara para compartir los costes administrativos en función de las prioridades estratégicas y de los beneficios para los mandantes. Al mismo tiempo era preciso seguir desarrollando sistemas de evaluación y gestión de los resultados que abarcaran la totalidad de la labor de la OIT, aunque ambas actividades deberían realizarse en el marco de un presupuesto de crecimiento cero.

80. Mediante la presentación de la información financiera en el documento, especialmente la del cuadro 2, en comparación con la información presentada en el reunión celebrada por el Consejo de Administración en marzo, se trataba al parecer de abarcar, por una parte, el deseo de ofrecer datos sobre los recursos destinados a lograr las metas relacionadas con los objetivos estratégicos y, por otra, el de brindar una presentación más tradicional de los costos dimanantes de los programas de la OIT. Esto planteaba la cuestión de determinar a qué nivel el Consejo de Administración, y en última instancia la Conferencia, deberían aprobar en el futuro propuestas de presupuesto. El nivel de la decisión en teoría debería estar vinculado a los resultados que quisieran obtenerse en el futuro mediante el logro de los objetivos estratégicos o los progresos registrados al respecto, y la decisión debería tener en cuenta todos los recursos financieros que habrían de utilizarse para este fin.

81. La primera exposición de objetivos y baremos respecto de los resultados fue un comienzo útil y, a medida que desarrolle sistemas de evaluación de los resultados, la Oficina deberá recordar que el Consejo de Administración ha de saber por qué se evaluó un elemento determinado y también cómo se hizo y qué sería conveniente lograr; en otras palabras, ¿por qué motivos se decidiría evaluar una actividad determinada, cómo podría evaluarse y cuál sería el objetivo adecuado respecto de los resultados? Debería establecerse con claridad la base de cálculo, de modo que pudiera determinarse con precisión si los objetivos alcanzados representaban una mejora o eran simplemente una continuación del statu quo. Para disponer de una metodología de evaluación adecuada sería preciso establecer un sistema de cálculo de los resultados para todos los sectores respecto de los cuales se hubieran aprobado estimaciones de gastos, incluida la ayuda proporcionada por la Oficina a la Conferencia, al Consejo de Administración o a otras reuniones importantes.

82. A medida que la Oficina perfeccionara su enfoque estratégico respecto de la fijación del Programa y Presupuesto en los próximos años, debería tener presentes las razones que motivaron el cambio al nuevo sistema. Se trataba esencialmente de un instrumento para tomar decisiones estratégicas sobre la dirección y la labor de la OIT, y a fin de tomar ese tipo de decisiones los mandantes precisaban disponer de información estratégica. Si el Consejo de Administración deseaba dejar de lado gran parte de los pormenores administrativos que había llenado el orden del día de la PFAC, la Oficina tendría que proporcionar información de alta calidad, que resultara satisfactoria para el Consejo de Administración, sobre el grado en que se estaban alcanzando las prioridades y los objetivos estratégicos con los recursos aprobados a este fin. Teniendo esto presente, el orador suscribió las declaraciones que instaban a presentar propuestas para mejorar los sistemas de información de la Oficina.

83. En conclusión, Nueva Zelandia apoyaba las propuestas que figuraban en el documento en su forma actual. Estimaba que tenía ciertas ventajas la propuesta de formar un pequeño grupo que colaborara con la Oficina para elaborar los pormenores relativos a la futura presentación de informes al Consejo de Administración, al desarrollo y la presentación de futuros programas y presupuestos estratégicos, y probablemente a la composición y el orden del día de las comisiones que estuvieran en mejores condiciones de apoyar el enfoque estratégico. En última instancia, el apoyo a la propuesta estaría supeditado al mandato y a las características exactos del grupo de trabajo, aunque, de no crearse ese grupo, la Oficina debería seguir celebrando intensas consultas sobre esas cuestiones. El orador expresó el apoyo de su Gobierno a las iniciativas del Director General y dijo que le alentaba a introducir nuevas mejoras en el futuro.

84. El representante del Gobierno del Perú expresó su agradecimiento por los documentos así como su apoyo a los puntos que requerían decisión, contenidos en los párrafos 166 y 167. Reiteró que en general estaba de acuerdo con los programas InFocus propuestos, manifestó un decidido apoyo a la prioridad otorgada, en los programas relativos al empleo, al aumento de la formación técnica, a los conocimientos y la empleabilidad, en particular con miras a fomentar la creación de más empleos de mejor calidad para las mujeres. La inversión en recursos humanos era esencial para las empresas, y estaba de acuerdo con los objetivos propuestos de mejora del acceso de los grupos vulnerables (incluidos los jóvenes) a puestos de trabajo en el mercado laboral y de desarrollo de los recursos humanos. Había que alentar sin reservas la expansión de las pequeñas empresas debido a su potencial de creación de puestos de trabajo en los sectores estructurado y no estructurado. El diálogo social era otro programa fundamental y merecía recibir más recursos, en particular, dado que en los últimos años se habían creado mecanismos extrajudiciales para resolver diferencias laborales de carácter económico y jurídico. Los gobiernos tenían una importante función que desempeñar en lo tocante a fomentar la resolución de las cuestiones laborales directamente entre los interlocutores sociales. Por su parte, la OIT debería tener en cuenta el nivel de desarrollo de las distintas administraciones del trabajo en cada país al fomentar los procedimientos de solución de diferencias como parte de la estrategia del diálogo social y, en el proceso de fortalecimiento y consolidación tanto de instrumentos como de instituciones en favor del diálogo sería indispensable el apoyo de los ministerios de trabajo. En cuanto a la erradicación del trabajo infantil, el orador apoyó la propuesta del grupo de Asia y el Pacífico de que se evaluaran los resultados satisfactorios de los programas IPEC en función del número de niños liberados del trabajo y rehabilitados. Atribuyó gran importancia al diálogo de la OIT con la comunidad económica y financiera internacional, y dijo que el nuevo Grupo de Política Internacional que se estaba creando tendría una importante labor que realizar. La Oficina debería aportar más detalles sobre este nuevo órgano.

85. El representante del Gobierno de China expresó su agradecimiento a la Oficina por la nueva presentación de las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, y apoyó la declaración formulada en nombre del grupo de Asia y el Pacífico, a la vez que añadió algunas observaciones. Los documentos de que se trata contienen las primeras propuestas basadas en los cuatro objetivos estratégicos de la OIT: normas, principios y derechos fundamentales en el trabajo, protección social y diálogo social.

86. Era alentador comprobar que los recursos presupuestarios asignados a la protección social habían aumentado en respuesta a las preocupaciones y necesidades de los mandantes con el fin de fortalecer los programas sobre trabajo sin riesgo y protección social, sobre todo los que ponían especial énfasis en la situación de las mujeres, las personas con discapacidad, los jóvenes y los trabajadores migrantes. La cuestión de la igualdad de género era objeto de una atención creciente por parte de la comunidad internacional y la OIT había establecido una nueva Oficina para la Igualdad de Género. El Director General había indicado de qué manera se estaba procediendo para efectuar consultas entre los distintos sectores y contar en cada uno de ellos con puntos focales encargados de las cuestiones de género.

87. Se podría comentar otra serie de cuestiones. En primer lugar, el problema de los niveles de desempleo a los que debe hacer frente la mayoría de los países está directamente relacionado con la cuestión de los derechos fundamentales de los trabajadores. El empleo había constituido generalmente una de las cuestiones sociales a las que la OIT atribuía mayor importancia, y actualmente otras organizaciones internacionales están mostrando un interés creciente por los temas relativos al empleo. La consulta internacional sobre el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, que había tenido lugar en la sede de la OIT (Ginebra) la semana anterior, puso de relieve el cometido de la OIT en el ámbito de la generación de empleo y la mitigación de la pobreza. Sin embargo, en los documentos se observaba una reducción de los recursos presupuestarios destinados a los programas de empleo y esto era contrario a los puntos de vista expresados por los mandantes de la OIT a ese respecto.

88. En segundo lugar, las actividades en el terreno desempeñaban un importante papel en la puesta en práctica de los cuatro objetivos estratégicos de la OIT y deberían ser un componente importante del Programa y Presupuesto. En las discusiones previas de las propuestas de Programa y Presupuesto se había hecho referencia extensamente a los programas en el terreno, pero en el volumen 3 había pocas referencias a este tema, por lo cual resultaba difícil comprender exactamente cuáles eran los planes de la OIT a ese respecto para el próximo bienio. A partir del año que viene habrá una reestructuración y reorganización de las actividades en el terreno, de modo que si los programas correspondientes no están concebidos de manera adecuada o no cuentan con fondos suficientes no podrán ser eficaces. El orador señaló que se requería con urgencia un enfoque más riguroso a fin de atender a las necesidades de los EMD recientemente establecidos en lo relativo a la aplicación de los programas de cooperación técnica.

89. En tercer lugar, señaló que más de la mitad de la población mundial vive en la región de Asia y el Pacífico, en su mayoría en países en desarrollo, y que la región se vería afectada con serios problemas para superar la pobreza y el desempleo. Los países asiáticos acababan de experimentar una grave crisis financiera y estaban haciendo grandes esfuerzos para poner en práctica nuevos planes con miras al ajuste de las políticas, la recuperación económica, la expansión del empleo y el fortalecimiento de la seguridad social, y era muy lamentable comprobar que había una reducción de recursos presupuestarios para esa región en las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. La OIT debería tomar medidas urgentes para reforzar su cooperación técnica en la región de Asia y el Pacífico en el próximo bienio.

90. El representante del Gobierno de Namibia apoyó la declaración formulada en nombre del grupo de los Estados de Africa, y manifestó su apoyo a las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. El sistema de supervisión y evaluación propuesto, que se centraba en mayor medida en los resultados que en los insumos, tendría evidentemente repercusiones en los sistemas de evaluación existentes y se corrían serios riesgos de duplicación en el funcionamiento de dichos mecanismos. Más allá de los esfuerzos que se puedan hacer para evitar la duplicación de funciones, el proceso de evaluación debería incluir un componente local para garantizar que los beneficiarios de esos programas y proyectos puedan expresar sus puntos de vista.

91. Los fondos asignados a los programas de empleo representaban algo más del 27 por ciento del presupuesto total y reflejaban la prioridad atribuida a este objetivo. Sin embargo, con respecto a la financiación de proyectos prioritarios, era desalentador observar que no se destinaban aparentemente fondos suficientes para el proyecto de Empleos para Africa. Se había asignado la suma de un millón de dólares para este proyecto, pero en vista de la magnitud del problema existente en Africa, esa cantidad estaba muy por debajo de lo que se necesitaba. Este proyecto era una iniciativa de la OIT de importancia crucial, concebida en parte para dar efecto a la resolución de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de Copenhague con respecto a la creación de empleo y la mitigación de la pobreza. Se tenía la impresión de que el programa se convertiría en un proyecto faro de la OIT y otros organismos de las Naciones Unidas en materia de creación de empleo en Africa, de modo que era muy desalentador comprobar que no se le asignaban suficientes recursos del presupuesto ordinario, ni se le mencionaba en las estimaciones de gastos de cooperación técnica financiados con recursos extra presupuestarios. Se trataba pues de saber si el proyecto de Empleos para Africa se había sacado de la lista de prioridades.

92. El siguiente motivo de inquietud era la financiación de las actividades prioritarias en general. Había que tener cuidado con la tendencia a financiar cada vez más actividades prioritarias con recursos extrapresupuestarios. Si esas actividades no se incorporaban en el presupuesto ordinario se corría el riesgo de que tuvieran que suspenderse si se agotaban los recursos extrapresupuestarios.

93. La siguiente cuestión era la lucha contra el VIH/SIDA y el efecto de esta pandemia en el lugar de trabajo y la sociedad en general. Acababa de realizarse en Namibia un seminario tripartito regional de la OIT, que tuvo gran éxito, sobre el problema del VIH/SIDA en el lugar de trabajo, en el que se llegó a la conclusión de que no debía escatimarse ningún esfuerzo para frenar esa enfermedad. Aunque el seminario consideró de cierta utilidad la aplicación de un enfoque integrado en el que otros organismos de las Naciones Unidas, ONG, diversas instituciones y, especialmente, el mundo empresarial participasen en campañas de concienciación sobre el VIH/SIDA, también instó a la OIT a que actuase más activamente en ese sentido mediante sus propios programas. Las pérdidas de vidas que podría provocar el SIDA en Africa en los próximos cinco o diez años, podrían hacer desaparecer entre un tercio y la mitad de la población activa de la región. Estas estimaciones eran muy prudentes y presuponían que esa pandemia siguiese desarrollándose sin disminución alguna, pero la situación era cada vez más desesperada. Por ello, exhortaba a la OIT a que considerase como una actividad sumamente prioritaria la lucha contra el VIH/SIDA en los lugares de trabajo, y que destinase a ese objetivo una partida presupuestaria por separado y quizá también un proyecto InFocus dentro del plan estratégico.

94. Con respecto a la sugerencia del Grupo de los Empleadores de crear un grupo de trabajo ad hoc para asistir en la aplicación del presupuesto estratégico, sería necesario contar con más información antes de tomar una decisión.

95. En primer lugar, la existencia de un grupo de esta índole podría restringir el mandato del Director General en cuanto a la aplicación del plan estratégico y del presupuesto estratégico. El Consejo de Administración, en marzo, y la Conferencia, en junio, habían dado al Director General pleno mandato para aplicar el plan y el programa estratégicos, así que resultaba poco sorprendente que la sugerencia llegara tan tardíamente y sin previa consulta amplia. En segundo lugar, no sabía, y en el documento no había información al respecto, cómo estaría constituido ese grupo de trabajo y qué criterios de representación y selección se aplicarían en ese caso. La sugerencia parecía un tanto prematura y por consiguiente no podía apoyarla en esta etapa del proceso.

96. La representante del Gobierno de Dinamarca felicitó al Director General y a la Oficina por la labor de preparación del volumen 3, que constituiría una excelente base para la discusión y la futura labor de la Organización. Ante todo, el nuevo enfoque estratégico constituía una innovación que consideraba positiva y que incluía la introducción de objetivos estratégicos y operacionales, así como indicadores y metas. En segundo lugar, los ocho nuevos programas InFocus eran un excelente medio para centrarse en las cuestiones fundamentales del mandato de la OIT y lograr así un mayor impacto. En tercer lugar, expresó su apoyo al nuevo programa InFocus sobre el trabajo infantil (IPEC) que podría requerir un aumento de los recursos destinados a su financiación para poder alcanzar los resultados previstos. En cuarto lugar, se felicitaba de que se hubiesen destinado los ahorros efectuados en los gastos generales a programas de cooperación técnica. En quinto lugar, apoyaba la nueva estrategia coherente e integrada en materia de igualdad de género en la OIT, en la que se proveía tanto la incorporación de esa cuestión en todos los programas y actividades como el fortalecimiento de la estructura institucional encargada de la misma con la nueva Oficina para la Igualdad de Género. La declaración formulada por el Director General el día antes había sido muy esclarecedora y la Comisión esperaba recibir más informaciones al respecto en su debido momento. En sexto lugar, la información proporcionada en la declaración del Director General con respecto a una revisión general de las actividades normativas de la Organización era muy útil.

97. Además de los elementos ya abarcados en la declaración general de los PIEM, otras dos cuestiones merecían mayor consideración. En primer lugar, los cuatro objetivos estratégicos eran sin duda muy importantes, pero estaban también interrelacionados desde el punto de vista conceptual, ya que no era posible examinar los principios y derechos fundamentales, la protección social o el empleo sin tener en cuenta la importancia del diálogo social y viceversa. Esta interrelación no se reflejaba en las propuestas de Programa y Presupuesto y sería útil contar con más información acerca de cómo se integrarían en términos operacionales los cuatro objetivos estratégicos. En particular, era necesario saber qué mecanismos de gestión se pondrían en práctica para asegurarse de que los departamentos y los programas InFocus cooperasen técnicamente para alcanzar los objetivos fijados.

98. El segundo punto se refería a la respuesta que se esperaba de la OIT con respecto a la propagación del VIH/SIDA. La oradora coincidía con las opiniones expresadas por el portavoz del grupo de los Estados de Africa y el representante de Namibia. Las Naciones Unidas y los donantes extrapresupuestarios reconocían la importancia del papel de la OIT para abordar las consecuencias sociales y económicas de ese problema. Se calcula que más de 33 millones de personas están afectadas por el VIH/SIDA, la mayoría de las cuales se encuentran en el Africa subsahariana. Las repercusiones sociales y económicas del problema son catastróficas. Las pérdidas de productividad en los ámbitos nacional, sectorial y de la empresa, así como a nivel de los hogares y de los individuos aumentan constantemente, y esto menoscabará las mejoras económicas y sociales por las que tanto han luchado muchos países durante los últimos decenios. Las consecuencias inmediatas y mensurables son: una mayor proporción de personas a cargo de cada trabajador y un aumento del número de niños que se ven forzados a ingresar en los mercados de trabajo. ¿Qué respuesta se proponía dar la OIT a ese respecto?

99. Por último, la oradora agradeció a la Oficina por las extensas consultas efectuadas durante la elaboración del presupuesto, y dijo que le agradaría participar, también cuando se introduzca el nuevo enfoque estratégico, ya sea en el marco de un grupo de trabajo o en consultas directas con la Oficina.

100. El representante del Gobierno de Malasia apoyó plenamente la declaración formulada en nombre de los Estados Miembros de Asia y el Pacífico. El énfasis que se ponía en el presupuesto en la creación de empleo, la atenuación de la pobreza era muy oportuno. Los países del sudeste asiático habían sufrido las graves consecuencias de las crisis financieras de hacía dos años. El desempleo se había disparado: en el informe de la OIT titulado El empleo en el mundo se indicaba la pérdida de por lo menos diez millones de puestos de trabajo y el hecho de que millones de personas habían pasado a situarse por debajo del umbral de pobreza. Estos países merecían sin duda una mayor prioridad en términos de asistencia técnica para ayudarles en sus esfuerzos tendentes a la recuperación económica. Pero las cifras indicaban una reducción del 3,85 por ciento en los recursos presupuestarios asignados para la región de Asia y el Pacífico. El orador instó a la OIT a que reconsiderase no sólo el monto de esta asignación, sino también las tasas de contribución que se imponen a esos países golpeados por las crisis. Las recientes modificaciones de las tasas de contribución anual, junto con los tipos de cambio más altos, estaban comenzando a tener un efecto negativo en la capacidad de esos Estados Miembros para cumplir sus obligaciones.

101. El representante del Gobierno de México reconoció los importantes adelantos que se habían efectuado en el contenido y la organización del Programa y Presupuesto propuestos, y manifestó su apoyo a los cuatro objetivos estratégicos, en particular a la estrategia para generar empleo y crear empleos de calidad. En el documento adoptado por la Conferencia el pasado mes de junio el objetivo estratégico núm. 1 se denominaba «Promover y cumplir los principios y derechos fundamentales en el trabajo». En el presupuesto detallado que se presentó al Consejo de Administración, los fondos destinados a financiar el programa técnico correspondiente alcanzaban al 16,7 por ciento del presupuesto estratégico, y en el objetivo se consideraban las normas, los principios y los derechos fundamentales en un pie de igualdad. La promoción de los principios y derechos fundamentales en el trabajo era un objetivo transectorial, tal como se explicaba en el documento, que se concebía en la forma de una cooperación intersectorial. Tal vez sería más apropiado colocar los programas InFocus en una estructura de programas transectoriales y dejar las actividades relativas a las normas como una sección técnica aparte. La selección de indicadores y metas para medir el éxito del programa y el presupuesto estratégicos merecía especial consideración porque una selección inadecuada de indicadores podría poner en peligro todo el proceso.

102. La representante del Gobierno de Guatemala agradeció al Director General y a su equipo por los excelentes documentos presentados a la Comisión. La formulación de un programa y presupuesto estratégicos incluían cambios relativos a la gestión, estructura y dirección, que requerirían tiempo para ponerse plenamente en práctica. Esto también debería reflejarse en los objetivos fundamentales de la OIT, en particular el relativo a la mejora del nivel de vida de la gente. Las actividades de evaluación requerirían una mayor atención para asegurarse de que se elijan indicadores adecuados, teniendo en cuenta no sólo la ratificación de los convenios o la adopción de políticas nacionales, sino también medidas para mostrar el impacto de los programas en el conjunto de la población. La OIT debería poder lograr un cambio en las condiciones de vida de los trabajadores, las mujeres y los niños. En cada ratificación o adopción de políticas o programas, los miembros del Consejo de Administración deberían percibir también la dimensión humana y tratar de garantizar que los resultados de las acciones de la OIT puedan medirse en términos humanos.

103. La creación de un Grupo de Política Internacional era una iniciativa que merecía pleno apoyo, ya que la coordinación de esfuerzos entre las instituciones era necesaria para encontrar soluciones a los problemas mundiales. En lo que se refería a la propuesta del Grupo de los Empleadores de crear un grupo especial de trabajo, de la que había tenido conocimiento tan sólo el día anterior, opinó que el examen inicial de la misma inducía a pensar que suponía una multiplicidad de tareas demasiado diversificadas. No quedaba claro de qué manera la Oficina participaría en dicho grupo ni de qué modo éste se vincularía a las estructuras existentes. En principio, sería más apropiado seguir trabajando sobre la base de la labor que realizaba actualmente la Oficina y organizar nuevas consultas con los mandantes. No obstante, dijo que estaba dispuesta a considerar la propuesta y tomar parte en las consultas con el Director General para examinar la posibilidad de que una propuesta enmendada resultase viable. En el futuro, tal como señaló el Director General, sería preferible indicar en un solo documento los recursos del presupuesto ordinario y los recursos extrapresupuestarios para todas las actividades del programa. Apoyó la sugerencia del orador que le precedió en el uso de la palabra de que tal vez resultaría más apropiado incluir los programas InFocus sobre la promoción de la Declaración y el trabajo infantil en la sección de programas transectoriales. Para concluir, la oradora dijo que desearía apoyar los puntos que requerían decisión y que figuran en los párrafos 166 y 167 del documento de la Oficina.

104. El representante del Gobierno de Nigeria manifestó su decidido apoyo a los cuatro objetivos estratégicos previstos en las propuestas de Programa y Presupuesto. Las actividades relativas a la incorporación de la igualdad entre los sexos descritas por el Director General revestían especial importancia para los países en desarrollo como el suyo. Expresó su total acuerdo con las declaraciones de los oradores que le habían precedido con respecto a la insuficiencia de los fondos asignados al programa Empleos para Africa y exhortó a la OIT a que reconsiderase ese punto. Otro programa de especial importancia para la región de Africa era el relativo a la protección social, que en su sentido más amplio incluía la seguridad y la salud en el trabajo, el enfoque de los problemas relacionados con las drogas y el alcohol, las condiciones de trabajo, la migración internacional y la seguridad social. También se mencionaba el VIH-SIDA en el párrafo 94 del documento con relación al programa sobre Trabajo Sin Riesgo debido al efecto debilitador que tiene sobre la salud de los trabajadores, especialmente en los países en desarrollo, pero se podría considerar la posibilidad de incluir este tema en un programa por separado. Los países africanos necesitaban con urgencia el asesoramiento y la asistencia de la OIT y de otras organizaciones para combatir esa enfermedad, que tiene un efecto devastador en la sociedad y amenaza la vida de los jóvenes. Por último, deseaba que constase en actas el apoyo de su Gobierno a los puntos que requerían decisión y que figuraban en los párrafos 166 y 167 del documento.

105. La representante gubernamental de Chipre se asoció a las oradores que la precedieron para felicitar al Director General y su equipo por la excelente calidad de los documentos presentados a la Comisión, e hizo suyos en particular los comentarios generales formulados en nombre de los países del grupo PIEM. Convino en que había que prestar una atención prioritaria a las actividades de seguridad social, pues la práctica y la experiencia habían mostrado que la existencia de sistemas de seguridad social bien concebidos podía ser una herramienta importante del fomento de la integración y la solidaridad sociales. Era importante que la unidad de la sede competente en la materia y las oficinas exteriores recibieran los recursos adecuados para seguir contribuyendo al desarrollo de regímenes de seguridad social acordes con las circunstancias y condiciones de cada país. También suscribió los comentarios de la representante de Dinamarca en relación con las modalidades para la cooperación y la coordinación entre los distintos sectores habida cuenta de la interrelación de los objetivos propuestos.

106. El representante gubernamental del Sudán agradeció al Director General por los esfuerzos desplegados en la preparación del volumen 3 de las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001, basadas claramente en los cuatro objetivos estratégicos adoptados anteriormente. Estuvo totalmente de acuerdo con la declaración hecha en nombre del grupo africano y manifestó su aprobación de los párrafos 166 y 167 del documento. Dijo que los programas InFocus eran importantes con miras a fomentar el empleo y luchar contra la pobreza, pero que su puesta en práctica iba a exigir la obtención de fondos extrapresupuestarios. Sería necesario entonces recurrir al PNUD, las instituciones de Bretton Woods y otros donantes con miras a lograr la financiación y la promoción de estos programas, apoyándose en particular en la función de organismo rector en materia de empleo que atribuyó a la OIT la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Muchos países africanos se encontraban en graves dificultades a raíz de diversas catástrofes naturales y conflictos armados. De hecho, muchos de estos países habían sufrido consecuencias devastadoras en el campo del empleo, las migraciones, los desplazamientos de población y el colapso de las infraestructuras, por lo que el programa InFocus sobre respuesta a las crisis y reconstrucción constituía un verdadero «salvavidas» para la recuperación. Entre los países en desarrollo de Africa y de otras regiones se había entablado una intensa competencia por la obtención de los recursos necesarios para la ejecución de los programas de asistencia. Por lo tanto, era necesario disponer de normas y reglas objetivas para la asignación y distribución de los recursos, que aseguren que éstos vayan a los países que más los necesitan. Para determinar el grado de realización de los objetivos estratégicos iba a ser preciso revisar los programas locales y regionales; también sería imprescindible disponer de indicadores bien escogidos para medir los avances en la materia. Las propuestas hechas por los representantes gubernamentales de Argelia y Namibia en relación con el programa Empleos para Africa merecían su total apoyo, por cuanto éste constituía una importante iniciativa de fomento del empleo en Africa de la que debían beneficiarse la mayor cantidad posible de países.

107. El representante gubernamental de Arabia Saudita suscribió la declaración hecha en nombre del grupo de Asia y el Pacífico y manifestó su apoyo a las propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. En su declaración, el Director General había manifestado muy claramente que se iba a adoptar un nuevo enfoque de las actividades en la sede y en las regiones. El presupuesto que se proponía iba a permitir que la OIT cumpliera los cuatro objetivos estratégicos adoptados por la Conferencia en su última reunión; la reorganización de los sectores era una primera medida en tal sentido. Los objetivos previstos deberían alcanzarse prestando un apoyo más sustancial a las oficinas regionales, y en particular a la Oficina Regional para los Estados Arabes, que necesitaba mayores recursos para llevar a cabo sus programas. Consideraba que había que poner en práctica el calendario de presentación de informes al Consejo de Administración, que figuraba en el párrafo 158. Como se había indicado en la declaración hecha en nombre del grupo africano, el régimen de crecimiento cero aplicado al presupuesto no debía convertirse en una tradición; los recursos deberían asignarse a los programas sobre la base de prioridades que permitan su puesta en práctica. La propuesta de los empleadores de constituir un grupo de trabajo que rinda cuentas al Consejo de Administración sobre el rendimiento y la supervisión era muy atinada pero, como lo habían indicado ya otros oradores, debía ser objeto de un examen y un debate en profundidad tanto por la Oficina como por el Consejo de Administración, a fin de evitar toda superposición de mandatos y duplicación de actividades. Manifestó su aprobación de los puntos que requerían decisión, contenidos en los párrafos 166 y 167 del documento, y pidió a la Oficina que considerara la necesidad de traducir más documentos al árabe, habida cuenta del número importante de representantes que hablan este idioma.

108. La representante gubernamental de Lituania manifestó su satisfacción por las nuevas propuestas de Programa y Presupuesto, que describían con claridad y concisión las acciones que había que emprender para realizar los objetivos estratégicos y operativos de la OIT. Dijo que suscribía la declaración del grupo PIEM y estaba de acuerdo con los oradores anteriores que habían indicado que el fomento del empleo, la protección social y los demás objetivos estratégicos eran las máximas prioridades de la OIT. Con respecto a los programas técnicos e intersectoriales, le parecía capital que se desarrollen las capacidades de los países para aplicar las políticas de promoción del empleo y contribuir así a ofrecer niveles de vida decentes a su población. El plan de acción nacional sobre el empleo previsto por su Gobierno para 2000-2002 era un instrumento al servicio del desarrollo futuro de las políticas de su país en materia de mercado de trabajo y empleo; se había previsto que la revisión anual de dicho plan se llevara a cabo en concordancia con el objetivo estratégico definido por la OIT en esta materia. La consolidación del diálogo social era un objetivo importante para su país, así como para la mayoría de los países en transición, y Lituania estaba logrando importantes avances mediante enmiendas de la legislación y la creación de estructuras adecuadas. Era importante reconocer la función que cumple el diálogo social como uno de los principales factores de desarrollo económico y social en los ámbitos nacional y sectorial; en este proceso también debería darse cabida a un enfoque bipartito. Los países de su región esperaban que el Centro de Turín y el EMD de Budapest intensifiquen sus relaciones de trabajo mediante el establecimiento de una red de formación regional que incremente la capacidad del EMD para dar respuesta a las expectativas de los Estados Miembros de su ámbito geográfico.

109. La representante gubernamental de Estados Unidos se unió a muchos otros oradores para felicitar a la Oficina y al Director General por los progresos considerables en materia de planificación presupuestaria estratégica que reflejaba el documento presentado. Consideró muy atinada la presentación lógica y de fácil lectura que se había dado a las actividades programáticas de la OIT, y en particular a los programas InFocus, insertándolos en el marco de los objetivos estratégicos y los subobjetivos para cuya realización se habían concebido. Dijo que suscribía la declaración del grupo PIEM, y precisó que había varias cuestiones que interesaban en forma particular a su Gobierno. Aun cuando apreciaba en su justa medida el firme compromiso de seguir mejorando y perfeccionando el Programa y Presupuesto, consideraba que se necesitaban otros datos y un análisis más detallado sobre la necesidad de la financiación con cargo a fuentes extrapresupuestarias. Dijo que apoyaba decididamente la asignación de fondos con cargo al presupuesto ordinario para llevar a cabo el seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, y también la idea de incrementar los recursos del presupuesto ordinario destinados a las actividades sobre el trabajo infantil. Manifestó su gran satisfacción por la firme voluntad manifestada por el Director General el día anterior en relación con los esfuerzos encaminados a revisar y modernizar las normas. También era necesario apoyar resueltamente las actividades de cooperación técnica de la OIT, que constituyen un medio de acción capital para la Oficina. La Comisión esperaba conocer los resultados de la revisión prevista de la estructura actual de las oficinas exteriores con miras a obtener el mejor sistema de ejecución de proyectos que sea posible. En esta misma perspectiva, consideraba que el plan de ejecución de la cooperación técnica debería quedar plenamente reflejado en el marco de la supervisión y evaluación del Programa y Presupuesto. Los Estados Unidos habían abogado desde hacía mucho tiempo por el control de la evaluación y la medición de los resultados como elementos centrales de toda estrategia presupuestaria eficaz y, más importante aún, del pleno cumplimiento del mandato de la OIT.

110. La incorporación en el documento de la Oficina de objetivos verificables y de indicadores de rendimiento transparentes en relación con los distintos objetivos operacionales constituía un avance en la dirección correcta, pero había que seguir perfeccionando dichos medios. Con tal fin, sería interesante conocer la metodología utilizada para definir tales indicadores y objetivos, pero, por otra parte, era cierto que la inclusión de los valores de referencia conocidos iba a permitir una cabal comprensión de los mismos. Por ejemplo, conocer el número actual de ratificaciones de los convenios fundamentales de la OIT serviría para determinar si era razonable o no fijar un objetivo de 70 nuevas ratificaciones. Había que considerar también que los objetivos podían ser cualitativos o cuantitativos. Por ejemplo, había que preguntarse si cuando en las publicaciones profesionales se hicieran referencias al informe El empleo en el mundo la OIT no debería optar más bien por incluir referencias positivas. La elaboración de un plan estratégico a largo plazo para la Organización, como elemento integrante del proceso de preparación estratégica del presupuesto, era una medida muy acertada, puesto que tal planificación estratégica debía ser considerada como un documento dinámico en el que podían introducirse enmiendas y modificaciones cada vez que fuese necesario. Como se indicaba en el párrafo 163, la evaluación debía relacionarse con la preparación del presupuesto; sin embargo, el texto siguiente se prestaba a confusión, pues indicaba que «igualmente importante es que abarque más ampliamente que antes los programas». ¿Se trata simplemente de reconocer que antes se había hecho una evaluación insuficiente o implica ello que en adelante habrá que efectuar una evaluación de otros elementos distintos de los programas?

111. Además de las actividades de autoevaluación se deberían llevar a cabo evaluaciones periódicas independientes, a fin de garantizar la eficacia y pertinencia sostenida de los programas de la OIT y de orientar la elaboración de los futuros presupuestos de programa. Del párrafo 163 se desprendía que las evaluaciones independientes se efectuarían sólo cuando se consideren necesarias para aportar una nueva perspectiva a un programa o para mejorar la transparencia. Se daba la impresión así de que debería ser la evaluación la que pusiera de manifiesto la necesidad de los cambios, y no inversamente. En todos los programas deberían definirse criterios específicos para determinar si conservan su pertinencia y eficacia al cabo de un período fijado de antemano, tras del cual se debería proceder a su evaluación. Deberían quedar comprendidos en este proceso -- como partes inherentes al mismo -- un procedimiento por el que el Director General dé cuenta de los resultados de estas evaluaciones al Consejo de Administración y también un método que permita examinar y recomendar la continuidad o la terminación de los programas. La OIT debería actuar con rapidez para elaborar una estrategia y metodología de evaluación, y para impartir a su personal la formación necesaria para realizar tales evaluaciones. En la medida de lo posible, esta información debería presentarse al Consejo de Administración junto con el plan estratégico, en noviembre de 2000. Para terminar, indicó que los Estados Unidos apoyaban los puntos que requerían decisión contenidos en los párrafos 166 y 167.

112. La representante gubernamental del Canadá dijo que el grupo PIEM deseaba presentar a consideración de la Comisión una recomendación dirigida al Consejo de Administración en el sentido de apoyar una propuesta hecha originalmente por el representante gubernamental del Japón, que los miembros del grupo PIEM respaldaban vigorosamente. La OIT había prestado una gran atención a los preparativos para asegurar una participación destacada en el período especial de sesiones de las Naciones Unidas dedicado al seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. El grupo PIEM consideraba que había que desplegar esfuerzos análogos para que la OIT se preparara a participar en el período especial de sesiones de las Naciones Unidas dedicado al seguimiento de la Conferencia de Beijing. Como se había indicado en la declaración del PIEM el día anterior, la OIT, bajo la impulsión del Director General, había cumplido con asumir un compromiso decidido en favor de la igualdad entre los hombres y las mujeres. Dicho compromiso debía reforzarse y repercutirse ampliamente en el ámbito internacional. La Organización había previsto diversas actividades de seguimiento a nivel regional, pero el grupo PIEM estimaba que también sería útil buscar la oportunidad para llevar a cabo un examen más completo de la cuestión. Por lo tanto, el grupo había propuesto que durante la próxima reunión del Consejo de Administración, en marzo de 2000, se celebre un coloquio especial sobre los preparativos de la OIT para su participación en el seguimiento de la Conferencia de Beijing, similar al coloquio celebrado en marzo pasado a propósito de la crisis de Asia. Las modalidades y disposiciones particulares para este coloquio debían correr a cargo de la Oficina, pero les parecía necesario asegurar una sesión de media jornada para llevar a cabo un debate temático y conocer los puntos de vista de los mandantes y de algunos especialistas externos. El grupo PIEM esperaba que esta propuesta fuese apoyada por la Comisión.

113. El Sr. Marshall hablando en nombre de los miembros empleadores, manifestó su satisfacción porque en el Programa y Presupuesto se hubiese reconocido que el espíritu de empresa y el desarrollo empresarial constituían un elemento fundamental de las actividades encaminadas a lograr el crecimiento social, tema que debía ser abordado en todos los niveles y todas las actividades de la Organización. Refiriéndose a un punto abordado anteriormente, dijo que había al parecer un acuerdo general en el sentido de analizar la posibilidad de financiar algunas mejoras técnicas con recursos provenientes del superávit de tesorería, pero que era incorrecto incorporar tales consideraciones en el presupuesto o buscar financiación en otras partes del mismo, en la medida en que la modernización de los sistemas era una cuestión urgente que no podía diferirse.

114. Agregó que hubiera sido útil disponer de más informaciones sobre las actividades regionales, incluso considerando que dentro de poco se iba a proceder a una revisión completa de la estructura exterior; en estrecha relación con lo anterior, también hubiera sido útil conocer el punto de vista de la Oficina sobre la forma en que, desde una perspectiva administrativa, habría que integrar las actividades regionales en el conjunto de las actividades estratégicas. La representante de Dinamarca se había referido también a la cuestión de la integración de las actividades verticales y horizontales en el marco de la Organización, cuestión con respecto a la cual también se esperaba recibir una respuesta en el momento oportuno.

115. La propuesta de los empleadores de constituir un grupo de trabajo no tenía por objeto sorprender a nadie. Las consultas celebradas antes de la presente reunión habían sido muy eficaces y tal vez fuese útil efectuar una consulta tripartita oficiosa antes de la próxima reunión del Consejo de Administración. No se trataba de institucionalizar un nuevo sistema, ni tampoco de establecer un órgano decisorio principal, o de excluir a nadie de las deliberaciones. Nunca había sido ésa la intención de los empleadores, que de hecho no tenían inconveniente alguno en mantener el proceso de consultas en su forma actual. Sin embargo, los cinco puntos incluidos en el proyecto de mandato: supervisión y evaluación eficaces, indicadores y objetivos significativos, estructuras pertinentes del Consejo de Administración, mecanismos y modelos adecuados de informe y las delegaciones apropiadas, eran fundamentales si se quería asegurar el buen desarrollo de los procesos de planificación y preparación presupuestaria estratégicas. Eran estas cuestiones para las que no cabía esperar hasta 2001 ó 2002. Si se pretendía que la administración funcionara con arreglo a un marco estratégico, tales procesos debían concluir o estar prácticamente concluidos en marzo de 2000. En cuanto a la propuesta relativa al seguimiento de la Conferencia de Beijing, hecha por el grupo PIEM, una decisión de tal índole era de competencia del Consejo de Administración, por lo que sería impropio que esta Comisión se pronunciara en su lugar asignando desde ya los recursos correspondientes. Dicha propuesta debía figurar en el orden del día del Consejo de Administración y ser examinada cuando la Comisión vuelva a reunirse la próxima semana, en el supuesto de que el Consejo de Administración desee que se asigne el crédito correspondiente.

116. Los empleadores indicaron que en su primera intervención se habían abstenido deliberadamente de pronunciarse sobre los puntos que requerían decisión, pues antes de hacerlo querían conocer la opinión de los demás miembros y escuchar sus propuestas. Ahora, expresaban oficialmente su aprobación de los puntos que requerían decisión, contenidos en los párrafos 166 y 167 del documento de la Oficina.

117. Al hacer uso de la palabra tras la intervención de los delegados gubernamentales, el Sr. Blondel volvió a abordar dos cuestiones. En primer lugar, refiriéndose a la proposición del Sr. Marshall de constituir una estructura flexible para la celebración de consultas internas, recordó que la Dirección General mantenía contactos bilaterales con los distintos grupos. Al respecto, precisó que este procedimiento no tenía el mismo significado que las consultas tripartitas. Por ello, el portavoz de los trabajadores había declarado antes que la institucionalización de un grupo de trabajo equivaldría en cierto modo a crear un sustituto permanente de la Comisión. Era precisamente sobre este punto que el Grupo de los Trabajadores abrigaba algunas reservas. La segunda cuestión estaba relacionada con el seguimiento de la Conferencia de Beijing. Los trabajadores eran partidarios de que se celebrara una reunión, a condición de que se precisaran muy bien sus pormenores, en particular sobre la magnitud de la misma y las obligaciones financieras que iba a generar. Los trabajadores no querían tomar una decisión al respecto sin saber a qué se comprometían concretamente.

2. Los programas técnicos

A. Normas, principios y derechos fundamentales en el trabajo

118. El Sr. Marshall confirmó que el Grupo de los Empleadores no tenía comentarios adicionales que formular en relación con los párrafos 25-51.

119. El Sr. Blondel declaró que en el Grupo de los Trabajadores reinaba un sentimiento de malestar y cierta desazón ante la perspectiva de que las normas pudieran dejar de ser la referencia de esta institución, es decir, los fundamentos en que debía sustentar sus opciones y prioridades. En particular, le parecía extraño que, por ejemplo, al hablar del trabajo infantil se mencionara el Convenio núm. 182, pero se olvidara el Convenio núm. 138. El documento presentado daba la impresión de que el Convenio núm. 138 había caído en un olvido total. Al tratar del control de la aplicación de normas, no se definía en el documento una meta precisa, y al abordar la protección social para todos, no se hacía referencia a las normas apropiadas ni tampoco se fijaban metas. Lo mismo ocurría con el fortalecimiento del diálogo social, pues el documento no mencionaba el Convenio núm. 144. Para los trabajadores, las normas seguían constituyendo la columna vertebral de la OIT, y por lo tanto deseaban que se hiciera referencia a las mismas. Era justamente en el proceso de definición de normas durante la Conferencia donde la Organización lograba su legitimidad. Agregó que había quienes consideraban que la revisión de las normas debía ser una tarea constante, y que era preciso reconsiderar las normas obsoletas. Los trabajadores podrían estar de acuerdo con esta postura, pero a condición de que la OIT se preocupara no sólo de la aplicación y del control de las normas, sino también de la ratificación de aquellas que se consideraran fiables. La promoción no debería centrarse únicamente en las normas fundamentales o en las que se habían reformulado. Para terminar, el Sr. Blondel preguntó si se disponía de recursos extrapresupuestarios para las actividades normativas. Al respecto, hizo algunos comentarios sobre la promoción de la Declaración. El párrafo 27 del documento, que se refiere a la coordinación de las actividades entre las unidades y estructuras exteriores que tenían como objeto la promoción de las normas, parecía menos ambicioso que el volumen 2, que proponía que se solicitara la contribución del FMI y del Banco Mundial. Pensaba que también había que recabar la colaboración de la OMC. Partiendo de estas observaciones, preguntó si el tenor del párrafo 27 traducía un cambio en las intenciones de la Oficina o si se mantenía la política de promover en todos los ámbitos las normas de la OIT, y en particular ante el FMI, el Banco Mundial y la OMC.

120. El representante del Gobierno del Reino Unido dio todo su apoyo a la declaración del grupo de los PIEM y dijo que no tenía ningún comentario que formular en relación con la discusión general. Los programas técnicos de esta sección constituían actividades clave para el Reino Unido puesto que abarcaban tanto el seguimiento de la Declaración como el trabajo infantil, y por lo tanto acogía con sumo agrado un aumento de los recursos destinados a este sector. Una modificación tan importante de los recursos, que representaba alrededor del 19 por ciento, parecía ser una muestra de las muchas ventajas de un presupuesto estratégico. Le complacía ver este hecho; tal y como lo habían pedido los países del grupo PIEM en numerosas ocasiones, los recursos del presupuesto ordinario destinados al trabajo infantil habían aumentado, y respaldaba el razonamiento en que se basaba la nueva estructura integrada del IPEC, en la que se combinaban la cooperación técnica, el trabajo de calidad y la promoción.

121. En el addéndum 2 del documento relativo a los fondos extrapresupuestarios, debería incluirse un desglose de la cifra correspondiente a la sección «otras fuentes». ¿Cómo se obtuvo esta cifra, y cuáles eran las fuentes de ingresos extrapresupuestarios? Se partió de la base de que las cifras citadas en el documento, que eran más bien conservadoras, representaban fundamentalmente sumas ya comprometidas, pero a largo y mediano plazo sería mejor indicar estimaciones reales de los recursos extrapresupuestarios necesarios para alcanzar los objetivos del programa. Esto se aplicaba en particular a las nuevas actividades tales como los programas InFocus, pues la información de que se disponía actualmente no era suficiente a pesar de que hacían falta fondos para sufragarlos. A más largo plazo, tal y como se indicó en la declaración de los PIEM, debería haber un documento sobre el presupuesto que incluyera el presupuesto ordinario con estimaciones realistas de los recursos extrapresupuestarios. Refiriéndose a otra cuestión, la cifra que aparece en los documentos de 2,5 millones de dólares destinada a los gastos de la Dirección ejecutiva y servicios comunes, a primera vista, parecía más bien alta. Tal vez había buenas razones para explicar este hecho, pero en todo caso esta cifra debería desglosarse para conocer exactamente cómo se iban a utilizar estos fondos.

122. Refiriéndose a la cuestión de los indicadores de los logros y de las metas, tal vez sería mejor que el cuarto indicador, de la sección 1, a), se insertara en la sección 1, c) Supervisión de las normas. En la tercera meta se hacía referencia a un aumento del 20 por ciento de la cooperación técnica pertinente, ¿pero cuál es la base de cálculo? Hacía falta información sobre la base de cálculo de todos los indicadores. Asimismo, ¿qué se entiende por «cooperación técnica sobre el particular»? Se esperaba que en la OIT toda la cooperación técnica era sobre el particular. En la discusión sobre la cooperación técnica, el orador declaró en repetidas ocasiones que se consideraba que la Declaración proporcionaba un marco global dentro del cual deberían llevarse a cabo todas las actividades de cooperación técnica de la OIT.

123. En la columna relativa a las metas se utilizaban frases tales como «se definirán cuando se disponga de una base de cálculo» o «sin definir todavía». Se trataba de frases desafortunadas, ya que hacía falta de algún tipo de información para definir las metas. Sería útil saber cuándo se definirían esas metas y de qué manera se daría oportunidad al Consejo de Administración para que formulara comentarios sobre las nuevas metas. El Director General hizo algunos comentarios positivos acerca del proceso de elaboración de normas, pero había que trabajar más en los indicadores de la sección de supervisión de normas. Por ejemplo, no sólo no se mencionaba la necesidad de mejorar el conjunto del proceso de formulación de normas, sino que los indicadores de los logros eran vagos y no permitían hacer una cuantificación, con lo cual no había metas reales. La reestructuración del Departamento de Normas Internacionales del Trabajo con arreglo a lo dispuesto en los cuatro objetivos estratégicos era el punto de partida de un examen más amplio del conjunto del proceso de formulación de normas; dio las gracias al Director General por el documento informativo adicional que preparó sobre la igualdad de género. La constitución de un grupo de trabajo sobre las cuestiones de género era una iniciativa útil y era vital subrayar la importancia de la coordinación tanto dentro del sector como entre los diferentes sectores. Con este fin apoyó la propuesta de celebrar un coloquio sobre la participación de la OIT en el proceso de seguimiento de la Conferencia de Beijing, pero agradecería que se brindara información sobre la manera en que se financiaría dicho coloquio. Para concluir, manifestó la esperanza de que sus comentarios se examinarían en un sentido constructivo, pues los había formulado con ese objetivo. En conjunto, el presente documento sobre el presupuesto constituía una mejora muy importante en relación con el documento anterior y confiaba en que el presupuesto para el bienio 2002-2003 sería aún mejor. Deseaba trabajar con la Oficina para garantizar este objetivo.

124. El representante del Gobierno de Suiza apoyó las observaciones formuladas por el orador que lo precedió acerca de la reestructuración del Departamento de Normas Internacionales del Trabajo y aprobó las propuestas para aumentar los recursos del programa InFocus: eliminación progresiva del trabajo infantil, en pro del desarrollo. Esperaba que se asignaran recursos suficientes para la reforma de las normas en general.

125. El representante del Gobierno del Japón señaló que en la Memoria del Director General Trabajo Decente, se hacía hincapié en la urgencia de renovar la labor en materia de normas laborales. Muchas delegaciones, incluida la suya, ya habían expresado su opinión al respecto en la reunión de junio de la Conferencia. La OIT debería seguir adelante de manera expedita con un examen global de las actividades normativas que abarque todas las esferas de la formulación y la revisión de las normas y de la revisión del mecanismo de control. El Gobierno del Japón estudiaría muy de cerca el examen de la Comisión de Expertos y de la Comisión de Aplicación de Normas de la Conferencia. La Oficina debería asegurarse de que se destinen suficientes recursos para esta labor.

126. El representante del Gobierno de la India apoyó la propuesta de elaborar una nueva estructura integrada a través del IPEC para organizar todas las actividades relacionadas con la erradicación del trabajo infantil. Era interesante el hecho de que la nueva estructura se establecería a través de un proceso de consulta en el que participaban el IPEC y los programas subregionales de trabajo infantil, un proceso que ya habían llevado a cabo otros departamentos. El nuevo marco previsto para la supervisión y la evaluación a través de la formulación de indicadores de los logros y de metas era el mecanismo más eficaz para supervisar los programas. En este contexto, llamó la atención de la Comisión sobre la sección 1, b) Trabajo infantil del cuadro 7, y manifestó que estaba de acuerdo en general con los indicadores de los logros y las metas que se habían formulado en relación con el trabajo infantil. Además de los indicadores de los logros citados, debería haber otro indicador apropiado para medir el éxito de las actividades para erradicar el trabajo infantil. El objetivo inmediato de este programa debería consistir en abordar las peores formas de trabajo infantil retirando a los niños de las condiciones de trabajo de opresión y rehabilitándolos en el mayor grado posible. Este objetivo ya se indicaba claramente en el párrafo 47 del documento y debía ser plenamente respaldado. El objetivo a más largo plazo del Programa IPEC era complementar los esfuerzos nacionales para retirar progresivamente a los niños del trabajo y brindarles educación. Ese Programa debería ser evaluado básicamente por los niños que se beneficiaron de él al haber sido apartados del trabajo infantil, y al recibir una rehabilitación y una educación apropiadas, con lo cual habría que añadir un indicador de los logros y una meta apropiados, en el cuadro 7, sección 1, b). El principio rector de la revisión de las normas debería ser una pertinencia y una aplicación continuas de las mismas, y de hecho, este principio debería aplicarse a todos los convenios. La India tenía algunas dificultades con el Convenio sobre las horas de trabajo (industria), 1919 (núm. 1). El problema era que el texto de este Convenio, que fue ratificado por la India, seguía refiriéndose a la India británica, y no a la India independiente. La India quisiera que este Convenio se revisara lo antes posible.

127. El representante del Gobierno del Perú expresó su apoyo a la propuesta formulada por el representante de México debido a que las normas eran el fundamento en el que se basaban todos los demás programas.

128. El representante del Gobierno del Brasil apoyó la declaración del Sr. Blondel acerca de su preocupación por el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138).

129. Un representante del Director General (el Director Ejecutivo responsable del sector de Normas y Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo) deseaba formular algunas aclaraciones en relación con las cuestiones planteadas. Recordó que en este sector se estaba desarrollando una nueva actividad, a saber, la promoción y el seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Si en la fase actual se hubieran dado detalles precisos sobre la puesta en práctica de esta actividad, la Comisión hubiera pensado, con razón, que la Oficina ya había adoptado una decisión sin antes celebrar consultas sobre la manera exacta de proceder. Una de las observaciones que la Oficina ya había formulado era que una gran parte de las actividades de promoción debían ser hechas a la medida. Ciertas actividades debían elaborarse progresivamente, aunque reconoció la preocupación manifestada por el Sr. Blondel, y en opinión de la Oficina estaba claro que los Convenios núms. 138 y 182 debían ser tomados en cuenta conjuntamente. Esto se reflejaba en el cuadro 7, en la segunda serie de objetivos operativos sobre el trabajo infantil, ya que el primer indicador de los logros se refería a la ratificación de ambos Convenios. En el párrafo 47 también se hacía referencia al Convenio núm. 138, en el que se describía el programa InFocus: eliminación progresiva del trabajo infantil, en pro del desarrollo.

130. El objetivo de la reorganización del Departamento de Normas era precisamente garantizar una mejor cooperación y un trabajo conjunto con otros sectores y con los correspondientes departamentos técnicos. La Oficina tenía la intención de desarrollar el tipo de sinergia y la cooperación necesarias para trabajar de la manera más eficaz con los Sectores del Empleo, la Protección Social y el Diálogo Social. No tenía previsto introducir ningún cambio en la naturaleza de las normas ni en el enfoque de las mismas.

131. Llamó la atención sobre la sección 1, c) del cuadro 7 que abarcaba la supervisión de las normas. La segunda meta señalaba un aumento del número de misiones de asesoramiento y de la asistencia tras la ratificación de los convenios. La cuestión de la ratificación de todos los convenios seguía siendo de mucha actualidad. En cuanto a los recursos extrapresupuestarios, en la actualidad eran relativamente limitados. Noruega había asignado 50.000 dólares para llevar a cabo actividades en Namibia y Dinamarca había asignado 1,5 millones de dólares para los pueblos indígenas y tribales. En varios momentos se habían llevado a cabo discusiones en las que se señaló la importancia de garantizar que la labor de supervisión de las normas se financiara con cargo al presupuesto ordinario. Los limitados recursos adicionales del presupuesto eran para las actividades de promoción y de otro tipo. En los últimos meses se había subrayado la necesidad de llevar a cabo actividades de promoción tras las ratificaciones y se había proporcionado apoyo a cierto número de países, por ejemplo, Indonesia.

132. En la Declaración se hacía referencia a distintas maneras de llegar hasta el público. Esto se mencionaba por ejemplo en el párrafo 36 del Programa y Presupuesto y se incluían concretamente otras organizaciones intergubernamentales. En el párrafo 39 se hacía referencia a otras organizaciones de las Naciones Unidas, a las instituciones de Bretton Woods, a los países y fundaciones donantes. No había referencias exhaustivas y sin duda se llevaría a cabo un examen detenido del papel de la Declaración en el sistema multilateral. En cuanto a las cuestiones planteadas por el Reino Unido, en efecto, sí habían aumentado considerablemente los recursos en relación con el último bienio, en particular porque en la actualidad el IPEC formaba parte de este sector, del que antes estaba separado. Una de las explicaciones de la existencia de otras fuentes eran las donaciones asignadas al IPEC. Se proporcionarían cifras precisas al Comité Directivo del IPEC, que se reuniría el viernes de la semana siguiente después de la reunión del Consejo de Administración. Se habían celebrado algunos acuerdos, incluido uno con Francia relativo a las donaciones para el Programa de la Declaración. Se estaban llevando a cabo otras discusiones pero aún quedaban algunas cuestiones pendientes.

133. Los datos correspondientes a la Oficina de la Dirección ejecutiva se referían a los gastos de personal del Director Ejecutivo, un coordinador, un puesto y medio de servicios generales y medio puesto de un asesor. El resto correspondía a CTPO, que en el presente presupuesto se desglosaba por sectores.

134. Aún no se había llevado a cabo una labor importante en relación con la promoción de la Declaración, pero sí se habían llevado a cabo algunas actividades relacionadas con los principios y derechos fundamentales. Habría un aumento de los recursos, quizás superior al 20 por ciento mencionado. En relación con la base de cálculo, recalcó nuevamente que las actividades de la Declaración apenas habían empezado y que la Oficina estaba determinando los procesos más eficaces. Ya se había llevado a cabo una reunión regional en Africa y se estaba planeando otra para Asia. Esta última probablemente se llevaría a cabo pronto gracias a la financiación de los Gobiernos del Japón y de los Estados Unidos. Durante esas reuniones era fundamental llevar a cabo una discusión sobre las maneras concretas de promover los principios y derechos fundamentales de la Declaración, al igual que los vínculos entre los principios y derechos fundamentales, el empleo, el diálogo social y la protección social. Podía considerarse que la Declaración era un punto común que tocaba temas relacionados con otros sectores, pero que tenían un impacto directo sobre los principios y derechos fundamentales. La Oficina estaba examinando esta cuestión, así como la posibilidad de declarar varios programas por país como parte del seguimiento de la Declaración.

135. Para la Oficina aún seguía siendo necesario contar con los informes sobre la situación de los convenios no ratificados y un examen más exhaustivo basado en el Informe Global que ha de examinar, permitiría hacerse una idea de conjunto de esta situación. Era necesario revisar la información acerca del presente bienio, antes de fijar una base de cálculo para el futuro. En un período de 12 meses más o menos la Oficina debería estar más preparada para definir actividades y enfoques concretos. También se habían hecho algunas referencias a la supervisión de las normas y al examen de las actividades. El lunes de esta semana se había examinado un documento relativo a la revisión de las normas presentado al Grupo de Trabajo sobre política de revisión de normas de la Comisión de Normas Internacionales del Trabajo. En la próxima reunión de la Comisión el orador explicaría por qué no se presentaría un documento sobre la mejora del mecanismo de formulación de normas, ya que entre más se examinaba, resultaba más obvio que la cuestión de las revisiones, la selección y la formulación de normas, y el proceso de negociación de las normas de supervisión requería un análisis completo para tener una idea de conjunto. En marzo de 2000 el Consejo de Administración dispondría de un primer documento con una descripción general del problema de los vínculos de estas distintas cuestiones que permitiría llegar a un acuerdo sobre la manera de proceder. Ningún asunto debía examinarse de manera aislada del conjunto del proceso en que deben determinarse la necesidad de las normas, qué esferas deben abarcar y cómo deben elaborarse. Antes de analizar todas estas cuestiones concretas, es necesario tener una visión general. Estos exámenes generales fueron objeto de informes en las reuniones de 1994, 1997 y 1999 de la Conferencia y sería oportuno llevar a cabo un examen global y que el Consejo de Administración decida y dé indicaciones sobre la manera en que ha de proceder la Oficina. Una vez que se adoptara una decisión al respecto, se aclararían las cuestiones relacionadas con los recursos.

B. Empleo

136. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los empleadores, señaló en conexión con las propuestas para el sector del empleo que era necesario encontrar un equilibrio entre las actividades de promoción del empleo en los sectores formal e informal. Propuso que el objetivo en cuestión se titulase «políticas y programas para promover la creación y el desarrollo de empresas que proporcionen empleos de calidad y promuevan vínculos intersectoriales entre ellas para la evolución de las empresas y la creación de empleos». En ese sentido, temía que el segundo indicador de los logros fuese demasiado amplio y, por lo tanto, imposible de alcanzar. Más bien convendría añadir un indicador sobre el número de gobiernos que colaboran con la OIT para revisar las repercusiones de la reglamentación en el empleo. Terminó expresando su satisfacción con el párrafo 75 de las propuestas en el que se reconocía la necesidad de conseguir un entorno económico que estimule el crecimiento y desarrollo de las empresas y señalar las barreras al mismo.

137. El Sr. Blondel, refiriéndose a las respuestas que el Director General Adjunto ofreció ante las cuestiones planteadas por los trabajadores en relación con las normas, volvió a tomar la palabra para precisar que no bastaba con referirse a los números de los convenios para responder a sus preocupaciones. Su intención es mucho más general. Se trata de llamar la atención sobre la columna vertebral (expresión utilizada por ciertos representantes gubernamentales) que constituyen las normas. Por ejemplo, cuando en el párrafo 75 se dice que hay que estimular el desarrollo de las PYME, se trata de recordar que debe hacerse en el marco de los textos existentes y que las PYME deben comprometerse también a aplicar las normas. El deseo de eficacia no debe conducir al laxismo, ya que de esta forma se llega a la desreglamentación total, situación contra la que lucha el Grupo de los Trabajadores. En el mismo sentido, si se habla de trabajo decente es para decir que, cuando las empresas crean empleos, deben ser empleos decentes y no esclavitud. Por esta razón, el representante de los trabajadores se preguntó por qué no se menciona el Convenio núm. 122 ni los otros convenios relativos al empleo en el capítulo consagrado a este tema. Durante los contactos oficiosos preliminares, se había planteado la cuestión de saber si había que poner los principios y derechos fundamentales del trabajo junto con los programas técnicos. Fue el Grupo de los Trabajadores quien propuso restituir la Declaración al marco de las normas, porque los trabajadores no quieren que los principios y derechos fundamentales difuminen el resto de la acción normativa de la OIT. Con tal fin, los trabajadores insistieron en la noción del tipo de empleo. En este sentido, el orador se felicitó porque el Sr. Marshall había retomado esta noción que también fue objeto de consenso durante la Conferencia. El orador, retomando el término de «esclavitud» empleado anteriormente, declaró que se trata de una cuestión de definición. Hacer trabajar a niños pequeños es también una forma de esclavitud. Por último, el orador, refiriéndose a la intervención del Sr. Tapiola, realizó las siguientes observaciones. A los trabajadores no les basta con saber que el Comité Directivo del IPEC se reunirá después del Consejo de Administración. Creen que debería existir un mecanismo que permita informar al Consejo de Administración. Por otro lado, el Grupo de los Trabajadores desearía recibir mayores precisiones sobre la organización del IPEC, y sobre todo sobre la utilización del dinero de los donantes. En caso de que no fuera posible presentar las precisiones solicitadas durante las reuniones de la presente Comisión, habría que hacerlo en el marco de otra Comisión. Las precisiones solicitadas tienen que ver con los ingresos, el dinero de los donantes y el funcionamiento del IPEC. Los trabajadores no quisieran esperar a que termine la reunión del Consejo de Administración para ser informados.

138.El representante del Gobierno de Eslovaquia felicitó al Director General por las propuestas señalando que el objetivo estratégico núm. 2 era particularmente importante, ya que en su país el empleo era una cuestión decisiva. El orador describió brevemente las medidas que había adoptado su Gobierno en lo que atañe al empleo, el espíritu de empresa, el apoyo a la reestructuración de las empresas y la igualdad de oportunidades. Estaba convencido de que su país se beneficiaría de las actividades de cooperación técnica de la OIT en el área del empleo.

139.El representante del Gobierno de Alemania pidió más información detallada sobre las labores de la Unidad de Finanzas Sociales, mencionada en el párrafo 52, que consideraba de gran importancia. El orador se preguntó si la referencia a las personas discapacitadas que figuraba bajo el título de grupos vulnerables era correcta, ya que por lo general se hacía referencia a ellas como a un grupo con necesidades especiales. Le preocupaba también que en el programa InFocus sobre conocimientos teóricos y prácticos y empleabilidad no se hiciese referencia alguna a la cooperación con la UNESCO.

140. A la representante del Gobierno de Croacia le complacía comprobar que se hubiese asignado una partida de más de un 27 por ciento del presupuesto al empleo. Al tiempo que expresaba su apoyo a los tres programas InFocus, se preguntaba por qué el Programa internacional de más y mejores empleos para la mujer no parecía obtener recursos del presupuesto ordinario.

141. La representante del Gobierno de Dinamarca estimaba que las actividades relacionadas con los conocimientos teóricos y prácticos y la empleabilidad en el sector informal no se habían reflejado claramente en la descripción del programa InFocus respectivo.

142. El representante del Gobierno de Malasia manifestó su apoyo a las propuestas, en especial a la de establecer un fondo de acción rápida para enviar misiones a países en crisis lo antes posible. Asimismo, explicó con cierto detalle la experiencia de su país en la organización del desarrollo de los recursos humanos.

143. El representante del Gobierno de China expresó su apoyo al programa InFocus sobre respuesta a las crisis y reconstrucción. En vista del terrible efecto y del gran número de personas afectadas, la OIT debería prestar atención especial a los países afectados en Asia. Expresó también su satisfacción por la importancia que se había concedido al desarrollo de la pequeña empresa y confiaba en que la OIT pudiese movilizar recursos externos para actividades en este área.

144. El representante del Gobierno del Reino Unido expresó su satisfacción por las propuestas y consideró que la definición de objetivos, indicadores y metas constituía un buen comienzo. No obstante, las propuestas todavía no reflejaban una estrategia de empleo global que necesariamente tendría que ir más allá de los enfoques sectoriales. También había que establecer un grupo especial para toda la Oficina que examinase la información disponible sobre prácticas adecuadas, en especial sobre lo que funcionaba en el empleo y en las políticas de seguridad socioeconómica, y la distribuyese a los mandantes.

145. La representante del Gobierno del Brasil expresó su apoyo al programa InFocus sobre respuesta a las crisis y reconstrucción, aunque consideraba que no había necesidad de señalar en particular a las mujeres y a los niños ya que las crisis afectan a prácticamente todas las personas. Apoyó las observaciones de los empleadores relativas a la importancia de contar con una reglamentación apropiada.

146. Un representante del Director General (el Director Ejecutivo encargado del empleo) valoró positivamente el apoyo general al programa, señalando que todos los comentarios y observaciones realizados se tendrían en cuenta cuando se adoptase el programa. Señaló que existía una convergencia importante entre los empleadores y los trabajadores en relación con la necesidad de crear empresas y la importancia de la calidad de los empleos en las empresas. Era evidente que la calidad de los empleos era esencial para la OIT dado que ésta se basa en las normas internacionales del trabajo. En el Departamento de Creación de Empleo y Desarrollo de la Empresa ya se habían realizado labores importantes sobre la forma de basar los principios de gestión en las normas internacionales del trabajo. Asimismo, señaló que en las actividades de cooperación técnica de la OIT se estaba produciendo una sinergia creciente entre la promoción de la productividad y la competitividad, por un lado, y el aumento de la calidad de las condiciones del trabajo, por otro.

147. Señaló que las labores de la Unidad de Finanzas Sociales no sólo estaban dirigidas a los responsables de formular políticas sino que se traducían también en actividades concretas en el terreno. Se trataba de un ejemplo satisfactorio de cómo el asesoramiento en materia de políticas de la OIT se ponía realmente en práctica. La Unidad no trabajaba sola sino en interacción activa con otros programas del sector y fuera del mismo. La colaboración con la UNESCO seguía produciéndose en el área de la formación profesional.

148. En relación con el Programa internacional sobre más y mejores empleos para la mujer existía un alto nivel de compromiso para integrar las cuestiones de género y las actividades específicas de género en el sector del empleo. De hecho, se habían reservado fondos del presupuesto ordinario en la Unidad de Promoción del Género, responsable de llevar adelante este importante programa. La cuestión de la formación y la empleabilidad en el sector informal se trataba en realidad en el párrafo 65, pero evidentemente el sector informal era una cuestión interdisciplinaria. En relación con la respuesta rápida, la Oficina no había ni siquiera esperado el apoyo oficial a las propuestas y ya colaborado activamente en Kosovo, Turquía y Timor oriental. La movilización de recursos externos sería necesaria para éste y otros programas y el orador estaba trabajando con el Director Ejecutivo pertinente para poner en pie una estrategia con este fin.

149. El orador estaba de acuerdo en que era esencial encauzar la información y los conocimientos disponibles para desarrollar una estrategia de empleo eficaz. La Unidad de gestión del sector se ocuparía de esta cuestión. Refiriéndose a una pregunta planteada durante el debate general en relación con el programa Empleos para Africa, señaló que la Oficina concedía gran importancia a este programa. Ello se reflejaba en el hecho de que el Director General había decidido añadir a la contribución del PNUD (3,2 millones de dólares) 1,1 millón de dólares procedentes de los fondos CTPO. Naturalmente, la Oficina continuaría apoyando el programa, tanto desde la sede como desde el terreno. El reto consistía ahora en desarrollar programas a nivel nacional y movilizar los importantes recursos extrapresupuestarios necesarios.

C. Protección social

150. El Sr. Marshall, haciendo uso de la palabra en nombre de los miembros empleadores, acogió con satisfacción la inclusión de la protección social como uno de los cuatro componentes fundamentales. Era preciso formular algunos comentarios. En primer lugar, los miembros empleadores creían enérgicamente que la competencia, el cambio y la descentralización no conducían automáticamente a una disminución de la protección social, pero el párrafo 90 parecía adoptar un punto de vista más pesimista.

151. Los empleadores acogieron con beneplácito el reconocimiento hecho con el párrafo 96 de que la prevención era útil, así como las actividades propuestas en materia de protección social.

152. En el párrafo 100, el análisis de las normas sobre seguridad salud y en el trabajo constituía un paso positivo y se había inspirado en la Memoria del Director General presentada a finales de la reunión de junio de la Conferencia. Ese análisis podía actuar como esquema piloto para otros asuntos que debían analizarse, tales como la recopilación de normas para su análisis en el marco de la política normativa global de la OIT. Parecía haber cierta confusión con respecto a la rúbrica «Instrumentos y programas de formación para los propietarios de empresas pequeñas y medianas» que la Oficina podría desear aclarar. Volviendo a una cuestión de terminología, la referencia hacia el final del párrafo 100 a «unos instrumentos que reduzcan los daños para el medio ambiente relacionados con el trabajo» podría expresarse con más precisión como «unos instrumentos que reduzcan los daños para el medio ambiente relacionados con el lugar de trabajo». La Oficina podría también desear explicar exactamente el significado del último punto que figura en el párrafo 100 relativo a «unos programas de acción nacionales y sectoriales sobre los asuntos más acuciantes».

153. Los miembros empleadores tropezaron con dificultades con respecto al párrafo 101 porque parecía basarse en el supuesto de que las tendencias económicas tales como la mundialización, las nuevas tecnologías y la reforma del mercado de trabajo desembocaban automáticamente en una mayor inseguridad. Además, los empleadores no aceptaban ningún vínculo directo entre la flexibilidad del mercado de trabajo y las formas menos estructuradas del trabajo y no parecía haber un fundamento sólido para el establecimiento de un programa InFocus. En cuanto a los puntos siguientes, los miembros empleadores opinaron que los objetivos descritos en el párrafo 104 deberían ser más precisos. Entre los objetivos mencionados figuraban la promoción del trabajo decente, el perfeccionamiento de la formación y las competencias, y las oportunidades de vivir en una situación de estabilidad económica. Estos objetivos eran legítimos, pero resultaban más apropiados para el plan estratégico quinquenal que para un programa y presupuesto operativo bienal. En el párrafo 105, la Oficina debería distinguir cuidadosamente entre las expresiones seguridad del empleo, estabilidad en el trabajo, seguridad en el mercado de trabajo y seguridad en el lugar de trabajo. Asimismo, en el párrafo 109 debería definirse en la versión inglesa la expresión «care work» (los cuidados que prestan ciertas personas a quienes no pueden valerse por sí solos), en particular por lo que se refería a las indemnizaciones y la legitimación. ¿Significaba esto el sector y la industria de las personas que prestan asistencia o se refería más bien a la asistencia en el lugar por miembros de la familia? Por último, en el párrafo 112 los miembros empleadores podían perfectamente encontrar algún atractivo en los planes de «intervención activa de los propios interesados» y de participación en los resultados, pero desearían conocer exactamente el significado de tales términos antes de mostrar demasiado entusiasmo por los mismos.

154. El Sr. Blondel quiso precisar que el Grupo de los Trabajadores desearía que la OIT se preocupe más por las cuestiones de higiene, seguridad, medio ambiente y por las incidencias del problema del SIDA en el trabajo, entendiéndose que no se trata de reemplazar a los otros organismos internacionales que se ocupen de estas cuestiones. Si el orador volvía sobre estas cuestiones era porque creía no estar de acuerdo con el Sr. Marshall en un punto relativo a la lectura del documento. En el párrafo 90, por ejemplo, la lectura del orador era la siguiente: el desafío cada vez mayor de garantizar la protección de los trabajadores, sobre todo en los países en desarrollo, se debe al hecho de que hay quienes se aprovechan de la ausencia de cargas sociales, de regímenes de seguridad social y de solidaridad para obtener unos costos de producción incluso más bajos, y una libre competencia y un liberalismo que se verían estimulados por esta situación. Refiriéndose de nuevo al cuadro 11, el orador declara no compartir el entusiasmo que consiste en decir que «Las normas internacionales del trabajo sobre las condiciones de trabajo y de empleo y la seguridad social se ratifican ampliamente y se cumplen plenamente». El orador está convencido de que el número de países que no disponen de regímenes de seguridad social es superior al de los países que tienen regímenes dignos de ese nombre. Desde este punto de vista, hay que hacer ciertas referencias a las normas pertinentes. Una de las preocupaciones principales de las organizaciones de trabajadores consiste en lograr que se establezcan regímenes de seguridad social en todos los países, de conformidad con los Convenios núms. 87 y 98. Por esta razón, el orador no desea que se modifique el párrafo 90. En cambio, comparte las preocupaciones del representante de los empleadores cuando habla de prevención. Posteriormente, el orador hizo algunas observaciones sobre la noción de flexibilidad y sobre las condiciones de trabajo en el sector informal. Declaró no tener ninguna dificultad en realizar una aproximación entre la flexibilidad del trabajo y las condiciones de trabajo en el sector informal. Aunque, es cierto que si el sector informal aplicase las normas y los reglamentos, se integraría en el sector formal. Los trabajadores, aunque comprenden que los empleadores puedan albergar algunas preocupaciones en ese sentido, no desean que se modifique este punto del documento. Para concluir, el orador declaró que todas sus palabras tenían relación con las normas. Ya se trate de cuestiones sobre las actividades multidisciplinarias o sobre las regiones, quiso demostrar que existe la tendencia a descuidar en cierta forma las normas. Los trabajadores no comprenden por qué los puestos de especialista de estas cuestiones en Budapest, El Cairo y Yaundé todavía no se han cubierto. Estos puestos están dotados de recursos presupuestarios, pero no están cubiertos. Debemos realizar lo que hemos decidido.

155. La representante del Gobierno de los Países Bajos acogió con satisfacción la nueva estructura para este sector que ahora abarcaba dos programas InFocus, a saber, el programa sobre seguridad social y económica y el programa sobre trabajo sin riesgo (SafeWork), este último ubicado en el Departamento de Protección Social de los Trabajadores. Estos programas se establecieron de manera diferente: el programa intersectorial sobre seguridad social y económica era un programa independiente y el programa sobre trabajo sin riesgo formaba parte del Departamento de Protección Social de los Trabajadores. La actividad de este último tendría que ser cuidadosamente vigilada. El documento mostraba por lo general los objetivos operativos y los indicadores del desempeño pero las metas todavía tenían que definirse o eran bastantes imprecisas.

156. La oradora mostró su satisfacción por la iniciativa de prestar más atención a los accidentes mortales en el trabajo, en particular debido al impacto que tenían sobre la familia. El Departamento de Protección Social de los Trabajadores era consciente de la necesidad de aumentar la protección social en un mundo en proceso de cambio y también estaba considerando normas «suaves», tales como códigos de conducta. La creación del programa InFocus sobre seguridad social y económica traía una nueva perspectiva a este sector y permitiría a la Oficina poner de relieve los acontecimientos relacionados con el proceso continuo de mundialización. La oradora se alegraba en especial de la atención prestada a los grupos de trabajadoras socialmente más débiles y a los trabajadores con discapacidades, pero este programa debería seguir siendo objeto de objetivos detallados y evitar traslapos con otras actividades de los departamentos de seguridad social o de empleo.

157. Un nuevo punto de vista no significaba necesariamente una cuestión diferente, y la intención de desplazarse más allá de las fronteras del sector formal y de aumentar la protección concedida a las personas que actualmente no estaban cubiertas constituía una excelente medida. La reorganización de programas había tenido una repercusión en el equilibrio entre el presupuesto y el personal y las tareas de los departamentos, y la OIT debería asegurar que los departamentos estuvieran bien equipados para desempeñar y ejecutar sus funciones. En los últimos meses no se habían escatimado palabras y ya era hora de pasar a la acción.

158. La representante del Gobierno del Reino Unido dijo que sus observaciones eran similares a las del Sr. Blondel en lo que se refería al sector del empleo. En relación con el párrafo 109 y la alusión a la evaluación de la experiencia adquirida en materia del sistema de «asistencia social reservada a quienes se muestran dispuestos trabajar», la oradora explicó que en el Reino Unido esa asistencia social no constituía un sistema ni un programa, sino una estrategia de empleo. Al examinar qué seguridad económica ofrecía a los grupos desfavorecidos y marginados, se debe tener en cuenta la ayuda proporcionada para obtener y conservar empleos por medio de servicios consultivos, de formación, de prestaciones en el empleo, etc., y debería haber una estrategia eficaz sobre la aplicación y difusión de prácticas óptimas. Parecía que la estrategia del programa InFocus sobre seguridad social y económica, considerada en su conjunto, se dirigía más hacia la investigación y la adquisición de información y no suficientemente hacia la difusión de información. No era bastante para la OIT convertirse en la Organización mejor informada o con más experiencia en este campo. La OIT debe tener un impacto en el suministro de ese conocimiento y competencias a quienes lo necesiten.

159. El programa propuesto podría ser particularmente importante en el siglo XXI porque permitiría a la OIT convertirse en una fuente de información fácilmente accesible sobre la amplia variedad de enfoques en materia de protección social que existen en países que se encuentran en diferentes fases de desarrollo. Ahora bien, debería tener en cuenta el alcance de la economía informal en muchos países en desarrollo. En el siglo XXI, es poco probable que algún sistema independiente de protección social sea universalmente pertinente y en muchos países la solución radicaría en la acción de grupos de trabajadores o incluso en organizaciones comunitarias locales más que en esperar una repuesta del gobierno. También en este contexto, la difusión de prácticas óptimas sería particularmente valiosa. Para concluir, la oradora acoge con beneplácito la indicación sobre el nivel de recursos extrapresupuestarios que la Oficina consideraba que sería necesario para que este programa pudiera alcanzar sus objetivos.

160. La representante del Gobierno del Japón se refirió al párrafo 100 del documento y subrayó la necesidad de prestar más atención en el Programa y Presupuesto a la seguridad y la salud en el trabajo. En relación con las guías sobre los sistemas de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo mencionadas en ese párrafo, la oradora destacó que los sistemas de gestión a nivel de la empresa deberían tomar parte de una política básica destinada a prevenir los accidentes y enfermedades profesionales. La oradora confirmó el apoyo de su Gobierno a la iniciativa de la OIT y se ofreció a contribuir a esta labor con su experiencia en esta esfera.

161. El representante del Gobierno de Francia dijo que el objetivo estratégico de protección social era muy importante y que, como habían dicho los miembros empleadores, la asignación para esos programas era considerable, si bien era todavía inferior a las asignaciones de otras instituciones, tales como el Banco Mundial. Por consiguiente, era necesario orientar bien esos recursos. El orador instó a la Oficina a prestar particular atención al seguimiento del programa InFocus sobre seguridad social y económica y a aumentar los recursos si fuera necesario para garantizar su éxito. En relación con las observaciones formuladas por un orador anterior, dijo que en lo que se refería al programa InFocus sobre seguridad social y económica parecía que se trataba más de un programa de investigación a medio y a largo plazos que de un programa de acción aplicado a lo largo de un período de dos años y que sería necesario orientarlo más cuidadosamente, en particular en vista de las discusiones que la Conferencia celebraría sobre esos problemas en 2001.

162. La representante del Gobierno del Canadá suscribió las observaciones de los representantes de los Países Bajos, Reino Unido, Francia y Japón y de otros miembros sobre la importancia de ese objetivo estratégico. En lo que se refería al párrafo 94, estaba de acuerdo con las declaraciones hechas por el representante de Dinamarca, el portavoz de Africa y otros miembros sobre la importancia de la necesidad de que la OIT tuviera en cuenta el efecto del VIH-SIDA sobre los trabajadores. El tabaco tenía una repercusión igualmente grave en la salud de los trabajadores.

163. El representante del Gobierno de Suiza asoció a su delegación con los comentarios hechos por varias delegaciones, en particular el representante de Dinamarca, el portavoz de Africa y el Sr. Blondel en nombre de los miembros trabajadores sobre el VIH-SIDA y confirmó que desearía que hubiera más actividades de la OIT centradas en esta cuestión.

164. El representante del Gobierno de China señaló que la protección social era una cuestión decisiva para muchos Estados Miembros que deseaban mejorar las condiciones de los trabajadores. Se acogió particularmente con agrado el programa de la OIT porque la mejora de la cobertura era de decisiva importancia para la protección de las personas desfavorecidas. La seguridad social tenía vínculos muy estrechos con el desarrollo social y cultural, y al elaborar programas en apoyo de los sistemas de seguridad social la OIT debería prestar particular atención a las diferentes necesidades de los Estados Miembros.

165. Un representante del Director General (el Director Ejecutivo del Sector de Protección Social) dio las gracias a los miembros por sus comentarios y dijo que se había tomado nota cuidadosamente de los mismos. Algunos pedían una explicación más extensa, que la escasez de tiempo hacía imposible, y habría que tomar otras disposiciones adicionales para estudiar más a fondo esta cuestión.

166. Respecto al tono negativo al que habían hecho referencia los miembros en relación con el programa InFocus sobre trabajo sin riesgo (SafeWork), la intención no había sido centrarse únicamente en los accidentes, sino crear una estructura protectora para prevenir los accidentes. Para llevar a cabo esta labor y con fines de protección, era necesario reunir una gran cantidad de información y aumentar la toma de conciencia de la situación sobre el terreno. Las personas eran bastante poco conscientes de las repercusiones de los accidentes en el lugar de trabajo y antes de poder persuadir a las autoridades de que instalen sistemas para evitarlos, deben tener una información que demuestre primero las repercusiones de tales accidentes.

167. Refiriéndose a los comentarios del Sr. Marshall sobre la necesidad de insistir en la protección, la oradora confirmó que esa cuestión sería uno de los principales focos de atención de la labor de la Oficina. A veces sólo demostrando que un programa determinado podía tener ventajas directas y colaterales se podía lograr una intervención que permitiera evitar muchas desgracias a las familias: por eso el programa incluía un importante elemento económico.

168. Acerca de la cuestión de la revisión de normas, confirmó que el sector de la protección social era responsable de más de un 50 por ciento de las normas internacionales del trabajo, y que en la OIT estos programas ocupaban una posición de vanguardia en la formulación de normas. Este año, el sector había dirigido toda la labor relacionada con el convenio sobre el trabajo infantil, y actualmente estaba trabajando sobre la protección de la maternidad. La oradora confirmó asimismo que continuarían identificando las normas que era preciso examinar en el contexto de la salud y la seguridad en el trabajo.

169. Con referencia al párrafo 100, pidió disculpas por un error de impresión. El punto «Instrumentos y programas de formación para los propietarios de empresas pequeñas y medianas» mencionado por los empleadores debería figurar como apartado del párrafo titulado «Extensión de la protección a todos los trabajadores». La Oficina estaba buscando nuevos enfoques para este programa innovador que permitirá a las empresas del sector estructurado, las del sector no estructurado o las que representen una combinación de ambos sectores instalar (a iniciativa propia) sistemas de prevención de accidentes en el lugar de trabajo.

170. Volviendo al programa InFocus sobre seguridad social y económica mencionado por varios oradores, subrayó que no era tan vago como parecía. En su forma actual ya era más que un programa prospectivo en sus primeras etapas de ejecución. Permitiría recopilar mucha información que, en primer lugar, mejoraría la capacidad de la OIT para intervenir desde una posición de fuerza en el debate internacional sobre seguridad social y económica. Este programa estaba vinculado a la extensión de la protección social, y en particular de la seguridad social, que, por el momento, con los actuales métodos de la OIT estaba muy limitada. El programa identificará las razones por las cuales actualmente hay tanta gente que queda excluida de los sistemas formales de cobertura, comprendido el caso del sector informal.

171. Para poder poner en marcha un programa y ver un rápido progreso era preciso recopilar mucha información desde el principio y centrarse luego en una acción concreta. No obstante, este enfoque no debía impedir que los programas de seguridad social realizasen sus actividades habituales. La Oficina estaba estudiando distintos medios de salvar las diferencias existentes entre los sistemas oficiales de seguridad social y los métodos innovadores y de carácter no oficial, con objeto de poder ofrecer un amplio asesoramiento a los mandantes en materia de seguridad social. Este programa InFocus permitirá identificar las prácticas óptimas que podrían compartirse, aunque en este caso se trataba decididamente de un programa a medio plazo. De hecho, este programa, como los demás programas InFocus, encajaría mejor en un plazo de cinco años. El producto final sería de primera calidad y situaría a la OIT en la vanguardia intelectual de la protección social. Ayudaría a determinar nuevos modos de promover la seguridad social de manera equitativa y eficaz en función del costo, a prestar asistencia a las instancias decisorias en la introducción de planes innovadores y a centrarse en la seguridad de los desempleados y de grupos especiales de discapacitados.

172. Refiriéndose a la cuestión del medio ambiente, planteada por los trabajadores, la oradora dijo que había varias organizaciones que realizaban su labor en esta esfera, y era importante que la OIT se circunscribiera a las cuestiones relacionadas con el mundo del trabajo. A este respecto, el programa InFocus estaba examinando cuestiones tales como las repercusiones del almacenamiento de productos químicos, de la aplicación de tecnologías de producción más limpias, de la contaminación industrial así como de la eliminación de desechos peligrosos. Aunque los recursos de personal de este programa eran limitados, esta labor incumbía a toda la Oficina y el centro de coordinación elaboraría un enfoque integrado para esas cuestiones.

173. En cuanto a los objetivos operativos del sector, indudablemente todavía quedaba mucho por hacer con respecto al perfeccionamiento de los objetivos y de los indicadores. Debido al carácter técnico de esta labor se precisaba un tiempo considerable para recopilar una base de datos definitiva que permitiera tomar decisiones ponderadas y evitar suposiciones.

174. Refiriéndose a las declaraciones formuladas sobre el VIH/SIDA, confirmó que por este motivo el Director General había apoyado la celebración de la reunión de Windhoek. El debate debía proseguir durante la Reunión Regional Africana que se celebraría en Abidján. La oradora subrayó que la Oficina tenía que asegurarse de que esa cuestión se estudiara estrictamente en el contexto del mundo laboral, porque había otros organismos que se ocupaban de otros aspectos del problema VIH/SIDA. Sin embargo, había que examinar graves cuestiones relacionadas con el trabajo, por ejemplo, la repercusión en la productividad, el fortalecimiento de la capacidad de los interlocutores sociales para hacer frente a la pandemia, la integración del tema en los programas de seguridad social para garantizar una cobertura a los afectados, y abordar las cuestiones relacionadas con el trabajo infantil, y los huérfanos del SIDA. Tras la Reunión de Abidján, la Oficina estará en mejores condiciones para abordar esta cuestión de forma más concreta.

D. Diálogo social

175. El Sr. Marshall, hablando en nombre de los miembros empleadores, señaló que en todas las esferas de actividad era preciso lograr un equilibrio entre normativa y flexibilidad, entre sector formal y sector informal, y resultaba contraproducente dar prioridad a un elemento a expensas del otro. Volviendo a referirse al párrafo 113 e), dijo que el establecimiento del nuevo Departamento de Administración Pública, Legislación y Administración Laborales representaba un paso en la dirección adecuada, aunque debería mantenerse la distinción entre los gobiernos y los dos interlocutores sociales. En el cuadro 12 quedaba patente la disparidad existente entre las asignaciones destinadas a los diferentes programas, y debería estudiarse la posibilidad de modificar los actuales coeficientes que se traducían en la siguiente asignación económica: a la partida correspondiente a administración pública y legislación 3,5 millones de dólares, a la correspondiente a los empleadores 5,7 millones de dólares y a la partida de los trabajadores 14,5 millones de dólares.

176. El párrafo 118 demostraba que la Oficina reconocía la importancia del diálogo social. Si esas actividades se realizaran de forma adecuada probablemente, a medio plazo, la cuestión del diálogo social podría reorganizarse en el marco de otros programas y suprimirse como rubro separado.

177. En relación al cuadro 13, el Sr. Blondel opina que una meta de diez ratificaciones para el Convenio núm. 144 es insuficiente. Este Convenio relativo al tripartismo es un convenio -- incentivo. Es en cierta forma el elemento dinámico de la función tripartita, el marco indispensable para la ratificación de otros convenios. Es un factor de democracia. Hay que dotarse de los medios para conseguir una meta mayor que diez ratificaciones, ya que es el Convenio núm. 144 el que incita a una mayor participación tripartita en la Conferencia. El Convenio núm. 144 es un convenio base que comporta efectos de arrastre sobre nuestras actividades. Este Convenio se merece más respeto. En lo que respecta a ACTRAV, los trabajadores no se oponen a que se conceda una ayuda financiera a la formación de los empleadores, siempre que ello quiera decir que también se debe prestar asistencia a la formación de los representantes de los trabajadores.

178. La representante del Gobierno de Croacia encontró algunas diferencias terminológicas entre el texto inglés y el texto francés que se prestaban a confusión y pidió a la Oficina que las traducciones fueran más exactas.

179. El representante del Gobierno de Indonesia subrayó la importancia de la educación obrera tal como se menciona en el párrafo 113. Declaró que en Indonesia se habían creado nuevos sindicatos y que sus dirigentes deberían recibir la formación necesaria para comprender la función de las organizaciones de los trabajadores, no solamente para asistir a reuniones tales como la Conferencia Internacional del Trabajo sino también para saber aplicar y controlar las normas internacionales del trabajo. En los últimos meses, Indonesia había realizado más de 70 talleres tripartitos de divulgación sobre los principios y los derechos fundamentales en el trabajo en los que habían participado representantes de las organizaciones de los empleadores y de los trabajadores.

180. La representante del Gobierno de los Estados Unidos esperaba con interés el informe de marzo sobre el examen del programa de actividades sectoriales. Se planteaba una pregunta en relación con el párrafo 13, d), cerca del final del párrafo, respecto de la frase siguiente: «Proseguirán las actividades de cooperación técnica encaminadas a movilizar un mayor volumen de fondos extrapresupuestarios». Esta frase se prestaba a confusión dado que a su parecer que los programas de cooperación técnica debían ser desarrollados por su valor intrínseco y no para recaudar fondos extrapresupuestarios. Tal como lo habían mencionado varios oradores, se necesitaban estimaciones realistas acerca del volumen de fondos extrapresupuestarios necesarios y una declaración en la que la Oficina indicara cuál podría ser la procedencia de dichos fondos.

181. Una representante del Director General (la Directora Ejecutiva del Sector de Diálogo Social) indicó que iba a responder a algunos comentarios hechos durante el debate general sobre el documento de presupuesto, en particular, relativos al sector 4. Ese objetivo estratégico había despertado mucho interés, pues era a la vez un medio y una meta para alcanzar otros objetivos de la OIT, tal como se expone en el Programa y Presupuesto. La OIT tenía una tradición tripartita que consistía en el respeto del papel de los gobiernos, de las organizaciones de trabajadores y de las organizaciones de empleadores, pero el refuerzo de cada uno de estos papeles se hacía generalmente por separado. Al formar parte las tres de un objetivo estratégico, quedaban reunidas y creaban una visión mucho más interesante de lo que significaba el respeto de la democracia y de los derechos humanos fundamentales en el lugar de trabajo. Ese mensaje era una verdadera oportunidad para que la OIT creara una real convergencia de intereses de las tres partes, resaltando la importancia del tripartismo y del diálogo social como bases que sustentan todos los demás objetivos de la OIT.

182. Se habían planteado algunas preocupaciones específicas sobre ciertos aspectos de los programas tendientes a reforzar la promoción del diálogo social. En particular, se habían manifestado algunas preocupaciones respecto del programa de actividades sectoriales, que era un elemento fundamental para la promoción del diálogo social pero también un elemento esencial para promover otros objetivos estratégicos de la Organización. Era necesario proseguir el examen de las características transversales de las actividades sectoriales en el proceso de preparación del documento que se presentaría en marzo para que fuese examinado por el Consejo de Administración. Con respecto al nivel de los recursos asignados a las actividades sectoriales, no había ningún perjuicio en términos de la capacidad o del compromiso de la Organización para proporcionar esos servicios básicos a los 22 principales sectores que conformaban el programa. Aseguró a la Comisión que los 22 sectores serían atendidos con competencia y eficacia, y que las actividades sectoriales iban a integrarse en forma más activa al resto de la Organización, así como en la promoción del diálogo social.

183. Los comentarios que habían sido formulados respecto del nuevo Departamento de Administración Pública y Legislación y Administración Laborales daban cuenta del interés por este enfoque único que consistía en tratar la importancia del fortalecimiento de los gobiernos como expresión del tripartismo. Estos no eran interlocutores sociales como tales, pero participaban como una entidad en las deliberaciones tripartitas y desempeñaban un papel crucial al proporcionar el marco y al establecer las reglas en los países Miembros para que las organizaciones de los trabajadores y de los empleadores entablen un diálogo efectivo. Por consiguiente, la creación de este Departamento era una verdadera oportunidad para incrementar el apoyo de la OIT al fortalecimiento de la capacidad de los gobiernos de proporcionar ese marco y participar en el debate sobre las políticas sociales y económicas.

184. La importancia de la promoción del diálogo social era algo que estaba claramente relacionado con la labor normativa de la Organización para hacer posible unas deliberaciones, consultas y diálogo efectivos. La campaña de ratificación que aquí se refería al Convenio núm. 144 era fundamental para apoyar ese enfoque normativo. La meta de diez ratificaciones fijada para el próximo bienio era un modesto esfuerzo para determinar cómo ampliar el apoyo a la consulta tripartita. A la fecha, el Convenio núm. 144 había recibido 90 ratificaciones, y era inminente la 91.ª. Resultaba sumamente importante que este objetivo formara parte de un plan estratégico a largo plazo, no sólo en términos de aumento del número de ratificaciones, sino también respecto del aumento de la aplicación de las consultas tripartitas en los países que habían ratificado el Convenio. La oradora declaró que el Convenio núm. 144 sería revisado durante la reunión de la Conferencia del año próximo, ocasión en la que también tendría lugar una serie de discusiones relativas a las diferentes formas de mejorar la eficacia de la aplicación de ese Convenio. En su opinión, el diálogo social facilitaba ese proceso, que dependía del reconocimiento y del apoyo de toda la gama de convenios de la OIT, en particular los convenios sobre la libertad sindical y sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva. Por consiguiente, la promoción del diálogo social era fundamental para ampliar el apoyo a las normas fundamentales del trabajo. Recalcó que se necesitaba sensibilidad para lograr hacer progresar el diálogo social con los interlocutores sociales de cada país; esto debía ser parte integrante del programa y requería por consiguiente una estrecha coordinación con el terreno.

185. En lo concerniente a la cuestión de la interacción entre la cooperación técnica y la movilización de fondos extrapresupuestarios, el compromiso básico del presupuesto ordinario para con el programa InFocus sobre fortalecimiento de los interlocutores sociales se entendía como una financiación básica que podía aumentarse con el apoyo de otros donantes que tuviesen la capacidad necesaria para contribuir con recursos para apoyar programas que hicieran progresar el diálogo social. Se habían desarrollado varios programas exitosos en distintas partes del mundo con el aporte de donantes importantes, y existía el propósito de proseguir con esa experiencia aprovechando el apoyo obtenido para crear asociaciones con el fin de promover el diálogo social.

E. Programas transectoriales

186. El Sr. Marshall, en nombre de los miembros empleadores, preguntó si alcanzarían los fondos para celebrar reuniones del Consejo del Centro. Actualmente, la mayoría de las reuniones eran demasiado cortas por lo que convendría extenderlas de haber fondos disponibles. El segundo punto se refería a la aceptación del principio de la necesidad de introducir un programa para las actividades de los empleadores en el Centro. Se necesitarían algunas formas de financiación al principio hasta que pudiera autofinanciarse. Respecto del Grupo de Política Internacional propuesto en el párrafo 127, los empleadores celebraron la iniciativa de la Oficina. Estimaron que desempeñaría un papel valioso en las actividades de la Organización, y que debería mantenerse informado al Consejo de Administración de los progresos realizados. El Consejo de Administración, con la autorización de la Conferencia, debería desempeñar un papel más importante proporcionando orientaciones al Director General acerca de cuestiones de política cuando participa en discusiones con otras organizaciones internacionales. Los miembros empleadores confiaban en que se celebrarían valiosos debates sobre cuestiones de política como resultado de la labor realizada en ese nuevo órgano.

187. En relación con el párrafo 131 y el cuadro 14, el Sr. Marshall se mostró complacido por los documentos adicionales sobre cooperación técnica y asignaciones de fondos extrapresupuestarios. Sin embargo, sería útil disponer de un documento detallado que expusiera los recursos del presupuesto ordinario y los recursos extrapresupuestarios en relación con las actividades a fin de definir claramente las prioridades de la Organización.

188. En primer lugar, el Sr. Blondel se felicitó de que el Centro Internacional de Formación de la OIT se haya convertido en el principal establecimiento de formación para todas las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas. Le enorgullece y satisface la reputación bien merecida del Centro. A continuación, el orador se preguntó por qué los recursos del presupuesto ordinario asignados al Centro de Turín no han variado en relación con el bienio 1998-1999 si el Centro tiene más cargas. Declaró también que los trabajadores quisieran saber si se han adoptado iniciativas para que los funcionarios de la OIT reciban cursos de formación en Turín y, de ser así, cuál es el número y la naturaleza de estos cursos. El Centro de Turín debe mantener relaciones suficientes con los responsables de los cuatro objetivos estratégicos como para que la formación se integre en estos objetivos. Refiriéndose de nuevo a la cuestión de la igualdad ente hombres y mujeres, el orador confirmó que los trabajadores consideran positiva la idea de celebrar un simposio o un coloquio. Observó que en los documentos los recursos presupuestarios habían aumentado un 150 por ciento para estas actividades y se felicitó por ello. Por último, el orador abordó la cuestión de los conflictos y de las iniciativas que deben adoptarse para reestructurar los países que han sido víctimas de la guerra. Considerando que la guerra es un subproducto de la miseria y de la falta de democracia, convendría que la Comisión discutiese al respecto en algún momento y determinase la acción de la OIT en la materia y sus limitaciones. Cabe preguntarse si esta acción es curativa al centrarse en la reestructuración o es más bien preventiva al privilegiar la búsqueda de la paz.

189. El representante del Gobierno de Alemania lamentó que la mayor parte del texto presentado en el documento fuera demasiado impreciso y solicitó que en el futuro los documentos relativos al presupuesto fueran más precisos y específicos. Observó con agrado un aumento de los recursos disponibles para el programa de igualdad de género, y apoyó la intención de aumentar la visibilidad de la contribución de la OIT a la igualdad de género, en particular en lo que respecta al seguimiento de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y el seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social.

190. El representante del Gobierno de Italia acogió con beneplácito las observaciones expresadas por los Grupos de los Empleadores y de los Trabajadores respecto del Centro de Turín. El Gobierno de Italia tenía una alta opinión del Centro y de su labor. Convino con las opiniones expresadas anteriormente sobre el mejor uso que la OIT podría hacer de las instalaciones del Centro de Turín.

191. Un representante del Director General (el Director del Centro Internacional de Formación de la OIT, Turín) confirmó que, conforme a una sugerencia de los empleadores, el Centro de Turín crearía un puesto para un especialista en temas relacionados con las preocupaciones de los empleadores. La OIT y el Centro examinarían las modalidades de financiación de los primeros años, ya que más adelante, el puesto se financiaría con las actividades que había de promover.

192. En respuesta a preguntas formuladas por los trabajadores, recordó que el 30 por ciento de la estructura presupuestaria del Centro de Turín provenía de subvenciones y el 70 por ciento de las actividades realizadas. Ocho por ciento de las subvenciones eran contribuciones hechas por la OIT. Esta era la suma mencionada en la última línea del párrafo 125 y no se modificaría durante el bienio 2000-2001. El resto provenía de las actividades. El Centro de Turín había aumentado con éxito sus actividades a tal punto que el aumento de los costos era financiado con esos ingresos y no había provocado el aumento de las contribuciones de la OIT. En respuesta a una pregunta sobre la cantidad de funcionarios de la OIT formados en el Centro de Turín la respuesta era que, si bien el sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones de las Naciones Unidas recurrían al Centro de Turín para formar a su personal, la OIT todavía no había utilizado el Centro para formar a su propio personal. La OIT y el Centro explorarían las disposiciones que podrían tomarse para desarrollar programas de formación para el personal de la OIT.

3. Gobernación, apoyo y gestión

193. El Sr. Marshall, en nombre de los miembros empleadores, declaró que la calidad y la estructura de la gobernación, el mecanismo de presentación de informes, los procedimientos de evaluación y seguimiento, aunados a la delegación idónea de la autoridad, eran la base de prácticamente todas las actividades realizadas en la OIT. En el párrafo 141 podría ser útil mencionar que la Oficina debería funcionar en el marco del presupuesto. Los empleadores apoyaban sin reservas los indicadores clave enumerados en el párrafo 144.

194. El Sr. Blondel declaró no tener ninguna observación importante que hacer sobre estos documentos. En otras palabras, los trabajadores suscriben su contenido.

195. La representante del Gobierno de Trinidad y Tabago, refiriéndose al último apartado del párrafo 136, subrayó que dado que el proceso de mundialización iba en aumento la OIT deberá aumentar considerablemente sus actividades en las regiones. En los últimos diez años, se habían creado más de 560 agrupaciones regionales de modo que las regiones podían ofrecer una base sólida para difundir las normas y los principios de la OIT. La Oficina del Caribe había tenido un excelente desempeño a este respecto, si bien en esa zona se señalaban solamente seis redes de cooperación económica y comercial regionales. La Oficina debería colaborar más con las pequeñas y poco desarrolladas redes de cooperación económica y comercial regionales tales como la Comunidad del Caribe (CARICOM).

4. Desarrollo ulterior de la formulación
estratégica del presupuesto

196. El Sr. Marshall declaró que los empleadores esperan proseguir las discusiones sobre este tema en la próxima reunión del Consejo de Administración.

197. El Sr. Blondel realizó dos nuevas observaciones. La primera tiene que ver con el párrafo 158, donde se propone un «ciclo de presentación» de informes. Los trabajadores esperan que se respeten estas fechas y las aprueban, deseando al mismo tiempo que sean efectivas. La segunda observación se centra en el método de trabajo propuesto. Los trabajadores se muestran satisfechos de esta forma de trabajar. El Grupo de los Trabajadores desearía que este método se aplique en los próximos presupuestos, inclusive, llegado el caso, durante su evaluación. Hay que privilegiar la práctica de los contactos oficiosos para su elaboración.

198. Un representante del Director General (el Director de la Oficina de Programación y Gestión) contestó a varias preguntas planteadas durante la discusión general. En respuesta a la pregunta de los trabajadores, acerca de los funcionarios que trabajan en las regiones y las decisiones anunciadas por el Director General respecto de los nombramientos del personal de la categoría superior en la OIT, en particular como resultado de la creación de los programas InFocus y de la alta proporción de mujeres nombradas a esos nuevos puestos, el orador declaró que no se tomaría ninguna medida especial para las personas que estaban en el terreno, si bien podían ser necesarias medidas especiales si surgiera algo inesperado del examen de las actividades regionales. En lo que respecta a la información sobre la guardería, el nuevo Director de Personal comunicará informaciones a este respecto en una etapa ulterior de la discusión.

199. En relación con la formación del personal y la pregunta del portavoz del grupo PIEM, el orador declaró que se habían asignado aproximadamente 2.150.000 dólares con ese propósito para el bienio 2000-2001. La forma en que se utilizaría esa suma dependería de los progresos de la nueva estrategia en materia de recursos humanos. En respuesta a las preguntas acerca de la estrategia de evaluación propuesta, declaró que ese tema debería incluirse en el documento sobre el plan estratégico para noviembre del 2000.

200. Ciertas preguntas se refirieron a la forma en que serían formulados los indicadores de desempeño y las metas. Esa labor había sido realizada por el personal de la OIT en colaboración con consultores durante el tercer trimestre. Esa labor proseguirá con ayuda técnica cuando sea necesario. En respuesta a los comentarios relativos a las evaluaciones independientes, la intención era establecer un ciclo de evaluaciones que abarcaría a todas las actividades principales.

201. A la pregunta, de cómo la sede y las regiones integrarán sus actividades en cada uno de los cuatro sectores técnicos, el Director del Departamento de Programación y Gestión contestó que esa tarea también era nueva para la OIT, pero el principio básico será el trabajo en lo que atañe a que los objetivos, los indicadores y las metas sólo puede realizarse mediante consultas entre la sede y las regiones. Esto supondrá la planificación conjunta de las tareas entre los dos grupos, es decir cada uno de ellos decidirá qué puede hacer para lograr esos objetivos y esas metas con la ayuda y el apoyo del otro grupo. También se celebrarán consultas entre la Oficina y el Consejo de Administración y el resultado de esas discusiones figurará en el informe de avance sobre el plan estratégico que se presentará en marzo del 2000.

202. El representante del Director General (el Tesorero y Contralor de Finanzas) contestó a las preocupaciones expresadas según las cuales se había reducido el nivel de los recursos para la región de Asia y el Pacífico. El cuadro 3 de la página 7 mostraba un aumento real para el programa de aproximadamente 400.000 dólares o sea un 1 por ciento para esa región. La crisis financiera de Asia había dado lugar a una fuerte devaluación de muchas monedas nacionales lo que significaba que los gastos locales de ejecución, en dólares de los Estados Unidos, habían disminuido considerablemente. Por ejemplo, antes de la crisis el valor del baht tailandés era de 25 baht por un dólar de los Estados Unidos comparado con 39 baht por un dólar que es su curso actual. Devaluaciones similares de otras monedas de la región habían provocado la disminución de los gastos de funcionamiento en dólares, lo que trajo consigo una importante disminución de los costos para el próximo bienio. Sin embargo, esta disminución no implicaba ninguna reducción del nivel de los programas.

203. El Tesorero explicó que el ajuste debido a las fluctuaciones del tipo de cambio funcionaba en los dos sentidos. Es decir que, si se procediera a una revaluación de la moneda local respecto del dólar, el aumento de los costos en dólares se incluiría en el presupuesto como un aumento del costo. Subrayó que esos ajustes, ya fueran aumentos o disminuciones, no afectaban el nivel de los programas.

204. El representante de Alemania declaró que el total de los montos referentes a otras fuentes en los distintos cuadros del presupuesto superaban los 215,6 millones de dólares para la cooperación técnica presentados en el addéndum 2 del documento de la Oficina. Esas cifras no eran comparables pues las últimas representaban fondos extrapresupuestarios para actividades de cooperación técnicas, mientras que las anteriores incluían ingresos, de apoyo al programa y varios otros ingresos, tales como por ejemplo las recaudaciones del Fondo de Publicaciones y la contribución de la UIT para la administración de los costos de la Caja del Seguro de Salud del Personal (OIT/UIT).

205. Seguidamente el Director General hizo la siguiente declaración a la Comisión.

206. El Presidente dio las gracias al Director General por su declaración. A la luz de las opiniones manifestadas por los miembros de la Comisión en el curso de la discusión, el Presidente propuso que las propuestas detalladas de Programa y Presupuesto que se contienen en los documentos de la Oficina sean recomendadas por la Comisión al Consejo de Administración.

207. La Comisión recomienda al Consejo de Administración que, de conformidad con el párrafo b) de la resolución adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo en su 87.ª reunión (1999) en relación con el Programa y Presupuesto para 2000-2001, y habida cuenta de lo dispuesto en el artículo 15 del Reglamento Financiero, apruebe el presupuesto detallado por partidas de gastos para el bienio 2000-2001, que se contiene en el cuadro 2 del documento GB.276/PFA/9, que figura en el anexo II de este informe.

208. La Comisión recomienda al Consejo de Administración que apruebe los dispositivos de planificación, observación y presentación de informes descritos en el párrafo 158 del documento GB.276/PFA/9, que figura en el anexo III de este informe.

 

Ginebra, 16 de noviembre de 1999.

(Firmado) M. Blondel,
Ponente.


Puntos que requieren decisión:


1. Documento GB.276/PFA/9.
2. Documento GB.276/PFA/9 (Add.1).
3. Documento GB.276/PFA/9 (Add.2).


Anexo I

Propuestas de Programa y Presupuesto para 2000-2001:
Aprobación del presupuesto detallado y desarrollo
ulterior de la formulación estratégica del presupuesto
(
GB.276/PFA/9)

Introducción del Director General

Tengo el agrado de presentarles mis propuestas detalladas de Programa y Presupuesto para 2000-2001. Ustedes me pidieron estas informaciones el pasado mes de marzo, cuando aprobaron el presupuesto estratégico. La resolución presupuestaria, unánimemente adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo mencionaba específicamente unas propuestas detalladas que se habían de presentar ante ustedes en esta reunión. Yo me comprometí también a empezar el proceso de especificación de los indicadores de eficacia y de los objetivos. Las respuestas a estas peticiones están en el documento que tienen ante ustedes, y que debería leerse conjuntamente con el presupuesto estratégico que les presenté en marzo pasado y con mi Memoria «Trabajo decente» a la Conferencia.

Ahora estamos preparados para dar el paso final antes de empezar el próximo bienio. Además, hemos establecido un jalón importante en la reforma general del proceso de programa y presupuesto.

Me propongo tres cosas en esta introducción a mis propuestas:

En mi introducción al presupuesto estratégico de marzo, decía lo siguiente: «Este presupuesto forma parte integrante del cambio más general que se introducirá en la OIT de marzo a noviembre de 1999, en tres niveles mutuamente relacionados: creación de un fuerte consenso tripartito en torno a las prioridades esenciales de la Organización y el tema principal (foco) de cada prioridad, reasignación de los recursos presupuestarios y extrapresupuestarios para su ejecución por medio del programa de trabajo de la Organización, y adaptación consiguiente de las estructuras de gestión y de las actividades del programa para poder llevarlas a la práctica...» (párrafo 11).

Desde que se escribieron estas palabras se ha conseguido mucho, por medio de una nueva interacción entre los órganos decisores y la Oficina. Los cambios anunciados en marzo se han llevado en su mayor parte a la práctica. Todos podemos estar orgullosos de ello, puesto que todos hemos contribuido a este resultado.

El fundamento de todos los desarrollos que voy a presentarles, es el gran consenso que existe en el Consejo de Administración y en la Conferencia Internacional del Trabajo sobre el marco estratégico en el cual vamos a actuar. Sobre la base de extensas consultas, tanto oficiales como oficiosas, nos hemos puesto de acuerdo en cuatro objetivos estratégicos, cada uno de los cuales contribuye al objetivo último de un trabajo decente para todos. Estos objetivos son: los derechos fundamentales en el trabajo, el empleo, la protección social y el diálogo social. Estos objetivos estratégicos constituyen la base de las reformas estructurales y de las iniciativas de gestión. Voy a proponerles que sean también el punto de partida de los pasos siguientes en la planificación estratégica.

Inmediatamente después de tomar posesión en marzo pasado, empecé a introducir una serie de reformas en la gestión. Entre ellas, cabe citar:

Como resultado de todas estas reformas en la dirección, toda la Organización tiene ahora un mayor sentido de la dirección estratégica de la OIT. Tomados en su conjunto, estos cambios asignan unas responsabilidades claras a distintos niveles de gestión, y establecen la base correspondiente de responsabilidad. Ya están empezando a aparecer los primeros signos de un nuevo clima de apertura y de participación dentro de la Oficina, que me propongo fomentar y reforzar.

La renovación de la labor técnica ha incluido una fuerte dosis de actuación en favor de la igualdad de género. Empecé por aumentar la categoría de la Oficina de la Consejera Especial sobre las cuestiones relativas a las trabajadoras, que ahora se llama Oficina para la Igualdad de Género y depende directamente de mí. Esta Oficina ha elaborado un plan de acción para dar más importancia a las cuestiones de género, que se ha discutido en cada sector y que ha sido recientemente aprobado por el Equipo de Alta Dirección. También he nombrado a mujeres calificadas en una gran proporción de los altos cargos que se necesitaban a raíz de la creación de los programas InFocus. Tal vez lo más importante de todo sea que los sectores técnicos individuales han adoptado medidas concretas para introducir la preponderancia de las cuestiones de género como parte fundamental de su trabajo, al tiempo que mantienen importantes proyectos específicos sobre las cuestiones de género. Los programas ya existentes, como el Programa internacional de más y mejores empleos para la mujer, seguirá siendo importante, pero las cuestiones de género no van a quedar confinadas en programas especiales, sino que se estructurarán en toda la labor de la OIT. Habrá una asignación en cada sector para un experto en cuestiones de género a tiempo completo. Me aseguraré de que este prometedor impulso inicial siga adelante sin decaer.

En respuesta a una solicitud de algunos miembros del Consejo de Administración, se distribuirá un documento separado que estime los recursos y describa las actividades para la igualdad de género en 2000-2001. Este documento muestra que unos 12,3 millones de dólares se dedicarán específicamente a la igualdad de género, lo que supone un incremento de más de un 150 por ciento sobre el bienio 1998-1999. Muestra también que la dimensión de género ha quedado integrada en todos los sectores técnicos.

Asimismo, hemos llevado a cabo un esfuerzo realmente excepcional por comprometer al personal sobre el terreno en la reestructuración y en la fijación de prioridades. Después de la Conferencia, se celebró en Ginebra una consulta general de todos los altos cargos regionales. Cada sector ha organizado consultas con sus contrapartes en las regiones.

Cada programa InFocus parte de la base de que los insumos y la colaboración de las regiones constituyen un elemento fundamental de sus planes. He empezado la práctica de las reuniones conjuntas del Equipo de Alta Dirección y los Directores Regionales por lo menos tres veces al año, y tengo el plan de desarrollar más esta interacción entre ellos, los equipos multidisciplinarios y las oficinas de zona, aprovechando los adelantos de la tecnología de las comunicaciones.

Las propuestas que tienen ante ustedes incluyen una transferencia de recursos de la sede a las regiones. Hemos empezado a revisar las medidas encaminadas a fortalecer los servicios sobre el terreno y a hacerlos aún más sensibles a las prioridades de la OIT. Esta revisión tratará de:

Nuestros esfuerzos en favor de las regiones incluirán, como ha pedido la Conferencia, un importante programa de cooperación técnica. Las estimaciones de que disponemos muestran un incremento que va de 179 millones de dólares en 1998-1999 a 215 millones de dólares en 2000-2001. Por supuesto, estas cifras tienen carácter provisional y ya han tenido una cierta evolución desde que se les proporcionaron las primeras estimaciones, en marzo pasado. Por ejemplo, en relación con la cooperación técnica sobre el seguimiento de la Declaración, para la que no hemos hecho estimaciones en el documento que tienen ante ustedes, se ha hecho una asignación que equivale a un millón de dólares de los Estados Unidos por parte del Gobierno de Francia. Los Gobiernos del Japón y de los Estados Unidos están financiando la primera reunión de Asia, planificada en virtud de la Declaración y prevista para el próximo mes de diciembre. En un documento informativo independiente podrán disponer de unas informaciones más completas y actualizadas sobre la cooperación técnica.

En el futuro, entregaremos una información más completa sobre el desglose de las «otras fuentes» de financiación, por programas y con indicaciones de las contribuciones correspondientes a cada donante. El objetivo último es que dispongamos de todas las cifras relativas a los recursos financieros, concentradas en un solo documento.

Los servicios de apoyo se han esforzado por mejorar la calidad de su trabajo y al mismo tiempo por detectar fuentes de ahorros que puedan destinarse a actividades en beneficio directo de los mandantes. Además de identificar tales fuentes de economías, han emprendido la definición de normas de servicio cuya observancia permitirá la aplicación en toda la Oficina de técnicas presupuestarias orientadas al logro de resultados.

Los cambios a que me he referido exigen que contemos con un personal motivado y altamente calificado. Desde que asumí mis funciones, me ha impresionado gratamente la dedicación del personal de la Oficina. Tengo la convicción de que si nos dotamos de políticas de personal modernas y justas, que hagan hincapié en el desarrollo de la carrera profesional y en una administración eficiente, podremos seguir avanzando en búsqueda de niveles de rendimiento óptimos, de nivel mundial, en todos los aspectos de nuestro trabajo. En otro documento que les hemos presentado se aborda esta materia.

Sin duda, hay muchos aspectos de la actividad de la Oficina que deben reformarse a fin de asegurar el cumplimiento de nuestras responsabilidades. Pero ninguno es tan importante como el trato que damos a nuestros jóvenes profesionales. En este plano necesitamos recurrir a una «cirugía de urgencia». A mi llegada a la Oficina, me encontré con que en el período inmediatamente anterior muchos de nuestros jóvenes colegas habían decidido dejar la OIT. Otros decidieron hacerlo ulteriormente. Es normal que las personas busquen nuevos cauces profesionales o decidan partir por motivos personales o de otra índole. No obstante, mi impresión es que muchos lo han hecho tal vez empujados por la indiferencia o la falta de orientaciones por parte de sus superiores, por la aplicación de métodos de gestión poco sutiles y por la existencia de un ambiente de trabajo inadecuado. Esta es una cuestión que me preocupa profundamente. Ha pasado mucho tiempo sin que se tomen las medidas necesarias. Por ello, he dado instrucciones a nuestro nuevo Jefe de Personal para que actúe sin demora y con celeridad en esta materia. Para facilitar los cambios, he decidido integrar a un joven profesional a mi Gabinete y encomendarle, entre otras responsabilidades, la tarea específica de asesorarme sobre estas cuestiones e informarme oportunamente sobre toda situación que yo deba conocer.

Quisiera referirme ahora a los aspectos principales del documento que ustedes tienen ante sí.

El nivel del presupuesto que presenté al Consejo de Administración en marzo pasado, y que el Consejo recomendó para su adopción por la Conferencia Internacional del Trabajo, fue de 481,05 millones de dólares; esta cuantía representó un crecimiento cero, por cuanto correspondía exactamente al nivel del Programa y Presupuesto para 1998-1999. En ese momento, dichas propuestas presupuestarias se evaluaron con arreglo al tipo de cambio presupuestario para 1998-1999, de 1,46 francos suizos por dólar de Estados Unidos. Sin embargo, de conformidad con la práctica establecida, la Comisión de Cuestiones Financieras de la Conferencia revisó este tipo de cambio, sustituyéndolo por el que estaba vigente en el momento de la aprobación del Programa y Presupuesto. Se adoptó entonces una tasa de 1,53 francos suizos por dólar, lo que entrañó una reducción de 13,58 millones de dólares (o un 2,82 por ciento) del nivel nominal del presupuesto.

Esta reducción de 13,58 millones de dicho nivel nominal obedece enteramente a las fluctuaciones del tipo de cambio y, como se desprende del examen de los componentes presupuestarios subyacentes en francos suizos y en dólares, es idéntica a la registrada en el Presupuesto para 1998-1999. Hago hincapié en este punto, ante todo, para disipar toda impresión de que se hubiera registrado una reducción real en el Programa y Presupuesto para 2000-2001 con respecto al Programa y Presupuesto del presente bienio, y en segundo lugar, para hacer notar que -- incluso si los componentes en francos suizos y en dólares siguen constantes -- esta distorsión del nivel nominal del presupuesto debería tomarse en consideración cuando se formulen las propuestas presupuestarias para el próximo bienio.

Tenemos un presupuesto de crecimiento cero. Ahora bien, existen demandas muy considerables de recursos para nuevas prioridades y para reforzar actividades en curso. Se ha pedido a todas las unidades de la Oficina que hagan un esfuerzo importante para determinar cuáles son sus aspectos eficientes, detectar las fuentes de ahorros y buscar formas que permitan dar mayor impacto a nuestro trabajo en el marco estricto de nuestros recursos presupuestarios. Gracias a este proceso, que, puedo asegurarles, no ha sido nada fácil, hemos llegado a disponer de recursos adicionales para los programas más esenciales.

Sin pretender analizar en detalle el documento, quisiera enumerar los aspectos de nuestro trabajo que se han reforzado:

  1. La Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo es una actividad totalmente nueva a la que, según lo dispuesto por la Conferencia, se han asignado los recursos necesarios para iniciar las actividades de seguimiento. Para potenciar estos recursos se desplegarán esfuerzos especiales en el nivel de la cooperación técnica.
  2. Se ha asignado al IPEC un aumento sustancial de la financiación con cargo al presupuesto ordinario, destinado en especial a promover la ratificación y la aplicación del Convenio núm. 182.
  3. En las decisiones de asignación de recursos también se ha dado prioridad a los otros seis programas InFocus.
  4. Como ya lo he señalado, se han reforzado las actividades sobre la igualdad entre hombres y mujeres, tanto en el marco de la Oficina para la Igualdad de Género como de la integración de las cuestiones de género en toda la labor de la Oficina.
  5. Se han reforzado las actividades para los empleadores, en particular para ofrecer mejores prestaciones de respaldo a la cooperación técnica.
  6. Hemos incrementado la notoriedad y el carácter sustantivo de la labor de fomento de nuestras relaciones y asociaciones exteriores.
  7. Hemos constituido un nuevo Grupo de Política Internacional. Además de proporcionar asesoramiento político en un contexto mundial turbulento, este Grupo se encargará de formular los fundamentos analíticos de nuestra colaboración con las instituciones financieras internacionales y el sistema multilateral en su conjunto, tarea que se realizará por intermedio de la Oficina de Relaciones y Asociaciones Exteriores.
  8. El fortalecimiento de las comunicaciones exteriores será un elemento vital de la estrategia encaminada a aumentar la influencia y presencia activa de la OIT.
  9. Por último, como hemos indicado en documentos anteriores, se destinó una suma adicional de 1.585.000 dólares para las regiones, recursos que revistieron la forma de una ampliación de la cooperación técnica con cargo al presupuesto ordinario.

En el documento presentado se entregan descripciones detalladas de estas esferas de trabajo nuevas o reforzadas, y en especial de los programas InFocus, en la medida en que fueron temas poco desarrollados en el volumen 1 de las propuestas de Programa y Presupuesto.

Los recursos necesarios para financiar estas actividades se han obtenido fundamentalmente sin tocar los programas técnicos, y recurriendo a la eliminación o la reducción de algunas actividades. El equilibrio entre los distintos objetivos estratégicos se ha mantenido en líneas generales de acuerdo con mis propuestas de marzo. El empleo es, en general, el mayor ámbito de nuestra actividad. Algunos de ustedes han comentado ya que habría, al parecer, una reducción de los recursos destinados al sector del empleo. La realidad es que tales recursos aumentarán y ello, por diferentes motivos. En primer lugar, las actividades del Grupo de Política Internacional estarán mayoritariamente relacionadas con el empleo. En segundo lugar, se ha previsto que, en el bienio 2000-2001, a la cooperación técnica en el campo del empleo se destinarán recursos por unos 134 millones de dólares, frente a 113 millones de dólares destinados al mismo concepto en 1998-1999. Estos totales son muy superiores a los asignados a cualquiera de los demás sectores. En tercer lugar, también aumentarán los recursos de apoyo de programas destinados a la cooperación técnica en el campo del empleo, que se elevarán a más de cinco millones de dólares durante 2000-2001. Todo esto hace que el presupuesto real dedicado al empleo se sitúe muy por encima de todos los otros sectores.

Quisiera subrayar la mayor importancia que he dado a las comunicaciones y a las asociaciones de la OIT. En la actualidad, es cada vez más frecuente que la Oficina ejerza su influencia y haga repercutir sus actividades gracias a su presencia en los medios de comunicación, al desarrollo de nuevas formas de promoción y de cooperación en redes, a su labor de extensión en establecimientos de enseñanza y en las comunidades, y aprovechando plenamente cada posibilidad que se le abre de llevar su mensaje a un público mundial. En esta perspectiva, el establecimiento de asociaciones con otras entidades es esencial. No tenemos por qué hacerlo todo por nosotros mismos. Nuestros valores y nuestros objetivos son compartidos por amplios sectores, y podemos actuar como fuerza catalizadora y motor para contribuir a promoverlos. Asimismo, las asociaciones dentro del sistema de las Naciones Unidas y con las instituciones de Bretton Woods contribuyen a multiplicar nuestras capacidades; por lo tanto, me propongo invertir esfuerzos en dichas asociaciones.

Una cuestión fundamental en la preparación de un presupuesto estratégico es la definición de las responsabilidades. Debemos ser capaces de explicar qué vamos a realizar, y proporcionar indicadores que permitan juzgar nuestra labor. No voy a pretender que este proceso sea fácil ni que esté aún terminado. Debemos encontrar maneras de evaluar nuestra labor que reflejen bien los efectos que tiene en el mundo real. A este respecto, aún queda por hacer, y en particular es necesario examinar de manera crítica y desarrollar los objetivos que nos hemos fijado. Hasta el momento he recibido una enorme ayuda de mandantes con conocimientos técnicos en este campo. Tengo previsto seguirles pidiendo, pues deseamos implantar un proceso continuo de mejoras. En particular, les agradeceré que formulen observaciones específicas sobre esta cuestión para ayudar a la Oficina a seguir progresando.

En resumen, creo que ustedes verán que hemos hecho importantes progresos en ajustar la labor a los objetivos estratégicos, en racionalizar nuestras operaciones, en dar más transparencia a nuestro programa y en dar más responsabilidades a los directores y al personal. Por esta razón, recomiendo la adopción de estas propuestas.

Ahora pasaré a la tercera parte de mi introducción, que se refiere a nuestro programa futuro.

Si bien la acción de los últimos meses se ha llevado a cabo con rapidez, también ha habido dificultades y limitaciones. No estoy satisfecho con los procedimientos actuales para la formulación de programas, y creo que con una participación y un apoyo activos de su parte podemos introducir varias mejoras. Al formular propuestas sobre estas cuestiones me baso en las informaciones obtenidas en las consultas con miembros del Consejo de Administración y con otros representantes de los mandantes, en la opinión de funcionarios de todos los niveles y en los conocimientos técnicos de personas ajenas a la Organización.

Permítanme enumerar algunos factores que limitan considerablemente nuestro programa actual para elaborar el presupuesto:

He observado que ustedes, en el Consejo de Administración, comparten esta opinión. Han acogido con agrado la presentación más corta y más estratégica del Programa y Presupuesto, aun cuando en esta oportunidad la transición que supuso el nombramiento de un nuevo Director General ha hecho que algunos de los detalles del presupuesto se comunicaran más tarde de lo normal. Ustedes han pedido una mayor flexibilidad en la utilización de los recursos a cambio de una mayor responsabilidad por la labor realizada. Ustedes han demostrado interés en renovar los arreglos de dirección para reflejar las reformas introducidas. La Oficina está dispuesta a trabajar con ustedes para elaborar mejores métodos de presentación de informes al Consejo de Administración y para mejorar la estructura de las comisiones que lo componen, si ustedes lo desean.

Algunas de estas cuestiones están muy estrechamente relacionadas con el Consejo de Administración, y por esta razón cuento con su colaboración directa para elaborar mejores métodos de trabajo. Pienso en particular en las normas internacionales del trabajo, ya que en este caso las innovaciones que decida introducir el Consejo de Administración han de preceder necesariamente los cambios que se introduzcan en los procedimientos que aplica la Oficina. Como expliqué en mi Memoria «Trabajo Decente» que presenté a la Conferencia, «para que la OIT pueda seguir siendo eficaz y reafirmar la utilidad de las normas internacionales será preciso que redoble sus esfuerzos y que ensaye nuevos métodos». Propuse varias acciones. La revisión de las normas es una actividad en la que debemos actuar con más rapidez, pero juntos. Debemos elaborar y utilizar métodos más eficientes de revisión y encontrar una mejor manera de determinar qué tipo de normas queremos elaborar. Creo que debemos llevar a cabo una discusión exhaustiva sobre todos los aspectos de nuestra política de normas, y la Oficina prestará toda la ayuda que pueda proporcionar a este respecto al Consejo de Administración.

En el documento que tienen ante ustedes hallarán propuestas que nos permitirán avanzar en todos estos ámbitos gracias a la adopción de la planificación estratégica como herramienta básica de gestión a largo plazo. El plan estratégico fijaría las prioridades y describiría las estrategias. Proporcionaría el marco para la asignación de la responsabilidad mediante el desarrollo ulterior de indicadores y objetivos en materia de resultados. Dentro del período de planificación, se especificarían en el Programa y Presupuesto de cada bienio los progresos que cabría esperar durante el período.

He propuesto un calendario muy ambicioso para la formulación del plan estratégico, un calendario que me obligará a presentarles el anteproyecto del plan para su aprobación en noviembre del año que viene, y luego a completar el primer presupuesto bienal con arreglo al plan, para sometérselo en marzo del año siguiente. Al prepararlo, seguiré insistiendo en celebrar amplias consultas, tanto dentro como fuera de la OIT. Aún disponiendo de poco margen, estoy convencido de que ésta es la única manera de que sigamos realizando progresos rápidos y acertados en la reforma presupuestaria y de la gestión.

Quisiera tan sólo mencionarles algunas características de la propuesta para establecer un plan estratégico:

El documento que tienen ante ustedes incluye información adicional acerca de las disposiciones que se proponen en materia de planificación y de presentación de informes, y plantea en particular un calendario para la presentación de los documentos necesarios al Consejo de Administración.

Tenemos ahora una oportunidad para la discusión tripartita del Programa y Presupuesto para 2000-2001, así como de los procedimientos para futuros ejercicios de programación. Aguardo con interés sus orientaciones en materia de políticas, y la Oficina queda a su disposición para cualquier aclaración que pudieran necesitar. Quisiera agradecerles los consejos que nos han facilitado a mí y a mi equipo en numerosas ocasiones, y en particular las reacciones que han manifestado extraoficialmente y que permitieron mejorar este documento en el curso de su preparación. Confío en que, tras una discusión en profundidad, aceptarán las propuestas.

Los nuevos sistemas de gestión que estoy introduciendo ponen el acento en la asignación de la responsabilidad, incluida la del Director General ante el Consejo de Administración. Esta es la primera ocasión oficial que se me brinda para poder informarles de los progresos logrados en relación con las promesas que les hice en el mes de marzo, al presentar mi presupuesto estratégico, relativas a la modernización de la imagen, las estructuras y los sistema de gestión de la OIT. Seguiré informándoles sobre las reformas en materia de gestión como parte del informe anual sobre la ejecución del programa. Soy consciente de que aún es muy largo el camino por recorrer, pero estoy seguro de que coincidirán conmigo en que, con su apoyo, es mucho lo que se ha avanzado.

Muchas gracias por su atención.


Anexo II

Presupuesto operativo por partidas de gastos para 2000-01


 

 

 

Presupuesto para
1998-99

 

Presupuesto para
2000-01

 

 

 

con el tipo de cambio de
1,46 francos suizos/dólar

 

con los costos y el tipo de
cambio de 1,53 francos/dólar


PARTE I. PRESUPUESTO ORDINARIO

 

 

 

Organos rectores

65 636 386

 

60 896 671

 

Conferencia Internacional del Trabajo

10 330 131

 

9 602 562

 

Consejo de Administración

2 261 778

 

2 026 458

 

Reuniones regionales principales

810 804

 

558 700

 

Servicios jurídicos

2 703 986

 

2 522 832

 

Relaciones, reuniones y documentos

49 529 687

 

46 186 119

Objetivos estratégicos

357 087 481

 

351 728 503

 

Programas técnicos

148 279 658

 

147 765 932

 

 

Normas, principios y derechos fundamentales en el trabajo

22 119 444

 

25 406 270

 

 

Empleo

39 387 959

 

36 663 425

 

 

Protección social

24 707 233

 

25 441 132

 

 

Diálogo social

42 124 116

 

39 954 293

 

 

Centro de Turín de la OIT

5 130 000

 

5 340 000

 

 

Instituto Internacional de Estudios Laborales

5 079 930

 

4 931 020

 

 

Grupo de política internacional

--

 

1 246 414

 

 

Igualdad para la mujer

1 118 250

 

2 026 622

 

 

Estadísticas

7 282 463

 

6 756 756

 

 

Actividades interdepartamentales

1 330 263

 

--

 

Regiones y cooperación técnica

139 324 873

 

138 281 517

 

 

Cooperación para el desarrollo

3 180 261

 

3 057 272

 

 

Programas de actividades prácticas en Africa

39 615 698

 

40 073 294

 

 

Programas de actividades prácticas en las Américas

36 643 947

 

36 680 263

 

 

Programas de actividades prácticas en los Estados Arabes

7 985

 

8 129 430

 

 

Programas de actividades prácticas en Asia y el Pacífico

39 420 668

 

37 960 606

 

 

Programas de actividades prácticas en Europa y Asia central

12 478 546

 

12 380 652

 

Servicios de apoyo

69 482 950

 

65 681 054

 

 

Relaciones y asociaciones exteriores

3 939 268

 

4 515 784

 

 

Biblioteca de la OIT

7 744 363

 

7 397 379

 

 

Informática y comunicaciones

12 503 261

 

11 625 682

 

 

Administración interna

34 253 210

 

31 150 832

 

 

Publicaciones

5 970 321

 

5 392 002

 

 

Información pública

5 072 527

 

5 599 375

Servicios de gestión

40 931 367

 

37 694 149

 

 

Gestión general

7 837 894

 

6 339 726

 

 

Personal

15 864 153

 

15 002 862

 

 

Servicios financieros

12 103 599

 

11 554 805

 

 

Programación y gestión

5 125 721

 

4 796 756

Otros créditos presupuestarios

20 636 500

 

20 243 879

Ajuste por movimiento del personal

-4 116 734

 

-3 968 202

 

Total PARTE I

480 175 000

 

466 595 000

 

PARTE II -- GASTOS IMPREVISTOS

 

 

 

Gastos imprevistos

875 000

 

875 000

 

PARTE III -- FONDO DE OPERACIONES

 

 

 

Fondo de operaciones

--

 

--

 

Total (PARTES I a III)

481 050 000

 

467 470 000


 

Anexo III

Disposiciones para la planificación, supervisión
y presentación de informes

Puesto al día por SA. Aprobada por RH. Ultima actualización: 1 de agosto de 2000.